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Resumen para el Segundo Parcial  |  Historia Argentina y Latinoamericana (Cátedra: López - 2022)  |  Cs. de la Comunicación  |  UBA
JAMES - 17 Y 18 DE OCTUBRE DE 1945 (PRÁ)

El 9 de octubre de 1945, Domingo Perón fue destituido de los cargos de vicepresidente y de secretario de Trabajo y Previsión que ocupaba en el gobierno militar instalado en 1943. El 10 de Octubre fue arrestado en su domicilio y luego trasladado a la prisión de la Isla Martín García. La destitución de Perón reflejó la creciente ola de oposición civil y política que el régimen militar venía enfrentando desde comienzos de este año. Está oposición, que abarcaba todo el espectro de los partidos políticos, desde las extremas izquierdas hasta la derecha había centrado cada vez más sus ataques en la figura de Perón. Pese a que en ese momento su derrota parecía definitiva, la política pro obrera habría de rendir sus frutos. El 17 de Octubre columnas de manifestantes llegaron al centro de Buenos Aires para reclamar que se liberase a perón y se lo restituyera en el gobierno. La movilización había obligado a las autoridades a liberar a Perón y permitir que se dirigiera a las masas de trabajadores allí reunidos desde los balcones de la casa rosada. Estos acontecimientos llevaron a la victoria en las elecciones de febrero de 1946 y consolidaron un movimiento social.

1) Germani analiza →Perón en el período de gestación fue un reflejo de la heteronomía de la clase obrera. En particular, los nuevos trabajadores provenientes de las provincias más tradicionales del interior del país habrían constituido el núcleo de dicho apoyo. Atraídos por la figura del Caudillo y los beneficios del Estado y seducidos por apelaciones nacionalistas. Los nuevos trabajadores predominaron sobre los sectores tradicionales de la clase obrera en su gran mayoría descendientes de la masa de inmigrantes europeos que llegaron al país 1393, quienes permanecieron fieles a sus instituciones e ideologías de clase. Estas instituciones fueron incapaces de incorporar a los nuevos migrantes, que por ello buscaron en Perón y en el estado la satisfacción de sus necesidades. Dentro de esta interpretación la movilización de octubre fue considerada el emblema de las masas: un momento de ruptura definitiva entre la vieja y la nueva clase obrera.

2) Como respuesta a esta primera interpretación surge una ortodoxia revisionista.Surge la idea de que en los años de gestación del movimiento peronista habría una clara dicotomía en la clase obrera. Murmis y Pontantiero analizan → La experiencia de la represión de los gobiernos conservadores, así como la ineficacia de la organización sindical hicieron que los trabajadores y sus dirigentes vieran en Perón un aliado potencial aunque ambiguo. Torre sostuvo que lejos de ser una manifestación espontánea y elemental de nuevos trabajadores que hicieron a un lado el movimiento sindical apático y hostil; estos sucesos debieron en gran medida su éxito y sus alcances a la movilización y la estructuración del sindicalismo organizado.

Así la imagen que en los años de formación del peronismo la clase obrera habría sido una masa pasiva y manipulada dejó sitio a la imagen de actores políticos con conciencia de clase que procuraban encontrar un camino realista para la satisfacción de sus necesidades materiales. La dicotomía anterior entre la vieja y la nueva clase obrera quedó sucumbida a esta imagen de una clase obrera cada vez más homogénea.

3) Algunos autores se resistieron a aceptar esta tendencia homogeneizante. Germani dirigió ahora su atención a la singularidad de la cultura política criolla asociada con los nuevos migrantes. Según él, esta cultura era caracterizada por una espontaneidad que se expresaba en una especie de democracia inorgánica formulada en la participación política directa con independencia de la mediación de las instituciones ideológicas formales.

James responde que en los estudios de esta fecha se pasó por alto las formas concretas de movilización y protesta social que adoptaron los acontecimientos de octubre. Entonces se va a centrar principalmente los acontecimientos que se produjeron en la Plata. El día posterior al arresto de Perón parecía que tanto en las calles como en los círculos de gobierno la suerte se había volcado decididamente en contra del ex vicepresidente y sus partidarios. Había rumores de una huelga general que estaba dividida entre la CGT y que denunciaba que la huelga no era conveniente. La caída de Perón tuvo repercusiones en Berisso, una de las mayores concentraciones de obreros industriales. En los dos años anteriores a octubre de 1945, Perón mantuvo relaciones particularmente estrechas con los obreros de los frigoríficos y su incipiente Sindicato Autónomo de la Industria de la Carne de Berisso.

Las entrevistas que realice con trabajadores de Berisso que habían intervenido en dichos sucesos me resultaron desconcertantes. sus recuerdos de los días de octubre estaban a menudo rodeados del aire inconfundible del discurso oficial. Me contaron que se movilizaron para defender sus legítimos reclamos de Justicia social y para resguardar el patrimonio nacional en un movimiento básicamente armónico y patriótico. Pasaban de un lenguaje de clase obrera a las frases de una retórica formal extraída de libros históricos. El 17 de octubre se convirtió en el emblema del surgimiento de la clase obrera como fuerza auténtica y legítima dentro de la sociedad y la política Argentina. A esta significación se le añadió el hecho de que el estado peronista adoptó este día como fecha decisiva del ritual público y de las conmemoraciones nacionales. El régimen atribuyó a estos sucesos sus orígenes y su legitimidad. El nacimiento de Perón como figura nacional estaba ligado a la intervención de los trabajadores y en cierto sentido él carecía de historia antes de esa fecha. Los obreros fueron también quienes reafirmaron su concepción de la justicia social. La Institucionalización e integración del movimiento obrero en el estado peronista llevó a muchos de los partícipes en los sucesos de octubre a posiciones de jerarquía y respetabilidad. En los años posteriores la clase obrera debió librar una permanente batalla defensiva para reafirmar la validez de sus reclamos en materia de derechos ciudadanos y se vio impulsada a proteger la imagen inmaculada que guardaba esa fecha gremial.

Elemento determinante de la movilización: el goce de carecer de una rutina rigurosa. En la cultura popular de la era peronista y en la propaganda del gobierno, los hechos de ese día encarnaron la armonía social e individual y la felicidad de la familia en un agudo contraste con la idea que se tiene de otras fechas decisivas. La atmósfera carnavalesca como forma de expresión de la clase obrera y demostramiento de la transgresión de las normas tradicionales el quebrantamiento de los repertorios de conducta aceptados. → Frente a las preguntas del periódico acerca sobre qué obrero actuaba como un carnaval en una demanda de sus derechos, la respuesta de las organizaciones obreras tradicionales era que no se trataba de genuinos trabajadores sino más bien de elementos marginales “lumpen”.

El comportamiento festivo y carnavalesco tenía que ver con lo que podría denominarse una forma de “iconoclasia laica”. El término iconoclasia designa la destrucción pública y deliberada de los símbolos sagrados con el propósito implícito de suprimir toda lealtad a la institución que utiliza tales símbolos y además de anular todo el respeto que se guardaba hacia la ideología difundida por dicha institución. Veremos que extrañaban la frecuente violación de instituciones símbolos y normas que cumplen la función de transmitir y legitimar la riqueza y el prestigio social. Es posible suponer que al transgredir estas instituciones y blasfemar contra esos símbolos y escarnecer las normas del decoro y la buena conducta, las multitudes de octubre estaban poniendo en evidencia la impotencia de dichas instituciones y negándoles autoridad y poder simbólico. No obstante no todo fue pura celebración carnavalesca: también hubo resentimiento de clase y de amargura. Esta iconoclasia laica pudo expresarse también en los ataques perpetrados contra los centros sociales y lugares de diversión de la élite.

Muchos de estos episodios parecen haber tenido un fuerte carácter ritualista. en lugar de inflingirla en forma individual sobre las personas, Su objetivo era la destrucción pública del prestigio y la inviolabilidad, una expresión pública humillante que permitiría violar la santidad y el privilegio inherentes a tales instituciones. Ligada a la burla y al ridículo. Esto parece guardar cierta correspondencia con la idea de “contra-teatro” de Thompson, que consiste en la burla o afrenta de los símbolos de la autoridad. Desprecio de los códigos de vestimenta o signos de ostentación. La muchedumbre descargó su ira contra los hijos de la “gente bien” a quienes identificaban por su manera de vestir y de peinarse. Volvemos a remitir al análisis de Thompson acerca del cuestionamiento de la autoridad simbólica, que en ocasiones no tiene otro objetivo que desafiar la seguridad hegemónica, despojar al poder de su mistificación simbólica o incluso meramente vilipendiarlo.

Los blancos elegidos para el ataque directo no fueron casuales, no hubo casi ninguna atentado contra la fábricas. Tampoco se atentó contra los edificios de los organismos de gobierno ni la policía. Las pensiones estudiantiles fueron asaltadas, ocasionando daños en su interior y golpeando a sus moradores al grito de “menos cultura y más trabajo”. También los órganos de prensa de la plata fueron quemados de una manera casi ceremonial en una pública demostración de rechazo a su estatus y a su poder. → James responde Si la multitud Properonista dirigía su ira a la prensa y a la universidad era en parte porque reconocía su importancia como enemigos políticos. La Prensa se mostró hostil a Perón y a las medidas adoptadas por él. Y como los partidos políticos no estaban en funcionamiento desde 1943, las universidades eran el eje de la oposición al gobierno militar y a Perón.

La clase obrera excluida por mucho tiempo de la esfera pública en la que se generaban dichas formas de poder y de denominación dirigió sus ataques precisamente a dos de las entidades que con mayor nitidez determinaban las ideas vigentes sobre la legitimidad social y la cultural. Al obrar así, procuraba reafirmar su propio poder simbólico y la legitimidad de sus reclamos de representatividad, así como el reconocimiento de la importancia social de la experiencia, los valores y la organización de la clase obrera dentro de la esfera pública. Más que reflejar un filisteísmo plebeyo, era la reafirmación por la clase obrera de su experiencia tenía un valor y un mérito cultural propio. Estos elementos de instituciones concentrados en La Plata le recordaba a los obreros la desigual distribución del poder cultural.

→ Parece claro que no les cuadra estos acontecimientos una división simplista entre una nueva clase obrera migrante y la clase obrera europeísta tradicional. Si hubiera existido tal división, previsiblemente en Berisso se habría puesto en evidencia mejor que ninguna otra comunidad. Su fuerza de trabajo original estuvo compuesta por inmigrantes europeos establecidos en la década de 1910 y 1920 en las dos décadas siguientes se les incorporaron nuevos migrantes que provenían del interior del país. nada prueba que estos últimos apoyen a perón y constituyan la fuerza impulsora de la movilización de octubre, ni tampoco que los primeros adoptaran una actitud opositora apoyando a los partidos tradicionales de la clase obrera. Esta distinción parece haber sido generacional. La juventud fue una característica destacada del movimiento todos promedio 19 años.

Había otra contienda implícita en torno de lo que podríamos denominar jerarquía espacial y propiedades territoriales. La metáfora que recoge la prensa burguesa sobre los días de octubre es la de la ciudad y la periferia. La ciudad definida como el conjunto de antiguos y arraigado centros residenciales y administrativos donde residía el poder político. Era el territorio respetado. Mas allá se extendía la periferia, los suburbios, la no ciudad, lo desconocido. Todos destacaban que las muchedumbres que marcharon sobre la ciudad procedían de la periferia. La ciudad era exclusivamente un centro administrativo, educativo y cultural. Berisso, aunque técnicamente formaba parte de la ciudad de La Plata, desde el punto de vista social y cultural integraba un mundo distinto. Berisso estaba separada de la plata por unos 9 km de campo abierto. La diferencia no era meramente geográfica: los habitantes de La Plata y de Berisso vivían en universos sociales distintos y esa diferencia se reflejaba en su separación espacial y era a la vez reforzada por esta. También en este aspecto los acontecimientos de octubre violaron las convenciones vigentes: los suburbios invadieron el centro.

Había normas muy rígidas de jerarquía espacial y propiedad territorial que se volvieron difícil de sostener. Los que podían habitar el espacio de la ciudad se limitaba a la clase media que leía Crítica. La división entre el nosotros y el ellos implícita en la afirmación de la legitimidad de la jerarquía territorial, era reforzada al identificar como “el pueblo” a los que tenían el derecho legítimo de habitar el espacio de la ciudad. Esta presunción de intrusos, aquellos que afean con su presencia las calles de la ciudad, son el “no pueblo”, los que no merecen gozar de la condición de ciudadanos.

Esta experiencia de organización sindical y la confianza que le siguió en sí mismos formó parte esencial de lo que los lanzó a la calle en octubre. Además, en un sentido global, desde el punto de vista de los trabajadores, el peronismo era básicamente una respuesta a la penuria económica y a la explotación de clase. El apoyo obrero a Perón fue una lógica participación de los trabajadores en un proyecto reformista conducido por el estado que le prometió beneficios materiales concretos. Expresaron además de defender sus intereses también un cuestionamiento social más difuso a las formas aceptadas de jerarquía social y a los símbolos de autoridad .

GIULIANI - CONFORMAC Y LÍMITES DE ALIANZA PERONISTA (PRÁ)

En 1943 un golpe de Estado derrocó al presidente Castillo y clausuró el poder legislativo, dando fin al gobierno de la Concordancia, coalición que gobernaba al país desde 1932. Las FFAA instauraron una dictadura que se prolongó hasta 1946. Por un lado, la UD, coalición heterogénea de los partidos políticos tradicionales que contaba con el apoyo de la mayoría del empresariado, de las conducciones de la Unión Indistrial Argentina, de la Sociedad Rural Argentina y del Depto. de Estado norteamericano. Por el otro, el Partido Laborista y la UCR Junta Renovadora y el movimiento obrero, las FFAA, la Iglesia y un grupo de empresarios Industriales.

2. 1943: La sociedad en la que se formó el peronismo
Aquí tendremos en cuenta las interpretaciones que afirman que a principios de la década del 40 la clase dominante continuaba su tradicional proceso de diversificación y se mantenía relativamente homogénea. A principios de la década del 40 la burguesía Argentina no se encontraba fracturada en sectores antagónicos (agrarios-industriales), situación más acorde a los casos de países de industrialización “Con revolución industrial”. Es decir que el peronismo no se originó sobre la base de una burguesía industrial enfrentada a los intereses de la burguesía agraria, sino que se formó a partir de la existencia de conflictos y acuerdos entre sectores internos de la clase dominante.

Sí, la Segunda Guerra Mundial profundizó aquella conflictividad al crecer un grupo de empresarios industriales desvinculados de los tradicionales intereses que ligaban a la burguesía agraria con las actividades industriales y con las empresas extranjeras.

En la década del 30 se habían iniciado transformaciones en los roles del Estado. Los cambios en el capitalismo mundial acentuaron la vulnerabilidad de la economía Argentina y llevó a que la Concordancia implementase un intervencionismo defensivo en protección de los intereses agroexportadores. El estado reorientó sus mecanismos de intervención para sostener la acumulación ligada a la agroexportación a la vez que fomentar el crecimiento Industrial. Ello redundó en una progresiva autonomización del aparato Estatal que adquirió capacidades para exceder su dimensión instrumental y desarrollar sus dimensiones estructural y política.De este modo se articulaban intereses cada vez más complejos dentro de la clase dominante. A partir de 1943 el estado había adquirido ya una progresiva autonomía con mecanismos de intervención variados como las juntas reguladoras, el Banco Central mixto y algunas empresas ligadas al poder militar.

La sustitución de importaciones industriales había provocado cambios en la composición de la clase obrera.Además del aumento de la cantidad de obreros se había acelerado el proceso de urbanización con las migraciones internas. La creciente incorporación de mano de obra Industrial no había sido acompañada por un proceso de redistribución de ingresos hacia los trabajadores. Así, los obreros habían permanecido excluidos de los beneficios de la industrialización y no habían logrado aumentar su baja capacidad de consumo. La concordancia limitó la instrumentalización de mecanismos de intervención estatal a la articulación de intereses entre sectores de la clase dominante. Si bien se implementó cierta legislación laboral, no se solía imponer su cumplimiento y la norma en la política hacia el movimiento obrero era la represión concertada entre empresarios y Estado.Este estado que no reconocía los derechos sociales tampoco garantizaba los derechos políticos puestos en juego desde 1916. el régimen político que sostenía en el poder a la clase dominante Se regia por el fraude y excluye la participación y de la representación política a la mayoría de la sociedad. A lo largo de la década se fue profundizando la pérdida de legitimidad del sistema político y la crisis de representación política, pero se qué se acentuaron desde el inicio de la Segunda Guerra Mundial debido principalmente a tres factores:
1) Ver a la guerra como un avance Comunista;Una clase obrera excluida del sistema político y del modelo económico se les presentaba como una potencial amenaza.
2) Los sectores civiles de poder jerarquizaron las ideas militares e incorporaron a cargos estatales a algunos de sus integrantes. Para ciertos grupos militares las condiciones de éxito militar ante una guerra eventual dependían de que la sociedad adquiriera Independencia económica sostenida por un estado fuerte y de que se limitarán al máximo y los conflictos sociales y el descontento de la población.
3) La pérdida de legitimidad del sistema político se profundizó frente a las posiciones del gobierno ante los bandos que libraban la guerra mundial.Castillo había sugerido una política de neutralidad y persistió en esa posición aún cuando Estados Unidos entró en el conflicto. en este nuevo contexto la neutralidad oficial fue interpretada por la mayoría de los partidos políticos tradicionales como un apoyo al eje nazi fascista. creo clima de descontento social. Mientras Los Altos oficiales del ejército se inclinaban por una declaración de guerra al eje, entre la oficialidad intermedia prima va la opinión de mantener la neutralidad. Costas (candidato oficial sugerido por castillo a las elecciones), mantenía la posición de los Estados Unidos en la guerra, de modo que Castillo terminó por unir a distintos sectores militares y precipitó el golpe que estos venían gestando.

3. 1943-1946: Los orígenes del peronismo
En Octubre se produjo un golpe dentro del golpe y adquirieron preponderancia los militares del grupo de oficiales Unidos (GOU). Desde ese momento pero fue abriéndose espacios de decisión dentro del estado. hacia junio de 1944 era ya hombre fuerte del gobierno: acumulaba cargos de secretario de trabajo, ministro de guerra y vicepresidente.

Explicación del ascenso político rápido de Perón: Giuliani coincide con Torre acerca de que él supo ofrecer dos cosas que carecía la rev. de Junio: Un programa social y económico y una apertura hacia grupos estratégicos de la sociedad. En efecto, Perón comenzó a desplegar un proyecto económico y en el mismo periodo se articularon nuevas relaciones entre el estado y los diferentes sectores de la sociedad; también una apertura del Estado hacia empresarios industriales desplazados de la alianza de poder en los años previos. Pero además añade Giuliani la construcción de una fuerza política. Desde el control de los espacios estatales Perón fue organizando alianzas políticas para arribar al gobierno mediante mecanismos constitucionales. desplegó estrategias que le permitieron construir una base amplia de consenso social.

El programa económico de Perón consistía en el aumento de la industria teniendo en cuenta el mercado interno de consumo. Buscaba orden y paz social. Los mecanismos estatales privilegiados para llevar adelante el proceso debían ser organizados sea que hasta el momento el estado sólo había desplegado un intervencionismo defensivo. → utilización de organismos. A fines de 1943 Perón es designado secretario de la Secretaría de Trabajo y Previsión (STP). La STP habría nuevas áreas de acción estatal e implicaba una ruptura en las relaciones de trabajo y, a la vez, significativos cambios tanto en la intervención del estado en las relaciones entre empresarios y trabajadores como con las clases sociales.
● aumento salarial
● vacaciones pagas
● indemnización, aguinaldo, jubilac. etc. (Ley de Despidos)
● Garantizó el cumplimiento de legislación previa que, en general, el empresariado evadía como p.ej,. la jornada de Trabajo de 8 horas.
● Creó Estatuto del Peón Rural: fijó salarios mínimos para trabajadores rurales y mejoras en las condiciones de trabajo.
● Profundizó el intervencionismo estatal en las relaciones laborales a través de un firme fomento de la sindicalización y mediante los primeros convenios colectivos de trabajo.

La legislación implicó el reconocimiento Estatal de derechos por los que luchaba el movimiento obrero desde principios del siglo XX. Era una señal concreta de un espacio Estatal que buscaba colocarse como protector de los trabajadores frente al empresariado. Con ella comenzó a aumentar la capacidad de consumo de los asalariados al tiempo que alarmaba a las cámaras empresariales con su intervención antinatural y ajena a las relaciones del trabajo. La sociedad rural Argentina rechazó la intervención del estado sosteniendo que el estatuto afectaba las ganancias. De este modo Perón fue delimitando a los sectores que formarían parte de su fuerza política y los que la excluirían. Eso no implica que no haya buscado el apoyo empresarial en estos años.

