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La antropología como disciplina científica. Lischetti
1- Caracterización de la antropología como ciencia.
La antropología apunta a un conocimiento global del hombre. Aspira a un conocimiento aplicable al conjunto de la evolución del hombre, desde los homínidos
hasta las razas modernas y tiende a conclusiones. Es una visión impuesta por una mirada eurocéntrica desde el S XVI y consagrada en el evolucionismo del S
XIX.
Hobsbawn opina que la Antropología alcanzó el mayor nivel científico después de la economía y la lingüística. Opina que el trabajar en la pequeña tribu o
localidad nativa ha obligado a los antropólogos a considerar a las sociedades como un todo. Según Lévi-Strauss, el campo de interés de la antropología es
vasto. Cubre todas las épocas, todos los espacios, cubre tanto la dimensión biológica como la dimensión cultural. La antropología aporta el descubrimiento
y la objetivación del “otro-cultural”. Como ciencia específica, la Antropología Social, Cultural y Etnológica aparece recortando un sector
particular, el de los grupos étnicos y socioculturales no europeo y ulteriormente no desarrollados. Es decir, países subdesarrollados o del Tercer Mundo.
La sociología recortaba a su vez a los países desarrollados. El proceso histórico social mundial que conducirá a partir de 1945 al surgimiento de las
nacionalidades, los conformará como “nacionalidades complejas”. Dichas nacionalidades reaparecen en el universo de la investigación sociocultural bajo el
apelativo etnocentrico de “nuevas sociedades complejas” y pasan a convertirse en objeto común del antropólogo y del sociólogo. Es decir, en la primitiva
división del espacio de realidad sociocultural la linera pasaba por lo superior e inferior, desarrollado y no desarrollado, occidental y no occidental.
Ese “otro-cultural” habrían sido en primer término los pueblos etnográficos, luego los campesinos y por ultima las clases subalternas. En los años 60 se
sumarán a la lista los adolescentes, enfermos mentales, proletariado, etc. Estas otredades poseen diferencias de signo distinto, lo único que tienen en
común es la afirmación de diferente. Esta puede servir como mecanismo de dominación.
La sociología fue considerada como “ciencia de nosotros” y la antropología como “ciencia de los otros”.
Su metodología ha sido tradicionalmente inductivista (de lo particular a lo global) y empirista (experiencia). Esta metodología ha sido un obstáculo.
4 ramas: La antropología biológica trata de reconstruir el curso de la evolución humana mediante el estudio de los restos fósiles. Describe
la distribución de las variaciones hereditarias entre poblaciones contemporáneas. La antropología arqueológica estudia secuencias de la evolución
cultural y social a partir de los restos de sociedades pasadas. La antropología lingüística estudia la diversidad de lenguas habladas por los
seres humanos y la influencia del lenguaje en la vida humana. La antropología social se ocupa de la descripción y análisis de las culturas del
pasado y del presente.
Por último, la antropología cultural (Se privilegia el concepto de cultura (EEUU)), la antropología social (Gran Bretaña) y la etnología (Francia) los de estructura y de función.
Etnografía:
el registro de aquellas culturas que son diferentes a la cultura occidental. Trabajo sobre el terreno. Descripción de las culturas.
Etnología:
la reflexión, la ciencia, el pensamiento acerca de esa diferencia. Teorización acerca de estas descripciones.
2- Situación histórica y conocimiento en Antropología
.
Período |
Contenido histórico |
Etapas del pensamiento etnológico |
Siglo XV |
Descubrimiento occidental del mundo. Acumulación primitiva del capital. |
Descubrimiento del mundo “salvaje”. Descripción de hábitos y costumbres. |
S. XVIII |
Liquidación de la esclavitud. Inicio colonialismo. Capitalismo industrial occidental y acumulación del capital. |
Dicotomía “salvaje-civilizado” se convierte en “primitivo-civilizado” |
1850-80 |
Fase imperialista y origen de conquistas coloniales. |
Antropología como disciplina independiente. Ideología del evolucionismo. |
1920-30 |
Triunfante sistema colonial. |
Critica al evolucionismo. Antropología clásica define métodos de observación y análisis. |
1950-60 |
Desarrollo de liberación nacional y procesos de descolonización. |
La antropología plantea nuevo objeto. Antropología general y crítica a la clásica. |
Los europeos consideraban que ellos debían soportar la carga de extender a todo el mundo las formas materiales y espirituales de su civilización. El
sentimiento de superioridad de los blancos estaba asociado al progreso económico occidental. Los últimos 30 años del siglo XIX conocieron un gran
desarrollo productivo, pero una importante y prolongada crisis (La gran depresión) se prolongo hasta principios del XX. Nacían imperios económicos que
controlaban las principales ramas de la actividad productiva, como las del aceros, productos químicos, tejidos, etc. La división entre el capital bancario
e industrial iba dando lugar al financiero. Europa estaba cerrada por barreras aduaneras, las potencias comenzaron a buscar en otra parte las salidas para
sus productos. Algunos países comenzaron la penetración en países extraeuropeos. Entre 1875 y 1880 el valor de las importaciones aumentó en comparación a
las exportaciones, por lo que los ingleses se dedicaron entonces a estimular las inversiones en el extranjero, especialmente áreas coloniales. Hubo una
carrera por el reparto del mundo. Los territorios extraeuropeos tenían la tierra a buen precio, salarios bajos, materias primas a bajo costo, y facilidad
de asumir el monopolio. El imperialismo se convirtió en la doctrina política de Gran Bretaña. Luego Francia, Bélgica, Alemania, Holanda y Portugal. Así era
Europa en el S XIX.
Colonialismo y antropología:
La antropología surge a mediados del siglo XIX. La cuestión era explicar científicamente las diferencias culturales, físicas, que encontraban los europeos
en el proceso de expansión sobre el resto del planeta. La relación de la metrópolis con la colonia era de dominación, no es una relación neutral. Relación
de dominador con dominado. En este mismo siglo, surge la sociología para estudiar los conflictos sociales dentro de las metrópolis, de las sociedades
modernas, mientras que el objeto de estudio de la antropología va a ser la colonia.
La antropología y la sociología van a tener un punto de convergencia muy importante a mediados del siglo XX. Se puede hablar del nacimiento de la
antropología si nos remontamos al siglo XV con el descubrimiento y conquista de América pero todavía no como una disciplina consolidada (una disciplina se
consolida cuando entra en ámbitos académicos, de estudio).
Balandier define a la situación colonial como la dominación impuesta por una minoría extranjera racial y culturalmente diferente que actúa en nombre de una superiodad racial o étnica y cultura. Dicha minoría se impone a una población autóctona con mayoría numérica, pero que es inferior al grupo dominante desde un punto de vista material. Una sociedad industrializada, mecanizada, de intenso desarrollo y cristiana se impone a una sociedad no industrializada, de economía atrasada y simple y no es cristiana. La situación colonial nace de la conquista y se desarrolla entre dos civilizaciones. Fases: conquista, administración y autonomía. Balandier distingue tres tipos de empresas dentro de su caracterización de la situación colonial: 1) La empresa material (control de tierra y modificación de la población), 2) empresa política y administrativa (control de autoridades, de la justicia, oposición a las iniciativas políticas autóctonas), 3) empresa ideológica (evangelización).
Las escuelas antropológicas que dominan la historia de la expansión colonial de los siglos XIX y XX son el evolucionismo y el funcionalismo.
Durante el siglo XVIII los ideólogos del Iluminismo (antecedente fundamental del evolucionismo) elaboran una visión progresista de las sociedades salvajes.
Para estos pensadores, los salvajes son los representantes contemporáneos de los hombres de origen o próximos al origen. Esta idea NO es asimilable a la de
los pensadores evolucionistas, para quienes el primitivo es el representante del estadio primero de la sociedad. Él será concebido en el XVIII como lo
auténtico, pero en el XIX como lo simple. La idea del “buen salvaje” está ligada al Ilusionismo de Rousseau.
La Antropología, con el funcionalismo, deja de ser el mirador de la civilización auténtica ante las costumbres “aberrantes”. Es el mirador de la sociedad
industrial ante la vida auténtica. En la antropología funcionalista el punto de vista comparativo se esfuma y deja lugar a estudios monográficos sobre
culturas que contienen lo que es necesario para su comprensión.
Los antropólogos de este período pretendieron ser útiles al gobierno colonial. Este supuesto paréntesis que supuso el funcionalismo con respecto a la
valoración de superior/inferior adjudicados a Occidente y a los pueblos colonizados resultó breve. A partir de la Segunda Guerra Mundial se abandonan las
concepciones y surge el neoevolucionismo.
3- Modelo Antropológico Clásico.
El Modelo Antropológico Clásico es una construcción científica abstracta, formulada por los antropólogos en la década 60-70 para explicar la producción
antropológica desde fines del siglo XIX hasta después de la Segunda Guerra Mundial. En otras palabras, es un modelo diseñado por antropólogos que se
volvieron hacia el pasado de la Antropología con espíritu de poner bajo análisis la manera en la que se hizo la Antropología.
Modelo: explicar y describir lo que produjo la Antropología como ciencia.
Antropológico: porque se construye desde la disciplina.
Clásico: porque se construye en una época en que la Antropología se consolida como ciencia, acumulando datos y teorías que van a merecer el reconocimiento
de las Ciencias Sociales.
Se destaca la unicidad del Modelo a pesar de la existencia de diferentes tendencias teóricas a lo largo de 150 años de antropología: difusionismo,
evolucionismo, historicismo de Boas, funcionalismo de Malinowski, estructuralismo de Levi-Strauss, etc.
Se distinguen 2: la dimensión teórica y la técnica. La primera está integrada por un conjunto de variables uqe se corresponden con una
determinada concepción de los conjuntos sociales antropológicos. Estas variables son: objetividad, autenticidad, totalidad, homogeneidad, relativismo
cultural e importancia de lo cualitativo. La técnica se refiere al tipo de trabajo que realiza el antropólogo y a la unidad de análisis.
Objetividad:
El antropólogo pretende ser objetivo. El tipo de objetividad al que aspira la Antropología se trata de trascender sus “métodos de pensamiento”, de alcanzar
una formulación válida no solo para un observador honesto y objetivo, sino para todos los observadores posibles. Debe trascender los valores de su propia
sociedad. Elaborar categorías de tiempo, espacio, causalidad, extraños al antropólogo. Para lograrlo se debe investigar otros grupos sociales externos al
grupo social del investigador. Los parámetros objetivos se encuentran dentro del sujeto, y ése va a ser el fundamento de objetividad de la mayor parte de
las ciencias durante el siglo XVIII y parte del XIX. El antropólogo se diferencia de los demás, ejemplo del sociólogo, por su objetividad, ya que el
antropólogo no debe desarrollar su teoría en su propia sociedad, pero el sociólogo sí, por lo que este último no se libera de su objetividad. El planteo
político de Fanón a la objetividad de Levi-Strauss es que la ciencia occidental solo pudo captar la imagen más superficial y externa de los grupos
etnográficos, por lo que este planteo descalifica la totalidad del conocimiento antropológico al decir que todo lo que revelaron los antropólogos fue
falso.
Totalidad:
Levi la semana como la segunda gran ambición de la antropología, después de la objetividad. Releva datos ecológicos, históricos, sociológicos,
lingüísticos, religiosos, económicos. Descripción exhaustiva de la comunidad.
A modo de cierre, el MAC va a desarrollar una imagen no cambiante de la sociedad, va a desarrollar concepciones en las cuales se hace abstracción de la
historia, las sociedades que se estudien y analicen con este modelo van a evolucionar lenta y gradualmente.
4- La antropología contemporánea y la descolonización.
La conquista europea del África comenzó en el siglo XV por Portugal. En los siglos XVII y XVIII las potencias europeas obtuvieron nuevos puntos de apoyo.
De tal modo, la conquista del África por Europa se extendió a lo largo de cuatro siglos y sólo quedó completada hace 50 años.
Los dos factores que ayudan a comprender la rebelión africana. En primer lugar, el gran esfuerzo de las potencias europeas por dividir al África se produjo
en vísperas de la época imperialista, cuando los poderosos agrupamientos monopolistas europeos, basados en el poderío industrial y financiero, trataban de
expandir su dominio para apoderarse de materias primas, adquirir tierras para la colonización y para fines estratégicos, y establecer nuevos puntos de
dominio para el comercio: es decir para encontrar nuevos campos al as actividad lucrativas. En segundo lugar, ésta época de África provoca una creciente
resistencia del pueblo africano, que culmina en el movimiento de liberación de las naciones africanas.
Muchas son las formas de expresión que han tomado los movimientos de liberación nacional. La defensa de la tierra, la resistencia al comerciante
extranjero, al los impuestos y a los trabajos forzados, la oposición a verse complicados en la Primera Guerra Mundial, la tentativa de formar una iglesia y
escuelas africanas independientes, la lucha por salarios más altos y por derechos sindicales. Y de estas exigencias surgen los movimientos de liberación de
las naciones africanas. Por otra parte, en Asia se daba independencia de la India, revolución comunista en China y en Vietnam del Norte.
