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Resumen de Althusser  |  Principales Corrientes del Pensamiento Contemporáneo (Cátedra: Rodríguez - 2015)  |  Cs. de la Comunicación  |  UBA

Introducción para entender contradicción y sobredeterminación

Lo que pongo a continuación es una serie de notas y apuntes sobre otro texto de Althusser que se llama Marxismo y Humanismo. Si bien no lo dimos en clase, es un poco confuso entender cuál es la ruptura con los hegelianos y cuál es la lectura de Althusser sin leer la Ideología Alemana, por eso pensé en incluir esto. No es para que lo estudien!! , es para entender todo lo que viene después, si fueron al teórico van a ver que muchas de las cosas que pongo la mencionó la profe. Pero a mí personalmente su explicación no me aclaró mucho, por eso recurrí a este texto.

Althusser establece que en la ideología Alemana es cuando Marx rompe con las concepciones que había en su época. Rompe con su conciencia filosófica anterior. Marx comienza a ser auténticamente Marxista cuando queriendo pensar la historia rompe con las operaciones que había en su época. “Si queremos entender la historia no podemos partir de las ideas de la historia”

Matriz humanista, idealista, empirista à conciencia = centro gravitacional del hombre. El centro del mundo es el hombre. Las ideas provienen de la conciencia si el hombre se conoce, conoce al mundo.

Cada hombre es una manifestación de algo superior que ya estaba establecido en otro lugar: Esencia Universal del Hombre:

FILOSOFÍA DE LA CONCIENCIA:

Fouerbach : ya plantea un materialismo pero no es histórico, supone un movimiento real con Hegel, pero no sale de la autoconciencia. Hace una crítica de las ideas, la conciencia es producto de las relaciones no algo que antecede. Enajenación/alienación. La esencia está puesta en otro objeto (Dios, Dinero, Estado) Hay que develar en qué está puesta esa esencia para recuperarla y volver a la razón. Los hombres reales concretos se representan su salvación construyendo un mundo ultrasensible un mundo ideal,supraterrenal. El lugar de la salvación sede de la perfección. Ese mundo es la proyección que hacen los hombres reales de su propia virtud y así se alienan y se somenten a esa figura que se automatiza y así se resignan a modo de padecimiento. La crítica supone un programa de acción: La acción política que los hombres se repropien de la esencia que han proyectado en ídolos. Que reconozcan que esas virtudes son las suyas y instalrar el mundo de la fraternidad en la tierra.

Contra todo esto toma forma la crítica materialista

Materialismo histórico: Surge como ruptura a la ideología idealista. Propone que no hay que partir del hombre, sino de las relaciones sociales de los hombres. No son los medios de subsistencia sino las relaciones que se dan en la producción las que determinan formas políticas, la conciencia. Lo que distingue al materialismo es su condición relacional, materialismo de las relaciones sociales. Marx rompe con toda la teoría que se funda en la esencia del hombre. Es el conocimiento de las conidicones materiales de existencia lo que permitirá comprender. No es la conciencia no es la fuente de la luz, es ella misma un producto social. Formas históricas determinadas por las relaciones sociales. Y que es lo que va a explicar su condición histórica??? LA DIVISIÓN DEL TRABAJO. Es la división del trabajo la que explica las diferentes conciencias.

Marx nunca dio una teoría elaborada de la ideología.

Da una aproximación de la ideología a partir de la puesta en prácica en la Ideología Alemana. “Es la vida la que determina la conciencia” Si damos cuenta de la vida tal cual es podremos dar cuenta de la conciencia.

Ideología según Marx a partir de la lectura de Althusser:

· No es una doctrina.

· Es un sistema de representaciones producto de procesos históricos.

· Sistema de ideas que los hombres no elijen.

· Este sistema está determinado por las formas que adoptan las relaciones sociales.

· La ideología dominante se caracteriza porque los hombres perciben las relaciones sociales como dadas.

La Ideología se define no a partir de su función cognoscitiva, no se trata de contrastar la ideología con la realidad. La ideología se caracteriza por producir la función práctico social. Para conocer una ideología hay que conocer las condiciones de su necesidad.

Althusser sostiene que las ideas tienen una formulación material.

Althusser: establece que quien realiza la inversión de Hegel es Fouerbach pero de manera simple y no cambió la problemática.

