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Educacional
1º Parcial A | Psicología Educacional (Cátedra:
Nakache - 2025) | Psicología | UBA
RESUMEN 1ER P EDUCACIONAL
SEMANA 1 - UNIDAD 1
● Zimmerman, M: "Las teorías psicológicas y el campo educativo: una relación en
debate."Archivo
● Guillian, A. La psicologia de la educacion: 1870 1913. Politicas educativas y
estrategias de intervencion.
● Elichiry - Fracaso escolar acerca de convertir problemas socioeducativos en
psicopedagogicos.
● Rolando Garcia - sistemas complejos.
● guia de equipos de orientacion en sistema educativo.
● Ley educacional 26.206
● BOTTINELLI, M (2000). “El trabajo de campo como herramienta de enseñanza y
aprendizaje”. En M. C. Chardón (comp.). Perspectivas e interrogantes en
Psicología Educacional. Eudeba
Zimmerman M. Las teorías psicológicas y el campo educativo: una relación en
debate.
La psicología educacional como disciplina, procura posibilitar en los estados
modernos, el funcionamiento de la escuela como dispositivo.
La escuela, como representante del Estado, y más allá de la voluntad de los
padres, se hace cargo de la educación de los nuevos ciudadanos, en benefi cio de
la unidad nacional y la efi cacia en la producción coerción implícita. Una vez
naturalizado, los procesos que tienen lugar en la escuela ya no se presentan
como históricos ni como producto de contextos sociopolíticos particulares.
Esta incipiente disciplina resulta de la aplicación de tres vertientes distintas
pero complementarias: la Psicología de las diferencias individuales, la
Psicología del niño y la Psicología del aprendizaje.
En la primera vertiente, la de la Psicología de las diferencias individuales se
destaca A. Binet quien crea en 1905 la primera versión de la escala métrica de
inteligencia. Esta escala es validada a partir de su capacidad predictiva del
rendimiento de los niños en las escuelas francesas. Podemos ver, así, como la
inteligencia queda defi nida llevando en su raíz el desempeño del alumno. Sin
embargo, resulta interesante la inversión que se produce después: será la
inteligencia el factor que explique ese desempeño. Si al niño le va mal en la
escuela es por su falta de inteligencia, se naturaliza como factor causal.
Concepto de inteligencia “normal”. Esto encubre un aspecto defi nitorio: la
escuela no es igual para todos y ha sido establecida de acuerdo con una
“homogeneidad” que es familiar para algunos, pero resulta violenta para otros.
Desde la vertiente de la Psicología del niño, asistimos a otra interesante
inversión: se estudia el desarrollo natural del niño para luego prescribirle ese
desarrollo natural de acuerdo con lo esperable, a lo normal para su edad. A
diferencia de la concepción empirista, esta considera que los alumnos traen
cosas que deben ser respetadas y tenidas en cuenta por el maestro para que el
niño se desarrolle y
logre el aprendizaje. Frente a la “retropedagogía” de la concepción tradicional,
la nueva pedagogía se psicologiza, psicologizando los métodos y la adaptación de
la escuela al niño.
Finalmente, desde la perspectiva de la Psicología del aprendizaje encontramos
múltiples aportes. E. Thorndike en 1903 utiliza en EE.UU. por primera vez la
expresión Educational Psychology. Desde estos enfoques el desarrollo psicológico
equivaldría a lo aprendido, y el aprendizaje a la suma de las respuestas
posibles en una determinada situación. Desde este enfoque, es imposible pensar
en el sujeto educativo. El sujeto se ha difuminado en un conjunto de reacciones
a estímulos inconexos. Otras psicologías de la época como las que surgen en
Alemania proponen una psicología de la Conciencia y, en contraposición a las
psicologías objetivas, reconocen la importancia de la mente humana. Sin embargo,
investigan también en contextos artifi ciales. Vygotsky plantea “No es la
naturaleza sino la sociedad, en primer lugar, quien debe ser considerada como
factor determinante de la conducta del hombre”.
La Psicología educacional que resulta de la aplicación directa de los
conocimientos psicológicos al campo educativo entra en crisis y en los últimos
treinta años comienza a pensar e investigar sobre contextos específi cos. Las
teorías psicológicas entonces, se resitúan y muchos de sus conceptos deben ser
resignifi cados. Se replantea la unidad diádica y se sustituye por un enfoque
que centra la mirada en el aula, con alumnos, docentes y contenidos concretos
interactuando a partir de prácticas específi cas.
Lidia Fernández (1994) sostiene que en las instituciones educativas el estilo
institucional opera como mediador entre las condiciones y los resultados.
● Las condiciones se refi eren a los aspectos preexistentes al fenómeno de
estudio que establecen con él alguna relación de determinación
● los resultados atañen a los aspectos que aparecen derivados de esas
condiciones. Estos resultados pasarán a formar parte de las futuras condiciones
institucionales.
● Por estilo institucional se entiende los aspectos o cualidades de la acción
institucional que se reiteran. Son cierta manera de producir y provocar juicios
e imágenes, enfrentar y resolver difi cultades, relacionarse con el mundo
material, interpersonal y simbólico o de mantener ciertas concepciones.
La Institución, además, no se encuentra aislada, sino que está inserta en el
entramado del sistema educativo y de las transformaciones y pujas propias del
contexto político y económico situados en el aula, debemos tomar en cuenta las
interacciones que se plantean entre contenidos, docentes y alumnos.
Nuestras sociedades se preocupan por asegurar que sus nuevos miembros adquieran
las experiencias y conocimientos históricamente acumulados y culturalmente
organizados
La enseñanza escolar tiene aspectos explícitos expresados en el currículum
formal pero también aspectos implícitos determinados por otras posibles
dimensiones: nos referimos a la caracterización de un currículum oculto: refi
ere a las condiciones y rutinas cotidianas que en el funcionamiento de la clase
y del establecimiento escolar originan aprendizajes ignotos, ajenos a los que la
escuela conoce y declara querer favorecer y que no fi guran entre los objetivos
ofi ciales
● uno real: refi ere a una transposición pragmática del currículum formal.
Depende de la ecuación
personal del maestro, pero también de las reacciones e iniciativas que presentan
los estudiantes y que hacen que la clase resulte un trabajo negociado entre
maestros y alumnos
● y otro nulo: no sólo tener en cuenta lo que se incluye en un Programa o lo que
se enseña sino también aquello que se ha decido excluir de la enseñanza, las
ausencias signifi cativas.
La relación entre contenidos, docentes y alumnos se rige por contratos
implícitos, preexistentes. Contratos dinámicos que se renegocian y reelaboran.
Regulan las acciones que maestros y alumnos mantienen con el saber y establecen
los derechos de unos y otros con respecto a los contenidos.
Al docente se le presentan dilemas
● cómo lograr que el niño haga aquello que aún no puede hacer
● cómo enseñar lo que se ha de construir (cf. Solé, 1991)
● cómo diferenciar la ayuda que necesita cada alumno de un grupo numeroso o
● cómo cumplir con un programa preestablecido, pero al mismo tiempo tomar los
conocimientos previos de los niños y sus intereses;
● cómo evaluar los aprendizajes realizados (cf. Elichiry, 2000; Perrenoud, 1990)
La complejidad de la práctica docente permanece fuera de los cánones de la
racionalidad técnica y no encuentra solución con la mera aplicación de teorías
científi cas ya que esta práctica social presenta zonas indeterminadas (Schon,
1992). Para Gimeno Sacristán (1992) las prácticas de enseñanza son de difícil
aprehensión ya que resultan ser prácticas sociales que se caracterizan por su
pluridimensionalidad, las tareas que se deben realizar son variadas y numerosas;
la simultaneidad, ya que esas tareas generalmente son simultáneas; la
impredictibilidad, por la diversidad de factores que la condicionan; su
inmediatez, porque no siempre están previstas; el carácter histórico ya que se
prolongan en el tiempo y su determinación desborda al individuo aislado; la
implicación personal, que se crea en un fuerte tejido interpersonal poco
controlable desde la formación del profesorado y, por último, las tareas
escolares que representan ritos o esquemas que suponen un marco de conducta para
quien actúa dentro del mismo.
El sistema le organiza al niño el tiempo y el espacio, le quiebra su
cotidianeidad y le crea una cultura propia, obligatoria pero atribuida a él como
proyecto propio (Perrenoud, op. cit., Baquero y Terigi, 1997)
El alumno relacionará saber previos con los nuevos. Esta forma de aprender
implica un esfuerzo de memoria y atención activas, hecho de manera consciente,
autoregulada y voluntaria e involucrando procesos eminentemente metacognitivos.
Salón de clases como un ámbito específi co de producción de conocimientos. Si
esto es así, la Psicología educacional deberá reconocer los aspectos
diferenciales y los puntos de contacto con otros ámbitos educativos. En tanto
disciplina que relaciona conocimientos psicológicos y prácticas educativas (ver
Coll, 1992) una psicología que se vincule a la Escuela deberá producir
investigación específi ca contemplando los múltiples atravesamientos que defi
nen esa Institución. Pretende intervenir y favorecer los
aprendizajes que los niños (y también los maestros) llevan a cabo.
La Escuela es una Institución particular: por defi nición es conservadora, pero
al mismo tiempo es un agente de cambio y transformación. Mantiene, al igual que
la Psicología educacional, una tensión permanente entre la producción y la
reproducción. Hacer visible el vínculo que la Psicología tuvo y tiene con la
Escuela y reconocer la especifi cidad de lo escolar es un paso necesario para
afrontar los nuevos desafíos que se plantean.
T - BOTTINELLI - El trabajo de campo como herramienta de enseñanza y
aprendizaje. En CHARDON, MC(comp.) Perspectivas e interrogantes en Psicología
Educacional
Este texto de M. Marcela Bottinelli se enfoca en el trabajo de campo como
herramienta de enseñanza y aprendizaje en el ámbito de la Psicología
Educacional.
● Articulación Teoría-Práctica: La formación profesional se benefi cia de la
adquisición de teorías y técnicas disciplinarias, pero la articulación
teoría-práctica a menudo se posterga. La Cátedra de Psicología Educacional en la
UBA valora la implementación del trabajo de campo como un recurso indispensable
para enseñar la materia.
● Propuesta de la Cátedra: La cátedra propone un trabajo grupal (cuatrimestral o
anual) en pequeños grupos que involucra tareas de diseño, planifi cación,
ejecución, análisis e interpretación en terreno. Los docentes supervisan y guían
estas actividades, y los alumnos deben participar en una institución educativa
de cualquier nivel.
● Investigación y Práctica: El trabajo de campo obliga a los estudiantes a
revisar teorías, conceptos y metodologías. El material recolectado se trabaja en
grupos, fomentando la refl exión crítica sobre la articulación teoría-práctica y
la validez de los resultados. Los estudiantes deben aprender a formular
problemas, hipótesis y marcos teóricos.
● Rol del Marco Teórico: Un marco teórico permite identifi car límites y
alcances, discriminar entre situaciones y reconocer la historicidad de las
categorías. Los "sistemas complejos" requieren un enfoque interdisciplinario.
● Lenguaje y Metodología: La ciencia utiliza el lenguaje como herramienta para
articular sus componentes (problema central, hipótesis, marco teórico). La
formulación del problema y la hipótesis son cruciales, ya que defi nen la
investigación.
● El Trabajo de Campo como Herramienta:
○ Enseñanza y Aprendizaje: Se entiende como una herramienta donde la teoría se
articula con la práctica, y la investigación enseña cómo intervenir y producir
conocimientos.
○ Objetivos del Trabajo de Campo: Se busca que los alumnos reconozcan problemas,
identifi quen un marco teórico, formulen hipótesis, defi nan variables, diseñen
instrumentos, recolecten y analicen datos, e interpreten resultados.
○ Difi cultades y Desafíos: Los alumnos a menudo desconocen la información
recolectada o la bibliografía, no saben cómo responder en entrevistas, no
reconocen los conocimientos que poseen, y confunden la tarea con una mera
aplicación de recetas.
○ Repercusiones en los Alumnos: La exposición a diferentes entornos y
perspectivas ayuda
a los alumnos a entender que no hay un solo tipo de intervención o resultado.
○ Construcción de un Marco Conceptual: La investigación es compleja y requiere
desarmar lo "disciplinario" y reconstruir planes lógicos de análisis.
○ Interacciones en el Aula: El trabajo de campo permite investigar las
interacciones entre docentes y alumnos, el manejo de contenidos, la planifi
cación y la evaluación.
● Metas: El trabajo de campo busca que los estudiantes integren los
conocimientos aprendidos, los apliquen y refl exionen críticamente sobre la
realidad para construir conocimiento válido y pertinente.
P- Guillian, A. La psicología de la educación: 1870 1913. Políticas educativas y
estrategias de intervención.
1. La Psicología Educacional como "Ciencia Estratégica" para la Escuela Moderna
Guillain sostiene que la Psicología Educacional surge a fi nes del siglo XIX
como una "ciencia estratégica". Su propósito no era meramente académico, sino
que buscaba ser una herramienta práctica para que los educadores pudieran
estructurar sus intervenciones y tomar decisiones fundamentadas.
• Función al servicio del Estado: Esta nueva disciplina nació para posibilitar
el funcionamiento de un nuevo dispositivo de los estados modernos: la escuela
obligatoria. La escuela, en representación del Estado, asumió la tarea de educar
a los "nuevos ciudadanos" para consolidar la unidad nacional y la efi ciencia
productiva. Para lograrlo, se "encierra" a miles de niños durante años,
regulando y disciplinando tanto sus mentes como sus cuerpos.
• Asegurar los objetivos pedagógicos: La naciente Psicología Educacional se
convirtió en la encargada de proveer los medios y las técnicas para que la
pedagogía escolar pudiera cumplir sus objetivos sobre una base "científi ca".
2. El Rol de la Psicología en la Exclusión y la Homogeneización
Un punto central y crítico en el análisis de Guillain es que la Psicología se
convirtió en el instrumento que legitimó la exclusión de aquellos que eran
"diferentes" dentro de un sistema educativo que tenía a la homogeneidad como su
principal credo.
• La Medición como Herramienta de Exclusión: La Psicología validó, a través de
la medición individual de las capacidades "naturalmente" diferentes, la
expulsión de los alumnos que no se adaptaban a la norma escolar. Esto se hizo
adoptando el modelo positivista de las ciencias naturales, donde la medición era
vista como el elemento científi co por excelencia.