El rencor contra Occidente, la inquietud ante la tensión creciente entre China y los EE. UU., el temor de una guerra desastrosa, el deseo de los
gobernantes de la India de aclarar los términos de las relaciones con China, la necesidad de conocerse mejor y coordinar esfuerzos provoca la iniciativa de
una Conferencia entre todos los jóvenes países de esos dos continentes. En 1955, se llega por fin a la Conferencia de Bandung, Indonesia, y se discuten los
siguientes objetivos: estudiar y favorecer sus intereses mutuos, examinar los problemas y las relaciones sociales, económicas y culturales entre los países
representados, examinar los problemas que afectan la soberanía nacional, el racismo y el colonialismo, apreciar la posición de Asia y África en el mundo
contemporáneo. Aspecto negativo de la conferencia (según Senghor): es solamente una revuelta moral contra la dominación europea. Aspecto positivo: fue una
afirmación de independencia. Pero su relación con el occidente europeo y con los EE.UU va a seguir siendo de dependencia, como lo es también la relación de
las naciones centro y sudamericanas.
El neocolonialismo norteamericano, es el sistema que va a imponer una nueva división internacional del trabajo.
¿Qué sucede con el reconocimiento de la relación colonial? La conciencia europea tardará mucho en reconocer la situación colonial. Aparece sólo como tema
de denuncia, pero no de acción y transformación. El final de la guerra supuso descubrir el subdesarrollo, la Dependencia, el Colonialismo. Los
especialistas de los países colonizadores que se iban quedando sin coloniales, descubrieron la situación colonial. Los franceses, británicos, belgas,
comenzaron a analizar la relación no desde la superioridad o inferioridad, sino a partir de una construcción basada en la relación de explotación que
conforma la situación colonial y donde la relación superior o inferior es determinado por dicha relación.
La historia de este descubrimiento manifiesta la aparición de sucesivos conceptos que analizan el fenómeno desde perspectivas contradictorias: surge así el
concepto de subdesarrollo. Justamente los actualmente subdesarrollados eran los escalones a partir de los cuales y subdesarrollándolos, los Civilizados
pudieron remontarse hacia el Desarrollo. Los conceptos de situación y relación colonial apuntan básicamente a criticar el planteo: los europeos
(colonizadores) y los americanos/africanos/asiáticos (colonizados) configuran una situación total en la cual cada una de las partes es lo que es
parcialmente, en función de esa relación.
La función esencial de la descolonización fue crear la necesidad de una reestructuración del saber. La Antropología redescubre la Historia. Un conocimiento
temprano de la situación colonial, por parte de representantes de la escuela de Manchester, se convirtió en una crítica a la política colonial y en una
descripción de los inicios del movimiento nacionalista dándose de este modo la ruptura del MAC. Balandier publica en 1955 su Sociología del África Negra,
desde esa misma perspectiva.
En el área del continente africano, se constata y verifica el reclamo de estas naciones por poner fin a la antropología clásica. Por los años 30 se había
asistido a la aparición de obras de antropología elaboradas por intelectuales africanos. El antropólogo africano puede defender la cultura de su país,
justificar sus valores y prácticas dominantes. En 1937, Kennyata redacta el primer estudio antropológico sobre África escrito por un africano.
La voluntad de los africanos de hacer su propia antropología, junto con su recusación a la antropología clásica, los lleva a intentar elaborar una nueva
aproximación, en la cual las culturas del Tercer Mundo no serían percibidas desde un punto de vista redentor, sino en la significación que se dan ellas
mismas y a sí mismas. El método de esta antropología será una revalorización de lo vivido, es decir, de la cultura nacional tal como aparece a quienes la
construyen y la viven.
En América Latina, la “Nueva Antropología” acompaña a los movimientos “indianistas” que tienen por finalidad el pensarse a sí mismos como sujetos y
establecer las condiciones posibles de un etnodesarrollo.
Principales corrientes teóricas en Antropología (XIX)
Iluminismo:
El seguimiento de algunas nociones como las de la Razón, la Libertad, la Felicidad, la Crítica, el Progreso, etc. son fundamentales para entender el origen
de la antropología como ciencia. Esta Europa que se halla en expansión y que entra en contacto con otros pueblos y culturas elabora en este siglo una de
las críticas más radicales al sistema monárquico y a la civilización en general. Los principales protagonistas fueron los pensadores franceses en el
contexto pre-revolucionario.
Las ideas principales:
al Siglo XVIII se lo denominó “Siglo de las Luces” debido a la importancia que le concedían los pensadores o filósofos sociales a la Razón definida como la
capacidad intelectual de lograr deducciones lógicas a partir de la realidad observable. Es quizá el concepto medular de la época. Se parte de la realidad,
de la experiencia, y no de Verdades Absolutas como sostenía la filosofía teológica.
La idea de esta Razón deductiva y crítica es universal, todos los hombres de todos los pueblos del mundo poseen la misma capacidad. El modo de conocer y de
explicar los fenómenos es racional cuando se parte de dicha capacidad para establecer y descubrir regularidades, las cuales deben tener validez universal.
Esta pretensión iluminista caracterizó a la ciencia europea y occidental hasta el siglo XX. Hablar de la Razón es hablar de la crítica como método, ya que
ésta posibilita la deducción lógica. La crítica dieciochesca es universal, todas las instituciones son puestas bajo la mirada crítica de los filósofos
sociales. Es una crítica rotunda, irónica, pero siempre reivindicativa de dos valores fundamentales (según Hazard): felicidad y libertad. La Felicidad es
sostenida por toda Europa y se refiere fundamentalmente a la alegría de vivir y gozar de buena salud. Toda literatura del momento refleja este deseo: el
deber de ser feliz. Esta idea es importante por dos razones: 1) porque en el contexto de ruptura y de crítica en que el Iluminismo descalifica a la Edad
Media, se insiste en la felicidad terrena, la humana como meta, como deber, en una vida concreta y finita. 2) porque esta búsqueda permite a la vieja
Europa mirar a otros pueblos que sin las conquistas de la civilización se ven más felices, más libres. Esta reivindicación de la felicidad, construye un
sujeto distinto al de los siglos anteriores, el cual se hallaba marcada por una vida en el más allá. Pero a la vez, este sujeto necesita ser Libre para ser
feliz. Libertad de opinión, libertad de sentimientos, libertad social pero también individual. En este siglo, la Libertad se torna un derecho universal.
Esta idea de Libertad asociada al progreso de la Razón humana es una idea típicamente iluminista.
El pensamiento iluminista es, en general, antiesclavista. Ser esclavos no era justo para los filósofos. Pero el comercio de esclavos y los pueblos
esclavizados eran los denominados salvajes. Por lo tanto, la primera contradicción resultaba de proclamar libertad para toda la Humanidad sin distinciones,
cuando la realidad político-económica del colonialismo intentaba justificar la opresión con argumentos sobre la supuesta ignorancia y brutalidad de los
pueblos primitivos.
El esclavismo era devuelto a la sociedad europea como una acción necesaria para el progreso de estos pueblos, debido a que “la ineptitud” de los negros o
de los “salvajes” en general para desarrollar sus capacidades intelectuales se verían precipitadas si se los forzaba a vivir civilizadamente.
Esta estructura del pensamiento esclavista se fue resquebrajando cada vez más a medida que nos acercamos al siglo XIX. La Revolución Industrial estaba
próxima y el capitalismo necesitaba, en lugar de esclavos, fuerza de trabajo libre, para favorecer el nuevo tipo de producción, circulación y consumo de
los productos manufacturados.
Estas ideas que la Revolución Francesa pondrá de manifiesto en la Declaración Universal de los Derechos del Hombre serán cuestionadas por los grandes
comerciantes de esclavos.
El Progreso implica un avance de la Razón, que tiene su supuesto en el concepto de evolución. Es decir que evolución y progreso se convirtieron en
sinónimos. La idea de la Ilustración respecto de la evolución humana representa en el primer estadio al Salvajismo, en el segundo a la Barbarie y por
último a la Civilización.
La antropología iluminista:
Las primeras sistematizaciones sobre la problemática de la evolución socio-cultural están presentes en el siglo XVIII. El hombre es tomado como objeto y no
como sujeto. Para Buffon el salvajismo no se corresponde con la idea de un salvaje feliz y sin presiones, sino que los salvajes representan un estado de
decrepitud y estupidez por el cual no han sabido llegar a la civilización. El salvaje es un hombre a medias. La primera diferencia que debe destacarse con
respecto a Rousseau y Buffon es que este último afirma que el salvaje es el primer estadio del hombre natural. Pero según Rousseau, el salvaje es un hombre
absolutamente salvaje, despojado totalmente de artificios culturales y, por lo tanto, sin necesidad de sus semejantes. Un hombre fuera de la naturaleza, no
obligado por ella, y solitario. La facultad de elegir, de querer o de desear, es lo que distingue al hombre de los animales. Y esta libertad es lo que
Rousseau entiende como perfectibilidad.
A toda esta concepción del hombre natural, resumida en el salvaje solitario y feroz que elige vivir en sociedad y amar a sus semejantes, se la llamo luego Teoría del Buen Salvaje.
Romanticismo y positivismo.
En el siglo XIX Europa se transforma en la Europa moderna, tecnificada, cientificista y confiada en la superioridad cultural de Occidente, sustentada en la
idea del progreso indefinido. La antropología científica es el reflejo fiel de las concepciones teóricas de la época. En este siglo ya no se hablará del
progreso de la Razón, sino de la Técnica.
La riqueza y la complejidad de la trama intelectual de la época se debió a los dos polos entre los que se debatía el ideal burgués: libertad y orden.
Libertad para organizar la vida económica y política, orden para defender la propiedad privada y evitar los conflictos sociales. En esta dicotomía adquiere
sentido la división del siglo que hacen los autores. La primera mitad está marcada por el Romanticismo en sus dos versiones; y la segunda por el
Positivismo. El descreimiento en la Razón desembocó en la huida romántica. Exponentes más importantes del Romanticismo Social: Saint-Simon y Proudhon.
El Positivismo (Comte) como corriente de pensamiento constituye la nueva síntesis teórica de mediados de siglo, pues se acerca al Romanticismo en sus
planteos antirrevolucionarios y conservadores y se aleja de él al reemplazar la fe en el dogma religiosa por la fe en la ciencia experimental. Algunos de
los postulados básicos de sigilo anterior resurgirán con nuevo vigor para tratar de explicar la evolución socio-cultural de la humanidad.
Fue Comte quien sistematizó y desarrolló las ideas de Saint-Simon. Consideraba que las nociones de Origen y de Progreso no eran irreconciliables. El
principio del orden era un legado conservador, en cuanto al principio del progreso, se había originado en las críticas de la Reforma y el Iluminismo.
La idea de PROGRESO:
El siglo XIX vinculado con la idea de Progreso. No aparece hasta que se conciba que la civilización está destinada a avanzar indefinidamente en el futuro,
lo que en el pensamiento occidental ocurrirá a partir del siglo XVIII. La Edad Media no es tampoco productora de la idea de progreso debido a que el
pensamiento teológico radicaba en el camino de la perfección hacia Dios. Hasta el siglo XIV no existe en el pensamiento occidental la Idea de Progreso
definida como avance interrumpido. Es el pensamiento francés el que dará forma a esa idea. La asociación entre el concepto de civilización y la noción de
progreso, es obra de Guizot. Pero fue Saint-Simon el pionero de la idea en los términos en que la concibió el siglo XIX. Esta noción no supone solamente
mejora material y bienestar social, sino que implica también el desarrollo de la vida individual, de las facultades propias de cada hombre, de los
sentimientos y de las ideas. A mediados del XIX ya no se dudaba de la posibilidad de progresar, ni que la civilización era el grado máximo de progreso que
se había logrado hasta el momento. No había acuerdo sobre la cuestión del progreso continuo por un lado, e indefinido por el otro. Comte era el exponente
más importante de la tesis de la continuidad. Eran los pensadores del siglo XVIII los que se acercaban a la idea del progreso indefinido.
La relación entre progreso científico, progreso material y progreso de la civilización, constituye la base por la cual la noción de progreso se asocia
vulgarmente a la técnica. Esta ilusión de que el avance científico implica avance material y social contribuyó a consolidar la idea de progreso indefinido.
Spencer, desde la teoría evolucionista de Darwin en el plano biológico, intentó establecer la ley general del progreso humano a partir de las leyes
biológicas de la selección natural, la supervivencia del más apto, y de la cultura como producto de la herencia biológica.
Las consecuencias político-ideológicas de esta teoría son bien conocidas. Los pueblos considerados inferiores lo son por ley natural y no hay cambio
histórico posible. Hay un solo paso de allí al racismo como doctrina pseudo científica.
Todas estas concepciones tuvieron como consecuencia que hacia 1870 y 1880 la idea de progreso se convirtiera en un artículo de fe para la humanidad.
