El Estado ante los nuevos males sociales. Higienismo.
Armus “La tuberculosis en frente”
• Subcultura de la tuberculosis: En el momento de la epidemia de tuberculosis, se podría afirmar que se formó una subcultura con cara de mujer, a pesar de ser una enfermedad que afectaba a todos por igual, debido a que era hereditario y contagioso. Tanto en novelas, piezas teatrales, tangos, etc. se ve como la ciudad hace a la mujer monstruosa y enfermiza. Armus identifica tres tipos de mujeres:
o Mujer enferma del alma y neurástica
Es aquella mujer que se enferma por apostar a la libertad individual, cuestionando el saber medico masculino. Adjudica la causa de la enfermedad física a un dolor del alma. Si bien el medico prescribe que se quede dentro de la vida doméstica (hogar dentro de sociedad patriarcal), según ella su cura es viajar para curar la causa (dolor del alma) y así curar el mal (físico).

o Tísica
Su enfermedad es resultado del sobre trabajo (tareas extra domésticas, obreras fabriles, otros oficios, etc. que son complementarias, de mercados laborales diferentes, con horarios flexibles) y tristeza. Mujer de barrio (no vive en conventillos, no es costurerita) que vive y muere allí por resultado de un deterioro.

o Costurerita y milonguita
Son las mujeres que si bien nacieron en el barrio, luego se fueron a la ciudad (a la que se considera lugar de carga erótica para pasar el tiempo). Su enfermedad llegó por caer en las pasiones mundanas, en la degradación y en la culpa. Se puede ver una transición del barrio a la noche, la cual puede ser por diferentes motivos: traición a orígenes, amor, hogar; o por buscar un ascenso social a través de la vida nocturna. Este tipo de vida amenaza a la moralidad donde, si bien realizan diferentes tareas (artistas, coperas, queridas y mantenidas), estas al manejarse autónomamente eran consideradas una “amenaza” para los hombres.