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Parcial Domiciliario  |  Filosofía (Cátedra: Merlo - 2018)  |  CBC  |  UBA
Traspaso del Idealismo Transcendente al Idealismo Transcendental:

Descartes en las Meditaciones, evalúa los sentidos y la razón. La Primera Meditación habla de la duda completa porque duda tanto de los sentidos como de la razón. En la Primera Meditación ambos son objeto de duda, se duda de la razón y se duda de los sentidos. Por lo tanto la Primera Meditación termina en una duda total, de la cual hay que salir. Duda de los sentidos, usando entre otros el argumento del sueño, el cual dice que no es posible distinguir la vigilia del sueño, y la hipótesis del genio maligno que es aquella que cuestiona el funcionamiento de la razón deductiva. Puede ser que la razón funcione mal, entonces ¿es posible pensar que la razón humana este fallada? no es imposible pensarlo. Pero una cosa es usar mal a la razón y otra es que la razón funcione mal. La hipótesis minimalista, es la hipótesis que permite sospechar que la razón humana sea engañosa en sí misma.

La Segunda Meditación intenta salir de esa duda total buscando un punto arquimédico, este punto tiene que ser una verdad inmutable. Que se completa la por intuición intelectual, la cual es una captación inmediata de la que es imposible pensar su contrario, por ejemplo, el triangulo tiene tres lados. Descartes tomará eso como verdad intelectual del cogito. En esta Meditación es en donde se postula la primera verdad inmutable de la filosofía moderna, que es el cogito, y este es la conciencia pensante, racional. Descartes dice, si duda es porque piensa, es decir que el dudar es una forma de pensar que es existir, existir como pensamiento. La existencia del cogito es el fundamento verdadero e inmutable, con el cual Descartes comienza su filosofía. El gran desafío del solipsismo es salir al mundo, ese es el problema de cómo el cogito sale al mundo, hay fundamento en Descartes, que no lo ponen en el mundo de las ideas, no lo pone en Dios, lo colocan en la conciencia humana, en la razón del hombre, esto es el fundamento. Hasta esta Meditación llega el cogito
Descartes en la Terca Meditación, trasmite argumentos para la demostración que Dios si existe, lo hace desde un punto epistemológico y si pregunta si sus ideas fueron creadas por él. Dice que las ideas necesitan una causa formal y real, es decir que tengan características precisas para  cierto efecto. Pero como Descartes no sabe aun, si existen más cosas en el mundo, presupone que las ideas o casi todas ellas, fueron creadas por él, ya que él tiene la noción de espacio, entre otras cosas.  La idea de lo infinito no puede haber sido creada por él, porque tendría que ser infinito él mismo (esto sería causa real) pero Descartes no puede llegar ser infinito porque tendría que ser perfecto, y no lo es porque creyó cosas como verdaderas cuando no lo eran. Por ende decide que la idea del infinito no puede ser una negación de lo finito, ya que más fácil pensar en algo finito que en algo infinito.

Para Descartes el objeto de conocimiento está constituido por las ideas innatas, las cuales son puestas en el alma por Dios al momento del nacimiento de una persona. Y estas ideas solo pueden ser reconocidas a través de la razón, también propuso un criterio de verdad, el cual es una instancia que permite distinguir una cosa de otra, esto quiere decir, que accede a comprender en nuestra mente las ideas verdaderas de las falsas. Propone tomar como criterio de verdad a la evidencia racional, la cual es tomada del conocimiento intuitivo propio de la matemática, para poder distinguir las ideas verdaderas de las falsas. Un conocimiento será verdadero cuando se presente en la mente y no en los sentidos, es decir que el conocimiento es verdadero por el uso de la razón.

 

La filosofía Kantiana se puede presentar entorno a tres preguntas filosóficas, ¿Qué puedo conocer? Es un planteo nosológico de la Critica de la Razón Pura, ¿Cómo debo actuar? Es un planteo ético de la Critica de la Razón Práctica, y ¿Qué puedo esperar? Es un planteo teológico de la Critica de la Razón del Juicio.

