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Resumen de "Sistema Electoral"  | Sistemas Políticos Comparados (Cátedra: Aznar Saguir - 2017)  |  Cs. Sociales  |  UBA
Peter Siavelis: Sistemas electoral, desintegración de coaliciones y democracia en Chile: ¿el fin de la concertación?
(Unidad V)

La argumentación central del texto se centra alrededor de cuestionar la posición mayoritaria entre la bibliografía que arguye que el sistema bidimensional en Chile provoca efectos políticos que proporcionan fuertes incentivos para la formulación y permanencia de coaliciones. El autor sostiene que la capacidad del sistema electoral de crear incentivos para inducir la formulación de coaliciones depende del contexto. En esta línea argumentativa debate teóricamente con dichas posiciones que el presenta como mecanicistas.
En este sentido analiza tres niveles como ser los niveles relativos de apoyo electoral entre partidos (o también llamados paridad de sub-pactos), la póliza de seguros para los perdedores en las elecciones competitivas y la sincronización y secuencia de las elecciones presidenciales y legislativas.
Por última pone en tela de juicio por las características contextuales el mantenimiento de la coalición gobernante para las elecciones de 2005.
En términos generales la bibliografía existente plantea que el sistema electoral estimula la formulación y conservación de colaciones y así se constituye como la llave de la estabilidad del modelo de transición chilena. Plantean que los sistemas electorales producen incentivos tanto sociológicos como mecánicos. Desde tal perspectiva los incentivos parecerían ser absolutos e inmutables. En contraposición Siavelis plantea que la propensión al mantenimiento de las coaliciones del sistema electoral depende bastante del entorno; las características de las coaliciones del sistema dependen del balance entre los incentivos y los desincentivos creadas por otras variables del entorno. Desde el retorno a la democracia los incentivos han tenido preponderancia, pero hoy las condiciones contextuales han cambiado.

El sistema binominal y los incentivos para la formación de coaliciones.

El sistema binominal fue la opción adoptada por los militares que tenían como intención sobre representar a la derecha y reducir el número significativos en el país. El sistema quedó conformado con 60 distritos para los diputados, dónde se eligen dos miembros y 19 circunscripciones para los Senadores (para un total de 38 miembros). La combinación de distritos con magnitudes de dos y un sistema de conteo d´hondt crea fuertes umbrales electorales. Cada coalición o partido presenta dos candidatos por distrito. Para obtener ambos puestos la lista que obtuvo el primer lugar debe duplicar el total de votos de la lista en segundo lugar.
La mayoría de los teóricos concuerdan con Lavín que dice que este sistema obliga a la formación de grandes bloques electorales, los cuales moldean sus posiciones y terminan situándose unos cerca del otro. Lo que plantea este artículo es que hay características institucionales del propio sistema electoral que pueden socavar los incentivos para la formulación de coaliciones.

Sistema binominal, selección de candidatos e igualdad de sub-pactos.

La falta de un partido mayoritario y la continua existencia de un arraigado sistema multipartidista para competir eficazmente dentro de un sistema caracterizado por umbrales fuertes y pequeñas magnitudes, los partidos deben formar listas pre-electorales para ganar las elecciones. Las coaliciones están divididas en subpactos que comparten alguna afinidad ideológica y conforman una unidad negociadora. La concertación de centro-izquierda comprende el sub-pacto de la izquierda (el partido por la democracia y el partido socialista) y el centro (democracia cristiana, partido radical y social demócrata) así como varios partidos mas pequeños. La Alianza esta formado por los dos partidos de derecha mas importantes (Renovación nacional y Democracia independiente) cada uno con su sub-pacto centro-derecha y derecha respectivamente.
Todos los partidos saben que para pasar el umbral necesario una coalición y también se dan cuenta que es muy difícil para las coaliciones ganar los dos escaños. Lo antedicho hace esencial la composición de las listas de candidatos. Los partidos buscan poner en la misma lista a su candidato con un débil (al que pueden vencer fácilmente) o a un candidato muy fuerte (con el que ganar los dos escaños). En las negociaciones es probable que los representantes de los partidos principales derroten a los de los partidos pequeños, pero los primeros no pueden ignorar simplemente sus demandas. Además, mientras las coaliciones buscan maximizar los votos de sus listas, mientras que su candidatos pueden no estarlo si el maximizar los votos de su lista significa que sus socios sumaran más que ellos.
A esto hay que sumarle un elemento de gran relevancia; la concertación dividirá las posiciones en sus listas teniendo en cuenta la opinión pública. Cuando los sub-pactos de izquierda y centro esperan de los sondeos niveles de apoyo similares, las negociaciones son más simples y hay mayores probabilidades de éxito. Sin embargo, cuando existe un buen margen de distancia entre los sub-pactos principales, podemos esperar más complicaciones y un menor éxito en las negociaciones, las que están caracterizadas por más conflictos intra-coalición y una probabilidad más alta de fracaso. La igualdad puede ser entendida en dos niveles que son de votos o de escaños y ambos elementos son utilizados en la negociación. La igualdad en los niveles de apoyo en el Parlamento incita a la negociación por la re-nominación de sus candidatos.
Un pequeño resumen de las elecciones desde el fin del gobierno autoritario demuestra que en 1989 las condiciones impuestas por Pinochet hicieron que las coaliciones tuvieron poca información sobre el apoyo relativo a los partidos. La urgencia de derrotar a los candidatos atados al gobierno anterior creo un consenso al interior de de la Concertación produciendo una distribución equitativo de las candidaturas entre los sub-pactos.
En 1993 las negociaciones fueron distintas debido a que el sub-pacto centro había obtenido un 14,3% mas de escaños en el 89´ y presionó con eso para lograr un número de candidaturas mayor al de las últimas elecciones. Aunque el sub-pacto izquierda cedió candidaturas en el 93´, los resultados de las elecciones estrecharon estrecharon la diferencia en los asientos entre los sub-pactos a 6,5%. Esto dejó a la izquierda mejor posicionada para las elecciones del 97´´. En dichas elecciones el apoyo fue muy parejo para ambos, dando lugar en 2001 a una dinámica similar en la negociación siendo dividas las candidaturas. Los resultados fueron fuertemente favorables para la izquierda (12,5% de diferencia en los asientos). En consecuencia, las negociaciones para el 2005 serían más complejas debido a la disparidad de apoyo entre los sub-pactos de la Concertación. A esto se le sumó otras áreas de desacuerdo al interior de la coalición y la fatiga con 12 años de gobierno de la Concertación. Siavelis esboza que para las elecciones parlamentarias, dada la dinámica creada por el sistema electoral, es probable que la izquierda demande mucho más y que el centro trate de resistir.
Incluso dice que la izquierda podría pensar en listas separadas, lo que le permitiría ganar en muchos distritos cedidos al centro y hasta promover su propio candidato presidencial. Además ya no existe como a finales de los 80´ y principios de los 90´ una delicada transición a la democracia.

Doblaje y el seguro político de recompensa como fuente de unidad

Aquí se demarca el problema como se posesionan las candidaturas de los partidos en las candidaturas parlamentarias. Los partidos saben la dificultad que implica poder doblar a la oposición para poder lograr los dos escaños, en este sentido los candidatos más populares prefieren ir en la fórmula fuerte-débil, ya que de esta manera tiene la victoria prácticamente garantizada. De lo contrario, el candidato no sólo compite con la oposición sino también con su compañero de coalición. Ahora bien, el autor se pregunta acerca de cuáles incentivos pueden proporcionar las coaliciones para que un candidato acepte ir con otro candidato fuerte. Según Siavelis la evidencia empírica sugiere que la coalición puede proporcionar una suerte de póliza de seguros en forma de promesas de nominación ministerial u otras posiciones de alto nivel (por ej una embajada) a cambio de formar parte de una candidatura que podría resultarle riesgosa en términos de carrera. Sin embargo es necesario para poder otorgar dichos incentivos que la coalición tenga un presidente en ejercicio del poder que pueda dar dichas recompensas o bien que haya elecciones simultáneas dónde haya grandes expectativas de ganar el ejecutivo.

Elecciones simultáneas y mantenimiento de la coalición

En términos generales, un gran número de cientistas políticos han demarcado la importancia de la sincronización y la secuencia de las elecciones en el delimitamiento de los resultados electorales, señalando que las elecciones simultáneas reducen la fragmentación del sistema de partidos y fortalecen la probabilidad del que el presidente obtenga mayoría parlamentaria. En Chile el Ejecutivo es de un período de 6 años, los miembros de Cámara de Diputados son elegidos por 4 años y los del Senado por 8. Entre dichas elecciones están las municipales cada 4 años. En Chile el diseño electoral sub-optimo con relación a la sincronización y la secuencia de las elecciones.
Las investigaciones reconocen la conexión entre las elecciones legislativas y presidenciales. El sistema electoral binominal aumenta la apuesta por un candidato presidencial único y, a su vez, refuerza los incentivos para creación y mantenimiento de listas compartidas para las Legislativas. El fracaso en el acuerdo de un candidato presidencial único puede ocasionar el fraccionamiento de las alianzas para el Congreso.
El hecho de que las elecciones no sean simultáneas trae como problema la elección del candidato presidencial. La negociación será compleja cuando existe un apoyo desigual entre los sub-pactos. Además, aún en el contexto de elecciones simultáneas, cuando la victoria presidencial es incierta, los incentivos para el mantenimiento de la coalición vinculados a la póliza de seguro político son mucho menos probables de desarrollar. Finalmente, aún en dicho contexto, los incentivos para al formación y mantenimiento de las coaliciones depende de si mantiene la presidencia o la mayoría legislativa. Menores incentivos habrá para el mantenimiento de la coalición en elecciones no simultáneas donde los candidatos presidenciales no se beneficien e una mayoría legislativa o dónde ocurran elecciones simultáneas pero se espera que pierda el presidente.

Un resumen de los incentivos para la disolución de la colación.

El artículo argumenta que pueden afectar negativamente los incentivos para la formación de las coaliciones: la influencia de la paridad del subpacto, la capacidad del gobierno para recompensar el alto riesgo electoral de los perdedores (la póliza de seguro político) y la influencia de la sincronización de las elecciones. El modelo no sugiere que estas sean las únicas variables que impacten sobre la formación y el mantenimiento de la coalición.
Resumiendo:
1. la paridad de sub-pacto facilita las negociaciones. Las negociaciones para la conformación de la lista suelen apoyarse en los resultados de las elecciones anteriores y en el tamaño del contingente parlamentario para presionar sobre sus socios y obtener mas escaños.
2. En términos de la capacidad del gobierno para premiar a los perdedores, el modelo sugiere que una victoria presidencial esperada aseguraría a los perdedores la recompensa. Alternativamente, una victoria incierta para un presidente a una esperada derrota proporcionaría un incentivo negativo para el mantenimiento de la coalición. Cuando las elecciones legislativas ocurren a mitad del período presidencial tendrán menos oportunidades de proveer recompensas concretas para los candidatos de alto riesgo ya que no hay renovación completa de los puestos públicos.
3. Con respecto a las elecciones simultáneas una elección presidencial y legislativa simultánea con una victoria segura proporcionaría el más fuerte apego a la coalición e inversamente. Una elección presidencial con resultado incierto otorgaría un incentivo moderado para el mantenimiento de la coalición, dado que, incluso con un perdedor los partidos necesitan atravesar los fuertes umbrales para lograr asientos en el Congreso.

Para finalizar el autor deja plantea una gran incertidumbre el relación a la Concertación y las elecciones presidenciales del 2005 debido a varias cuestiones. En primer lugar la democracia cristiana ha perdido un fuerte caudal de apoyo, lo que produjo un cambio en la relación de fuerzas de los sub-pactos, perdiendo el sub-pacto centro la posición más influyente al interior de la coalición y dejándole su lugar al subpacto de izquierda. En el 2001 las elecciones arrojaron el siguiente resultado: el PDC sacó el 18,9% en relación con el 295 de la izquierda (sacaron 23 y 39 asientos respectivamente). Esta disparidad es la más grande entre los sub-pactos desde 1989 con otro contexto cualitativamente distinto.

En conclusión, los efectos de los sistemas electorales sobre la formación de coaliciones son menos absolutos de lo que parecen a simple vista, subrayando hallazgos que nos fuerzan a repensar en profundidad en la relación entre las reglas electorales y sus supuestos resultados en términos de la dinámica competitiva del sistema de partidos. Sin embargo, las variables analizadas pueden afectar profundamente a las fórmulas electorales para los sistemas de partidos.












