Altillo.com > Exámenes > UBA - Cs. Sociales - Ciencias Políticas > Historia Argentina


Resumen: Historia económica de la Argentina en el Siglo XX  |  Historia Argentina (Cátedra: Pagano - 2016)  |  Cs. Sociales  |  UBA

Historia económica de la Argentina en el Siglo XX- Bellini y Korol

 

 

Al finalizar la segunda Guerra mundial, la economía argentina continuaba siendo la más rica y diversificada de América Latina. La población poseía el ingreso per cápita más alto de la región. La posición externa del país era muy sólida. Los sectores dirigentes no esperaban fuertes cambios en los años inmediatos de posguerra, se pensaba que el país tendría asegurada por un largo periodo la colocación de las cosechas a precios excepcionales.

 

Durante la guerra, Argentina había sufrido transformación en su estructura económica. Se había beneficiado del incremento de los precios mundiales de sus productos de exportación, el volumen de estas se había reducido. La industria manufacturera se había convertido en el sector más dinámico, la contribución de la industria al PBI había superado el aporte del sector primario.

 

La economía debió sobrellevar tensiones provocadas por la escasez de combustible e insumos básicos, y la imposibilidad de importar bienes de capital.

 

La inminente normalización del comercio mundial hacía temer la supervivencia de las industrias de reciente instalación, que operaban con altos costos y equipos y tecnología rezagada. Se preveía que la competencia externa afectaría a algunas industrias y provocaría desocupación.

 

 

La política económica peronista se propuso alentar la expansión del mercado interno, la redistribución del ingreso y el crecimiento industrial. Para eso, Perón instrumento una serie de reformas institucionales que extendieron de manera notable el papel del estado y fortalecieron su capacidad de reorientar la composición y la distribución del ingreso nacional.

 

En 03/46 se confirió al gobierno el control del Banco Central, y se estableció la garantía de la nación a los depósitos privados y se otorgaron al banco central instrumentos para regular el volumen y la orientación del crédito. La reforma también puso bajo la dirección del Banco Central a os bancos de la Nación. También se incrementaron las atribuciones del banco en relación con la política cambiaria. Esta reforma brindo a gobierno mayor autonomía en el manejo de la política monetaria y crediticia, instrumento clave a la hora de promover el crecimiento y la diversificación productiva.

 

También se creó el Instituto Argentino de Promoción del Intercambio, que monopolizaría el comercio de exportación de cereales y de productos pecuarios. El control de las importaciones de materias primas y de equipos para el agro y la industria. También desempeñaría el financiamiento de los convenios comerciales con Europa y América Latina.

 

El control oficial sobre la política monetaria y crediticia y las ganancias obtenidas permitieron al gobierno de Perón contar con nuevos instrumentos para estimular la actividad económica, el pleno empleo y el aumento del gasto público, que durante estos años se incrementó notablemente y el cual fue financiado mediante el uso del crédito publico, la emisión monetaria y la colocación de títulos de la deuda.

 

En un periodo de fuerte incremento del valor de los productos de exportación, el control de comercio exportador y el de cambios le permitieron al gobierno captar una parte de la renta agraria y reorientarla hacia otros sectores. La fijación de precios oficiales impidió que la elevación de estos últimos afectara los salarios reales y deprimiera la demanda doméstica.

 

La redistribución del ingreso a favor de los asalariados también fue incentivada a través de otros mecanismos. El apoyo de la secretaria de trabajo y previsión a los reclamos gremiales y la sindicalización masiva de los trabajadores industriales fortalecieron el poder de negociacion de los sindicatos. A raíz de esto, se instauro un nuevo patrón de distribución del ingreso en el que la participación de los trabajadores igualo las retribuciones percibidas por el capital.

 

 

En la inmediata posguerra, la Argentina se encontró con excepcionales condiciones en el mercado mundial.