La organización gremial era mayor en los sectores de servicios y más incipiente en las actividades industriales. En los primeros, la mayoría constituía un gremialismo reformista y negociador liderado por socialistas y por sindicalistas. En cambio, en la organización gremial de las Industrias primaba la dirigencia comunista. Durante los primeros meses de la revolución de junio se desplegó una política represiva que continuaba con las implementadas durante la década infame. El corte anticomunista del nuevo régimen se manifestó con rapidez. La política de control sobre el movimiento obrero abarcó un decreto en el cual el gobierno aprobó el derecho de determinar qué organizaciones podrían representar a los trabajadores. Con Perón, se elaboraron decretos para promover las negociaciones colectivas bajo la tutela estatal y la STP facilitó la sindicalización. Se busca la influencia de las fuerzas comunistas a la vez que se transformaba el estado en la instancia política a la que podrían recurrir muchos trabajadores para nivelar las relaciones de fuerza de las empresas. Perón justificaba las políticas con elementos ideológicos: Argumentaba que si el estado no tú te lavas las relaciones entre el capital y el trabajo, continuaría una situación injusta y aún saliendo de los obreros la difusión de ideas comunistas poniéndose en peligro el orden social y la misma nación. Una clase obrera organizada y un estado atento a la cuestión social constituye la garantía de cohesión social, la finalización de la lucha de clases y en consecuencia el clima adecuado para la inversión y la ganancia empresarial. Rol del estado como 3ro indispensable entre K y L también buscando la autonomía del aparato estatal c/los intereses de los sectores dominantes.

Más bien la idea de armonía de clases había actuado como un elemento constructivo de la identidad peronista, como “atractivo ideológico”. colaboró con la estructuración de un sentimiento de pertenencia a un proyecto de país y la unión de empresarios. Perón también ponía en juego así parte de su estrategia en la búsqueda de un consenso con amplias bases sociales para construir su fuerza política.

Planif econ: creó el 1944 el Consejo Nacional de Posguerra que reunió a militares, empresarios y sindicalistas. Objetivos: el estudio de posibles desequilibrios que ocasionaría el fin de la Guerra Mundial y la preparación de un programa económico a adoptar en función de sus diagnósticos. Propuso un programa industrialista sostenido por el estado y por el aumento de la demanda interna.
4. 1945: Polarización Social y Política
La profundización de la política social y el avance del Estado enfrentaron a las organizaciones patronales con los sindicatos y con el sector del gobierno liderado por Perón. La oposición de la SRA se centraba en el estatuto del Peón, pero la posición de la UIA era más heterogénea y conflictiva. Si viene oficialmente asumió un papel opositor, Sólo una minoría adhirió al proyecto del Coronel → Solo industriales que habían crecido con las oportunidades abiertas por la guerra y que se orientaban al mercado interno se apoyaron en Perón. Lo que atemorizaba la mayoría de los empresarios no era una Revolución comunista sino la organización del movimiento obrero promovida desde la STP. Perón en función de construir una fuerza política capaz de llegar al control del estado, empleó estrategias basadas en incorporar fuerzas de casi todo espectro político y luego en promover una polarización política. → hacia 1945 se agudizaron las tensiones entre K y L, se frustró su idea de alianza con sectores tradicionales y ahí comenzó la polarización. Era antiperonista la participación política tradicional de obreros + clase media + burguesía + corporaciones empresariales + estudiantes universitarios + algunos sectores FFAA.

Los sindicatos abandonaron su distancia con el régimen y se alinearon con la STP. Ahí perón asumió un discurso marcadamente obrerista y se alejaba del papel conciliador que antes le había dado al Estado.

En octubre el conflicto se extiende a las fuerzas militares que ligados a la oposición, desplazaron de sus cargos a Perón y lo detuvieron.--> movilización popular del 17 de octubre. Este hecho inició oficialmente su carrera a la presidencia. Concentra una alta significación: Para el movimiento peronista simbolizó la lealtad al líder, para la sociedad tradicional fue el temor y la evidencia que los trabajadores demostraron la capacidad de generar un hecho político. Dirigentes sindicales de diferentes vertientes ideológicas socialistas y sindicalistas, radicales e independientes, crearon el partido laborista. demostraba un importante grado de organización alcanzado por la clase obrera. Contaba con el apoyo de la iglesia: mientras la unión democrática regía una enseñanza laica, Perón buscaba la enseñanza religiosa. En la iglesia prevaleció la decisión de la jerarquía eclesiástica por sobre su rechazo al discurso y a la política obrerista de Perón.

La campaña ofreció a perón la oportunidad para desplegar un discurso nacionalista antiimperialista el ex embajador norteamericano Braden hizo público su apoyo a la unión democrática y dio a conocer un informe donde denunciaba conexiones de militares argentinos con el régimen nazi. La información de Braden fue aprovechada por Perón: su discurso agregó la apelación a la unión Nacional contra el imperialismo norteamericano denunciando que controlaba a la UD. → entonces aclamó que era “Braden o Perón”. Ganó.

5. Los Obreros y los orígenes del Peronismo.
Hay 3 visiones acerca de cómo los trabajadores se hicieron peronistas: La visión clásica, la visión revisionista y la interpretación de Daniel James.

La visión clásica configurada por Gino Germani busca responder la pregunta de por qué los obreros fueron engañados y siguieron a Perón. Su abordaje se centró en la relación líder-masa: La revolución industrial y las migraciones internas habían generado un problema diado Industrial que no tenía experiencia sindical y política punto estos trabajadores nuevos estaban disponibles para ser manipulados por un líder paternalista y autoritario. Esta relación estaba asignada por la heteronomía, es decir, los obreros perdieron su autonomía al no formar un partido político clasista y estaban denominados por un poder carismático y demagógico. Según está visión, Perón manipulaba a los obreros al darles beneficios económicos a cambio de adhesión política. De este modo Germani afirmaba demostrar el carácter antidemocrático del régimen peronista.

La visión revisionista se formuló en la lucha contra la dictadura del 60’ por Murmis y Portantiero. Constataron que la conformación del peronismo jugaron un papel protagónico no solo los obreros nuevos sino principalmente la vieja dirigencia y militancia sindical. su participación activa y autónoma en la alianza implicó formar parte de un proyecto social que reconocieran los reclamos y las luchas tradicionales del movimiento obrero. Para Murmis y Portantiero es erróneo caracterizar de pasiva, heteronorma, e irracional a la participación Obrera.

El aporte de Daniel James estudió la conformación de la identidad peronista. Los elementos que conformaron los sentimientos de pertenencia al peronismo fueron valores, pensamientos, prácticas y símbolos compartidos por los obreros. James abordó la relación entre Perón y los peronistas desde un plano simbólico discursivo. Afiches considera que el éxito del discurso de Perón se debió en buena parte a su capacidad para redefinir la Idea de ciudadanía como una ciudadanía política frente a la exclusión política. La novedad del discurso peronista consistió en otorgarle una dimensión económico-social a la noción de ciudadanía: Los trabajadores tenían derecho a una inclusión en el proyecto económico, a una participación en los beneficios y organizarse y luchar para que se le reconociese en esos derechos. Concepción de justicia social. Entonces el logro de Perón fue articular y resignificar elementos ideológicos del pensamiento de los trabajadores, conformando así la ideología peronista.

6. 1946-1955: El régimen de acumulación y el Estado.
Revirtió el carácter no distributivo que la industrialización había tenido hasta 1943 mediante una política de redistribución de ingresos. Se trataba de expandir el proceso de acumulación Industrial con la ampliación del mercado interno: de estimular la producción industrial local Expandiendo la demanda interna de bienes masivos industrializados e incluyendo como consumidores a la mayoría de los trabajadores. Miedo de que el fin de la guerra revirtiera el carácter expansivo de las ventas de los empresarios industriales y generara una crisis de subconsumo y disminuyera el proceso de capitalización.+idea de paz social. El modelo económico del primer gobierno de Perón era entonces expresión de una coincidencia coyuntural de intereses de la clase obrera y de fracciones de la burguesía industrial ligados en el peronismo. Dado su carácter distribucionista, el modelo requería una nueva articulación del estado con sectores sociales y con garantía de consolidar nuevas formas de intervencionismo. → estado peronista adquirió forma de estado intervencionista redistributivo.

Quedó plasmado su rol en el 1er Plan Quinquenal de 1947 donde se encunciaban los ejes centrales de la política económica:
● fomento de la industria y del mercado interno → aumento de salarios. Fomento de fabricaciones militares e industrias químicas. El gobierno trató de garantizar el pleno empleo ampliando significativamente el empleo público y explica una serie de regulaciones para elevar los salarios reales.
● plan de nacionalizaciones de servicios públicos → estado empresario que asume el control directo de los servicios públicos y de algunas empresas productivas y obtenga el rol regulador de la economía. En 1948 se recuperan libras estancadas durante la guerra y se compra y se crea el ferrocarril argentino.
● obras en áreas de salud, vivienda y educación (políticas de gasto social + fundación eva perón)--> El estado se transformaba en un importante comprador de insumos de la industria para sostener el abastecimiento de la red educativa y sanitaria, a la vez que generaba inversiones con la contratación de empresas privadas para la construcción de Obras Públicas.
● rescate de deuda pública externa + reforma financiera
● mecanismos de financiación → IAPI. Instituto arg para la promoción del intercambio y el Banco Central. Este mecanismo se basaba en la redistribución de ingresos desde el sector agrícola hacia el industrial. El estado controlaba el comercio exterior obteniendo de él beneficios que desviaba hacia créditos industriales otorgados por bancos estatales.Se trataba de aprovechar la favorable situación del intercambio exterior o provocada por la recomposición de la demanda mundial de productos alimenticios en los primeros años de la posguerra. A través del iapi el estado ejerce un monopolio de las exportaciones agrícolas: compraba a los productores a precios fijados por el estado y revendía precios internacionales obteniendo un margen de ganancia. Por ende el sector agro seguía siendo la principal fuente de divisas. agravó tensiones con la burguesía agraria y SRA aunque sus ingresos mejoraron. Además el Banco Central toma a su cargo la política crediticia abundante y barato a sectores industriales alimenticios, textil y de manufacturas de madera; y a las nuevas inversiones privadas y estatales energía transporte, construcción y Comunicaciones.

7. Los límites del modelo económico y las contradicciones de la alianza peronista.
La industrialización tenía un carácter No integrado: seguía dependiendo de las importaciones esenciales. A medida que aumentaba la producción, crecía la importación de bienes de capital, tecnología y petróleo.Para seguir importando se necesitaban de una gran cantidad de divisas que provenían de las exportaciones agropecuarias tradicionales. Entonces la política económica peronista permanecía atada a la disponibilidad de productos primarios para exportar y a los precios internacionales de dichos productos, dos variables que el gobierno no controlaba. Los límites del modelo comienzan a surgir en 1949 cuando caen los precios internacionales de los bienes primarios y a la vez descendieron la producción y el saldo exportable de bienes agro. Entonces hubo reducción de divisas y déficit en la balanza de pagos que se tradujo en presión inflacionaria. Crisis financiera que se prolongaría hasta 1951. Causas para esta crisis:
1) Plan Marshall Los países europeos aliados con Estados Unidos dirigieron la mayor parte de sus adquisiciones alimenticias al mercado estadounidense. Entonces los términos de intercambio se tornaron desfavorables para Argentina.
2) Se fue reduciendo el volumen de los productos exportables dentro del país porque la mejora en la capacidad de consumo de los sectores populares redundado en un aumento de la demanda interna de productos.
3) A eso se le sumaron cuatro años de sequías fuertes que comenzó en 1949.


El desarrollo industrial requería cada vez más Divisas mientras que la produccin agropecuaria generaba cada vez menos. la falta de Divisas también hacia tambalear las políticas de gasto social del estado. En esta crisis el gobierno peronista se inclinó por ir hacia adelante con la industrialización: Su proyecto consistió en profundizar la integración de la industrialización con el segundo plan quinquenal de 1952 + plan de emergencia que redujo gasto público y congeló precios y salarios. Desplegó una campaña para que los sectores populares bajas en el consumo de bienes exportables y el IAPI comenzó a redistribuir ingresos hacia los productores rurales y se abrieron líneas de crédito favorables para ese sector.

Para los sectores empresarios la falta de divisas debía resolverse de otra manera: el gobierno debía apostar a las inversiones extranjeras al costo de renunciar a su discurso nacionalista y de transición a la independencia económica base de su doctrina justicialista. Perón presentó en 1953 la ley de inversiones extranjeras que trataba de alentar la inversión de capitales internacionales en la industria. La ley evidenciaba una creciente conciencia de intereses entre la burguesía Industrial local y el capital internacional. ejemplo: standard oil de California ponía en cuestión la cláusula nacionalista de la Constitución de 1949.

También se busca una mayor racionalización de las empresas estatales y privadas con el aumento de la productividad del trabajo bajo el lema de consumir menos y producir más. los trabajadores debían comprometerse emprender una tregua social: Frenar sus luchas por el aumento de salarios y esperar un incremento en a ver solo si se incrementa la productividad. Expresaba creciente presión empresarial. La productividad podría ser alcanzada con maquinaria más moderna pero se pidió disminuir las importaciones e inversiones. El problema y la productividad pronto mostró las contradicciones y los límites de la alianza peronista. Congreso para la productividad ver p.13. donde no llegan a un acuerdo los empresarios con la CGT.

8. 1846-1955: La democracia ampliada
Entre 1946 y 1955 sucedieron los dos primeros peronistas bajo la presidencia de Perón (1946 a 1905 y 1952 a 1955) Se caracterizó por nuevas formas de participación popular. La participación electoral plena fue una de las formas de integración de los sectores populares y actúa como elemento de legitimación. la ley del voto femenino en 1947 los cuales las mujeres lograron reconocimiento de los Derechos políticos al igual que los varones. Desde ese momento comenzó un proceso de movilización política de las mujeres en el empadronamiento y como preparación de candidaturas de mujeres al poder Legislativo.

8.1 El estado Peronista y el movimiento obrero
● ciudadanía política
● justicia social
● sindicalización

“Visión clásica” antiperonista sostenía que el movimiento sindical carecía de autonomía y se hallaba sometido al control estatal. Los obreros no tenían una clara conciencia de clase por lo que habrían establecido relaciones políticas paternalistas. Aceptaron los beneficios sociales ofrecidos y esperaron mejoras.

2da visión de Louise Doyon que Perón sofocó la posibilidad de que los sindicatos tuvieran una voz políticamente independiente pero no pudo o no quiso imitar su función como agentes de lucha económica. Los sindicatos consiguieron tener la capacidad de promover los intereses sectoriales de los trabajadores.

Por último Daniel James Considero que el estado peronista presionó constantemente para limitar la autonomía sindical y qué tal política quedó reflejada en la estructura legal de la organización gremial. El estado reconocía legalmente a un único sindicato por actividad económica y lo facultada para negociar con los empleadores bajo supervisión del Ministerio de trabajo .cl aseguraba muchas ventajas a los sindicatos pero al mismo tiempo se otorgó al Estado las funciones de garante y supervisor final de este proceso y de los beneficios derivados de él.

Giuliani va a contestar que el gobierno ejerció variadas y evidentes estrategias para ejercer un control tutelar sobre el movimiento obrero mientras que los trabajadores emprendieron al mismo tiempo Luchas en defensa de los intereses de los cuales sobrepasaron las pretensiones de armonía del gobierno. Las relaciones entre el estado peronista y el movimiento obrero se caracterizaron por permanentes tensiones entre el logro de la autonomía de las organizaciones de los trabajadores y su subordinación a decisiones de gobierno.

Se limitó el poder de decisión de los empresarios en cuanto a despidos y cumple un relé sacado las organizaciones de los obreros en el control de las relaciones laborales. Durante el primer periodo de gobierno se produjo una redistribución del poder al interior de las empresas.Pero a partir de la política económica del 1949 el gobierno procuró intensificar el control del movimiento obrero. Había llegado al punto final de las huelgas puesto que los trabajadores ya habían logrado mejoras económicas y su reconocimiento de sindicatos. Actuó cada vez más como un agente Estatal para disciplinar y controlar sindicatos afiliados llegando con algunos conflictos a represión estatal y despidos de trabajadores. Con el plan económico de 1952 el gobierno dispuso la suspensión de las negociaciones colectivas por 2 años y el congelamiento de precios y salarios. inicio de la llamada tregua social. 1954 se intensificaron los conflictos obreros por el logro de acuerdos colectivos favorables: Las luchas no se caracterizaron por recurrir a la huelga sino por el trabajo al reglamento y el trabajo desgano modalidades de lucha que limitaban el riesgo a la suspensión de sueldos y a la represión oficial.Estás luchas no deben interpretarse como señales de ruptura de los trabajadores con el gobierno peronista. Por el contrario, los trabajadores conformaron el único sector de la alianza periodista que mantuvo su adhesión a Perón hasta su caída.

9. Los controles estatales sobre la sociedad y la caída del peronismo.
La burguesía Industrial Nacional de una oposición más conflictiva y término prácticamente saliéndose de la coalición por varios factores:
1. El empresariado Industrial consideró poco exitoso el viraje económico de 1952 y dudó en ocupar un espacio diferenciado del resto de los capitalistas.
2. Fue enfrentándose a un movimiento obrero que había logrado un poder evidente
3. el peronismo terminó siendo un límite para la acumulación de capital industrial y la integración de la burguesía nacional al bloque fue débil
4. El peronismo preso de sus contradicciones internas no logró consolidar un poder hegemónico, optando por ejercer funciones coercitivas que aceptaron las libertades públicas de la sociedad civil.

hipótesis de la visión clásica: Se basó en asignar una esencia autoritaria que en tífico al peronismo con el fascismo y lo considero una desviación de la vía democrática que habría comenzado en Argentina con la conformación del Estado nacional. Perón fue un líder Tiránico que avasalló los derechos civiles y políticos. Este argumento fue utilizado por el golpe de estado de 1955 y de la Revolución libertadora. Torre, además, considera que se trató de peronizar las instituciones y que los mecanismos de control político e ideológico que ejerció el estado peronista tendían a reforzar al poder ejecutivo para que se difundiera la doctrina peronista. La más importante fue la reforma de la Constitución de 1949 A dónde se incorporaron los derechos sociales, las formas de intervencionismo estatal y la propiedad del estado por sobre los recursos energéticos.Suprimió la cláusula que prohibía la reelección presidencial inmediata lo que llevó a su segundo gobierno.

En su segunda presidencia se reafirmó el viraje hacia la política económica y se manifestó el carácter contradictorio de la alianza peronista. El estado extendió sus controles sobre la sociedad y sus intentos de peronización producirán nuevos puntos de conflicto con las FFAA y la iglesia.
● FFAA: Atravesaron un proceso de expansión y modernización durante el gobierno coronavirus de presupuesto militar. Las ideas de la industrialización y anticomunistas los atrajeron además de su participación en cargos del gobierno lo que mantuvo la influencia suficiente como para vetar la candidatura de Eva Perón como vicepresidenta en las elecciones de 1951. En 1950 el gobierno extendió sus intentos de peronización dentro de las fuerzas armadas. En los Colegios militares se impuso la obligatoriedad de la materia “doctrina peronista” y género y un fuerte rechazo por parte de la oficialidad.
● El gobierno extendía la peronización a la educación pública, a los medios de comunicación, y a la producción cultural; lo que provocó el rechazo de los sectores medios y de otros sectores tradicionales de poder simbólico como la iglesia con los cuales los integrantes de las fuerzas armadas tenían vínculos estrechos.
● La primera candidatura de Perón expresó los anhelos de la iglesia en cuanto a la inclusión de contenidos religiosos en la educación pública. Los lazos cordiales se asentaban en una significativa transferencias de gastos de la iglesia al estado, se duplicó la cantidad de puestos eclesiásticos, y se hizo cargo de compra y reparación de parroquias. A la vez el gobierno fue desplegando políticas que crearon tensiones la fundación Eva perón desarrolló actividad de acción social que fueron interpretadas como una competencia y un desplazamiento de sus tradicionales tareas de caridad.Además en 1950 acompaña la doctrina peronista con nuevo discurso religioso. el “cristianismo peronista” se basaba en la vuelta a los valores espirituales interpretando que la jerarquía eclesiástica estaba cada vez más dominada por intereses materiales. El estado pretendía erigirse en unificador espiritual de la nación y en difusión de un cristianismo de la vida cotidiana. Además se exaltaba la simbología peronista y las figuras de perón y Eva perón.Fue en torno a la iglesia que comenzó a hablarse la oposición y se reeditó entonces la creciente polarización política. La iglesia fue el eje articulador del antiperonismo. El conflicto se fue encadenado por iniciativas provocadoras como la sanción de leyes de divorcio y la supresión de la enseñanza religiosa además de la igualdad entre hijos legítimos e ilegítimos. Esas iniciativas evidentemente buscan confrontar con la jerarquía eclesiástica pero provocaron además el rechazo de católicos de sectores medios.

Previo al golpe de estado de 1955 estuvieron impregnados violentos enfrentamientos entre el gobierno y la iglesia. El 16 de junio sectores antiperonistas del ejército asaltaron a la población civil con aviones que bombardearon la casa del gobierno y sus alrededores. Eso llevó al golpe de estado que se autodenominó revolución libertadora.