Democracia con adjetivos. Innovación conceptual en la investigación comparativa
Collier y Levitsky

El desafío de los estudios de tratar de conceptualmente la gran variedad de regiones post-autoritarias. Responden a ese desafío por dos vías potencialmente contradictorias: 1) intentan incrementar la diferenciación analítica para captar las diferentes formas de democracias que han aparecido, 2) se preocupan por la validez conceptual, pretenden evitar el problema del estiramiento conceptual que surge cuando el concepto de democracia se aplica a casos para los cuales no es apropiado.
La consecuencia es la proliferación de formulas conceptuales alternativas, incluida una sorprendente cantidad de subtipos de democracias con adjetivos. Dicha proliferación se produjo a pesar de los esfuerzos de los principales analistas por estandarizar el uso del término democracia en base a definiciones procedimentales. La estandarización de su uso debe complementarse con la evaluación de la estructura del significado que subyace a estas diversas formas del concepto.
Objetivo del artículo:
Hacer mas comprensible la compleja estructura de las estrategias alternativas de innovación conceptual que hay aparecido y examinar las ventajas y desventajas de cada una de ellas.
Sartori utiliza la estrategia de ascender y descender en la escala de generalidad, dirigida a evitar el estiramiento conceptual y aumentar la diferenciación respectivamente. Debido a que esta estrategia no puede emplearse para alcanzar las dos metas simultáneamente, los especialistas generalmente optaron por otros caminos: crearon subtipos de democracias “disminuidos”, hicieron mas “precisa” la definición de democracia agregando atributos definitorios y redefinieron el concepto abarcante con el cual se asocia a la democracia.
El análisis pretende estimular a los investigadores para que sean más cuidadosos en la definición y el uso de los conceptos. Los subtipos son “contenedores de datos”, y si el objetivo es describir los nuevos regimenes de forma adecuada estos contenedores de datos deben emplearse clara y apropiadamente.
Mejorar la descripción a su vez, es esencialmente para descubrir las causas y consecuencias de la democracia.
Definiciones de democracia en la investigación sobre la democratización creciente:
Definiciones procedimentales que se emplearon con más frecuencia en la investigación de los procesos de democratización reciente a nivel de los regimenes políticos nacionales.
Se refieren a los procedimientos democráticos y no a las medidas políticas sustantivas u otros resultados que pueden considerarse democráticos.
También estas definiciones son mínimas ya que buscan la menor cantidad posible de atributos suficientes para producir un criterio viable de democracia.
Nos centramos en una definición procedimental minima que supone elecciones completamente competitivas con sufragio universal y sin fraude masivo, combinadas con la existencia de garantías efectivas para las libertades civiles (de expresión, reunión y asociación). No obstante, estamos lejos de conservar una definición única.
Estrategia de Sartori:
Escala de generalidad: que observa una relación inversa entre el numero de atributos definitorios y la cantidad de casos, los conceptos con menos atributos definitorios comúnmente se aplican a mas casos y por tanto se hallan mas alto en la escala de generalidad, mientras que los conceptos con mas atributos definitorios se aplican a menos casos y así, se ubican mas abajo en la escala.
La diferenciación conceptual se puede aumentar descendiendo en la escala de generalidad hacia conceptos que tengan mas atributos definitorios y se adecuan a un numero menor de casos. Este movimiento descendiente en la escala con frecuencia se consigue a través de la creación de subtipos clásicos de democracia. Estos subtipos son ejemplos plenos de la definición básica de la democracia a la cual se refieren, y al mismo tiempo se diferencian de otros subtipos clásicos a este concepto (democracia multipartidaria, parlamentaria, federal, etc.). Sin embargo, los subtipos construidos de esta manera pueden llevar al estudioso a caer en el estiramiento conceptual, pues hacen suponer que los casos en discusión son de hecho democráticos. Si el caso que se esta estudiando no llega a ser plenamente democrático, el empleo de estos subtipos como herramientas de diferenciación conceptual puede no ser apropiado. Los analistas buscan así, conceptos que distingan grados de democracias, además de identificar tipos de democracias (solo a estos contribuyen los subtipos clásicos, por lo que no han sido los medios mas recientes de diferenciación conceptual).
Propuesta de Sartori para evitar el estiramiento conceptual:
Es ascender en la escala de generalidad hacia conceptos que posean menos atributos definitorios y en consecuencia se apliquen a un mayor número de casos. En este contexto, serian conceptos situados mas arriba que la democracia en la escala de generalidad. Los estudiosos, usualmente consideran a la democracia como un tipo especifico en relación con el concepto mas general de régimen por lo tanto si tienen problemas para determinar si un caso particular es realmente un régimen democrático, pueden ascender en la escala de generalidad y llamarlo simplemente régimen.
Sin embargo, como trasladarse a un concepto tan general como régimen conlleva una gran perdida en términos de diferenciación conceptual, los autores con frecuencia ascienden hasta un nivel intermedio (tipos específicos de régimen), los subtipos resultantes se vuelven mas generales que el concepto de democracia ya que incluyen no solo elementos democráticos, sino que también algunos no democráticos.
Las estrategias de Sartori pueden posibilitar un avance hacia uno de los objetivos, pero no hacia los dos simultáneamente. Por ello, diferentes autores se inclinaron por otras estrategias.
Subtipos disminuidos:
Puede contribuir tanto a lograr la diferenciación como a evitar el estiramiento conceptual.
1- A diferencia de los subtipos clásicos, no son ejemplos plenos de la definición clásica de democracia empleada por el autor que presenta el subtipo.
El estudio formula una proposición más modesta sobre el alcance de la democratización y es menos vulnerable al estiramiento conceptual.
2- Debido a que los subtipos disminuidos representan una forma incompleta de democracia, podría pensarse que poseen menos atributos definitorios y en consecuencia, que estarían por arriba en la escala de generalidad y que por ello proporcionarían menos diferenciación. Sin embargo, la característica distintiva de los subtipos disminuidos es que generalmente identifican atributos específicos de la democracia que están ausentes, estableciendo asi el carácter disminuido del subtipo, al mismo tiempo que identifican otros atributos ausentes, incrementan la diferenciación y el subtipo disminuido de hecho se refiere a un conjunto de casos distintos del abarcado por la definición básica de democracia.
Los subtipos disminuidos son un medio útil para evitar el estiramiento conceptual en los casos no completamente democráticos. Proporcionan también diferenciación por medio de la creación de nuevas categoría analíticas.
Otra estrategia de innovación conceptual se centra en la propia definición de democracia y se ocupa de “precisándola” agregándole atributos definitorios como el concepto se ha extendido hacia nuevas situaciones, las investigaciones pueden hallar un caso particular que pueda clasificarse como democracia sobre la base de una definición aceptada usualmente pero que a la luz de una definición mas amplia no se lo puede considerar completamente democrático. Este desajuste entre el caso y la definición formal puede formar a los analistas a hacer explicito uno o mas criterios que consideran implícitos en el concepto abarcante, pero que no están incluidos en la definición. La consecuencia de ello es el surgimiento de una nueva definición dirigida a cambiar el modo en que se clasifica un caso particular. Esta innovación aumenta la diferenciación conceptual agregando un nuevo criterio para definir el corte entre democracia y no-democracia. Por ello, la estrategia también puede impedir el estiramiento conceptual ya que así no se aplica la etiqueta de democracia, a los casos que a la luz de este nuevo criterio, el autor ve como incompletamente democráticos. Aunque es posible que el uso de esta estrategia surja de la participación por adaptar el concepto de democracia a un contexto particular, la definición modificada no debería considerarse pertinente solo en ese contexto.
En realidad, la definición modificada puede proporcionar nuevo puntos de vista sobre otros casos en los cuales la importancia de los nuevos atributos definitorios no se hubiera aplicado anteriormente.
Otro intento de precisar la definición de democracia surgió de la percepción de que en varias nuevas democracias latinoamericanas y en algunos países excomunistas, los presidentes elegidos emplean con demasiada frecuencia su poder de emitir decretos, esquivando las instituciones democráticas como las legislaturas y los partidos políticos y gobiernan de un modo plebiscitario, lo cual evidencia un grave transfondo autoritario. (Ej: Menem en Argentina, Collor de Melo en Brasil, Fujimori en Perú). La preocupación por esas tendencias autoritarias llevó a algunos autores a incluir los controles al Poder Ejecutivo en si criterio procedimental para la democracia y por lo tanto a excluir los casos de presidencialismo irrestricto. Sin embargo, esta innovación no se ha generalizado.
Precisar la definición puede servir tanto para lograr una mejor diferenciación como para evitar el estiramiento conceptual. Entre las estrategias alternativas de innovación conceptual, la precisión en cierto sentido introduce el cambio mas profundo: modifica la propia definición de democracia. La aceptación de una innovación basada en la precisión provoca el cambio del punto de partida definicional en la referencia al cual se ordenan todas las otras estrategias, y se altera así el campo semántico en que están trabajando los autores. Por el contrario, la introducción de un nuevo subtipo no afecta el campo semántico de esa manera.
Es importante que los autores eviten la manipulación definicional en el sentido de introducir una nueva definición cada vez que se tapan con un caso analítico. Sin embargo, el contraste entre el primer ejemplo (el de agregar el criterio del poder efectivo de gobernar) y el tercer ejemplo (el de agregar la AH) demuestra que los estudiosos pueden imponer limites constructivos cuando precisan la definición.
En el primer ejemplo se considera que la incapacidad de los gobernantes elegidos de ejercer el poder efectivo invalida su carácter democrático. Por el contrario, en el tercer ejemplo, a pesar de las medidas impulsadas por la mano dura del presidente, un punto crucial es que esos presidentes son lideres elegidos, por tanto, podría decirse que es correcto considerar que esos regimenes satisfacen un criterio mínimo de democracia y evitar precisar la definición, en tanto: 1) mantienen la elección presidencial y un respeto general por las libertades civiles y la legislatura, 2) los partidos de la oposición no son proscripto o disueltos.
Por ultimo, la iniciativa de precisión puede llevar a que se vuelvan a incluir en la definición de democracia atributos que los estudiosos explícitamente decidieron excluir con anterioridad.
Otra estrategia de innovación conceptual es cambiar el concepto abarcante en relación al cual la democracia es considerada un ejemplo específico, es decir un subtipo clásico. Así, aunque con frecuencia se vea a la democracia como un subtipo del concepto abarcante “régimen”, cierta literatura reciente caracterizó a la democracia como un subtipo de otros conceptos generales como “gobierno democrático” y “Estado democrático”. Por ello, cuando se clasifica como “democrático” a un país determinado, el significado puede variar según el concepto abarcante al cual se refiera ese termino.
Un cambio en el concepto abarcante puede crear otro criterio para clasificar a un caso particular como democracia, aun sin modificar o estirar el concepto de “régimen democrático”.
Cambiar el concepto abarcante es otra manera de realizar una descripción mas diferenciada de lo que se considera un ejemplo incompleto de democracia, estableciendo un criterio mas alto y otro mas bajo de democracia, y afirmando que ese tipo de países cumplen solo el criterio mas bajo.
La estrategia de cambiar entre diferentes conceptos generales puede servir para introducir una diferenciación más rigurosa por medio de la creación de una categoría analítica adicional.
































“Sistemas electorales y partidos políticos: República federal de Alemania (representación proporcional personalizada)” Nohlen

Elecciones desde 1949 “según los ppios de una representación proporcional vinculada a la elección proporcional”. El sist.electoral se encuentra entre las numerosas soluciones de compromiso, resultando luego en una solución estable. La tarea de la Comisión era crear un sist.electoral que contuviera elementos de la representación proporcional y de la de <ría, que debía configurarse de modo tal que previniera un posible fraccionamiento de los p.pols.

• La representación proporcional personalizada y las reformas electorales 1949-85
El sist.de representación proporcional “personalizada” intenta combinar la fórmula decisoria <ritaria para la ½ de los diputados y en escala de circunscripciones uninominales; mientras que para la distribución de la totalidad de escaños rige la representación proporcional como fórmula decisoria y ppio de representación.
Desde la reforma de 1953, cada elector dispone de 2 votos: uno par la elección directa de un diputado en las circunscripciones por <ría relativa, y el 2º para votar por una lista cerrada y bloqueada de partido a escala de Land. El 2º voto determina cuántos diputados envía c/p.pol al Bundestag. Para la atribución de escaños debe superarse la barrera electoral del 5%, desde 1953 dicha barrera debe superarse en la totalidad del territorio federal.
El nro de escaños que le corresponde a c/p.pol es determinado por una doble utilización del procedimiento de conversión de votos en escaños (Hare/Niemeyer). En la 1º operación se comprueba el nro de escaños que corresponde a c/p.pol en el Bundestag (sólo para los que hayan superado la barrera legal); en una 2º operación se aplica nuevamente el método Hare/Niemeyer para repartir los escaños ya asignados a c/p.pol a nivel nac entre sus distintas listas de Land. Una vez alcanzado dicho nro, se sustraen los escaños obtenidos en las circunscripciones (mandatos directos). Los escaños sobrantes no conducen a la anulación del sist.proporcional (no distorsionan la relación votos-escaños en el parlamento).

• Desarrollo del sist.de p.pol y el factor sist.electoral
En 1949 se manifiesta el peligro de formación de un sist.de p.pol multipartidista heterogéneo, dado el éxito electoral de los p.pols recién fundados. El proceso de concentración del sist.de p.pol iniciado en 1953, hacia un sist.con dos polos, aunque no bipartidista, ha establecido un sist. bipolar de 4 p.pols, aunque con una asimetría estructural. Así aparecen dos situaciones percibidas como ideológicamente opuestas: la CDU/CSU/FDP por un lado, y SPD y verdes por otro. Opciones para coaliciones así como variaciones del electorado sólo se ven dentro de los 2 bloques, dentro de los cuales, en efecto, tmbn aumente la predisposición del electorado para el cambio de uno a otro p.pol.
La tendencia a la concentración en el comportamiento del electorado y en el sist.p.pols se produce mediante diferentes factores, entre los que el sist.electoral es sólo uno entre otros. Primeramente es una tendencia consecuencia del cambio soc (post 2º guerra mundial, “milagro económico de los 50s) que produjo una homogeneidad relativamente alta, y una clara diferenciación de los conflictos socio-pols. Entre las causas pols-institucionales, se destaca el predominio del PE sobre el parlamento, llevando a reducir el contenido de las elecciones al Bundestag a un enfrentamiento entre los candidatos a canciller.