 

El gobierno peronista mantuvo el bilateralismo con EUA y se negro a integrar al país a los organismos internacionales de crédito y comercio que surgieron en la posguerra. Las autoridades económicas entendían que solo los convenios bilaterales asegurarían el abastecimiento de los productos básicos. Las partes se comprometían a adquirir y vender en el otro país una lista de productos que se pagarían en las monedas obtenidas.

 

Con el objetivo de alentar la compra de los productos argentinos, el gobierno de Perón también concedió créditos de envergadura en el área de las divisas libres y de las divisas compensadas.

 

Más allá de eso, varios países europeos no fueron capaces de honrar sus compromisos de venta de manufacturas, equipos y materias primas, con lo que se acumularon nuevos saldos comerciales a favor de la Argentina. Estas dificultades orientaron el mercado a los EUA.

 

La masiva adquisición de productos en el área del dólar obligo al Banco Central a tomar nuevas medidas. Al fin de la posguerra, el banco levanto todas las barreras de las importaciones. En 08/47 el levantamiento de medidas discriminatorias contra algunos países recibió un duro golpe con el anuncio de la inconvertibilidad de la libra. Esta medida y la acentuación del déficit comercial con los EUA condujeron al gobierno de Perón y discriminar las importaciones por tipo de producto y por origen.

 

Las restricciones impuestas a las importaciones estaban originadas en la declinación de las reservas monetarias en dólares y el comportamiento de las exportaciones argentinas, que a partir del 49 comenzaron a disminuir en su volumen y valor. Sin embargo, el descenso del valor de las exportaciones en el 49 y el fuerte déficit comercial encendieron luces de alarma. El desequilibrio de la balanza comercial se convertiría en una característica de la económica argentina durante los años cincuenta.

 

A partir de 1943, perón había buscado el apoyo de los trabajadores y de sus organizaciones gremiales. Se aplicaron más rigurosamente las leyes sociales sancionadas en las décadas previa, se alentó las reivindicaciones de los trabajadores. Un sector de la vieja dirigencia sindical y los nuevos líderes retribuyeron dicho apoyo mediante la creación del Partido Laborista que sería uno de los sostenes más importantes en las elecciones del 46.

 

En octubre de 1945 se estableció un régimen de Asociaciones Profesionales que promovía la conformación de sindicatos nacionales por rama de actividad y reconocía el derecho de estas entidades a agruparse en una única central obrera. También establecía el derecho de las organizaciones a participar en política y consagraba la autoridad del estado para supervisarlas.

 

Perón alentó la sindicalización masiva de los trabajadores. La movilización de los trabajadores a través de grandes huelgas reforzó la política oficial de redistribución del ingreso e incremento los salarios reales. Los sindicatos obtuvieron notables mejoras en los salarios y las condiciones laboral. Los convenios colectivos firmados reconocieron nuevos derechos de los trabajadores y regularon aspectos sujetos a la autoridad de los empresarios.

 

Aunque el gobierno apoyo todas estas reivindicaciones, también busco doblegar la independencia del movimiento obrero. Pero hacia 1950 las dificultades económicas condujeron al gobierno a desalentar las huelgas.

 

La dirigencia gremial peronista no siempre se doblego ante las necesidades del gobierno y las bases se mantuvieron siempre activas a la hora de confrontar con los patrones. A mediados de 1954 estallaron huelgas espontaneas en la industria textil y en la metalúrgica. Un año más tarde, los líderes sindicales peronistas rechazaron la propuesta de los empresarios destinadas a flexibilizar las normas que regulaban el trabajo en las empresas.

 

 

El ascenso de Perón al poder fue acompaño por una fuerte polarización política a la que no eran ajenas las entidades empresarias. Las reformas sociales aplicadas desde la secretaria de trabajo le enajenaron el apoyo de estas entidades y poco después se inició el camino del desplazamiento de los dirigentes antiperonistas.

