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Psicología de la Tercera Edad y Vejez Resumen de Masters, Johnson, Bleger y Burin

Cátedra: Iacub

2° Cuat. de 2009

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Los aportes de Masters y Johnson.

Al referirse al tema de la vejez señalaron un sofisma/o, difundido socialmente en su época, según el cual “la incompetencia sexual es un componente natural del proceso de envejecimiento”. Sostenían que la comprensión de los procesos psicofisiológicos intervinientes en la sexualidad servia para evitar un destino signado por el malentendido.

Los autores consideraban que la metodología educativa era el mecanismo que promovía la modificación del sofisma, y para ello se servían de una prolija descripción de los cambios producidos con la edad, lo que evidenciaba que no implicaban incompetencia ni desinterés sexual. Consideraban verdaderamente relevante la cuestión pedagógica, ya que aseguraban que una educación prejuiciosa y represiva inhibía el acceso a la sexualidad en las personas de edad.

Con respecto a las modificaciones en la sexualidad como productos del envejecimiento, consideraban que su conocimiento resultaba central, ya que le permitían al sujeto aprender a manejarse sexualmente de otra manera.

Estos autores describieron una serie de procesos que, si bien no fueron investigados por ellos en su totalidad, posibilitaron organizar la lectura de tales cambios y darles un enfoque pedagógico. Las conclusiones más importantes, a las que llegaron fueron:

1) El envejecimiento puede enlentecer la respuesta sexual humana, pero no terminar con ella.

2) El mejor predictor del nivel de la sexualidad humana es el nivel de actividad sexual de los años tempranos. (facilita, en la vejez, el haber tenido una buena sexualidad a lo largo de la vida).

Iacub critica, que al igual que en el caso de Kinsey, estos estudios fueron realizados tomando en consideración muy pocos casos.

Entre los factores más relevantes de la sexualidad masculina en la vejez se encontraban la mayor cantidad de tiempo que requería la erección y la dificultad con la que esta alcanzaba la plenitud. En contraposición, el período de la fase de meseta era de mayor duración que en el joven, lo que implicaba la ventaja de que el acto sexual se prolongase.

Respecto de las dos etapas que componen el proceso eyaculatorio (inevitabilidad eyaculatoria y fenómeno orgásmico), señalaban que ambas podían modificarse con la edad: podía suceder que le primera etapa no se produjera y que el orgasmo tuviera una duración menor. Además, la emisión preeyaculatoria podía verse reducida y hasta desaparecer en algunos casos. También sostenían que la creencia en la educación llevaba a que, pudieran ser aplicados tratamientos sexuales a los mayores, con los que desafiaban el mito que afirmaba que eran “demasiado viejos para cambiar”.

En sus consideraciones sobre la mujer, utilizaron el mismo esquema: romper con el mito que señalaba que las mujeres menopáusicas carecían de deseo sexual y que los cambios fisiológicos propios de esa edad significaban el término de su vida sexual. La menor producción de secreción vaginal, los efectos de la involución ovárica que ocasiona el adelgazamiento de las paredes vaginales, la pequeña disminución del tamaño del clítoris y las contracciones espasmódicas durante la fase orgásmica son algunos de los cambios que Masters y Johnson describieron como parte del proceso del envejecimiento femenino. Frente a ellos, recomendaban seguir manteniendo relaciones sexuales, ya que consideraban que “la vagina es un espacio potencial y no actual”, es decir, que de no haber una adecuada y “afectiva estimulación sexual”, sus paredes colapsarían.

Por otro lado, el estudio daba cuenta de que aquellas mujeres mayores que llevaban una actividad sexual regular iban a mantener una mayor capacidad para desarrollar el acto sexual que las que no la tenían (la psique desempeñaba un papel muy importante es un desbalanceado sistema endocrino de la mujer menopáusica, para estos autores).

 
 

Como define Iacub la identidad narrativa? explique y ejemplifique reconfiguracion, autoconfiguracion y configuracion.

