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Hist. Ec. y Soc. Gral. La URSS (1917-1991): de la Revolución Rusa a la desintegración del Estado comunista Altillo.com

Del comunismo de guerra a la NEP (1917-1928)
La situación posrevolucionaria
  Al triunfar el gobierno bolchevique en octubre de 1917, se adoptaron una serie de medidas en forma inmediata. En primer término, se decretó la confiscación de tierras de los grandes terratenientes, de la Iglesia y de los zares; estas tierras se entregaron a los soviets campesinos para su administración. Sin embargo, la anarquía de la producción y en los precios, el fantasma de la guerra civil y la oposición de algunos grupos internos propiciaron la instalación del llamado "comunismo de guerra".
  A principios del año 1918, Lenin firma la paz con Alemania por el Tratado de Brest-Litovsk.
  Los países afectados por la medida organizaron un ejército contrarrevolucionario que embarcó al nuevo Estado en una guerra civil que concluyó con el triunfo del ejército rojo en octubre de 1922.

El comunismo de guerra
  Se decidió la centralización de las decisiones en el Consejo Superior de la Economía Nacional, que adoptó las siguientes medidas para el sector agrario:
1) Abolición de la propiedad y entrega de las tierras a las autoridades soviéticas.
2) Confiscación del ganado, que pasó a manos del Estado.

  La relación entre los líderes revolucionarios y los agricultores se mostró conflictiva desde el principio. Éstos se resistían a vender los productos agrícolas a cambio de dinero devaluado. La conducción del partido consideró a los campesinos como "enemigos de clase" y en mayo de 1918 un decreto ordenó la requisición de la parte de la cosecha que excediera las necesidades de subsistencia. Comandos de obreros recorrían los campos e incautaban el excedente de cereales y otros productos; en algunas ocasiones, se apoderaban de aquella parte de la producción imprescindible para la supervivencia de la familia rural.
  La valoración del período que cubre la etapa de la instrumentación del comunismo de guerra puede enfocarse desde dos perspectivas. Por un lado, en términos de consolidación del nuevo régimen, la experiencia fue exitosa. Eric Hobsbawn considera que el triunfo de los bolcheviques en la consolidación del Estado se basó en los siguientes elementos:
- La presencia del Partido Comunista.
- Dentro de la agitada realidad de la Rusia posrevolucionaria, el gobierno de Lenin era el único que podía evitar la disgregación territorial del antiguo imperio de los zares. Esto le valió el respaldo de los sectores nacionalistas y de la oficialidad del ejército que temía el desmembramiento del país.
- El masivo apoyo de los campesinos, que creían que sólo el nuevo gobierno le aseguraría la posesión de la tierra y que el triunfo de la contrarrevolución "blanca" provocaría el regreso de la antigua nobleza.
  Durante el invierno de 1920-1921, la hambruna provocada por la sequía, la creciente oposición de los campesinos a la incautación del grano y el rechazo a las impopulares medidas gubernamentales motivaron huelgas y revueltas en todo el país.

La Nueva Política Económica (NEP)
  En la agricultura, se suspendieron las requisiciones, que fueron reemplazadas por un impuesto en especie que dejaba al campesino un considerable excedente del que podía disponer libremente. Estos excedentes se vendían primero en el mercado local y luego en cualquier lugar del país. En el campo se consolidaron los propietarios con más tierras; éstos contrataron a millones de campesinos que habían recibido parcelas muy pequeñas.
  La NEP introdujo también modificaciones significativas en la gestión de las actividades industriales. En el sector fabril, un decreto de diciembre de 1922 desnacionalizó cuatro mil pequeñas compañías, que pasaron a manos privadas, aunque la mayoría de las fábricas continúo bajo control estatal. Para mejorar su eficiencia, se descentralizó la gestión: sólo las empresas más importantes dependían directamente de la Unión, las demás eran controladas por las repúblicas federadas o por las autoridades locales. En el interior de la fábrica se admite de nuevo el contrato de trabajo con un salario jerarquizado y primas por rendimiento.
  Si bien la NEP mejoró la perfomance de la agricultura y la economía en general que crecieron con relación a 1921, sus resultados no conformaron a los dirigentes soviéticos. La presencia de mecanismos de mercado y estímulos de tipo capitalista contradecía los principios comunistas; en el campo, la presencia de los kulaks constituía una fuente permanente de irritación. El sector industrial había evolucionado muy por debajo de las expectativas de las autoridades. Entre 1928 y 1929, la mayoría del aparato del PCUS, liderado por José Stalin, decidió terminar con la NEP y regresar a la ortodoxia marxista.

Colectivización, centralización e industrialización acelerada (1929-1953)
  Bajo la conducción de Stalin, la economía y la sociedad soviética ingresaron en una época de transformaciones fundamentales. Los ejes del cambio fueron la eliminación de los kulaks y la colectivización de la agricultura; la centralización de las decisiones de producción, consumo y distribución del ingreso y la industrialización del país a cualquier costo.