 

La oposición de la dirigencia empresarial, la desconfianza de Perón frente a sus adversarios y cierta creencia en las bondades de un gobierno dirigido por la burocracia desalentaron la creación de canales orgánicos de vinculación entre el gobierno y los empresarios.

 

La inexistencia de canales orgánicos de comunicación entre la esfera de los negocios y el gobierno no significo un aislamiento de este último. Las políticas intervencionistas tendieron una densa red de vínculos entre el estado y los empresarios y sus organizaciones. La influencia de los negocios sobre los rumbos gubernamentales se expresó a través de otros espacios.

 

El gobierno intento unificar a las fuerzas empresarias en una nueva entidad que abarcara todas las actividades, que en ocasiones fueron alentadas por las entidades. En 1950 se conformó la CAPIC con apoyo de Perón para que unifique a todas las fuerzas empresarias. A fines del 53 se creó la CGE vinculada con la pequeña y mediana empresa del interior del país. A pesar de todo, este proyecto no tuvo un impacto relevante en la forma en que se elaboraba la política económica oficial.

 

La lenta construcción de canales formales de negociacion entre el gobierno y el empresariado y la limitada influencia de la CGE sobre la definición de las políticas públicas cobra mayor importancia si consideramos que las políticas peronistas implicaron destacables transferencias sectoriales. Las reformas impuestas por el gobierno acentuaron la incertidumbre y deterioraron las expectativas empresarias.

 

 

Una de las características principales fue la expansión del rol empresarial del Estado. Entre el 46 y el 50 se nacionalizaron diversas empresas de transporte e incluso algunas industriales. Este prceso fue el resultado de decisiones que buscaban resolver las constroversias iniciadas en los años treinta.

 

El gobierno preferia la consituticon de sociedades mixtas ya que reunia los beneficios del control estatal y el impulso proveniente de la iniciativa privada. Junto con la reforma bancaria y la creación del IAPI se había establecido el primer

 

régimen legal sobre sociedades mixtas. Pero no era algo que motiviba al sector privado y tampoco por algunos sectores políticos.

 

La primera nacionalización fue la adquisición de la Union Tlefonica y poco después se anuncio la constitucio de una sociedad mixta. La experiencia fracaso y la corrupción hizo que en 1948 quedara en manos estatales.

 

Otros intentos para crear sociedades mixtas tambien fracasaron. Peron apoyo un proyecto por medio del cual la Estándar Oil se asociaría a YPF. Para los radicales, la empresa era un verdadero emblema y rechazaron de plano cualquier concesión. El proyecto fallido mas importante fue el que involucro a los ferrocarriles ingleses. El convenio dispuso la constitución de una sociedad mixta entre los británicos y el estado, comprometiéndose este ultimo a una inversión millonaria con el objetivo de modernizar el desgastado equipo ferroviario. Las dificultades monetarias y financieras de Gran Bretaña y las criticas que genero el acuerdo en las filas peronistas y de la oposición radical y nacionalista condujeron al gobierno a desestimar el proyecto. En 02/1947 las compañías ferroviarias británicas y sus propiedades fueron nacionalizados. Los ferrocarriles ingleses no fueron pagados con los saldos acumulados durante la guerra, sino mediante la exportación de productos primarios en el marco del convenio Andes firmado en 1948.

 

Las nacionalizaciones tambien incluyeron al sector industrial. En 01/1947, el estado creo la Direccion Nacional de Industrias del Estado, el cual se proponía instalar y controlar industrias de interés para el desarrollo organico de le economía.

 

La expansión de la presencia estatal respondia a objetivos políticos tambien. Durante el gobierno peronista se expandieron empresas fundadas pocos años antes y surgieron otras nuevas del estado. Durante esos años, la participación de las empresas del estado en el valor de la producción industrial y el personal empleado se triplico.

 

El estado como empreario no mostro siempre el dinamismo esperado. En algunos casos prermitio poner en explotación nuevos recuersos, en otros el anejo estatal de las empresas carecio de objetivos bien definidos y estuvo sometido a constantes cambios.