BUCHRUKER - PERONISMO Y FASCISMO (TEO)

Toma análisis de Waldmann. El peronismo y el fascismo tuvieron situaciones históricas diversas como puntos de partida. Situación diferente en Argentina que en el resto del mundo. No hubo una guerra ni un momento de recesión ni desempleo, sino un momento de crecimiento económico. En 1943 no cae la democracia sino un sistema que se sostenía sin legitimidad democrática.

La única similitud que encuentra Waldmann en el origen y motivación del peronismo y el fascismo es la amenaza bolchevique. → Buchruker responde que sí existía el motivo anticomunista pero apenas hay indicios para considerarlo como especialmente característico del comunismo y que era compartido por otras fuerzas ej. radicales o nacionalismo restaurador. No había en Argentina un partido marxista-leninista poderoso. Perón utilizaba el tema cuando se dirigía a un público conservador porque solo ese argumento -que sus reformas eran un modo de cerrarle el camino al comunismo- podía impresionar a dicha clase de oyentes.Perón esperaba reducir las resistencias psicológicas de los sectores tradicionalistas contra su política social.

En los aspectos psicológicos y sociales se advierten también diferencias. El peronismo se apoyaba en los estratos bajos de la sociedad: reunía obreros industriales y peones rurales, arrendatarios, campesinos y empleados. En cambio, en Alemania e Italia lograron captar la mayoría de los trabajadores. Falta nombrar en Argentina el núcleo de los militares y veteranos resentidos caracterizados por el miedo al desorden y su odio contra supuestos culpables.

En lo ideológico el Peronismo no se basó en el vitalismo irracionalista ni el darwinismo social. Solo se pueden advertir similitudes en lo relativo al contacto con la tradición sindicalista, que en los comienzos del fascismo italiano no carecieron de importancia. Si se pasa a analizar la toma del poder apenas se descubren paralelos. La única circunstancia similar entre Argentina e Italia/Alemania estuvo en la marcada polarización política. Pero la estructura Argentina fue muy diversa del caso de europeo. Los movimientos fascistas lograron alcanzar el poder en coalición con las fuerzas conservadoras tradicionales, mientras que en nuestro país izquierdistas y derechistas se alinearon tanto en uno como en otro de los bandos enfrentados. El antiperonismo contó con apoyo conservador, no el antifascismo.

En la dimensión fenomenológica del movimiento es posible separar paralelismos. También el fascismo tenía un líder carismático, un amplio aparato de propaganda y una pretensión de totalidad; aunque esta pretensión no fue formulada en términos tan estrictos ni realizada de un modo tan sistemático como en los casos europeos. Tampoco produjo el peronismo la militarización integral de la sociedad, rasgo distintivo de los regímenes fascistas.

La política económica fue efectivamente dirigista, pero si esa circunstancia fuese razón suficiente para calificar de fascista un régimen habría que concluir que México y Gran Bretaña (en det. épocas) también fueron estados fascistas. Mucho más definitorio para el fascismo fue su creciente armamentismo, cosa que de ninguna manera caracterizó a la economía peronista. Tampoco constituían delito las huelgas en el caso argentino, como ocurrió en Europa.

Por último hay que mencionar una notable diferencia entre el régimen peronista y los fascismos. En estos alcanzó una gran coherencia la conjunción política, militar y económica de las élites o minoría dirigentes; en cambio el peronismo fracasó en el intento de ganar a los elementos decisivos del sector empresario y agropecuario para su causa.

En lo ideológico, en las concepciones peronistas no aparece la imagen darwinista, elitista y antimodernista. Como dice Waldmann, no se trató de un nacionalismo agresivo de intenciones expansivas. El único paralelo que realmente se puede verificar está en la especial relevancia que la doctrina otorgaba al papel del líder o conductor. En lo referente a los grandes objetivos, son aún más llamativas las diferencias entre fascismo y peronismo. El objetivo básico del peronismo fue la creación de una Argentina más justa a través de la redistribución. Lo que no puede sostenerse es que existían planes irredentistas, revanchistas o imperialistas. En cuanto al anticomunismo, ocupa un lugar en el programa justicialista, cosa que no puede sorprender porque el propio comunismo lanzó desde sus orígenes un desafío militante da todo lo que no se identificase con él; pero las políticas peronistas jamás tuvieron la desmesura teórica y práctica que los fascismos mostraron en su versión del anticomunismo.

Sobre la base de estos resultados, considero que es incorrecto interpretar al peronismo como una forma de fascismo. Los que creen esta concepción estudian un concepto de fascismo amplio, generalista y esquemático. La comparación con España de Franco es interesante porque hay similitudes socioeconómicas y afinidades histórico-culturales entre ese país y el nuestro pero con una dificultad básica: se trata de confrontar prácticamente un régimen de 9 años (1942-1955) con otro que abarcó dos generaciones (36 años). Termina por haber diferencias.

Poco satisfactoria desde muchos puntos de vista, la categoría de “populismo autoritario” parece ser, a pesar de todo, la más recomendable para la ubicación del peronismo.El adj de la práctica gubernamental que fue también uno de los polos de la tensión interna más profunda del peronismo: mientras más autoritario se hace un régimen, menos convincente resulta su pretensión de representar la plena autorrealización de un pueblo. El sustantivo trae el potencial democrático del movimiento. La exigencia populista de mayores oportunidades de participación no está alejada de los objetivos básicos de la democracia.

DIPOLA - IDEOLOGÍA Y DISCURSO POPULISTA (TEO)

Entenderemos por "ideologías" a aquellos conjuntos discursivos, en el sentido más amplio posible, a través de los cuales se expresan sistemas de creencias, representaciones, concepciones del mundo, propias de una sociedad o de un grupo social determinado.Se trata de una noción imprecisa y descriptiva. Imprecisa porque es susceptible de los empleos mas heterogéneos. Descriptiva (es decir no teórica), por el hecho de que su papel principal es organizar la percepción de los agentes sociales con respecto a los hechos de significación que juzgan social o políticamente relevantes.

Por el contrario, el término "lo ideológico" se plantea como un concepto teórico en sentido estricto. En el primer caso, lo ideológico designa la relación existente entre el discurso y sus condiciones sociales de producción, en tanto esas condiciones se traducen bajo la forma de reglas de engendramiento del sentido; en el segundo caso, y de manera complementaria, lo ideológico designa la relación existente entre el conjunto discursivo de referencia y sus condiciones sociales de recepción. Hablamos de efectos, de su "eficacia", en una situación social determinada.

I.Lo ideológico en el discurso político de Perón

Toma como punto de referencia de análisis el discurso del 12-11-46. Contexto del discurso pronunciado: Campaña electoral donde participan activa y masivamente todos los sectores sociales y políticos, hasta la burguesía se lanza a la calle. El espacio político está polarizado y sus protagonistas son heterogéneos: por un lado la Unión Democrática con la neta hegemonía de la Unión Cívica Radical; por otro, un líder "carismático", el coronel Juan Domingo Perón cuya candidatura es apoyada por un partido fundado hace apenas cuatro meses (el Partido Laborista) y por otras fuerzas de menor importancia (en particular por la llamada Junta Renovadora, reducido sector separado del radicalismo, de cuyas filas saldrá el candidato a la vicepresidencia). Hay una difundida convergencia entre comunistas y conservadores aunque éstos últimos no integren oficialmente la UD. Se opone el orden concreto del discurso electoral a razones que sistemáticamente esgrime Perón, ese orden "abstracto" tan característico del discurso político tradicional.Ganaría aquel que, consciente de este hecho, fuera capaz de afrontar con mayor habilidad y mejores recursos ese combate de corto plazo. Se enfrentaban dos proyectos políticos con intereses y también con tradiciones e ideas nítidamente opuestas.

Lo que caracteriza a una campaña electoral: La modalidad particular que adquiere, en esos casos, la discursividad política y su forma de funcionamiento. Un discurso político con objetivos electorales o, simplemente, que se produce y difunde en ocasión de elecciones, posee o adquiere propiedades que lo distinguen nítidamente de otros subtipos de discurso político.Es un error afirmar que todo discurso político tiene como mira sus efectos ideológicos "inmediatos”.

Discurso donde la UD proclama a sus candidatos:
● Nombra conocidos personajes como la patria, la libertad y los héroes nacionales.
● Todo en su discurso es previsible. No juzgan oportuno apartarse de ese molde discursivo clásico; para ellos no hay otro discurso político posible que aquel que se atiene a esas normas.
Perón:
● un político muy consciente de los riesgos y del poder de la palabra
● Se abstiene a leer en su discurso→comprende que hay que sacrificar virtudes de la improvisación con un modus operandi discursivo que tenía la doble ventaja complementaria de permitir pesar previamente cada palabra y a la vez de dar todo su peso a los enunciados clave.

Acababa de concluir su 3ra gira por el interior del país → entendía que el voto provinciano le sería en general favorable pero mucho menos asegurado le parecía su triunfo en la Capital Federal. Lo que preocupaba a Perón era el no seguro voto favorable de los sectores medios, predominantemente urbanos pero no sólo capitalinos, del país. Perón se retiró al interior del edificio cuyo balcón hacía las veces de tribuna y prosiguió desde allí su lectura, para evitar que el bullicio popular entorpeciera la recepción radiofónica del discurso. Perón se dirigía primordialmente a quienes no estaban en el acto.Esa inmensa minoría invisible no estaba compuesta por la oligarquía ni por la gran burguesía: la constituían en primer lugar las capas medias,esto es, el empleado, el maestro de escuela, el profesional, el pequeño propietario, el técnico, el burócrata subalterno, así como también algunos sectores obreros. Había que ganar adherentes en esos grupos, seguramente capaces de decidir una elección polarizada. → de allí el sacrificio —parcial— de las formas populares de expresión, típicas del discurso de Perón.

sería simplista y falso afirmar que Perón destinó exclusivamente ese discurso a las clases medias y a los sectores opositores o vacilantes. fue destinado a un auditor múltiple y diversificado. Perón ganó las elecciones en el país. . . y en la Capital Federal.

II. Acerca de la política del discurso de Perón

El discurso sufre variantes más o menos nítidamente relacionadas con las transformaciones de la situación política argentina.Se distinguen al menos las siguientes etapas de transformaciones de la discursividad peronista:

i) La etapa de "constitución" del discurso peronista,que comprende el período que va desde fines de 1943 a mediados de 1945. Tiene una estrategia discursiva diversificada donde Perón afirma posiciones divergentes y hasta opuestas.

ii) La etapa que llamaremos "populista" del discurso de Perón, y que se extiende desde el comienzo de la campaña electoral (fines de 1945) hasta el fin de su primera presidencia (1951). El discurso, primero militante, luego triunfante, de Perón manifiesta durante esta etapa una unidad y sobre todo una tipicidad claramente definidas.

A estas etapas suceden otras: iii) la correspondiente a los años de su segunda presidencia, en la cual los elementos propiamente populistas de dicho discurso van paulatinamente desapareciendo; iv) la larga —y, desde el punto de vista discursivo, compleja— etapa del exilio; en fin, v) la etapa del retorno, correspondiente a los discursos de su tercera presidencia. Por cuestiones de análisis, Dipola se centra en las primeras dos, dejando el resto de lado.

Discurso de proclama inaugural de la recientemente creada Secretaría de Trabajo 1943.
● Referencias y metáforas organicistas: organicismo y el darwinismo, consagró lo esencial de sus reflexiones a la cuestión del orden social .El modelo biológico-evolucionista excluía todo "extremismo" revolucionario al mismo tiempo que dejaba abiertas las puertas para una concepción flexible y pragmática del accionar social, en el interior de la cual el conservadurismo y el reformismo podían coexistir armoniosamente.
● Que los enemigos de Perón no se convencieron en absoluto de la sinceridad de su "actitud conservadora".
● Las fuerzas armadas son definidas como una instancia exterior al juego político y a las luchas sociales y, al mismo tiempo, como siendo "el pueblo mismo". La ecuación, que dichos discursos sugieren, entre Estado, Ejército y Pueblo coexiste con la afirmación de esta posición externa del militar respecto a la política y a la sociedad civil. En tal sentido,el discurso peronista puede ser adecuadamente caracterizado como la puesta en funcionamiento de la oposición entre la exterioridad, nunca desmentida, y la interioridad a menudo afirmada, entre el Líder y sus dirigidos.
● La situación dual de quien se autodefine como quien está al mismo tiempo afuera y adentro.
● apunta a destacar la figura personal del caudillo, otorgándole a dicha figura el papel de mediador privilegiado. Perón no viene a traer el escándalo al mundo: viene por el contrario, munido de su autoridad de Jefe, a mediar un conflicto en tren de agravarse, con el objeto de reestablecer el equilibrio de la balanza; su misión fue siempre, y no sólo en 1973, una misión de paz.

Perón llega para hacerse cargo de otra llegada, imagen simétrica de la suya propia la de los nuevos obreros que se trasladan a los grandes centros urbanos, y a la Capital Federal en particular. → Esa irrupción social y política debe ser asumida y canalizada por el sistema político: tal es la función de Perón.) (toda conflictualidad es espuria: quien la promueve "no merece el título ni la dignidad de ser argentino") y la misión de Perón, en la medida misma en que propugna la "unión de los argentinos", debe situarse en un lugar trascendente respecto de la política y descalificar a esta última. [P. 6 DE 13]

1RA ETAPA (fines de 1943 a mediados de 1945):

a) Aunque la mayoría de sus discursos están explícitamente dirigidos a sectores o al conjunto del movimiento obrero, Perón no ha logrado todavía disipar la desconfianza del sindicalismo tradicional con respecto a su gestión y a su propia persona. Acusado de simpatías por el nazismo, Perón aparece al movimiento obrero como un personaje ambiguo, sospechoso. Tampoco Perón habrá de identificarse con la política del movimiento obrero. Sus discursos exaltan y asumen la defensa de la clase trabajadora, pero también, no pocas veces, la reconvienen y la amonestan, rozando a veces la amenaza pura y simple.
b) En un momento político donde el golpe de junio de 1943 está lejos de haberse afirmado, trata como interlocutores en particular a las propias fuerzas armadas, pero también a la iglesia, a la clase media y, en fin, incluso a los sectores de la alta burguesía.
c) Perón, al tiempo que busca afirmar su presencia política personal, debe hacerse cargo del hecho de que sigue siendo ante todo un miembro del gobierno en plaza y hablar también "en nombre" y como representante de ese gobierno.Esto lo lleva a su carácter contradictorio que se presenta en algunos rasgos:
i) En primer lugar, un "vaivén" permanente en lo relativo a la posición del enunciador en casi todos sus discursos. Predominio de un nosotros institucional para apelar a la unión de todos los argentinos y refiriéndose tácitamente al gobierno. Desp un nosotros inclusivo que engloba tanto al emisor como a sus interlocutores. Por último el uso de yo personal. Perón habla, en tales casos, en su propio nombre, llegando en ocasiones a marcar una tenue separación entre su persona y el gobierno del que forma parte. Este vaivén es constante en todos sus discursos del período; el sujeto-enunciador se desplaza y se transforma sin cesar, de una frase a otra y, a veces, en el interior de una misma frase.
ii) Hallamos la afirmación de posiciones divergentes. A veces, la Secretaría de Trabajo y Previsión es definida como un organismo del estado, encargado de mediar en los conflictos entre patrones y obreros; otras veces, es presentada por Perón, simplemente, como la "casa de los trabajadores" (y denegado su carácter de institución estatal). Incluso afirma que “esta casa no es sólo de los trabajadores” sino de todos los argentinos que buscan justicia”. Oscila entre diferentes definiciones.

Un ejemplo de oscilación del nosotros inclusivo: discurso pronunciado en la Bolsa de Comercio de 1944. Fue uno de los discursos menos eficaces de Perón. Por un lado el "inclusivo", mediante el cual, como diría Althusser, Perón interpelaba a la gran burguesía, no fue reconocido por esta última. Las afirmaciones que figuraban en dicho discurso no tardaron en llegar a conocimiento de los sindicatos, que mostraron su inconformidad.

Esta primera etapa se caracteriza por tener un discurso basado en una suerte de pragmatismo inmediato que afecta su coherencia, le resta fuerza y pone, al contrario, de relieve, afirmaciones y tomas de posición dispares. De un discurso por lo demás carente todavía de un sujeto, de un interlocutor y de un adversario claramente definidos.

2DA ETAPA (fines de 1945 hasta 1952):

A partir del comienzo de la campaña que culminará con el triunfo electoral del 24 de febrero de 1946, el discurso de Perón adquiere una tipicidad y figuras definidas. Perón ha dejado de pertenecer, de hecho, al gobierno de entonces. Perón se sabe libre de manos (a nivel institucional) y puede, sin reticencias ni artificios de ninguna especie, hablar en su propio nombre. A partir de su triunfo electoral, actúa —y habla— como si ya estuviera en posesión de su cargo. Habría que distinguir dos subetapas:
● la primera a la campaña electoral y la segunda al ejercicio efectivo del gobierno nacional.

Sin embargo Dipola hace hincapié en la unidad y continuidad de los rasgos que caracterizan a sus discursos durante toda esta etapa:
a) En los discursos de esta fase hay un predominio masivo y desprovisto de ambigüedades, del "nosotros" y sobre todo del "yo" personales; disminuye en la misma medida la utilización del "yo" y el "nosotros" institucionales. Cuando el "nosotros" es empleado asume sistemáticamente la forma de un "nosotros" inclusivo que engloba al enunciador (Perón) y a las "masas trabajadoras" (el pueblo). No tienen ya cabida, en esta etapa, los sospechosos desplazamientos que afectaban a ese "nosotros" inclusivo en el período anterior. Perón ha definido ya sin equívocos a un destinatario (y a un aliado) privilegiado.
b) Cambiarán asimismo las modalidades de interpelación del alocutario: las variadas expresiones utilizadas en los discursos de la etapa precedente (por ejemplo, "compatriotas", "pueblo de la patria", "conciudadanos", "señores", etcétera) se sustituirán, asumiendo un carácter casi proverbial, por la fórmula "compañeros".
c) adoptan de más en más las formas de hablar populares. vocablos propios del lenguaje familiar y Perón recurre abundantemente a metáforas deportivas (por ejemplo, partido de campeonato"), a refranes, a anécdotas, generalmente humorísticas y , en fin, a variadas formas de expresión coloquiales.
d) Hay dimensión específicamente polémica de los discursos con estos rasgos:
i) 1a descalificación de las formas de de discursividad del adversario. (lo que dijo antes de uso coloquial para referirse vulgarmente a la oposición)
ii) Reapropiación de ciertos símbolos levantados por el discurso opositor.P. ej. símbolo democracia. apropiación- rearticulación de determinadas significaciones “positivas” pertenecientes a este último.
iii) Planteo y reafirmación constantes de la oposición entre "oligarcas" y "descamisados''. Este elemento que condensa elementos populares y el anti status quo, es el eje del discurso polémico de Perón, y también de Eva Perón. La oposición en cuestión se va tornando, desde los inicios de la década del 50, cada vez menos frecuente en el discurso peronista, hasta desaparecer por completo.

Su discurso se presentaba de hecho como un discurso de oposición, como el discurso de alguien que se propone romper con el continuismo de la política tradicional. Aquello que Perón lograba con notoria eficacia —descolocar permanentemente al discurso opositor-—¦ era intentado, aunque sin éxito, también por este último con respecto al discurso peronista. En primer lugar, poner de relieve la eficacia de la fórmula peronista. En segundo lugar, hacer efectiva una operación que el propio Perón debía, casi, agradecer a sus adversarios: desplazar la contienda al plano de las figuras personales de los candidatos.Perón, sólo podía tener como resultado hacer resaltar, por contraste, las cualidades individuales de este último: todas aquellas que el propio Perón se empeñaba en valorizar a través de su estrategia discursiva. Colocándose en el terreno mismo en que Perón planteaba el combate, la Unión Democrática se descolocaba a sí misma. Los electores votarían, o bien por la UD, o bien por Perón; nunca votarían especialmente a Tamborini.

En esta segunda etapa el discurso de Perón reúne coherentemente los rasgos populistas qué fueron siempre, o casi siempre, los suyos, articulándose a un proyecto ideológico político que apunta a lo que cabría llamar un "transformismo progresivo" de la sociedad argentina. Las constantes de dicho discurso, y en especial su preocupación por el orden social, permanezcan intactas. En este contexto se sitúa el discurso del 12 de febrero de 1946.

III. Braden o Perón: el discurso de la ideología argentina

Al comienzo la construcción discursiva de un destinatario múltiple, diversificado. Dipola va a abordar los puntos siguientes:
a) Analizar en primer lugar de qué modo, en función de qué dispositivos y mecanismos, el discurso en cuestión constituye e "interpela" a esos destinatarios o lectores implícitos;
b) qué conclusiones teórico-metodológicas podemos extraer de lo anterior, en lo relativo al análisis ideológico de los discursos políticos y
c) En 3er lugar qué podemos inferir acerca del sentido ideológico del discurso del 12 de febrero de 1946 y más generalmente del discurso populista peronista.