La colectivización de la agricultura
  Stalin culpó a los kulaks de actuar como agentes contrarrevolucionarios contaminados por la ética burguesa. Los campesinos enriquecidos fueron expropiados y enviados a campos de trabajos forzados. Se produjo así la colectivización de la agricultura. Las explotaciones campesinas se dividieron en:
1. Las granjas colectivas o koljoses; en éstas, la tierra pertenecía al Estado, que la cedía a perpetuidad a un grupo de campesinos que se encargaba de su administración; cada miembro de la comunidad tenía derecho a la propiedad de la casa, el huerto, una vaca y algunas cabras. Las dimensiones de los koljoses eran muy variadas, desde algunos centenares de hectáreas hasta tres mil y agrupaban hasta doscientas familias. El Estado se encargaba de proporcionar los servicios de equipos de máquinas y tractores, proveía los insumos para los cultivos y retribuía a cada uno de los campesinos según el número de días trabajados.
2. Los sovjos: eran grandes centros agrícolas gestionados por el Estado, que debían funcionar como establecimientos agrícolas especializados. Empleaban las técnicas más modernas y servían de modelo al resto de las explotaciones.
  La política agrícola que sustituyó a la NEP, basada en la colectivización forzosa de la tierra en cooperativas o granjas estatales, ocasionó la baja inmediata en la producción de cereales y una drástica reducción del número de cabezas de ganado.

La industrialización acelerada
  Para Stalin, los objetivos de la industrialización excedían el ámbito de lo económico y social. La propia permanencia del Estado soviético dependía del éxito en la construcción de una industria moderna y eficiente.
  Existía además otro objetivo político. Una industrialización exitosa podía ser presentada como modelo para los países subdesarrollados que quisieran abrazar la causa comunista. La imagen de una Unión Soviética que aumentaba su producción industrial de manera espectacular fortalecía el liderazgo ruso y ofrecía una alternativa de crecimiento alejada de los vaivenes del mercado.
  Ya en febrero de 1921 se había creado el Gosplan (Comisión de Plan del Estado), encargado de la planificación. En un principio, el Gosplan se ocupaba solamente de realizar planes parciales por áreas; recién a partir de 1928 se especializó en la proyección y el control de ejecución de programas globales por quinquenio. Este primer plan (1928-1932) perseguía como objetivo la colectivización de la economía y el crecimiento industrial acelerado. Para hacerlo, se conformó un sistema de decisiones centralizado.
  Con la nueva política se reforzó la jerarquía, se difundió el trabajo a destajo, combatiéndose toda pretensión de igualdad salarial. Los sueldos eran extremadamente bajos; a menudo fue necesario al racionamiento para proveer a un abastecimiento mínimo de las ciudades; la elección de mercaderías para el consumo era muy limitada y el continuo flujo de la población rural hacia las ciudades agravó el problema del alojamiento, que nunca fue resuelto. Para aumentar el rendimiento de las fábricas, se recurrió también al sistema de incentivos, ligando la paga y los vales de alimentos a la productividad.

Producción, distribución y consumo
Las empresas se reducían a entregar su producción al Estado, que se encargaba de su comercialización. El organismo encargado de la distribución recibía el nombre de Gossnab; cumplía sus funciones de acuerdo con las prescripciones del Plan Quinquenal y a los reajustes propuestos por el Gosplan.

Los límites del crecimiento
  Desde el punto de vista de la estructuración del sistema podemos señalar las siguientes fallas u obstáculos:
1) La situación de subdesarrollo inicial de la Rusia zarista pesó fuertemente sobre las posibilidades de cambio económico.
2) Las guerras y las purgas de los años 30 diezmaron a la clase dirigente soviética, perdiéndose valiosos cuadro directivos.
3) La excesiva centralización de las decisiones provocaba demoras y desajustes al tratar de coordinar en forma unificada un territorio tan amplio y distinto. Si bien algunas órdenes partían de organismos regionales, tampoco ellos estaban en estrecho contacto con la situación de cada empresa.
4) El abastecimiento de materiales se efectuaba fuera de tiempo.
5) El atraso tecnológico obligaba a explotar los recursos existentes. Además, las fábricas utilizaban máquinas ya en desuso en Occidente y los centros de investigación producían resultados que no tenían aplicación concreta.
6) La opción por la industria pesada en detrimento de las ramas livianas ligadas al consumo y de la agricultura dificultaba la difusión de los incrementos producidos en el Producto Bruto Interno. La población no recibía algunos alimentos, elementos de vestir y bienestar.

Los intentos de reforma
  Nikita Kruschev asumió como secretario del PCUS la dirección del Estado. Proponía la reforma de la enseñanza, la revitalización de las actividades sindicales y la rehabilitación pública de ex funcionarios perseguidos en los años 30 y 40. Además, se reconoció el derecho de los pueblos deportados, la mejora en las condiciones penales y de las garantías procesales, reglamentándose también los conflictos laborales.
  Se redujo el número de objetivos de los planes y las pautas de tipo cuantitativo fueron reemplazadas por otras de carácter cualitativo, que enfatizaban la productividad y el empleo racional de los recursos.
  Mientras se acumulaban las tensiones políticas, culturales o religiosas, las previsiones económicas empezaron a derrumbarse hacia 1963 con el grave descenso registrado en la producción agrícola.
  En 1964, Kruschev fue desplazado de la conducción del partido y se produjo un regreso al viejo esquema stalinista, basado en la planificación centralizada, la reducción del consumo, y la inversión en industria pesada.