 

Sin embargo el gobierno peronista no logro crear una estructura jurídica apropiada ni una organización eficiente para la nueva entidad. La adinistracion de los ferrocarriles se realizo como si se tratara de una repartición publica. Las vías y los equipos instalados no fueron renovados con la intensidad necesaria. La declinación del traficoo de cargas fue acompañada de un aumento del personal y el retraso de las tarifas originaron un incremento sustancial del déficit de la empresa.

 

En relación con el sector manufacturero, la empresa publico no se convirtió en un instrumento eficaz para acelerar la integración vertical y las transformaciones estructurales. La expansión industrial genero controversias debido a que muchas de estas firmas competían abiertamente en el mercado interno con las entiedades privadas.

 

 

La política económica peronista buscaba acelerar la industrialización mediante la transferencia de ingresos del sector primeraio exportador hacia el sector urbano. Esto requeria dos condiciones básicas, que los precios internacionales no declinaran en el corto y mediano plazo y que la oferta de carnes y cereales tampoco lo hiciera, condiciones que no se dieron. A partir de 1040 sobrevino una etapa de caída de los precios internacionales la cual era resultado de varios procesos. En primer lugar los países productores competían con Argentina en el mercado internacional y venían transformando sus sectores agrícolas con la introducción de nuevas tecnologías que mejoro sus rendimientos. En segundo lugar, el principal

 

mercado demandnate de carnes y cereales se vio beneficiado por los programas de ayuda de EUA que daban fondos para comprar materias primas y alimentos.

 

Las transforaciones en el mercado mundial de cereales se sumaron a las dificultades internas, muchas de ellas enfatizadas por la condiciones internacionales y el enfrentamiento con los EUA. Durante la posguerra se dio el problema del estancamiento e incluso la caída de la producción agrícola pampeana, el cual se convirtió en la principal trbaa para el crecimiento económico. Si bien la expansión de la ganadería vacuna compenso parcialmente este proceso, el descenso de la producción provoco serias dificultades.

 

Una interpretación tradicional de la crisis del agro sostenia que el factor principal residio en el régimen de propiedad y tenencia de la tierra lo que habría desalentado la inversión productiva y la adopción de nuevas tecnolocias. Sabato por su parte decía que en un contexto de inestabiliad de precios y fluctuaciones en los rendimientos, los productores tomaron comportamientos especulativos que inhibían la inversión y especialización productiva. Diaz Alejandro sostenia que las causas de las crisis se encuentran en las erróneas políticas peronistas que al castigar al sector desalentaron la inversión y provocaron la caída de la producción.

 

En realidad, el estanamiento de la producción agrícola se remontaba a los años treinta. Sin embargo, la crisis del 29 oculto este proceso. La Gran Depresion genero la caída de la demanda internacional planteaba el problema mas urgente de colocación de la producción, sumado que en algunas áreas se paso de la agricultura a la ganadería, teniendo tambien en cnsideracion las dificultades para el transporte y la caída de los precios del agro. Miles de arrendatarios fueron expulsados del campo y debieron emigrar hacia las ciudades.

 

La crisis agraria motivo la intervención del estado. En 1942 se dispuso por ley la prorroga de los arrendamientos, en 1943 se establecio la rebaja de los arriendos y la prorroga de los contratos. El gobierno peronista mantuvo esta política hasta 1948 cuando se sanciono una ley que garantizo la estabilidad de los arrendatarios por un periodo de cinco años y tambien dispuso la posibilidad de un incremento de hasta el 20% de los arriendos y aumentos superiores a partir de 1950.

 

Estas medidas se conviertieron en fuente de nuevos pleitos. Las tensiones obligaron a sancionar una ley que permitio a los aparceros y arrendatarios prorrogar sus contratos hasta 1955. El congelamiento de los arrendamientos y la aceleración de la inflación reducían el peso de la renta pagada por los chacareros. Las sucesivas prorrogas de los contratos y el congelamiento de los arrendamientos eran medidas de corto plazo que no resolvían los problemas sectorales.