• Barrera legal
Dentro de la representación proporcional personalizada es “el elemento” del cual resulta el efecto concentrador más fuerte: y al mismo tiempo ha provocado los <res conflictos de OP. El tribunal constitucional ha considerado la capacidad funcional del sist.parlamentario más importante que los aspectos de una representación “justa”.
Respecto al sist.electoral debe considerarse que la distribución total de los escaños se produce básicamente, en una circunscripción nacional. La barrera electoral sustituye otros elementos que dificultan el acceso al parlamento, y es un equivalente funcional para una % del país en circunscripciones, entre las que se deben asignar todos los escaños. Ella evita el ingreso de p.pols minúsculos en el parlamento, así como retiene al electorado de votar por ellos.

• Voto doble
Elemento de gran importancia dentro del sist.electoral. C/elector tiene 2 votos, lo que permite un voto diferencial; aunque el 90% de los electores no opten por un candidato de la circunscripción y por otro p.pol distinto al del candidato. El 10% divergente se comporta tácticamente, influyendo en el resultado electoral. S/embargo, las elecciones en circunscripciones uninominales, son ante todo, por un p.pol; la formación de la voluntad pol no se puede imaginar separada de los p.pols.
Hay un intención de impedir la <ría absoluta de un p.pol, y lograr la formación de las coaliciones pols. Por lo que la frecuencia del split vote se diferencia según los p.pols; siendo menor en los más grandes, sobre todo si éstos se encuentran en la oposición. La importancia del voto diferencial para la coalición pol se produce porque los electores que con el 1º voto eligen a uno de los grandes p.pols, dan su 2º voto al pequeño p.pol que forma la coalición y con ello contribuyen a su subsistencia, la cual hace posible la <ría en el parlamento. Los “votos prestados” desempeñan una gran F(x) para la dinámica del sist.p.pol en Alemania para la formación de <rías de gob. y para la alternancia en el ejercicio de poder.

• Exceso de escaños
Puede producirse por variadas causas, entre ellas: cuando la participación electoral en un Land está claramente por debajo del promedio de la participación de todo el territorio electoral, o cuando un p.pol gana todos sus escaños de circunscripción con una ventaja de votos extremadamente ajustada, mientras que el otro p.pol alcanza su triunfo electoral en la circunscripción con una gran ventaja de votos. Esto muy rara vez sucede, y hasta ahora no ha cumplido ninguna F(x) respecto a la formación de la <ría parlamentaria.

• Validez y valoración de la representación proporcional personalizada
Por la estabilidad que presenta, es considerado (como el sist.británico) como modelo de sist.electoral, olvidando fácilmente que es resultado de una solución de compromismo, que algunas de las expectativas creadas no se han cumplido, y que la concentración en el comportamiento del electorado y en el sist.p.pol, así como la estabilidad del gob en Alemania, no se deben primordialmente al sist.electoral.

• Clasificación del sist.electoral alemán
Es un sist.de representación proporcional, ya que la cantidad de escaños de los p.pols depende, finalmente, del % de votos que obtengan. No se trata de un sist. de representación proporcional pura (como Weimar), ni tampoco de aquellos que tienen un fuerte efecto desproporcional. Puede incluirse más bien entre los sists.de representación proporcional, que dificultan o hasta impiden el acceso al parlamento de p.pols atomizados o pequeños; por lo gral no permite que el p.pol más fuerte alcance la <ría absoluta de escaños.
La barrera legal y la alta proporcionalidad de los resultados, son los criterios más importantes para la clasificación del sist.electoral.

• Debate e iniciativas de reforma
Aparición de 2 escuelas con sus respectivas iniciativas de reforma, se trata de: la escuela de Heidelberg y la de Colonia-Mannheim. Ambas parten de una misma concepción en lo relativo a la teo de la democracia: gob alternativo, dualismo de p.pols, clara distinción entre <ría de gob y minoría de oposición, y exigencia de que por ½ de la votación los electores determinen un gob de p.pol (modelo británico del responsable government). Ambas parten de la hp no cuestionada de que el sist. de <ría relativa y el sist.bipartidista se condicionan recíprocamente.
La razones del fracaso de la reforma electoral son variadas: la actitud refractaria del SPD por temor a la eliminación de posibilidades de participación en el gob, así como la progresiva pérdida de los argumentos teórico-democráticos. Hubo cambios de coalición en los Gobs. siguientes, sin embargo debe darse fe de que es poca la influencia del elector en la elección y constitución del gob a nivel federal.

• La unificación de Alemanica: cambios y permanencias
Con la unificación y respecto al sist.electoral, no hubo grandes cambios. Las fuertes controversias, y los argumentos a favor de una integración más rápida y completa de los nuevos territorios recién constituídos en el sist.electoral occidental, respondían a razones obvias: disminuir las posibilidades del p.pol del Socialismo Democrático, org sucesora del hegemónico p.pol marxista-leninista. Así para las 1º elecciones se aplicó prácticamente el sist.electoral vigente por separado en las 2 partes de la nueva República Federal.
En una consideración global del sist.electoral, la diferencia estaba en la presencia en el primer escrutinio de 2 circunscripciones plurinominales a cuyo nivel se repartían los escaños a los p.pols, y la vigencia de la barrera legal a este nivel.










































Accountability Horizontal
O’Donnell Guillermo

La Accountability Horizontal (AH), esta ausente en America Latina y en otras regiones. Las Poliarquías, satisfacen las condiciones que definen este tipo de régimen, es decir, celebran elecciones y poseen una competencia electoral regular libre. Sin embargo, en los países antes mencionados, estos exhiben una AH, débil o intermitente, ya que en ellos, esta vigente la dimensión electoral de la Accountability Vertical (AV), por medio de elecciones razonablemente libres y regulares, los ciudadanos pueden castigar o premiar a los gobernantes votando a favor o en contra de ellos en la próxima elección.
Las libertades de opinión y asociación, así como el acceso a fuentes de información razonablemente variadas, permiten plantear demandas a las autoridades públicas y eventualmente denunciar sus actos ilícitos. A esto contribuye el funcionamiento de los medios de comunicación razonablemente libres, también comprendidos en la definición de Poliarquía. Igualmente en las elecciones (principal faceta de la AV) no esta claro cuan efectivos son como instrumentos para que los votantes premien o castiguen a los gobernantes.
La existencia de la AV, implica que estas poliarquías son democráticas. Pero la debilidad de la AH implica que los componentes liberal y republicano de mucha de estas poliarquías son débiles.
Las tradiciones y principios que definen las poliarquías son diferentes y tienen diferentes orígenes, por ejemplo; la democracia en Atenas, el republicanismo en Roma y luego en varias ciudades italianas medievales; y el liberalismo en la sociedad feudal y más tarde en la Gran Bretaña de Locke y la Francia de Montesquieu. En varios aspectos, estas tradiciones entran en conflicto, pero hay una importante convergencia.
Estas tres corrientes y sus afirmaciones se han combinado de modos complejos y cambiantes a lo largo de la historia de las poliarquías formalmente institucionalizadas, vigentes en la mayor parte de los países altamente desarrollados. Por lo que no es correcto postular una de las tres dimensiones como el fundamento o aspecto básico de la poliarquía.
Tres Consideraciones:
1- La necesidad de distinguir las diferentes maneras como el liberalismo y el republicanismo dividían la frontera entre la esfera publica y privada.
2- Los descubrimientos implicados por la afirmación liberal de una esfera protegida de derechos, por la exigencia republican de la sujeción de los gobernantes a la ley y por la noción democrática de que quienes obedecen a la autoridad política son al mismo tiempo su fuente.
3- La combinación compleja y cambiante de estas tres corrientes es un elemento importante para caracterizar a las poliarquías como las democracias realmente existentes en el mundo moderno.
Poliarquía es la condensación de varios procesos históricos, muchos de ellos concomitantes con un fenómeno, el capitalismo que apareció casi al mismo tiempo en la región del planeta en que nació el liberalismo.
Son contribuciones complejas e inestables de los cuatro elementos- las tres tradiciones y el Estado-. Cada corriente enfatiza valores y concepciones de la naturaleza humana diferentes.
Las precursoras de las poliarquías son: Gran Bretaña en primer lugar y luego Estados Unidos y Francia. Transplantes de estas constituciones viejas a las latinoamericanas del Siglo XIX. Por mucho tiempo y con pocas excepciones fuera de este núcleo no prosperó ninguno de los principios contra-intuitivos de la democracia, el liberalismo y el republicanismo. Muchas formas de dominación política aparecieron en el Este y en el Sur, pero pocas fueron poliarquías. Estos diferentes tipos de dominación autoritaria negaron las fronteras protectoras del liberalismo, aunque por conveniencia o impotencia toleraron una variada gama de actividades autónomas en la sociedad.
Accountability Horizontal:
La existencia de agencias estatales que tienen la autoridad legal y están prácticamente dispuestas y capacitadas para emprender acciones que van desde el control autoritario, hasta sanciones legales o incluso “impeachment”, en relación con actos y omisiones de otros agentes o agencias del Estado que pueden, en principio o presuntamente, ser calificadas como ilícitas. Dichas acciones pueden afectar tres esferas principales: 1) la democracia, se resiente por decisiones que cancelan las libertades de asociación o introducen fraude en las elecciones. Estas son acciones importantes y preocupantes; 2) la liberal, es infringida cuando agentes estatales violan, o permiten a actores privados violar libertades y garantías, tales como la inviolabilidad del domicilio, la prohibición de la violencia domestica y la tortura, el derecho de cada persona de un juicio imparcial y otras similares; 3) la republicana, se trata de acciones de funcionarios que electos o no, suelen ocupar altos cargos en el Estado o el régimen.
Muchas definiciones de la AH son producto de innumerables acciones cuyos protagonistas dan por descontado que las reglas republicanas son validas a lo sumo de la boca para afuera y en todo caso, algo que se debe tener en cuenta para evitar las consecuencias perniciosas de comportamiento que las niegan.
El tema central es el de las fronteras o limites en dos sentidos relacionados entre si: 1) la separación liberal o republicana, entre una esfera publica y una esfera privada, 2) esta implícito en la definición de AH que O’Donnell propone: para que este tipo de Accountability sea efectivo deben existir agencias estatales autorizadas y dispuestas a supervisar, controlar, rectificar y/o solucionar actos ilícitos de otras agencias del estado. Las primeras agencias deben poseer no solo autoridad legal para proceder de esta forma, sino también “de facto”, autonomía suficiente respecto de las segundas (tema de la división de los poderes y de los pesos y contrapesos entre ellas). Para ser efectiva, estas agencias no pueden operar de forma aislada.
La AH es producto de redes de agencias que incluyen en su cima, porque es allí donde “cierra” con la última palabra todo sistema legal constitucional, un poder judicial comprometido con esa Accountability. Por lo tanto es necesario difundir y coordinar entre varias agencias estatales incentivos adecuados para construir la autonomía institucional requerida para cada una de ellas.
Dos direcciones fundamentales en la AH puede resultar violada:
1- Ocurre cuando una agencia estatal invade ilegalmente la autoridad de la otra: Trasgresión
2- Consiste en las ventajas ilícitas que un funcionario público obtiene para si mismo y/o sus asociados: Corrupción.
El liberalismo (no tiene mucho que decir sobre la corrupción), teme las consecuencias directas o indirectas de las transgresiones de los gobernantes y así coincide con el republicanismo (que prohíbe la trasgresión y condena la corrupción) en la demanda de que se sometan no solo a la ley publica sino también a un tipo de ley privada que protege las libertades y garantías que el liberalismo cobija.
Concepción monista de la democracia, ya que ignora la idea de trasgresión. Hace una contribución importante a la AH, que deriva de la noción democrática de que la autoridad política proviene de los ciudadanos que se hayan en los cargos públicos, deben tomar sus decisiones con vistas al bien de todos. Todas las decisiones deben ser públicas en el doble sentido de que el proceso que conduce a su adopción esta abierto a la participación general y de que el contenido de esas decisiones deba ser puesto en conocimiento de todos. Si bien estas expectativas democráticas no conducen directamente a la AH, acarrean la exigencia de un alto grado de transparencia en la elaboración de decisiones colectivas.
Demanda de transparencia: tiene una poderosa implicación anti-corrupción.
En cambio, el liberalismo es en si mismo indiferente al imperativo de la transparencia y puede renunciar a el si con ello promueve una mejor protección de los derechos privados que privilegia. Por su parte los gobernantes presumiblemente virtuosos del republicanismo tienden a encontrar excelentes razones para evitar la transparencia de sus decisiones.
El principio monástico de la democracia no interpone obstáculos a la transgresión pero fomenta celosa atención sobre los actos de corrupción.
Para O’Donnell en el largo plazo, la transgresión es más peligrosa que la corrupción para la supervivencia de la poliarquía: la sistematicidad de la primera liquida lisa y llanamente a la poliarquía, mientras que la generalización de la segunda la deteriora pero no la elimina necesariamente. Pero por su lado, la corriente democrática ofrece escasa ayuda versus la transgresión en los casos en que como en muchas nuevas poliarquías los componentes liberal y republicano son débiles.
Animo generalizado de condena a la corrupción (en parte expresión y en parte consecuencia de la debilidad); entendida como la malversación de fondos públicos o la aceptación de coimas que es condenado en la mayoría de los países, sino en todos.
El punto es que en tanto al menos en algunas formas de corrupción llegan a ser altamente visibles y la mayor parte de la opinión publica coincida en condenarlas, pueden aumentar las posibilidades de avanzar en la implementación de la AH.
Sugerencia para reformar la AH
1- Asignar a los partidos de la oposición que han alcanzado un nivel razonable de apoyo electoral un papel importante, sino el principal en la dirección de las agencias encargadas de investigar presuntos casos de transgresión y/o corrupción (fiscalias y Ombudsman).
Sin embargo, nada garantiza que en estas cuestiones la oposición sea mejor que el gobierno o que este prive de los recursos necesarios y/o coopte a dichas agencias.
2- Las agencias que desempeñan un papel esencialmente preventivo deben ser altamente profesionales, contar con recursos suficientes y ser independientes del ejecutivo. Tampoco esto previene que la corrupción penetre estas agencias o que el ejecutivo las coopte o que el congreso, otro poder que puede determinar el presupuesto y dirección de estas agencias, tenga el mismo afán que el ejecutivo para eliminarlas o neutralizarlas.
3- Ayudaría mucho contar con un poder judicial altamente profesionalizado, bien provisto de un presupuesto todo lo independiente que sea posible del ejecutivo y el congreso, y que en sus decisiones sea claramente autónomo con relación a esos otros poderes. Pero esa “autonomía” es tramposa porque puede facilitar el control del poder judicial por parte de una autodefinición privilegiada y arcaica de la corporación judicial y su misión sin Accountability ante los otros poderes del Estado y la sociedad.
4- En todos los temas como pobreza generalizada, profundas desigualdades, etc., es poco lo que podemos esperar sin la acción activa y persistente de los actores domésticos (medios periodísticos y varias organizaciones sociales de la AV). La efectividad de la AH depende en buena medida de los tipos de AV.
5- Finalmente, una adecuada comprensión de las poliarquías actualmente existentes requiere tener en cuenta ciertas tradiciones que se han difundido en diferentes grados y de múltiples formas, se han materializado en reglas formales y a las cuales la mayor parte de los lideres políticos contemporáneos encuentra conveniente rendir tributo por lo menos ritualizado.
Este factor es importante: los individuos, especialmente los líderes políticos e institucionales son los que importan.









