La decadencia del sistema económico soviético (1965-1991)
  La gestión de Brezhnev abarca el período 1965-1982. Bajo su autoridad, continuaron las severas limitaciones a la libertad de expresión y la persecución de los opositores y el balance de su gobierno no fue favorable.
  La URSS se transformaba en una potencia que basaba su riqueza en la explotación del petróleo, gas natural y la elaboración del acero a partir de la generosidad de su subsuelo. El déficit habitacional indujo a las autoridades a promover gigantescos planes de vivienda.

Burocracia, planificación e inmovilismo
  La falta de estímulos al trabajo y la fijación de cuotas de producción mediante pautas burocráticas ocasionaron una serie de dificultades:
1) Baja productividad del trabajo: el retraso tecnológico relativo de la industria, la utilización extensiva de los recursos naturales y los premios poco remunerativos para el obrero hábil y diligente, redujeron significativamente la posibilidad de un aumento en la productividad.
2) Distancia entre la investigación y la aplicación tecnológica: sus logros no se traducían en la aplicación práctica y en innovaciones tecnológicas. Buena parte de la investigación se destinó al sector armamentos, en el marco de la Guerra Fría.
3) La planificación y distribución centralizada. La lógica del funcionario estaba más ligada a su propia permanencia en el empleo que el aumento de la efectividad. Por ese motivo, se resistía el cambio y la innovación. La duración en el tiempo y los intentos de reforma habían creado numerosas reparticiones y oficinas con funciones idénticas y otras, sin utilidad alguna.
4) El atraso de la agricultura no pudo superarse: al privilegiarse el sector de la industria los campesinos fueron cada vez más remisos a incrementar la producción.
5) La escasez de bienes de consumo, que se traducía en un bajo nivel de vida de la mayor parte de la población, excepto de aquellos que formaban parte de la dirigencia del PCUS y gozaban de ciertos privilegios, tales como asistir a supermercados bien provistos y gastar vales especiales.
  La economía se benefició con la entrada permanente de millones de dólares. Sin embargo, la bonanza generada predispuso a las autoridades a implementar dos estrategias equivocadas. Por un lado, se propusieron las reformas necesarias para solucionar las graves fallas estructurales del sistema. Por otra parte, se adoptó una postura internacional más competitiva con Estados Unidos, destinándose ingentes recursos al rearme, para alcanzar el poderío norteamericano.

Perestroika y glasnot
  A partir del liderazgo de Gorbachov se emprendieron dos profundas reformas en la política, la sociedad y la economía soviética. Por un lado se propuso la perestroika que implicaba cambios fundamentales en los principales instrumentos económicos. Por otro, se propició la glasnot cuyos objetivos eran eliminar la corrupción y permitir la libertad de información.
  ¿Cómo se realizaría la glasnot? La propuesta se centraba en introducir las instituciones de un estado democrático, que garantizarían el pleno uso de las libertades civiles. Para lograrlo era necesario distinguir el Partido Comunista del Estado, terminando con el sistema de partido único y proponiendo la reaparición de los soviets para representar la voluntad popular.
  Así, se pudo avanzar muy poco dentro de la glasnot. Entre sus logros se encuentra la rehabilitación pública de numerosas personalidades que habían criticado el régimen comunista. En cambio, la reforma política fracasó en sus intentos de crear instituciones alternativas a las creadas por el comunismo y los principales factores de poder continuaron siendo el PCUS y las fuerzas armadas.
  Las reformas económicas de Gorbachov se inspiraban más en la apertura de la producción mediante estímulos a la iniciativa privada en los sectores agrícolas y de servicios que en una sofocante centralización y estatización.
  La aplicación del programa de reforma económica enfrentaba obstáculos adicionales. Uno de ellos se relaciona con el sentido de cambio: nadie sabía bien cómo se hacía para introducir mecanismos de mercado y premios y castigos a la producción con los parámetros capitalistas de oferta y demanda, conservando al mismo tiempo el Estado la planificación de vastos sectores y prohibiendo las relaciones asalariadas.

Desintegración y capitalismo
El sector duro comunista dieron un golpe de Estado e intentaron reinstaurar el control centralizado comunista. La intentona fue abortada por la acción del grupo liderado por Boris Yeltsin, partidario de la desintegración de la Unión Soviética y de la introducción de una economía capitalista. A partir de allí, se reconoció la independencia de las repúblicas bálticas, Gorbachov fue desplazado del gobierno y en diciembre de 1991 se disolvió la URSS.
En la década del 90, el ex gigante comunista se movió entre los exacerbados conflictos nacionalistas, la extensión de la economía de mercado y las dificultades para establecer instituciones democráticas.