 

La intevencion estatal no logro resolver el conflicto entre las partes. La precariedad de esta situación se manifestó en una reducción de las mejoras introducidas en las explotaciones y en el deterioro de la productividad agrícola.

 

Entre 1946 y 1949 los precios pagados por el IAPI a los productores agrícolas fueron notablemente mas bajos que los internacionales y desalentó la inversión en el sector.

 

Otro factor que influyo en la crisis agrícola fue el deterioro de las inversiones en maquinarias y equipos. Aunque entre 1946 y 1949 se importaron tractores y otras maquinarias, la caída de las reservas de divisas freno este proceso.

 

Mientras la agricultura pampeana se sumergia en una crisis, la gnaderia y los cultivos industriales conocieron un periodo de desarrollo. Sin embargo, la expansión de la ganadería no se tradujo en un aumento de las exportaciones de carnes.

 

En relación con los cultivos industriales, entre 1946 y 1955, la superficie sembrada se incremento notablemente como consecuencia del aumento de demanda interna.

 

 

La dictadura militar de 1943 catapulto a algunos de estos sectores al poder, se integraron al gobierno y comenzaron a bosquejar los rudimentos de una politica sectorial. Las nuevas autoridades avanzaron en la puesta en marcha de algunas instituciones.

 

En octubre del 46, el gobierno de Peron ratifico la orientacion proindustrial de las politicas oficiales, sostenida por la necesidad de afianzaar las fuerzas sociales que habian llevado a Pero al gobierno. El avance de la industria y la diversificacion de la produccion eran vistos como un fin para eliminar las incertidumbres propias de una economia volcada al mercado externo. El primer plan quinquenal establecio la proteccion para las industrias que se habian desarrollado durante la guerra y podina verse sometidas a una dura competencia externa, tambien se apoyaria el desarrollo de otras nuevas y se alentaria la exportacion de productos industriales.

 

La implementacion de la politica industrial se distancio de las propuestas del plan. Su aplicación se vio influida por dificultades en el suministro externo de maquinarias y por la escasez de dolares. Esta situacion se expreso en el enfasis puesto en el desarrollo de la industria liviana, la orientacion del credito hacia el financiamiento de los abultados gastos de explotacion y la fijacion de cuotas y prohibiciones a las exportaciones de manufacturas.

 

Hasta comienzos de la decada del 50m la politica industrial peronista se concentro en el empleo del credito, el control de las importaciones, la fijacion de tipos de cambios preferenciales y la selección por decreto de industrias de interes nacional. En cambio, la tarifa aduanera fue relegada a un lugar marginal. Durante la posguerra la indsutria debio enfrentar la competencia de las importaciones.

 

En los años iniciales, el credito se convirtio en el principal estimulo al sector, por su volumen y por el fuerte subsidio que implicaban tasas de interes menores a la inflacion. La politica cambiaria alento la inversion mediante tipos de cambios que abarataban la introduccion de maquinas e insumos. Estas politicas prolongaron la prosperidad industrial iniciado poco despues del estallido de la guerra.

 

 

La implantacion del nuevo patron distributivo, las politicas monetarias y crediticias expansivas, el aumento de los gastos publicos y la prosperidad industrial alentaron una fuerte expansion del mercado interno.

 

La politica redistributiva del ingreso traslado parte de los ingresos del sector primario hacia la economica urbana y los asalariados en especial. Las politicas peronistas alentaron una mejora notable de lossalarios reales lo cual se produjo por un desplazamiento de los ingresos de los rentistas y de los trabajadores autonomos. Ademas de los salarios mas altos, los asalariados se vieron favorecidos por los nuevos servicios sociales, financiados en parte mediante las contribuciones patronales.