EN EL PTO 1: se presenta como dirigido privilegiadamente a* la clase obrera, se empeña en poner de relieve aspectos complementarios: a)la no ecuación entre "clase obrera" y "argentino", lo cual conlleva la valorización positiva del argentino no obrero; b) el hecho de que el discurso está dirigido a los "argentinos de buena fe", y no sólo a los obreros. Presenta diferentes modalidades:
a) Al nivel de los dispositivos interpelativos: a colectivos designados alternativamente como "trabajadores pero al mismo tiempo, se pone cuidado en aclarar que esos sectores no son todo el país, ni sólo ellos serían permeables por principio "a la verdad de nuestra causa". Para ello, basta "con ser argentinos y nada más "argentinos", con ser "hombres de buena voluntad", pero también sectores medios e incluso capitalistas que actúen como "elemento activo de la producción y [contribuyan] al bienestar general".El llamado de Perón es plural: nadie tiene nada que temer si responde positivamente a él, salvo, claro está, la oligarquía y sus partidarios de la UD.
b) Al nivel de recurrencias temáticas: sobresale la exaltación de ciertos símbolos y valores nacionales tradicionales, a los cuales serían positivamente sensibles no sólo los obreros sino el conjunto de los sectores de la sociedad argentina. Valores de democracia y nacionalismo. → la exaltación reiterada de lo (auténticamente) "criollo".
c) Componente "polémico" del discurso: con esta última expresión queremos referirnos a la puesta en escena discursiva de las oposiciones, antagonismos, contradicciones. El discurso de febrero de 1946 está polémicamente construido alrededor de dos ejes de oposición relativamente diferenciado:
i) Oposic oligarquía vs. Pueblo: Procurando en una primera instancia anular la no equivalencia entre ambas contradicciones, el discurso de Perón hace lo necesario para dar primado a la segunda. El antagonismo oligarquía vs. pueblo afirma y reitera la defensa de la clase trabajadora contra la "opresión patronal", contra la "oligarquía".Se trata en suma de la escenificación de un antagonismo entre fuerzas que, aunque marcadas por lo político, son eminentemente sociales e incluye la lucha entre la justicia social y la injusticia social. Se trata de una oposición "interna", en la cual las referencias principales remiten a problemas de carácter nacional: de una oposición "doméstica".
ii) Oposic Braden vs. Perón: ¿Quién es, en el discurso de Perón, el señor Braden? Sin duda, un individuo repudiable, una suerte de síntesis de todos los vicios y maldades: Se trata de un individuo dotado de poder y hasta de un cierto talento maquiavélico y jefe verdadero de la Unión Democrática"; es quien "subordina a la prensa y a todos los medios de expresión del pensamiento”. Perón habla siempre en su propio nombre, "sin ostentación ni gritos" y sólo puede defender su candidatura mostrando su trayectoria personal y sus ideas; Braden se mueve esencial si no exclusivamente en virtud de su naturaleza perversa y con vistas a sus intereses y ambiciones personales. Cuenta, en cambio con el apoyo de la oligarquía y sus representantes políticos (la UD) ... así como Perón cuenta con el apoyo del pueblo. Ahí la doble ecuación que plantea el discurso:
1) Unión Democrática = oligarquía. = BRADEN
2) Clase trabajadora y argentinos "honestos" = pueblo == PERÓN

O, dicho de otro modo, que lo ideológico, en tanto huella de las condiciones sociales de producción y/o de recepción de un discurso, debe ser buscado en todas partes, es decir, en cualquiera de los niveles.
Se articulan en el discurso sus huellas ideológicas.Ya hizo referencia a los tres registros (estructura interpelativa, recurrencias "temáticas" y planteamiento de los antagonismos básicos), en los cuales esas huellas —o al menos las principales— se manifiestan.
a) huellas" que remiten a interpelaciones converge hacia la definición- constitución de un sujeto político que, pese a estar privilegiadamente marcado por el componente "clase obrera", excede y por lo mismo engloba a esta última. última. Con otras palabras, dicho sujeto político no es sólo la clase proletaria: es (obviamente) el "pueblo". El planteo del antagonismo principal: la constitución del sujeto pueblo es indisociable de la definición de su enemigo histórico. En particular, la primera parte del discurso está dedicada a caracterizar a ese enemigo y a precisar la naturaleza del antagonismo en cuestión. En cuanto a la naturaleza del antagonismo es, por así decir, doble: se trata, por un lado, de una contradicción social que enfrenta a los desheredados, los humildes, los productores contra quienes los oprimen y explotan; pero se trata también de una contradicción entre lo nacional y lo antinacional.
b) El discurso que comentamos, en los tres registros antes distinguidos, toma cuidado de recapturar la virulencia potencial del dispositivo descrito en 1. insertándose en el interior de ciertos límites perfectamente definidos. Así, en primer lugar, la reivindicación del pueblo va apareada con la reiterada afirmación del necesario papel regulador del estado; en segundo lugar, el planteamiento del antagonismo principal conlleva la reducción de dicho antagonismo a la oposición entre dos jefes: Perón, jefe máximo del movimiento popular, y Braden. El segundo mecanismo refuerza al primero: Promoción, pues, de lo popular, enfrentamiento a la oligarquía, socialmente injusta y políticamente no soberana encuadrado en una lógica según la cual el poder estatal, con su legítimo e indispensable papel regulador, con su derecho jurídicamente establecido y políticamente indiscutible de asumir y representar la soberanía nacional y con su papel, no menos indiscutible, de garante de la paz y del orden, constituye el horizonte absoluto en el cual deben encuadrarse las demandas populares y las reivindicaciones y valores nacionales.

si el punto a) refiere a la dimensión "nacional-popular" inscrita, sin lugar a dudas, en el discurso del 12 de febrero, el punto b) manifiesta por su parte la dimensión "nacional-estatal" de dicho discurso, planteando a esta última como el insuperable límite de la primera.

PORTANTIERO - ECONOMÍA Y POLÍTICA EN LA CRISIS ARGENTINA 1958-1973

I. El “empate” argentino

La única carencia del orden político en Arg: La certeza sobre la incapacidad que muestran las clases dominantes para construir alguna forma de dominación legítima sobre una sociedad progresiva y dramáticamente desintegrada en círculos. → Durante las dos últimas décadas en el país, como motivados por la lógica de un empate entre fuerzas alternativamente capaces de vetar los proyectos de las otras, pero sin recursos suficientes como para imponer de manera perdurable los propios. Esta situación de “empate hegemónico” dio lugar a la presencia de un Estado progresivamente aislado de la sociedad. Va más allá de lo cultural→La inestabilidad Crónica de Argentina, su condición de sociedad ingobernable, sólo podrá ser entendida con complejas relaciones económicas, sociales y políticas estructuradas a fines de los 50’s.

El derrocamiento de Perón en 1955 es el cierre de un ciclo histórico. En lo político se rompe la alianza de intereses de las FFAA, el Sindicalismo y las corporaciones que representaban al capitalismo nacional. Esta alianza manifiesta contradicciones entre sí y por ende el bloque populista entra en descomposición. A partir de su caída ninguna experiencia gubernamental logró satisfacer los requisitos mínimos necesarios para sostener un orden estable. Faltó una ecuación política capaz de articular la sociedad con el Estado.

Frondizi (electo 1958, derrocado en 1962) complejiza las contradicciones entre clases y sus fracciones. Los rasgos de “empate” se agudizan. El periodo anterior (de 1955 a 1958) fue de transición: un intento provisional y defensivo de las clases dominantes de poner orden. Recuperarse, en especial la clase agraria, del nacionalismo y de desarmar el sindicalismo. Sueño de volver al pre-peronismo. Desintegró los mecanismos político-sociales que el nacionalismo popular estableció y desarticuló la participación política de los sindicatos como interlocutores de elaboración de proyectos sociales. Entre 1955 y 1958 se ponen las bases para el proyecto que Frondizi impulsará: La sustitución de trabajo por capital en el desarrollo industrial. Un desarrollismo que consumará en lo económico. Estimula ingreso masivo extrajero en la industria y por ende, los problemas se expresarán en lo político en lo que Portantiero denominará una crisis de hegemonía: Incapacidad de un sector que deviene predominante en la economía para proyectar sobre la sociedad un orden político que lo exprese legítimamente y lo reproduzca. La irrupción de una fracción que pasa a controlar núcleos de la economía altera el interior de la burguesía y redefine las relaciones globales de las bases dominantes y dominadas. Este desplazamiento también planteaba nuevas características de la evolución del ciclo económico, lo que complicó más el alineamiento.El “empate” político entre los distintos grupos se articularía en una situación de poder económico compartido que se desplaza a la burguesía agraria pampeana (proveedora de divisas y por lo tanto dueña de la situación en los momentos de crisis externa) y a la burguesía industrial, volcada al mercado int+erior. Según cual sea el momento del ciclo dependerá de las alianzas que tiendan a establecerse.

ciclo: devaluación → aumento de precios industriales y del salario real → hasta que la burguesía agraria precipita la crisis de balanza de pagos → devaluación. recomienza el ciclo.

La presencia de características erráticas proviene de cuando post 1930 Argentina pierde su condición de "partner'; privilegiado de Gran Bretaña. Parece quebrarse este ciclo únicamente en 2 WW, primera postguerra y en los años 1964-1970 con la Revolución Argentina. Esta forma de acumulación explica la imposibilidad hegemónica, dadas las recurrentes dificultades que enfrentan para elaborar una coalición estable las capas más concentradas de las burguesías urbana y rural. Distintas fracciones buscan dar un vuelco a la situación, tratando de montar un modelo de acumulación alternativo: son intentos de ruptura del "empate" que pretenden modernizar la estructura del capitalismo. Dos ejemplos: Vasena y durante el gobierno de Perón con Gelbard. Ambos fracasaron. Esos intentos hegemónicos de distinto signo resultaron, finalmente, quebrados. Una y otra vez el Estado fue desbordado por la Sociedad y la posibilidad de un Orden Político, cancelada nuevamente. En la Rev Argentina (1966-1973) se puso en marcha el experimento más coherente y en las mejores condiciones de factibilidad desplegado por la fracción dominante en la economía para superar el "empate" a su favor y transformar su predominio en hegemonía. Pese a que, en líneas generales, las condiciones económicas, nacionales e internacionales, trabajaban a su favor, el proyecto no pudo superar los obstáculos que se le interpusieron por las características del sistema político.

No caben dudas que el "empate" político en Argentina está articulado con el empate social y en ese sentido resultan insustituibles los análisis de las causas estructurales de esa capacidad de bloqueo diseminada en la sociedad que provoca, desde hace tanto tiempo, un efecto melancólico sobre el Poder. Pero lo que interesa especificar es el modo con que ese complejo proceso se expresa en el nivel mismo de las fuerzas sociales que actúan en el Sistema Político: esto es, cómo esa Restructuración entre Sociedad Civil y Estado influye sobre los comportamientos de los distintos actores:
● FFAA: tensionadas permanentemente entre el nacionalismo y el liberalismo, nunca despojadas del todo de los sueños populistas que en los cuarenta elevaron al coronel Perón. A la vez ejes sociales de una coalición con la burguesía industrial.
● Part. Políticos: inconsistentes como ordenadores potenciales de la hegemonía, pero aptos para representar el "sentido común" de las capas medias, tanto urbanas como rurales.
● Organizaciones corporativas empresarias y le tecnocracia: no siempre exitosos, sin embargo, en hallar las vías para vehiculizar coaliciones estables con otros factores de poder y, a partir de allí, reconstruir a un Estado desde hace tanto tiempo superado por las presiones cruzadas que vienen desde la sociedad.

II. Los preludios del Cambio

Entre 1962 y 1963 recesión y crisis de balanza de pagos. Llevó al derrocamiento de Frondizi, encendiendo los fuegos del más virulento antiperonismo. Entre 1955 y 1956 el desarrollismo propone la resurrección de la “Revolución libertadora” que había desalojado a Perón del poder. Pero la sociedad argentina había empezado a cambiar y había consolidado ciertos puntos de no retorno en la estructura de la economía y de la sociedad argentinas. Durante ese periodo se consolidaron las bases para la consolidación en la esfera de la producción de un nuevo actor social, el capital extranjero radicado en la industria, quién logrará reestructurar a su favor las relaciones de predominio, donde la burguesía industrial local deberá amoldarse a sus decisiones y la tradicionalmente poderosa burguesía pampeana será desplazada de su posición de liderazgo, aunque sin perder su capacidad de presión, poderosa sobre todo en los momentos de crisis.

Al impulso de una ola de inversiones extranjeras directas en industrias y servicios, la estructura urbana productiva se internacionalizó y oligopolizó, modificando rápidamente las relaciones de fuerza en la sociedad. 1958, fecha de la promulgación de la ley de inversiones extranjeras presentada por Frondizi → mejora de industrias químicas, petroquímicas y derivados del petróleo, material de transporte, metalurgia y maquinarias eléctricas y no eléctricas con capital extranjero norteamericano. Contribuyó a remodelar la economía nacional a través del negocio de las exportaciones agropecuarias, de la presencia subordinada de una industria local productora de bienes de consumo no durable y de un Estado empresario que controlaba buena parte de los servicios, como herencia de la administración peronista. Pero lo que más interesa a Portantiero es la modificación generada en el perfil social y regional de las relaciones de fuerza, junto con el estímulo que significaron para la emergencia de nuevos grupos alrededor de las esferas de poder y para la modificación de comportamientos en algunos estratos tradicionales.
Destaquemos algunos elementos nuevos implantados durante el "desarrollismo"como datos estructurales.
1. Primero, la concentración de las inversiones (y por lo tanto de las nuevas industrias) en la Capital Federal y su periferia. Córdoba sufrió más el cambio.
2. Segundo, las variaciones en la distribución del ingreso que beneficiaron sobre todo a los sectores medio y medio-superior, en detrimento de los tramos inferiores, pero también de los superiores.
3. Tercero, la mayor heterogeneización de la clase dominante, manifestada en lo que ha sido calificado como proceso de "diversificación del liderazgo empresario”, que complejizó notablemente la trama de acuerdo-oposición de intereses en el interior de la burguesía, tanto urbana como rural.
4. Cuarto, las modificaciones operadas, en una primera etapa, en la composición interna de la fuerza de trabajo a través de diferenciaciones salariales nítidas a favor de los trabajadores de las ramas dinámicas.

Esta modernización no evitó la reaparición de la crisis externa en 1962. Derrocado Frondizi en marzo de 1962, un representante de la burguesía agraria tradicional, Federico Pinedo, ocupó el ministerio de Economía y usó al liberalismo económico para planes antirecesivos. Pero los cambios económicos y sociales eran muchos. Se entra en un periodo de casi dos años de crisis política constante, que sólo se zanja por vía militar: por primera vez en la Argentina moderna, llegan a producirse enfrentamientos armados violentos entre fracciones del Ejército y de la Marina. Finalmente se convoca a elecciones, aunque con la proscripción del peronismo, y a fines de 1963 asume el gobierno Arturo Illia. Entre 1958 y 1962 hubo un gobierno provisional de José María Guido que sucedió a Frondizi. si de la experiencia de Frondizi surge una Argentina remodelada, de la crisis posterior a su derrocamiento, desatada por quienes se le oponían desde la nostalgia por el pasado, madurarán protagonistas que intentarán una modificación sustantiva de las relaciones de fuerza políticas e ideológicas vigentes hasta entonces. En este nivel opera lo que podríamos llamar la "burguesía internacionalizada" que se irá transformando con progresivo intento por proyectar ese predominio económico en hegemonía política.

El impulso modernizante del desarrollismo comenzó a mover a una capa tecnoburocrática directamente ligada con los nuevos procesos de acumulación capitalista en todas sus esferas; intelligentsia. esta capa tecnocrática (a la que llamaremos el nuevo "Establishment") comenzará ya en época de Guido a proyectarse hacia la función pública, desplazando a los viejos políticos y abogados ligados con otras formas de acumulación (y de representación) que pasaban a ser subordinadas. Expansión cientificista. Este movimiento hacia la modernización política, que envolvía como principal derrotado al sistema tradicional de partidos, involucró el ascenso de otra fuerza social, arrinconada desde el derrocamiento de Perón en 1955: la Burocracia Sindical. En 1961 Frondizi devolvió a los sindicatos el control de la Confederación General del Trabajo, intervenida por el Estado desde hacía seis años. Este acto del desarrollismo habría de permitir que en los ásperos conflictos desencadenados durante el gobierno provisional de Guido, las organizaciones gremiales reaparecieron como grupos de presión: son esos los años en que comenzará a gestarse en el interior del sindicalismo peronista la corriente llamada "vandorista" (por Vandor, líder del gremio metalúrgico) dispuesto a autonomizarse de las indicaciones tácticas que Perón disponía desde su exilio y a construir un embrión de proyecto político-gremial de estilo "laborista", capacitado para negociar directamente (esto es, sin la mediación de Perón) con los otros factores de poder. Esto coloca a las organizaciones corporativas empresariales como articuladoras de proyectos de mayor alcance en búsqueda de intereses económicos directos. Es alrededor de ellas que se nuclea la tecnoburocracia, como asesora y redactora de programas tendientes a la constitución de alianzas con otras fuerzas sociales.

A estos actores —"Establishment", Burocracia Sindical, Organizaciones Empresarias— debe sumarse la modificación operada en el comportamiento de las Fuerzas Armadas. Esta modificación no se produjo sin conflictos: hubo enfrentamientos militares en 1962 y 63 y se derrotaron las direcciones militares que representaban la ilusión del retorno a una situación como la de 1943. Habían sido esos oficiales los que finalmente decidieron el derrocamiento de Frondizi y los que impulsaron, en la primera etapa del gobierno de Guido, las políticas favorables a la burguesía agraria. Pero esa orientación de los militares —fuerte sobre todo en la Marina— comenzó a ser cuestionada. Tras dos choques sangrientos, otra generación se consolidó en el liderazgo de las Fuerzas Armadas. Puso al Gral. Onganía como su primer líder que creía que las Fuerzas Armadas debían ajustar su comportamiento a esa flamante complejidad post-desarrollismo.

Por las presiones, el Gobierno de Guido no pudo llegar a ser sino un híbrido, pero, a la vez, implicó una primera puesta a prueba de las articulaciones políticas necesarias para la realización de un nuevo equilibrio de fuerzas acorde con los cambios que se estaban produciendo en la sociedad. Al fin de su gobierno se demostró que la nueva fórmula de poder no estaba madura aún: de tal modo los Partidos Políticos —que aparecían como los principales derrotados históricos de ese proceso de modernización capitalista— retomarían, por vía del más tradicional de todos ellos, el control del gobierno con apenas un 25% de los votos del electorado.-->Asume Illia de la UCR. Illia y los viejos políticos duraría menos de tres años. Es que habían sido triunfadores ocasionales, que ocupaban un vacío temporario dice Portantiero.

Illia quiso recrear un modelo de gobierno tradicional, respetuoso hasta el fin de las pautas de la democracia liberal, construido sobre la imagen republicana anterior a los años 30. Fue pacífico: gobernó sin Estado de Sitio y sin presos políticos; garantizó las libertades básicas y hasta pudo tener arrestos de dignidad nacional en sus relaciones con los Estados Unidos. Su modelo era Hipólito Yrigoyen, pero se confundió al creer que la Argentina que él gobernaba y el mundo en el que ella estaba incluida, eran los de la década del veinte.

Superada la crisis económica de los años 62/63, la economía argentina entra en un ciclo largo de recuperación. coyuntura internacional que iba a favorecer los precios de los productos argentinos en el mercado mundial y que eliminaría, por un largo período, el déficit en la balanza comercial.la salida de la crisis del 62 y el 63 señalaría también pautas diferenciales, que enmarcarán al modelo político que intenta la "Revolución argentina". Desde 1964 hacia adelante (nítidamente hasta 1971) el proceso económico de Argentina se caracteriza por:
1. Crecimiento ininterrumpido del PBI, sin ningún año de recesión;
2. Crecimiento sostenido del producto industrial;
3. Aumento de la capacidad del sector industrial para ocupar mano de obra;
4. Participación de las grandes empresas de las ramas vegetativas (nacionales o extranjeras) y de las medianas empresas de las ramas dinámicas (nacionales o extranjeras) junto con las grandes empresas extranjeras de las ramas dinámicas, en los mayores crecimientos del monto de ventas;
5. Atenuación de los ciclos originados en el sector externo, lo que permitió superar, sin graves consecuencias, las "minirecesiones" de 1966-67 y 1971-72;
6. Estabilidad en los patrones de distribución del ingreso y progresiva atenuación de las diferenciaciones internas dentro de los asalariados, luego del brusco ascenso de los índices de dispersión en la primer etapa de instalación masiva del capital extranjero en la industria ;
7. Descenso del nivel de desocupación.

El gobierno de Illia no frena esas tendencias, pero tampoco las impulsa. A sus espaldas se está produciendo la consolidación de una nueva realidad en la economía y en la sociedad. La incapacidad de Illia para responder a las exigencias del sistema económico provocará su prolija caída el 28 de junio de 1966. El derrocamiento del radicalismo, el más antiguo partido político de la Argentina, arrastraba tras sí, simbólicamente, a la totalidad del sistema de representación en el que estaba incluido.No estaba en la capacidad del viejo sistema de partidos asumir esas tareas: es a ese cuello de botella político que el golpe de junio intentará poner fin.