“Los poderes de los jefes de gobierno” Gianfranco Pasquino
• El modelo de Westminster
Si hay un sist.pol que amerita la calificación de excepcional respecto de, por ejemplo, las democracias parlamentarias; que su configuración política no se encuentra en ninguna otra parte; y que, por eso, es difícil de comparar y aún más de imitar, es justamente el sist.pol de Gran Bretaña. C/u de sus componentes (ley electoral, sist. Bipartidista, estructura del parlamento, gob del primer ministro), considerado singularmente, puede encontrarse en cualquier otro sist.pol. Sin embargo, ninguno presenta el complejo de interacciones que caracteriza al sistema inglés; ninguna de las obras examinadas realiza una comparación.
• El primer ministro
Elige a esta institución como punto de partida para analizar las contribuciones de los libros examinados. Para explicar cómo funciona realmente el sist.pol inglés, se debe responder: quién llega al primer ministro, cómo se elige el candidato, qué facultades tiene, cuáles efectivamente utiliza y cómo se relaciona con el Parlamento. Las bases estructurales del liderazgo del gobierno existen y persisten desde hace 50 años, permitiendo la preponderancia del primer ministro.
“El secreto que hace eficiente a la Constitución inglesa puede ser individualizado en la estrecha unión, en la fusión casi completa del PE y el PL” (Bagehot). El primer ministro inglés es: jefe de una <ría parlamentaria, es el que la guía; pero para poder hacerlo plenamente son necesarias algunas condiciones institucionales y políticas fundamentales. Sin el particular sistema electoral <ritario de una sola vuelta aplicado a circunscripciones uninominales, y sin un sistema claramente bipartidista, no funcionaría ningún “secreto eficiente”. El sist.electoral inglés contiene elementos que favorecen un partido respecto del otro, en tanto esté mejor distribuido en el territorio y en c/circunscripción. Para evaluar esta ventaja, se debe tener en cuenta en 1º lugar la cantidad media de electores por circunscripción. (hoy por hoy favorecen a laboristas). A razón de la existencia de esta ventaja, prevalece la justificación de obstaculizar cualquier reforma en sentido proporcional. El último desarrollo significativo, es la visibilidad adquirida por el voto táctico o estratégico (liberales incentivan al voto laborista cuando no tienen chances, y algunas veces los laboristas les han dado reciprocidad). La viabilidad de dicho voto (puesta en cuestión por Duverger en el contexto de estos sists.electorales, cuando hablaba del “efecto mecánico” y el “psicológico” producido por los mismos), depende del corrimiento a la derecha de los conservadores.
• El sistema bipartidista
En el electorado como tal no existe bipartidismo alguno; pero si debemos contar los p.pol debemos hacerlo como señala Sartori (cuentan aquellos con potencial de gob, de coalición, de chantaje y/o intimidación). En este caso, únicamente los conservadores y los laboristas pueden formar gob por sí solos.
• El “partido de gobierno”
Gobierno del primer ministro=aquel que configura una gran estabilidad, casi absoluta, al cargo, brindándole si tiene las cualidades necesarias, la posibilidad de ejercer un notable poder de liderazgo. Es tmbn un ejemplo perfecto de gob de partido: el jefe del p.pol vencedor se transforma automáticamente en primer ministro; elige a sus ministros con absoluta autonomía; procede como y cuando quiere en relación a cambios en el gobierno.
En la práctica el primer ministro nunca, o al menos sólo raramente, es vencido en el Parlamento (en este siglo sólo 2). La lógica de los gobs.parlamentarios es que dependen de la confianza del parlamento; en el caso inglés dependen más precisamente de la confianza del grupo parlamentario del p.pol de <ría.
• La madre de todos los parlamentos
En Gran Bretaña nadie puede ser líder de un p.pol, y mucho menos primer ministro, sin una práctica parlamentaria, que puede ser más o menos larga, pero que debe ser concreta. No tiene existencia el fenómeno de los outsiders. Inclusive gralmente no es suficiente dicha práctica, tmbn se torna necesario tener una más que básica experiencia de aprendizaje de las técnicas de gob en posiciones ministeriales (única excepción= Blair. Participó en menos porcentajes de votaciones parlamentarias; realizó la >cantidad de discursos en el parlamento).
El elemento distintivo: disciplina partidaria. Por un lado, absolutamente importante para la funcionalidad del gob, la dinámica compleja del sist.pol y para la propia carrera de los parlamentarios. El primer ministro les puede recordar a estos últimos que fueron elegidos: 1) porque en su <ría fueron seleccionados casi nominalmente por el jefe de su p.pol; 2) porque fueron identificados por el electorado como ejecutores de un plan programático de su p.pol; 3) su reelección dependerá, en parte, en la propia reelección del primer ministro (que se relaciona con los 2 ptos anteriores). Por todas estas razones, la indisciplina en el voto y la expresión de disenso son poco habituales. A estas razones, se le suma el hecho de garantizar el ppio de accountability, que permite al electorado votar de manera informada; haciendo que los parlamentarios ingleses en su conjunto sean muy disciplinados y sostenedores.
Además del rol de representantes del p.pol, los parlamentarios cumplen otros dos muy importantes:
• el de controlar la operatoria del gob: de dos tipos: el control desde las bases del p.pol (=turn up and speak up para la oposición y turn up and shut up para los oficialistas); y el control de los parlamentarios de segunda línea(=backbench). Técnicamente el control pasa por la actividad de las comisiones legislativas y la práctica de interpelaciones al gob dirigidas a una multiplicidad de objetivos.
• y el de la relación con su circunscripción. Como contacto, analizado por Rush de 2 maneras. Por un lado, examinando algunas características objetivas de los parlamentarios (nacimiento, lugar de formación, de residencia, trabajo, etc); por otro lado, analiza qué porcentaje de los parlamentarios planten problemas específicos relativos a su circunscripción electoral. (<liberales, laboristas, y luego conservadores). Es probable que el activismo, en cuanto de demandas concretas a favor de la propia circunscripción, dependa por un lado de la simple existencia de una relación más orgánica con la misma; por otro lado, de su deseo de asentarse como oposición.
En cierta medida, la F(x) de control sobre la labor de los gob ha sido siempre garantizada por la Cámara de los Lores que luego de la House of Lords Act de 1999, ha adquirido más legitimidad y ejerce una verdadera tarea de control sobre el parlamento y su jurisdicción.
• Conclusión
De uno u otro modo todos los estudios examinados convergen en la identificación de 3 procesos. En orden creciente de importancia: 1)declive de la potencia imperial británica, que produjo una notable restricción del poder del primer ministro que debe ahora rendier cuentas ante la Unión Europea; 2)luego de la devolution y la elección de asambleas representativas en Escocia y Gales, ha quedado limitado el ámbito en el que las decisiones del Parlamento de Westminster producen verdaderos efectos. El rol del parlamento en el sist.pol ha cambiado en el tiempo, pero continúa siendo donde se adiestra y templa el carácter del liderazgo pol-ministerial y donde se confrontan las estrategias partidistas; 3) No obstante dichos cambios, el primer ministro inglés es probablemente en la actualidad más poderoso que en el pasado. Mc Lean aduce que han demostrado capacidad de “manipulación pol”, es decir, capacidad más que de valorar negativamente, de redefinir la acción de gob, su espacio y su legitimidad. El hecho de que muchos de ellos hayan podido incidir, siempre democráticamente, en la pol de su país, es probablemente la señal más convincente de que el modelo crea un liderazgo competente que exalta las capacidades, y premia los méritos.
Visto en conjunto esta es la lección que emerge de los estudios examinados sobre la relación existente entre los mecanismos institucionales y la formación y ejercicio del liderazgo pol y de gob.










“El gobierno de la democracia presidencial: Argentina, Brasil, Chile y Uruguay en una perspectiva comparada” Por Berhard Thibaut

Propósito: análisis comparativo del funcionamiento de los sistemas de gobierno presidenciales reintroducidos luego de las transiciones democráticas. Para ello, examina la interacción de aspectos formal-institucionales de los sistemas de gobierno, las características de la representación política y algunos rasgos propios de los procesos de formación de los gobiernos y de su conducta en los países estudiados.

• Bases institucionales y político-estructurales de las relaciones entre presidentes y parlamentos

El argumento más fuerte contra el presidencialismo, es la posibilidad de “gobierno dividido” (el partido del presidente posee minoría parlamentaria), trayendo conflictos entre los poderes ejecutivo y legislativo y consecuentes problemas de eficacia y estabilidad política (Linz y Valenzuela plantean una relación directa entre la estructura institucional presidencial y los problemas de gobernabilidad e inestabilidad del régimen, aduciendo que estructuralmente producen constelaciones de gobierno dividido).
Es indudable la existencia de esta posibilidad, aunque haya diferencias en cada caso estudiado; la magnitud de esta probabilidad depende de variables relacionadas con la vinculación mandato presidencial y los parlamentarios y otras referidas al sistema de partidos.
Probabilidad (siempre ceteris paribus) más alta donde no hay sincronización entre los períodos electorales presidencial y parlamentarios; o donde de haberla, la vinculación técnica electoral es baja (voto separada, diferentes boletas) y la estructura parlamentaria corresponde a un bicameralismo fuerte.
En cuanto a las variables relacionadas con la estructura de los sistemas de partidos, la probabilidad de “gobierno dividido”(mayorías no concordantes aunque sea en una de las cámaras) parece disminuir a medida que aumenta el grado de institucionalización y concentración de un sistema de partidos. (Ver cuadro 1).
Advertencias:
1) lo dicho vale plenamente sólo en un sistema con estrecha vinculación entre mandato presidencial y mandatos parlamentarios; sólo así la institucionalización y concentración de un sistema de partidos pueden considerarse condiciones suficientes para disminuir la probabilidad de “gobierno dividido”. En el caso en que haya poca vinculación entre ambos tipos de mandatos, serán condiciones necesarias, más no suficientes.

2) Estructura y grado de institucionalización de un sistema de partidos, pueden ser explicados parcialmente con referencia a variables institucionales. Cuanta más cercanía haya entre elecciones presidenciales y parlamentarias, mayor será la influencia que el sistema electoral presidencial (siempre mayoritario y con efectos de concentración) pueda ejercer sobre la estructuración de un sistema de partidos.

Para el análisis histórico-empírico considera oportuno distinguir entre variables puramente institucionales y los aspectos organizativos de la representación política para evaluar la probabilidad de “gobierno dividido”. Por eso prefiere tratar un sistema de partidos en 1º lugar como una realidad independiente buscando sólo en una 2º etapa aquellas variables institucionales que podrían explicar su estructura. (Ver en el cuadro 2 para cada caso la evolución de los sistemas de partidos, y el aspecto de fragmentación partidaria).
En resumen, las bases institucionales y político-estructurales de las relaciones entre Presidentes y parlamentos en Argentina, Brasil, Chile y Uruguay no son “favorables” en el sentido de que disminuyan por sí mismas la probabilidad de un “gobierno dividido”. Esto significa que en todos los casos, hay fuertes obstáculos contra un efectivo gobierno mayoritario; queda claro que no pertenecen al grupo de democracias de mayoría aunque no pueda afirmarse por su formato institucional que sean democracias de consenso.