Contradicción y Sobredeterminación

Althusser

· Es impulsado por una necesidad política: Riesgo de la liberación de la URSS, fracaso del socialismo, por qué fracasa? Llamado a releer a Marx, volver a pensar el sistema conceptual de su teoría y seguir produciendo.

· Sostiene que el último intelectual marxista fue Gramsci, y desde entonces no hubo producción marxista.

· Problemática el antihumanismo y el antihistorisismo

· Quiere demostrar que Marx no es determinista.

· Polémica: En qué se distingue la dialéctica Marxista de la dialéctica Hegeliana?

· Va a discutir sobre las lecturas “marxistas” que se realizaron sobre la inversión Hegeliana “ La base determina la superestructura”.

· Hay una idea de que se puede retener el sistema dialéctico Hegeliano quitando todo su sistema filosófico (La envoltura mística)

· Para lograr encontrar la dealéctica materialista, hay que leer

o Los textos políticos de Marx.

o Las prácticas del movimiento obrero marxista: las reflexiones producidas por los líderes políticos:

Lennin à Escribe sobre como fue posible la revolución Rusa.

Y Mao à Considera que cuando analizamos estructuras concretas no hay un solo fenómeno explicativo para dar cuenta. De Mao va a retomar el concepto de contradicción. No alcanza con la contradicción económica (Capital/trabajo) para pensar la historia. Hay contradicciones principales y secundarias. Es una complejidad de contradicciones. Entra en juego las leyes de la historia y las situaciones, condiciones concretas, reales de cada coyuntura.

Marx: No es un materialismo de las cosas, sino de las prácticas.

Que va a sostener entonces? à La inversión es una metáfora. La lectura materialista hace estallar el núcleo. Pensar una dialéctica materialiesta no es invertir una dialéctica idealista. Supone un modo de pensar la historia de una forma diferente.

No es posible quedarnos con el método dialéctico hegeliano porque ya supone una concepción de la historia y de la sociedad idealista. La historia hegeliana es teleológica: proceso de desenvolvimiento de la razón hacia un fin: El autoconocimiento. Hay una presencia plena de la razón para llegar a la organización social. La relación hombre naturaleza es crecientemente racional. Filosofía = plena razón= momento histórico. La acción entonces es orientada por una conciencia, por una inteligencia. Hegel piensa un proceso histórico general en donde se va creando una racionalidad autónoma con respecto a los fines particulares del mundo. La historia es pensada como un proceso orientado por la razón autónoma de las pasiones.

La teoría hegeliana piensa cualquier rasgo de la sociedad como la expresión de un principio único , hay una concepción de origen. En la historia no pasa nada porque se dirige a un fin preestablecido, lo que pasa en le medio no afecta. Lo racional es artesano de lo real, no hay nada que modifique el proceso que traza la razón. En el economicismo pasa lo mismo, todo lo que sucede en la sociedad se explica por la contradicción principal (Capital/trabajo). S i se reduce todo a la razón no se puede hacer una inversión por lo tanto si se coloca la contradicción económica como único causa/fin no se está realizando una inversión tampoco. El economicista es tan idealista como Hegel, remplaza las ideas por una idea.


Para Althusser Marx no está haciendo un remplazo de un núcleo por otro. No subordina la especificidad histórica a una única matríz. Es allí donde entra la sobredeterminación. La pregunta de la teoría no debe dirigirse a la esencia sino a las articulaciones de prácticas. No pensar a la historia como una conciencia, la historia de la sociedad es la complejidad de las prácticas que organizan esas complejidades. No hay una única causalidad que se exprese como única determinación.

Cuando se considera a la contradicción económica como única determinación el tiempo es homogéneo, simultáneo, todas las historias deberían ser iguales.

Althusser sostiene que todo el proceso histórico es el desarrollo desigual de diferentes contradicciones. Hay una articulación de temporalidades diferenciales. Cualquier eslabón puede ser determinante en la transformación, en la ruptura de una sociedad. (Cualquiera puede ser el eslabón más débil que rompa la cadena). El discernimiento de cuál es el eslabón que puede poner en riesgo a toda la estructura es la práctica política. Sin embargo hay una dominación de lo económico, hay ciertas prácticas que tienen una mayor eficacia. Contradicción sobredeterminada: la contradicción Capital – Trabajo, que surge de las relaciones de producción, se encuentra sobredeterminada. (La sobredeterminación es el exceso de sentido: Freud. El inconsciente-ideología sigue funcionado. El sentido nunca se cierra) Es un elemento constitutivo de toda sociedad.