El tiempo de la euforia: Onganía-Krieger Vasena

Desalojar a Illia no implicaba desactivar un riesgo grave de "izquierdismo" o "populismo": el objetivo del movimiento debía ser la modernización del país, la grandeza de la Nación, la elaboración de un "modelo argentino" destinado a reemplazar al caduco proyecto puesto en marcha a fines del siglo XIX. Se los llamó la Junta Revolucionaria al Pueblo Argentino". Las Fuerzas Armadas no podían contar con el viejo sistema de partidos. Parecía en cambio posible edificar las bases de un nuevo modelo político a través de la incorporación cuya cadencia debía ser decidida por una conducción centralizada y autoritaria, de otros actores, precisamente aquellos cuya presencia era el resultado del proceso de modernización capitalista operado desde 1959. Tal como el vencido Illia, portavoz del sistema de partidos, tampoco Ongania pudo —aunque por razones opuestas— "sintetizar" al nuevo país, reconstruir la hegemonía. Y el fracaso no fue ,de ningún modo, resultado de causas inmediatamente económicas.

Era pedirle al Estado que con sus propios recursos solucione los pedidos de la sociedad: estaba más allá de sus capacidades. Expuesto a las demandas alternativas de las distintas coaliciones de fuerzas sociales,ese Estado es demasiado vulnerable, pese a la imagen en contrario que podrían proponer las recurrentes caídas en el autoritarismo. el aparato estatal no posee una capa de funcionarios autónomos, de "policy-makers", capaz de proponer metas y ejectuar proyectos, de controlar efectivamente a la sociedad, de fundar un Orden Político. Esta nula tradición de Estado fuerte no pudo ser revertida por Ongania pese al celo "reglamentarista".la fórmula de poder que intentó establecer la "Revolución argentina" se fue desvaneciendo frente al vigor que siguieron demostrando, como articuladores de intereses sociales. En 1973, tras tres años a la defensiva, los militares que en 1966 habían proclamado la refundación del Estado como objetivo primordial, debieron ceder el gobierno al peronismo triunfante en las urnas.Durante su paso por el poder no sólo no habían resuelto sino que habían agravado la crisis hegemónica: es en 1969 que se desata el "cordobazo". Por fin, será Perón, el proscripto por veinte años, quien retornará triunfalmente acompañado por los sindicatos, los partidos políticos, la juventud radicalizada, la tecnoburocracia nacionalista y las organizaciones corporativas del capitalismo nacional, frente a un Ejército desalentado, al "Establishment" en derrota y al capitalismo trans nacional ausente de la coalición en el poder.

Los ideólogos de la "Revolución argentina" intentaron esquematizar sus objetivos a través de una dialéctica de "tres tiempos" sucesivos: el "tiempo económico", el "tiempo social" y el "tiempo político". Esto se traduce en dos etapas: una primera, de Acumulación (de riqueza y poder) que supone el sostén del autoritarismo militar a la reestructuración económica operada en favor de los sectores modernos del capitalismo y una segunda, de Distribución, en la cual, diferencialmente, se abrirían las compuertas para la repartición de la Riqueza acumulada y se regularían formas controladas de apertura en el sistema de Poder. Buscaba consolidarse en la Argentina era una oligarquía político-militar-empresaria, empeñada en asegurar el proceso de industrialización a través de grandes inversiones en la infraestructura y dispuesto a contener, por lo tanto, las prematuras presiones de los sectores populares. La totalidad del período 1966-1973 puede ser nítidamente fragmentada en tres etapas, aunque ellas distinguen mucho de la tripartición ideal propuesta por los militares en su hora de gloria. Ellas serían:
1. 1966-1970: intento de estabilizar una modificación en el modelo de acumulación, en la relación de fuerzas sociales básicas y en el modelo político;
2. 1970-1971: intento de formular un modelo con mayor participación del capitalismo nacional, pero bajo los mismos moldes autoritarios;
3. 1971-1973: intento de "salida" para la situación, mediante la congelación de la iniciativa estatal sobre la economía y la pretensión de controlar el futuro modelo político.

Rev Argentina arranca con una ofensiva hegemónica con el ingreso a fines de 1966, de Adalbert Krieger Vasena, como representante del "establishment" tecnoburocrático y de la gran burguesía urbana, en el ministerio de Economía. Entre 1969 y 1970, el predominio del capital monopolista industrial se transforma en hegemonía dentro del bloque dominante y el capital nacional y la burguesía agraria debieron subordinarse a él.

DENTRO: FFAA, el Gran capital y el Establishment y POR FUERA a Part. Políticos y organizaciones corporativas del capitalismo nacional. En una zona intermedia, la burocracia Sindical era alternativamente golpeada y tentada a la participación con condiciones.

Los Partidos Políticos, como categoría institucional, suponen la vigencia de un sistema particular de toma de decisiones.Necesitan de parlamento y de consulta electoral periódica para su funcionamiento. Ambos elementos conforman el único espacio donde confluyen múltiples intereses particularistas: las clases y fracciones de clase económicamente subordinadas pueden llegar a predominar políticamente. Tb incluye al gran capital, pero la condición de su presencia es la del compromiso permanente e intereses universalistas.En cambio un proyecto hegemónico no pasa por ese escenario propio del capitalismo competitivo: se desplaza hacia otros centros de decisión: la tecnoburocracia estatal, las Fuerzas Armadas, aún la burocracia sindical, con la que está relacionada á través de la negociación económica. La crisis de las instituciones parlamentarias y del sistema de representación de intereses por los partidos lleva a la nueva lógica y fase de acumulación de capital y buscó subordinar a ese mercado político desajustado con respecto al mercado económico.

Estas características socio-culturales que apuntalan el hoy desfalleciente pero no muerto pluralismo de la sociedad argentina —y que impidieron a las fracciones superiores de las clases dominantes construir una derecha política moderna—obligan a un arrasamiento de la
representación partidaria cada vez que la fracción predominante en la economía busca estructurar un orden hegemónico, reemplazándola por la emergencia de las Fuerzas Armadas, como eje posible de una nueva coalición. Expresivos de una zona intermedia en las relaciones de fuerza, los partidos políticos aparecen como una institución ejemplar del "empate": incapacitados como ordenadores de ninguna hegemonía estable, son instrumentos eficaces para bloquear la posibilidad de salidas alternativas.

La disolución de todos los partidos políticos crea, sin embargo, un hecho inédito: por primera vez desde 1955 el peronismo sale de su aislamiento, al compartir con el resto la situación de exclusión. Con una ventaja diferencial: al no ser desarticulados los sindicatos, mantenía un canal de expresión del que carecían los demás partidos.

En 1967 Krieger Vasena anunciaba la nueva política. Lo que buscan las autoridades del país es evitar la transferencia de ingresos en gran escala de unos sectores a otros. Dentro de cada sector se desea premiar a los más eficientes y que este premio sea el resultado de su propio esfuerzo. Supone la la eliminación de lo periférico, de lo "artificial".En tanto el ciclo industrializante posterior a la crisis de 1930 permitió la coexistencia de distintas fracciones de la clase dominante, el nuevo modelo supone, en cambio, tensiones y rupturas graves en el interior de los sectores propietarios. Al interior de la burguesía la "racionalización" de Krieger Vasena implicó una transferencia en la distribución de la plusvalía en perjuicio de los sectores medianos y pequeños del capitalismo urbano así como de los propietarios de tierras de la zona pampeana, proceso al que se superpuso un corte regional caracterizado por un flujo permanente de ingresos en favor del Litoral y en detrimento del Interior.El plan organiza, por lo tanto, una carrera contra el tiempo y su éxito su fracaso dependen de la fortaleza del Estado para controlar la velocidad del movimiento de dos factores: el rechazo al proyecto por los perjudicados y la recolección de los frutos implícitos en sus metas desarrollistas, para permitir los necesarios reajustes consensuales. En la Argentina, el primer factor desbordó la capacidad de contención del Estado, obligando, desdé mediados de 1969, a un repliegue del proyecto hegemónico. la "Revolución argentina", de ningún modo puede decirse que el detonante haya sido la irrupción del "elemento económico inmediato". Muestra éxito en el cumplimiento de las metas del plano hasta 1971 (aumento del PBI, del PBN, etc) Lo que los años 69 y 70 marcan es algo más profundo: la emergencia de la emergencia de una crisis social, cultural y política, una verdadera crisis orgánica, por medio de la cual la sociedad avanzaba sobre un Estado que, pese a su autoritarismo (o porque sólo se sostenía sobre el autoritarismo) iba a ser nuevamente desbordado.
El principal fracaso del plan Krieger Vasena consistió en que la élite militar y política encabezada por Onganía no pudo superar la crónica crisis estatal argentina.En tres años había logrado poner cierta distancia con la sociedad, librarse del metralleo de las presiones cruzadas colocándose al servicio del proyecto hegemónico de una fracción, la más moderna, del capitalismo, pero ese aislamiento no sirvió para incrementar su poder relativo: no distinguió al Estado como un interlocutor dotado de peso propio para intervenir en la ordenación de la fragmentada sociedad civil. La inexistencia de tradición estatal no pudo ser revertida. la única alternativa al desorden económico es la continuidad del plan.Esta decisión es la que el Estado no pudo implementar en la Argentina: la crisis social y política arrastrará a su caída al autoritarismo militar de Onganía y planteará la recreación de las condiciones del "empate". Su objetivo declarado era poner en marcha un programa antiinflacionario—requisito básico para el cálculo económico racional de las grandes empresas—, pero que a diferencia de ensayos anteriores fuera expansivo y no recesivo, a partir de una firme política de ingresos manejada por el Estado. Mecanismos:
1. En primer lugar, no se trasladan a la gran burguesía agraria exportadora los beneficios de la devaluación del peso dispuesta sino al Estado, mediante una retención a las exportaciones del mismo monto que la devaluación.
2. El Estado implementa políticas públicas tendientes a la realización de obras de infraestructura y aplica una política crediticia expansiva. De esta política estatal de compras y de esta orientación de los préstamos sacaban provecho directo las empresas más eficientes, esto es, las pertenecientes a la gran burguesía urbana, extranjera o nacional. Este impuesto agrario permitía incrementar los índices de ocupación de la mano de obra y, además, hacía que el descenso del salario real —pese a congelarse los salarios nominales— fuera sólo moderado.

premiando "a los más eficientes" y castigando al resto.La situación de empate debía generar tensiones sociales entre quienes resultaban perjudicados, absoluta o relativamente, por su aplicación. Sólo un Estado fuerte en relación con la sociedad podría garantizar que esas demandas, prematuras en función de los tiempos del proyecto, no se volvieran incontrolables.

Los perjudicados:
● Burg agraria. → El "castigo" inicial, implícito en los impuestos a la exportación que le cortaban la apropiación del incremento de sus ingresos generado por la devaluación del peso, intentó pronto ser llevado más a fondo mediante la instrumentación de un impuesto a la renta potencial de la tierra tendiente a llevar los criterios de "eficiencia" también a la producción agropecuaria. Este intento de quebrar el frente agrario con el objeto de recomponer una alianza entre las fracciones más modernas del capitalismo urbano y rural, terminó en un fracaso.
● Asalariados en tensión → El proceso de concentración que ese tipo de desarrollo genera en nombre de la eficiencia, lleva al derrumbe de la pequeña y mediana empresa y a acentuar los seculares desequilibrios regionales. La racionalización del funcionamiento del Estado como organización burocrática, por su parte, acarrea un proceso de deterioro de los asalariados que dependen de sus engranajes. más perjudicados por los intentos de superexplotación al interior de las plantas que por el deterioro de sus salarios reales)
● y el descontento generalizado de las capas medias expropiadas políticamente por el autoritarismo estatal, crearon una acumulación de fuerzas opositoras tan poderosa, abrieron una crisis social tan honda, que precipitó la fractura del monolitismo militar. A partir de esta grieta apuró sus pasos la Burocracia Sindical y, luego, el sistema de partidos.

La complejidad de la sociedad civil, medida por el grado de organización de los intereses particulares, por su capacidad de presión en todos los niveles de las relaciones sociales, por la permeabilidad para la recomposición permanente de coaliciones entre los distintos actores, generó la acumulación de puntos de ruptura de origen diverso. Los reclamos del capital pequeño y mediano y de la burguesía agraria; las explosiones regionales que abarcaban zonas de desigual desarrollo económico, político y social. La crisis puso a flor de piel las antiguas contradicciones en el interior de las Fuerzas Armadas. Finalmente, fue en el Ejército donde nació el nacional-populismo argentino y esa matriz no desaparecerá nunca del todo.

Cuando en 1966, convencidas del fracaso de los partidos políticos para superar la crisis de hegemonía, las Fuerzas Armadas deciden ocupar el poder para poner en marcha un proyecto de "grandeza nacional" en sociedad con el "establishment" que representaba al gran capital monopolista, traducen esa coalición en términos de "doctrina militar".La consolidación nacionalista y distribucionista del proceso de industrialización por substitución de importaciones que tiene lugar durante la década peronista, también en la necesidad de control nacional sobre el sistema de decisiones. Esto llevaba a reforzar los roles del Estado y a concebir la política económica como política de protección de la economía nacional como un todo.Para las FFAA no implica solamente crecimiento económico sino también control estatal sobre las decisiones básicas de inversión. En los años 60’ esa doctrina cambia. A partir de las teorías norteamericanas sobre la contrainsurgencia, la conexión entre Seguridad y Desarrollo pasa a ser la nueva clase estratégica. El enemigo se ha "interiorizado"; el enfrentamiento básico tiene lugar dentro de las fronteras.La función principal de las Fuerzas Armadas es garantizar la Seguridad. Apoyan al crecimiento industrial porque éste es un respaldo de la seguridad— el principio del control nacional sobre las decisiones económicas pasa a segundo plano: no importa quien dirija el desarrollo; lo decisivo es que las estructuras de la nación se modernicen. Estos cambios coinciden con el proceso de consolidación monopolista en las ramas más dinámicas de la industria. Entonces FFAA coinciden con el Establishment en tanto si no se plantea la alternativa de que sea el Estado quien tome en sus manos los centros principales de acumulación, la empresa desarrollista deberá recaer forzosamente en los sectores privados más concentrados, los únicos que tienen capacidad para dinamizar un proyecto económico expansivo y eficiente.Este esquema funcionó, con tensiones mínimas, durante los primeros
tres años de la "Revolución argentina''.

Pero la marea de presiones cristalizada en los años 69 y 70 actualizó los dilemas tradicionales sobre la orientación política que las Fuerzas Armadas deberían asumir, introdujo la deliberación y desorganizó la pasiva adhesión de sus cuadros al proyecto que asociaba a las instituciones armadas con el "establishment”. En cambio, los nuevos costos derivados de una movilización social creciente, simultánea y de variado origen estaban más allá de las lealtades estatales del Ejército. El tema de la Segundad pasaría a ser prioritario, para conjugarse a partir de entonces con modelos políticos de salidas institucionales, más que con modelos económicos de acumulación.La grieta que la crisis abre en las Fuerzas Armadas desnudará al estado y hará crecer los poderes de la sociedad civil, reabriendo la crisis de representación.

En 1966 al ser derrocado Illia, la Burocracia sindical no ocultó su entusiasmo. Las fracciones del sindicalismo habían tenido participación en conversaciones con militares, previas al golpe de Estado. La primera ofensiva descargada contra los asalariados tendió a desmantelar drásticamente las zonas de "ineficiencia" del sistema económico: puertos, ferrocarriles, industria azucarera tucumana. En un principio la Burocracia Sindical trató de mantener lazos de negociación, especulando con la posibilidad de ganar para su causa a oficiales nacionalistas del Ejército, pero poco a poco debió endurecer su posición. En 1967 la CGT se rinde frente al gobierno y levanta una huelga general de 48hs. Como consecuencia, Vasena liquida por dos años las convenciones colectivas de trabajo, estableciendo que durante ese período será el Estado quien fijará los ingresos de los asalariados. Con ello, la Burocracia Sindical pierde así toda influencia sobre el mercado de trabajo, viéndose compelida a ocuparse solamente de cuestiones mutuales o asistenciales. A partir de ese momento y hasta la crisis social y política de 1969-70 la Burocracia Sindical, doblegada por el Poder, se repliega.

En un segundo momento, una vez que las líneas maestras del plan están consolidadas y que la Burocracia Sindical ha sido sometida políticamente, la orientación del Estado no consiste necesariamente en procurar su desaparición sino su subordinación al plan del capital, como un mecanismo consensual importante, más aún que los partidos políticos. Sólo el debilitamiento del Estado, posterior a la crisis;la ruptura de la coalición entre "establishment" y Fuerzas Armadas y la rehabilitación de los partidos políticos y las organizaciones representativas de los empresarios nacionales,la alentará nuevamente a emprender la ofensiva.

Lucha en dos frentes que asumirá dos formas:
1. La primera coagulará en la constitución por parte de un número importante de gremios que se rebelan contra la conducción nacional de una CGT "paralela” llamada de Los Argentinos y volcada ideológicamente a un socialcristianismo radicalizado. Expresaba el descontento de aquellos sectores de la fuerza de trabajo empleados en las ramas o zonas que el plan económico calificaba como ineficiente (ferrocarriles, del estado, obreros de regiones críticas como tucumán, etc) que el impulso modernizante buscaba redimensionar o hacer desaparecer. Se trataba de gremios pequeños, ligados a los servicios o a formas arcaicas de producción, pero de gran capacidad —por el mensaje ideológico que transmitían— para movilizar a otras capas: estudiantes, intelectuales, sectores radicalizados de la iglesia.
2. La segunda implicará más un alzamiento de bases que de direcciones sindicales que llevará el nombre de "clasismo", en que crecerá la influencia del socialismo marxista por pequeños grupos de izquierda. Era lo opuesto. Sus protagonistas eran los trabajadores de las industrias "de punta” y su centro era Córdoba, la ciudad que más bruscamente vivió el impacto de la modernización. El eje de sus reclamos no era el salario ni la ocupación: el "clasismo" venía a incorporar al debate sindical argentino, desde la democracia directa con que relacionaba a dirigentes y bases, reivindicaciones "cualitativas" que la centralizada Burocracia Sindical era incapaz de asumir. Sus reclamos tenían que ver con la "condición obrera" en general y sobre el control que los trabajadores deben ejercer en relación con la actividad productiva en las grandes empresas: determinación de los ritmos de producción, de los tiempos y de los sistemas de "job evaluation", del ambiente de trabajo, de las condiciones de salubridad. Era una lucha contra el autoritarismo en la fábrica, que naturalmente se vinculaba con la lucha contra el autoritarismo en la sociedad. Problemas nuevos que acompañaban al modelo de desarrollo monopolista.

Ambas rebeliones se ligaban con la impotencia de la Burocracia Sindical —por su sometimiento frente al Estado, pero también por su insuficiencia estratégica— para canalizar la protesta obrera frente a las principales contradicciones que el modelo de acumulación generaba en los asalariados. Frente a las modificaciones de la condición obrera que, en los dos extremos, el arcaico y el moderno, generaba el nuevo patrón de acumulación, la Burocracia Sindical no tenía respuesta. Se quedaba en una franja intermedia del desarrollo industrial y del sentido obrero que acompañaba. En esa franja su representatividad resultaba incuestionable y a partir de ese consenso —y con el apoyo estatal— había logrado forjar un gran poder económico y político, que realimentaba su poder social. Posterior al derrocamiento del nacionalismo popular en 1955; Desde entonces la Burocracia Sindical debió asumir dos papeles: el clásico, de negociadora de las condiciones de venta de la fuerza de trabajo y otro, "sui generis", determinado por la proscripción del peronismo, que transformó a los sindicatos en los voceros institucionales de la identidad política de la clase trabajadora. Su estrategia fue coparticipar del poder y la búsqueda de coaliciones con otras fuerzas sociales. El objetivo político de la Burocracia Sindical es recrear las condiciones que gestaron la coalición sobre la que se fundó el peronismo, y por ende sus interlocutores principales no pueden ser otros que los representantes de la burguesía nacional y los grupos nacionalistas de las Fuerzas Armadas.
El horizonte de su programa es la protección del mercado interno, la defensa de la capacidad de consumo de las grandes masas de trabajadores generadas durante la industrialización sustitutiva. En ese sentido, el nacionalismo popular de la CGT —que la lleva a ser el eje del bloque social con el empresariado nacional— es algo más que un movimiento táctico o una decisión oportunista; es la forma específica con que la Burocracia Sindical busca asumir la representación política de las masas peronistas;es su proyecto de Poder.

Por todo esto es que en la primera etapa de la "Revolución argentina" su capacidad de maniobra era escasa: debía ver, con ojos perplejos, el ascenso de la " CGT de los Argentinos" y del "clasismo" como intentos de respuesta para nuevas preguntas.Su probabilidad de recuperación quedaba atada a una crisis general que pusiera en primer plano sus recursos de actor político, su capacidad para ser eje de una coalición de fuerzas nacionales. Eso es lo que sucederá desde 1970. Ya liquidada la "CGT de los Argentinos" e incapacitado el "clasismo" para salir de su condición pre-política-crecerá la influencia de la Burocracia Sindical.