 
El criterio de identidad narrativa permite vislumbrar la función de la narración como medio de cohesionar y dar sentido a las cambiantes circunstancias de la vida. Este autor aborda el tema de la identidad teniendo en cuenta que la cohesión de una vida es un momento dentro de una dinámica de permanente mutabilidad. Piensa al sujeto como alguien que lee su vida como si fuera otro, al mismo tiempo que la escribe, y en ese movimiento de lectura y escritura se produce una transformación de la representación que tiene de si. Esto implica considerar la identidad narrativa como una interpretación. Este acto de lectura se apoya en los materiales aportados por las múltiples historias y relatos que ofrece nuestra cultura. Dimensiones como las de género o edad resultan establecidas por relatos culturales a través de los cuales evaluamos permanente al si mismo.

• Uno de los elementos que da cuenta de la identidad narrativa es el uso de las diversas formas de figuración o de representación del si mismo, es decir los modos en que un sujeto se concibe, se ve y se comprende como tal: 
 

 
   
   
 

 
 

BLEGER

Es importante hacer un breve repaso de lo que Bleger sitúa como la conformación de lo familiar y su función institucional. Para pensar la familia, parte de conceptos tales como, los de grupo primario y secundario de Cooley, que le ayudarán a pensar en el grupo familiar. Destaca en primera instancia los tipos de proyección que se utilizan en un tipo de grupo y en otro. Considerando que el primer grupo se produce una proyección masiva el grupo sobre el sujeto, mientras que en el segundo se encuentra discriminada.

En el primer grupo hay un nivel de organización que, psicólogos como Wallon, caracterizaron como sincretismo primitivo.

La configuración que se obtiene es la de grupo de participación, es decir, un grupo en el que cada individuo no actúa desde sí, sino desde el rol que le ha sido adjudicado por esta proyección masiva, cruzada y múltiple.

El grupo primario, para el caso el grupo familiar, se caracteriza por el establecimiento de una simbiosis, en la que interviene y se concentra la parte psicótica de la personalidad. (Klein: parte de la personalidad que ha quedado en los niveles más inmaduros y regresivos caracterizados por falta de discriminación yo y no-yo.)

A diferencia del primero, el grupo secundario funciona a través de la interacción, a través de proyecciones e introyecciones sucesivas de objetos internos y partes del yo.

Entonces, este autor planteará que la función institucional de la familiar es la de ser el reservorio, control y seguridad para la satisfacción de la parte más inmadura y narcisística pero a su vez, permitiendo que funcionen las partes más adaptadas en el extragrupo.

Según este autor, habrá dos elementos frente a los cuales el grupo familiar deberá protegerse: la separación y la fusión, y es por ello que establece dos modalidades defensivas: la familia aglutinada y la familia esquizo-paranoide.

La primera se protege básicamente frente a la amenaza de separación, aglutinándose en un verdadero bastión narcisista actuando cada uno desde los roles fijados por las proyecciones masivas: en cambio en la segunda, se defiende de la fusión separándose física y espacialmente pero desde los roles originales. En ninguno de los dos tipos de familias, esta logra ser soporte de una posibilidad de salida real del sujeto. 
 

Función de la familia: La dinámica del grupo familiar se caracteriza por ser la familia el reservorio o el depositario de la parte menos diferenciada o menos discriminada de la personalidad, y el rasgo cultural contemporáneo reside tanto en este hecho como en una profunda disociación concomitante entre el intra y extragrupo familiar, de tal manera que en éste último, resulta posible que un sujeto actúe en la parte más adaptada, más discriminada, más evolucionada de su personalidad. 
 

Roles: 
En la familia aglutinada los roles se hallan en un interjuego de relaciones y compensaciones dependientes; la identidad es grupal y hay un déficit de la identidad individual, o, mejor dicho, no hay ningún índice de individuación por el cual los individuos puedan actuar como seres independientes que puedan reconocer a los demás integrantes como individuos distintos de él mismo. Se trata de una verdadera organización narcisística en el sentido de un predominio de una estructura no discriminada (falta discriminación mundo interno y mundo externo, yo y no-yo.

