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Resumen de Diaz  |  Historia Latinoamericana (Cátedra: Korol - 2015)  |  Cs. Sociales  |  UBA

Carlos F. Díaz Alejandro “América Latina en los años treinta.”

El decenio presento un alejamiento del comercio y las finanzas internacionales, y un surgimiento relativo de las actividades de sustitución de importaciones. Otras tendencias visibles antes de 1929 tales como la urbanización y un creciente interés del estado en el desarrollo económico continuaron en los años treinta.

Díaz Alejandro contemplara la actuación económica de cada país como resultado de la magnitud de los choques externos exógenos recibidos, de loas medidas de política económica aplicadas por las autoridades nacionales para acelerar el ajuste de tales choques y para buscar el equilibrio externo e interno.

La capacidad y la inclinación para manipular los instrumentos de la política económica fueron mayores para los países relativamente grandes o poseedores de sectores públicos relativamente autónomos. Los países más pequeños tenían un menor margen para la manipulación.

La época de crecimiento impulsado por la exportación culmino en América Latina en los años 20.

El autor describirá:

1. La naturaleza y las magnitudes de los choques externos.

2. Las diversas reacciones de la política económica ante tales choques.

3. La actuación global, sectorial y de bienestar y el sentido en que las economías actuaron o no, razonablemente

1. El derrumbe del orden económico internacional, ocurrido durante 1929 y 1933, se transmitió a AL ante todo por los cambios de los precios relativos: los precios de las exportaciones en dólares bajaron más que el precio de las importaciones en dólares. El deterioro de los términos de intercambio puede considerarse fundamentalmente exógeno para AL.

A principio de los años treinta los países latinoamericanos empezaron a regular sus exportaciones tradicionales para no empeorar más aun sus precios en dólares. Fuera de los casos de Chile y Cuba, la contracción del volumen de las exportaciones durante 1929-1933 fue sustancialmente menor que el deterioro de los términos de intercambio.

Las balanzas de pagos latinoamericanos se vieron fortalecidas a fines de los años 20 por grandes entradas de capital, mientras Nueva Cork sustituía a Londres como la fuente principal de los fondos de cartera a largo plazo. Desde mediados de 1930 llegaba poco capital fresco. En virtud de que los niveles de los precios en dólares bajaba inesperadamente en una cuarta parte, el servicio de la deuda aumento extraordinariamente en términos reales, reduciendo la capacidad de importación. Durante las primeras etapas de la crisis, el volumen de las importaciones bajo todavía más que el poder de compra de las exportaciones en la mayoría de los países, a medida que luchaban por cumplir con las obligaciones de la deuda.

La inversión extranjera directa no desapareció durante los años treinta, pero cambio su orientación marginal en contra de las exportaciones tradicionales, y a favor de las actividades de sustitución de importaciones. Los controles de cambios y las tasas de cambio múltiples desalentadores de las remisiones de beneficios pueden haber inducido a corto plazo cierta reinversión de los beneficios en nuevas actividades nacionales.

El surgimiento de un Centro proteccionista y nacionalista fue el choque mas graves para las economías latinoamericanas durante los años treinta, más allá de su efecto negativo directo sobres los términos de intercambio en la región.

Aunque la prosperidad retornara al Centro, parecía sombría la perspectiva de las exportaciones latinoamericanas competitiva con la producción de países industriales o sus colonias o mancomunidades.

2. A medida que el estancamiento de las economías del Centro, y el proteccionismo generalizado se traducían rápidamente en una declinación del valor de las exportaciones de la Periferia, una balanza de pagos ya debilitada por una declinación en las entradas de capital se volvió negativa, y el oro y las divisas salían de AL.

En 1930 algunos gobernantes latinoamericanos empezaron a reconsiderar la conveniencia de permanecer fieles a loas reglas ortodoxas de juego. La reconsideración no se debía al surgimiento de nuevas ideas teóricas, sino a la presión de las circunstancias.

El equilibrio del presupuesto cuando los ingresos aduaneros se estaban derrumbando y los empleados públicos se estaban revelando se hizo casi imposible. Los gobernantes que contaron con instrumentos necesarios comenzaron a sustituir las reglas del patrón de cambio-oro con medidas discrecionales de emergencia. El meollo de las políticas adoptadas puede considerarse como un intento por evitar los costos de la deflación aconsejada por el mecanismo de ajuste clásico.

a) Las políticas de la tasa de cambio: En general, las medidas de control de cambios en los países pequeños o pasivos eran menos vigorosas que en los países reactivos. Las devaluaciones nominales en los países reactivos tuvieron débiles consecuencias inflacionarias.

