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Psicología Social

Resumen: Milgram, Método del experimento

Cátedra: Robertazzi (ex- Galtieri)

2007

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Método del experimento

A través de anuncios en un periódico de New Haven se reclamaban voluntarios para participar en un ensayo relativo al "estudio de la memoria y el aprendizaje" en la universidad de Yale. El hecho de que el experimento fuera llevado a cabo en el laboratorio de la ubniversidad era un detalle importante para que pudiera percibirse la legitimidad del experimento. por lo que se les pagaba cuatro dólares. A los voluntarios que se presentaron se les ocultó que en realidad iban a participar en un investigación sobre la obediencia a la autoridad. Los participantes eran personas de entre 20 y 50 años de edad de todo tipo de clase social y educación.

El investigador comunica al participante voluntario y a otro que se hace pasar también por participante pero que en realidad es un cómplice del investigador, que están participando en un experimento para probar los efectos del castigo en el comportamiento del aprender. Se les señala que es escasa la investigación llevada a cabo en este campo y se desconoce cuánto castigo es necesario para un mejor aprendizaje.

A continuación, cada uno de los dos participantes escoge un papel de una caja que determinará su rol en el experimento. El cómplice toma su papel y dice haber sido designado como "aprendiz". El participante voluntario toma el suyo y ve que dice "enseñante". En realidad en ambos papeles ponía "enseñante" y así se consigue que el voluntario con quien se va a experimentar reciba forzosamente el papel de "enseñante”.

Separado por una habitación contigua del "enseñante", el "aprendiz" se sienta en una especie de silla eléctrica y se le ata para "impedir un movimiento excesivo". Se le colocan unos electrodos en su cuerpo con crema "para evitar quemaduras" y se señala que las descargas pueden llegar a ser extremadamente dolorosas pero que no provocarán daños irreversibles. Todo esto lo observa el participante.

Se comienza dando tanto al "maestro" como al "alumno" una descarga real de 45 voltios con el fin de que el "maestro" compruebe el dolor del castigo y la sensación desagradable que recibirá su "alumno". Seguidamente el investigador, sentado en el mismo módulo en el que se encuentra el "maestro", proporciona al "maestro" una lista con pares de palabras que ha de enseñar al "alumno". El "maestro" comienza leyendo la lista a éste y tras finalizar le leerá únicamente la primera mitad de los pares de palabras dando al "alumno" cuatro posibles respuestas para cada una de ellas. Este indicará cual de estas palabras corresponde con su par leída presionando un botón (del 1 al 4 en función de cual cree que es la correcta). Si la respuesta es errónea, el "alumno" recibirá del "maestro" una primera descarga de 15 voltios que se irá aumentando en intensidad hasta los 30 niveles de descarga existentes, es decir, 450 voltios. Si es correcta, se pasará a la palabra siguiente.

El "maestro" cree que le está dando descargas al "alumno" cuando en realidad todo está simulado. El "alumno" ha sido previamente seleccionado por el investigador para que vaya simulando los efectos de las sucesivas descargas. Así, a medida que el nivel de descarga aumenta, el "alumno" comienza a golpear en la pared que lo separa del "maestro" y se queja, luego aullará de dolor, pedirá el fin del experimento, y finalmente, al alcanzarse los 270 voltios, gritará de agonía. Si el nivel de supuesto dolor alcanza los 300 voltios, el "alumno" dejará de responder a las preguntas , y se quejara agonicamente.Por lo general, cuando los "maestros" alcanzaban los 75 voltios, se ponían nerviosos ante las quejas de dolor de sus "alumnos" y deseaban parar el experimento pero la férrea autoridad del investigador les hacía continuar. Al llegar a los 135 voltios, muchos de los "maestros" se detenían y se preguntaban el propósito del experimento. Cierto número continuaba asegurando que ellos no se hacían responsables de las posibles consecuencias.

Si el "enseñante" expresaba al experimentador su deseo de no continuar, éste le indicaba seriamente que prosiga. El tono de vozdel experimentador era firma, pero nunca descortes.

Si después de esta última frase el "maestro" se negaba a continuar, se paraba el experimento. Si no, se detenía después de que hubiera administrado el máximo de 450 voltios tres veces seguidas.

En el experimento original, el 65% de los participantes aplicaron la descarga de 450 voltios, aunque muchos se sentían incómodos al hacerlo.

Al final de todo se comunicaba a cada sujeto que la victima no habia recibido descargas electricas , y que estaba todo acordado previamente