Kant considera en la Critica de la Razón Pura cómo es posible el conocimiento, es una pregunta transcendental del conocimiento, valora en esta crítica la metafísica y busca explicar el conocimiento científico. A la metafísica la evalúa en tanto conocimiento y se pregunta, ¿es posible el conocimiento metafísico?, es decir que evalúa la posibilidad del conocimiento, no evalúa la posibilidad de la ciencia. Busca explicar como la ciencia llega a ser conocimiento pero no se pregunta si es conocimiento o no.

Son dos cuestiones diferentes, el problema de la metafísica es, que hace explicar que Kant no busque el problema del conocimiento sino que haga posible explicar que es el conocimiento. Está muy lejos que la metafísica logre enunciar conocimiento indiscutibles, es más la metafísica es el punto de discusiones sin fin, por ejemplo si Dios existe, o no existe. 

En cambio la metafísica es esencial para un ilustrado, se amplió. Puede ser por el aporte de Tales de Mileto, de conocer la geometría a hacer matemáticas completamente formalizadas, ahí la metafísica se hizo ciencia dice Kant. La física también llegó a su momento clave, con la Revolución Científica. Con ese pensamiento se puede decir que la metafísica no llegó a su madurez aun, porque aun no da signos de ella, el signo de madurez es comenzar a enunciar teorías en las cuales claramente, en la comunidad científica, no haya discusiones con elementos fundamentales.

Aristóteles ya tenía claro que la filosofía primera era la búsqueda de las primeras causas y de los primeros principios, no primera en términos nosológicos, sino en términos ontológicos. Es primera en términos del ser, no del término conocer. La primera en términos del ser es la última en términos conocer.

Se podría esperar, llegaría el momento de que el hombre conozca la verdad, o tal vez haya una posibilidad instituida que el hombre conozca la verdad  en sí misma, esto constituye un conocimiento posible. La metafísica pretende buscar lo incondicionado absoluto, esto significa que no depende de nadie, justamente porque es en sí. Es cuestión de esperar o que haya alguna condición instituida del conocimiento del ser. Kant considera que la pregunta esta en el hombre, le da una condición antropológica a la pregunta metafísica, por lo cual se está en una trampa, porque se hace la pregunta que es imposible responder, es decir que nuestra propia naturaleza se pregunta por algo que imposible contestar.

Kant muestra en su obra el porqué del conocimiento de la realidad en sí, que es independiente posible, muestra porque el teólogo o metafísico no hace conocimiento pero por otro lado fija la pregunta metafísica, ¿cuál es el argé? En la propia naturaleza humana.

La idea de progreso en Kant es que busca una simple síntesis más abarcativa, es un ideal regulativo de búsqueda metafísica sin concreción posible. En las diferencias del conocer, del pensar,  se puede pensar en Dios, en el universo como totalidad y tiene sentido hacerlo en el campo de la Razón Práctica y teológica. Se puede pensar, porque pensar es lo mismo que conocer. Tiene sentido pensarlo en el ámbito del conocimiento del deber y en el ámbito del problema de esperar pero en ninguno de los dos casos construye el conocimiento. El dilema ético presuponía la esencia de la liberta, si el hombre no tiene libertad, no es un ser libre, si no tiene libertad de elegir no tiene sentido el debate.

 

Son los problemas ético-religioso, pero situados sobre la mesa en la que tiene precisamente que estar situado todo lo que deba poder tener para nosotros un sentido posible. (Husserl,1988, p.51)

 

El problema ético sale de un factor de la Razón Práctica que es la libertad, pero ¿qué es la libertad sino es un concepto metafísico? Por supuesto que es un concepto metafísico pero no en términos de conocimientos. La pregunta que dirige el problema es ¿qué debo conocer?, por esto Kant no es un anti metafísico, considera que la metafísica no es conocimiento pero si considera que da aspectos que incluso es más importante que el conocimiento, quiere separar las cuestiones, por eso se dedica a las críticas.

Kant si constituye objetos de los fenómenos, en cambio la realidad en sí, es noesis, no es conocimiento, la realidad fenoménica si es conocimiento. La noesis es la realidad en si misma independiente de los hombres. Es decir, nosotros creemos que conocemos el objeto tal como es pero en realidad se conoce el fenómeno, es decir cómo se nos manifiesta aquel objeto porque la realidad noumenal, la cosa en sí, es incognoscible para los humanos, tan solo conocemos fenómenos, esto quiere decir que conocemos la forma en la cual se nos manifiesta los objetos. En cambio la realidad fenoménica es un producto de la realidad sensible más la organización que la mente hace de ese material sensible. No es la realidad en sí, es la realidad para la mente humana, es esa la realidad fenoménica, la realidad vista por el conocimiento humano.  Ese es el punto del giro copernicano del conocimiento. Copérnico dio vuelta el sol y la tierra, Kant dio vuelva el sujeto y objeto, por ese motivo usó la metáfora del giro copernicano. Históricamente el sujeto tiene que copiar al objeto cuando conoce, el sujeto que quiere conocer en la mente se copia, como si fuese un objeto, allí se conoce las características del objeto. Es decir que el sujeto se subordina al objeto para conocer. Cuando Kant giró la realidad sujeto y objeto dijo que, lo que se percibe es la realidad pero organizada por la mente. El mundo en el cual uno se mueve no es el mundo en sí mismo, sino que es el mundo organizado por la mente, entonces es realidad fenoménica. Cuando se produce el giro copernicano, el sujeto produce al objeto conocimiento, y el objeto produce la realidad del conocimiento que es la realidad del fenómeno.

Las dos primeras organizadores son para Kant el estado y el tiempo. Son las personas quien lo organiza, produce la realidad del conocimiento, no la realidad fenoménica en sí. Para Kant tiene que ver un elemento a priori (racionalismo) y otro posteriori (empirismo), si falta alguno de los dos no es conocimiento.

La metafísica es especular por fuera de los limistes de la experiencia, pero la experiencia en el sentido kantiano es la experiencia sensible, percibir la experiencia aunque falte el elemento a posteriori, por esa razón la metafísica no es conocimiento. Por eso cuando se pierde la conciencia no se tiene claro lo que paso, hay material sensible que llega pero caótico y ese material no es percepción organizada que constituye conocimiento. El a priori es una máquina de la razón que ya viene cargada, si no se introduce material sensible no se puede operar esa máquina. Si la maquinaria no trabaja sin materia prima, está especulando, pero por fuera de los límites de la experiencia, por lo cual no produce el producto.

Según Kant el problema de hacer metafísica es car en dialéctica transcendental, lo que significa caer en contradicción. Es decir que el sistema de hacer especulación por fuera del ámbito de la experiencia es caer en dialéctica transcendental. La dialéctica es la tensión de la contradicción y Kant considera que si hay contradicción, hay error.

 

La tarea no es inferir el ser trascendente, sino entenderlo como suceso en la subjetividad trascendental mediante el descubrimiento de la constitución. El idealismo fenomenológico como un idealismo de especie radicalmente nueva, contrasta con el idealismo berkeleyano- humeano y con el kantiano. (Husserl, 1988, p.59)

 

No se puede llevar adelante el problema de la metafísica porque si uno quiere conocer la realidad que es contradictoria, con un método que se basa en la contradicción, el conocimiento es imposible. Si uno quiere conocer la contradicción donde no hay elementos posibles, el conocimiento es imposible, para la cual hay que elaborar un método del conocimiento. Para aceptar a la contradicción como constitutiva de la razón y por lo tanto del método para comprender la realidad que es contradictoria en sí misma, se tiene que hacer una nueva lógica.

Bibliografía

 

 

Descartes, R (2004) Meditaciones Metafísicas. Meditación Primera: De las cosas que pueden ponerse en duda. Terramar Ediciones. Argentina.

Descartes, R (2004) Meditaciones Metafísicas. Meditación Segunda: De la naturaleza del espíritu humano; y que es más fácil conocer el cuerpo. Terramar Ediciones. Argentina.

Descartes, R (2004) Meditaciones Metafísicas. Meditación Tercera: De Dios; que existe. Terramar Ediciones. Argentina.

Husserl, E. (1988)  Las Conferencias de París. Introducción a la fenomenología transcendental. México.

Kant, I. Crítica de la Razón Pura. Prefacio. Estética Trascendental. P, 44. Selección.


 

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