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Teoría del derecho Resumen de Nino: La Interpretación de las Normas Jurídicas Cat. Zuleta - Martínez 2° Cuat. de 2010 Altillo.com

La interpretación de las normas jurídicas

Carlos Nino

Algunos aspectos del lenguaje que hablamos

Las palabras y su relación con la realidad. Las palabras constituyen símbolos para representar la realidad. Los signos, tienen una relación natural o causal con el objeto que representan. Los símbolos tienen una relación convencional con los objetos representados; la representación emana de convenciones establecidas por los hombres.

Según la tradición filosófica, hay un “verdadero” y “único” significado de las expresiones del lenguaje, que debe ser captado investigando una realidad no empírica.

 “¿Qué es X?” se responde señalando en qué condiciones se usa la expresión de que se trata; la respuesta debe consistir en una información acerca del lenguaje; “¿qué significa X?”, se presupone un significado de la palabra y se pueden identificar los hechos que ella denota, se responde señalando algunas de las propiedades que tales hechos presentan en la realidad.

Cuando decimos que la relación entre los símbolos lingüísticos y la realidad es convencional y no natural, significamos que la palabra que denota una clase de objetos, designando propiedades comunes a ellos, podría ser reemplazada por otra, y que el mismo término podría tener un significado diferente del que posee en el lenguaje ordinario y que hay libertad para otorgárselo sin incurrir en falsedad.La verdad o falsedad está en relación con los enunciados.

El significado de las palabras. Cuando se habla del significado de las palabras, se suele aludir a su denotación (o extensión) –la clase de cosas o hechos nombrada por la palabra–, y a su designación (o connotación o intensión) –el conjunto de propiedades que deben reunir las cosas o hechos para formar parte de la clase denotada por el término.

Si la designación se amplía, la denotación posible de la palabra se restringe, porque hay menos objetos que reúnan un mayor número de propiedades definitorias. Una exigencia menor en cuanto a la designación de la palabra, lleva a una extensión mayor de la denotación de ella.Las palabras de clase, denotan cosas, ydesignan propiedades que deben poseer tales cosas para que sean denotadas por la palabra correspondiente. Las palabras de clase suponen, haber hecho una clasificación de la realidad. Clasificar consiste en agrupar teóricamente cosas o hechos, tomando en cuenta ciertas propiedades comunes. Hacer una clasificación supone seleccionar como relevantes ciertas propiedades que posean en común determinadas cosas. Algunas de las propiedades de las cosas son definitorias de las palabras con que se las nombra, son las características que constituyen la designación de un término.

Las propiedades de una cosa, que no son definitorias de la palabra con que se las nombra, suelen clasificarse de concomitantes. Algunas de las propiedades concomitantes son contingentes, unos objetos de clase las poseen y otros no. Otras características concomitantes son universales, aparecen en todos los individuos de clase. Las propiedades concomitantes universales se distinguen de las definitorias por el hecho de que, a pesar de que las primeras se dan en la realidad siempre juntas con las definitorias, no son indispensables para el uso del término; si apareciera una cosa que reuniera las propiedades definitorias de la palabra pero no las universalmente concomitantes, la palabra se aplicaría igual.

La acción y el resultado de establecer el significado de una palabra se llama definición. Se suelen distinguir diversas clases de definición según varios criterios. Uno de tales criterios toma como relevante la finalidad, por un lado, de informar acerca de cómo se usa una palabra, y por el otro, de decidir, prescribir, recomendar cierto uso de un término.En el primer caso se trata de una definición informativa o lexicográfica, que será verdadera o falsa según su correspondencia o no con el uso que pretende describir. El segundo caso, es una definición estipulativa, con ella se pretende expresar una decisión o directiva acerca del significado que habrá de darse a una palabra.

Las definiciones se pueden clasificar también por el método que emplean para transmitir los criterios del uso de las palabras. El método directo, es el de formular la designación del término; se enuncian las propiedades definitorias de la expresión que se pretende definir. Cuando la definición pretende ser informativa, con este método los criterios para el uso de una palabra son, seguidos en forma no consciente. Otro método de definición consiste en la mención de algunos miembros de la denotación de la palabra; puede hacérselo designando, subclases de la clase denotada, o individuos particulares. El problema de este modo de definiciones es que se puede fracasar en el intento de comunicar con precisión cuáles son los criterios para el uso del término.

Se puede definir una palabra ostensivamente, pronunciando la expresión de que se trate y señalando algún objeto denotado por ella. La diferencia con la definición denotativa, reside en que en la ostensiva, se los muestra directamente. La definición ostensiva puede dar lugar a que se confunda una propiedad concomitante con una definitoria.

El último método de definición es el contextual. Se comunica el significado de una palabra incluyéndola en un contexto característico, de tal modo que la comprensión del conjunto de la frase o párrafo permita detectar el significado de la palabra.