• La formación de los gobiernos y las relaciones entre PE y PL desde la redemocratización

En la medida en que la institucionalidad y la estructura representativa de un orden político definen las exigencias que los actores políticos deben satisfacer en la lógica de funcionalidad democrática, la configuración de los sistemas políticos de los 4 casos demanda que los ppales actores políticos sean capaces de negociar y concertar compromisos. Desde la redemocratización a 1996 hubo 12 presidencias, de las cuales sólo una contó con mayoría parlamentaria en ambas cámaras; aunque cabe recordar que muchas veces esto no se debió al presidencialismo per se, sino al bicameralismo.
Para la investigación empírica, se considera que la conformación de las relaciones entre PE y PL comienzan cuando un presidente asume o cuando se constituye una nueva legislatura. Por lo que dicha conformación puede ser analizada en dos niveles:

1) A nivel de los procesos de la formación del gabinete: momento en que el presidente tiene la posibilidad de conseguir el respaldo político-institucional para un gobierno exitoso.
Tipos de gabinete:
1.1) Gobierno presidencial partidario (pudiendo tener un gabinete más presidencial o más partidario); 1.2) Gobierno de coalición; 1.3) Gobierno de cooptación parlamentaria; 1.4) Gobiernos de cooptación extra-parlamentaria (actores poderosos extra-parlamento o equipo de tecnócratas). Durante la fase posautoritaria, la formación de gobiernos tenía como objetivo el fortalecimiento del respaldo político de los PE en el parlamento, e incluso la formación de <rías.

2) A nivel de las interacciones entre el gobierno y las fuerzas parlamentarias con respecto a las políticas públicas: necesario ver las distintas categorías de estrategia presidencial:
a) Supremacía presidencial: dominación del proceso de toma de decisiones sin intervención significativa de actores parlamentarios; b) relaciones coordinadas: proceso de tomas de decisiones marcado por negociaciones y gralmente se llega a resultados que reflejan un compromiso entre las distintas posiciones; c) bloqueo: los actores utilizan sus ppales recursos de poder como veto, no pudiendo gobernar efectivamente el presidente, ni tampoco influir positivamente la oposición. ( cuadro 3).

Afinidades entre los 4 casos en torno a ambos puntos; ya que en los casos en que los presidentes tomaron en consideración las relaciones de mayoría dentro del parlamento en la formación del gabinete, se pudo contrarrestar en gran parte el potencial “gobierno dividido”, predominando procesos de toma de decisión coordinados y orientados hacia el compromiso. Donde esto no se logró, hubo esfuerzos por organizar, en cada circunstancia, mayorías parlamentarias. (recordar que los 4 países lograron llevar adelante proyectos de reforma controvertidos y complejos).
A pesar de los eventuales conflictos, las relaciones entre PE y PL no mostraron en ninguno de los 4 casos, las tendencias a la confrontación antagónica de los procesos de quiebre democráticos.
Los presidentes usaron sus recursos de poder para entablar negociaciones con los parlamentarios; por lo que no necesariamente los mismos son disfuncionales para la gobernabilidad y consolidación democrática. Y en aquellos casos donde la formación de gabinetes no fue realizada teniendo presente la constelación de fuerzas parlamentarias, las relaciones PE-PL fueron determinadas a través de bloqueos estructurales o a través del modelo de supremacía presidencial (sólo un caso: Menem).
Los factores de influencia más importantes que inciden sobre la configuración de las relaciones PE-PL vienen caracterizados por los sistemas de partidos. Especial importancia revisten los aspectos de la institucionalización y de la polarización; esto se relaciona directamente con los procesos de aprendizaje y de adaptación en el comportamiento de los actores políticos.
Las experiencias de los 4 casos hablan en contra de la idea extendida acerca de la existencia de una hostilidad estructural de los sistemas presidenciales frente a la formación de gobiernos de coalición. Los problemas en la formación de coaliciones en los 4 países son el resultado de las características del sistema de partidos, antes que de la falta de una obligación de coalición institucional. El modelo de relaciones entre ambos poderes no depende del poder formal del presidente; en estos casos sucede que el escenario central para la regulación de conflictos en forma de negociaciones es mucho más el gobierno que el parlamento, y continúa teniendo un rol ppal el respaldo parlamentario (aunque sea latente) del partido del presidente.
(Casos según la clase: Sólo Uruguay presenta posibilidades de <rías concordantes porque tiene= coincidencia de mandatos+vinculación técnica=misma boleta+ bicameralismo débil+ sist de partidos altamente institucionalizado y estructurado (Chile igual en este aspecto).
En los otros 3 hay sincronización electoral parcial+bicameralismo fuerte (en Arg y Brasil se elegían con distintos ppios de representación). El sist de partidos en Arg institucionalizado al momento del artículo; en el caso de Brasil, no institucionalizado y con el rasgo de pluralismo extremo).


• A modo de conclusión: formas de funcionamiento del sistema presidencial en América Latina
Las explicaciones de los diferentes funcionamientos de los 4 sistemas estudiados, no pueden basarse sólo en la división horizontal de los poderes; dichas diferencias están explicadas por las diferentes configuraciones de instituciones políticas, estructuras políticas y actores políticos. (cuadro 4).
El aspecto decisivo de la capacidad funcional de las democracias presidenciales en Latinoamérica, es que la formación de gobierno (gabinete) y la actividad gubernamental tengan en cuenta las relaciones de mayoría en el parlamento. Que esto se logre depende menos del nro de partidos en el parlamento, que sobre todo de la capacidad de agregación y representación de dichos partidos y del grado de polarización del respectivo sistema de partidos. Tmbn desempeñan un rol ppal la sincronización de los períodos presidenciales y del parlamento, así como la estructura del parlamento (si existe o no un bicameralismo fuerte=cámaras con igual peso); más, las características del sistema electoral (vinculación técnica, en relación a la sincronización, por caso de voto diferenciado, con boletas separadas o urnas distintas) que influyen indirectamente sobre la institucionalización y la fragmentación de los sistema de partidos. Sin embargo, la influencia que ejercen las instituciones sobre la estructuración de los procesos políticos parece depender en gran parte de condiciones históricas, estructurales y culturales. “…Las instituciones cuentan, pero su impacto muchas veces es indirecto, y sobre todo, sólo efectivo a mediano y largo plazo…”.
Por lo tanto el autor considera más prometedores los análisis que apuntan a captar la interacción entre variables macroestructurales, institucionales y relativas a los actores, que aquellos intentos de establecer relaciones causales (=considerar estas condiciones como suficientes para la explicación del quiebre democrático) entre instituciones y fenómenos del desarrollo político (como estabilidad política, consolidación democrática o efectividad gubernativa).









Lijphart
Democracias Modernas Cap 14
Modelos de Democracias Racionales, Modelos Establecidos y Modelos Empíricos

Ver al MODELO em 3 sentidos:
RACIONAL
ESTABLECIDO a cual corresponden los mod. Mayoritario y de consenso
EMPIRICO (+ énfasis)

Modelos Racionales
Los modelos mayoritario y de consenso son modelos racionales con una lógica interna
M. Mayoritario : Forma Lógica: “se debe concentrar tanto poder politico como sea posible en manos de la mayoría”
M. de Consenso: Forma Lógica: “el poder político debe estar repartido y se debe compartir de diversas maneras”
Sin embargo no siempre coinciden los extremos lógicos con la realidad, por límites prácticos y las condiciones de cada país.
Unicameral (Dem. Mayoritaria)  Bicameral Sinfin de cámaras (Dem. de Consenso)

Modelos Establecidos
Ya que suponen alternativas fundamentales sobre las cales resolver para introducir o fortalecer un régimen democrático, mayoritario o de consenso, en una sociedad homogénea se recomiendan soluciones mayoritarias y en heterogéneas de consenso.
Mientras que los modelos mayoritarios se asemejan a borradores constitucionales, los modelos de democracia de consenso precisan decisiones sobre cuales de las formas prácticas adoptar (ante un sistema electoral proporcional, la posibilidad de escaños suplementarios, magnitud de distrito, etc.) Esta característica de las dem. de consenso la convierte en un modelo con mayor dificultad de aplicación pero le permite mayor adaptación a las necesidades de un país concreto.
Mientras que el modelo mayoritario es mas simple, el mod. de consenso es mas flexible.

Modelos Empirícos
El autor busca hallar pautas empíricas generales según concentración de caracteristicas para identificar grupos de regimenes democraticos parecidos. A traves de un analisis por factores clasifica a 25 regimenes democraticos en: Mayoritarios, Mayoritarios Federales, Consensual unitarios y Consensuales. Sin embargo para identificar los casos intermedios precisa una clasificacion en nueve categorias
Conluye que el agrupamiento sugiere tres causas explicativas desarrolladas a lo largo del libro:
El grado de Pluralismo: Clara relación entre el grado de pluralismo de la sociedad y el tipo de regimen que tienen, donde las sociedades mas plurales tienden a ser dem. consensuales.
Volumen de la Población: Fuerte ligazón entre el volumen de población de un pais y la incidencia del bicameralismo o unicameralismo, pues este último y una población pequeña pueden ir de la mano.
La influencia de las culturas: Influencia del modelo de Westminster en los países de la orbita cultural britanica tendientes a ser regimenes democráticos mayoritarios.

Críticas al modelo previo

Fin del formalismo

Nuevos objetivos




Sistema político

Almond/Powell: La política comparada

Para los autores, a partir de las década de 1950, se da una revolución intelectual en la política comparada. El texto se referirá a las transformaciones y a las limitaciones de este cambio.
La política comparada de los años 50’ surgió como crítica a un modelo previo a la Segunda guerra mundial. Esta crítica se centró en tres temas: el parroquianismo (excesiva atención en el área europea), el predominio del enfoque configurativo (se observaban las peculiaridades pero no se realizaba un serie análisis comparado) y el formalismo (el análisis se limitaba a las instituciones).
En EEUU, este formalismo era en gran medida producto de la creencia en cierta inevitabilidad de la democracia alrededor del mundo. A partir de la posguerra esta noción se hizo insostenible debido a: 1) la explosión nacionalista en Asía y África; 2) la perdida de influencia europea sobre grandes áreas coloniales y 3) el surgimiento de comunismo.
Esta situación terminó con el optimismo previó y llevó a que surgiera una innovación intelectual que tenía cuatro objetivos fundamentales:
1) La búsqueda de un plan más amplio, más allá del parroquianismo y el etnocentrismo.
2) La búsqueda de realismo, es decir, el esfuerzo por abandonar el formalismo.
3) La búsqueda de precisión.
4) La búsqueda de un orden intelectual frente al surgimiento de nuevos conceptos.
Los autores advierten que estos avances deben ser vistos como tendencias a largo plazo y no como conquistas.

Para terminar, los autores se refieren a su concepto de sistema. “La concepción del “sistema político” que se ha adoptado en este libro presupone interdependencia pero no armonía. Quizá podríamos hablar de un funcionalismo probabilístico (…) El sistema de interacción al que nos referimos no es armónico ni estable, pero, por supuesto, es interdependiente. Y la tarea de la investigación de la ciencia política consiste en descubrir de que manera el cambio de alguna de las partes del sistema político afecta a los demás” (pág. 20).
Los autores consideran que las funciones de un sistema político pueden verse desde tres puntos de vista: la función de conversión (articulación de intereses), ver al sistema como un individuo en distintos ambientes desde el punto de vista de sus capacidades y, finalmente, el mantenimiento del sistema y las funciones de adaptación (reclutamiento y socialización política).





Antecedentes


Easton


Teoría sistémica




Interacción política







Ambiente








Críticas





Almond


Sistema político







Interdependencia





Límite





Almond y Powell : Política comparada

Antes de ir a los cuatro capítulos del texto de Almond, es necesario referirse a los antecedentes.
Easton intenta construir una teoría de todos los sistemas políticos pero con un alto nivel de abstracción. Para esto, se basa en la teoría general de los sistemas, para la cual, por supuesto, la realidad esta construida sistémicamente. Easton lleva esta noción a la política.
El sistema social esta constituido por la interacción entre personas. Dentro de estas interacciones, algunas son predominantemente económicas, culturales, políticas, etc. De esta manera, se construyen subsistemas. Estos pueden verse con sistemas en si mismo, y continuar luego con el mismo procedimiento.
La pregunta que surge, entonces, es cuál es la mínima unidad de análisis. Esta es la interacción política que puede ser definida como aquella interacción que se orienta a la búsqueda de una determinada decisión que asigne valores e intereses que están en disputa. Distintas orientaciones se suman en el canal político para formar la interacción política.
Retomando, para Easton, el sistema política esta constituido por interacciones y aspectos de esas interacciones orientados a ese tipo de decisión. El sistema político es un sistema abierto que esta inmerso en los otros subsistemas que Easton agrupa en dos: ambiente intrasocial y ambiente extrasocial.
Las interacciones con los dos ambientes se expresan como demandas y exigencias al sistema político. Para que el sistema político logre realizar decisiones imperativas necesita recursos, que Easton llama apoyos. Apoyos y demandas constituyen insumos, que son convertidos en productos decisionales. Esto lleva a un cambio en los que antes demandaban y apoyaban.
Ahora bien, Easton recibe principalmente críticas por dos motivos. Primero, fue criticado por darle demasiada fuerza a los inputs y tomar poco en cuenta los outputs. Segundo, no esta claro como hace el sistema político para asignar permanentemente valores e intereses.

Almond viene entonces a responder dos interrogantes que deja Easton. Primero, ¿cuál es el proceso por el que el sistema político responde a las demandas? Segundo, que debe ocurrir para que el sistema político no pierda su capacidad.
Almond empieza por tratar el concepto de sistema político. Este es necesario para que la ciencia política pueda desarrollar un análisis más amplio, sin distinción de cultura o grado de modernización. “El concepto de “sistema político” ha adquirido gran difusión porque dirige la atención hacia el espectro total de las actividades políticas de una sociedad” (pág. 60).
Pero, ¿qué se quiere decir con sistema político? Primero, implica una interdependencia de las partes constitutivas y un límite específico entre el sistema y su contorno. Interdependencia implica que si en un sistema cambian las propiedades de un componente, todos los demás elementos se ven afectados.
Segundo, el problema del límite. Esta cuestión es complicada en los sistemas sociales que no están constituidos por individuos sino por roles, y los mismos individuos que cumplen cierto rol en el sistema político, tienen otro en cualquiera de los demás sistemas. El tema de los límites también es importante porque la teoría sistémica establece una distinción






Estructura




Rol





Reclutamiento

Diferenciación



Cultura





Socialización


Secularización










Insumos










Ayudas



Capacidades


entre insumos, conversión y resultados o productos. La cuestión de los de los límites hace referencia a estos insumos.

Dicho esto, Almond pasa a referirse a los términos estructura y cultura.
“Por estructura entendemos las actividades observables que componen el sistema político. Decir que ciertas acciones tienen una estructura significa simplemente que existe una cierta regularidad común a todas” (pág. 61). La unidad básica del sistema político es el rol político. Estos forman mutuamente estructuras. Se usa rol y estructura y no cargo e institución para acentuar la dimensión de la conducta real de los individuos que participan en la vida política. “Rol y estructura, en cambio, se refieren a la conducta observable de los individuos” (pág. 62).
Ahora bien, todo sistema posee entre sus funciones la de reclutamiento, par que los individuos pasen a tener un rol político. Un aspecto importante de esto es la diferenciación de roles y la diferenciación de estructuras. Por diferenciación se entiende el proceso por el cual los roles y cambian y adquieren un carácter más específico. Implica no solo a los roles, las estructuras y los sistemas mismos sino a las relaciones entre los tres elementos.
En tanto, por cultura política se entiende “a esas tendencias o a la dimensión psicológica del sistema político. La cultura política consiste en las creencias, valores y capacidades que son comunes al total de la población así como también a las tendencias especiales, modelos y patrones que sólo pueden encontrarse en sectores particulares de esta última” (pág. 62). Esto último implica la existencia de subculturas.
Esto permite introducir dos conceptos más. Primero, las inclinaciones, las actitudes y las creencias son producto de la socialización política. Segundo, se hace necesario un concepto que sea equiparable al de diferenciación en los roles y las estructuras. Para esto Almond incluye el concepto de secularización política por la cual “los hombres acrecientan la capacidad racional, analítica y empírica de su acción política” (pág. 62). Sin embargo, advierte que no existe una tendencia necesaria a la secularización política.

El sistema político también puede estudiarse como constituido por insumos, provenientes del medio o del interior del sistema, por la conversión de estos insumos y por producción de resultados.
Aquí Almond recupera de Easton la idea de que los insumos están formados por las demandas y por las ayudas. Luego clasifica las demandas en: 1) de bienes y servicios; 2) de regulación de conductas; 3) participación y 4) comunicación e información. Almond advierte que “las demandas no son suficientes para mantener el sistema político en funcionamiento. Constituyen solo la materia prima (…) La energía que se manifiesta en la forma de acciones u orientaciones que promueven u ofrecen resistencia al sistema política, las demandas que surgen en este y las decisiones que proceden de él también deben formar parte del sistema para garantizar su funcionamiento” (pág. 63).
Las ayudas (o apoyos) pueden clasificarse en: 1) materiales; 2) obediencia a la ley y a las normas; 3) participación política y 4) atención prestada a las comunicaciones.

El funcionamiento de cualquier sistema puede ser considerado en distintos niveles. Uno de estos es el de las capacidades del sistema. Las capacidades pueden ser:
• Regulativa
• Extractiva








Trasformación



Mantenimiento



Desarrollo










Factores











Estructura



Intermitente




Reclutamiento






Cultura



Orientaciones


• Distributiva
• De respuesta
Ahora bien, estas capacidades hacen referencia a los modos de comportarse hacia el interior y el exterior del sistema, pero no dicen como se comporta un sistema en su medio, cómo modelo a este y de que modo es modelado por él.
Para esto es necesario introducir un segundo nivel de funcionamiento que es el de los procesos de transformación o conversión.
Finalmente hay un tercer nivel que es el de las funciones de mantenimiento del sistema y de adaptación.

Para comparar distintos sistemas entre si es necesario comparar estos tres niveles y lo mismo debe hacerse para el tema del desarrollo político.
De esto se deduce que los sistemas políticos pueden compararse aludiendo a las relaciones entre funciones y estructuras.
En tanto, “el desarrollo se produce cuando la estructura existente y la cultura del sistema político no pueden superar el problema que enfrentan sin sufrir una diferenciación estructural y secularización política” (pág. 67). No obstante, también puede existir un desarrollo en sentido negativo o regresivo. El desarrollo político implica cuatro problemas: construcción del Estado, construcción de la nación, participación y distribución.
A su vez, hay que tomar en cuenta cinco factores. Primero, la estabilidad del sistema depende en gran medida de la naturaleza de los problemas. Segundo, los recursos que el sistema pueda obtener. Tercero, las transformaciones sufridas por otros sistemas. Cuarto, el patrón de funcionamiento del sistema. Quinto, las respuestas de las élites políticas a los desafíos del sistema.


El capítulo siguiente esta dedicado a profundizar las cuestiones de la estructura y la cultura política.
Las estructuras políticas difieren en dos temas fundamentales: 1) el grado de diferenciación y especialización de los roles políticos, estructuras y subsistemas y 2) la autonomía y subordinación de todos ellos entre sí.
Así, Almond puede establecer que existe un sistema político intermitente allí donde no hay una clara especialización de estas partes. Si bien estos sistemas son de una importancia relativa, las estructuras y los roles de este tipo se encuentran en todos los sistemas por modernos que sean.
Nuevamente, si diferenciación hace referencia a los procesos de desarrollo político que generan nuevas roles y estructuras, el reclutamiento político llena estos roles con nuevos individuos. Esta función no puede ser separada totalmente de la de socialización.

Con respecto a la cultura política, las orientaciones individuales que la forman pueden separarse en orientaciones cognitivas, orientaciones afectivas y orientaciones evaluativos. Las orientaciones individuales pueden evaluarse según estas tres dimensiones que pueden tener distintas combinaciones e interrelaciones en cada individuo.
La cultura política no es una categoría residual, sino que hace referencia a un conjunto de fenómenos identificables que pueden medirse. Es así como puede salvarse la brecha micro-macro.




Parroquiales


Súbditos
Participantes


Secularización




Política ideológica



Subcultura

Socialización





Agentes









Articulación







Aspectos




Grupos






Autorrepresentacion

No-asociativos

Los objetos de las orientaciones pueden ir desde el sistema político como un todo, hasta los individuos o grupos que desempeñan roles específicos.
Parroquiales son aquellos ciudadanos que muestran poca preocupación por la política nacional. En tanto, los que si lo hacen pueden ser súbditos (que se orientan por el impacto del producto del sistema político y tienen poca participación en los insumos) y participantes (al revés). Las culturas políticas pueden clasificarse según la proporción de individuos de cada criterio.
Otro tema es el de la secularización de la cultura política. Esta ligada a una orientación pragmática empírica mientras que las culturas más difusas pueden considerarse parroquiales. En el desarrollo político puede identificarse una etapa que es la de la cultura política ideológica en la que el individuo desarrolla un conjunto específico de orientaciones pero es incapaz de adoptar una actitud abierta y negociadora. Almond da como ejemplo el comunismo y el clericalismo.
También pueden surgir subculturas políticas cuando es posible identificar un conjunto determinado de orientaciones políticas de otro.
Con respecto a la socialización política, Almond aclara dos cuestiones. Primero, la socialización se da a lo largo de toda la vida del individuo. Segundo, puede ser manifiesta o latente. La primera, por supuesta, implica una transmisión explícita de valores y actitudes.
Con respecto a los agentes de la socialización política, la familia es el primero y juega un rol fundamental en inculcar la autoridad. Otro agente de importancia es la escuela. Otros casos son los de los grupos de pares, las experiencias laborales y los medios masivos de comunicación.
Cuando un sistema político es estable, el proceso de socialización es relativamente continuo y homogéneo.


El capítulo 4 introduce la articulación de intereses. “Denominamos m articulación política al proceso por el cual los individuos y grupos plantean demandas a quienes están encargados de tomar las decisiones (…); este es el primer paso funcional en el proceso político de conversión” (pág. 83). Este tema es importante porque señala los límites entre la sociedad y el sistema político.
Almond resalta cuatro aspectos de la articulación de intereses: 1) los tipos de estructuras que desempeñan la función de articulación de intereses; 2) los diversos canales a través de los cuales se articulan las demandas; 3) los estilos de articulación de intereses; y 4) los efectos que la modernización ejerce sobre la articulación.

Con respecto al primer tema –las estructuras- Almond realiza una clasificación en términos del tipo de grupo que inicia la articulación y el tipo de canal de acceso a través del cual se trasmite el mensaje. Si los grupos lo hacen a través de canales regulares son grupos asociativos, de lo contrario, son grupos regionales y de parentesco, si bien todos pueden utilizar canales informales.
La autorepresentación individual lleva a que existan grupos anómicos de intereses, que implican formas espontáneas de penetración de la sociedad en el sistema político.
Los grupos de intereses no asociativos (de parentesco y descendencia) articulan los intereses de manera intermitente y no tienen un patrón organizado.


Institucionalizados



Asociativos







Canales














Estilo









Modernización













Combinación de intereses






Estructuras

Los grupos de intereses institucionalizados poseen organizaciones tales como partidos políticos, burocracias, etc. Tienen personal profesional y funciones políticas y sociales establecidas.
Finalmente los grupos de intereses asociativos son estructuras especializadas para la articulación de intereses: “Sus características peculiares consisten en que ejercen la representación explícita de los intereses de un grupo particular, cuentan con un equipo profesional de dedicación exclusiva y disponen de procedimientos establecidos para la formulación de intereses y demandas” (pág. 85).

Almond considera que este tema no puede agotarse en los grupos que articulan los intereses. Se hace necesario, entonces, analizar como estos tienen acceso a las élites políticas encargadas de tomar decisiones.
Entre los medios para articular las demandas aparecen, primero, las demostraciones físicas y la violencia, propia de los grupos anómicos. Segundo, la conexión personal es otra forma de acceder a las élites políticas. Tercero, la representación de la élite en nombre de un grupo de interés puede tener gran eficacia.
Finalmente existe toda una serie de canales formales e institucionales de acceso. Almond da como ejemplo los medios de comunicaciones, aunque el autor les descarta una gran eficacia. Los partidos políticos son otro ejemplo de un canal de acceso institucional.

Con respecto al estilo, “el desempeño de la función de articulación de intereses puede adquirir un carácter manifiesto o latente, específico o difuso, general o particular, instrumental o afectivo” (pág. 88). Que sea latente o manifiesta afecta la dificultad que puedan tener las élites para captar la demanda. Que sea específico o difuso da cuenta de si se propone o no una legislación para resolver la demanda. Que sea general o particular depende de si la demanda es hecha por clases o grupos asociativos o por grupos más reducidos como familias o directamente individuos.

Con respecto a la modernización y la articulación de intereses, Almond, da una serie de factores que afectan este tema. Primero, la comunicación política existente en la sociedad, de la que dependen los canales de acceso. Segundo, la cultura política de la sociedad. Tercero, la distribución de recursos.
La modernización lleva a aumentar considerablemente: 1) la necesidad de acción social coordinada para resolver nuevos problemas y 2) las probabilidades de que se intensifique la participación política y las demandas políticas de los miembros de la sociedad.


A Almond todavía le queda la forma en que se combinan estos intereses. “En este contexto reservamos la expresión “combinación de intereses” para referirnos a los niveles más amplios del proceso combinatorio –es decir, a la estructuración de las principales alternativas políticas- y distinguirlo del proceso final de promulgación de disposiciones dotadas de autoridad” (pág. 93). La combinación de intereses ocurre en todos los niveles del sistema político, pero la cuestión para el autor es ver como esto ocurre a nivel de las alternativas políticas más importantes.
En los sistemas modernos y abiertos –en los que una simple élite no puede realizar la función de combinar intereses- existen distintas estructuras que se encargan de esta combinación.

Burocracia
Partido político

Estilo

Negociación
Valores absolutos

Tradicionalista
Fragmentación

Partidos
Funciones

La burocracia: esta constituida por un conjunto de cargos y deberes formalmente organizado, articulados en una compleja jerarquía y subordinados a las autoridades que tienen poder de decisión.
El partido político: “puede ser considerado como la estructura especializada que desempeña la combinación de intereses. Los partidos parecen surgir cuando el número y la diversidad de los intereses articulados se hacen demasiado grandes, de manera tal que no pueden ser satisfechos mediante la interacción informal. En un sistema competitivo, el partido combina ciertos intereses en programa político con el que intenta ganar las elecciones y llevar al poder a quienes usarán su estructura política como base para el gobierno” (pág. 94).
Con respecto a la relación de este tema con el desarrollo político, Almond señala que así se abren mayores posibilidades de respuesta y aumenta la eficacia del sistema. El sistema político se puede estancar si el desarrollo que permite la diferenciación entre la población, el partido y el gobierno.

Con respecto al estilo de la combinación de intereses, Almond señala que existen tres.
La negociación pragmática: una amplia variedad de intereses se combinan, por lo general, en un número limitado de alternativas políticas. El proceso esta dominado por el compromiso y la “atmósfera de mercado”.
La orientación hacia los valores absolutos: se rechaza la idea de poner en juego los principios políticos para lograra la conciliación de diferentes intereses.
El estilo tradicionalista que se basa en patrones del pasado para sugerir alternativas políticas aplicables al futuro.
Otro problema que toca Almond es el de la fragmentación, que puede llevar a que el sistema se inmovilice, no por la cantidad de demandas, sino por la fragmentación y el conflicto entre las élites de decisión.

Finalmente, Almond toca el tema de los partidos políticos. Estos pueden ser estudiados desde un enfoque estructural-funcional, resaltando la pluralidad de funciones que pueden tener.
Entre estas funciones se encuentran: 1) el partido político de masas que establece una relación entre las élites y las masas sobre la base de determinados fines políticos; 2) los partidos pueden encargarse del reclutamiento político y así de la formación de las élites bajo características definidas por lo partidos; 3) los partidos pueden fortalecer la socialización política de dos maneras: fortaleciendo la cultura política existente manteniendo pautas de comportamiento vigentes e iniciando un cambio significativo en los patrones político-culturales.

Política de adversarios

Características


Disciplina


Clientelismo

Monopolio de información

Efectos del sistema electoral

Consecuencias negativas

Finer: Política de adversarios y reforma electoral

Este texto se concentra en los aspectos negativos del sistema electoral británico, lo que sirve de diagnóstico para proponer una reforma electoral.
Para Finer, el sistema político inglés se caracteriza por el sistema de adversarios. Esta implica un juego de suma cero constante marcada por la falta de negociación. “Lo que hace interesante la contienda es que las apuestas son altas. El sistema bipartidista británico (…) constituye lo que se conoce como “juego de suma cero”, o sea: lo que una parte gana la otra la pierde, y aquí lo que se gana o se pierde es, ni más ni menos, la totalidad del gobierno” (pág. 157).
Para el autor, el parlamentarismo británico presenta tres características:
1) La legislación tiene la certeza de ser aprobada. Los partidos se mantienen unidos porque perder la mayoría llevaría a darle el gobierno al otro partido y romper con el partido propio lleva, por lo general, a la muerte política ya que el sistema de mayoría uninominal dificulta la elección de candidatos que no pertenecen a los dos partidos principales.
2) Los ministros tienen muchas posibilidades de realizar clientelismo. Los ministros deben ser miembros del parlamento. Como los gobiernos son monocolores, los altos cargos recompensan a los partidarios con distintos puestos de manera tal que alrededor de 100 miembros del parlamento ocupan simultáneamente otras funciones.
3) El gobierno disfruta de un monopolio de la información y de los recursos para llevar a cabo investigaciones.
“En tanto el gobierno disfruta de la plenitud del poder, la información y el patronazgo, la oposición carece prácticamente de todo. En el único renglón en el cual ésta se encuentra en pie de igualdad con el gobierno es en la determinación y distribución del tiempo de debate en el parlamento” (pág. 158).

Para el autor, el sistema electoral tiene cuatro efectos: 1) imposibilita el surgimiento de partidos más pequeños; 2) otorga muy poca representatividad a las minorías; 3) lleva al desperdicio de muchos votos que no se convierten en escaños y 4) la conformación del distrito tiene fuerte impacto sobre los resultados electorales.
Luego, Finer da cinco razones por las que este sistema electoral es perjudicial:
1) Cada partido toma decisiones a partir de un consenso centrista entre las alas izquierda y derecha de los mismos. Por lo tanto, las decisiones son producto de acuerdos al interior del partido. Sin embargo, esa preferencia de centro no equivale a la del centro del electorado, por lo que, gobierne quien gobierne, la opción elegida siempre esta a la izquierda o a la derecha de lo que piensa la mayoría.
2) Esas líneas centristas jamás han sido apoyadas por la mayoría del electorado, ya que se obtiene la mayoría parlamentaria con menos votos.
3) Debido a las diferencias entre consensos centristas de ambos partidos, se exagera la discontinuidad en las políticas nacionales.
4) Las decisiones rara vez se deciden en el recinto parlamentario.
5) El sistema mismo genera mucha incertidumbre.

Finer da luego los siguientes motivos para que se pase a un sistema de representación proporcional.

Motivos para reforma


Consecuencias de la reforma

Primero, para que un gobierno reclame un mandato debe ser elegido por la mitad de los electores como mínimo.
Segundo, el parlamento debe tener más libertad para tomar decisiones.
Tercero, las políticas deben desarrollarse con continuidad a menos que el electorado las rechace clara y decididamente.

Finalmente, Finer india que una reforma electoral no evitaría ni el clientelismo ni el monopolio de la información, pero ciertamente los reduciría. Al mismo tiempo daría mayor poder a la oposición y evitaría los bruscos cambios en política que pueden ser el producto de un pequeño cambio en los votos que lleva a una alternancia de gobierno.

Tipos de elecciones

Funciones

Elementos del sistema electoral

Nohlen: Sistemas electorales

El texto trata sobre el concepto de elecciones, su clasificación, los elementos de los sistemas electorales y una tipología posible de estos.

Nohlen empieza planteando que las elecciones suelen plantearse como el método democrático para designar a los representantes del pueblo. Ahora bien, esta definición es problemática porque ocurren elecciones en países no democráticos. De manera tal que:

Es por esto que Nohlen decide establecer tres tipos de elecciones: 1) competitivas; 2) semicompetitivas y 3) no competitivas.

Las elecciones competitivas –que se producen en países democráticos- plantean una suerte de principios como son: a) la competencia entre candidatos; b) la igualdad de oportunidades; c) la libertad de elección y d) la decisión electoral vale por un tiempo limitado.

En los sistemas totalitarios ocurren las elecciones no competitivas. Estas no constituyen un criterio de legitimación sino que son vistas como una forma de movilizar a las distintas fuerzas sociales.

Finalmente, en los sistemas autoritarios ocurren las elecciones semi-competitivas. Aquí, “el poder político no esta en juego; pero a diferencia de las elecciones en sistemas totalitarios, la oposición se puede articular parcialmente, pero puede haber partidos de oposición legalizados, además la disidencia política se puede manifestar mediante la abstención electoral. Por lo común, el control sobre el proceso electoral no es perfecto” (pág. 72).

Nohlen dice que, inicialmente, las elecciones pueden tener las siguientes funciones:

1) expresar la confianza del electorado en los candidatos electos

2) construir cuerpos representativos funcionales

3) controlar el gobierno [1]

Al mismo tiempo, hay tres factores estructurales que determinan las funciones concretas de las elecciones: 1) la estructura del sistema social; 2) la del sistema político y 3) la del sistema de partidos.

En sistemas totalitarios las funciones de las elecciones se relacionan con movilizar las fuerzas sociales, aclarar los criterios de las políticas y manifestar la unidad entre el pueblo y el partido.

Finalmente, en sistemas autoritarios las funciones son: legitimar las relaciones de poder, mantener cierta imagen frente al exterior, permitir la manifestación de la oposición y afianzar el sistema.

Los elementos de los sistemas electorales son cuatro: 1) distribución de las circunscripciones; 2) candidaturas; 3) votación y 4) la conversión de los votos en escaños.

Circunscripciones

El tamaño de las circunscripciones electorales depende de la cantidad de escaños en juego; no hay relación con la población o la geografía. Aún así, la distribución de las circunscripciones debe ser ajustada a medida que pasa el tiempo.

Con respecto a esto, es posible manipular las circunscripciones para beneficiar a tal o cual fuerza política. Se obtendría la igualdad de votos si cada escaño representará la misma cantidad de votos. Sin embargo, hay argumentos para permitir desviaciones en pos de la estabilidad política.

A grandes rasgos, hay dos formas de distribuir las circunscripciones: 1) repartirlas según la cantidad de habitantes cercano a la proporción de un escaño. Esto se utiliza en sistemas uninominales; 2) al revés, atribuir escaños según la proporción de habitantes. Esta es la forma de los sistemas plurinominales.

Por gerrymandering “se entiende la distribución de las circunscripciones electorales con arreglo a consideraciones político-partidistas. Se trata de una manipulación consciente” (pág. 77). Existen dos procedimientos manipulativos. Por un lado, se puede buscar asegurar un escaño mediante la creación de baluartes. Por otro lado, se puede buscar reducir la representación política de un grupo repartiendo a su electorado entre circunscripciones diferentes. Por lo tanto, o se mezcla al electorado o se forman bastiones [2] .

El tamaño de las circunscripciones electorales determina el efecto de proporcionalidad del sistema. Así, inicialmente, existen dos sistemas: uninominales y plurinominales. “En las circunscripciones uninominales sólo es posible aplicar el principio de decisión por mayoría (absoluta o relativa), mientras que las plurinominales también permiten aplicar el principio de decisión proporcional” (pág. 78).

Pero se hace necesario precisar un tanto más a las circunscripciones plurinominales: 1) pequeñas: de 2 a 5 escaños; medianas: de 6 a 9 y grandes: 10 o más. Cuanta más pequeña sea la circunscripción, menor será el efecto de proporcionalidad.

Pasemos a la candidatura. Esta depende de la lista, lo que antes presupone una distinción entre lista y candidatura unipersonal. Las diferentes formas de la lista otorgan al elector mayor o menor influencia en la selección de los candidatos. Así, hay tres tipos:

El tema siguiente es la votación. Existe toda una serie de procedimientos en este aspecto.

Voto único: cada elector tiene un voto

Voto preferencial: el elector expresa una preferencia por un candidato [3] .

Voto múltiple: tanto votos como escaños.

Voto múltiple limitado : número inferior a los escaños.

Voto alternativo : se pueden indicar varias preferencias.

Tipos de formulas

Tipologia de los sistemas electorales

Acumulación: se pueden acumular votos a favor de un candidato.

Panachage: se reparten los votos entre los candidatos de listas diferentes.

Doble voto : uno para un candidato de una circunscripción uninominal y otro para una plurinominal.

Voto simultáneo: el elector toma varias decisiones simultáneas.

Queda la conversión de votos en escaños o fórmula electoral. Esta ejerce un doble efecto: de conversión de votos en escaños y de comportamiento electoral. Hay que considerar las barreras legales y luego la fórmula en si.

Con respecto a los umbrales, esta implica obtener un nivel mínimo de votos. La barrera puede ser a nivel nacional o de la circunscripción. Existen barreras legales y otras naturales, creadas por el mismo sistema de partidos.

Las formulas pueden distribuirse inicialmente entre fórmulas de mayoría y proporcionales. Las formulas de mayoría pueden ser de mayoría relativa o absoluta, estas últimas pueden requerir una segunda vuelta.

Las formulas proporcionales se pueden dividir en dos tipos: procedimiento de divisor y procedimiento de cociente electoral. “Los procedimientos del divisor se caracterizan por la división de los votos obtenidos por los diferentes partidos entre series de divisores, lo cuál produce secuencias de concientes decrecientes par cada uno de los partidos. Los escaños se asignan entonces a los mayores cocientes” (pág. 85). El procedimiento más conocido el D’Hondt [4] .

Los procedimientos de conciente electoral dividen el número de votos por el número de escaños. El método más puro es el Hare. Luego, el Droop realiza el mismo procedimiento solo que divide por el número de escaños más 1 y el electoral modificado hace lo mismo más dos.

Finalmente, pueden existir escaños restantes a repartir en un procedimiento aparte. Para esto se realizan los siguientes métodos: resto mayor; resto menor y reparto de restos (el D’Hondt).

En el capítulo siguiente, Nohlen realiza una tipologia y divide a los sistemas mayoritarios y proporcionales en cinco subtipos cada uno.

Los sistemas mayoritarios pueden ser:

Los proporcionales pueden ser:

Ventajas

Finalmente, existen ventajas de cada tipo de sistema. Con respecto a los de mayoría estos pueden ser:

1) Impedir la atomización partidaria.

2) Fomentar la estabilidad de gobierno.

3) Orientar al electorado centrista.

4) Fomentar cambios de gobierno.

5) Permitir al elector elegir directamente quien debe gobernar.

Con respecto a los proporcionales:

1) Facilitan la representación de intereses y opiniones a nivel parlamentario.

2) Impide que haya mayorías artificiales.

3) Fomenta el compromiso entre grupos sociales.

4) Impide cambios extremos.

5) Refleja el cambio social.

6) Impide que surjan partidos dominantes.

[1] Hay toda otra serie de funciones menos importantes como reclutar élites políticas, canalizar los conflictos sociales, movilizar el electorado, etc.

[2] En la clase estuvieron a punto de proponer que todo el conurbano sea una gran circunscripción uninominal y que la capital tenga 129, así ya son la mitad de los diputados. Al fin y al cabo, existe la capital y el interior. Mitad y mitad.

[3] Si, estoy repitiendo lo que dice el nombre de un voto. Si no les gusta, pronto habrá un libro de sugerencias.

[4] Dijeron que no hay que saberlos. Nada más que el D’Hondt se aplica en la Argentina.

Siavelis: Sistema electoral, desintegración de coaliciones y democracia en Chile

Siavelis busca cuestionar la idea de que el sistema electoral binominal por si mismo genera incentivos fuertes para la formación de las coaliciones de gobierno. Así, el autor considera que a ese factor deben agregarse otros contextuales .
“Enfocándose principalmente en la formación y el mantenimiento de las coaliciones gobernantes, el trabajo sostiene que la propensión al mantenimiento de las coaliciones del sistema electoral dependen bastante del entorno” (pág. 172). Deben ser considerados, entonces, las siguientes características: 1) La selección de candidatos sea facilitada por la relativa paridad en el apoyo de sub-pactos dentro de la coalición; 2) Cuando una posible victoria presidencial posibilite a los gobiernos la capacidad de compensar a los miembros de la coalición que pierden elecciones parlamentarias frente a otros miembros de la coalición y 3) cuando las elecciones presidenciales y legislativas sean simultáneas. Es así como el autor espera evitar conclusiones mecanicistas sobre los efectos de los sistemas electorales sobre el de partidos.

Para comenzar, Siavelis se refiere a los incentivos que el sistema binominal da para la formación de coaliciones. “Establece umbrales muy altos para la representación. Es muy difícil para una coalición o partido obtener la súper-mayoría necesaria para ganar dos escaños en un distrito” (pág. 173).
Pero ya el hecho de que existan coaliciones hacen presuponer un factor más: la existencia de subpactos en las fuerzas políticas. Así, cada gran coalición esta formada por un gran pacto entre dos organizaciones principales. Luego, cada una de estas realiza pactos con otras más pequeñas y con candidatos independientes. Las complicaciones llegan cuando los sondeos de opinión dan distintas expectativas. “Cuando los subpactos de la izquierda y centro esperan de los sondeos niveles de apoyo similares, las negociaciones son más simples y hay mayores probabilidades de éxito. Los sub-pactos simplemente dividirán las candidaturas en los distritos. Sin embargo, cunado existe un buen margen de distancia entre los sub-pactos principales, podemos esperar más complicaciones y un menor éxito en las negociaciones, las que estarán caracterizadas por más conflictos intracoalición y una probabilidad más alta de fracaso” (pág. 178).
Otro factor es la política de recompensa a los perdedores en las elecciones más competitivas. Con el sistema binominal esta entrega en el caso de que la coalición consiga doblar (sacar los dos escaños). “Las coaliciones encaran la dualidad de procurar colocar a su mejores candidatos en carreras donde ellos pueden ganar una alta exposición nacional, pero con un riesgo muy alto de derrota si va con otro candidato fuerte cuyo partido tenga metas similares” (pág. 182).
El tercer factor es la existencia de elecciones presidenciales y legislativas simultáneas. El sistema presidencial genera un gran incentivo para unirse en coaliciones, ya que los partidos chicos pueden sacar ganancias en las listas legislativas del candidato presidencial ganador. Pero, “los partidos corren un alto riesgo si fallan al unirse detrás de un abanderado para las elecciones presidenciales, los cuales, en cambio, menoscaban su potencial de éxito en las elecciones legislativas” (pág. 185).
Siavelis da cuatro aspectos de cómo se pueden combinar la sincronización de las elecciones y la formación de coaliciones. Primero, si las elecciones legislativas y presidenciales no son simultáneas, lo más probable es que la formación de la coalición se complique. Segundo, cuando la victoria presidencial es incierta, los incentivos de las “pólizas de seguro político” (segundo factor) son menores. Tercero, “en el contexto de elecciones simultáneas, los incentivos para la formación y el mantenimiento de la coalición realmente dependen de si es o no una coalición que mantiene la presidencia o la mayoría legislativa” (pág. 186). Cuarto, menores incentivos para la coalición existirán en las elecciones no simultáneas.

Resumiendo: “Este análisis muestra que los efectos de los sistemas electorales sobre la formación de coaliciones son menos absolutos de lo que parecen a simple vista, subrayando hallazgos recientes que nos fuerzan a repensar en profundidad en la relación entre las reglas electorales y sus supuestos resultados en términos de la dinámica competitiva del sistema de partidos (…) Con diferentes variables contextuales, las dinámicas operacionales de los sistemas electorales son también distintas” (pág. 192).

“Sistemas electorales y partidos políticos: República federal de Alemania (representación proporcional personalizada)” Nohlen

Elecciones desde 1949 “según los ppios de una representación proporcional vinculada a la elección proporcional”. El sist.electoral se encuentra entre las numerosas soluciones de compromiso, resultando luego en una solución estable. La tarea de la Comisión era crear un sist.electoral que contuviera elementos de la representación proporcional y de la de <ría, que debía configurarse de modo tal que previniera un posible fraccionamiento de los p.pols.

• La representación proporcional personalizada y las reformas electorales 1949-85
El sist.de representación proporcional “personalizada” intenta combinar la fórmula decisoria <ritaria para la ½ de los diputados y en escala de circunscripciones uninominales; mientras que para la distribución de la totalidad de escaños rige la representación proporcional como fórmula decisoria y ppio de representación.
Desde la reforma de 1953, cada elector dispone de 2 votos: uno par la elección directa de un diputado en las circunscripciones por <ría relativa, y el 2º para votar por una lista cerrada y bloqueada de partido a escala de Land. El 2º voto determina cuántos diputados envía c/p.pol al Bundestag. Para la atribución de escaños debe superarse la barrera electoral del 5%, desde 1953 dicha barrera debe superarse en la totalidad del territorio federal.
El nro de escaños que le corresponde a c/p.pol es determinado por una doble utilización del procedimiento de conversión de votos en escaños (Hare/Niemeyer). En la 1º operación se comprueba el nro de escaños que corresponde a c/p.pol en el Bundestag (sólo para los que hayan superado la barrera legal); en una 2º operación se aplica nuevamente el método Hare/Niemeyer para repartir los escaños ya asignados a c/p.pol a nivel nac entre sus distintas listas de Land. Una vez alcanzado dicho nro, se sustraen los escaños obtenidos en las circunscripciones (mandatos directos). Los escaños sobrantes no conducen a la anulación del sist.proporcional (no distorsionan la relación votos-escaños en el parlamento).

• Desarrollo del sist.de p.pol y el factor sist.electoral
En 1949 se manifiesta el peligro de formación de un sist.de p.pol multipartidista heterogéneo, dado el éxito electoral de los p.pols recién fundados. El proceso de concentración del sist.de p.pol iniciado en 1953, hacia un sist.con dos polos, aunque no bipartidista, ha establecido un sist. bipolar de 4 p.pols, aunque con una asimetría estructural. Así aparecen dos situaciones percibidas como ideológicamente opuestas: la CDU/CSU/FDP por un lado, y SPD y verdes por otro. Opciones para coaliciones así como variaciones del electorado sólo se ven dentro de los 2 bloques, dentro de los cuales, en efecto, tmbn aumente la predisposición del electorado para el cambio de uno a otro p.pol.
La tendencia a la concentración en el comportamiento del electorado y en el sist.p.pols se produce mediante diferentes factores, entre los que el sist.electoral es sólo uno entre otros. Primeramente es una tendencia consecuencia del cambio soc (post 2º guerra mundial, “milagro económico de los 50s) que produjo una homogeneidad relativamente alta, y una clara diferenciación de los conflictos socio-pols. Entre las causas pols-institucionales, se destaca el predominio del PE sobre el parlamento, llevando a reducir el contenido de las elecciones al Bundestag a un enfrentamiento entre los candidatos a canciller.

• Barrera legal
Dentro de la representación proporcional personalizada es “el elemento” del cual resulta el efecto concentrador más fuerte: y al mismo tiempo ha provocado los <res conflictos de OP. El tribunal constitucional ha considerado la capacidad funcional del sist.parlamentario más importante que los aspectos de una representación “justa”.
Respecto al sist.electoral debe considerarse que la distribución total de los escaños se produce básicamente, en una circunscripción nacional. La barrera electoral sustituye otros elementos que dificultan el acceso al parlamento, y es un equivalente funcional para una % del país en circunscripciones, entre las que se deben asignar todos los escaños. Ella evita el ingreso de p.pols minúsculos en el parlamento, así como retiene al electorado de votar por ellos.

• Voto doble
Elemento de gran importancia dentro del sist.electoral. C/elector tiene 2 votos, lo que permite un voto diferencial; aunque el 90% de los electores no opten por un candidato de la circunscripción y por otro p.pol distinto al del candidato. El 10% divergente se comporta tácticamente, influyendo en el resultado electoral. S/embargo, las elecciones en circunscripciones uninominales, son ante todo, por un p.pol; la formación de la voluntad pol no se puede imaginar separada de los p.pols.
Hay un intención de impedir la <ría absoluta de un p.pol, y lograr la formación de las coaliciones pols. Por lo que la frecuencia del split vote se diferencia según los p.pols; siendo menor en los más grandes, sobre todo si éstos se encuentran en la oposición. La importancia del voto diferencial para la coalición pol se produce porque los electores que con el 1º voto eligen a uno de los grandes p.pols, dan su 2º voto al pequeño p.pol que forma la coalición y con ello contribuyen a su subsistencia, la cual hace posible la <ría en el parlamento. Los “votos prestados” desempeñan una gran F(x) para la dinámica del sist.p.pol en Alemania para la formación de <rías de gob. y para la alternancia en el ejercicio de poder.

• Exceso de escaños
Puede producirse por variadas causas, entre ellas: cuando la participación electoral en un Land está claramente por debajo del promedio de la participación de todo el territorio electoral, o cuando un p.pol gana todos sus escaños de circunscripción con una ventaja de votos extremadamente ajustada, mientras que el otro p.pol alcanza su triunfo electoral en la circunscripción con una gran ventaja de votos. Esto muy rara vez sucede, y hasta ahora no ha cumplido ninguna F(x) respecto a la formación de la <ría parlamentaria.

• Validez y valoración de la representación proporcional personalizada
Por la estabilidad que presenta, es considerado (como el sist.británico) como modelo de sist.electoral, olvidando fácilmente que es resultado de una solución de compromismo, que algunas de las expectativas creadas no se han cumplido, y que la concentración en el comportamiento del electorado y en el sist.p.pol, así como la estabilidad del gob en Alemania, no se deben primordialmente al sist.electoral.

• Clasificación del sist.electoral alemán
Es un sist.de representación proporcional, ya que la cantidad de escaños de los p.pols depende, finalmente, del % de votos que obtengan. No se trata de un sist. de representación proporcional pura (como Weimar), ni tampoco de aquellos que tienen un fuerte efecto desproporcional. Puede incluirse más bien entre los sists.de representación proporcional, que dificultan o hasta impiden el acceso al parlamento de p.pols atomizados o pequeños; por lo gral no permite que el p.pol más fuerte alcance la <ría absoluta de escaños.
La barrera legal y la alta proporcionalidad de los resultados, son los criterios más importantes para la clasificación del sist.electoral.

• Debate e iniciativas de reforma
Aparición de 2 escuelas con sus respectivas iniciativas de reforma, se trata de: la escuela de Heidelberg y la de Colonia-Mannheim. Ambas parten de una misma concepción en lo relativo a la teo de la democracia: gob alternativo, dualismo de p.pols, clara distinción entre <ría de gob y minoría de oposición, y exigencia de que por ½ de la votación los electores determinen un gob de p.pol (modelo británico del responsable government). Ambas parten de la hp no cuestionada de que el sist. de <ría relativa y el sist.bipartidista se condicionan recíprocamente.
La razones del fracaso de la reforma electoral son variadas: la actitud refractaria del SPD por temor a la eliminación de posibilidades de participación en el gob, así como la progresiva pérdida de los argumentos teórico-democráticos. Hubo cambios de coalición en los Gobs. siguientes, sin embargo debe darse fe de que es poca la influencia del elector en la elección y constitución del gob a nivel federal.

• La unificación de Alemanica: cambios y permanencias
Con la unificación y respecto al sist.electoral, no hubo grandes cambios. Las fuertes controversias, y los argumentos a favor de una integración más rápida y completa de los nuevos territorios recién constituídos en el sist.electoral occidental, respondían a razones obvias: disminuir las posibilidades del p.pol del Socialismo Democrático, org sucesora del hegemónico p.pol marxista-leninista. Así para las 1º elecciones se aplicó prácticamente el sist.electoral vigente por separado en las 2 partes de la nueva República Federal.
En una consideración global del sist.electoral, la diferencia estaba en la presencia en el primer escrutinio de 2 circunscripciones plurinominales a cuyo nivel se repartían los escaños a los p.pols, y la vigencia de la barrera legal a este nivel.


 

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