La hipótesis de trabajo de este capitulo es que los países que podían y querían devaluar sus tasa de cambio avanzaron hacia lanuela constelación de precios relativos internos con mayor rapidez y menos penurias que los países de tasas fijas, lo que limito la deflación de precios y monetaria, contuvo el efecto negativo sobre la producción real, o disminuyo las presiones para la reducción de los salarios monetarios con medidas extraordinarias.

b) Otras políticas de represión y diversificación de las importaciones: El precio interno de los bienes importables en relación con los precios de los bienes no comerciados también recibió un impulso ascendente en muchos países latinoamericanos a medida que se levantaban los aranceles y se implantaban las restricciones cuantitativas por la vía de control de importaciones o de cambios. Las políticas de tasas de cambio y proteccionistas se reforzaban recíprocamente como mecanismos represores de las importaciones.

c) Otras políticas de la balanza de pagos: La baja inesperada de los precios en dólares y en libras esterlinas, ocurrida después de 1929, aumentaba grandemente el costo real de las obligaciones externas denominadas en esas monedas. El congelamiento de los mercados de capital extranjeros volvía muy difíciles las operaciones de renovación de la deuda a corto y largo plazos. El colapso de las recaudaciones de impuestos a las importaciones segaba una fuente presupuestaria tradicional para los pagos de la deuda externa.

A partir de 1931, las autoridades demoraban la entrega de divisas a los importadores para el pago de su deuda a corto plazo y a las compañías extranjeras para la remisión de sus beneficios. También muchos países latinoamericanos empezaron a dejar de servir la deuda externa pública a largo plazo. A pesar de los controles de cambios que regulaban las resumisiones de beneficios al exterior por parte de las empresas extranjeras, continuo durante los años 30 la inversión extranjera directa aunque en cantidades más importantes para la expansión de ramas especificas de la producción que para el equilibrio de la balanza de pagos.

d) Políticas monetarias y fiscales: La declinación de las exportaciones y las entradas de capital que señalo el inicio de la crisis fue acompañada de inmediato por los déficit de la balanza de pagos que drenaban las reservas y las ofertas monetarias, de acuerdo con las reglas de tasas de cambio fijas del patrón oro. El fin de la convertibilidad en oro ayudo a detener la perdida de liquidez entre los países reactivos. Para 1935-1939 los niveles de precios de esos países habían regresado en su mayor parte a las cercanías de los niveles de 1925-1929. En 1930-1934, las ofertas monetarias reales de la mayoría de los países reactivos se encontraban por encima del nivel de 1925-1929.

En contraste con la ocurrida en los Estados Unidos, no hay información de quiebras bancarias generalizadas en los países reactivos a principios de los años treinta. (Ver México Pág. 48)

Los gastos públicos reales no se redujeron de manera significativa a principio de los años treinta, mientras que los ingresos fiscales reales bajaron a medida que se derrumbaban las importaciones, lo que indujo una elevación de los déficit fiscales a pesar de los nuevos impuestos y de la elevación de los aranceles.

En algunos países latinoamericanos, se observo en los años treinta una diversificación de los ingresos públicos, con una expansión notable de los impuestos no aduaneros.

Para la segunda mitad del decenio había desarrollado los países reactivos de Al un respetable conjunto de instrumento monetarios y fiscales, así como la voluntad de usarlos para evitar la deflación. El autor considera posible que gran parte del nuevo activismo estatal haya sido motivado por el deseo de ayudar a exportadores rurales influyentes. Las políticas aparentemente sectoriales tenían una gran repercusión sobre la demanda agregada y la balanza de pagos.

e) Otras políticas: Los gobiernos latinoamericanos se comprometieron crecientemente durante los años treinta con la promoción del crecimiento a largo plazo y las transformaciones estructurales. (Cárdenas en México). Los años treinta presenciaron el fortalecimiento y la creación de instituciones publicas que otorgaban créditos a mediano y largo plazos. La vivienda, las obras publicas, la agricultura, y de manera creciente la industria, se beneficiaron de tal crédito.

Las obras públicas emprendidas en muchos países tuvieron un efecto perdurable sobre la capacidad productiva y los patrones de la urbanización. Vastos programas de caminos aceleraron la transición de la era del ferrocarril a la era de los vehículos a motor. Esta transición estimulo muchas actividades manufactureras.