IV. Un interregno: Levingston-Ferrer

En junio de 1970 es derrocado Onganía. El Gral. Roberto Levingston es nombrado presidente de la República por la Junta Militar. Esto marca un intento —aunque tardío y condenado al fracaso— de combinar el modelo autoritario de Onganía con una política económica divergente con la llevada a cabo por Krieger Vasena. Onganía había conducido al nuevo patrón de acumulación hacia una zona crítica en la que se dibujaban nuevamente los espectros de la crisis externa, la inflación y la recesión, tras un período, contem poráneo con el "cordobazo" y la desobediencia política generalizada, en el que la economía había alcanzado una situación de virtual plena ocupación de la capacidad productiva. En el gob de levingston el esfuerzo desbordaba sus recursos políticos: la misma debilidad que frente a las encontradas presiones de la sociedad había caracterizado al Estado en los tiempos finales de Onganía, hará naufragar los intentos de reestructuración operados por Levingston- Ferrer.

Su objetivo era poner en marcha un programa reformista que, en lo económico-social, aspiraba a asociar al capital nacional con el Estado. No se trataba, por cierto, de un proyecto de capitalismo de Estado sino de una más módica "argentinización" de la economía, a través de la utilización del importante poder de compra del Estado y de una redistribución del crédito bancario que favorece a los empresarios nacionales. La condición de posibilidad de ese bloque era que las Fuerzas Armadas aceptaran convertirse en el eje de un proyecto reformista. El modelo propuesto recogía las iniciativas primeras de la "Revolución argentina", en tanto marginaba al sistema de partidos y tendía a mantener desmovilizados a los sectores populares mediante el autoritarismo estatal.Fuerzas Armadas habían sido el eje de un proyecto que consolidaba el poder de las transnacionales en la economía, el solitario dúo Levingston-Ferrer venía a convocarlas ahora para que se transformasen en el principal sostén de un proceso tendiente a permitir que la burguesía agraria y el capital urbano nacional ganaran posiciones» en detrimento del capital monopolista que debía dar un paso al costado y sufrir en algunos aspectos las consecuencias de medidas económicas que lo perjudicaban.Levingston adoptó una serie de decisiones que contrariaban concretos intereses de las grandes compañías petroleras extranjeras. Esas medidas, que indicaban efectivamente un desplazamiento a favor del capital nacional, no impidieron sino en todo caso precipitaron la crisis política. La movilización de las clases populares creció en intensidad cuando la economía, a fines de 1970, parecía acentuar sus rasgos recesivos e inflacionarios. El sistema de partidos, por su parte, se despertaba, entusiastamente, de la hibernación a que había sido sometido.el acercamiento entre Perón y el viejo partido radical, que cuaja en la organización de una junta interpartidaria, " La Hora del Pueblo". La situación de quiebra política notoria de la "Revolución argentina" había llevado a la cúpula militar a diseñar otro programa: la reconciliación con los Partidos Políticos. Levingston renuncia y viene Lanusse. "Revolución Argentina" trataba de resurgir de sus cenizas a través de una estrategia,ofensiva en lo político y defensiva en lo económico, preocupada por pagar los menores tributos posibles al amenazante vacío que se abría para los militares y para las clases dominantes.

V. La "salida": Lanussse-Perón

Las Fuerzas Armadas se sinceran consigo mismas desembarazándose del veleidoso intento autoritario y reformista de Levingston y le otorgan el poder a Lanusse. El crecimiento del Producto Bruto Nacional y del Producto Bruto Industrial se desaceleraba; el salario real entraba en franco deterioro, mientras crecían las tasas de desocupación; por primera vez desde 1963 la balanza comercial marcaba déficit; por fin, la inflación empezaba a colocarse
fuera de control. proyecto político de Lanusse, cuyo signo es la negociación a fin de reconstruir las bases sociales del poder.

Esta tercera etapa habrá de caracterizarse por una inversión de la secuencia inicialmente propuesta por las Fuerzas Armadas: ya no se planteará que la solución política habrá de surgir como consecuencia natural, a largo plazo, de un modelo económico de desarrollo. El orden de los factores se alterará: sólo la obtención de un mínimo de legitimidad podrá garantizar una solución económica. El objetivo es reconstruir el poder del Estado para todas las fracciones de la clase dominante, otorgándole al sistema político el máximo posible de consenso.

Arranca en abril de 1971 el “Gran Acuerdo Nacional” que convoca Lanusse y proyectado por las FFAA y su deseo de seguridad. El modelo económico pasa a segundo plano frente al modelo político: interesa la Seguridad, a través de "unir a los adversarios y combatir a los enemigos" por encima del desarrollo. Es en contraste con la agresividad mostrada hasta entonces en ese terreno por las dos etapas de la "Revolución argentina". Su objetivo único es minimizar tensiones sociales, a los efectos de que no interfieran sobre la salida política.La condición para esas metas es ahora la inflación, la eliminación de toda política de ingresos, dejando a las fracciones de la clase dominante que resolvieran sus problemas en el mercado. A mediados de año el ministerio de Economía es disuelto y reemplazado por el Ministerio de Hacienda: el cambio es casi simbólico; parece refrendar que ese campo es un terreno abierto para la capacidad de presión de las fracciones de clase. El elemento indispensable para construir ese marco consensual que reconstruya al Estado es la articulación de un acuerdo entre las Fuerzas Armadas, los Partidos Políticos y la Burocracia Sindical. Esto es, reubicarse en el Poder Político aunque fuere para restablecer las condiciones del "empate", ya que carecen de recursos para instrumentar un proyecto hegemónico alternativo.Esta es la "tregua" sobre la que se asienta la posibilidad de una salida política. Con la Confederación General del Trabajo una estrategia reformista, protectora del mercado interno, que expresa los objetivos del viejo capitalismo.

Sin embargo sería erróneo creer que, no pasando los cortes fundamentales por la discusión del modelo de desarrollo económico, los protagonistas guardaban entre sí identidad absoluta. Entre 1971 y 1972, al amparo de la, gran crisis orgánica argentina, habrá de producirse el arduo enfrentamiento entre dos estrategias políticas rivales, encarnadas en La nusse y en Perón, puestas en tensión para conseguir igual objetivo: liderar a un mismo conjunto de fuerzas sociales.Lanusse para superar el modelo propuesto por la Revolución Argentina, es una típica manifestación de un proceso "transformista" de salida de una crisis. Esto es, una propuesta estructurada desde el punto de vista de la totalidad de la clase dominante (y no de sus fracciones) que apunta a absorber a las fuerzas de oposición internas al sistema y aun a los representantes de las clases dominadas. Se busca subordinar lo económico a lo política porque se diagnostica la crisis y sus posibilidades inmediatas de solución como una crisis estatal. Entonces la salida “transformista” implicaba un acuerdo con la Burocracia Sindical y los Partidos Políticos expresivos del capitalismo nacional y del celo democrático de las capas medias, el modelo incluía también la aceptación de ciertas reformas. Sus "límites de tolerancia" se encontraban en lo político, en el control de la movilización popular, en el manejo de la Seguridad. Posibilidad de negociar un "mínimo"; la coparticipación en el futuro Poder como titulares indelegables de la represión contra "el enemigo". Este esquema fincaba en el cumplimiento de dos condiciones:el apoyo activo de los partidos políticos y, como mínimo, la neutralidad de la Burocracia Sindical. Si el primero de los requisitos podía ser satisfecho (y de hecho lo fue), el segundo iba a contar con dificultades y en la práctica efectivamente las tuvo. Fue percibido como la salida forzada para un proyecto político en derrota. clases populares, desde el exterior del sistema y mediante un clima de movilización permanente,colocaban las expectativas políticas de la población en un punto de radicalización que el proyecto lanussista no podía alcanzar, apresado por sus propios límites.

Perón: sólo él estaba en condiciones de capturar la totalidad de los elementos que confluían en la definición de la crisis general. la coyuntura lo proveía de mayores recursos políticos que los que tenía su adversario y que, además, sabía cómo usarlos. eje de una coalición heteróclita, en la que cabían desde fracciones de los viejos partidos hasta la juventud radicalizada que se expresaba en el movimiento guerrillero y en su periferia, pasando por la Burocracia Sindical y por los líderes corporativos del capitalismo nacional. No sólo impidió la neutralización del aparato gremial querida por Lanusse sino que, en un terreno en el que tradicionalmente le había resultado difícil maniobrar frente" a los partidos, disputó con ventajas la adhesión de la opinión independiente de las capas medias urbanas, súbitamente seducidas por el arte político de Perón. Es que en el interior del mismo, como costo inevitable de la heterogénea convocatoria realizada, aparecían fuerzas de contestación difícilmente asimilables por una experiencia como la que el nuevo régimen podía permitirse. Las contradicciones generadas por la nueva modalidad de acumulación que pujaba por desplegarse desde los años sesenta no habían desaparecido; sólo se habían replegado manteniendo un estado de latencia cargado de riesgos.

El recambio político, pese a los entusiasmos despertados, no resolvía la crisis orgánica. Implicaba la reconstitución de una salida transaccional en la que fuerzas intermedias, rezagos políticos de una etapa anterior del desarrollo capitalista, llegaban a ocupar el centro de la escena como alternativas principales, pese a ser estructuralmente inexpresivas, por su carácter residual y por su contenido heterogéneo, de las nuevas líneas que definían el conflicto social. Perón no podrá —pese a haberlo intentado al otorgarle el ministerio de Economía al representante más conspicuo de la burguesía urbana nacional— crear siquiera las condiciones mínimas para romper las bases sociales y políticas del "empate". Cuando muere, en julio de 1974, el proceso de deterioro general, sólo frenado por lo que quedaba de su inmensa autoridad, era algo más que una conjetura. A partir de ahí empezará un acelerado proceso de polarización centrífuga, las fuerzas sociales lograrán vaciar finalmente al Estado de todo contenido.

ALTAMIRANO - DESARROLLO Y DESARROLLISTAS

1.Después de Perón
1955 se instaló el Gobierno provisional encabezado por Eduardo Lonardi. Se reanudó el gran debate por el desarrollo económico nacional. A fines de octubre de 1955 se presenta el Plan Prebisch. Se buscaba desperonizar la economía pero ubicaba la raíz del problema central de la precaria situación de divisas en la postración de la producción agraria: se había desalentado en el gobierno peronista quitándole además todo el estímulo a la modernización técnica de la empresa rural. El plan prebisch comenzaba por mejorar los precios rurales mediante una devaluación, además de facilitar a los productores de campo la importación sin trabas de los bienes productivos. Retomaba la idea de que estimular la actividad agropecuaria era esencial también para la industria, lo que daría divisas para adquirir equipos, materias primas y combustibles que el desarrollo requería. Prebisch evocaba para un combinado numeroso compuesto de radicales formados en la tradición fordista y conservadores que surgieron después del golpe y se mantuvieron en el poder hasta 1943 en la década infame. Lo que se pretendía era retroceder, volver a la Argentina agraria, la Argentina pre peronista. Se trataba de un cuadro fraudulento que tenía por fin el justificar la liquidación de la Argentina industrial y la vuelta a una economía basada en la producción y exportación de materias primas abaratada por la desocupación y la miseria. Las principales víctimas del plan tenían los trabajadores. Según Prebisch anticipaba, el reajuste de los tipos de cambios provocarían un alza en los precios internos y esto afectaría artículos de consumo popular.Sí para hacer frente a esa suba, continuaba el razonamiento del asesor económico, y se hicieran ajustes masivos de sueldos y salarios, se alentaría nuevamente la espiral de costos y precios y la inflación se llevaría el estímulo a la producción rural. Para ello se trataba de reactivar y de reorientar el funcionamiento de una economía en crisis, y a la vez, retornar al orden constitucional signora estás masas trabajadoras que pelón había incorporado a la arena politica.de quería emanciparlas del líder derrocado.

La preocupación no era exclusiva del gobierno. También de los partidos como la unión cívica radical. Puso en el centro de la preocupación por los efectos sociales y políticos de un plan económico que imponía austeridad y sacrificios a los asalariados. Reclamará para el movimiento triunfante el carácter de una Revolución popular.

En resumen, tanto el informe de previsión o su discusión dejaron ver tempranamente varios temas en torno a los cuales se alinea harían las posiciones en la escena pública: las relaciones frente al país Agrario y el país industrial, La función del estado y de la iniciativa privada en dirección al desarrollo económico, el papel del capital extranjero pero lo más importante fue lo intrincadas que eran las relaciones entre la tarea de desperonizar la economía y la de asimilar este vasto sector de la población que continúa fiel a perón y resentida.

2. Todos éramos desarrollistas en alguna medida.
La idea de desarrollo fue como en el resto de los países latinoamericanos, el objeto de referencia común para argumentos, análisis y prescripciones distintas dentro del pensamiento social y económico Argentino. Después de 1955 la problemática del desarrollo atrajo inspiró a una amplia franja intelectual. También en el gobierno de Frondizi que se puso en funcionamiento en 1958.

El desarrollismo tuvo diversos juegos de incitación: entre ellos el CEPAL, Brasil y la literatura cepeliana acerca del esquema centro/periferia para describir e interpretar la configuración desigual de la economía mundial.

Se le consagra a los problemas del desarrollo un pensamiento católico. la cuestión haya hecho en las filas del ejército argentino, anudada con el tema de la seguridad continental y el atractivo creciente que ejerce, no sólo en los militares, el proyecto de una modernización por vía autoritaria. Ej Onganía.

El objetivo de la industrialización como base de una economía nacional menos vulnerable a las vicisitudes del mercado internacional, como eje a una sociedad plenamente moderna. No solo el argumento de qué la Argentina debía abandonar el rango de países de Asia lisado en la producción de bienes primarios que ocupaba en la división Internacional del trabajo, sino también que el cambio no sobre vendría por evolución económica espontánea. La edificación de la estructura Industrial integrada debía ser deliberadamente promovida: los países de la periferia no saldrían del atraso si confiaban en repetir la secuencia histórica de las naciones adelantadas. El agente por excelencia de ese impulso en el estado. La economía Argentina sólo podría embarcarse en el movimiento del desarrollo económico mediante la participación activa del poder público. Estas ideas no eran nuevas, pero nuevo era el discurso. El nuevo vocablo teórico, Puño lenguaje analítico propio que lleva recepción y propagación también en la Argentina. La teoría en términos de intercambio en el comercio entre países periféricos y países centrales era también nuevo. Lo más novedoso era la dramatización de estos temas definidos como claves de la vida colectiva nacional en el marco de una dramatización general del cambio económico y social. Las reformas que exigía el desarrollo no eran solo necesarias, eran impostergables, su cumplimiento apenas dejaba ya tiempo.

Sería imposible disociar este discurso y la dramatización del marco político que ofrecía el equilibrio emergente de la Segunda Guerra Mundial, el ascenso de los Estados Unidos y la unión soviética a los primeros puestos del poder mundial; la hegemonía del primero dentro del mundo capitalista. Había dos posibilidades: el cambio gradual o la revolución tal Cómo fue la revolución cubana. Hasta que llegó A mediados de los años 70 una nueva fórmula la de la modernización por vía autoritaria el desarrollismo se identificó fundamentalmente con la alternativa gradualista, reformista, asociado con la democracia representativa.

Después de la caída de Perón, su problemática inspiraría una reclasificación de la Argentina en el mapa mundial la Argentina: ¿era un país subdesarrollado, insuficientemente desarrollados, o en desarrollo?. Los argentinos conocerían ese modo una nueva tipificación de la sociedad, una tipificación asentada en índices como el del ingreso per cápita, la tasa de productividad, el grado de industrialización, etc que la insertaban en un área de países a los que estaban habituados a considerar pobres o lejanos cuando no exóticos, algunos de ellos recientemente constituídos como estados-nacionales. Se ordenó frente al eje desarrollo-subdesarrollo. Ni siquiera se aproximaba a los países industriales con los que había sido en el pasado cotejada. Ahora integraba la heterogénea clase de las sociedades periféricas. En otras palabras, fue por la vía de la temática del desarrollo que la Argentina ingresó intelectualmente al intrincado conjunto de Naciones que no tardaría en tomar el nombre de Tercer mundo.

3. De un Frondizi a otro
Arturo Frondizi y Rogelio Frigerio principales exponentes del desarrollismo en Arg, alcanzando mayor prédica y acción que cualquier otro. Hacia 1956- el año del encuentro con Frigerio y del comienzo de la colaboración- Frondizi era, ideológicamente, el representante político de la conjunción de laborismo izquierda, antiimperialismo latinoamericanista, y democratismo político que él había contribuido a llamar la intransigencia radical. El petróleo estaba en el centro del problema imperialista en Argentina para él. En su primer análisis sobre esto utilizó el lenguaje del CEPAL y un esquema marxista. Exponía una transformación económica y social que tenía sus ejes en la reforma agraria y la industrialización, Su instrumento principal en el estado y sus actores políticos entre factores de poder como los llamaba: un partido nacional y popular, las fuerzas obreras y las FFAA. Esos tres factores constituyen toda posibilidad de realización y transformación social. En mayo de 1956 introduce una innovación en el pensamiento político radical al postular una sola central obrera y un solo sindicato para cada rama de la producción como requisito de la unidad sindical. En febrero de 1957 Frondizi ya era un verdadero manifiesto modernista.Sonido texto acerca de la industria nacional transmitía un estado como cerebro y un agente de desarrollo. Si el ahorro nacional era insuficiente, afirmaba, podría recurrirse a la colaboración del capital extranjero.

Para Frigeiro, La Argentina tiene los atributos básicos de una nación pero no lo es plenamente. La causa de esta deficiencia nacional radica en la base material del país, en su estructura económica, producto de una historia que hizo de la Argentina una sociedad jurídicamente libre pero económicamente dependiente. Los argentinos se encontraban frente a un desafío equivalente al de sus antepasados en el siglo XIX, Aunque ahora se trataba de realizar la nación constituyendo la como comunidad económicamente independiente. Lo que se reconocerá luego en la tesis desarrollista será el objetivo de realizar la nación organizando las fuerzas internas interesadas en la meta y del empleo de esquemas y nociones extraídas del marxismo.La revista Qué (ppal revista que promovía ideas desarrollistas), editada por Frigeiro, asociaron la realización de ese frente con la promoción de Frondizi a la presidencia. Frigeiro constituyó en torno a la candidatura presidencial de Francia un polo de influencia genoa las estructuras del partido, Aunque próximo su líder, que Difundió y defendió por medio de la revista que una concepción de alcance y los cometidos del frente nacional y popular que se apartaba del nacionalismo de izquierda que identificaba los radicales intransigentes.

El seminario no fue únicamente el instrumento de una estrategia electoral fue el medio inicial de propagación de las ideas que más adelante se ordenarían en las condiciones de la Victoria: el comprendido del desarrollismo frigerista-frondizista. En esta primera etapa del discurso frigeri está la palabra clave y no sería desarrollo sino integración. El término integración tenía sentido político y sentido económico, Se presentaba para hacer referencia a una uña nacional pero también a la inserción de la nación en un mundo que marchaba hacia la integración. Aludía a la necesidad de incorporar al peronismo al juego político y legal así como a la de enlazar las diferentes regiones del país a través del crecimiento económico.Buscaba desarrollarse como una nación Industrial requisito de su independencia.

4. La empresa nacional del desarrollo
Se buscaba la convergencia del radicalismo intransigente y el peronismo que era la convergencia de la clase media y la clase obrera que representaba el núcleo del alianza que era necesario promover. Buscar arrancar a la Argentina y su deficiencia nacional convirtiéndola en una sociedad industrial cuyo crecimiento no fuera el privilegio de una región, sino una matriz que se prepara todo el territorio del país, integrándolos física y culturalmente. Ningún antagonismo social o político debía interferir en este cometido que respondía al único y verdadero antagonismo: el que oponía la nación Industrial a la estructura y la mentalidad agro-importadoras; la estructura y la mentalidad de la Argentina tradicional. Se define al enemigo como el conjunto de intereses que extraen el beneficio del predominio del sector agrícola y de la debilidad del desarrollo industrial. Se trata de un enemigo fuerte e insidioso, a la vez externo e interno con medios y apariencias múltiples-el tópico de la conspiración antinacional asoma reiteradamente en el discurso desarrollista.