Es imposible mantener la ficción de la inversión porque Marx no ha conservado, aunque invirtiéndolos, los términos del modelo hegeliano de la sociedad sino que los sustituyó por otros. Más aún, trastocó la relación que reinaba entre ellos. Marx cambió los términos y sus relaciones.

En Marx aparece una concepción nueva de la relación de las instancias determinantes en un complejo estructura-superestructura que constituye la totalidad social. Nos otorga la determinación en última instancia, no como el único factor determinante, y la autonomía relativa de la superestructura, ejerce su influencia en la historia.

La acumulación de contradicciones eficaces sobre la determinación en última instancia por la economía, por las condiciones materiales de existencia. (Contradicción sobredeterminada) No existe la contradicción simple y pura.

La revolución en la estructura no modifica al instante la superestructura, las ideologías, ya que tienen consistencia suficiente para sobrevivir, secretar durante un tiempo las condiciones de existencia de su sustitución. La nueva sociedad puede provocar la reactivación de elementos antiguos. Esta reactivación solo puede ser pensada por desde la sobredeterminación.

Ideología y aparatos ideológicos

De qué va el texto:

A través de una visión crítica fundamentada en una postura postestructuralista, Louis Althusser aborda el tema de la ideología en la sociedad, desprendiendo el concepto de ideología elevándolo a una categoría de análisis, en síntesis su estudio es denominado como la ideología de la ideología, en este sentido toma en cuenta el papel de la sociedad como reproductora de elementos ideológicos, la construcción por parte del estado e instituciones con un poder sensible a la sociedad, Althusser considera como aparatos de estado, término acuñado por Marx, a los elementos reguladores y represores de una sociedad creados en dos niveles, el primero contiene a las instituciones gubernamentales como son el gobierno, el sistema de administración y recaudación con sus respectivas formas de sancionar, y el segundo plano relativo a las funciones formativas como son la religión, la educación formal en las escuelas, la familia, y los gremios en artes y ciencias.

Estos sistemas de formación, Althusser los denomina aparatos ideológicos del estado, posteriormente aplicado en las instituciones privadas con una función política impresa en una página en blanco que afecta a la identidad del individuo. Bajo una postura marxista Althusser retoma los términos de fuerza de trabajo y la repercusión en las relaciones de producción. En otras palabras el estudio de los valores donde la sociedad en conjunto estamos inmersos, partiendo del supuesto proceso de las relaciones de producción y la opresión derivada de la explotación entre las clases sociales y la división del trabajo, durante este proceso la identidad del individuo se ve alterada en correspondencia de su posición en el sistema.

La investidura de la identidad toma lugar de acuerdo a la serie de actos en la identificación de los valores impuestos por las leyes de la religión, familia, ética, política, etcétera. La única forma de individualizar al individuo es sometiéndose a sí mismo, a partir de los valores existentes en la sociedad. La individualidad es reconocida de la misma manera en que un infante se interna en el orden semiótico lacaniano, por el significado de reconocer el sometimiento a la ley del padre o la sociedad.

La segunda fuerte influencia para la elaboración de esta obra pertenece a la rama del psicoanálisis tomando como referencia directa las corrientes de Freud y Lacan, donde se realiza un fuerte cuestionamiento en la forma en que las leyes influyen al individuo desde que éste ha nacido, determinando cuales son los canales de distribución hacia el orden establecido por los aparatos de estado. De hecho la diversidad se encuentra permeada de contradicciones sujetas a las decisiones ideológicas, donde la ideología se encuentra inserta en las decisiones de clases.

Introducción

Su exposición se centra en la necesidad de renovar los medios de producción para que la producción sea posible ya que la condición final de la producción es la reproducción de las condiciones de producción.

Partiendo de la base de que toda formación social depende de un modo de producción dominante, podemos decir que el proceso de producción emplea las fuerzas productivas existentes en y bajo relaciones de producción definidas. De donde resulta que, para existir, toda formación social, al mismo tiempo que produce y para poder producir, debe reproducir las condiciones de su producción.

Debe, pues, reproducir:

1) las fuerzas productivas

2) las relaciones de producción existentes.