Evolucionismo:
La búsqueda de leyes y el afán de explicar la naturaleza humana llevó a los pensadores del siglo XVIII a bucear en las ciencias naturales. El modelo de
perfección y rigurosidad científica constituía la Física Newtoniana. La naturaleza se presenta como un sistema de movimientos, energías, magnitudes
mensurables. La biología, la otra gran ciencia por su rigurosidad, y sus leyes, rompieron con el supuesto fijismo de las especies. Con este espíritu, las
ciencias del hombre buscaron las leyes generales de un determinismo humano. Los exponentes más claros y paradigmáticos fueron Spencer y Darwin. Spencer se
esforzó por probar que la naturaleza humana era un producto de la evolución. Fue Spencer y no Darwin quien popularizó el término evolución y la expresión
supervivencia del más apto. El siglo XIX es el autor y el responsable de la discriminación racial. Darwin, a su vez, reafirmaba la existencia de leyes de
la naturaleza, la inevitabilidad del progreso y la justicia del sistema de la lucha, sin la cual no se puede alcanzar el progreso. El aporte fundamental de
su obra lo recogen las ciencias naturales al debilitar para siempre el argumento teológico sobre la creación del mundo y también la imagen del hombre como
criatura privilegiada de Dios.
El evolucionismo de Morgan y Taylor:
El pensamiento antropológico de la segunda mitad del siglo XIX comparte las ideas directrices del progreso, de la evolución, pretende construir una ciencia
a la manera positivista, objetiva y universal.
El progreso técnico determinará el estadio evolutivo en el que se halla una sociedad. El paso del salvajismo (cazadores recolectores) hacia la barbarie
(agricultores incipientes), hasta llegar al civilización (cúspide de la evolución) indican la importancia dada a lo técnico como resultado del proceso de
complejización de la humanidad. Esa noción será cuestionada por las escuelas antropológicas del siglo XX. Las sociedades primitivas serán vistas como
etapas anteriores, por las cuales también atravesó Europa. El agregado racista sostendrá que los grupos humanos transmiten por herencia biológica,
aptitudes culturales. Los grandes sistematizadores en la antropología de esta época fueron Morgan y Tylor. Morgan concebía la historia humana dividida en
los tres estadios mencionados. Reconocía una evolución respecto de la familia cuyo primer estadio era la promiscuidad, luego la filiación matrilineal,
luego la filiación patrilineal, hasta llegar a la monogamia como su máxima expresión. El tema central de la obra de Tylor era la evolución del concepto de
animismo, que es la definición mínima que este autor da de la religión. El animismo existe donde quiera se dé una creencia en almas, espíritus, demonios,
dioses. El otro concepto importante empleado por Tylor es el de survivals (supervivencias del pasado) que se refiere a los fenómenos que tuvieron origen en
una época anterior.
Esta corriente sería criticada en el siglo XX por el Funcionalismo, que los acusará de antropólogos de salón, debido al gran uso de fuentes indirectas que
les permitía sostener el método comparativo y que luego los seguirá.
Funcionalismo:
Surge en Inglaterra alrededor de 1920. Se la ha criticado por estar al servicio de imperialismo y de su práctica colonialista, tildándosela de ciencia
burguesa. Se destacaba la importancia del trabajo de campo de su creador, Malinowski. Pretendía convertir a la Antropología en una disciplina
científica. La teoría funcionalista tuvo un gran desarrollo no sólo en Inglaterra, sino también en USA, sobre todo a través de la sociología, con
Radcliffe-Brown, otro de sus fundadores. A comienzos del siglo XX es necesario conocer mejor a los pueblos para poder establecer las áreas de
administración colonial, y el mayor obstáculo para obtener más provecho entre el colonialismo y la antropología era la falta de una teoría y una práctica
adecuada. La antropología antigua, el difusionismo y el evolucionismo impedían el progreso. El momento de la revolución había llegado. La revolución
funcionalista inició el camino de la antropología científica dentro del marco y el auge del imperialismo británico, a través de Malinowski y
Radcliffe-Brown.
Contexto histórico:
Con el capitalismo en su máximo desarrollo la acumulación sólo pueden reproducirse si se vuelve a invertir en nuevos proyectos: modernización de la
industria, creación de nuevas manufacturas y la consecuente búsqueda de nuevas colonias para obtener aquellas materias primas que eran de vital importancia
para las industrias monopólicas: caucho, cobre, petróleo, etc. A partir de 1884-1885, las grandes potencias imperialistas, Inglaterra, Francia, Alemania,
deciden la penetración y colonización de África, Asia y Oceanía.
Gran Bretaña establece el método de administración directa, no solamente control económico de sus colonias, sino también control político; pero los
problemas que ésta traía aparejados (revueltas) hicieron que se ponga en práctica la administración indirecta donde lo que se buscaba era el no
cuestionamiento del sistema colonialista, su legitimidad.
Muchos autores encuentran una relación directa entre la administración colonial británica y el desarrollo del a escuela funcionalista.
Lo que ahora necesitaba el imperio era conocer a las sociedades nativas para poder ser administradas. Se comienza a impulsar al a nueva antropología.
La estrecha relación entre colonialismo y funcionalismo se puede detectar por los beneficios que ambos obtuvieron: para el colonialismo, la antropología
funcionalista le sirvió como soporte ideológico y para esta escuela la realidad colonial le permitió la posibilidad de desarrollar su metodología clásica:
la experimentación y el trabajo sobre el terreno.
Antecedentes:
En la antropología, como en las ciencias sociales en general, existen dos fuentes de pensamiento claves: el Iluminismo del XVIII y el Positivismo del XIX.
La teoría funcionalista está muy vinculada a los desarrollos que tuvieron las ciencias naturales durante el siglo pasado.
Aspectos teóricos:
Malinowski sentó las bases de una de las características claves de la perspectiva antropológica: el trabajo de campo, tras permanecer casi cuatro años en
Nueva Guinea estudiando los aborígenes australianos. Es el creador de la Escuela Funcionalista Inglesa. Malinowski argumentaba que la cultura se constituye
como un todo funcional, integrado y coherente, que no se opone al a naturaleza, sino que la continúa. Sus estudios son sincrónicos, el corte se realiza en
un breve período histórico no mayor a los cinco años.
Teoría de la cultura
:
la cultura tiene una estrecha relación con la naturaleza porque es la respuesta organizada de la sociedad para satisfacer sus necesidades básicas por medio
de grupos institucionalizados.
Teoría de las necesidades:
existen dos tipos de necesidades, las básicas que se relacionan con la naturaleza humana y animal. Y las necesidades derivadas, que dan cuenta de la forma
en que se manifiesta la cultura, modificando las necesidades básicas.
El concepto de institución:
a través de una institución se pueden comparar diferentes sociedades entre sí. Por ejemplo, una institución puede ser la familia.
El concepto de función:
la función son todas aquellas tareas o cometidos sociales que sirven para satisfacer las necesidades básicas (reproducción, alimentación, etc.).
La teoría del cambio cultural:
Cuando Malinowski inicia sus estudios comienza a interesarse por la problemática del contacto cultural. Comienza a pensar en lo positivo que sería para
estas sociedades primitivas interactuar con la sociedad occidental. Creía que la relación entre africanos y europeos debía equilibrarse de forma
pacífica a través de la creación de medidas comunes y benéficas para ambas culturas. De esta forma el contacto se realiza de forma lineal. Esta teoría es
la que más fuertes críticas ha recibido por parte de los antropólogos que centraron sus estudios en los procesos de conflicto y crisis social.
Aspectos metodológicos:
La antropología evolucionista del siglo XIX se dedicó a la investigación de gabinete. Los antropólogos organizaban los datos traídos por viajeros o
misioneros pero muy rara vez salieron de la comodidad de sus estudios. Malinowski puso una marca innovadora con el trabajo de campo o la permanencia
prolongada sobre el terreno. Sólo a través del trabajo de campo puede el investigador interiorizarse y comprender a la sociedad estudiada. Su originalidad
estaba en la creación de algunas técnicas (como la observación con participación) que implicaban un mayor compromiso por parte del investigador. Fue una
metodología revolucionaria, pues marca una ruptura con la antropología evolucionista del siglo XIX.
El trabajo de campo se logra a través de tres caminos: 1) Recoger la organización de la tribu. 2) Observar los imponderables de la vida real y todo tipo de
comportamiento etnográfico. 3) Una colección de informes que den cuenta de la mentalidad del indígena.
Continuidades y rupturas con el evolucionismo:
Existió una crisis social a principios del siglo XX que llevó a situaciones de reacomodamiento en las ciencias sociales y las de las disciplinas. La crisis
que presenta el modelo evolucionista en el 1900 está relacionada con las propias dificultades del imperialismo ingles. No se rechaza totalmente el
paradigma evolucionista, sino que hay continuidades. Se comienzan a dejar de lado algunos de sus presupuestos metodológicos por considerarlos
etnocéntricos. El investigador funcionalista explorará el trabajo de campo para obtener los datos de fuentes primarias y ser objetivo.
El enfoque estructural funcionalista:
Dentro del funcionalismo británico está el enfoque de Radcliffe-Browne. La influencia más directa que tuvo fue de Durkheim. Los pilares básicos del
estructural-funcionalismo se apoyaran sobre las ideas de cohesión y solidaridad social. También toma la importancia que le asigna al contexto social y al
papel que cumple el hecho social en la explicación científica. Retomará también la idea de función pero con el agregado de que los fenómenos sociales tiene
que estar relacionados con la estructura social (de aquí el nombre Estructural Funcionalismo).
Uno de los elementos diferenciadores más importantes entre el funcionalismo de Malinowski y el de Radcliffe-Brown será el concepto de estructura social. La
estructura se define a través de un hecho social empíricamente observable, como las relaciones sociales. Esto conforma un sistema social, objeto de estudio
de la antropología.
Metodología:
El método de la antropología debe ser inductivo y generalizador, cuyo objetivo es establecer leyes sociológicas universales. El antropólogo debe recoger
las regularidades observadas en el trabajo de campo, para luego reordenarlas en la forma de generalizaciones empíricas o leyes. No se pretende explicar,
sino describir la realidad.
Particularismo histórico:
En la época en que Franz Boas inició su producción teórica era todavía importante la influencia del pensamiento evolucionista sobre las ciencias sociales y
sobre la antropología. Entre XIX y XX, surgieron diversas corrientes que rechazaron las generalizaciones y postularon la necesidad de la observación
directa: el funcionalismo y el estructural-funcionalismo, en Europa, y el particularismo en Estados Unidos.
Franz Boas fue la figura en torno a la cual se aglutinó la producción antropológica norteamericana entre finales del siglo XIX y principios del XX, en el
maraco del Particularismo Histórico, que dominó el panorama antropológico de USA. Lo consideraban el hombre que convirtió a la antropología en una ciencia.
La denominación de particularismo histórico es porque según Boas, cada cultura de una comunidad es particular y está en esa situación debido a su propia
historia, entonces cada cultura se desarrolla a su propio ritmo en su mismo espacio. Esta propuesta me lleva a considerar a que Boas tenía un pensamiento
etnocentrista, ya que a su juicio todo giraba alrededor de una cultura, es entonces afirmar que todas las sociedades o comunidades se consideraran el
centro del universo.
Impulsor de un método caracterizado por la exhaustiva recolección de datos empíricos y dueño de un minucioso inductivismo, puso al a investigación
etnográfica de campo en un lugar central del trabajo antropológico. Realizó una extensa etnografía de los kwakiutl, sobre el cual efectuó detalladas
descripciones acerca de sus instituciones fundamentales, destacándose entre ellas, por sus particularidades, el potlach.
Críticas al evolucionismo:
Boas planteó la necesidad de un enfoque histórico de la cultura, pero no a la manera de los evolucionistas. Sostuvo que no existía un único sentido de la
historia a través de cuyas etapas habrían de transitar las diferentes culturas, hacia un estadio culminante de racionalidad, representado por la sociedad
occidental. Argumentó que cada cultura tenía una historia original, conformada por un conjunto de pautas, valores y tradiciones, de distintos orígenes
geográficos o de propia creación, que constituían una realidad ecléctica. Boas estaba cuestionándole al evolucionismo la concepción unilineal de la
historia. En el caso del estudio de las culturas, el antropólogo tendría que tratar de ver al mundo a través de los ojos del nativo, en vez de imponerle un
marco de racionalidad exterior, constituido por la propia racionalidad occidental, a la manera en que lo hacían los evolucionistas.
Estructuralismo (Levi-Strauss):
La teoría estructuralista la cual representa Claude Levi Strauss, es diferente a la de los funcionalistas a pesar que se maneja el término: estructura. La
diferencia está en que la esencia del estructuralismo es que la estructura se encuentra en la mente y no en la estructura social como manifiesta el
funcionalismo. Entonces hacemos referencia a un consiente o subconsciente del pensamiento humano, el cual permite hacer uso de la razón. El pensamiento
esta ordenado y se requiere de un esfuerzo intelectual, a través de la utilización del pensamiento para que sea a partir de la razón podamos entender a la
cultura y a la sociedad. La estructura está construida en nuestra mente y la expresamos por medio de códigos binarios: bueno-malo, blanco-negro,
duro-suave, etc. Dichos códigos son resultados para la representación del raciocinio en la sociedad, las imágenes que están ya formuladas en nuestro
pensamiento la decodificamos en la realidad. Como seres humanos no podemos guardar estos códigos en el razonamiento, si no que las trasladamos a nuestras
actividades cotidianas. El estructuralismo permite analizar la cultura y la sociedad a partir del pensamiento y es ahí, en la mente; donde todo lo que
identificamos por cultura se ha producido. Esta propuesta no es subjetiva; es todo lo contrario: objetiva ya que su fin es descubrir la realidad social que
es compleja de comprender.