Buscaba la conformación de Nación con la convergencia activa de la clase obrera con el empresariado, de la contribución de corrientes ideológicas de procedencia heterogénea, aunque amalgamadas por la premisa Nacional, de la tradición católica, que era un elemento aglutinante de la identidad colectiva. Y finalmente del ejército, que no solo había sido un agente histórico de la organización territorial y política del país, sino que era un actor del proceso de industrialización. Solo la reunión de esta fuerzas permitiría encarar la empresa urgente para echar las bases materiales de la soberanía material: la siderurgia, la energía y la química pesada. Durante la campaña electoral de 1957-58 el frondizismo fue mezclando ideas ligeramente desde el programa original de la UCRI. Primicia alcanzó finalmente el gobierno y asumió la presidencia de la nación en 1958. Se celebró el poner término al gobierno de la Revolución libertadora y reinsertar la vida política en un marco constitucional. Recibió votos de una gran mayoría desde la unión cívica radical intransigente a los que procedían de un amplio marco de posiciones ajenas al radicalismo, y que iban desde el nacionalismo al partido comunista. Pero el caudal de sufragios definitivos provino del peronismo, cuyo apoyo masivo fue producto de un acuerdo secreto tramitado por Frigerio con Perón. Se creía que el presidente electo preparaba el retorno del peronismo.

La experiencia no duró 4 años, fue derrocado en marzo de 1962. Reselado de servir al juego del comunismo y del peronismo, cedio una y otra vez a la presión anticomunista y antiperonistas; perdiendo la credibilidad política de frondizi. Su mayor falta se esfumó por obra del desencanto que provocó la disparidad entre el programa electoral y el programa efectivo de gobierno. El plan de la empresa desarrollista recibió su formulación pública definitiva sólo cuando Frondizi accedió al gobierno. Nada mortificó a las expectativas de quienes habían votado el antiguo líder antiimperialista como el papel que ahora le asignaba el capital extranjero y que la nueva doctrina comenzar a practicarse con la política petrolera.

Su escrito acerca de la industria y el desarrollo nacional era considerado sólo como un elemento subsidiario y en la respuesta aparecen dos tipos de razones que se reforzarán en La retórica desarrollista. Unas conciernen a la realidad de la tasa de ahorro del país, otras a la rapidez y la idea de que para llevar adelante el desarrollo era necesario trabajar frenéticamente contra el reloj. El gran reto era industrializar un país que sufría de una aguda falta de capitales: ni el estado ni el sector privado tenían la posibilidad de generar el ahorro necesario para financiar las grandes inversiones. Mediante empréstitos internacionales y radiaciones directas del capital privado extranjero, es decir, haciendo uso de la financiación externa para la construcción de las Industrias esenciales y de una infraestructura económica moderna, el estado nacional no se limitaría a crear condiciones favorables para la actividad de capitales e internos y externos, dejando liberada la espontaneidad del mercado la localización de las inversiones. El estado desarrollista es un estado programador que define las prioridades con arreglo a la meta por alcanzar. Fijaban esas metas el poder público para estimular y orientar las inversiones hacia los sectores estratégicos. No era el origen de los capitales, sino la utilización que se hacía de ellos. La velocidad para lograr un cambio estructural: Existía la necesidad de esa marcha acelerada por la situación política precaria que el gobierno de Frondizi que no ignoraba dice Altamirano. Se echó al asumir la presidencia y buscó por el camino del ataque rápido los problemas que consideraban de fondo (petróleo, siderurgia, energía) La creación de una realidad socioeconómica en que los problemas políticos entre dados se volverían datos del pasado. También por la aceleración del tiempo histórico. Las innovaciones tecnológicas que reducían el tiempo de trabajo mediante la automatización y lleva una velocidad. La gradualidad no pertenecía a esa temporalidad. La doctrina de frigerio y enfermiza y reclamo para su raciocinio los títulos de la ciencia como los de la observación y la cuantificación de hechos.

Estados Unidos y la unión soviética se trasladarían a la emulación del terreno económico donde competían también en la ayuda a los países subdesarrollados. Al igual que Argentina el escenario internacional los intereses también llevarían a la moderación de las pasiones ideológicas y políticas esa evolución obedecía a las leyes que el método científico permite acatar y formular. Lo positivo era el movimiento del desarrollo contra el estancamiento del subdesarrollo que era lo incierto y lo aleatorio. Es el desarrollo por vía democrática o el desarrollo por vía violenta Esa era la lección que arrojaba la revolución cubana. Enseñaba los dos días las dos formas que podía adoptar la respuesta al estancamiento y la miseria. Mientras la segunda la reacción contra el subdesarrollo Había generado la violencia y la revolución, En la primera El crecimiento de las fuerzas productivas se cumplía bajo formas democráticas. Ahora bien desde la segunda mitad de los años 60 el fondo se hizo se haría de las formas y para frondizi y frigerio la democracia ya no sería la condición política del desarrollo.

5. Progreso y desarrollo o liberales y desarrollistas
La idea del Progreso contiene una interpretación del proceso histórico en términos de etapas sucesivas de mejoramiento creciente y la vida individual y colectiva no son inmediatamente permuta vales. Roca y Frondizi: comparó las ideas de Progreso y desarrollo así como la mentalidad de aquella generación, la del 80 y la suya, y las diferenciaba la vocación industrialista y el liberalismo. El pensamiento desarrollista no era liberal, al menos en el campo de la economía. Desde los años 30 y desde entonces no regía ya ninguna economía nacional localmente, sólo expresaba la defensa de intereses particulares ligados a formas tradicionales de propiedad y de producción y más en general a una mentalidad conservadora resistente a los cambios que requería la modernización económica. Muchas de las fallas y los desequilibrios que el desarrollo debía recuperar, tenían sus raíces en la era de la Argentina liberal. Los liberales, por su parte, vieron en las teorías desarrollistas sólo una nueva manifestación del dirigismo económico o estatismo. El mal argentino procedía fundamentalmente de la intervención del estado en la economía. Si se quería salir del estancamiento y volver a la ruta del Progreso habría que volver a los principios de la iniciativa individual y la libre competencia. Liberalismo estaba en minoría y la opinión pública Argentina; y los esfuerzos por devolver influjo electoral al partido demócrata nacional y conservador fallaron. Porque si bien se trataba de una minoría, no era una minoría cualquiera sino la más poderosa tenía ascendiente y guardianes celosos en las fuerzas armadas y contaba con los medios de prensa más reputados y que predominaba en las asociaciones patronales más fuertes.

Lo que los frondizistas consideraban propio del viejo orden de la estructura agroimportadora terminó acarreando una ambición política que acarreó consecuencias nefastas: llevó a la ruptura deliberada del partido radical y al acuerdo con perón. Era un gobierno expuesto a todas las presiones por carecer de una base popular propia.

CANELO - NAC Y LIBERALISTAS DURANTE LA DICTADURA

los estudios existentes sobre ideologías en la Argentina han diferenciado entre “liberales”
y“nacionalistas”,los “nacionalistas” presentarían un perfil corporativista y militarista, y Defenderían la herencia hispánica y el establecimiento de una alianza entre Iglesia y Ejército, mientras que los “liberales” serían partidarios de una visión restringida de democracia, se identificarían con el cosmopolitismo y promoverían la integración económica con el mundo occidental.interés nacional. Los liberales cuestionarían a los nacionalistas por ser ideológicamente “medievales”, por perpetuar el carácter subdesarrollado de la economía, y por conformar instituciones y grupos autoritarios de retórica y práctica violenta. Liberales de desempeñan como economistas, ingenieros o administradores, en contraste con la orientación literaria generalizada entre los nacionalistas. liberales o conservadores: justo o corporativistas - leales al general uriburu.

Dos hipótesis: 1) sobre los trabajos de Paul Lewis y Alain Rouquié definen que los liberales ocupan los cargos de orden “técnico”, y los nacionalistas se instalan en los puestos de carácter “político”. La 2) hipótesis es la revancha de los “derrotados del sufragio universal” donde es posible afirmar que ambos grupos suele establecerse una particular relación de
fuerzas, por la cual los liberales apelan al apoyo de los nacionalistas en los momentos “reactivos” de los regímenes militares, para desplazarlos en las etapas “fundacionales.

Canelo analizará entonces las relaciones establecidas entre tres grupos de intelectuales: los
nacionalistas, los “liberales tradicionales” y los “liberales tecnocráticos” o tecnócratas.

La denominada “lucha antisubversiva” y de la “normalización” económica perseguidas permitió, al menos inicialmente, atenuar las contradicciones existentes en el interior de los elencos de gobierno. Reparto tripartito del poder: Ministerios de trabajo y del interior a cargo del ejército con la armada de rree y bienestar con la fuerza aérea de defensa y justicia. Finalmente, la educación y economía a cargo de civiles. Manteniendo una estricta relación de equilibrio entre nacionalistas y liberales. Pocos años antes del golpe habían fallecido varios de sus principales exponentes. Otros nacionalistas fueron designados en funciones públicas relevantes. En Conicet y ciencias sociales predominaban personajes del catolicismo integrista y del nacionalismo de derecha. Finalmente, la Iglesia católica les otorgaba otro canal privilegiado de expresión. Corporativistas tenían influencia entre las ffaa, particularmente entre los señores de guerra. A estos militares se les agregaba un renovado entusiasmo por el industrialismo y la modernización.

El liberalismo estaba al frente del poderoso Ministerio de Economía manejado por Martínez de Hoz. Los “liberales tradicionales” eran representantes de las viejas clases dominantes agrarias diversificadas en actividades industriales, comerciales y financieras, que conservaban un importante peso ideológico y un gran prestigio social, además de la propiedad de poderosos medios de comunicación. Funcionarios vinculados con el sector agrario. En el marco de las transformaciones económicas internacionales de la década del setenta los tecnócratas, su influencia se expandía en círculos privados, tales como institutos de investigación.
El equilibrio inicial entre nacionalistas y liberales pronto comenzaría a debilitarse por la aparición de conflictos, particularmente en el campo de la política económica, que durante todo el período fue empleada como el principal tema de oposición.

1976 Martínez de Hoz realiza un diagnóstico liberal: la necesidad de eliminar el déficit fiscal y la inflación, la condena al Estado interventor y la defensa del “mecanismo de mercado” como “principio básico, orientador de la actividad económica”. Busca implementar un ajuste ortodoxo y la obtención de un préstamo externo, le permitieron, en pocos meses, lograr superávit comercial y reducir tanto la inflación como el déficit fiscal. puesta en marcha de la Reforma Financiera, que permitiría terminar con las tasas reales negativas con que el Estado había subsidiado al sector industrial e incorporar al capital extranjero al mercado de créditos. rápida liberación de las tasas de interés y en una paulatina eliminación de los controles sobre el flujo de capitales, acompañadas por una política monetaria contractiva. Como consecuencia el sector financiero experimentó una expansión espectacular. Multiplicación de entidades financieras y del ingreso de los grandes bancos internacionales, pero la inflación continuó creciendo, y dentro de un marco recesivo, producto de la política contractiva que incidió también en una explosión de las tasas de interés.

La incompatibilidad con valores e intereses arraigados en el imaginario nacionalista al que adhería gran parte de los elencos militares. Por un lado, el crecimiento del mercado financiero y el aumento de los comportamientos “especulativos” amenazaban el “productivismo” castrense. el objetivo de lograr una economía abierta al mercado mundial conspiraba contra el crecimiento industrial necesario para el “desarrollo nacional”; el “antiestatismo” del equipo económico originaba fuertes malestares entre quienes eran parte del aparato estatal y entendían que el Estado debía ser un activo promotor económico. Las fracciones militares recurrieron a un conjunto de recursos con el objetivo de resistir, bloquear o controlar los avances del Ministro de Economía. El más contundente avance de los nacionalistas se dio entre 1976 y 1977. la de avanzar en la definición de la propuesta política del gobierno autoritario, llevaron al régimen a involucrarse en la creación de un Ministerio de Planeamiento. conspiraba contra la anunciada racionalización administrativa, entraba en contradicción con la “filosofía económica” del Proceso, y pretendía disputarle a Economía el status de “superministerio”. Entre las funciones: asesorar al Presidente y la de
reemplazarlo en caso de ausentarse éste del país, lo que le entregaba a los nacionalistas acceso directo al primer mandatario. Abocó a la redacción del primer plan político del régimen, el Proyecto Nacional. convivían tanto componentes del más rancio liberalismo conservador como del nacionalismo más corporativista-. A nivel económico debía lograrse
● preservar el poder de decisión nacional frente a la acción de los países desarrollados y las empresas transnacionales (...); Delinear y ejecutar un plan de inversiones públicas acorde con los criterios de orientación y eficiencia, fijados conforme a los principios establecidos; h) Adecuar el accionar del capital extranjero y de las empresas transnacionales a los reales intereses y prioridades de la economía argentina.” “Ejercer a través del Estado (…) una actividad de supervisión, promoción y ordenamiento; de coordinación y arbitraje de los grupos intermedios y de sectores, mediante: 1) La orientación de la actividad económica: (...) -Desarrollando la infraestructura necesaria (...)

el Proyecto Nacional encontraba su antecedente más cercano en el corporativismo del onganiato: recuperando la sucesión entre el planeamiento, la consulta y la decisión, revelaba un claro desprecio por la representación partidaria y le concedía una extrema importancia a los “cuerpos intermedios” o “asociaciones intermedias”. El proyecto nacional era coherente y los señores de guerra apoyaron las propuestas de Planeamiento mediante el documento Plan Nueva República. Mayo 1977 buscan también un incremento de la infraestructura requerida para el desarrollo” y el “desarrollo de industrias básicas”. 1977 parecía ser el año de los nacionalistas. En el área educativa se profundizaba la impronta del nacionalismo católico: intervención de las diferentes instancias orgánicas del Sistema Educativo y de las Universidades, que habían quedado bajo las órdenes directas del Ministerio. Se impulsaba la incorporación, en el plano pedagógico, de los conceptos de“enemigo”, “subversión”, “infiltración” y “guerra”. Idea de apoyar al máximo a todos los que sean ‘amigos’ y ‘desenchufar el pulmotor’ a todos los que sean ‘enemigos’.

Este avance de los nacionalistas se vio interrumpido, sin embargo, hacia fines de 1977, por la abrupta modificación de los imperativos políticos del gobierno militar. En el plano externo, el viraje en la política de derechos humanos de los Estados Unidos auspiciada por la administración Carter profundizó los temores del gobierno militar argentino hacia posibles sanciones internacionales. Proyecto Nacional tendría una pobre capacidad de convocatoria entre los militares.El Planeamiento fue transformado en una Secretaría dependiente de la Presidencia.

1978 fue el de los liberales. Plan econ con martínez de hoz fue el centro del mismo. principal “tema de oposición” de los más variados sectores: entre otros, empresarios industriales y agrarios, productores de economías regionales, y distintas organizaciones sindicales y políticas que comenzaron a presionar al gobierno en pos de precisiones sobre la “salida política. designación de Videla para un nuevo período presidencial, acordada en abril de 1978, fortalecía la posición de Martínez de Hoz.mientras que el ajuste ortodoxo que le reclamaban los “liberales tradicionales” era bloqueado por las Fuerzas Armadas –que no aceptaban recesiones ni ajustes del gasto público-, la aplicación de medidas heterodoxas llevaba a los primeros a acusarlo de traicionar la “filosofía del Proceso”. Afirmaban que las políticas del Ministro no habían logrado romper con el “intervencionismo”, dado que “en determinados sectores del mercado (…) subsiste una pronunciada o indebida intervención del Estado”. Ministro encontró una opción viable que le fue acercado por los tecnócratas. se aceleraba el avance de los “tecnócratas” por sobre los “liberales tradicionales.

Reforma del gabinete: La misma perseguía dos objetivos: “dar tiempo y el mayor espacio posible de maniobra a la conducción económica.”y demostrarle a la dirigencia política que el régimen no tenía ninguna intención de abandonar el bloqueo político mantenido desde 1976. Permanecían en sus cargos sólo los Ministros de Interior, Trabajo y Economía, y el gabinete se recomponía alrededor de militares retirados y civiles: El Ejército y la Armada conservaban su cuota de dos ministerios cada uno, y los civiles ampliaban su influencia a tres ministerios, mientras la Fuerza Aérea retrocedía. Los dos nuevos Ministros civiles eran nacionalistas y representantes del más conspicuo catolicismo de derecha.

El 20 de diciembre de 1978 Martínez de Hoz anunció una etapa de “profundización y ajuste” del plan económico, basada en la apertura del mercado de capitales y la puesta en marcha de la “tablita”cambiaria. Durante 1979 se vería que la “fórmula mágica” del “enfoque monetario” no otorgaba los resultados esperados: la brecha no se reducía, el tipo de cambio se atrasaba peligrosamente y el efecto de las importaciones sobre los precios no se producía. dada la combinación del retraso cambiario, que afectaba a los productores y profundizaba la recesión, con altas tasas positivas de interés en pesos en un contexto de endeudamiento generalizado, cóctel que alimentaba las especulaciones sobre una maxidevaluación. 1980 se desataron todas las tensiones generadas por el plan económico, detonadas por la quiebra de la financiera Promosur y el Banco de Intercambio Regional en marzo. 1981 la conducción económica dispuso una devaluación del 10%, generando una desesperada corrida hacia el dólar y la caída vertiginosa de las reservas del Banco Central, arrastrando a la economía a una de las más profundas crisis de su historia.

Subsiste también la noción de que la dictadura fue la expresión más completa del liberalismo más recalcitrante o, indistintamente, del pensamiento neoliberal.demostrando que, muy lejos de encarnar un poder monolítico, la alianza cívico-militar que encabezó el Proceso fue un conjunto heterogéneo y conflictivo. encontrar desde partidarios de las versiones más rancias del liberalismo vernáculo hasta las más modernas y extranjerizadas, como así también a representantes del nacionalismo más recalcitrante. entre ambas fracciones se entabló una fuerte disputa por la conquista y conservación de espacios de poder.

cuatro momentos:
1. El primero, que se extendió desde el momento del golpe hasta fines de 1976, estuvo caracterizado por el mantenimiento de cierto equilibrio entre ambas fracciones, el mismo que procuraba conservarse en tantos otros planos a través de la elección de un modelo institucional basado, entre otras cosas, en el reparto tripartito del poder.
2. El segundo, que se prolongó desde fines de 1976 hasta fines de 1977, reveló un importante avance de los nacionalistas. la propuesta más ambiciosa: el Ministerio de Planeamiento. Esta les otorgó una renovada presencia pública y el disfrute de posiciones de poder que excedían lo meramente represivo, recursos que los nacionalistas perdieron sin embargo, y muy rápidamente, en manos del avance de los liberales.
3. El tercer momento, que se extiende durante todo 1978, nos habla por un lado del ocaso de los nacionalistas y por otro del apogeo de los liberales, en paralelo a la exacerbación, dentro de este último campo, de los conflictos entre los “tecnócratas” y los “liberales tradicionales”. la pretendida “apoliticidad” de la controversia meramente técnica alrededor de la mejor forma de paliar la inflación, ocultaba una encarnizada lucha política por la apropiación del diseño de la política económica de la dictadura.
4. El cuarto y último momento está marcado por la primacía de los “tecnócratas” por sobre todos los otros grupos. lograron imponerse a sus adversarios sin requerir de una “prueba exitosa” en cuanto a su capacidad para controlar la inflación-, sino, sobre todo, a que fue la fracción que mejor respondió a las necesidades políticas coyunturales de Martínez de Hoz.

BASUALDO - RESPONSABILIDAD EMPRESARIAL
fuerte presencia de obreros dentro del colectivo de víctimas de desaparición forzada además de una proporción muy alta de asalariados entre los desaparecidos. El golpe de Estado había constituido un momento de inflexión y un punto de cambio cualitativo en las relaciones laborales y en los vínculos entre directivos y gerentes con su personal. ya ese temprano análisis de la represión en las fábricas y de las desapariciones en el medio laboral agrario requería una periodización que excede a los límites estrictos de la dictadura. empresas habían actualizado los legajos del personal y brindaron a las fuerzas represivas datos personales. → nexo entre el poder económico y el poder militar en la práctica de las desapariciones y la violencia desplegada desde el Estado.
La Ley Nº 23.492 de Punto Final fue promulgada en diciembre de 1986 por el presidente Raúl Alfonsín, y estableció la caducidad de la acción penal contra los imputados como autores penalmente responsables de haber cometido el delito complejo de desaparición forzada de personas.

la Ley de Obediencia Debida Nº 23.521, sancionada en junio de 1987, dispuso unapresunción de que los delitos cometidos por los miembros de las Fuerzas Armadas cuyo grado estuviera por debajo de coronel (en tanto y en cuanto no se hubiesen apropiado de menores y/o de inmuebles de desaparecidos) du rante el terrorismo de Estado y la dictadura militar no eran punibles, por haber actuado en virtud de la denominada “obediencia debida”, concepto militar según el cual los subordinados se limitan a obedecer las órdenes emitidas por sus superiores. Menem presidente indultó a los civiles y militares que habían sido condenados por cometer crímenes durante la dictadura autodenominada Proceso de Reorganización Nacional incluyendo a los miembros de las juntas condenados en el Juicio a las Juntas de 1985.

Otra respuesta del movimiento de derechos humanos fue la promoción de los Juicios por la Verdad, declarando el derecho de los familiares de las víctimas de abusos del Estado ocurridos en la dictadura (1976-1983) de conocer cuáles fueron las circunstancias de desaparición y, en su caso, el destino final de sus restos. “derecho a la verdad”. Las Organizaciones cumplieron un importante rol de institucionalizar socialmente la verdad, manteniendo vigente la revisión de esta historia, al tiempo que generaron datos y conexiones nuevas. Ofrecieron nuevas pruebas de la centralidad de la represión a trabajadores y sindicalistas, y de distintas formas de participación de sectores empresarios en esta persecución.