No hay producción posible si no se asegura la reproducción de las condiciones materiales de la producción: la reproducción de los medios de producción.

La reproducción de las condiciones materiales de la producción no puede ser pensada a nivel de la empresa pues no es allí donde se da en sus condiciones reales. Lo que sucede en el nivel de la empresa es un efecto, que sólo da la idea de la necesidad de la reproducción, pero que no permite en absoluto pensar las condiciones y los mecanismos de la misma.

La reproducción de la fuerza de trabajo se opera, en lo esencial, fuera de la empresa.

¿Cómo se asegura la reproducción de la fuerza de trabajo? Dándole a la fuerza de trabajo el medio material para que se reproduzca: el salario. Este representa solamente la parte del valor producido por el gasto de la fuerza de trabajo, indispensable para su reproducción; aclaremos, indispensable para reconstituir la fuerza de trabajo del asalariado

(el salario) necesario para la reproducción de la fuerza de trabajo no está determinado solamente por las necesidades biológicas, sino también por las necesidades de un mínimo histórico Empero, no basta con asegurar a la fuerza de trabajo las condiciones materiales de su reproducción para que se reproduzca como tal. A su vez la fuerza de trabajo debe ser (diversamente) calificada y por lo tanto reproducida como tal. Diversamente, o sea según las exigencias de la división social-técnica del trabajo, en sus distintos “puestos” y “empleos”.

¿cómo se asegura esta reproducción de la calificación (diversificada) de la fuerza de trabajo en el régimen capitalista? Por medio del sistema educativo capitalista y de otras instancias e instituciones.

¿Qué se aprende en la escuela? Se aprenden “habilidades” (savoir-faire). Pero al mismo tiempo, y junto con esas técnicas y conocimientos, en la escuela se aprenden las “reglas” del buen uso, reglas de moral y de conciencia cívica y profesional

Entonces la reproducción de la fuerza de trabajo no sólo exige una reproducción de su calificación sino, al mismo tiempo, la reproducción de su sumisión a las reglas del orden establecido, es decir una reproducción de su sumisión a la ideología dominante por parte de los agentes de la explotación y la represión, a fin de que aseguren también “por la palabra” el predominio de la clase dominante.

La escuela (y también otras instituciones del Estado, como la Iglesia, y otros aparatos como el Ejército) enseña las “habilidades” bajo formas que aseguran el sometimiento a la ideología dominante o el dominio de su “práctica”.

La condición sine qua non de la reproducción de la fuerza de trabajo no sólo radica en la reproducción de su “calificación” sino también en la reproducción de su sometimiento a la ideología dominante, o de la “práctica” de esta ideología.

según Marx la estructura de toda sociedad está constituida por “niveles” o “instancias” articuladas por una determinación específica: la infraestructura o base económica (“unidad” de fuerzas productivas y relaciones de producción), y la superestructura, que comprende dos “niveles” o “instancias”: la jurídico-política (el derecho y el Estado) y la ideológica (las distintas ideologías, religiosa, moral, jurídica, política, etcétera).

Cualquiera puede convencerse fácilmente de que representar la estructura de toda sociedad como un edificio compuesto por una base (infraestructura) sobre la que se levantan los dos “pisos” de la superestructura constituye una metáfora, más exactamente una metáfora espacial: la de una tópica. Como toda metáfora, ésta sugiere, hace ver alguna cosa. ¿Qué cosa? Que los pisos superiores no podrían “sostenerse” (en el aire) por sí solos si no se apoyaran precisamente sobre su base.

La metáfora del edificio tiene pues por objeto representar ante todo la “determinación en última instancia” por medio de la base económica. Esta metáfora espacial tiene así por resultado afectar a la base con un índice de eficacia conocido por la célebre expresión: determinación en última instancia de lo que ocurre en los “pisos” (de la superestructura) por lo que ocurra en la base económica. A partir de este índice de eficacia “en última instancia”, los “pisos” de la superestructura se hallan evidentemente afectados por diferentes índices de eficacia. ¿Qué clase de índices? Se puede decir que los pisos de la superestructura no son determinantes en última instancia sino que son determinados por la eficacia básica; que si son determinantes a su manera (no definida aún), lo son en tanto están determinados por la base.

Su índice de eficacia (o de determinación), en tanto ésta se halla determinada por la determinación en última instancia de la base, es pensado en la tradición marxista bajo dos formas:

1) Existe una “autonomía relativa” de la superestructura con respecto a la base.