En el grupo esquizoide o disperso, la identidad es individual, las relacione emocioanales pasan a ser frías y distantes. Por el contrario al otro grupo, las actividades fundamentales que el sujeto desarrolla se hacen en el extragrupo. 
 

 
 

Conteste desde el texto de Estes y Binney cuáles son las dos crisis del paradigma médico.

Hay 2 grandes problemas q en la actualidad cuestionan este modelo biomédico dominante:

1) Los desarrollos han aumentado la longevidad pero no han resuelto los problemas del peso del incremento de las enfermedades y el paso de los casos agúdos a los crónicos. ¿cómo hará la sociedad para manejarse con el aumento de la longevidad sin cambiar las premisas básicas de la medicina? La premisa es promover la extensión de la vida a cualquier precio, pero la medicina ha usado la ciencia y tecnología para extender la vida física pero no ha sido capaz de conseguir todavía una calidad equivalente en sus inversiones en cuanto a vías prácticas y deseables.

2) La continua inhabilidad del modelo para tratar los problemas macro estructurales implicados en la etiología de las enfermedades. La rta médica ha sido focalizar la atención en las conductas individuales planteando causas unicausales y biológicas, inevitables, haciendo responsables a los sujetos de sus propias enfermedades sin tener en cuenta la importancia de cuestiones implicadas a nivel ambiental, social,económico. 
 

 
 

como describe la mediana edad Mabel Burin?

 
La mediana edad describe un amplio período de la vida que no está  delimitada por hechos demarcatorios claves en su comienzo ni en su declinación. O sea, no estamos utilizando una caracterización de las que son más habituales, para las mujeres, que suele asociar períodos o etapas de sus vidas a algún ciclo vital biológico. (por ejemplo, la caracterización tradicional que asocia la menarca con la pubertad, juventud con materniadad, menopausia con mediana edad, etc.) No utilizamos esos criterios que provienen de perspectivas biologistas, sino otros que están asociados más bien a factores de desarrollo psíquico y de ubicación social de las mujeres. De esa conjunción obtenemos la caracterización de la mediana edad. La mediana edad se inicia alrededor de los 35-40 años y se extiende hasta alrededor de los 50-55. Bernice Neugarten la describe como un período de elevada sensibilidad hacia la posición que una persona ocupa en un medio social complejo.

Extra: La principal tarea en la crisis de la mediana edad en las mujeres es una redefinición de sí mismas, en lo que se refiere a su noción como sujetos. En esta tarea de redefinición es que hemos descripto la crisis en una doble acepción, como sujeto padeciente y/o como sujeto criticante. 
 

Crisis de la mediana edad. (frustración femenina como motor de redefinición de si mismas).

Esto sería algo así como:

La mediana edad se da entre los 35-40 años hasta los 60 aprox., y en ella se ubica una crisis denominada vital, es decir un quiebre de un equilibrio anterior. La mujer en las culturas occidentales, estuvo siempre caracterizada desde una triada: madre-esposa-ama de casa, quedando en el lugar del poder "privado" en contraposición al hombre en el rol "público". Al llegar la mediana edad en la mujer esta crisis vital genera en ella una redefinición de sí misma, una búsqueda de un nuevo quilibrio. Pero esta crisis se motoriza en función de una sensación de injusticia, en relación al rol q han ocupado, y q la sociedad le ha ofrecido, para ejercer. Aparece un deseo hostil en función de la frustración sentida por no haber ocupado otros roles más allá de la trilogía. Y esto puede llevar a 2 actitudes: Como sujeto padeciente de esta crisis, es decir, con un sentimiento de pérdida, dolor, y pena. Una crisis negativa y sufriente q puede llevar a un estado depresivo. Y una posición más cercana a la salud mental, como sujeto criticante. Un juicio crítico, reflexivo, sobre lo q fue su vida, sus roles y la capacidad de poder cambiarlos.

Por lo q, más allá de la crisis q la mediana edad conlleva para la mujer, puede pensarse q el sentimeinto de injusticia o frustación q esta acarrea, puede llevralas a una redefinición de sí mismas en forma positiva y saludable.