El Centro de Estudios Legales y Sociales, declaró “la invalidez, la inconstitucionalidad y la nulidad insanable” de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. El 21 de agosto de 2003, el Senado convertía en ley la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final que impedían que los responsables de delitos de lesa humanidad fueran juzgados.El
14 de junio de 2005, la Corte Suprema declaró la inconstitucionalidad de estas normas.

En esta etapa, y a partir del desarrollo de los juicios en distintas localidades del país, se sumaron una gran cantidad de testimonios, documentos e incluso recomendaciones de investigación de la participación de empresas y empresarios en la represión a trabajadores y sindicalistas. En este período se renovó el compromiso de algunos sectores políticos, sindicales y de derechos humanos, tomando el eje de complicidad patronal militar como punto convocante en la conmemoración de los treinta años del golpe de Estado. recién en septiembre de 2015 comenzó el primer juicio oral y público de la historia del país contra un empresario acusado por su participación directa en crímenes de lesa humanidad y culminó en marzo de 2016 con la primera condena a un empresario por delitos de lesa humanidad contra el trabajador.las demoras y los obstáculos que se imponen en el ámbito judicial en todo el país a la hora de investigar las responsabilidades empresariales. Generalmente los casos son frenados por decisiones judiciales, en el primer caso por una falta de mérito.

La investigación de las organizaciones posibilitó hacer foco en el proceso represivo desatado sobre los trabajadores y analizar las distintas formas de participación de funcionarios jerárquicos o de propietarios de las empresas. la intención de abordar casos de diversas actividades económicas y localizadas en distintas regiones del país, la importancia que el Ejército atribuía a compañías que o bien eran líderes en sus respectivas ramas de actividad o bien eran proveedoras de bienes y servicios de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, la prioridad dada a los casos que presentaban algún tipo de avance y acumulación de evidencia y prueba en materia judicial, y, finalmente, las restricciones de tiempo, investigadores y recursos. Un patrón común de lo que se denominan prácticas empresariales represivas y una estrategia común de disciplinamiento laboral vinculada al terrorismo estatal. Se detallan diver sas formas de militarización de las fábricas, cuyo tipo extremo lo constituyó la existencia de lugares de detención clandestina y tortura de trabajadores dentro del predio de los establecimientos. También, facilitar o habilitar la represión dentro y fuera de los lugares de trabajo: el aporte de información clave, así como la prestación de medios de movilidad, materiales y financieros.

Estos cinco casos analizados en los respectivos informes permiten registrar que esta práctica no se restringió a una determinada empresa, actividad económica, ni región, sino que se plasmó en una variedad de ellas. En todos estos casos, se pone claramente de manifiesto la decisión empresarial de habilitar espacios a las Fuerzas Armadas en los propios establecimientos que eran propiedad privada y estaban bajo su dominio, en los que se produjeron violaciones a los derechos humanos de extrema gravedad. la presencia visible de personal militar en las fábricas y el desarrollo de tareas de vigilancia, control y disciplinamiento; el despliegue de operativos militares.

Antes se usaba el concepto de complicidad, pero después de estas investigaciones no resultaba adecuado para reflejar el grado de involucramiento empresarial en las políticas dictatoriales represivas que se registraron en los casos analizados. La “complicidad” aparece comúnmente asociada al acompañamiento de una acción desarrollada por otro actor. Justamente no se desprende de la evidencia de que estas empresas hayan desempeñado un papel complementario o subsidiario del accionar militar. La articulación entre prácticas e intereses de las fuerzas militares y de la dirigencia empresarial aparecía en cambio, en los casos analizados, como un dato central y para dar cuenta de esta alianza se propuso entonces el concepto de “responsabilidad”, el cual permitía reflejar, en una forma más clara y contundente, el papel activo que tuvieron las empresas en la represión a los trabajadores y el peso específico de su accionar que no podía calificarse como complementario.

Conclusiones:
1. La clase trabajadora y el movimiento sindical constituyeron el objetivo primordial de la dictadura de 1964.
2. el régimen político que se buscaba imponer en el país a partir de 1964 exigía una clase trabajadora despolitizada, subordinada a los patrones y a las autoridades políticas y sometida.medidas represivas y laborales aplicadas por la dictadura con el objetivo de volver a la clase trabajadora más sumisa y productiva, generando una mayor acumulación de capital.
3. Durante la dictadura militar, se logró imponer sobre la clase trabajadora un despotismo fabril que correspondió a un nuevo régimen laboral dentro de las fábricas y empresas, basado en la exacerbación de la vigilancia y en una disciplina militarizada, todo esto se vio reforzado por la dictadura más cruel.
4. Los trabajadores y el movimiento sindical fueron los destinatarios principales de la violencia practicada mediante la articulación de las empresas y el estado dictatorial: fueron delatados por los patrones, fueron incluidos en “listas negras” cuya intervención era solicitada por los patrones.
5. la clase trabajadora sufrió una rebaja muy significativa de salarios, la pérdida de la estabilidad en el empleo, el final de un amplio arco de derechos laborales y una brutal regresión de sus condiciones de vida. La dictadura dejó, entre otras, dos herencias malditas que siguieron vigentes con posterioridad: la depresión en los salarios y la alta rotatividad en el empleo.
6. la clase trabajadora fue víctima sistemática de prisiones arbitrarias e ilegales, acompañadas de diferentes formas de tortura, que implicaron muchas secuelas físicas de alto impacto.

ADAMOVSKY - CAP 6. LA DEMOCRACIA DEVALUADA - ALFONSÍN Y MENEM

Alfonsín revistió de una nueva legitimidad a una aspiración más Modesta la democracia. Democracia de cierto contenido social y progresista. El imperativo era ahora apegarse a la democracia y fortalecer las instituciones y la cultura republicana como horizonte necesaria y suficiente para el país. La sociedad Argentina empezó a otorgarle a la democracia un valor superlativo. Encontrar un punto de apoyo requería construir un nuevo sujeto democrático. Por un lado abreviaron en la larga tradición cívica de la UCR y en algunos motivos clásicos del republicanismo liberal.Se basaron en el respeto de los derechos humanos y en la negociación corporativa de interés: La importancia del sufragio, el debate pluralista de ideas, y las garantías que establecía la Constitución.

La eficiencia de estas nociones descanso en la narrativa de los dos demonios. la teoría proponía que la culpa por la violencia de los años previos recaída en los mandos militares y en las organizaciones guerrilleras. Su responsabilidad era equivalente. El resto de la población y la víctima pasiva de sus violencias. Se indujo entonces a olvidar dos cuestiones cruciales: que la dictadura había tenido un gran nivel de apoyo civil, y que otra parte de la población Igualmente importante había luchado por un mundo nuevo sin preocuparse por respetar las formalidades democráticas. Está visión resultó enormemente persuasiva. El modelo de civismo democrático progresista proponía una condena explícita a las atrocidades de los militares tanto como el fanatismo de los líderes guerrilleros. Era el tiempo del diálogo y del consenso no para la fuerza ni el conflicto.la Nueva Argentina democrática no tenía nada que ver con el pasado militar o guerrillero pero tampoco con el marxista o el peronista. Este nuevo relato se reflejó en las identidades sociales. La confianza en el trabajador como figura central del cambio anhelado perdió su lugar. El Nuevo Ideal del civismo se encarnó implícitamente en la clase media. La victoria de Alfonsín fue interpretada como la victoria de esa clase, que supuestamente ponía fin a la indebida gravitación del elemento plebeyo y la historia nacional. Se volvió a un país normal. Incluso en el vocabulario político se tendió a reemplazar las referencias del pueblo o los trabajadores por otras como la gente, una categoría que no daba lugar a imaginar diferencias sociales.El desdibujamiento de las clases populares como actor político.

Momento Alfonsín (1983-1989)

1983 alfonsín asume la presidencia. Apenas haber asumido Alfonsín derogó la autoamnistía que habían decretado los militares y constituyó una Comisión Nacional sobre la desaparición de personas(conadep) que después hizo el informe Nunca más. Por decisión presidencial en 1985 los 9 miembros de las juntas militares y algunos otros altos jefes fueron sometidos a juicio en un tribunal civil. 5 altos jefes recibieron condenas Y qué harán en prisión. Se fijó un estándar para otros casos de violaciones Derechos Humanos: era la primera vez que un pueblo conseguía condenar a sus propios dictadores en los propios tribunales. para equilibrar con la teoría de los dos demonios alfonsín emitió otro decreto por el cual se sometería a proceso a las conducciones de montoneros y del ERP. Alfonsín pretendía concluir el proceso de revisión del pasado, pero dio un giro inesperado: El movimiento de Derechos Humanos se fue de enemistar lo con el gobierno y presionó para que se juzgará a los responsables. En 1980 consiguió que el congreso votará la ley de Punto Final que puso una fecha límite para el inicio de nuevas acusaciones. Mientras preparaba otra que limitaba la responsabilidad de los mandos medios se produjo un alzamiento militar. En 1987 Aldo Rico coronel con los carapintadas. Esta vez no se proponía dar un golpe de estado sino reclamar el fin de los juicios y la reivindicación del accionar represivo de las fuerzas armadas. Hubo una inmensa reacción Popular en defensa de la Democracia: entidades de todo tipo respaldaron enérgicamente al presidente. Alfonsín prometió medidas para limitar el alcance de los juicios y días después presentó la ley de obediencia debida. Esta ley fue aprobada con el voto de parte del peronismo. La actitud de Alfonsín y las leyes de impunidad generaron un profundo desánimo. Se alzaron una vez más y alfonsín cedió nuevamente a los militares.

Con la iglesia las relaciones fueron muy malas, la jerarquía eclesiástica tuvo recelo desde el principio de las investigaciones por violaciones a derechos humanos que mostrarían su involucramiento en el plantel. Rechazaron los juicios a los militares y pidieron una reconciliación. También se habituaron a fusilar a la naciente democracia en cuyo espíritu progresista veían signos del avance de la inmoralidad.La vida Universitaria y en general la cultura florecieron por el regreso de artistas e intelectuales que se habían marchado al exilio. También intentó modificar las leyes que regulaban la vida gremial de un modo que limitaba el poder de la burocracia pero que debilitaba a los sindicatos. La máxima diligencia de la cgt cerró filas para resistirlo. La oposición de parte del peronismo que controlaba el senado volvió imposible la reforma. Después de eso el gobierno viró radicalmente en su política y trató de ganarse el apoyo de los gremialistas. La CGT tuvo una actitud confrontativa.

Con los empresarios las relaciones fueron tensas. Alfonsín fustigó la patria financiera y decidió estatizar la deuda externa de los privado, además de revisar quiebras, etc. Todo ello, por el entrometimiento del estado, generó antipatía en el sector empresario. En política exterior fue activo. El acuerdo de libre comercio con Mercosur + Alfonsín dejó pasar la oportunidad de desconocer la deuda externa tomada por la dictadura. El gobierno estadounidense le brindó un amplio apoyo durante su gestión.

Economía→ estaba estancada. Realizo políticas de fomento al consumo y al mercado interno y reactivación y los salarios mejoraron pero el riesgo de una hiperinflación y la presión del FMI y en punto comenzó el plan austral con una terapia de shock: precios, salarios y tarifas fueron congelados y el peso fue reemplazado por la nueva moneda, el austral. La inflación volvió a hacerse sentir y profundizó las reformas en un mayor ajuste fiscal: más desregulación de la economía, la privatización de algunas empresas públicas, la disminución de las retenciones del agro y el ingreso de capitales extranjeros. No dejaba de ser índice de la debilidad del Estado.

En 1987 la UCR perdió la cámara de diputados y la mayoría de las provincias lo que aceleró la pérdida de autoridad del gobierno. En agosto de 1988 tras el fracaso del plan austral, se anuncia un nuevo paquete de medidas: el plan Primavera, que profundizaba las ideas ortodoxas con nuevos congelamientos de precios y salarios y anuncios de un drástico ajuste. Nada de esto alcanzó para estabilizar la economía. Los cortes programados de energía empeoraron el humor social. A comienzos de 1989 tras el anuncio del FMI y el Banco Mundial de qué limitarían sus créditos a la Argentina, la economía se desmoronó, el gobierno validó una devaluación y la inflación se desató descontrolada. En medio del caos inflacionario llegaron las elecciones de 1989 que fueron adelantadas. Alfonsín perdió adhesiones de manera progresiva y la tendencia se revirtió por los Medios de comunicaciones que buscaban desmantelar el estatismo para liberalizar la economía y acabar con los derechos laborales abusivos. El mercado, liberado de sus propias dinámicas, resolvería todos los problemas. En 1987 una facción renovadora había desplazado de la conducción del PJ a los sindicalistas y a los peronistas más rancios. Tenía la idea de desplebeyizarlo y dotarlo de un aparato partidario con reglas formales y una diligencia más moderna y aceptable para los sectores medios, y para el espíritu del civismo democrático que se había instalado. Entre ellos Carlos Menem, que cultivaba buenas relaciones con grandes empresarios. Menem consiguió el candidato presidencial. Competía permitiendo fuertes aumentos salariales, una unidad latinoamericana y el fomento de la industria acompañado con discursos nacionalistas.

Con la hiperinflación estalló una intensa ola de saqueos de comercios por lo que se declaró el estado de sitio y se arrestó a la dirigencia del partido obrero. El traspaso de mando tuvo que adelantarse 6 meses. El gobierno sin poder alguno no podía conseguir controlar la situación.

De menem a la alianza: triunfo del neoliberalismo

Margaret thatcher en Gran Bretaña y Ronald Reagan en Estados Unidos aumentaron las presiones en favor del Libre Mercado. El capitalismo reinaba ahora sin contrincante al mismo tiempo que los países desarrollados encarnaban el desmantelamiento de las funciones de bienestar. Consenso de Washington. Aunque debilitado, el sindicalismo todavía tenía una buena cuota de poder. El estado conservaba aún la capacidad de regulación de diversos aspectos del funcionamiento del mercado. había que desmantelarlo.

La doctrina del shock es cuando una situación caótica sumerge a la población en el miedo y el desconcierto Entonces se vuelve posible avanzar con medias salvadoras que en tiempos normales jamás serían aceptadas. El caos puede transformarse en un gran Aliado.

Hubo un golpe de mercado donde previa a las elecciones los productores Rurales retrasaron las operaciones de exportación y retas yaron en el pago de impuestos lo que generó problemas Fiscales. A eso se sumó la conducta de grandes empresas que no liquidaron Divisas y produjeron corridas cambiarás al abandonar masivamente el austral para refugiarse en el dólar. Comenzó un programa drástico de neoliberalismo. Cavallo como ministro de economía. La economía fue lentamente recuperando estabilidad se eliminaron o redujeron en tiempo récord la mayoría de las protecciones arancelarias de la industria y buena parte de los subsidios. También se privatizaron prácticamente todas las empresas públicas, gracias al programa de shock de Cavallo que incluía la convertibilidad de la moneda nacional (se volvió a cambiar al peso). No habrá devaluaciones y un peso equivaldría a 1 usd. El impuesto al valor agregado IVA aumentó. El desmantelamiento de la capacidad reguladora del estado fue casi total. Los financistas e inversores se beneficiaron de hechos y garantías inéditos para desarrollar actividades a su antojó sin controles y restricciones.
Consecuencias:
● Miles de empleados fueron despedidos, ferrocarriles se cerraron por parte de privatización, proceso de desindustrialización, quiebras de pequeñas y medianas empresas que dejaban en la calle a miles de obreros. Los que ganaron fueron los grandes empresarios locales y transnacionales, los contratistas del estado y los sectores financieros grupos que dieron a Menem su apoyo. Desde 1991 se impulsaron leyes sobre los derechos laborales bajo la excusa de la necesidad de flexibilizar el empleo. Dio lugar a la subcontratación, la tercerización, el empleo autónomo y los trabajos temporarios. Esto significó la extensión de los vínculos laborales en cubiertos y el trabajo precario. La reprimarización de la economía: el agro tuvo un crecimiento pero de características que acentuaron la contracción a los beneficios de unos pocos y la tendencia al monocultivo. La nueva tecnología disminuyó las oportunidades de empleo para los peones. deterioro ambiental por tala masiva, degradación de las tierras por herbicidas.

Cuándo se habilitó el regreso de las compras en cuotas hubo una fiebre de consumo y una sensación de bonanza. Consiguió colocar el gobierno bonos entre los inversionistas lo que garantizo mayor liquidez, aunque a costa de un abrupto engrosamiento de la deuda externa. Lo llamaron el milagro argentino y lo ofrecieron como prueba de que el consenso de Washington funcionaba. Los éxitos estaban sobredimensionados por la entrada de capitales, y el FMI tapó el creciente desequilibrio de la balanza comercial y el alza de desempleo; y permitió a Menem conseguir su reelección en 1995 habilitada por una reforma constitucional acordada con Alfonsín en el pacto de Olivos que le brindó en el congreso los votos que le faltaban. Fue la primera vez que el candidato favorito de las clases altas llegaba al poder mediante elecciones limpias. Fue una ironía que quién alcanzara tal logró fuera un hombre del peronismo. El propio Menem reforzó la idea de unir a las 2 argentinas.

Los militares condenados por delitos de lesa humanidad y los líderes carapintadas fueron liberados. Las políticas neoliberales vinieron de la mano de un acercamiento a los Estados Unidos. Las obligaciones de la deuda externa pudieron ser renegociadas en términos más favorables. Menem envió fuerzas militares para que colaboran con la guerra de 1990 entre Estados Unidos e Irak lo que causó dos atentados terroristas en Argentina. (embajada de israel y amia).Yo comienzo una cadena de oscuras maniobras de encubrimiento en las que participaron altos funcionarios de menem. A pesar de la degradación institucional, la reforma de 1994 dio ocasión para introducir algunas modificaciones en la Constitución que significaron una ampliación de derechos y garantías. Los representantes de todos los estamentos pasaron a ser elegidos directamente por la ciudadanía, nuevos Organismos para asegurar la división de poder y mejorar los controles sobre los funcionarios. Se reconoció la existencia de los pueblos originarios y los derechos ambientales. En 1994 se eliminó el servicio militar obligatorio y aumentó la presencia femenina en el congreso.

Por derrumbes financieros en países periféricos, entró un nuevo apoyo del FMI tomado de apuro, que siguió apuntando la deuda externa. En 1995, vuelve a disminuir el PBI y el deterioro se hizo evidente. A partir de 1998 la Argentina entró en caída libre, lo que llevo a que en 1999 triunfara la Alianza: una coalición formada por la UCR y el Frepaso, integrado por peronistas descontentos con la nueva orientación del PJ y otros grupos menores encarnizado por Fernando de la Rúa. En 2001 volvió a convocar a Cavallo como ministro de economía.

La brecha había crecido y en 2002, durante el pico de la crisis, las clases altas habían conseguido apropiarse de una porción mucho mayor de la riqueza producida socialmente. Empeoró la condición social: surgimiento de nuevos pobres. Parte de los pobres eran personas que hace poco habían gozado de un pasar económico más holgado y que pertenecían a la clase media. Alta desocupación y nuevos empleos precarios y de corta duración. Como consecuencia el orgullo e identidad de obreros fue desapareciendo cada vez más como una memoria del pasado. Las mujeres debieron salir al mercado de trabajo masivamente o arreglárselas. Feminización de la pobreza punto se trató de un proyecto de reformulación profunda de todos los aspectos de la vida social. Cada individuo debía proveerse el acceso al bienestar por sus propios medios. desfinanciación dramática de los sistemas de salud, de previsión y Educación Pública. Abandonaron la educación pública.

En paralelo para mantener bajo control el fenómeno de la pobreza el estado nacional desarrolló políticas de asistencia focalizadas. Desde el programa alimentario nacional que Alfonsín lanzó en 1985 hasta los subsidios para desempleados que implementó Menem en su segundo mandato, las políticas asistencialistas se multiplicaron. Ya no era la fábrica o el lugar de trabajo el sitio privilegiado por el que pasaba la política social, sino el barrio. La identificación de los focos posibles de conflicto para otorgar alguna ayuda específica que los mantuviera encapsulados y controlados. mas que acabar con la pobreza, al estado le interesaba gestionarla. Este apoyo vino de la ong e Iglesias. con el tiempo los líderes naturales de los barrios terminaron convirtiéndose en mediadores o punteros. La rápida expansión del clientelismo es decir el intercambio de favores personales aunque financiados por el estado por apoyo electoral. Los límites entre los Estatal lo privado y lo partidario quedaron desdibujados. El uso de la violencia se incrementó y el sentimiento de inseguridad se apoderó de la sociedad Argentina. Por esto los años neoliberales derivaron en la emergencia de movimientos de extrema derecha que por primera vez ganaban favor popular. Los sindicatos ya no ofrecían un canal para incidir colectivamente en la alta política. Los partidos, mucho menos.

 

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