2) Existe una “reacción” de la superestructura sobre la base.

No desechamos en absoluto la metáfora clásica, pues ella misma obliga a su superación. Y no la superamos rechazándola como caduca. Deseamos simplemente tratar de pensar lo que ella nos da bajo la forma de una descripción. Pensamos que a partir de la reproducción resulta posible y necesario pensar en lo que caracteriza lo esencial de la existencia y la naturaleza de la superestructura. Es suficiente ubicarse en el punto de vista de la reproducción para que se aclaren muchas cuestiones cuya existencia indicaba, sin darles respuesta conceptual, la metáfora espacial del edificio. Sostenemos como tesis fundamental que sólo es posible plantear estas cuestiones (y por lo tanto responderlas) desde el punto de vista de la reproducción.

El Estado es concebido explícitamente como aparato represivo. El Estado es una “máquina” de represión que permite a las clases dominantes asegurar su dominación sobre la clase obrera para someterla al proceso de extorsión de la plusvalía (es decir a la explotación capitalista).

El aparato de Estado, que define a éste como fuerza de ejecución y de intervención represiva “al servicio de las clases dominantes”, en la lucha de clases librada por la burguesía y sus aliados contra el proletariado, es realmente el Estado y define perfectamente su “función” fundamental. También allí, como lo señalamos al referirnos a la metáfora del edificio (infraestructura y superestructura), esta presentación de la naturaleza del Estado sigue siendo en parte descriptiva.

Así la definición del Estado como Estado de clase, existente en el aparato represivo de Estado, aclara de manera fulgurante todos los hechos observables en los diversos órdenes de la represión, cualquiera que sea su campo. Pensamos que, para desarrollar esta teoría descriptiva en teoría a secas, es decir, para comprender mejor los mecanismos del Estado en su funcionamiento, es indispensable agregar algo a la definición clásica del Estado como aparato de Estado. Toda la lucha política de las clases gira alrededor de la posesión, es decir, de la toma y la conservación del poder de Estado por cierta clase o por una alianza de clases o de fracciones de clases.

Aparatos idológicos del Estado

Para hacer progresar la teoría del Estado es indispensable tener en cuenta no sólo la distinción entre poder de Estado y aparato de Estado, sino también otra realidad que se manifiesta junto al aparato (represivo) de Estado, pero que no se confunde con él. Llamaremos a esa realidad por su concepto; los aparatos ideológicos de Estado.

Designamos con el nombre de aparatos ideológicos de Estado cierto número de realidades que se presentan al observador inmediato bajo la forma de instituciones distintas y especializadas. Consideraremos aparatos ideológicos de Estado las instituciones siguientes:

AIE religiosos (el sistema de las distintas Iglesias),

AIE escolar (el sistema de las distintas ?Escuelas?, públicas y privadas),

AIE familiar,

AIE jurídico,

AIE político (el sistema político del cual forman parte los distintos partidos),

AIE sindical,

AIE de información (prensa, radio, T.V., etc.),

AIE cultural (literatura, artes, deportes, etc.).

Aparato represivo del estado: gobierno, la administración, el ejército, la policía, los tribunales, las prisiones, etc.

Mientras que el aparato (represivo) de Estado (unificado) pertenece enteramente al dominio público, la mayor parte de los aparatos ideológicos de Estado (en su aparente dispersión) provienen en cambio del dominio privado.

Gramsci, marxista consciente, ya había previsto esta objeción. La distinción entre lo público y lo privado es una distinción interna del derecho burgués, válida en los dominios (subordinados) donde el derecho burgués ejerce sus “poderes”. No alcanza al dominio del Estado, pues éste está “más allá del Derecho”: el Estado, que es el Estado de la clase dominante, no es ni público ni privado; por el contrario, es la condición de toda distinción entre público y privado.

Hay una diferencia fundamental entre los AIE y el aparato (represivo) de Estado: el aparato represivo de Estado “funciona mediante la violencia”, en tanto que los AIE funcionan mediante la ideología.

(No existen aparatos puramente represivos.) (No existe aparato puramente ideológico.) Así la escuela y las iglesias “adiestran” con métodos apropiados (sanciones, exclusiones, selección, etc.)