Una noción fundamental es la de oposición; se refiere a que no vemos las cosas como ellas son sino lo que ellas son en relación a otras: conocemos en
términos de diferencia u oposiciones. A este vínculo entre opuestos se lo llama binario y la raíz de este modo de conocer es psicobiológica, responde a la
estructura psíquica dual que es la del homo sapiens. La antropología estructuralista busca hallar qué hay de semejante en las relaciones de oposición tal
como se expresan a cada nivel.
Teorías contemporáneas en antropología
Después de la segunda guerra mundial se liquidan los viejos imperios coloniales, cuya consecuencia directa será la descolonización. Se cuestiona la
observación etnográfica debido a la situacionalidad del antropólogo (perspectiva occidental). El nuevo objeto/sujeto del conocimiento antropológico son
ahora las sociedades complejas de las que forman parte los países del Tercer Mundo. Surgen antropologías nativas o antropologías indígenas que cuestionarán
el saber institucionalizado de occidente sobre ellos mismos. Irrumpen las teorías marxistas dentro del corpus teórico de la antropología. Surgen nuevas
corrientes:
-Antropología Simbólica:
Surge aproximadamente a partir de 1963. Gran auge: 1973-1978. Luego se transformará en la antropología interpretativa. Representante más destacado en USA:
Geertz. La cultura aparece como un sistema de símbolos y significados compartidos, públicos, no privados, a través de los cuales los miembros de una
sociedad se comunican entre sí. Representantes destacados en Inglaterra: Víctor Turnes y Mary Douglas. Veían a la sociedad como resultado de conflictos y
contradicciones sociales. Para Turner, los símbolos son como operadores de los procesos sociales, cosas se colocan según un cierto orden y producen
transformaciones sociales, resuelven contradicciones y unen a los actores.
-Ecología cultural:
Tiene sus raíces en el evolucionismo del siglo XIX y el materialismo histórico de Marx y Engels. Ser reconoce a la cultura desde la dimensión ecológica. El
hombre es parte de una comunidad que incluye plantas, animales y al ambiente físico en general. Steward: creador del término Ecología cultural. El móvil de
la evolución es el intercambio entre la cultura y el ambiente.
-La nueva etnografía:
También se llama Antropología Cognitiva. Surge en USA a fines de los ‘50 y principios de los ‘60. Se enroló en la antropología “emic”, que estudia cada
cultura en sus propios términos, según los conceptos nativos. Se le criticó la trivialidad de los temas tratados.
Procesos de conformación de la identidad étnica en América latina.
La identidad étnica se construye en un campo social en el que hay más de una identidad cultural en contacto.
América y Europa en la época de la conquista:
Hacia fines del siglo XV, España era un incipiente estado cuya hegemonía se consolidó con la unión de reinos como Castilla (economía basada en ganado
ovino) y Aragón. Cataluña, era el dueño de la industria textil y del comercio del mediterráneo, que, en el XIV empezó su decadencia por la competencia
militar con Génova, que en el siglo XV consolidó lazos con Castilla, precipitando el deterioro catalán. La expulsión de judíos llevada a cabo por los Reyes
Católicos, privó a España de muchos artesanos y capitales. Así, la consolidación de una economía pastoril liderada por la nobleza militarista aliada a la
monarquía y al clero, ahogó toda posibilidad de desarrollo industrial y comercial.
Ni toda la plata de las Américas pudo detener la quiebra de la Corona española.
El sistema mercantilista, mediante la política de acumulación, basada en tributos (el oro y plata llegada de América) como la explotación de trabajo
esclavo, sentó bases de otra acumulación: la del capital, que a mediados del XVIII iba a financiar la Revolución Industrial. El oro, la plata y los indios
americanos contribuyeron así al desarrollo hegemónico de algunos países europeos.
A los portugueses, el Tratado de Tordesillas les dejó las tierras tropicales del litoral brasilero para establecer una economía de plantación. En un
principio, la economía se basó en la explotación forestal discriminada, que dio paso a las grandes plantaciones de azúcar, a las que le suceden la del
cacao, caucho y café. En unos siglos adelante, aparecerá el preciado oro y Río de Janeiro pasará a ser la capital. La producción de ese metal a lo largo
del siglo superó la producción española de los dos siglos anteriores, la población se multiplicó y también el tráfico de esclavos.
Los pueblos de América:
América fue descubierta hace unos 40 mil años, cuando las aguas del estrecho de Bering se congelaron y permitieron un puente en los que los pobladores
asiáticos llegaron en busca de la megafauna. Ocuparon desde Canadá hasta, hace 9 mil años, Tierra del Fuego. De cazadores y recolectores nómades (baja
cultura) se convirtieron en sedentarios con plantaciones y domesticación de fauna (alta cultura). Otros desarrollaron la caza, pesca y recolección.
América Andina:
En la región de los Andes Centrales se desarrollaron las “altas culturas”, una fue el Imperio Inca. La sociedad incaica estaba jerárquicamente organizada.
El centro del poder lo ocupaba una monarquía de origen divino secundada por un sector aristocrático residente de Cuzco, capital imperial. El resto de la
población se agrupaba en comunidades denominadas ayllus, bajo el mando de un gobernador local (curaca). El imperio se mantenía a través de la recaudación
tributaria, obtenida trabajando en obras públicas, agricultura o servicio militar. De esta forma se llevaban a cabo grandes obras de riego, caminos, el
sistema postal (que permitía buen control del extenso estado). Eran expertos cultivadores, habían construido terrazas de cultivo, obras de ingeniería
hidráulica para la irrigación por medio de canales o vertederos en las laderas de las montañas. Plantaban maíz, papa, quínoa. Tenían rebaños de llamas que
proveían la carne y lana. No existían mercados libres sino una estructura estatal de centralización y redistribución de los productos. La desigualdad
social era casi inexistente.
Mesoamérica:
Allí se desarrollaron dos grandes organizaciones: Mayas y Aztecas. La sociedad azteca se edifico sobre un entramado de antiguas culturas de los diversos
pueblos que habitaban el valle de México. Incorporaron algunos conocimientos de los mayas. La organización social de los aztecas se distinguían señores o
nobles, sacerdotes, guerreros, mercaderes y un conjunto diferenciado a partir de especiaciones: escultores, artesanos, etc. La gran capital, Tenochtitlán,
dividida en 20 comunidades. Las tierras se dividían en: publicas, de los nobles y de los calpulli (parecido a los ayllus). Aprovechando el medio natural y
tecnología de avanzada, fue posible una agricultura intensiva. Canales de riego, terrazas artificiales, represas, chinampas. Tanto mayas como aztecas
crearon sistemas de escritura con los que registraron hechos históricos, conocimientos astronómicos, nombres de deidades.
El impacto de la conquista:
Al momento de la conquista, la población estimada para el continente americano superaba a la europea. Para el año 1500, Europa tenía 50 millones de
habitantes, y América entre 90 y 110 millones. 50 años después, pasó a 11 millones. Como afirma Todorov, si alguna vez se aplica la palabra genocidio, es
este. El genocidio no refiere solo al exterminio directo de millones de aborígenes. Las malas condiciones de trabajo, las enfermedades, la disminución de
la natalidad, la destrucción del sistema económico, son causales de una mayor mortandad. Después de la conquista se destruyó la organización económica,
política y social preexistente. La parte psicológica también jugó un papel: la desvalorización de su patrimonio cultural, sus templos arrasados, dioses
negados, mujeres violadas, llevaron al límite de la fragilidad e indefensión. Esto generaba una actitud de resignación que colocaba a los invasores en el
lugar de la superioridad. Esto, más virus europeos, más sus vicios, provocaron también mucha muerte. El etnocidio es la muerte del alma del pueblo.
Grupos étnicos en Argentina.
Desde principios del siglo XVI, la mano de obra esclava comenzó a difundirse por todo nuestro territorio. En un principio los esclavos entraban por el río
Paraná, pero luego por el puerto de Buenos Aires. La transformación económica de la zona tuvo que ver con el descubrimiento de una mina de plata de Potosí.
La Corona, por este descubrimiento, cambió la estrategia. Buenos Aires se convirtió en una importante salida del metal hacia Europa y se intensificaron los
esfuerzos por ocupar cada vez más territorio y dominar a los indígenas. A medida que disminuyeron los indios aumentaron los esclavos negros. También los
utilizaron para reclutamiento militar. Más de 1500 hombres negros forman dos de los regimientos del Ejercito de los Andes. También en guerras como la de la
Triple Alianza, o la Conquista del desierto.
Ellos son los verdaderos salvajes.
Para el ojo occidental de la época, tanto los nativos de Melanesia como los de Australia que eran de aspecto poco agradable, fueron calificados como “las
gentes más miserables que existen en el mundo entero”. En 1606, los holandeses describieron a los indígenas australianos como “negros salvajes, crueles y
primitivos, pobres”. Los pueblos nómades, cazadores y recolectores de Australia permanecían aún en el siglo XIX y XX en el eslabón más bajo de la evolución
humana (evolucionismo). Se puso en discusión si el indígena australiano era considerado humano. Cosa distinta sucede con los polinesios, que por su
apariencia física, organización económica y social más compleja y su astucia de guerrero, era considerado como “buen salvaje”.
El legado de dos siglos de esta historia colonial hoy día resultan las economías del “tercer mundo”, basadas en el monocultivo, exportación de materias
primas, poca industrialización, escasa alfabetización y servicios de salud.
El período de establecimiento de las primeras colonias fue entre 1780 y 1830. En esta época, en Australia con su puerto de Sídney, se forjó una sociedad
con una rígida división de clases: los oficiales y sus esposas, los soldados y los colonos, la masa infeliz de convictos, analfabetos y falsificadores.
Para esta sociedad el aborigen australiano representó al animal humanoide. Su juicio acerca del indígena seguía a la consabida contraposición “civilizado”
y “primitivo”: lo último, lo “otro”, pues, denotaba todas las cualidades negativas: estupidez, inferioridad racial, perversidad y falta de industriosidad.
Muchos murieron de viruela, y la caza aborigen pasó a ser un pasatiempo para los europeos bajando notablemente la cantidad de población. En nueva Zelanda,
en cambio, se encontraba el “buen salvaje”, organizado, buenos guerreros, sedentarios, recolectores, domesticadores de animales, entre otras.
Diferencias entre Malinowski (“los argonautas”) y Keiser (“trabajo de campo con los…”).
Las diferencias efectivamente están en el objeto y en también en el trabajo de campo. El objeto de Malinowski es el típico "otro cultural", habitante de
las colonias en unidades de análisis que son prototípicamente aldeas, alejadas espacialmente de las metrópolis occidentales. Keiser descubre que en su
propia ciudad, en el guetto negro, insertos en la sociedad norteamericana, hay también "otros culturales" con códigos de relación particulares que merecen
ser estudiados antropológicamente. Pero también hay cambios en torno a la metodología del trabajo de campo. Malinowski se ve a sí mismo en las Trobrian
como si fuese un científico en un laboratorio: pretende la objetividad mediante una observación participante que él dice completar al punto que luego de un
primer momento los indígenas no "noten" su presencia. Keiser en cambio resalta sus dificultades, el hecho de no comprender completamente la jerga, el
lenguaje, del grupo en observación, señala además como se dificulta su tarea al ser un blanco en medio de un guetto negro, describe sus sentimientos.
Malinowski por el contrario afirma que él pudo llegar a sentir como los nativos por su objetividad. Ambos son funcionalistas. Keiser sólo se refiere a la
cuestión del racismo como un obstáculo para su inserción en el grupo.
Funcionalismo y particularismo: En la primera mitad del siglo XX van a surgir nuevas corrientes teóricas en antropología. En Inglaterra el Funcionalismo con Malinowski y en EEUU el Particularismo Histórico con Boas. Ambas corrientes van a surgir presentando continuidades y rupturas con el evolucionismo, teoría predecesora y dominante durante la segunda mitad del S XIX. En lo teórico, ambas corrientes van a abandonar la pretensión de una mirada "planetaria" y van a concentrarse en el análisis de microcosmos sociales. Así como el evolucionismo buscaba una explicación de la cultura humana universalmente considerada estas corrientes van a pensar la cultura en su pluralidad, hablan de culturas y no de cultura. Otra ruptura importante tiene que ver con el cuestionamiento al etnocentrismo del evolucionismo que consideraba las diferencias culturales siempre en referencia a un parámetro euro céntrico que establecía la jerarquización de estadios de desarrollo: primitivismo, barbarie y civilización. A ese etnocentrismo le van a oponer la idea de relativismo cultural por el cual ninguna cultura puede ser juzgada o valorada desde la perspectiva de otra. Ese relativismo cultural va a estar presente tanto en el funcionalismo como en el particularismo histórico. El relativismo cultural dice que todas las culturas valen por igual y no debe haber parámetros que indiquen superioridad o inferioridad como estaba implícito en la jerarquización por estadios que planteaban los evolucionistas.