• La Creación de un "Sujeto Educativo" Normalizado: La escuela obligatoria, por
primera vez, consideró a los miembros de las clases populares como sujetos
educativos. Sin embargo, esta inclusión se dio bajo un modelo que buscaba que
poblaciones heterogéneas alcanzaran logros homogéneos en tiempos también
homogéneos. La Psicología ayudó a establecer quiénes se ajustaban a esta norma y
quiénes no.
3. Las Tres Vertientes de la Psicología Educacional Aplicada
Zimmerman, citando a Guillain, explica que esta disciplina inicial se nutrió de
tres vertientes diferentes pero complementarias:
1. La Psicología de las diferencias individuales: Se enfocó en medir las
capacidades intelectuales para predecir el rendimiento escolar (cuyo máximo
exponente fue Alfred Binet).
2. La Psicología del niño: Estudió el "desarrollo natural" para luego prescribir
lo que era "normal" para cada edad, adaptando la escuela al niño (como proponía
Claparède).
3. La Psicología del aprendizaje: Aportó teorías (como las de Thorndike) sobre
cómo se adquieren los conocimientos, aunque a menudo desde contextos de
laboratorio y con una visión que reducía al sujeto a un conjunto de respuestas a
estímulos.
En resumen, el texto de Guillain, tal como lo retoman las fuentes, ofrece una
mirada histórica y crítica sobre el surgimiento de la Psicología Educacional.
Lejos de ser una disciplina neutra, la describe como una herramienta estratégica
que, bajo un paradigma positivista y científi co, fue funcional al proyecto
político de la escuela moderna: unifi car y homogeneizar a la población,
legitimando al mismo tiempo la exclusión de aquellos que no se adaptaban a su
molde a través de la medición de sus capacidades "naturales".
Resumen:
La psicología de la educación puede ser considerada como una ciencia
estratégica, ya que provee a los educadores la estructura o la secuencia de sus
intervenciones y todo un saber relativo a las condiciones de sus decisiones.
La psicología de la educación se defi ne por un cierto número de elementos: un
marco teórico que recorta un campo de sus problemas proveyéndole al mismo tiempo
sus mecanismos heuristicos y sus procedimientos de verifi cación, en un segundo
lugar, exige un dispositivo institucional, que requiere un cuerpo de
especialistas. Por ultimo estos nuevos especialistas deben dispones de un
arsenal de técnicas (cuestionarios, entrevistas, test mentales).
La psicología de la educación se analiza en dos momentos:
1870 Alemania: los neo – herbatianos dan los medios para una manipulación de las
representaciones cuyos fundamentos fi losófi cos proporciona la metafísica de
Herbart.
1890 en Estados Unidos, el movimiento Child – Study movilizara una estrategia
liberal: la adaptación es considerada como la instancia reguladora de las
conductas y como la condición de todo progreso.
Sin embrago, esta estrategia se modifi cara. La organización científi ca del
trabajo buscara optimizar el funcionamiento propio del liberalismo
racionalizando la vida social y las conductas del individuo.
La psicología de la educación y la unidad nacional.
Según Herbert, la pedagogía se funda sobre la ética y la psico, la primera
indica la meta y el fi n de la educación, en tanto la segunda, provee los medios
para alcanzarla o realizarla.
El objetivo supremo de la educación es la moralidad o la virtud. La instrucción
quiere formar el círculo de ideas y la educación el carácter.
Los educadores de la segunda mitad del s XIX en Alemania, adaptaron la pedagogía
herbar Tiana a las
necesidades y las condiciones de sus escuelas. El objetivo de la educación es
siempre la formación del carácter, cuyo instrumento privilegiado sigue siendo la
instrucción, pero contribuye ahora a la formación del círculo de los
pensamientos de millones de niños.
La pedagogía cambio de objetivos: se produjo un desplazamiento institucional de
la familia hacia la escuela. Uno de sus efectos y a la vez una de sus
condiciones de posibilidad será la psicología de la ecuación.
El estado moderno se vuelve entonces el educador de la nación, y la institución
escolar debe ser considerada como el principal instrumento de su unifi cación
política, moral y religiosa.
La pedagogía neo-herbatianos uniformiza por la instrucción.
Desde este punto de vista, la psicología de las representaciones, funda el
ejercicio de un poder disciplinario que descompone y recompone el círculo de los
pensamientos de cada niño de manera de imponerle un tipo nacional defi nido
previamente.
Esta manipulación de las representaciones busca normalizar el círculo de todos
los futuros ciudadanos de la nación alemana, exige un método nuevo: un método
estadístico de observación que seria patrimonio del psicólogo.
Este nuevo especialista hace el inventario de las representaciones de las que
disponen los niños y sobre las cuales se funda la efi cacia de las prácticas
educativos y del control que vuelven posible.
El inventario que realiza el PSI pone en contribución el doble registro de la
encuesta y el examen. El psicólogo no es más que un naturalista de una especie
nueva. Su metodología deberá incorporar una tecnología del examen que hace de
cada individuo un “caso” especial y a la vez un objeto de conocimiento y una
toma para nuevos poderes.
Ya no se trata de ese poder que el Estado ejerce directamente por intermedio de
su administración sobre la base de una acumulación masiva de informaciones, sino
de los poderes que se ejercen de forma más tenue, en el enfrentamiento de las
individualidades, allí donde se aplican los fi nos procedimientos de vigilancia
y las técnicas de registro de los individuos.
La psicología de la educación y la salud del cuerpo social.
La escuela es lo que asegura el éxito de las repúblicas y la psicología
promovida al rango de la ciencia política se verá confi ar en Estados Unidos la
tarea de proveer los medios necesarios para la unifi cación nacional de un país
sometido a la inmigraciones, desprovisto de toda tradición política y cuyos
antiguos modos de vida fueron destruidos por la industrialización.
Esos medios no podrían ser los que la psicología de los neo-herbartianos
preconiza. La manipularon de las representaciones es un “adoctrinamiento”. Por
lo tanto, no se trata de reducir las diferencias imponiéndoles un tipo nacional
previamente determinado, por el contrario, para la child Study norteamericana,
se trata de dejar jugar entre ellas estas diferencias de manera que “de esta
mezcla, de ese choque de tantas fuerzas contrarias, surja una sociedad”.
El carácter nacional es una media en la cual los rasgos fugitivos y las
particularidades individuales se borran en benefi cio de los elementos comunes:
“todo lo que es común persiste, todo lo que es individual tiende a desaparecer.
El estudio de sus mecanismos de formación depende de una estadística mental,
lejos de limitarse solo a
las representaciones, le proporciona al pedagogo, por aproximaciones sucesivas,
“una imagen compuesta del desarrollo de a raza” y el medio para modular sus
intervenciones en función de las poblaciones involucradas. La red institucional
densa y apretada funda la posibilidad de este nuevo método de la encuesta
inductiva directa o indirecta terminara por asignarle al psicólogo un lugar bien
defi nido y un nuevo estatuto: el de experto que estudia objetivamente, de modo
de controlarlas mejor, las condiciones del desarrollo humano, proveyendo así a
la ciencia política los medios para gobernar un país que se pretendía sin
historia.
La psicología de la educación y el rendimiento nacional.
La regulación de las conductas se ha convertido así en uno de los problemas de
la pedagogía y la psicología funcional provee a los educadores los medios para
la intervención.
La organización comporta la cooperación y una lucha. La armonía seria imposible
de atender si no interviniera todo un conjunto de órganos reguladores cuyos
actos se dividen en dos clases: los actos reguladores positivos que intervienen
directamente en el curso del desarrollo y los actos reguladores negativos que
dejan jugar a los mecanismos naturales de una auto adaptación individual y
social.
En 1913 el estado vuelve a transformarse en el agente de un control positivo y
en el educador, interviene modifi cando el entorno de sus alumnos de manera de
eliminar las conductas que juzgue indeseables.
La psi de la educación busca incrementar el rendimiento de la nación, y necesita
estudiar el curso del desarrollo físico y mental y describir el tipo medio a
partir del cual los niños se desvían, necesita estudiar también as diferencias
individuales y determinar para cada niño las aptitudes que lo caracterizan y por
ultimo necesita estudiar el trabajo escolar, las técnicas del aprendizaje mas
económicas y la fatiga que puede resultar de ellas.
La educación debe ser considerada como una técnica de gestión del trabajo
psíquico.
La psi estudia las facultades de trabajo de los niños, su desarrollo espontáneo
y el uso que se hace de ellas en el medio escolar, va a aprender sobre todo a
medir la fatiga intelectual de manera de proveerle a la educación y a la higiene
escolar un fundamento científi co.
La psi funcional será reemplazada así por una psi de la conducta defi nida como
el nivel racional de una conducta adaptada. La psi va a convertirse en una
ciencia de utilidad social.
La psi individual constituye una técnica de gobierno que caracteriza los
regímenes democráticos que reconocen el derecho a la diferencia y que deben
administrar una diversidad cuyo evolucionismo afi rma la necesidad y el carácter
progresista.
La ciencia de las aptitudes esboza una forma nueva de acción social: provee al
político de los medios para una distribución más racional de los recursos
nacionales y los que fundan la posibilidad de una justa distribución de los
individuos...
La cuestión de los anormales no es otra cosa que la de su reconocimiento: de su
clasifi cación y reclasifi cación que evitaría los riesgos de su decadencia
moral y de una improductividad social.
La medición de la inteligencia reduce así, a casi nada el empirismo pedagógico y
médico y la utilización social de los anormales, que hace posible a través de
las clases de perfeccionamiento hace del psicólogo un agente de una
racionalización que quiere considerar todo fenómeno como una magnitud, y aplicar
a
esa magnitud una medida.
P - ELICHIRY. FRACASO ESCOLAR: ACERCA DE CONVERTIR PROBLEMAS SOCIOEDUCATIVOS EN
PSICOPEDAGÓGICOS
Su análisis se enfoca en desentrañar la complejidad del llamado "fracaso
escolar", criticando las visiones simplistas y proponiendo un enfoque más
integral y contextualizado para su comprensión e intervención.
1. Crítica al Modelo Patológico Individual y al Diagnóstico Tradicional
Elichiry parte de una fuerte crítica a las prácticas psicológicas que han
predominado históricamente en el ámbito escolar. Estas prácticas, infl uenciadas
por la medicina clasifi catoria tradicional, tienden a convertir lo que en
realidad son problemas socioeducativos complejos en problemas psicopedagógicos
individuales.
• Patologización del niño: Las intervenciones suelen centrarse en diagnosticar
"patologías individuales" en los niños, sin considerar los factores
estructurales de la propia institución escolar o la pertenencia social del
alumno. Se busca el défi cit en el niño (por ejemplo, a través de etiquetas como
dislexia o hiperquinesia) en lugar de analizar la compleja trama de factores que
infl uyen en su aprendizaje.
• Insufi ciencia del diagnóstico clínico: El modelo de diagnóstico individual,
basado en la sintomatología, es insufi ciente y, a menudo, inadecuado. Elichiry
advierte que la preocupación por el diagnóstico no debe ir más allá de la
preocupación por la nosología (el estudio de las enfermedades), es decir, no
debe quedarse en la mera clasifi cación y etiquetado de los niños.
2. Reconocimiento de los Múltiples Factores y la Interfaz Aprendizaje-Cognición
Frente al modelo individual, Elichiry propone un encuadre que atienda a la
interfaz aprendizaje-cognición, reconociendo la diversidad de factores que
intervienen.
• El aprendizaje como proceso: Entender el aprendizaje como un proceso complejo
permite considerar los diferentes momentos que atraviesa el sujeto, las
contradicciones que experimenta y los diferentes "saberes previos" que pone en
juego.
• Infl uencia del contexto social y familiar: Se destaca que las instituciones
educativas evalúan a los niños a partir de un tutor familiar que, muchas veces
de forma implícita, tiene la tarea de acompañar el proceso. Esta exigencia no
siempre es cumplida por las familias, lo cual impacta en el rendimiento escolar
pero no siempre es considerado en los análisis.
• El rol de los "tutores": El concepto de "aspecto registrado" apunta a la
importancia de la función de los "tutores" (padres o pares mayores) en los
procesos de aprendizaje. Se ha documentado que muchos alumnos aprenden gracias a
que otros les enseñan, no necesariamente en la escuela.
3. La Escuela como Institución: Prácticas y Actores
Elichiry pone un fuerte énfasis en la necesidad de analizar la propia
institución escolar y las prácticas
de sus actores (docentes, directivos) para comprender el fracaso.
• El "fracasado" no es una estrategia de planifi cación: Lo que se llama
"fracasado" no obedece a un plan deliberado por parte de la escuela. A menudo,
los equipos docentes patologizan erróneamente estos casos, creyendo que el
problema está únicamente en el niño, cuando en realidad se trata de difi
cultades institucionales.
• La importancia del trabajo con docentes: Propone un diálogo con los maestros
para ayudarlos a la actualización y al intercambio de perspectivas. Señala que
la "capacitación" con especialistas a menudo no es sufi ciente, y que es crucial
que los docentes refl exionen sobre su propia práctica cotidiana, sus
conocimientos y las difi cultades que encuentran.
• Creación de nuevos espacios de trabajo: Es fundamental generar nuevos modos de
aproximación para trabajar de "otro modo", en una dinámica menos aislada y
jerárquica. Esto incluye la creación de espacios privilegiados para estas
interacciones, como la guardería o la universidad, donde pueden surgir nuevas
formas de colaboración.
4. Propuestas para una Intervención Superadora
Para superar el enfoque tradicional, Elichiry, basándose en distintas
investigaciones, propone una serie de prácticas discursivas que deberían
orientar las acciones en el ámbito escolar. Estas prácticas buscan fomentar la
construcción de conocimientos y favorecer la inclusión. Incluyen:
• Inclusión de la narrativa: Dar lugar a los relatos y las historias de los
sujetos.
• Fomentar espacios de interacción con pares: Reconocer el valor del aprendizaje
entre iguales.
• Escuchar e interrogar a los niños/niñas: Validar su voz y sus preguntas.
• Participación guiada por medio de preguntas y comentarios.
• Incluir el pedido de fundamento y argumentación.