La ideología con la que funcionan, en realidad está siempre unificada, a pesar de su diversidad y sus contradicciones, bajo la ideología dominante, que es la de “la clase dominante”.

La misma clase dominante es parte activa de los aparatos ideológicos de Estado, en la medida en que, en definitiva, es la ideología dominante la que se realiza, a través de sus contradicciones, en los aparatos ideológicos de Estado.

Los aparatos ideológicos de Estado pueden no sólo ser objeto sino también lugar de la lucha de clases, y a menudo de formas encarnizadas de lucha de clases. la clase (o la alianza de clases) en el poder no puede imponer su ley en los aparatos ideológicos de Estado tan fácilmente como en el aparato (represivo) de Estado.

¿A qué corresponde la “función” de esos aparatos ideológicos de Estado, que no funcionan con la represión sino con la ideología? ¿Cómo se asegura la reproducción de las relaciones de producción? En lenguaje tópico (infraestructura, superestructura) diremos: está asegurada en gran parte por la superestructura jurídico-política e ideológica. Pero dado que hemos considerado indispensable superar ese lenguaje todavía descriptivo, diremos: está asegurada, en gran parte, por el ejercicio del poder de Estado en los aparatos de Estado, por un lado el aparato (represivo) de Estado, y por el otro los aparatos ideológicos de Estado.

Pensamos que el aparato ideológico de Estado que ha sido colocado en posición dominante en las formaciones capitalistas maduras, como resultado de una violenta lucha de clase política e ideológica contra el antiguo aparato ideológico de Estado dominante, es el aparato ideológico escolar.

1) Todos los aparatos ideológicos de Estado, sean cuales fueren, concurren al mismo resultado: la reproducción de las relaciones de producción, es decir, las relaciones capitalistas de explotación.

2) Cada uno de ellos concurre a ese resultado único de la manera que le es propia: el aparato político sometiendo a los individuos a la ideología política de Estado, la ideología “democrática”, “indirecta” (parlamentaria) o “directa” (plebiscitaria o fascista); el aparato de información atiborrando a todos los “ciudadanos” mediante la prensa, la radio, la televisión, con dosis diarias de nacionalismo, chauvinismo, liberalismo, moralismo, etcétera.

aparato ideológico de Estado cumple muy bien el rol dominante de ese concierto, aunque no se presten oídos a su música: ¡tan silenciosa es! Se trata de la Escuela: Toma a su cargo a los niños de todas las clases sociales desde el jardín de infantes, y desde el jardín de infantes les inculca “habilidades” recubiertas por la ideología dominante (el idioma, el cálculo, la historia natural, las ciencias, la literatura) o, más directamente, la ideología dominante en estado puro (moral, instrucción cívica, filosofía). Hacia el sexto año, una gran masa de niños cae “en la producción”: son los obreros o los pequeños campesinos. Otra parte de la juventud escolarizable continúa: bien que mal se encamina y termina por cubrir puestos de pequeños y medianos cuadros, empleados, funcionarios pequeños y medianos, pequeño-burgueses de todo tipo. Una última parte llega a la meta, ya sea para caer en la semidesocupación intelectual, ya para proporcionar, además de los “intelectuales del trabajador colectivo”, los agentes de la explotación (capitalistas, empresarios), los agentes de la represión (militares, policías, políticos, administradores, etc.) y los profesionales de la ideología (sacerdotes de todo tipo, la mayoría de los cuales son “laicos” convencidos).

Ideología

Todos los aparatos ideológicos del Estado funcionan con una ideología básica, que Marx definía como: “el sistema de ideas, de representaciones que domina al espíritu de un hombre o grupo social”. La teoría de las ideologías se basa en la historia de las formaciones sociales; por lo tanto en los modos de producción combinados en ésta y de las luchas de clases que en ellas se desarrollan.

Teoría de la ideología general:

La ideología es pura ilusión, como un sueño, no es absolutamente nada.

La ideología no tiene historia.

La ideología está dotada de una estructura y funcionamiento que constituyen una realidad no-histórica (omnihistorica).

La ideología es “eterna” en el sentido que decimos que lo es el inconsciente según Freud.

La ideología es una representación imaginaria de la relación con sus condiciones reales de existencia.

Ofrecemos dos tesis para apoyar esta teoría:

Tesis 1: la ideología representa la relación imaginaria de los individuos con sus condiciones reales de existencia.