 

El congelamiento de los alquieres tambien ayudo al mercado interno ya que permitio que lo que no se gastaba en alquiler sea derivado al consumo de alimentos y productos manufacturados. Ademas, el gobierno peronista reforzo los controles de precios.

 

En 1949 se creo la Direccion Nacional de Vigilancia de los Precios que buscaba combatir el agio y la especulacion, el cual se fortalecio entre 19522 y 1953 cuando se dispuso el congelamiento de los precios. Con el mismo proposito de contener el incremento del costo de vida, a comienzos de la decada de 1950 la Fundacion Eva Peron inaguro 200 proveedurias donde se despachaban productos a precios de costo.

 

El auge del mercado interno alcanzo su apogeo a comienzos de la decada de 1950. Una estadistica oficial señalaba que las ventas a credito de articulos para el hoar habian ascendido en la Capital Federal. A pesar de eso, el deterioro del salario real como consecuencia de la aceleracion del ritmo inflacionario y la politica de estabilizacion aplicada a partir de 1952 detuvo el auge del mercado interno.

 

A finales de 1948 comenzaron a sentirse dificultades economicas. Las nacionalizaciones, el pago de la deuda externa y la masiva ola de importaciones de bienes manufacturados y maquinarias habian reducido las reservas. El banco central habia emitido permisos previos de importacion. A este desequilibrio de las cuentas externas se sumaba la aceleracion de la tasa de inflacion que tenia su orgien en las politicas monetarias y crediticias expansivas y los programas de inversion estatal, y se sumaba la puja distributiva entre los distintos sectores de la sociedad.

 

En 1949 Miranda fue reemplazado por Gomez Morales, el cual anuncio algunas medidas destinadas a contener el gasto publico y la inflacion. Se puso un control mas estricto de los permisos previos de importacion y se devaluo la moneda para alentar las exportaciones. La caida de los precios internacionales de los productos primarios y de las exportaciones argentinas intensificaron las dificultades.

 

En 1950 y 1952 el agro pampeano sufrio sequias que provocaron un pronunciado descenso de la produccion y las exportaciones. La combinacion de la caida de los precios y del volumen de las exportaciones redujo a la mitad la capacidad de importacion.

 

La agudizacion de la escasez de divisas fue acompañada de una aceleracion del ritmo de la inflacion. Luego de la reeleccion de Peron, el gobierno decidio aplicar un severo plan de estabilizacion economica y en 1952 se anuncio el Plan de Emergencia Economica que consistio en el congelamiento de salarios y precios, la reduccion del gasto publico y la imposicion de restricciones al otorgamiento de creditos. Con el objetivo de alentar la produccion primaria y los saldos exportables, anuncio una mejora de los precios para los productos comercializados por el IAPI,

 

El plan de 1952 tuvo severos efectos recesivos; la inversion y el consumo se contrajeron considerablemente. Los salarios reales se contrajeron tambien. La disminucion de la demanda domestica y la escasez de importaciones afectaron la produccion industrial y la construccion. La aplicación de una politica monetaria y crediticia restrictiva y de severos controles de precios que permitio una desaceleracion abrupta de la inflacion.

 

 

El avance de la industrializacion se habia visto frenado por el estancamiento del sector agrario pampeano, fuente principal de divisas para el pais.

 

El segundo gobierno de Peron se proponia alentar el crecimiento de la produccion primaria y de los saldos exportables, al tiempo que profundizaba la integracion vertical del sector manufacturero mediante la implantacion de las industrias

 

quimicas y metalurgicas basicas. El plan establecio la fijacion de los precios de compra del IAPI y la garantia de que serian suficientemente alto para asegurar un adecuado margen de utilidad. Tambien alentaban la mecanizacion agraria, el apoyo del sistema crediticio oficial y el fomento estatal de las investigaciones cientificas y tecnicas.