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=55703620
http://www.altillo.com/examenes/uba/ubaxxi/antropologia/antropologia2009resprimerparcial.asp
http://www.slideshare.net/matywest/unidad-1-antropologa
MAC
http://www.slideshare.net/rivasmariaester/antropologia-iluminista iluminismo
http://www.monografias.com/trabajos-pdf2/teorias-antropologicas/teorias-antropologicas.pdf evolucionismo, funcio, parti, estuctu.
La antropología como disciplina científica. Lischetti
1- Caracterización de la antropología como ciencia.
La antropología apunta a un conocimiento global del hombre. Aspira a un conocimiento aplicable al conjunto de la evolución del hombre, desde los homínidos
hasta las razas modernas y tiende a conclusiones. Es una visión impuesta por una mirada eurocéntrica desde el S XVI y consagrada en el evolucionismo del S
XIX.
Hobsbawn opina que la Antropología alcanzó el mayor nivel científico después de la economía y la lingüística. Opina que el trabajar en la pequeña tribu o
localidad nativa ha obligado a los antropólogos a considerar a las sociedades como un todo. Según Lévi-Strauss, el campo de interés de la antropología es
vasto. Cubre todas las épocas, todos los espacios, cubre tanto la dimensión biológica como la dimensión cultural. La antropología aporta el descubrimiento
y la objetivación del “otro-cultural”. Como ciencia específica, la Antropología Social, Cultural y Etnológica aparece recortando un sector
particular, el de los grupos étnicos y socioculturales no europeo y ulteriormente no desarrollados. Es decir, países subdesarrollados o del Tercer Mundo.
La sociología recortaba a su vez a los países desarrollados. El proceso histórico social mundial que conducirá a partir de 1945 al surgimiento de las
nacionalidades, los conformará como “nacionalidades complejas”. Dichas nacionalidades reaparecen en el universo de la investigación sociocultural bajo el
apelativo etnocentrico de “nuevas sociedades complejas” y pasan a convertirse en objeto común del antropólogo y del sociólogo. Es decir, en la primitiva
división del espacio de realidad sociocultural la linera pasaba por lo superior e inferior, desarrollado y no desarrollado, occidental y no occidental.
Ese “otro-cultural” habrían sido en primer término los pueblos etnográficos, luego los campesinos y por ultima las clases subalternas. En los años 60 se
sumarán a la lista los adolescentes, enfermos mentales, proletariado, etc. Estas otredades poseen diferencias de signo distinto, lo único que tienen en
común es la afirmación de diferente. Esta puede servir como mecanismo de dominación.
La sociología fue considerada como “ciencia de nosotros” y la antropología como “ciencia de los otros”.
Su metodología ha sido tradicionalmente inductivista (de lo particular a lo global) y empirista (experiencia). Esta metodología ha sido un obstáculo.
4 ramas: La antropología biológica trata de reconstruir el curso de la evolución humana mediante el estudio de los restos fósiles. Describe
la distribución de las variaciones hereditarias entre poblaciones contemporáneas. La antropología arqueológica estudia secuencias de la evolución
cultural y social a partir de los restos de sociedades pasadas. La antropología lingüística estudia la diversidad de lenguas habladas por los
seres humanos y la influencia del lenguaje en la vida humana. La antropología social se ocupa de la descripción y análisis de las culturas del
pasado y del presente.
Por último, la antropología cultural (Se privilegia el concepto de cultura (EEUU)), la antropología social (Gran Bretaña) y la etnología (Francia) los de estructura y de función.
Etnografía:
el registro de aquellas culturas que son diferentes a la cultura occidental. Trabajo sobre el terreno. Descripción de las culturas.
Etnología:
la reflexión, la ciencia, el pensamiento acerca de esa diferencia. Teorización acerca de estas descripciones.
2- Situación histórica y conocimiento en Antropología
.
Período |
Contenido histórico |
Etapas del pensamiento etnológico |
Siglo XV |
Descubrimiento occidental del mundo. Acumulación primitiva del capital. |
Descubrimiento del mundo “salvaje”. Descripción de hábitos y costumbres. |
S. XVIII |
Liquidación de la esclavitud. Inicio colonialismo. Capitalismo industrial occidental y acumulación del capital. |
Dicotomía “salvaje-civilizado” se convierte en “primitivo-civilizado” |
1850-80 |
Fase imperialista y origen de conquistas coloniales. |
Antropología como disciplina independiente. Ideología del evolucionismo. |
1920-30 |
Triunfante sistema colonial. |
Critica al evolucionismo. Antropología clásica define métodos de observación y análisis. |
1950-60 |
Desarrollo de liberación nacional y procesos de descolonización. |
La antropología plantea nuevo objeto. Antropología general y crítica a la clásica. |
Los europeos consideraban que ellos debían soportar la carga de extender a todo el mundo las formas materiales y espirituales de su civilización. El
sentimiento de superioridad de los blancos estaba asociado al progreso económico occidental. Los últimos 30 años del siglo XIX conocieron un gran
desarrollo productivo, pero una importante y prolongada crisis (La gran depresión) se prolongo hasta principios del XX. Nacían imperios económicos que
controlaban las principales ramas de la actividad productiva, como las del aceros, productos químicos, tejidos, etc. La división entre el capital bancario
e industrial iba dando lugar al financiero. Europa estaba cerrada por barreras aduaneras, las potencias comenzaron a buscar en otra parte las salidas para
sus productos. Algunos países comenzaron la penetración en países extraeuropeos. Entre 1875 y 1880 el valor de las importaciones aumentó en comparación a
las exportaciones, por lo que los ingleses se dedicaron entonces a estimular las inversiones en el extranjero, especialmente áreas coloniales. Hubo una
carrera por el reparto del mundo. Los territorios extraeuropeos tenían la tierra a buen precio, salarios bajos, materias primas a bajo costo, y facilidad
de asumir el monopolio. El imperialismo se convirtió en la doctrina política de Gran Bretaña. Luego Francia, Bélgica, Alemania, Holanda y Portugal. Así era
Europa en el S XIX.
Colonialismo y antropología:
La antropología surge a mediados del siglo XIX. La cuestión era explicar científicamente las diferencias culturales, físicas, que encontraban los europeos
en el proceso de expansión sobre el resto del planeta. La relación de la metrópolis con la colonia era de dominación, no es una relación neutral. Relación
de dominador con dominado. En este mismo siglo, surge la sociología para estudiar los conflictos sociales dentro de las metrópolis, de las sociedades
modernas, mientras que el objeto de estudio de la antropología va a ser la colonia.
La antropología y la sociología van a tener un punto de convergencia muy importante a mediados del siglo XX. Se puede hablar del nacimiento de la
antropología si nos remontamos al siglo XV con el descubrimiento y conquista de América pero todavía no como una disciplina consolidada (una disciplina se
consolida cuando entra en ámbitos académicos, de estudio).
Balandier define a la situación colonial como la dominación impuesta por una minoría extranjera racial y culturalmente diferente que actúa en nombre de una superiodad racial o étnica y cultura. Dicha minoría se impone a una población autóctona con mayoría numérica, pero que es inferior al grupo dominante desde un punto de vista material. Una sociedad industrializada, mecanizada, de intenso desarrollo y cristiana se impone a una sociedad no industrializada, de economía atrasada y simple y no es cristiana. La situación colonial nace de la conquista y se desarrolla entre dos civilizaciones. Fases: conquista, administración y autonomía. Balandier distingue tres tipos de empresas dentro de su caracterización de la situación colonial: 1) La empresa material (control de tierra y modificación de la población), 2) empresa política y administrativa (control de autoridades, de la justicia, oposición a las iniciativas políticas autóctonas), 3) empresa ideológica (evangelización).
Las escuelas antropológicas que dominan la historia de la expansión colonial de los siglos XIX y XX son el evolucionismo y el funcionalismo.
Durante el siglo XVIII los ideólogos del Iluminismo (antecedente fundamental del evolucionismo) elaboran una visión progresista de las sociedades salvajes.
Para estos pensadores, los salvajes son los representantes contemporáneos de los hombres de origen o próximos al origen. Esta idea NO es asimilable a la de
los pensadores evolucionistas, para quienes el primitivo es el representante del estadio primero de la sociedad. Él será concebido en el XVIII como lo
auténtico, pero en el XIX como lo simple. La idea del “buen salvaje” está ligada al Ilusionismo de Rousseau.
La Antropología, con el funcionalismo, deja de ser el mirador de la civilización auténtica ante las costumbres “aberrantes”. Es el mirador de la sociedad
industrial ante la vida auténtica. En la antropología funcionalista el punto de vista comparativo se esfuma y deja lugar a estudios monográficos sobre
culturas que contienen lo que es necesario para su comprensión.
Los antropólogos de este período pretendieron ser útiles al gobierno colonial. Este supuesto paréntesis que supuso el funcionalismo con respecto a la
valoración de superior/inferior adjudicados a Occidente y a los pueblos colonizados resultó breve. A partir de la Segunda Guerra Mundial se abandonan las
concepciones y surge el neoevolucionismo.
3- Modelo Antropológico Clásico.
El Modelo Antropológico Clásico es una construcción científica abstracta, formulada por los antropólogos en la década 60-70 para explicar la producción
antropológica desde fines del siglo XIX hasta después de la Segunda Guerra Mundial. En otras palabras, es un modelo diseñado por antropólogos que se
volvieron hacia el pasado de la Antropología con espíritu de poner bajo análisis la manera en la que se hizo la Antropología.
Modelo: explicar y describir lo que produjo la Antropología como ciencia.
Antropológico: porque se construye desde la disciplina.
Clásico: porque se construye en una época en que la Antropología se consolida como ciencia, acumulando datos y teorías que van a merecer el reconocimiento
de las Ciencias Sociales.
Se destaca la unicidad del Modelo a pesar de la existencia de diferentes tendencias teóricas a lo largo de 150 años de antropología: difusionismo,
evolucionismo, historicismo de Boas, funcionalismo de Malinowski, estructuralismo de Levi-Strauss, etc.
Se distinguen 2: la dimensión teórica y la técnica. La primera está integrada por un conjunto de variables uqe se corresponden con una
determinada concepción de los conjuntos sociales antropológicos. Estas variables son: objetividad, autenticidad, totalidad, homogeneidad, relativismo
cultural e importancia de lo cualitativo. La técnica se refiere al tipo de trabajo que realiza el antropólogo y a la unidad de análisis.
Objetividad:
El antropólogo pretende ser objetivo. El tipo de objetividad al que aspira la Antropología se trata de trascender sus “métodos de pensamiento”, de alcanzar
una formulación válida no solo para un observador honesto y objetivo, sino para todos los observadores posibles. Debe trascender los valores de su propia
sociedad. Elaborar categorías de tiempo, espacio, causalidad, extraños al antropólogo. Para lograrlo se debe investigar otros grupos sociales externos al
grupo social del investigador. Los parámetros objetivos se encuentran dentro del sujeto, y ése va a ser el fundamento de objetividad de la mayor parte de
las ciencias durante el siglo XVIII y parte del XIX. El antropólogo se diferencia de los demás, ejemplo del sociólogo, por su objetividad, ya que el
antropólogo no debe desarrollar su teoría en su propia sociedad, pero el sociólogo sí, por lo que este último no se libera de su objetividad. El planteo
político de Fanón a la objetividad de Levi-Strauss es que la ciencia occidental solo pudo captar la imagen más superficial y externa de los grupos
etnográficos, por lo que este planteo descalifica la totalidad del conocimiento antropológico al decir que todo lo que revelaron los antropólogos fue
falso.
Totalidad:
Levi la semana como la segunda gran ambición de la antropología, después de la objetividad. Releva datos ecológicos, históricos, sociológicos,
lingüísticos, religiosos, económicos. Descripción exhaustiva de la comunidad.
A modo de cierre, el MAC va a desarrollar una imagen no cambiante de la sociedad, va a desarrollar concepciones en las cuales se hace abstracción de la
historia, las sociedades que se estudien y analicen con este modelo van a evolucionar lenta y gradualmente.
4- La antropología contemporánea y la descolonización.
La conquista europea del África comenzó en el siglo XV por Portugal. En los siglos XVII y XVIII las potencias europeas obtuvieron nuevos puntos de apoyo.
De tal modo, la conquista del África por Europa se extendió a lo largo de cuatro siglos y sólo quedó completada hace 50 años.
Los dos factores que ayudan a comprender la rebelión africana. En primer lugar, el gran esfuerzo de las potencias europeas por dividir al África se produjo
en vísperas de la época imperialista, cuando los poderosos agrupamientos monopolistas europeos, basados en el poderío industrial y financiero, trataban de
expandir su dominio para apoderarse de materias primas, adquirir tierras para la colonización y para fines estratégicos, y establecer nuevos puntos de
dominio para el comercio: es decir para encontrar nuevos campos al as actividad lucrativas. En segundo lugar, ésta época de África provoca una creciente
resistencia del pueblo africano, que culmina en el movimiento de liberación de las naciones africanas.
Muchas son las formas de expresión que han tomado los movimientos de liberación nacional. La defensa de la tierra, la resistencia al comerciante
extranjero, al los impuestos y a los trabajos forzados, la oposición a verse complicados en la Primera Guerra Mundial, la tentativa de formar una iglesia y
escuelas africanas independientes, la lucha por salarios más altos y por derechos sindicales. Y de estas exigencias surgen los movimientos de liberación de
las naciones africanas. Por otra parte, en Asia se daba independencia de la India, revolución comunista en China y en Vietnam del Norte.
El rencor contra Occidente, la inquietud ante la tensión creciente entre China y los EE. UU., el temor de una guerra desastrosa, el deseo de los
gobernantes de la India de aclarar los términos de las relaciones con China, la necesidad de conocerse mejor y coordinar esfuerzos provoca la iniciativa de
una Conferencia entre todos los jóvenes países de esos dos continentes. En 1955, se llega por fin a la Conferencia de Bandung, Indonesia, y se discuten los
siguientes objetivos: estudiar y favorecer sus intereses mutuos, examinar los problemas y las relaciones sociales, económicas y culturales entre los países
representados, examinar los problemas que afectan la soberanía nacional, el racismo y el colonialismo, apreciar la posición de Asia y África en el mundo
contemporáneo. Aspecto negativo de la conferencia (según Senghor): es solamente una revuelta moral contra la dominación europea. Aspecto positivo: fue una
afirmación de independencia. Pero su relación con el occidente europeo y con los EE.UU va a seguir siendo de dependencia, como lo es también la relación de
las naciones centro y sudamericanas.
El neocolonialismo norteamericano, es el sistema que va a imponer una nueva división internacional del trabajo.
¿Qué sucede con el reconocimiento de la relación colonial? La conciencia europea tardará mucho en reconocer la situación colonial. Aparece sólo como tema
de denuncia, pero no de acción y transformación. El final de la guerra supuso descubrir el subdesarrollo, la Dependencia, el Colonialismo. Los
especialistas de los países colonizadores que se iban quedando sin coloniales, descubrieron la situación colonial. Los franceses, británicos, belgas,
comenzaron a analizar la relación no desde la superioridad o inferioridad, sino a partir de una construcción basada en la relación de explotación que
conforma la situación colonial y donde la relación superior o inferior es determinado por dicha relación.
La historia de este descubrimiento manifiesta la aparición de sucesivos conceptos que analizan el fenómeno desde perspectivas contradictorias: surge así el
concepto de subdesarrollo. Justamente los actualmente subdesarrollados eran los escalones a partir de los cuales y subdesarrollándolos, los Civilizados
pudieron remontarse hacia el Desarrollo. Los conceptos de situación y relación colonial apuntan básicamente a criticar el planteo: los europeos
(colonizadores) y los americanos/africanos/asiáticos (colonizados) configuran una situación total en la cual cada una de las partes es lo que es
parcialmente, en función de esa relación.
La función esencial de la descolonización fue crear la necesidad de una reestructuración del saber. La Antropología redescubre la Historia. Un conocimiento
temprano de la situación colonial, por parte de representantes de la escuela de Manchester, se convirtió en una crítica a la política colonial y en una
descripción de los inicios del movimiento nacionalista dándose de este modo la ruptura del MAC. Balandier publica en 1955 su Sociología del África Negra,
desde esa misma perspectiva.
En el área del continente africano, se constata y verifica el reclamo de estas naciones por poner fin a la antropología clásica. Por los años 30 se había
asistido a la aparición de obras de antropología elaboradas por intelectuales africanos. El antropólogo africano puede defender la cultura de su país,
justificar sus valores y prácticas dominantes. En 1937, Kennyata redacta el primer estudio antropológico sobre África escrito por un africano.
La voluntad de los africanos de hacer su propia antropología, junto con su recusación a la antropología clásica, los lleva a intentar elaborar una nueva
aproximación, en la cual las culturas del Tercer Mundo no serían percibidas desde un punto de vista redentor, sino en la significación que se dan ellas
mismas y a sí mismas. El método de esta antropología será una revalorización de lo vivido, es decir, de la cultura nacional tal como aparece a quienes la
construyen y la viven.
En América Latina, la “Nueva Antropología” acompaña a los movimientos “indianistas” que tienen por finalidad el pensarse a sí mismos como sujetos y
establecer las condiciones posibles de un etnodesarrollo.
Principales corrientes teóricas en Antropología (XIX)
Iluminismo:
El seguimiento de algunas nociones como las de la Razón, la Libertad, la Felicidad, la Crítica, el Progreso, etc. son fundamentales para entender el origen
de la antropología como ciencia. Esta Europa que se halla en expansión y que entra en contacto con otros pueblos y culturas elabora en este siglo una de
las críticas más radicales al sistema monárquico y a la civilización en general. Los principales protagonistas fueron los pensadores franceses en el
contexto pre-revolucionario.
Las ideas principales:
al Siglo XVIII se lo denominó “Siglo de las Luces” debido a la importancia que le concedían los pensadores o filósofos sociales a la Razón definida como la
capacidad intelectual de lograr deducciones lógicas a partir de la realidad observable. Es quizá el concepto medular de la época. Se parte de la realidad,
de la experiencia, y no de Verdades Absolutas como sostenía la filosofía teológica.
La idea de esta Razón deductiva y crítica es universal, todos los hombres de todos los pueblos del mundo poseen la misma capacidad. El modo de conocer y de
explicar los fenómenos es racional cuando se parte de dicha capacidad para establecer y descubrir regularidades, las cuales deben tener validez universal.
Esta pretensión iluminista caracterizó a la ciencia europea y occidental hasta el siglo XX. Hablar de la Razón es hablar de la crítica como método, ya que
ésta posibilita la deducción lógica. La crítica dieciochesca es universal, todas las instituciones son puestas bajo la mirada crítica de los filósofos
sociales. Es una crítica rotunda, irónica, pero siempre reivindicativa de dos valores fundamentales (según Hazard): felicidad y libertad. La Felicidad es
sostenida por toda Europa y se refiere fundamentalmente a la alegría de vivir y gozar de buena salud. Toda literatura del momento refleja este deseo: el
deber de ser feliz. Esta idea es importante por dos razones: 1) porque en el contexto de ruptura y de crítica en que el Iluminismo descalifica a la Edad
Media, se insiste en la felicidad terrena, la humana como meta, como deber, en una vida concreta y finita. 2) porque esta búsqueda permite a la vieja
Europa mirar a otros pueblos que sin las conquistas de la civilización se ven más felices, más libres. Esta reivindicación de la felicidad, construye un
sujeto distinto al de los siglos anteriores, el cual se hallaba marcada por una vida en el más allá. Pero a la vez, este sujeto necesita ser Libre para ser
feliz. Libertad de opinión, libertad de sentimientos, libertad social pero también individual. En este siglo, la Libertad se torna un derecho universal.
Esta idea de Libertad asociada al progreso de la Razón humana es una idea típicamente iluminista.
El pensamiento iluminista es, en general, antiesclavista. Ser esclavos no era justo para los filósofos. Pero el comercio de esclavos y los pueblos
esclavizados eran los denominados salvajes. Por lo tanto, la primera contradicción resultaba de proclamar libertad para toda la Humanidad sin distinciones,
cuando la realidad político-económica del colonialismo intentaba justificar la opresión con argumentos sobre la supuesta ignorancia y brutalidad de los
pueblos primitivos.
El esclavismo era devuelto a la sociedad europea como una acción necesaria para el progreso de estos pueblos, debido a que “la ineptitud” de los negros o
de los “salvajes” en general para desarrollar sus capacidades intelectuales se verían precipitadas si se los forzaba a vivir civilizadamente.
Esta estructura del pensamiento esclavista se fue resquebrajando cada vez más a medida que nos acercamos al siglo XIX. La Revolución Industrial estaba
próxima y el capitalismo necesitaba, en lugar de esclavos, fuerza de trabajo libre, para favorecer el nuevo tipo de producción, circulación y consumo de
los productos manufacturados.
Estas ideas que la Revolución Francesa pondrá de manifiesto en la Declaración Universal de los Derechos del Hombre serán cuestionadas por los grandes
comerciantes de esclavos.
El Progreso implica un avance de la Razón, que tiene su supuesto en el concepto de evolución. Es decir que evolución y progreso se convirtieron en
sinónimos. La idea de la Ilustración respecto de la evolución humana representa en el primer estadio al Salvajismo, en el segundo a la Barbarie y por
último a la Civilización.
La antropología iluminista:
Las primeras sistematizaciones sobre la problemática de la evolución socio-cultural están presentes en el siglo XVIII. El hombre es tomado como objeto y no
como sujeto. Para Buffon el salvajismo no se corresponde con la idea de un salvaje feliz y sin presiones, sino que los salvajes representan un estado de
decrepitud y estupidez por el cual no han sabido llegar a la civilización. El salvaje es un hombre a medias. La primera diferencia que debe destacarse con
respecto a Rousseau y Buffon es que este último afirma que el salvaje es el primer estadio del hombre natural. Pero según Rousseau, el salvaje es un hombre
absolutamente salvaje, despojado totalmente de artificios culturales y, por lo tanto, sin necesidad de sus semejantes. Un hombre fuera de la naturaleza, no
obligado por ella, y solitario. La facultad de elegir, de querer o de desear, es lo que distingue al hombre de los animales. Y esta libertad es lo que
Rousseau entiende como perfectibilidad.
A toda esta concepción del hombre natural, resumida en el salvaje solitario y feroz que elige vivir en sociedad y amar a sus semejantes, se la llamo luego Teoría del Buen Salvaje.
Romanticismo y positivismo.
En el siglo XIX Europa se transforma en la Europa moderna, tecnificada, cientificista y confiada en la superioridad cultural de Occidente, sustentada en la
idea del progreso indefinido. La antropología científica es el reflejo fiel de las concepciones teóricas de la época. En este siglo ya no se hablará del
progreso de la Razón, sino de la Técnica.
La riqueza y la complejidad de la trama intelectual de la época se debió a los dos polos entre los que se debatía el ideal burgués: libertad y orden.
Libertad para organizar la vida económica y política, orden para defender la propiedad privada y evitar los conflictos sociales. En esta dicotomía adquiere
sentido la división del siglo que hacen los autores. La primera mitad está marcada por el Romanticismo en sus dos versiones; y la segunda por el
Positivismo. El descreimiento en la Razón desembocó en la huida romántica. Exponentes más importantes del Romanticismo Social: Saint-Simon y Proudhon.
El Positivismo (Comte) como corriente de pensamiento constituye la nueva síntesis teórica de mediados de siglo, pues se acerca al Romanticismo en sus
planteos antirrevolucionarios y conservadores y se aleja de él al reemplazar la fe en el dogma religiosa por la fe en la ciencia experimental. Algunos de
los postulados básicos de sigilo anterior resurgirán con nuevo vigor para tratar de explicar la evolución socio-cultural de la humanidad.
Fue Comte quien sistematizó y desarrolló las ideas de Saint-Simon. Consideraba que las nociones de Origen y de Progreso no eran irreconciliables. El
principio del orden era un legado conservador, en cuanto al principio del progreso, se había originado en las críticas de la Reforma y el Iluminismo.
La idea de PROGRESO:
El siglo XIX vinculado con la idea de Progreso. No aparece hasta que se conciba que la civilización está destinada a avanzar indefinidamente en el futuro,
lo que en el pensamiento occidental ocurrirá a partir del siglo XVIII. La Edad Media no es tampoco productora de la idea de progreso debido a que el
pensamiento teológico radicaba en el camino de la perfección hacia Dios. Hasta el siglo XIV no existe en el pensamiento occidental la Idea de Progreso
definida como avance interrumpido. Es el pensamiento francés el que dará forma a esa idea. La asociación entre el concepto de civilización y la noción de
progreso, es obra de Guizot. Pero fue Saint-Simon el pionero de la idea en los términos en que la concibió el siglo XIX. Esta noción no supone solamente
mejora material y bienestar social, sino que implica también el desarrollo de la vida individual, de las facultades propias de cada hombre, de los
sentimientos y de las ideas. A mediados del XIX ya no se dudaba de la posibilidad de progresar, ni que la civilización era el grado máximo de progreso que
se había logrado hasta el momento. No había acuerdo sobre la cuestión del progreso continuo por un lado, e indefinido por el otro. Comte era el exponente
más importante de la tesis de la continuidad. Eran los pensadores del siglo XVIII los que se acercaban a la idea del progreso indefinido.
La relación entre progreso científico, progreso material y progreso de la civilización, constituye la base por la cual la noción de progreso se asocia
vulgarmente a la técnica. Esta ilusión de que el avance científico implica avance material y social contribuyó a consolidar la idea de progreso indefinido.
Spencer, desde la teoría evolucionista de Darwin en el plano biológico, intentó establecer la ley general del progreso humano a partir de las leyes
biológicas de la selección natural, la supervivencia del más apto, y de la cultura como producto de la herencia biológica.
Las consecuencias político-ideológicas de esta teoría son bien conocidas. Los pueblos considerados inferiores lo son por ley natural y no hay cambio
histórico posible. Hay un solo paso de allí al racismo como doctrina pseudo científica.
Todas estas concepciones tuvieron como consecuencia que hacia 1870 y 1880 la idea de progreso se convirtiera en un artículo de fe para la humanidad.
Evolucionismo:
La búsqueda de leyes y el afán de explicar la naturaleza humana llevó a los pensadores del siglo XVIII a bucear en las ciencias naturales. El modelo de
perfección y rigurosidad científica constituía la Física Newtoniana. La naturaleza se presenta como un sistema de movimientos, energías, magnitudes
mensurables. La biología, la otra gran ciencia por su rigurosidad, y sus leyes, rompieron con el supuesto fijismo de las especies. Con este espíritu, las
ciencias del hombre buscaron las leyes generales de un determinismo humano. Los exponentes más claros y paradigmáticos fueron Spencer y Darwin. Spencer se
esforzó por probar que la naturaleza humana era un producto de la evolución. Fue Spencer y no Darwin quien popularizó el término evolución y la expresión
supervivencia del más apto. El siglo XIX es el autor y el responsable de la discriminación racial. Darwin, a su vez, reafirmaba la existencia de leyes de
la naturaleza, la inevitabilidad del progreso y la justicia del sistema de la lucha, sin la cual no se puede alcanzar el progreso. El aporte fundamental de
su obra lo recogen las ciencias naturales al debilitar para siempre el argumento teológico sobre la creación del mundo y también la imagen del hombre como
criatura privilegiada de Dios.
El evolucionismo de Morgan y Taylor:
El pensamiento antropológico de la segunda mitad del siglo XIX comparte las ideas directrices del progreso, de la evolución, pretende construir una ciencia
a la manera positivista, objetiva y universal.
El progreso técnico determinará el estadio evolutivo en el que se halla una sociedad. El paso del salvajismo (cazadores recolectores) hacia la barbarie
(agricultores incipientes), hasta llegar al civilización (cúspide de la evolución) indican la importancia dada a lo técnico como resultado del proceso de
complejización de la humanidad. Esa noción será cuestionada por las escuelas antropológicas del siglo XX. Las sociedades primitivas serán vistas como
etapas anteriores, por las cuales también atravesó Europa. El agregado racista sostendrá que los grupos humanos transmiten por herencia biológica,
aptitudes culturales. Los grandes sistematizadores en la antropología de esta época fueron Morgan y Tylor. Morgan concebía la historia humana dividida en
los tres estadios mencionados. Reconocía una evolución respecto de la familia cuyo primer estadio era la promiscuidad, luego la filiación matrilineal,
luego la filiación patrilineal, hasta llegar a la monogamia como su máxima expresión. El tema central de la obra de Tylor era la evolución del concepto de
animismo, que es la definición mínima que este autor da de la religión. El animismo existe donde quiera se dé una creencia en almas, espíritus, demonios,
dioses. El otro concepto importante empleado por Tylor es el de survivals (supervivencias del pasado) que se refiere a los fenómenos que tuvieron origen en
una época anterior.
Esta corriente sería criticada en el siglo XX por el Funcionalismo, que los acusará de antropólogos de salón, debido al gran uso de fuentes indirectas que
les permitía sostener el método comparativo y que luego los seguirá.
Funcionalismo:
Surge en Inglaterra alrededor de 1920. Se la ha criticado por estar al servicio de imperialismo y de su práctica colonialista, tildándosela de ciencia
burguesa. Se destacaba la importancia del trabajo de campo de su creador, Malinowski. Pretendía convertir a la Antropología en una disciplina
científica. La teoría funcionalista tuvo un gran desarrollo no sólo en Inglaterra, sino también en USA, sobre todo a través de la sociología, con
Radcliffe-Brown, otro de sus fundadores. A comienzos del siglo XX es necesario conocer mejor a los pueblos para poder establecer las áreas de
administración colonial, y el mayor obstáculo para obtener más provecho entre el colonialismo y la antropología era la falta de una teoría y una práctica
adecuada. La antropología antigua, el difusionismo y el evolucionismo impedían el progreso. El momento de la revolución había llegado. La revolución
funcionalista inició el camino de la antropología científica dentro del marco y el auge del imperialismo británico, a través de Malinowski y
Radcliffe-Brown.
Contexto histórico:
Con el capitalismo en su máximo desarrollo la acumulación sólo pueden reproducirse si se vuelve a invertir en nuevos proyectos: modernización de la
industria, creación de nuevas manufacturas y la consecuente búsqueda de nuevas colonias para obtener aquellas materias primas que eran de vital importancia
para las industrias monopólicas: caucho, cobre, petróleo, etc. A partir de 1884-1885, las grandes potencias imperialistas, Inglaterra, Francia, Alemania,
deciden la penetración y colonización de África, Asia y Oceanía.
Gran Bretaña establece el método de administración directa, no solamente control económico de sus colonias, sino también control político; pero los
problemas que ésta traía aparejados (revueltas) hicieron que se ponga en práctica la administración indirecta donde lo que se buscaba era el no
cuestionamiento del sistema colonialista, su legitimidad.
Muchos autores encuentran una relación directa entre la administración colonial británica y el desarrollo del a escuela funcionalista.
Lo que ahora necesitaba el imperio era conocer a las sociedades nativas para poder ser administradas. Se comienza a impulsar al a nueva antropología.
La estrecha relación entre colonialismo y funcionalismo se puede detectar por los beneficios que ambos obtuvieron: para el colonialismo, la antropología
funcionalista le sirvió como soporte ideológico y para esta escuela la realidad colonial le permitió la posibilidad de desarrollar su metodología clásica:
la experimentación y el trabajo sobre el terreno.
Antecedentes:
En la antropología, como en las ciencias sociales en general, existen dos fuentes de pensamiento claves: el Iluminismo del XVIII y el Positivismo del XIX.
La teoría funcionalista está muy vinculada a los desarrollos que tuvieron las ciencias naturales durante el siglo pasado.
Aspectos teóricos:
Malinowski sentó las bases de una de las características claves de la perspectiva antropológica: el trabajo de campo, tras permanecer casi cuatro años en
Nueva Guinea estudiando los aborígenes australianos. Es el creador de la Escuela Funcionalista Inglesa. Malinowski argumentaba que la cultura se constituye
como un todo funcional, integrado y coherente, que no se opone al a naturaleza, sino que la continúa. Sus estudios son sincrónicos, el corte se realiza en
un breve período histórico no mayor a los cinco años.
Teoría de la cultura
:
la cultura tiene una estrecha relación con la naturaleza porque es la respuesta organizada de la sociedad para satisfacer sus necesidades básicas por medio
de grupos institucionalizados.
Teoría de las necesidades:
existen dos tipos de necesidades, las básicas que se relacionan con la naturaleza humana y animal. Y las necesidades derivadas, que dan cuenta de la forma
en que se manifiesta la cultura, modificando las necesidades básicas.
El concepto de institución:
a través de una institución se pueden comparar diferentes sociedades entre sí. Por ejemplo, una institución puede ser la familia.
El concepto de función:
la función son todas aquellas tareas o cometidos sociales que sirven para satisfacer las necesidades básicas (reproducción, alimentación, etc.).
La teoría del cambio cultural:
Cuando Malinowski inicia sus estudios comienza a interesarse por la problemática del contacto cultural. Comienza a pensar en lo positivo que sería para
estas sociedades primitivas interactuar con la sociedad occidental. Creía que la relación entre africanos y europeos debía equilibrarse de forma
pacífica a través de la creación de medidas comunes y benéficas para ambas culturas. De esta forma el contacto se realiza de forma lineal. Esta teoría es
la que más fuertes críticas ha recibido por parte de los antropólogos que centraron sus estudios en los procesos de conflicto y crisis social.
Aspectos metodológicos:
La antropología evolucionista del siglo XIX se dedicó a la investigación de gabinete. Los antropólogos organizaban los datos traídos por viajeros o
misioneros pero muy rara vez salieron de la comodidad de sus estudios. Malinowski puso una marca innovadora con el trabajo de campo o la permanencia
prolongada sobre el terreno. Sólo a través del trabajo de campo puede el investigador interiorizarse y comprender a la sociedad estudiada. Su originalidad
estaba en la creación de algunas técnicas (como la observación con participación) que implicaban un mayor compromiso por parte del investigador. Fue una
metodología revolucionaria, pues marca una ruptura con la antropología evolucionista del siglo XIX.
El trabajo de campo se logra a través de tres caminos: 1) Recoger la organización de la tribu. 2) Observar los imponderables de la vida real y todo tipo de
comportamiento etnográfico. 3) Una colección de informes que den cuenta de la mentalidad del indígena.
Continuidades y rupturas con el evolucionismo:
Existió una crisis social a principios del siglo XX que llevó a situaciones de reacomodamiento en las ciencias sociales y las de las disciplinas. La crisis
que presenta el modelo evolucionista en el 1900 está relacionada con las propias dificultades del imperialismo ingles. No se rechaza totalmente el
paradigma evolucionista, sino que hay continuidades. Se comienzan a dejar de lado algunos de sus presupuestos metodológicos por considerarlos
etnocéntricos. El investigador funcionalista explorará el trabajo de campo para obtener los datos de fuentes primarias y ser objetivo.
El enfoque estructural funcionalista:
Dentro del funcionalismo británico está el enfoque de Radcliffe-Browne. La influencia más directa que tuvo fue de Durkheim. Los pilares básicos del
estructural-funcionalismo se apoyaran sobre las ideas de cohesión y solidaridad social. También toma la importancia que le asigna al contexto social y al
papel que cumple el hecho social en la explicación científica. Retomará también la idea de función pero con el agregado de que los fenómenos sociales tiene
que estar relacionados con la estructura social (de aquí el nombre Estructural Funcionalismo).
Uno de los elementos diferenciadores más importantes entre el funcionalismo de Malinowski y el de Radcliffe-Brown será el concepto de estructura social. La
estructura se define a través de un hecho social empíricamente observable, como las relaciones sociales. Esto conforma un sistema social, objeto de estudio
de la antropología.
Metodología:
El método de la antropología debe ser inductivo y generalizador, cuyo objetivo es establecer leyes sociológicas universales. El antropólogo debe recoger
las regularidades observadas en el trabajo de campo, para luego reordenarlas en la forma de generalizaciones empíricas o leyes. No se pretende explicar,
sino describir la realidad.
Particularismo histórico:
En la época en que Franz Boas inició su producción teórica era todavía importante la influencia del pensamiento evolucionista sobre las ciencias sociales y
sobre la antropología. Entre XIX y XX, surgieron diversas corrientes que rechazaron las generalizaciones y postularon la necesidad de la observación
directa: el funcionalismo y el estructural-funcionalismo, en Europa, y el particularismo en Estados Unidos.
Franz Boas fue la figura en torno a la cual se aglutinó la producción antropológica norteamericana entre finales del siglo XIX y principios del XX, en el
maraco del Particularismo Histórico, que dominó el panorama antropológico de USA. Lo consideraban el hombre que convirtió a la antropología en una ciencia.
La denominación de particularismo histórico es porque según Boas, cada cultura de una comunidad es particular y está en esa situación debido a su propia
historia, entonces cada cultura se desarrolla a su propio ritmo en su mismo espacio. Esta propuesta me lleva a considerar a que Boas tenía un pensamiento
etnocentrista, ya que a su juicio todo giraba alrededor de una cultura, es entonces afirmar que todas las sociedades o comunidades se consideraran el
centro del universo.
Impulsor de un método caracterizado por la exhaustiva recolección de datos empíricos y dueño de un minucioso inductivismo, puso al a investigación
etnográfica de campo en un lugar central del trabajo antropológico. Realizó una extensa etnografía de los kwakiutl, sobre el cual efectuó detalladas
descripciones acerca de sus instituciones fundamentales, destacándose entre ellas, por sus particularidades, el potlach.
Críticas al evolucionismo:
Boas planteó la necesidad de un enfoque histórico de la cultura, pero no a la manera de los evolucionistas. Sostuvo que no existía un único sentido de la
historia a través de cuyas etapas habrían de transitar las diferentes culturas, hacia un estadio culminante de racionalidad, representado por la sociedad
occidental. Argumentó que cada cultura tenía una historia original, conformada por un conjunto de pautas, valores y tradiciones, de distintos orígenes
geográficos o de propia creación, que constituían una realidad ecléctica. Boas estaba cuestionándole al evolucionismo la concepción unilineal de la
historia. En el caso del estudio de las culturas, el antropólogo tendría que tratar de ver al mundo a través de los ojos del nativo, en vez de imponerle un
marco de racionalidad exterior, constituido por la propia racionalidad occidental, a la manera en que lo hacían los evolucionistas.
Estructuralismo (Levi-Strauss):
La teoría estructuralista la cual representa Claude Levi Strauss, es diferente a la de los funcionalistas a pesar que se maneja el término: estructura. La
diferencia está en que la esencia del estructuralismo es que la estructura se encuentra en la mente y no en la estructura social como manifiesta el
funcionalismo. Entonces hacemos referencia a un consiente o subconsciente del pensamiento humano, el cual permite hacer uso de la razón. El pensamiento
esta ordenado y se requiere de un esfuerzo intelectual, a través de la utilización del pensamiento para que sea a partir de la razón podamos entender a la
cultura y a la sociedad. La estructura está construida en nuestra mente y la expresamos por medio de códigos binarios: bueno-malo, blanco-negro,
duro-suave, etc. Dichos códigos son resultados para la representación del raciocinio en la sociedad, las imágenes que están ya formuladas en nuestro
pensamiento la decodificamos en la realidad. Como seres humanos no podemos guardar estos códigos en el razonamiento, si no que las trasladamos a nuestras
actividades cotidianas. El estructuralismo permite analizar la cultura y la sociedad a partir del pensamiento y es ahí, en la mente; donde todo lo que
identificamos por cultura se ha producido. Esta propuesta no es subjetiva; es todo lo contrario: objetiva ya que su fin es descubrir la realidad social que
es compleja de comprender.
Una noción fundamental es la de oposición; se refiere a que no vemos las cosas como ellas son sino lo que ellas son en relación a otras: conocemos en
términos de diferencia u oposiciones. A este vínculo entre opuestos se lo llama binario y la raíz de este modo de conocer es psicobiológica, responde a la
estructura psíquica dual que es la del homo sapiens. La antropología estructuralista busca hallar qué hay de semejante en las relaciones de oposición tal
como se expresan a cada nivel.
Teorías contemporáneas en antropología
Después de la segunda guerra mundial se liquidan los viejos imperios coloniales, cuya consecuencia directa será la descolonización. Se cuestiona la
observación etnográfica debido a la situacionalidad del antropólogo (perspectiva occidental). El nuevo objeto/sujeto del conocimiento antropológico son
ahora las sociedades complejas de las que forman parte los países del Tercer Mundo. Surgen antropologías nativas o antropologías indígenas que cuestionarán
el saber institucionalizado de occidente sobre ellos mismos. Irrumpen las teorías marxistas dentro del corpus teórico de la antropología. Surgen nuevas
corrientes:
-Antropología Simbólica:
Surge aproximadamente a partir de 1963. Gran auge: 1973-1978. Luego se transformará en la antropología interpretativa. Representante más destacado en USA:
Geertz. La cultura aparece como un sistema de símbolos y significados compartidos, públicos, no privados, a través de los cuales los miembros de una
sociedad se comunican entre sí. Representantes destacados en Inglaterra: Víctor Turnes y Mary Douglas. Veían a la sociedad como resultado de conflictos y
contradicciones sociales. Para Turner, los símbolos son como operadores de los procesos sociales, cosas se colocan según un cierto orden y producen
transformaciones sociales, resuelven contradicciones y unen a los actores.
-Ecología cultural:
Tiene sus raíces en el evolucionismo del siglo XIX y el materialismo histórico de Marx y Engels. Ser reconoce a la cultura desde la dimensión ecológica. El
hombre es parte de una comunidad que incluye plantas, animales y al ambiente físico en general. Steward: creador del término Ecología cultural. El móvil de
la evolución es el intercambio entre la cultura y el ambiente.
-La nueva etnografía:
También se llama Antropología Cognitiva. Surge en USA a fines de los ‘50 y principios de los ‘60. Se enroló en la antropología “emic”, que estudia cada
cultura en sus propios términos, según los conceptos nativos. Se le criticó la trivialidad de los temas tratados.
Procesos de conformación de la identidad étnica en América latina.
La identidad étnica se construye en un campo social en el que hay más de una identidad cultural en contacto.
América y Europa en la época de la conquista:
Hacia fines del siglo XV, España era un incipiente estado cuya hegemonía se consolidó con la unión de reinos como Castilla (economía basada en ganado
ovino) y Aragón. Cataluña, era el dueño de la industria textil y del comercio del mediterráneo, que, en el XIV empezó su decadencia por la competencia
militar con Génova, que en el siglo XV consolidó lazos con Castilla, precipitando el deterioro catalán. La expulsión de judíos llevada a cabo por los Reyes
Católicos, privó a España de muchos artesanos y capitales. Así, la consolidación de una economía pastoril liderada por la nobleza militarista aliada a la
monarquía y al clero, ahogó toda posibilidad de desarrollo industrial y comercial.
Ni toda la plata de las Américas pudo detener la quiebra de la Corona española.
El sistema mercantilista, mediante la política de acumulación, basada en tributos (el oro y plata llegada de América) como la explotación de trabajo
esclavo, sentó bases de otra acumulación: la del capital, que a mediados del XVIII iba a financiar la Revolución Industrial. El oro, la plata y los indios
americanos contribuyeron así al desarrollo hegemónico de algunos países europeos.
A los portugueses, el Tratado de Tordesillas les dejó las tierras tropicales del litoral brasilero para establecer una economía de plantación. En un
principio, la economía se basó en la explotación forestal discriminada, que dio paso a las grandes plantaciones de azúcar, a las que le suceden la del
cacao, caucho y café. En unos siglos adelante, aparecerá el preciado oro y Río de Janeiro pasará a ser la capital. La producción de ese metal a lo largo
del siglo superó la producción española de los dos siglos anteriores, la población se multiplicó y también el tráfico de esclavos.
Los pueblos de América:
América fue descubierta hace unos 40 mil años, cuando las aguas del estrecho de Bering se congelaron y permitieron un puente en los que los pobladores
asiáticos llegaron en busca de la megafauna. Ocuparon desde Canadá hasta, hace 9 mil años, Tierra del Fuego. De cazadores y recolectores nómades (baja
cultura) se convirtieron en sedentarios con plantaciones y domesticación de fauna (alta cultura). Otros desarrollaron la caza, pesca y recolección.
América Andina:
En la región de los Andes Centrales se desarrollaron las “altas culturas”, una fue el Imperio Inca. La sociedad incaica estaba jerárquicamente organizada.
El centro del poder lo ocupaba una monarquía de origen divino secundada por un sector aristocrático residente de Cuzco, capital imperial. El resto de la
población se agrupaba en comunidades denominadas ayllus, bajo el mando de un gobernador local (curaca). El imperio se mantenía a través de la recaudación
tributaria, obtenida trabajando en obras públicas, agricultura o servicio militar. De esta forma se llevaban a cabo grandes obras de riego, caminos, el
sistema postal (que permitía buen control del extenso estado). Eran expertos cultivadores, habían construido terrazas de cultivo, obras de ingeniería
hidráulica para la irrigación por medio de canales o vertederos en las laderas de las montañas. Plantaban maíz, papa, quínoa. Tenían rebaños de llamas que
proveían la carne y lana. No existían mercados libres sino una estructura estatal de centralización y redistribución de los productos. La desigualdad
social era casi inexistente.
Mesoamérica:
Allí se desarrollaron dos grandes organizaciones: Mayas y Aztecas. La sociedad azteca se edifico sobre un entramado de antiguas culturas de los diversos
pueblos que habitaban el valle de México. Incorporaron algunos conocimientos de los mayas. La organización social de los aztecas se distinguían señores o
nobles, sacerdotes, guerreros, mercaderes y un conjunto diferenciado a partir de especiaciones: escultores, artesanos, etc. La gran capital, Tenochtitlán,
dividida en 20 comunidades. Las tierras se dividían en: publicas, de los nobles y de los calpulli (parecido a los ayllus). Aprovechando el medio natural y
tecnología de avanzada, fue posible una agricultura intensiva. Canales de riego, terrazas artificiales, represas, chinampas. Tanto mayas como aztecas
crearon sistemas de escritura con los que registraron hechos históricos, conocimientos astronómicos, nombres de deidades.
El impacto de la conquista:
Al momento de la conquista, la población estimada para el continente americano superaba a la europea. Para el año 1500, Europa tenía 50 millones de
habitantes, y América entre 90 y 110 millones. 50 años después, pasó a 11 millones. Como afirma Todorov, si alguna vez se aplica la palabra genocidio, es
este. El genocidio no refiere solo al exterminio directo de millones de aborígenes. Las malas condiciones de trabajo, las enfermedades, la disminución de
la natalidad, la destrucción del sistema económico, son causales de una mayor mortandad. Después de la conquista se destruyó la organización económica,
política y social preexistente. La parte psicológica también jugó un papel: la desvalorización de su patrimonio cultural, sus templos arrasados, dioses
negados, mujeres violadas, llevaron al límite de la fragilidad e indefensión. Esto generaba una actitud de resignación que colocaba a los invasores en el
lugar de la superioridad. Esto, más virus europeos, más sus vicios, provocaron también mucha muerte. El etnocidio es la muerte del alma del pueblo.
Grupos étnicos en Argentina.
Desde principios del siglo XVI, la mano de obra esclava comenzó a difundirse por todo nuestro territorio. En un principio los esclavos entraban por el río
Paraná, pero luego por el puerto de Buenos Aires. La transformación económica de la zona tuvo que ver con el descubrimiento de una mina de plata de Potosí.
La Corona, por este descubrimiento, cambió la estrategia. Buenos Aires se convirtió en una importante salida del metal hacia Europa y se intensificaron los
esfuerzos por ocupar cada vez más territorio y dominar a los indígenas. A medida que disminuyeron los indios aumentaron los esclavos negros. También los
utilizaron para reclutamiento militar. Más de 1500 hombres negros forman dos de los regimientos del Ejercito de los Andes. También en guerras como la de la
Triple Alianza, o la Conquista del desierto.
Ellos son los verdaderos salvajes.
Para el ojo occidental de la época, tanto los nativos de Melanesia como los de Australia que eran de aspecto poco agradable, fueron calificados como “las
gentes más miserables que existen en el mundo entero”. En 1606, los holandeses describieron a los indígenas australianos como “negros salvajes, crueles y
primitivos, pobres”. Los pueblos nómades, cazadores y recolectores de Australia permanecían aún en el siglo XIX y XX en el eslabón más bajo de la evolución
humana (evolucionismo). Se puso en discusión si el indígena australiano era considerado humano. Cosa distinta sucede con los polinesios, que por su
apariencia física, organización económica y social más compleja y su astucia de guerrero, era considerado como “buen salvaje”.
El legado de dos siglos de esta historia colonial hoy día resultan las economías del “tercer mundo”, basadas en el monocultivo, exportación de materias
primas, poca industrialización, escasa alfabetización y servicios de salud.
El período de establecimiento de las primeras colonias fue entre 1780 y 1830. En esta época, en Australia con su puerto de Sídney, se forjó una sociedad
con una rígida división de clases: los oficiales y sus esposas, los soldados y los colonos, la masa infeliz de convictos, analfabetos y falsificadores.
Para esta sociedad el aborigen australiano representó al animal humanoide. Su juicio acerca del indígena seguía a la consabida contraposición “civilizado”
y “primitivo”: lo último, lo “otro”, pues, denotaba todas las cualidades negativas: estupidez, inferioridad racial, perversidad y falta de industriosidad.
Muchos murieron de viruela, y la caza aborigen pasó a ser un pasatiempo para los europeos bajando notablemente la cantidad de población. En nueva Zelanda,
en cambio, se encontraba el “buen salvaje”, organizado, buenos guerreros, sedentarios, recolectores, domesticadores de animales, entre otras.
Diferencias entre Malinowski (“los argonautas”) y Keiser (“trabajo de campo con los…”).
Las diferencias efectivamente están en el objeto y en también en el trabajo de campo. El objeto de Malinowski es el típico "otro cultural", habitante de
las colonias en unidades de análisis que son prototípicamente aldeas, alejadas espacialmente de las metrópolis occidentales. Keiser descubre que en su
propia ciudad, en el guetto negro, insertos en la sociedad norteamericana, hay también "otros culturales" con códigos de relación particulares que merecen
ser estudiados antropológicamente. Pero también hay cambios en torno a la metodología del trabajo de campo. Malinowski se ve a sí mismo en las Trobrian
como si fuese un científico en un laboratorio: pretende la objetividad mediante una observación participante que él dice completar al punto que luego de un
primer momento los indígenas no "noten" su presencia. Keiser en cambio resalta sus dificultades, el hecho de no comprender completamente la jerga, el
lenguaje, del grupo en observación, señala además como se dificulta su tarea al ser un blanco en medio de un guetto negro, describe sus sentimientos.
Malinowski por el contrario afirma que él pudo llegar a sentir como los nativos por su objetividad. Ambos son funcionalistas. Keiser sólo se refiere a la
cuestión del racismo como un obstáculo para su inserción en el grupo.
Funcionalismo y particularismo: En la primera mitad del siglo XX van a surgir nuevas corrientes teóricas en antropología. En Inglaterra el Funcionalismo con Malinowski y en EEUU el Particularismo Histórico con Boas. Ambas corrientes van a surgir presentando continuidades y rupturas con el evolucionismo, teoría predecesora y dominante durante la segunda mitad del S XIX. En lo teórico, ambas corrientes van a abandonar la pretensión de una mirada "planetaria" y van a concentrarse en el análisis de microcosmos sociales. Así como el evolucionismo buscaba una explicación de la cultura humana universalmente considerada estas corrientes van a pensar la cultura en su pluralidad, hablan de culturas y no de cultura. Otra ruptura importante tiene que ver con el cuestionamiento al etnocentrismo del evolucionismo que consideraba las diferencias culturales siempre en referencia a un parámetro euro céntrico que establecía la jerarquización de estadios de desarrollo: primitivismo, barbarie y civilización. A ese etnocentrismo le van a oponer la idea de relativismo cultural por el cual ninguna cultura puede ser juzgada o valorada desde la perspectiva de otra. Ese relativismo cultural va a estar presente tanto en el funcionalismo como en el particularismo histórico. El relativismo cultural dice que todas las culturas valen por igual y no debe haber parámetros que indiquen superioridad o inferioridad como estaba implícito en la jerarquización por estadios que planteaban los evolucionistas.