La palabra ideología significa: ilusión o alusión a algo. Los hombres se representan en forma imaginaria sus condiciones reales de existencia. La existencia de los grupos de estos cínicos que basan su dominación y explotación del “pueblo” en una representación falseada del mundo que han imaginado para esclavizar los espíritus mediante el dominio de su imaginación. Como Marx decía: “es la alienación material que reina en las condiciones de existencia de los hombres mismos” (trabajo alienado). En la representación imaginaria del mundo que se encuentra en una ideología están reflejadas las condiciones de existencia de los hombres y por lo tanto su mundo real.

Toda ideología en su formación necesariamente imaginaria no representa las relaciones de producción existentes (y las otras relaciones que de allí derivan), sino ante todo la relación (imaginaria) de los individuos con las relaciones de producción y las relaciones que de ella resultan. En la ideología no está representando entonces el sistema de relaciones reales que gobiernan la existencia de lo individuos, sino la relación imaginaria de esos individuos con las relaciones reales que viven.

Tesis 2: la ideología tiene una existencia material.

Los individuos viven en la ideología, cuya deformación imaginaria depende de su relación imaginaria con sus condiciones de existencia, con las relaciones de producción y de clase. Diríamos que esta relación está dotada de existencia material. El individuo en cuestión se conoce de tal o cual manera, adopta tal o cual comportamiento práctico y, además, participa en ciertas prácticas reguladas, que son del aparato ideológico del cual “dependen” las ideas que el ha elegido libremente con toda conciencia, en su calidad de sujeto.

Todo depende de la noción del sujeto; la ideología interpela a los individuos como sujetos.

La ideología solo existe por el sujeto y para el sujeto, puesto que toda ideología tiene por función la “constitución” de los individuos concretos en sujeto. Así la ideología no está nada más en las formas materiales de la existencia de ese funcionamiento. El hombre por naturaleza es un animal ideológico, cuando reconoce en otro el discurso que argumenta. La ideología transforma a los individuos en sujetos. Noción de Sujeto:

Tesis Central: La ideología interpela a los individuos como sujetos: la ideología sólo existe por y para los sujetos. La categoría de sujeto es constitutiva de toda ideología sólo en tanto que toda ideología tiene como función la constitución de individuos concretos en sujetos. La evidencia de que somos sujetos es un efecto ideológico. La ideología tiene una doble función: reconocimiento (como sujetos) y desconocimientos (del mecanismo) Somos sujetos que practicamos rituales de reconocimiento ideológico que nos garantizan que somos sujetos, pero desconocemos el mecanismo del reconocimiento.

La ideología recluta sujetos entre los individuos concretos por medio de la interpelación. El reconocimiento de la interpelación lo convierte en sujeto. No hay un orden. La existencia de la ideología y la interpelación de los individuos como sujetos son una sola y la misma cosa.

La ideología es eterna siempre a interpelado a los individuos como sujetos. Esto conlleva que los individuos son siempre ya sujetos aún antes de nacer. (Sujeción y pre asignación aún antes de nacer)

La interpelación de los sujetos supone la existencia de otro Sujeto, único y central, que interpela a todos los sujetos. Existe una mutua interdependencia entre el Sujeto y el sujeto. Existe una sujeción. Sujeción al Sujeto.

Existe un mutuo reconocimiento: entre el Sujeto y los sujetos, entre los sujetos y entre el sujeto y sí mismo. Hay un reconocimiento universal. La interpelación es espectacular, en forma de espejo, y doblemente espectacular porque ese redoblamiento es constitutivo de la ideología y asegura su funcionamiento.

La garantía absoluta es que los sujetos se reconozcan y se conduzcan como si todo estuviera bien.

Los sujetos marchan solos, con la ideología, se insertan en las prácticas gobernadas por los rituales de los AIE. Reconocen el estado de las cosas existentes como si fueran así. Es necesario que las cosas sean así para que la reproducción de las relaciones de producción esté asegurada.

Paradoja: el sujeto es interpelado como sujeto (libre) para que se someta libremente a las órdenes del Sujeto, por lo tanto, para que acepte (libremente) su sujeción. Los sujetos solo existen por y para su sujeción.

Es necesario un discurso científico para hablar de ideología. No existe un afuera de la ideología, pero sólo el discurso científico puede considerarse como lugar posible para estudiarla.


 

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