 

La accion del estado debia centrarse en el fomento del credito agrario y en una politica impositiva progresiva. La nueva politica agraria tenia como objetivo el ordenamiento racional en el uso de la tierra, aplicando mayores gravamenes a las tierras no explotadas o usadas inadecuadamente. El plan se propinia grandes incrementos en las cosechas de maiz, lino, trigo y girasol; tambien serian fomentados los cultivos industriales.

 

Con respecto a la politica industrial, el plan establecia una jerarquia de objetivos priorizando el desarrollo de la siderurgia, la quimica, la elaboracion de alumnio y las industrias mecanicas y electricas. La nueva etapa se financiaria principalmente mediante el ahorro interno y la inversion estatal, pero mas tarde anunciaron una ley tendiente a promover las inversiones extranjeras.

 

Tambien el plan abordaba la explotacion de petroleo y la produccion de energia electrica y se ratificaba que el estado continuaria cumpliendo un rol predominante en este campo. Con esto se buscaba dar respuesta al fuerte peso de las importaciones de combustibles y las dificultades de provision de energia electrica. Sin embargo varios de estos objetivos fracasaron o bien demandaron un cambio en la orientacion de la politica oficial.

 

 

A comienzos de la decada del 50 resulto evidente que el problema economico central era el desequilibrio de la balanza comercial. El segundo plan quinquenal intento resolver este conflicto mediante el estimulo a la produccion primaria y el aliento a una mayor industrializacion.

 

En 1953 Argentina logro una produccion record, lo cual sumado a la caida de las importaciones y a la recesion, permitio que la balanza comercial arrojara un superavit. Ni la fijacion de precios internos mas altos que los mundiales ni los programas oficiales de mecanizacion agraria lograron quebrar el estancamiento agricola.

 

El bilateralismo como politica comercial mostraba sus limites. A partir del 50 comenzaron a acumularse saldos negativos. La reconstruccion de las economias de Europa Occidental y las politicas de proteccionismo agrario hicieron que los clientes tradicionales redujeran sus comprar. Para enfrentar la crisis se busco nuevos socios comerciales y tambien se firmaron acuerdos de union aduanero con Chile y Paraguay en 1953 y con Bolivia y Ecuador en 1954. Tambien se buscaba estimular las exportaciones de manufacturas mediante la creacion de una comision de fomento de exportacion otorgando incentivos cambiarios que suponian una devaluacion encubierta de la moneda y la eliminacion del impuesto a las ventas.

 

El segundo plan se propuso alentar la integracion vertical del sector manufacturero mediante el desarrollo de la siderurugia, la metalurgica y la industria quimica basica, lo cual exigia la disponibilidad de divisas para adquirir costosas instalaciones y para renovar los equipos instalados. El estancamiento y la imposibilidad de acceder a creditos internacionales condujeron al a busqueda de otros instrumentos. La ley 14.222 establecia un sistema de control sobre las inversiones extranjeras a cambio del cual se asegurara el derecho a transferir las utilidades hasta el 8% del capital registrado y despues de los 10 años la repatriacion del capital.

 

La ley no logro concitar el interes del capital extranjero. Las dificultades para conseguir financiamiento publico internacional continuaron.

 

Otras dificultades provenian de la escasez de combustibles y de energia electrica. El gobierno tampoo logro cubrir la creciente demanda de energia.

 

El mejor manejo de la politica industrial y la estabilidad macroeconomica de los años 53/55 lograron la concrecion de algunos proyectos.

 

En 1954 las ramas tradicionales continuaban predominando en relacion con el valor de la prodccion. Otras ramas no parecen haber sufrido cambios de relevancia.

 

La proteccion indiscriminada, generada por la escasez de divisas, alentaba la mulitpliacion de pequeños tales semi artesanales. Katz señala que el crecimiento de la produccion industrial se dio en la absorcion de mano de obra. Era claro que la industria habia dejado de ser el sector mas dinamico en cuanto a la creacion de empleo.


 

Preguntas y Respuestas entre Usuarios: