Gilberto Giménez Montiel

Pierre Bordieu

Serge Moscovici

La cultura es la organización social del sentido interiorizado por los sujetos y objetivado en formas simbólicas, todo ello en contextos históricamente específicos y socialmente estructurados

El habitus, como disposiciones durables y transferibles, funciona como principios generadores y organizadores de representaciones y de prácticas sociales

Las representaciones sociales cumplen la función de elaboración de los comportamientos y de comunicación entre los individuos

Conjunto de hechos simbólicos presentes en una sociedad

El habitus no es inmutable (a pesar de ser durable). Se puede modificar (aunque no significativamente) a partir de la estructura de las nuevas situaciones en las cuales participamos

Las representaciones tienen un carácter dinámico

Concepción simbólica de la cultura

Su teoría intenta dar respuesta a la pregunta sobre el porqué de los comportamientos sociales, superando la separación objetividad/subjetividad

Plantea la necesidad de reconocer la influencia del entorno en la constitución de las representaciones; de allí, su carácter social

Pautas de significados históricamente transmitidos y encarnados en formas simbólicas

Las condiciones objetivas del individuo inciden en la construcción de las representaciones a partir de la cuales luego éste actúa

Nuestras representaciones también son instituciones que compartimos y que existen antes de que accedamos a ellas

Ninguna forma de vida ni de organización social puede pensarse sin la dimensión simbólica

Reconoce que las estructuras objetivas tienen una importancia decisiva en la explicación de las acciones y a su vez acepta que la propia estructura está construida por las prácticas sociales

Las representaciones sociales pueden entenderse como un conocimiento instalado en el sentido común, que es un conocimiento práctico

La cultura desde la concepción simbólica se concibe como las costumbres, tradiciones, valores que constituyen el modo de vida de un pueblo

Plantea el concepto de Habitus donde la cultura se encuentra internalizada

Sostiene que las cosas materiales llegan a ser importantes realmente para las personas –incluso al punto de condicionar su acción– cuando se han convertido en ideas o creencias