4. La actuación. Durante el decenio del treinta las actividades económicas asociadas indirecta o directamente a los mercados externos se estancaron o derrumbaron mientras que las orientadas a las ventas internas avanzaron. Entre mayor era la participación de las exportaciones en el total de la producción antes de 1929, menor era el tamaño absoluto del mercado interno, y mayores las barreras institucionales para la movilidad de los recursos internos, de modo que mas difícil resultaba para los sectores crecientes la dominación de los sectores declinantes para producir una actuación global razonablemente buena.

a) La actuación macroeconómica: Las cuentas nacionales de los cuatro países mas grandes registran tasas de crecimiento del producto bruto interno mas sostenidas y elevadas que las de Canadá y Los Estados Unidos en el periodo 1929-1939.

b) La actuación sectorial: El crecimiento de las manufacturas durante la fase de recuperación de los años treinta recurrió en gran medida a la sustitución de importaciones. Se contrajeron las actividades ligadas a la prosperidad anterior a 1929, orientada hacia las exportaciones, mientras que otras actividades realizaban grandes avances en la producción. Los sectores principales solían ser textiles, refinación de petróleo, productos farmacéuticos, procesamiento de alimentos, productos químicos, cemento. El crecimiento de la producción en los sectores industriales en auge superaba ampliamente la expansión de la absorción interna total de esos bienes manufacturados.

La industrialización de los años treinta fue muy intensiva en mano de obra, e involucro muchas empresas pequeñas y medianas. Fue en gran medida obra de los nuevos empresarios nacionales y extranjeros, incluidos los nuevos inmigrantes de la agitada Europa.

Las nuevas actividades de sustitución de importaciones se concentraron principalmente alrededor de los principales centros de consumo. La industrialización apoyo así las tendencias de la urbanización.

La sustitución de importaciones fue el motor del crecimiento durante los años treinta, pero no solo en las manufacturas. El sector rural vio también aumentar también la producción de los bienes vendidos en el mercado interno en relación con los bienes vendidos primordialmente en el exterior. Algunos países que importaban bebidas y aceitas comestibles recurrieron a los sustitutos nacionales. Gran parte de la sustitución de importaciones agrícolas se hizo a expensas del comercio interamericano. La sustitución de importaciones se extendió también a los servicios.

c) La actuación del bienestar: Mas fácil y mas barato el acceso a la tierra rural. Aumento de los salarios reales en término de alimentos, aunque bajaran en términos de bienes importables. En los países mas urbanizados donde predominaban los sistemas laborales libres parece haber sido raro tras los primeros años de la crisis.

En general la distribución de la riqueza y del ingreso se vio afectada por influencias contradictorias. Los grupos ligados a las exportaciones tradicionales deben haber visto declinar su posición relativa e incluso absoluta. Los empresarios de la agricultura y la industria sustitutivas de importaciones deben haber acumulado jugosos beneficios, ya que su producción alcanzaba elevados precios internos, mientras que los costos de la mano de obra y las materias primas eran desusadamente bajos. Las reformas fiscales implantadas en varios países fueron más importantes para la recaudación de ingresos públicos y para su diversificación, que para el logro de cambios importantes en la distribución del ingreso.

Una interpretación final:

Gran parte de la evolución de las economías latinoamericanas puede explicarse como una respuesta a los incentivos creados por las políticas destinadas primordialmente a afrontar los desequilibrios de la balanza de pagos creados por el empeoramiento inesperado de los términos de intercambio y la cesación abrupta de las entradas de capital.

Los países que pudieron devaluar marcadamente su tasa de cambio a principios del decenio avanzaron hacia el nuevo patrón de acumulación con mayor rapidez que las naciones que mantuvieron fija su tasa de cambio o devaluaron un poco.

El abandono de paridades antiguas y de la convertibilidad ilimitada en monedas extranjeras permitió que varios países mantuvieran y ampliaran su liquidez interna.

En los países reactivos la estructura institucional era compatible con las acciones que involucraban cierto grado de autonomía de la política económica, lo que no ocurría con los países más pequeños o pasivos.

Al estalla la segunda Guerra Mundial, una gran parte del capital social fijo en Al, y de su capacidad industrial, se había depreciado y estaba al borde de la obsolescencia; las escasez de la guerra habrían de agravar estas condiciones.


 

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