En resumen, el texto de Elichiry sobre el fracaso escolar es un llamado a
desplazar la mirada del défi cit individual del alumno hacia el análisis de las
complejas interacciones entre el sujeto, la institución escolar y el contexto
socio-familiar. Propone abandonar la tendencia a patologizar las difi cultades
de aprendizaje y, en su lugar, construir nuevas estrategias de intervención que
promuevan la refl exión, la colaboración y la democratización del conocimiento
en la escuela.
Resumen
Las prácticas psicológicas predominantes en el ámbito escolar han derivado de la
medicina clasifi cadora tradicional. No negamos la existencia de patologías
específi cas en el área del aprendizaje, pero los resultados de investigaciones
recientes suministran cifras que no superan el 7% de patología en la población
escolar. El “fracaso escolar masivo” no remite en consecuencia a patologías
individuales.
Las prácticas psicológicas en el ámbito educativo se han planteado en términos
individuales sin
considerar la problemática de los conjuntos sociales. En la medida en que se ha
tendido al etiquetamiento, la función institucional de las prácticas
psicoeducativas fue determinada por el sistema, que ejerció mecanismos de
control y selección social.
Si bien la clasifi cación puede posibilitar ordenamientos, anticipar
predisposiciones, seleccionar tratamientos, comunicar hallazgos, etc, estos
sistemas no han brindado descripciones que permitan delinear tratamiento
psicoeducativos específi cos.
Con relación a las prácticas clínicas y educativas, sugerimos descentrar la
mirada de las nociones de défi cit y de los criterios de normalización para
centrarnos en las posibilidades del sujeto educativos. Nuestra intención es
describir y analizar las potencialidades. Se trata así, de mirar las
producciones de los sujetos, dando cuenta de lo que éstos saben y pueden.
Un aspecto registrado como elemento favorecedor del “rendimiento escolar” es la
función del tutoreo. Simultáneamente, hemos documentado que la escuela evalúa
aspectos que no enseña. Vemos así que las instituciones educativas suelen dar
por supuesta una función de tutoreo familiar que nadie explicita, pero de la
cual se pide cuenta en las evaluaciones escolares.
En los casos de alumnos que evidenciaron problemas en el rendimiento escolar, se
les preguntó cómo estudiaban. En esos casos quedó develado que los llamados
“fracasadores” no tenían estrategias de organización para el estudio porque
nadie se las había enseñado. Muchas veces los equipos psi han patologizado
erróneamente estos casos, corroborando las hipótesis de las instituciones
educativas.
Entre las condiciones institucionales que favorecen la retención escolar están
la constitución de equipos docentes; la actualización en estrategias de
enseñanza y la disponibilidad de espacios de expresión y refl exión. Es
necesario sacar al docente del aislamiento en que se encuentra y proponer un
trabajo con colegas que les brinde seguridad y contención.
La educación demanda contención de los maestros y establecer otros modos de
relación entre docentes y alumnos, relaciones que debería incluir a los padres y
las familias. Se observa que el maestro no tiene cc de que, al desvalorizar a la
fl ia, desvaloriza al niño. Desde los equipos especializados de orientación
psicológica se tiene que dejar de centrar en la patología y prestar atención a
las confi guraciones familiares del mundo actual.
Aspectos favorecedores en los ámbitos familiares:
- Las prácticas discursivas que orientan las acciones a metas
- Fomentar espacios de interacción con pares
- Escuchar e interrogar a los niños
- Participación guiada por medio de preguntas y comentarios
- Incluir el pedido de fundamentos y argumentación
El planteo desarrollado sugiere un cambio en la relación con el conocimiento que
requiere romper con la primacía de los fenómenos individuales en la construcción
del saber, favorecer las interacciones sociales, fl exibilizar las modalidades
de transmisión de saberes, disminuir las explicaciones, incluir las
preguntas y dar cabida a la experimentación del sujeto educativo.
P - García R. Sistemas Complejos. Introducción, párrafo 2: Complejidad e
Interdisciplina (19-24)
Rolando García, colaborador cercano de Jean Piaget, desarrolló una teoría sobre
los sistemas complejos que se fundamenta en la epistemología constructivista
piagetiana. Su trabajo no solo ofrece un método para estudiar problemas
multifacéticos, sino que también establece una base epistemológica sólida para
la investigación interdisciplinaria.
1. ¿Qué es un Sistema Complejo?
Un sistema complejo, según la perspectiva de García, no es simplemente algo
"complicado" o difícil de entender. Es, fundamentalmente, un recorte de la
realidad, conceptualizado como una totalidad organizada cuyos elementos no son
separables y, por lo tanto, no pueden ser estudiados de manera aislada.
• Totalidad Organizada: Un sistema es una representación de un recorte de la
realidad, no la realidad misma. Esta representación organiza un conjunto de
elementos, datos y procesos que interactúan entre sí.
• Indisociabilidad de los Componentes: La característica esencial de la
complejidad es que los componentes del sistema (elementos y las relaciones entre
ellos) están tan interrelacionados que no pueden ser aislados para su estudio
sin perder sus propiedades y funciones cruciales. Intentar estudiar las partes
por separado y luego "sumarlas" no permite comprender la totalidad del sistema.
• Determinación Mutua: Los componentes se defi nen y modifi can mutuamente. El
comportamiento de un elemento está determinado por sus relaciones con los demás
elementos dentro de la estructura global del sistema.
2. Complejidad: Más allá de lo Complicado
García distingue su concepto de "complejidad" del de otros pensadores como Edgar
Morin. Mientras Morin asocia la complejidad con el desorden, la incertidumbre y
las antinomias, el enfoque de García se centra en una defi nición más
estructural:
• La complejidad está en la interdefi nibilidad y mutua dependencia de las
funciones que cumplen los componentes dentro del sistema. Un sistema es complejo
porque sus partes no tienen existencia o función independiente de la totalidad a
la que pertenecen.
• En el contexto del aprendizaje y el desarrollo, un sistema complejo puede ser,
por ejemplo, el propio sistema cognitivo, que se construye por la interrelación
entre lo cognitivo, lo biológico y lo social, sin que sea posible pensarlos por
separado. La construcción de una nueva idea depende de las "condiciones de
contorno" que le impone el sistema, como las representaciones sociales o el
marco epistémico.
3. Interdisciplina: Una Necesidad Metodológica
Para García, la investigación interdisciplinaria no es una simple "integración"
o "traslape" de disciplinas, sino una necesidad metodológica que surge
directamente del estudio de sistemas complejos.
• Los Problemas Complejos Exigen Interdisciplina: Dado que los sistemas
complejos están constituidos por elementos heterogéneos que pertenecen a
dominios de diversas disciplinas (por ejemplo, un problema socioambiental que
incluye aspectos físicos, biológicos, económicos y sociales), ninguna disciplina
por sí sola puede explicar el funcionamiento de la totalidad del sistema.
• Construcción de un Marco Conceptual Común: La verdadera interdisciplina
requiere que los investigadores de diferentes campos compartan un marco
conceptual y metodológico común para estudiar el problema. Esto les permite defi
nir el sistema bajo un mismo enfoque, superando la especialización de cada
disciplina individual.
• Integración vs. Multidisciplina: García diferencia claramente entre:
◦ Investigación multidisciplinaria: Varios especialistas suman sus aportes desde
sus propias disciplinas, pero sin integrar sus enfoques en un marco común. Es la
mera yuxtaposición de resultados.
◦ Investigación interdisciplinaria: Se logra una integración real de los
diferentes enfoques en una problemática común, que se analiza desde una
perspectiva sistémica. Se redefi ne el problema y se construye un nuevo
conocimiento que no pertenece a ninguna de las disciplinas por separado.
• El Papel del Constructivismo Piagetiano: La epistemología de Piaget (el
constructivismo genético) fue el marco que permitió a García y sus colaboradores
estudiar problemas globales complejos de manera coherente e interdisciplinaria.
El propio Piaget propuso una clasifi cación de las ciencias en un "sistema de
ciencias" circular, con interrelaciones que superan las propuestas
reduccionistas del positivismo.
En resumen, la propuesta de Rolando García ofrece un marco teórico y
metodológico para abordar problemas cuya naturaleza es inherentemente compleja.
Un sistema complejo es un recorte de la realidad donde los elementos y sus
relaciones son interdependientes e inseparables. La complejidad no es sinónimo
de desorden, sino de esta interdefi nibilidad estructural. Finalmente, la
interdisciplina emerge como la única forma metodológicamente válida para
estudiar estos sistemas, ya que exige la integración de diferentes enfoques en
un marco conceptual compartido para poder comprender la totalidad del fenómeno.
Resumen
Complejidad - Diferente a “complicado”
Aportes de Morin (1977)
- Imposibilidad de simplifi car.
- Surge donde se pierden las distinciones entre identidades y causalidades.
- Fecunda un nuevo tipo de comprensión y explicación: el pensamiento complejo,
el cual se forja y
se desarrolla en el movimiento mismo donde un nuevo saber sobre la organización
y una nueva organización del saber se nutren mutuamente.
En nuestra concepción de los sistemas complejos, lo que está en juego es la
relación entre el objeto de estudio y las disciplinas a partir de las cuales
realizamos el estudio. En dicha relación, la complejidad está asociada con la
imposibilidad de considerar aspectos particulares de un fenómeno, proceso o
situación a partir de una disciplina específi ca (p.21).
- Los fenómenos, en la realidad, no se corresponden con una disciplina
particular
- Concepto de “realidad compleja”
Un sistema complejo es una representación de un recorte de esa realidad,
conceptualizado como una totalidad organizada (de ahí la denominación de
sistema), en la cual los elementos no son "separables" y, por tanto, no pueden
ser estudiados aisladamente (p.21).
● Concepto de “interdefi nibilidad” como superador de “determinación mutua”.
Interdisciplina
Aportes de I. Wallerstein (1991)
- Las ciencias sociales se organizan en disciplinas. Pero, ¿qué tan claros son
los criterios que diferencian una de otra?
- En la práctica, las disciplinas se superponen de manera creciente a lo largo
de su evolución histórica.
Estos postulados no explican la importancia de una “integración” disciplinaria
● la combinación de puntos de vista de diferentes disciplinas da lugar a equipos
“pluridisciplinarios” aplica a temas que se encuentran en zonas fronterizas
entre disciplinas
T - Ministerio de Educación (2014) Los Equipos de Orientación del Sistema
Educativo. Cap. 1 Posición y trabajo profesional de los Equipos de Orientación
en el Sistema Educativo.
La tarea de los EO no sería posible sin un soporte y condiciones que habiliten
su posición profesional, autorizando y sustentando sus acciones y decisiones de
intervención.
Intervenir supone más que la resolución de problemas y el armado de una agenda
de tareas según las prioridades en un grupo particular. Se debe reconocer que
las intervenciones requieren apoyos institucionales y que necesitan de encuadres
que organicen. Además, se debe dar espacio al confl icto, a las demandas, no
ignorar los desacuerdos y buscar consensos.
La necesidad de interrumpir las actitudes de violencia entre pares, de
incrementar el acompañamiento familiar durante las trayectorias estudiantiles,
de fortalecer la inclusión del equipo en redes interinstitucionales de educación
y salud o entre la escuela y los institutos de formación docente ante
la posibilidad de un proyecto de democratización de la convivencia, ubican al
equipo en un lugar clave, estratégico, de creación de lazos con otros para co-construir
respuestas posibles a problemas de intervención (p.22)
Es indispensable delimitar esa posición de quien interviene, reconocer aquello
que le da especifi cidad y, al mismo tiempo, describir la trama en la que esa
posición se sostiene y cómo, con quiénes y cuándo se confi gura o confi guran el
o los objetos de trabajo de un equipo de orientación (p.22)
- Posición: lugar construido individualmente y a partir del vínculo con otros,
en el marco de una institución u organización. Habilitado y autorizado por una
instancia superior, pero asumida también por el propio sujeto. Es un espacio
propio y relacional en el que se ubica el sujeto que incluye los vínculos con
otros actores, con el proyecto educativo y el contexto, es decir con la trama de
la institución educativa.
- Trama: refi ere a relaciones entre posiciones institucionales. “Pone en
relación múltiples hilos, demanda reconocer espacios, tiempos, condiciones,
tareas, formas de hacer y pensar, culturas institucionales y comunitarias,
vinculadas con la educación en cada contexto” “La ampliación de la mirada del
coordinador o integrante de un equipo se muestra cuando se analizan situaciones
donde otros interactúan, como así también cuando se mira la relación de cada uno
con tiempos y espacios, tareas, roles y recursos que hacen a la institución”
(p.25).
- Objetos de trabajo: delimitarlos supone “poner un encuadre de trabajo a
funcionar, defi nir límites, demarcar lo que compete a cada posición” (p.27) “no
es un sujeto, ni tampoco una disciplina o conjunto de conocimientos cerrados
sobre sí o una institución en sí misma. Requiere un trabajo de composición para
poner en relación elementos diversos y a la vez recortar, acotar. También
requiere un trabajo de mediaciones para poner a disposición de otros ese objeto
de trabajo” (p.28).
La matriz moderna de la escuela conduce a demandar sólo por los alumnos y,
generalmente, de manera individual. En este sentido, la construcción del objeto
de trabajo implica la reformulación de la demanda en el desplazamiento de la
mirada hacia los sujetos en medio de relaciones, en contextos, en situaciones;
los espacios, las formas de enseñanza, la organización escolar misma (p.29).
La presencia del equipo de orientación ayuda a construir otras demandas y a
problematizar las miradas sobre la escuela, los alumnos, los dispositivos. En la
construcción del problema con otros se habilita un espacio de pensamiento y
escucha donde se visibiliza lo que aparece inadvertido, se abren preguntas con
mayores niveles de problematización (p.29).
SEMANA 2 –UNIDAD 1:
● Baquero, R. y Terigi, F. : "En búsqueda de una unidad de análisis del
aprendizaje escolar."
● Lewkowicz, I. y Corea, C. : "Pedagogía del aburrido. Escuelas destituidas,
familias perplejas."Cap VI
● Pineau. Porque triunfó la escuela
● VARELA, J. y ALVAREZ URÍA F (1991). “La maquinaria escolar” Arqueología de la
escuela. La
Piqueta. (pag13-54)
Discusión de varela y la maquinaria escolar
Su concepto central, "la maquinaria escolar", ofrece una perspectiva histórica y
crítica sobre cómo se confi guró la escuela moderna, no como un desarrollo
"natural" de la educación, sino como un dispositivo diseñado para disciplinar y
regular a la población.
1. La Escuela como una "Máquina de Educar"
El concepto de "maquinaria escolar" se refi ere a la escuela como una invención
de la modernidad diseñada para cumplir funciones específi cas de control y
formación. Esta "máquina" no surgió de la nada, sino que se consolidó a fi nes
del siglo XIX y principios del XX, reemplazando o subordinando otras formas
educativas que existían previamente.
• Propósito Disciplinario: La función principal de esta maquinaria era regular y
disciplinar tanto la mente como el cuerpo de los niños. Esto se lograba
"encerrando" a miles de niños durante largos períodos de tiempo.
• Homogeneización: Un objetivo clave era que poblaciones heterogéneas alcanzaran
logros homogéneos en tiempos también homogéneos. La escuela buscaba crear un
tipo estandarizado de sujeto.
2. El Quiebre con la Cotidianidad: El Aula como Espacio Artifi cial
Una idea central en este análisis es que la maquinaria escolar opera a través de
un quiebre deliberado con la vida cotidiana de los sujetos. El aula es un
espacio que se defi ne por su artifi cialidad, y esta no es un defecto, sino su
principal característica.
• "Cerrar la puerta para hablar del mundo": El hecho de encerrar a los alumnos
en un aula para hablar de un mundo que está "allí afuera" es una de las claves
del dispositivo escolar. Este encierro permite a la escuela romper con los
contextos de crianza y de vida cotidiana, produciendo efectos
"descontextualizadores" que son específi cos de la cognición escolar.
• Regulación del Tiempo y el Espacio: La maquinaria escolar impone una
organización muy particular del tiempo y el espacio que difi ere de la vida
social exterior. Se establecen calendarios, horarios, timbres que marcan el
cambio de actividad, y una distribución de los espacios (aulas, patios) que
regulan la conducta de una manera que no es "natural".
3. La Escuela como Dispositivo de Poder y Gobierno
Varela, junto a otros autores como Foucault, entiende la escuela como un
dispositivo de poder. Específi camente, es una herramienta de
"gubernamentalidad", es decir, una forma de gobierno sobre la población que no
actúa por represión directa, sino por producción de sujetos.
• Formación del Ciudadano: La escuela moderna fue creada por los estados para
transformar a sus habitantes en ciudadanos. Su surgimiento está ligado a la
consolidación del Estado-nación y a la
necesidad de crear una identidad nacional y asegurar la efi ciencia productiva.
• La Tensión entre Producción y Reproducción: La escuela es una institución con
una tensión permanente. Por un lado, es conservadora (reproduce las normas
sociales existentes), pero al mismo tiempo es un agente de cambio y
transformación (produce nuevos sujetos y saberes).
En resumen, el texto de Varela y Álvarez Uría sobre "la maquinaria escolar"
describe la escuela moderna como una construcción social e histórica específi
ca, y no como el resultado de una evolución natural. Esta "maquinaria" fue
diseñada con el propósito de disciplinar, regular y homogeneizar a la población
infantil, creando un tipo de sujeto funcional a los objetivos del Estado
moderno. Lo logra a través de un dispositivo artifi cial que quiebra
deliberadamente con la vida cotidiana, imponiendo sus propias reglas de tiempo,
espacio y saber, y actuando como una poderosa herramienta de gobierno sobre la
infancia.
BAQUERO - EN BÚSQUEDA DE UNA UNIDAD DE ANÁLISIS
Psicología Educacional, se ha producido una centración creciente en un tipo
específi co de aprendizaje: el que se verifi ca en el marco de los procesos
educacionales formales.
Algunos elementos que deben tenerse en cuenta para el abordaje de los
aprendizajes que tienen lugar en la escuela:
- desnaturalizar la mirada sobre el dispositivo escolar y sobre la infancia
- reinstalar su carácter histórico y culturalmente determinado del proyecto
político y social sobre la infancia
- tipo particular de aprendizaje, artifi cial, y con efectos
descontextualizadores sobre el desarrollo cognitivo (por los determinantes duros
del dispositivo)
- actividad como una unidad de análisis adecuada a efectos de explicar y regular
los procesos de apropiación de conocimientos sobre dominios específi cos en el
seno de las prácticas escolares.
Proyecto escolar como proyecto político sobre la infancia:
No es el contexto natural de desarrollo del niño. “Bajo esta mirada, perdemos la
perspectiva histórica del sistema escolar, como un dispositivo que produce -y
que debe producir, puesto que para ello existe- formas particulares de
desarrollo infantil (Baquero y Terigi, 1996)”.
No es un proyecto de los niños sino, en verdad, un proyecto atribuido a los
niños, pero impuesto sobre ellos por la cultura adulta.
Puede decirse que los procesos de escolarización masiva se orientan a producir
un efecto formativo sobre una niñez que es vista como relativamente dócil. Una
niñez puede ser vivida de muy diversos modos, no sólo a título de nuestra
individualidad, sino por la diversidad de maneras culturales de otorgar
tratamiento a la niñez (entre culturas o dentro de una misma).
La escolarización parece, por tanto, una manera -entre otras posibles- de dar
tratamiento a la niñez; una manera en ocasiones violenta, ya que implica
obligaciones de asistencia, permanencia, trabajo, logros, para evitar sanciones,
en especial la del fracaso… Nuestro análisis pretende insistir en que la
cuestión debe ser tratada sin que nuestro compromiso con los derechos del niño
nos lleve a desvirtuar precisamente el carácter político del proyecto escolar.
El proyecto escolar involucra decisiones sobre la vida de los sujetos, sobre sus
márgenes de acción, sobre la manera en que forjaremos su identidad.
Las decisiones políticas sobre la vida de los sujetos, sobre sus márgenes de
acción, etc., se toman, en buena medida, con base en criterios de educabilidad
legitimados por argumentaciones psicológicas que juzgan sobre la inteligencia,
la capacidad intelectual, la salud mental y la normalidad de los sujetos…
“Responsabilidad en el hecho de que la escolarización opta por producir cursos
específi cos del desarrollo infantil (Baquero y Terigi, 1996)”.
La persistencia del formato escolar a través de la historia moderna y a pesar de
la diversidad de contextos sociales y culturales, muestra que no resulta
demasiado sensible a la relativa labilidad que tratan de imprimirle nuestras
innovaciones en las estrategias de enseñanza. Es decir, nuestro esfuerzo
innovador no deja de encontrarse una y otra vez con determinantes duros de las
prácticas escolares, como la organización graduada, simultánea, obligatoria,
etc. Y aún si pudiéramos introducir cambios de fondo en algunos de estos
determinantes duros, no podríamos hacerlo sin ponderar y conservar las reglas de
juego que las prácticas escolares defi nen para la producción de conocimientos y
saberes, y para la producción de cursos específi cos en el desarrollo infantil.
Algunos aspectos del trabajo escolar:
Las prácticas escolares inciden no sólo en los procesos de construcción de
conocimientos, sino en la producción de cursos específi cos del desarrollo
cognitivo. La investigación psicológica cuenta con un número creciente de
indagaciones acerca de los efectos que las prácticas escolares producen sobre el
desarrollo psicológico. Tales efectos se ponen en evidencia en sesgos y
tendencias en el funcionamiento cognitivo de los sujetos escolarizados. A este
tipo de efectos se los ha identifi cado bajo la etiqueta de procesos de
descontextualización de los instrumentos de cognición (cf. Rogoff, 1990). La
independencia de los efectos respecto a la variedad de estrategias de enseñanza
obliga a pensar en las constantes del formato escolar como las principales
productoras del efecto descontextualizador.
Bajo la defi nición genérica de una función educativa o de unos fi nes
pedagógicos, lo que caracteriza a una institución escolar es la particular forma
de organizar series de actividades en aras de cumplir esa función o alcanzar
esos fi nes.
Trilla, 1985, propone los siguientes factores como característicos del
dispositivo escolar:
El dispositivo escolar propone una cierta economía: una cierta organización de
espacio, tiempos, recursos y roles, que sienta condiciones para el aprendizaje
escolar.
En primer lugar, es signifi cativo el hecho de que la escuela defi ne uno o
varios colectivos. Poco o nada puede comprenderse con respecto a la lógica de
los aprendizajes escolares, a la evaluación de los rendimientos, a la medición
de las diferencias individuales, si no es sobre la superfi cie de contraste de
una población sobre la que se opera en tanto colectivo… Más concretamente, el
terreno sobre el que opera la acción docente es el grupo de clase. Este terreno
de operaciones será lo que defi na en buena medida el rango y las
características de las acciones y tareas probables.
Por su parte, la organización espacio-temporal de las actividades que adopta la
escuela resulta también un componente crucial del sesgo que tomarán los procesos
cognitivos desplegados en su interior.
Todas las prácticas que hemos estado mencionando suponen un relativo quiebre con
la economía de espacios y tiempos de la vida cotidiana, pero también con
aspectos relativos al dominio de sistemas de categorización de las situaciones
cotidianas mismas, por contacto con contextos espacio-temporales a los que no se
accedería de no mediar nuestro paso por la escolaridad.
El lector podría señalar que este quiebre queda relativizado, habida cuenta del
acceso franco que la mayoría de los niños tiene a los medios de comunicación
masiva: dado este acceso, el quiebre estaría instalado ya en la vida cotidiana
de los sujetos.
Coincidimos en que es relevante considerar este acceso para comprender el sesgo
particular que cobra en nuestra época la relación de los saberes previos de los
alumnos con el particular funcionamiento del saber en el contexto escolar.
Una modalidad específi ca del aprendizaje escolar radica en el particular uso
que se promueve y se efectúa de instrumentos semióticos específi cos -como la
escritura-, de los lenguajes formales -como el matemático-, o incluso de las
formas sistemáticas de conceptualización que portan las teorías científi cas, en
forma progresivamente descontextualizada. El impacto descontextualizador debe
buscarse en la apropiación y dominio de poderosos instrumentos de representación
cuyos procedimientos y condiciones de utilización parecen defi nir buena parte
de los objetivos educativos, en un vector que va de una utilización sujeta a las
condiciones de adquisición hacia una utilización no sólo independiente de
aquélla sino válida para todo tiempo y lugar.
En defi nitiva, una de las modalidades centrales de funcionamiento del
aprendizaje escolar radica en que exige el dominio de sistemas de representación
que permitan a su vez la creación y manipulación de contextos espacio-
temporales remotos. Tales contextos pueden ser en buena medida imaginarios, y es
por esto que en el desarrollo psicológico se encontrará en el juego simbólico un
precursor importante de esta posibilidad de dominio.
Las actividades escolares, por otra parte, defi nen obviamente de manera
sistemática los contenidos y tareas que regularán el trabajo, distribuyendo
posiciones subjetivas determinadas. Tales posiciones resultan canónicamente las
de alumno y docente. Cada posición posee un rango de comportamientos posibles
-aceptados-... Quien está situado en posición de alumno está atravesado casi
seguramente por un acceso parcial o aún nulo a los objetivos que regulan la
actividad, y a la decisión sobre el curso futuro que tomará el proceso de
enseñanza-aprendizaje.
La artifi cialidad del aprendizaje escolar:
La artifi cialidad de las prácticas de escolarización es un elemento olvidado
con frecuencia en los
análisis psico-educativos. Esta artifi cialidad de las prácticas escolares debe
advertirse al menos en dos aspectos las prácticas escolares suelen proponer
artefactos, en el sentido de invenciones generadas por las propias prácticas
escolares cuyo sentido no parece apoyarse en algún referente extra- muros… El
problema del sentido último de las actividades que se desarrollan en la escuela,
y de las tareas que los alumnos están obligados a cumplir, se encuentra en la
base de este análisis, así como las preocupaciones por la transferencia de los
aprendizajes escolares a otros ámbitos… preocupación por el hecho de que la
institución escolar deja de ser una instancia mediadora entre ámbitos diversos
de la cultura y los sujetos, y crea una cultura propia que acaba tornándose un
fi n en sí misma.
- las prácticas escolares implican necesariamente un quiebre en la cotidianeidad
de los sujetos, ya no en el sentido de mundos remotos que se presentan, sino en
el sentido de quiebre con las prácticas y contextos de crianza (es el objetivo
de la escolarización)… Cuando proponemos que los alumnos superen o abandonen sus
perspectivas intuitivas sobre los fenómenos físicos y adopten una perspectiva
científi ca, todo parece indicar que no se pretende preservar las formas
naturales del pensamiento infantil sino, por el contrario, buscar la apropiación
de una de las versiones más sutiles y complejas del pensamiento humano… La
preocupación por el carácter disruptivo de las prácticas escolares, supone que
el desarrollo espontáneo del niño debería llevarlo a la construcción de
conocimientos de tipo escolar o científi co, acaba por confundir los procesos de
construcción de ciertas herramientas intelectuales específi cas con la
construcción de conocimientos sobre dominios específi cos.
Las unidades de análisis del aprendizaje escolar:
El aprendizaje escolar ha sido analizado clásicamente con un enfoque diádico: la
relación maestra/ alumno… Como ha sostenido Mialaret, "durante largo tiempo, la
educación fue demasiado ingenuamente reducida al encuentro de un adulto con un
grupo de alumnos independientemente de otros factores" (Mialaret, 1986:36).
Los análisis de las dos últimas décadas han tendido a complejizar el enfoque,
tratando de captar la multiplicidad de dimensiones que atraviesan la acción
educativa (Gimeno Sacristán, 1991; Edelstein y Coria, 1995). De la díada
docente/ alumno, se pasó a la tríada docente/ alumno/ saber (Chevallard, 1985) …
Los sistemas didácticos se constituyen al comenzar cada año escolar, cuando
alrededor de un saber defi nido generalmente por los programas de estudio, se
establece entre enseñantes y alumnos un contrato que rige un proyecto compartido
de enseñanza y aprendizaje (Chevallard, 1985:23).
No confundir los elementos de la tríada con la situación puntual de clase. En
efecto, para entender el funcionamiento de la situación puntual de clase,
proponen como necesario reinstalar la tríada docente/ alumnos/ saber en un
contexto constituido por el sistema de enseñanza, sistema que presenta un
ensamble de dispositivos estructurales que permiten el funcionamiento didáctico
e intervienen en él en diversos niveles; y se hace necesario también reinstalar
el sistema de enseñanza en su propio contexto, el sistema social (en la versión
de Chevallard, los padres, los científi cos, la instancia política), donde se
juega una instancia fundamental de funcionamiento didáctico: las negociaciones,
confl ictos y soluciones sobre el saber que habrá de enseñarse en las escuelas.
Sobre la introducción de un tercer elemento… Desde el punto de vista de los
análisis pedagógicos, esta revolución exigió considerar la especifi cidad del
contenido, y produjo entre otras cosas un progresivo corrimiento del trabajo y
la investigación didácticas hacia las didácticas centradas en los contenidos… A
su vez, obligó a reformular los presupuestos psicológicos en que se basaban los
modelos didácticos. Aún los modelos que, como el psicogenético, otorgaban una
identidad específi ca al objeto en el proceso de conocimiento, habían dado lugar
a análisis del aprendizaje escolar en los que el énfasis estaba centrado en
mostrar los modos peculiares de conocer del sujeto colocado en posición de
alumno.
Pero el mismo Mialaret había mostrado en su agudo análisis que son tantas las
tríadas (él mismo identifi ca ocho)1 que es preferible pensar la educación como
una función de "N" variables, entre las que cabe considerar la sociedad y sus
características, el sistema escolar en su conjunto, los programas de enseñanza,
los métodos y técnicas en uso, la estructuración del espacio, el sistema de
reclutamiento y formación de docentes, la institución escolar, el micromedio o
comunidad inmediata, el equipo docente... (Mialaret, 1986).
Desde nuestra perspectiva, es necesario explicar nuestro objeto de análisis, el
aprendizaje escolar, en función de las características de los dispositivos
escolares mismos, incluyendo, pero situándose más allá, de las características
que guardan las relaciones cara a cara, usualmente más identifi cadas en los
análisis diádicos y triádicos… encontrar una unidad de análisis que recupere la
mirada sobre los determinantes duros del dispositivo escolar, que resitúe este
dispositivo en el proyecto político más general establecido por los adultos para
los niños, y que contribuya a algo más que "ponerle el marco" al aprendizaje,
mostrando fenómenos capilares de la vida cotidiana y el aprendizaje que tiene
lugar en las escuelas, bajo una óptica que restituya la comprensión del papel
productivo del proyecto político y de las características estructurales del
dispositivo escolar sobre el aprendizaje mismo, y sobre los cursos del
desarrollo infantil.
Nuestra unidad de análisis deberá sin duda ponderar como un elemento la tríada
pedagógica, y las modalidades contractuales que vinculan a docente, alumnos y
contenidos, pero deberá ir más allá, avanzando sobre los determinantes duros de
las prácticas pedagógicas, y la naturaleza misma del proyecto político, que
sientan de alguna forma las condiciones de comunicación y negociación posibles.
El concepto de actividad como unidad de análisis:
Una categoría que resulta sugerente sugestiva a efectos de ponderar un cúmulo
mayor de aspectos que resultan componentes legítimos de la lógica de apropiación
de saberes en las prácticas escolares es la de actividad.
Como ha señalado Engëstrom, los componentes que intervienen en una actividad
consisten al menos en: La incorporación del instrumento mediador, que debe
considerarse un componente central de la defi nición del proceso de apropiación
de saberes… juega un rol central la apropiación de instrumentos semióticos
específi cos, como la escritura y las formas matemáticas de representación… en
el contexto escolar los instrumentos semióticos resultan a la vez objetos de
apropiación y, luego, instrumentos de apropiación de otros saberes.
En ciertas prácticas tradicionales puede situarse en el lugar de objeto al
propio instrumento. Este es el lugar donde podemos reconocer al recurso
didáctico: el libro de texto, por ejemplo. Con esto quiere indicarse que las
modalidades que adopten sujeto, instrumento y objeto, así como sus relaciones
posibles, son realmente versátiles.
El potencial de una unidad de análisis depende sobre todo de su fertilidad para
interpretar la situación de esos componentes en función de la dinámica general
en que están situados. En tal sentido, y volviendo a la actividad como unidad de
análisis, debe advertirse que el sujeto, instrumento, etc, se constituyen como
tales en virtud de la actividad que los contiene y defi ne… El sujeto
constituido en el seno de esta actividad escolar es el alumno. El comportamiento
de este sujeto es en parte situacional, lo que no quita que, por sujeto
culturalmente constituido, este atravesado por una serie de constantes que
parecen reconocibles en el alumno.
La posición del sujeto está defi nida ahora por el conjunto de relaciones que se
enuncian. El status de un alumno sólo es comprensible en función de las reglas
de comportamiento, de conducta, que se han defi nido en el seno de una
comunidad, y en buena medida en virtud de los criterios adoptados para la
división de tareas. Un alumno se defi ne por la posición que ocupa en un
dispositivo de distribución de tareas y de lugares o jerarquías para la defi
nición de las tareas mismas. Por eso se puede ser alumno siendo adulto: porque
ser alumno no implica ser niño, pero sí asumir una cierta posición en un sistema
de distribución de tareas.
En el lugar de la comunidad debe defi nirse la población que regula la
actividad… Lo que importa a nuestros fi nes es que la necesidad de ponderar una
comunidad obliga a contextuar una situación en el marco de una trama de
relaciones sociales específi cas. Importa, por tanto, con relativa independencia
de cómo se recorte la trama (se elija el grupo de clase, la institución, la
"tríada", etc), que se defi na específi camente en qué unidad se defi nirán las
relaciones intersubjetivas y los lugares de los sujetos posibles.
Los sistemas de motivación que regulan la actividad escolar en su conjunto (los
que defi nen el sentido de asistir a la escuela) y las tareas específi cas, son
también objeto de apropiación por parte de los sujetos… el hecho de que las
posiciones son asimétricas lleva a que el dominio -y, en cierto modo, la defi
nición de los motivos- también sea asimétrico.
Conclusión:
Comprender el "éxito" o "fracaso" de los alumnos, o de nuestras estrategias de
enseñanza a efectos de lograr procesos efectivos de apropiación de
conocimientos, implica la necesidad de ponderar estos aspectos en su incidencia
relativa sobre la defi nición de la situación de apropiación misma. Es decir,
como ya hemos señalado, la lógica y características de las tareas que se
proponen a los sujetos parecen responder sólo en parte a cierto refl ejo o
"transposición" de prácticas extra-muros (científi cas o no). Aún cuando haya
cierto refl ejo evidente, aún cuando los contenidos a trabajar se solapen con la
agenda de la propia ciencia, es claro que la lógica de las tareas escolares
tiene un carácter idiosincrático.
Para un abordaje psicoeducativo del aprendizaje escolar resulta ineludible un
análisis de las
condiciones del trabajo escolar… Los procesos más generales de desarrollo y
constitución subjetiva sólo pueden comprenderse a la luz de una cuidadosa
ponderación de las situaciones en que se producen los procesos de apropiación de
conocimientos, así como de las regularidades y sesgos de tales situaciones.
Lewkowicz. (Ed.), Pedagogía del aburrido. Escuelas destituidas, familias
perplejas. Buenos Aires, Argentina: Paidós. (pp. 105-114)
El texto analiza el profundo cambio de época que va desde la solidez de las
instituciones modernas, regidas por el Estado-nación, a la "fl uidez" de la
sociedad contemporánea, marcada por la lógica del mercado y el consumo. Este
cambio provoca la destitución de las instituciones (escuela, familia) y de la
subjetividad que estas producían, dando lugar a una nueva sensibilidad y a
nuevas formas de ser, pensar y operar que los autores encapsulan en la fi gura
del "aburrido".
1. El Agotamiento de las Instituciones Disciplinarias del Estado-Nación
Lewkowicz comienza por diagnosticar que "La escuela ya no es lo que era". Esta
afi rmación no es una simple queja, sino la constatación de un cambio
estructural: las instituciones modernas, que se apoyaban en el suelo fi rme del
Estado-nación, han perdido ese sustento y han sido "destituidas".
• Instituciones de Encierro y Sociedades de Vigilancia: En la modernidad, el
Estado-nación operaba a través de instituciones disciplinarias (escuela,
familia, fábrica, cuartel, prisión) que funcionaban como espacios de encierro.
Estas instituciones producían una subjetividad homogénea y normalizada, forjando
al ciudadano-sujeto. La vida transcurría dentro de estos espacios, y su
articulación garantizaba el orden social. La escuela, en particular, era un
dispositivo clave para producir y reproducir el lazo social y la identidad
nacional.
• La Destitución y el Agotamiento del Estado: El Estado-nación ha perdido su
centralidad. Ya no es el gran articulador simbólico, sino que ha quedado agotado
como metainstitución. Con su agotamiento, las instituciones que dependían de él
quedan huérfanas, destituidas de su sentido y función. Ya no operan bajo una
lógica nacional, sino que quedan a la intemperie, fragmentadas, en un "paisaje
después de la batalla".
2. De la Institución al "Galpón": El Cambio de Lógica
La destitución institucional transforma la escuela de una institución a un
"galpón".
• La Institución: Se sostenía en un conjunto de supuestos, en un reglamento que
ordenaba el interior. Tenía la potencia para formar un tipo de subjetividad
específi co (el alumno) y distinguía claramente un adentro de un afuera.
• El Galpón: Es un mero recinto sin dignidad simbólica. No tiene la potencia
para instituir subjetividad, simplemente aloja cuerpos. Adentro no hay un
ordenamiento claro, y las paredes son porosas, no establecen una diferencia neta
con el exterior. La lógica que impera ya no es la del Estado, sino la del
mercado.
• Subjetividad Institucional vs. Subjetividad Mediática: La subjetividad que
producía la institución (el alumno, el hijo) era estable, sólida. En la
actualidad, en cambio, emerge una subjetividad mediática, que no es una
inscripción duradera sino una confi guración inestable y precaria, producida por
operaciones como la memoria, la conciencia o la imagen.
3. La Era de la Fluidez y el Aburrimiento
La caída de las instituciones sólidas da paso a la "era de la fl uidez",
caracterizada por la velocidad, la saturación de información y la lógica del
consumo. Es en este contexto donde surge la fi gura del "aburrido" y la
"pedagogía del aburrido".
• La Experiencia de la Fluidez: En este nuevo medio, todo es fl ujo (de
capitales, de imágenes, de información). No hay lugares fi jos ni instituciones
estables. La dominación ya no se ejerce a través de la disciplina y el castigo,
sino a través de los fl ujos. El tiempo ya no es una progresión lineal (pasado,
presente, futuro), sino una serie de instantes; el espacio ya no es un lugar,
sino un fl ujo de sitios.
• La Saturación y el Aburrimiento: El sujeto contemporáneo no sufre por
represión, sino por saturación. Está permanentemente expuesto a un bombardeo de
estímulos sensoriales que agotan su percepción. Este tipo de aburrimiento no es
el tedio (fruto de la prohibición), sino un agotamiento sensorial. El zapping es
la operación paradigmática: un movimiento constante que impide que algo se fi je
y genere sentido.
• Pedagogía del Aburrido: El título no es una propuesta pedagógica progresista,
sino una descripción de las condiciones actuales. Nos dice que "hay que pensar"
con los chicos que están aburridos, no porque sean apáticos, sino porque en el
aburrimiento, en la saturación, no saben qué operaciones pensar para habitar
esas condiciones. La pedagogía del aburrido es el desafío de educar a este
sujeto saturado y conectado, pero sin una guía clara.
4. La Destitución de la Subjetividad Pedagógica y la Comunicación
En la era del aburrimiento, la comunicación y la pedagogía clásicas también
entran en crisis.
• Caída del Código Compartido: La comunicación institucional se basaba en la
existencia de un código común (maestro-alumno, padre-hijo) que garantizaba la
transmisión. Hoy, ese código está destituido. La comunicación actual no es de
comunidad, sino informacional. El problema ya no es la mala comunicación, sino
la des-comunicación: no hay un código compartido que organice el sentido.
• Agotamiento de la Subjetividad Pedagógica: La escuela producía una
subjetividad pedagógica a través de operaciones como la lectura, el control del
cuerpo, la memoria y el examen. Hoy, la educación ha dejado de ser una función o
una tarea, para convertirse en un destituido, un resto de tiempos de mercado. El
agotamiento de las instituciones es una pérdida de la capacidad de instituir, de
producir reglas, de generar sentidos.
• Los Chicos-Usuarios en la Era de la Información: En la fl uidez, los niños ya
no son el infante tradicional (destinatario de la institución), sino
"chicos-usuarios". El usuario no es un receptor pasivo, sino que se defi ne por
las operaciones que hace con el fl ujo de información (conectar, navegar, jugar,
chatear). Estas operaciones no constituyen subjetividad en el sentido clásico,
sino que son operaciones de desaceleración para poder habitar el fl ujo. La
relación pedagógica tradicional, basada en la transmisión de un adulto a un
niño, se agota porque ya no hay lugares estables de transmisión.
5. ¿Existe el Pensamiento Infantil? Nuevas Formas de Composición
Frente a la destitución, Lewkowicz y Corea se preguntan por las nuevas formas de
pensamiento y subjetividad que emergen.
• El Pensamiento como Actividad: Se cuestiona la idea de que el pensamiento es
una capacidad innata. En cambio, se lo concibe como una actividad que requiere
de instituciones para ser montada. Las instituciones modernas (familia y
escuela) moldeaban el pensamiento del niño, delimitando lo normal de lo
patológico.
• Pensar en la Desolación: En el actual desfondamiento de las instituciones,
pensar se vuelve más difícil. Ya no hay instituciones que amparen y estructuren
el pensamiento. Sin embargo, surgen nuevas formas de composición. Lewkowicz
introduce la fi gura del "chico en banda", que no está anclado a instituciones
sino a un tercero (la ley de la banda, los códigos del aguante) para poder
constituir una subjetividad frágil pero funcional en la fl uidez.
• La Producción Subjetiva en el Desfondamiento: En los escenarios de catástrofe
social, donde las instituciones ya no funcionan, se disuelve la composición del
nosotros y sobreviene la dispersión. En estos contextos, surgen nuevas prácticas
de "aguante", que son estrategias de ligadura y cohesión para poder habitar la
catástrofe. La ley ya no es la del Estado, sino la del aguante, la que permite
la existencia del grupo.
En síntesis, Pedagogía del aburrido es un diagnóstico profundo y a la vez una
herramienta para pensar las nuevas condiciones de la educación. Lewkowicz y
Corea analizan cómo el agotamiento del Estado-nación produce la "destitución" de
las instituciones (como la escuela y la familia) que antes producían
subjetividad. En su lugar, emerge una sociedad "fl uida", regida por el mercado,
la información y la saturación, habitada por un nuevo tipo de sujeto: el
"chico-usuario", el "aburrido". La obra nos invita a dejar de pensar con las
categorías de la pedagogía clásica y a buscar nuevas formas de componer, de
crear lazo y de producir pensamiento en un mundo donde las viejas certezas se
han disuelto.
Resumen
El objeto, campo de pensamiento, del historiador, es el cambio social.
Pensemos en los cambios de la infancia… ¿Cómo tejer subjetividad cuando las
instituciones ya no tienen potencia para instituir lo que suponen?
Toda institución se sostiene en una serie de supuestos. Por ejemplo, la
institución escolar supone que los alumnxs llegan en condiciones (alimentados,
dormidos, etc.). Se prevé un sujeto que no necesariamente es el que llega. Hoy
la distancia entre lo que se espera y lo que se presenta es abismal.
Distinguir institución de agentes. Lo que la institución no puede (suponer) el
agente institucional lo inventa. Como resultado de esta dinámica, los agentes
quedan afectados y se ven obligados a inventar una serie de operaciones para
habitar las situaciones institucionales.
Si suponemos como debería ser una escuela, no logramos pensar nada de lo que hay
o de lo que puede haber. Si partimos de una situación dada, ahí podemos empezar
a pensar.
La subjetividad se construye mediante distintas practicas productoras de
subjetividad, en distintas situaciones.
El ciudadano es una realidad propia de una época histórica… es un sujeto capaz
de hacerse representar. Y por eso necesita ser sujeto de conciencia… Para forjar
un ciudadano se parte de un niño. Y el supuesto educativo de los Estados
nacionales es que el niño es fundamentalmente inocente y frágil, que requieren
amparo y educación. No es aún un sujeto de conciencia, no es un ciudadano.
La infancia como institución -como representación, como teoría- es producto de
dos instituciones modernas y estatales destinadas a producir ciudadanos en tanto
sujetos de conciencia: la familia y la escuela. La familia instala en el niño el
principio de legalidad a través del padre.
Foucault y el estudio de los dispositivos de exclusión, ¿a quién se excluye? En
el mundo moderno se excluye a quien no tiene la razón sana. El niño no es mas
que “hombre del mañana”.
La transformación contemporánea vuelve al niño hombre del mañana, niño
consumidor del hoy… La destitución de las instituciones que producían infancia
implica a su vez una habilitación del presente para los niños. Presente para el
mercado.
La infancia era una institución solidad porque las instituciones que la
producían eran solidas. Agotada la capacidad instituyente de estas
instituciones, tenemos chicos y no infancia. Atravesamiento del capitalismo -el
consumo-, la fl uidez.
Pineau, P. (2001) ¿Por qué triunfó la escuela? En Pineau, P. Dussel, I. y CARUSO
M. La escuela moderna como máquina de educar.
Aborda una pregunta fundamental: ¿cómo y por qué la escuela, como forma
educativa, se impuso de manera hegemónica en todo el mundo, convirtiéndose en
sinónimo de educación y en un símbolo innegable de la modernidad?. Pineau
sostiene que el triunfo de la escuela no es el resultado de una evolución
"lógica" o "natural" de la educación, sino la consecuencia de un complejo
proceso histórico en el que un conjunto de piezas específi cas se ensamblaron
para crear una "máquina de educar" increíblemente efi caz.
1. Desnaturalizar la Escuela: La Búsqueda del "Camello"
Pineau inicia su análisis proponiendo desnaturalizar nuestra mirada sobre la
escuela. Utiliza una metáfora basada en una observación de Jorge Luis Borges: es
llamativo que en el Corán, el libro árabe por excelencia, no haya camellos.
Borges sugiere que esta ausencia es, paradójicamente, la mejor prueba de su
autenticidad árabe, ya que para sus autores el camello era tan obvio y
omnipresente que no necesitaba ser mencionado. De manera análoga, para nosotros,
los educadores modernos, la
escuela es tan "natural" que nos cuesta verla como un ente separado del paisaje
educativo.
La tarea que propone Pineau es, entonces, describir al "camello escolar":
despegar a la escuela del paisaje para analizar las piezas particulares que la
constituyen y que la hicieron triunfar, para luego entender por qué nos cuesta
tanto verla como una construcción histórica y no como algo natural.
2. Las Piezas Fundamentales de la Maquinaria Escolar
Pineau identifi ca una serie de elementos o "piezas" que, al ensamblarse,
conformaron el dispositivo escolar moderno y explican su éxito. Estas piezas son
rupturas con tradiciones educativas previas y redefi niciones del campo
pedagógico.
• Matriz Eclesiástica: La escuela hereda del monasterio la idea de ser un
espacio educativo cerrado, separado del "mundo" exterior, cuya función es
conservar y transmitir un saber validado. Es un "espacio educativo total", donde
todo lo que ocurre (en el aula, los pasillos, los patios) es intrínsecamente
educativo y somete a los alumnos sin posibilidad de escape.
• Regulación Artifi cial y Uso Específi co del Espacio-Tiempo: La escuela crea
sus propias reglas, que a menudo entran en confl icto con las normas externas.
Impone una organización particular del tiempo (calendario y horario escolar
uniforme, cambios de actividad marcados por un timbre) y del espacio
(diferenciación de áreas de trabajo y de juego), rompiendo con las lógicas de la
vida cotidiana.
• Pertenencia a un Sistema Mayor y Fenómeno Colectivo: Cada escuela no funciona
de manera aislada, sino como un nudo en una red mayor llamada "sistema
educativo", regulado por normativas como decretos y circulares. Además, es un
dispositivo diseñado para enseñar a muchos a la vez, superando el antiguo método
individual y permitiendo coaccionar sobre el colectivo sin anular la acción
sobre cada individuo.
• Constitución del Campo Pedagógico y del Cuerpo de Especialistas: La modernidad
separó las formas de saber de las formas de aprender, creando la "pedagogía"
como una disciplina con un objeto propio: el "cómo enseñar". La escuela se
convirtió en el espacio donde esta pedagogía se aplica, y para ello se formó un
cuerpo de especialistas –los docentes– dotados de tecnologías específi cas para
controlar y disciplinar a los alumnos.
• Una Defi nición Particular de la Infancia: La escuela fue crucial en la
construcción de la "infancia moderna". Se defi nió al niño desde una perspectiva
negativa (incompleto, carente, salvaje, egoísta) y se lo convirtió en el sujeto
educativo por excelencia. "Educar" pasó a ser sinónimo de "completar" al niño
para volverlo adulto, infantilizando a todo aquel que ocupara el lugar de alumno
(por ejemplo, un adulto analfabeto).
• Relación Asimétrica e Inmodifi cable: La única relación posible en la
pedagogía moderna es la desigualdad entre docente y alumno. El docente porta un
saber que el alumno no tiene, y este último es siempre concebido como un "menor"
respecto al docente, incluso después de terminada la relación educativa.
• Descontextualización del Contenido y Creación del Saber Escolar: La escuela no
crea conocimiento
científi co ni es un lugar real para su aplicación. Lo que hace es
descontextualizar los saberes de su ámbito de producción y crear un nuevo tipo
de saber, el "saber escolar", que responde a sus propias reglas (debe ser
graduado, ordenado, adaptado al alumno y evaluable).
• Creación de Sistemas de Acreditación: El sistema escolar monopoliza la
creación de un nuevo tipo de capital cultural: el capital institucionalizado,
acreditado a través de diplomas y títulos. Esto convierte a la escuela en un
poderoso tamiz de clasifi cación social.
3. La Escuela como Empresa de la Modernidad
Una vez identifi cadas estas piezas, Pineau sostiene que el triunfo de la
escuela se debe a que fue la institución que mejor condensó e impuso la defi
nición moderna de educación, la cual fue moldeada por discursos clave del siglo
XIX como el liberalismo y el positivismo.
• Aportes del Liberalismo:
◦ Estado Docente y Obligatoriedad: El liberalismo concibió la educación como un
doble juego de derechos y obligaciones. Es un derecho de los individuos que el
Estado debe garantizar, pero también una obligación de los ciudadanos para con
la sociedad. De esta tensión surgen el "Estado docente" y la obligatoriedad
escolar.
◦ Formación del Ciudadano: La educación se convirtió en la herramienta para
formar al ciudadano como sujeto portador de derechos y obligaciones,
indispensable para el funcionamiento del mercado y la república.
◦ Ascenso Social y Meritocracia: La escuela se volvió la principal vía de
ascenso social y de legitimación de las desigualdades, a través de la tensión
entre la igualdad de oportunidades y la meritocracia.
• Aportes del Positivismo:
◦ La Cientifi cidad como Criterio de Validez: El positivismo estableció que toda
propuesta educativa, para ser válida, debía demostrar ser "científi ca". Esto
llevó a la reducción de la pedagogía a la psicología y de esta a la biología. Un
problema educativo se interpretaba como un problema biológico del sujeto (su
raza, sus genes), lo que permitía predecir desde el inicio quiénes triunfarían y
quiénes no.
◦ El Detallismo Metodológico: Se creyó en la existencia de un método pedagógico
único, científi co y universalmente efi caz. El sujeto, si estaba biológicamente
determinado para aprender, aprendería al ser expuesto al método correcto, más
allá de su voluntad.
◦ Enseñanza de la Ciencia como Repetición: Aunque el positivismo promovía la
investigación, en la escuela la enseñanza de la ciencia se convirtió en la
repetición mecánica de pasos para llegar a resultados ya conocidos, sin espacio
para la construcción de nuevos saberes.
Conclusión: ¿Por qué Triunfó la Escuela?
El triunfo de la escuela no se debió a una única causa, sino a su capacidad para
amalgamar una serie
de dispositivos y discursos heterogéneos en una maquinaria educativa altamente
efectiva. Logró monopolizar la defi nición de lo que es "educación",
subordinando todas las demás prácticas educativas. Se presentó como la única
agencia capaz de distribuir masivamente los "saberes elementales" (lectura,
escritura, cálculo) y se convirtió en la vía por excelencia para la formación
del ciudadano y el ascenso social.
En defi nitiva, la escuela triunfó porque encarnó el proyecto de la modernidad.
Condensó la idea de progreso, la fe en la razón, la necesidad de gobernar a la
población y la promesa de una sociedad más justa y ordenada a través de la
instrucción. Su éxito fue tal que, como el camello en el Corán, se volvió
invisible para nosotros, sus herederos, fundiéndose con el paisaje hasta parecer
un fenómeno natural e inevitable.
Resumen
Un profundo cambio pedagógico y social acompañó el pasaje del siglo XIX al XX;
la expansión de la escuela como forma educativa hegemónica en todo el globo.
La escuela se convirtió en un símbolo, en una metáfora del progreso. Todos los
hechos sociales fueron explicados como su triunfo o fracaso.
Para explicar la instalación de la escuela, se la ha defi nido como
- epifenómeno de la escritura
- formadora de ciudadanos
- conquista social
- aparato inculcador de las ideologías de clases dominantes
- expansión de derechos
- construcción de naciones
- entronización de la meritocracia
- imposición de la cultura occidental
- formación de movimientos de liberación
Dos cuestionamientos
1. Por un lado, muchas de las interpretaciones sobre el proceso de
escolarización lo funden con otros procesos sociales y culturales como la
socialización, la educación en sentido amplio, la alfabetización y la
institucionalización educativa. No son procesos homólogos, cada uno tiene su
propia lógica.
2. Por otro lado, la mayoría de estas lecturas ubican el sentido escolar fuera
de la escolarización, en una aplicación de la lógica esencia/apariencia o
texto/contexto. Así, la signifi cación del texto escolar está dada por el
contexto en que se inscribe. Son los fenómenos extraescolares los que explican
la escuela, que se vuelve "producto de" estas causas externas. Pero
históricamente es demostrable que sí bien estos "contextos" cambiaron, el "texto
escolar" resistió. La efi cacia escolar parece residir entonces -al menos en
buena parte- en su interior y no en su exterior, ya
que este último se modifi có fuertemente durante su reinado educativo sin lograr
destronar a la escuela.
El autor expresa “Plantearemos como hipótesis que la consolidación de la escuela
como forma educativa hegemónica se debe a que esta fue capaz de hacerse cargo de
la defi nición moderna de educación”.
Conteo de las piezas que se fueron ensamblando para generar la escuela, y que
dieron lugar a una amalgama no exenta de contradicciones que reordenó el campo
pedagógico:
- homología entre escolaridad y otros procesos educativos: en la mayoría de los
casos la escuela de impuso mediante complejas operaciones de negociación y
oposición con otras formas educativas presentes. El triunfo de la escuela
implicó que estas otras formas adopten ciertas pautas de escolarización y que
otras se desintegren.
- la matriz eclesiástica: separación tajante del espacio, la escuela se
convierte en la caja donde se conserva algo positivo de los ataques del exterior
negativo. Obligación de expansión y difusión de los saberes como forma de
dominio. Espacio educativo total.
- la regulación artifi cial: criterios propios de regulación de las tareas,
disímiles con los de otras prácticas sociales del entorno cercano.
- el uso específi co del tiempo y espacio: utilización escolar del tiempo y
espacio material, diferenciación juego y trabajo, docente y alumno.
- la pertenencia a un sistema mayor: cada escuela es un nudo en una red
medianamente organizada, denominada sistema educativo. Ordenamiento horizontal y
vertical.
- la condición de fenómeno colectivo: la construcción del poder moderno implicó
la construcción de saberes que permitieras coaccionar sobre el colectivo si
anular la actuación sobre cada individuo en particular (gubernamentalidad
-Foucault, 1981). Enseñar a muchos a la vez.
- la constitución del campo pedagógico y su reducción a lo escolar: diferenciar
las formas de saber de las formas de aprender. El método para enseñar (aprender)
se convierte en objeto de una nueva disciplina, la pedagogía. Entre los siglos
XVIII y XIX, el campo pedagógico pasa de ser un espacio de refl exión
medianamente autónomo, a reducirse a lo escolar. En el XX, lo escolar se limita
a lo curricular. Triunfo de la racionalidad técnica moderna, aplicada a la
problemática educativa.
- la construcción de un cuerpo de especialistas dotado de tecnologías específi
cas: Los docentes como sujetos que encarnan el saber. Comprenden, controlan y
disciplinan a los alumnos. Para lograr estos fi nes, deben moldearse en
instituciones específi cas, fundadas dentro de los sistemas educativos.
- el docente como ejemplo de conducta: además de portar los saberes y
tecnologías, el docente debe ser un ejemplo de conducta a seguir por los
alumnos.
- una especial defi nición de la infancia: en la modernidad se lleva a cabo el
proceso de diferenciación de las edades, y el colectivo de la infancia se
segrega del de los adultos. La infancia comienza a concebirse desde posturas
negativas (incompletud, salvaje, ingenua, egocéntrica, etc.) que la convierten
en la etapa educativa por excelencia. Se construye un sujeto pedagógico, el
alumno, y se lo vuelve sinónimo de infante normal. Educar como modo de completar
al niño para volverlo adulto.
- el establecimiento de una relación inmodifi cablemente asimétrica entre
docente y alumno: el docente es portador de lo que no tiene el alumno. La
desigualdad es la única relación posible entre los sujetos, negándose la
existencia de planos de igualdad o de diferencia. Esto estimuló la construcción
de mecanismos de control y continua degradación hacia el subordinado. Esta
relación se repite entre el docente y sus superiores jerárquicos.
- la generación de dispositivos específi cos de disciplinamiento: dispositivos
de producción de “cuerpos dóciles” en los sujetos-alumnos (pupitres,
ordenamiento en fi las, asistencia diaria obligatoria, diferenciación de
espacios y funciones, campanas, evaluaciones, etc.). Dentro de estos
dispositivos merece destacarse la institucionalización de la escuela obligatoria
en tanto mecanismo de control social.
- la conformación de currículos y prácticas universales y uniformes: para el
nivel elemental, se basa en la constitución de un conjunto de saberes
considerados indisolubles, neutros y previos a cualquier aprendizaje (lectura,
escritura y cálculo, religión y/o ciudadanía).
- el ordenamiento de los contenidos: recorte, selección y ordenamiento de los
saberes que se deben impartir a los alumnos, por medio de la elaboración del
currículo. Esto es previo al acto de enseñanza e independiente de los agentes y
receptores.
- la descontextualización del contenido académico y creación del contenido
escolar: la escuela no crea conocimientos científi cos ni es un lugar real de su
utilización, lo hace en situaciones creadas con ese fi n. El saber escolar
descontextualizado implica la creación del saber escolar que responde a ciertas
pautas. El saber científi co puro es moldeado por la forma en que es presentado,
por las condiciones en que se enseña y aprende, por los modos de sanción y
evaluación en su adquisición.
- la creación de sistemas de acreditación, sanción y evaluación del alumno: el
sistema escolar establece un nuevo tipo de capital cultural, el capital
institucionalizado que acredita la tenencia de un cúmulo de conocimientos por
medio de la obtención del diploma o título de egresado. Tamiz de clasifi cación
social. Al interior de la escuela, también hay un sistema de clasifi cación y
otorgamiento de sanciones con implicancias en el afuera.
- la generación de una oferta y demanda impresa específi ca: la escuela implico
la creación de nuevos materiales escritos. Dicha producción adopto
características especiales, como la clasifi cación según el grado de didactismo,
de claridad o de adaptación al alumno, al currículum o a los fi nes propuestos.
La escolarización como empresa moderna.
La escuela no es un fenómeno que resulta de la, evolución "lógica" y "natural"
de la educación, sino de una serie de rupturas y acomodaciones en su devenir.
Pero, a su vez, la escuela puede considerarse el punto culmine de la educación
entendida como empresa moderna, en tanto proceso sobre el que se apoya su
"naturalización".
Iluminismo, Kant, siglo XVIII: la educación como fenómeno humano, externo a la
realidad dada y a la divinidad. La educación se ubica en el sujeto moderno
autocentrado. Es el proceso por el cual el hombre sale de la naturaleza y entra
en la cultura.
El optimismo ilustrado abona el campo pedagógico al crear un sujeto plenamente
consciente e intencionado, que se mueve en espacios precisamente delimitados,
con la razón universal, con la ley moral, con los "imperativos categóricos",
como motores de sus actos. Se establece que el hombre es capaz de conocer
prescindiendo de todo criteriode autoridad y de "otredad", a partir de
desarrollar su capacidad natural que lo inclina al conocimiento: la razón. Este
fenómeno es, para Kant, el proceso educativo.
El hombre educado es un hombre cultivado/disciplinado. Es posible comprender
este fenómeno dentro de lo que Foucault llamó la "gubernamentabilidad", en tanto
forma de disciplina y gobierno no ya dirigida a un territorio, o a la familia,
sino a la población. La construcción del poder moderno, del poder que actúa por
producción y no por represión, que genera y no cercena sujetos, implicó la
construcción de esta estrategia por la que el poder actúa a la vez sobre todos y
cada uno de los sujetos. En este marco, Kant reforzó una de las operaciones
centrales de la educación moderna: la constitución de la infancia como sujeto
educativo por excelencia.
Liberalismo, siglo XIX: plantea la constitución de sujetos libres por medio de
las prácticas educativas como condición de existencia del mercado y de la
ciudadanía como ejercicio de sus derechos. El fi n de la educación liberal es la
formación del ciudadano corno sujeto portador de derechos y obligaciones a
partir de la delegación de su soberanía en los organismos electivos. Educación
como obligación y como derecho. La inscripción de lo educativo en el marco de la
población convirtió la educación en un "problema de Estado". El sistema
educativo se convirtió en una vía inestimable de ascenso social y de
legitimación de las desigualdades, en una tensión constante entre la igualdad de
oportunidades y la meritocracia que ordenan sus prácticas.
Positivismo: dos aportes fundamentales, en primer lugar, la comprensión de la
escuela como la institución evolutivamente superior de difusión de la (única)
cultura válida; la cultura científi ca o nacional, como instancia de
disciplinamiento social que permitiera el desarrollo y el progreso ordenado de
la humanidad. En segundo lugar, estableció la cientifi cidad como el único
criterio de validación pedagógica. El cientifi cismo adoptó diversas formas, una
de ellas fue la realización de una serie de reducciones para la comprensión del
hecho educativo. La pedagogía fue reducida a la psicología, y esta a su vez a la
biología. Todo problema educativo era en última instancia un problema de un
sujeto que aprende, y las posibilidades de aprender de este sujeto estaban
determinadas por su biología… Produjo entonces los siguientes desplazamientos:
el individuo con problemas de conducta tiene problemas de adaptación al medio y,
como tal, es un organismo enfermo y se ubica en un grado menor en la escala
evolutiva… La única forma de evitar los estragos causados por las inevitables
enfermedades (físicas, psíquicas o sociales) era el control total, las clasifi
caciones, la corrección de los desvíos y otras prácticas ortopédicas… Por otro
lado, también aportó la dimensión prescriptiva de la didáctica mediante lo que
Tedesco (1986) ha denominado el "detallismo metodológico". Esto presuponía la
existencia de un método pedagógico científi co. Se consideraba que el sujeto
biológicamente determinado a aprender, expuesto al método correcto, aprendía lo
que debía más allá de su voluntad, su intención o de otro tipo de
condicionantes.
Finalmente, el aula tradicional ordenó las prácticas cotidianas, sobre todo a
partir del triunfo fi nal y avasallante del método simultáneo, gradual o frontal
sobre otras posibilidades en la segunda mitad
del siglo XIX. La organización del espacio, el tiempo y el control de los
cuerpos siguió el método de organización propuesto por este último. Dicha
organización otorgó al docente un lugar privilegiado en el proceso pedagógico,
de forma tal que el aprendizaje (en tanto proceso individual de incorporación de
los saberes por los sujetos) queda fundido en la enseñanza (en tanto proceso de
distribución intencional de saberes). Las situaciones en las que se evidencia la
diferencia son comprendidas, dentro de la metáfora reduccionista biologicista,
como enfermedad de los sujetos a educar. A su vez, se privilegiaron los procesos
intelectuales de todo tipo con sede en cuerpos indóciles a ser controlados,
reticulados y moldeados. Se buscaba formar la mente de los alumnos en su máxima
expansión, y para ello era necesario inmovilizar sus cuerpos.
Más allá de variaciones locales dignas de atención, a fi nes del siglo XIX, el
logro de los procesos de aprendizaje escolar quedó conformado centralmente por
el siguiente triángulo:
● alumno pasivo y vacío, reductible a lo biológico, y asocial. Se debe controlar
su cuerpo y formar su mente
● Docente fundido, en el Método, reducido a ser un "robot enseñante".
● Saberes científi cos acabados y nacionalizadores.
Siglo XX: en las primeras décadas el énfasis estuvo puesto en la generación de
una validación académica y teórica del modelo. Durkheim defi nió "educación" de
la siguiente manera:
“La educación es la acción ejercida por las generaciones adultas sobre las que
todavía no están maduras para la vida social. Tiene por objeto suscitar y
desarrollar en el niño cierto número de estados físicos, intelectuales y
morales, que exigen de él la sociedad política en su conjunto y el medio
especial, al que está particularmente destinado” (Durkheim, 1984:70).
De fenómeno esencialmente humano en Kant, la educación se vuelve un fenómeno
esencialmente social en Durkheim. Para el primero, la educación es un proceso de
"completud" del infante como sujeto inacabado, al que el sociólogo sumó su
comprensión de sujeto social:
“La sociedad encuentra a cada nueva generación en presencia de una tabla casi
rasa, en la cual tendrá que construir con nuevo trabajo. Hace falta que, por las
vías más rápidas, al ser egoísta y asocial que acaba de nacer, agregue ella otro
capaz de llevar una vida moral y social. He aquí cuál es la obra de la
educación, y bien se deja ver toda su importancia” (ídem, p. 72).
Durkheim "naturaliza" a la escuela al volverla heredera de la "evolución
pedagógica" previa, negando su historicidad, es decir, la serie de rupturas que
signifi có su conformación (Durkheim, 1983). Finalmente, la pone bajo el control
estatal, El autor plantea la necesidad de tenencia de un conjunto de saberes por
parte de todos para ser parte de la comunidad/sociedad.
La historia de la escuela triunfante en el siglo XX siguió nuevos derroteros. El
debate entre la escuela nueva y la escuela tradicional, por ejemplo, guio la
nueva lógica del aula. Junto a esto, la psicologización de la pedagogía, las
nuevas formas de organización y administración, la globalización de la
información, la masifi cación del sistema, la constitución de nuevos agentes
educativos -como los
organismos internacionales- y la aparición de nuevas formas de procesamiento de
la información, entre muchos otros fenómenos, condicionaron su devenir.
Fines del siglo XX: crisis en la forma educativa escolar. Nuestro aporte en este
trabajo ha sido pensar la escuela no como un fenómeno natural y evolutivo, sino
histórico y contradictorio, como una de las tantas opciones posibles.
SEMANA 3- UNIDAD 1
● Castorina, A. "Los obstáculos epistemológicos en la constitución de la
psicopedagogía."Archivo
● Chardon, M.C: ¿Legitimar las Prácticas Del Psicologx en La Escuela o
Construirlas Críticamente?
● Terigi. El fracaso escolar desde la dimensionpsicoeducativa.
● Madonni. El estigma del fracaso escolar. Nuevos enfoques.
Castorina, J. (2017) Los obstáculos epistemológicos en la constitución de la
psicopedagogía.
Este artículo es una refl exión que Castorina realiza 25 años después de su
texto original de 1989 sobre el mismo tema. En él, reexamina las difi cultades
que enfrenta la psicopedagogía para consolidarse como un campo autónomo y
riguroso. Su tesis central es que muchos de los problemas en las prácticas
psicopedagógicas no son solo técnicos o metodológicos, sino que se derivan de
obstáculos epistemológicos: supuestos fi losófi cos no cuestionados que infl
uyen en cómo se entienden los problemas de aprendizaje y cómo se interviene
sobre ellos.
1. El Obstáculo del "Aplicacionismo" y la Lucha por la Autonomía
Castorina comienza recordando la lucha histórica de la psicopedagogía por su
autonomía, especialmente frente a la psicología. En sus inicios, el campo
psicopedagógico a menudo se limitaba a "aplicar" acríticamente teorías
psicológicas (como el psicoanálisis o la psicología genética) o, más
recientemente, las neurociencias, a los problemas educativos.
• Relación Imaginaria con la Teoría: Esta "aplicación" no es una simple
transferencia de conocimientos, sino una relación imaginaria donde las teorías
se toman como un conjunto de herramientas o "verdades" ya constituidas que se
utilizan para "recortar" el campo. Esto impide un verdadero diálogo y una
revisión de las propias teorías.
• Pura Aplicación sin Producción: El problema de este modelo aplicacionista es
que se transforma en una "pura aplicación sin producción de conocimiento". En
lugar de que la práctica psicopedagógica enriquezca y modifi que las teorías de
base, simplemente las usa como si fueran "parientes pobres" de psicólogos o
didactas, sin una verdadera relevancia epistémica propia.
• La Necesidad de Autonomía Epistémica: Para superar esto, Castorina reclama una
autonomía epistemológica para la psicopedagogía. Esto signifi ca que los
profesionales deben ser capaces de elegir y construir sus propias nociones,
métodos y corpus teórico de manera autónoma, en diálogo crítico con otras
disciplinas, pero sin dependencia.
2. El Marco Epistémico de la Escisión (MEE): El Dualismo como Obstáculo Central
El obstáculo epistemológico más profundo que Castorina identifi ca es lo que
denomina el Marco Epistémico de la Escisión (MEE). Este es un supuesto fi losófi
co, heredado del pensamiento moderno (particularmente de René Descartes), que
domina la formación en psicología y psicopedagogía y que se basa en un dualismo
ontológico.
• Separación Mente-Cuerpo y Sujeto-Mundo: El MEE establece una separación
radical entre la mente y el cuerpo, el sujeto y el objeto, el individuo y la
sociedad, lo natural y lo cultural. Esta visión fragmentada del mundo se traduce
directamente en las prácticas psicopedagógicas.
• Consecuencias en la Práctica: Esta escisión lleva a analizar los problemas de
aprendizaje de manera disociada:
◦ Se estudian los défi cits internos del niño (cognitivos o neurológicos) por un
lado, y el contexto cultural por otro, como si fueran dos realidades separadas.
◦ Se buscan causas biológicas ("naturales") o ambientales, pero no se logra
pensar en la relación dinámica entre ellas.
◦ Se reduce el cuerpo a un "cuerpo discursivo", ignorando su materialidad, o,
por el contrario, se lo entiende desde un punto de vista puramente biológico.
El MEE, por tanto, impide ver los fenómenos en su complejidad relacional.
3. Crítica a las Prácticas Reduccionistas Derivadas del MEE
Castorina analiza cómo diferentes enfoques psicopedagógicos, aunque parezcan
opuestos, quedan atrapados en la lógica del MEE, llevando a prácticas
reduccionistas.
• El Reduccionismo Biologicista (Naturalismo): Este enfoque, muy presente en la
aplicación de las neurociencias, explica las difi cultades de aprendizaje (como
la dislexia o el Défi cit Atencional) a partir de défi cits o daños
neurológicos.
◦ Se confunde el cerebro con lo mental y se plantea un programa que busca
identifi car las conexiones neuronales que fallan.
◦ El problema de este enfoque es que desplaza el análisis de los niveles
psicológicos y sociales. La relación entre aprendizaje y conocimiento se reduce
a lo que "aprende" o "lee" el cerebro.
◦ Se corre el riesgo de transferir los estudios neurológicos directamente a la
práctica del aula, sin considerar la intencionalidad de los maestros o la
especifi cidad del contexto.
• El Reduccionismo Sociocultural (Posmoderno): Como reacción al naturalismo,
algunos discursos posmodernos afi rman que los daños o défi cits han sido
clásicamente considerados como biológicos pero deben ser entendidos desde un
punto de vista construccionista social, como meros fenómenos culturales o
discursivos.
◦ Se niega la posibilidad de capturar la realidad más allá de los fenómenos o
del discurso que los nombra.
◦ El problema es que esta postura, al quedarse solo en el discurso, no puede
explicar el origen ni la fuente de la difi cultad, y corre el riesgo de negar la
realidad de los trastornos, aunque estos no sean puramente biológicos.
Ambos reduccionismos son dos caras de la misma moneda del MEE: uno se queda en
el polo "natural" y el otro en el polo "cultural", pero ninguno puede pensar la
articulación dinámica entre ambos.
4. La Propuesta Superadora: El Marco Epistémico Relacional (MER)
Como alternativa, Castorina propone adoptar un Marco Epistémico Relacional
(MER). Este es un presupuesto fi losófi co que se opone al dualismo y hunde sus
raíces en pensadores como Hegel, Vygotsky o Merleau-Ponty.
• La Unidad Dinámica de los Opuestos: El MER postula una articulación dialéctica
entre los opuestos (mente-cuerpo, individuo-sociedad). No los ve como entidades
separadas, sino como polos de una unidad dinámica y relacional.
• Implicancias para la Psicopedagogía: Adoptar este marco permite:
◦ Pensar la discapacidad de otro modo: Por ejemplo, el Síndrome de Down no es
solo una "defi ciencia biológica" ni un mero "discurso". Es una categoría social
y relacional que supone expectativas sobre el desarrollo, pero que a la vez es
una defi ciencia biológica. Es una unidad dinámica de ambas. Lo distintivo no es
la defi ciencia en sí, sino la relación entre un fenómeno natural y el mundo
cultural circundante.
◦ Cambiar las unidades de análisis: Se deben utilizar unidades de análisis que
capturen la interacción, como las "unidades de análisis" de la perspectiva de
Vygotsky, que articulan la identidad del individuo y la de los otros, la
actividad individual y las instituciones culturales.
◦ Transformar la evaluación: En lugar de evaluaciones estáticas que rotulan al
niño, se deben proponer evaluaciones dinámicas, inspiradas en la Zona de
Desarrollo Próximo, que busquen identifi car las posibilidades y la inteligencia
que se despliega en la interacción con otro, considerando el contexto
socioafectivo.
5. Los "Valores" y la Supuesta "Neutralidad" de la Práctica
Finalmente, Castorina aborda otro obstáculo: la creencia en la "neutralidad
valorativa" de la ciencia y de los instrumentos psicopedagógicos.
• La Práctica No es Neutral: Toda práctica profesional, todo marco teórico, está
subyacido por un conjunto de valores (éticos, morales, políticos) que no siempre
son explícitos. Estos valores determinan qué se considera aceptable, qué se
promueve ("individualismo", "estigmatización", o por el contrario,
"solidaridad", "respeto a las diferencias") y qué "mundo infantil se quiere
promover".
• El Naturalismo como Obstáculo: Asumir el naturalismo (la idea de que hay una
"naturaleza" o "normalidad" en el desarrollo) impide ver que las categorías que
se usan están cargadas de valores sociales en disputa. Esto lleva a una
disociación ontológica entre individuo y sociedad.
• La Necesidad de una Posición Crítica: Castorina, siguiendo la epistemología
feminista, afi rma que una posición valorativa no impide la objetividad, sino
que, por el contrario, puede guiar legítimamente la investigación. Los
psicopedagogos deben asumir críticamente los valores que subyacen a sus
intervenciones y no esconderse tras una falsa neutralidad.
En conclusión, el texto de Castorina es un llamado profundo a la refl exión
epistemológica dentro de la psicopedagogía. Sostiene que para que este campo se
constituya de manera autónoma y relevante, sus profesionales deben superar los
obstáculos fi losófi cos que limitan su práctica. El principal de ellos es el
Marco Epistémico de la Escisión, que fragmenta la realidad y conduce a
reduccionismos (biologicistas o discursivos). La alternativa es un Marco
Epistémico Relacional, que permite pensar los problemas de aprendizaje como
fenómenos complejos y dinámicos, producto de la interacción dialéctica entre el
sujeto y su mundo sociocultural. Esto implica, a su vez, un compromiso ético y
político, reconociendo que toda práctica está inevitablemente cargada de
valores.
Resumen
Años ’80: se proclamaba la necesidad de autonomía de la práctica
psicopedagógica. Autonomización epistémica posible si se establecen las
relaciones complejas con la clínica, los problemas del campo educativo, y las
investigaciones en la pedagogía o didáctica disciplinar.
Concepciones del mundo que infl uyen en la caracterización de las prácticas
psicopedagógicas… obstáculos epistemológicos que provienen de la “epistemología
de la escisión” subyacente de las mencionadas prácticas… Se vincula con la
posición que adoptan los psicopedagogos respecto a la implementación de las
teorías psicológicas y educativas, y a la orientación de las prácticas
psicopedagógicas.
Con “marco epistémico” nos referimos al conjunto interconectado de principios
que subyace a la investigación científi ca y práctica profesional, que establece
el contexto en el que se piensa que es signifi cativo y que no, que es aceptable
y que inaceptable, que es central y que periférico, sea como teoría o método, en
una disciplina. Propone las condiciones en que se formulan los problemas, se
elaboran los conceptos teóricos y los procedimientos que se emplean.
R. García llama al marco epistémico, concepción del mundo.
Se trata de un sentido común académico que se impone a los psicopedagogos en su
formación y en su participación institucional y académica, y lleva a considerar
naturales ciertas preguntas y enfoques de los problemas. Se rechaza que haya
psicología y recursos neurocientífi cos instalados en las practicas
psicopedagógicas, sin una fi losofía subyacente que las condicione.
Cuando hablamos de marcos epistémicos, no solo nos referimos a su dimensión fi
losófi ca sino también, a su costado histórico-social, en términos de valores
morales y políticos, imprescindibles para promover la producción de
conocimientos. Valores no subjetivos sino, característicos de las visiones del
mundo de los grupos sociales.
Una posición valorativa no impide que se pueda guiar legítimamente una
investigación empírica y prácticas profesionales. Los valores asumidos no
garantizan su logro de evidencia ni su fundamentación. Se consigue siempre que
los valores no conduzcan a conclusiones preconcebidas.
Marco epistémico de la escisión en la práctica psicopedagógica:
Merleau Ponty, 1945: el pensamiento moderno a ocultado las relaciones
constitutivas de los sujetos con el mundo y con los otros, las vivencias
asociadas a la acción y a la experiencia corporal. Se ha producido una escisión
fi losófi ca de los componentes de esa experiencia con el mundo a partir de los
aportes de Descartes: cultura-naturaleza, individuo-sociedad, sujeto-objeto.
Este marco epistémico ha dominado la formación en psicología del desarrollo y la
educación.
Los estudios orientados por este marco epistémico adoptan una unidad de análisis
centrada en uno de los aspectos disociados de la experiencia con el mundo.
Por ejemplo, en el ámbito educativo se estudia al niño como el que “tiene
problemas” y no como el que deviene en difi cultades mientras transita la
experiencia escolar. Se analizan las capacidades cognitivas como fi jas, de
forma individualizada, separando el contexto de la conducta.
Desde el MEE se respalda otra interpretación de los cuadros clínicos,
contrastante con el naturalismo o el dualismo, pero aun ligada a uno solo de los
componentes disociados.
La unidad de análisis refi ere a los fenómenos culturales o discursivos. Los
defectos “biológicos” deben ser entendidos desde un punto de vista
construccionista social, un enfoque lingüístico y discursivo… “nada existe a
menos que sea nombrado en el discurso elaborado socialmente”.
El marco epistémico relacional:
Para plantea nuevas preguntas sobre el proceso de aprendizaje y para
resolverlas, se requiere de una metodología dialéctica. La consideración de una
unidad dinámica de opuestos, con su síntesis superadora que permita abordar de
otro modo las difi cultades en las intervenciones psicopedagógicas bajo el MEE.
Se asume otro modo de problematizar las cuestiones.
La tesis central del MER no consta de entidades individuales, cosas, sino de un
complejo entramado de relaciones que constituye a las entidades. Una ontología
dialéctica que atribuye existencia a un sistema de relaciones constitutivo de
las relaciones sociales con la actividad individual.
Respecto a los daños o defi ciencias, son nombres para propiedades naturales que
en su dependencia del contexto llegan a ser limitaciones funcionales para las
actividades de aprendizaje… hablamos de una condición que es indeseables
respecto de un funcionamiento orgánico o social… La discapacidad propiamente
dicha es un fenómeno relacional que consiste en una relación dinámica,
cambiante, entre un fenómeno natural (los mencionados antes) y el mundo cultura
circundante. La discapacidad como constructo social. Se diferencia discapacidad
de defi ciencia, la primera no puede reducirse a factores biológicos, pero
tampoco son puro discurso (como en el constructivismo).
El Aplicacionismo:
Castorina, 1989, lo defi ne como el intento de recortar el campo de la
psicopedagogía implementando “acríticamente” las teorías psicológicas o
psicoanalíticas (y las neurociencias).
Si las intervenciones se reducen a trasladar la teoría al campo, no hay
producción de conocimiento. La psicopedagogía debe constituirse en la propia
actividad, en el modo propio de usar las disciplinas, cuyas contribuciones
dependen de las cuestiones y elecciones de la practica psicopedagógica.
Chardon, M.C., (2000), “¿Legitimar las prácticas del psicólogo en la escuela o
construirlas críticamente
El artículo de Chardon es una refl exión crítica sobre el rol del psicólogo en
la institución educativa. Propone un cambio fundamental de paradigma: pasar de
un modelo histórico que legitimó prácticas de diagnóstico y exclusión a un
enfoque constructivo, participativo y ético, centrado en la deconstrucción de lo
"obvio" y en la colaboración horizontal con todos los actores de la comunidad
educativa.
A continuación, se detallan los ejes centrales del texto en profundidad.
1. Historia Crítica de las Prácticas Psicológicas en la Escuela
Chardon comienza contextualizando históricamente la inserción del psicólogo en
la escuela, mostrando cómo las prácticas iniciales estuvieron lejos de ser
neutrales. Se apoyaron en el modelo médico hegemónico y en una visión
positivista de la ciencia, lo que trajo consecuencias signifi cativas.
• El Psicólogo como Diagnosticador y Etiquetador: Históricamente, la principal
función del psicólogo en la escuela fue diagnosticar. Esta práctica, heredada
del modelo hospitalario, se centró en detectar "patologías individuales" en los
niños, sin analizar los factores institucionales o sociales. Se buscaba identifi
car a aquellos que no encajaban en la norma escolar, etiquetándolos con
categorías como "disléxicos, disortográfi cos, hiperquinéticos".
• La Psicología como Instrumento de Exclusión: Chardon, citando a Guillain,
señala que la psicología se convirtió en el instrumento que legitimó la
exclusión de los "diferentes" dentro de un sistema educativo que tenía a la
homogeneidad como su credo. A través de la medición de capacidades
"naturalmente" diferentes, se convalidó científi camente la expulsión de quienes
no se ajustaban al "lecho de Procusto de lo normal". La escuela, con la ayuda de
los psicólogos, creó así sutiles dispositivos de expulsión que fueron
rápidamente naturalizados.
• La Creación de "Patologías Escolares": La autora, retomando a Emilia Ferreiro,
destaca que las categorías "niño con problemas de aprendizaje" y "niño con
problemas de conducta" son nosologías propias de la institución educativa.
Encubren las difi cultades del propio sistema para incluir y retener a todos los
niños, culpabilizando al alumno por la situación. Se diagnostica al niño, pero
nunca a los adultos de la institución.
2. La Propuesta de una Práctica Crítica y Participativa
Frente a este modelo histórico, Chardon propone construir críticamente el rol
del psicólogo, abandonando la fi gura del "científi co externo" con "metodología
aséptica" que interviene desde afuera. Su propuesta se basa en una serie de
principios éticos y metodológicos:
• Actitud Respetuosa y Horizontalidad: El punto de partida es una actitud
respetuosa hacia todos los miembros de la comunidad educativa (docentes,
directivos, alumnos, padres, personal no docente). Esto implica posicionarse en
un plano de horizontalidad, abandonando las dicotomías excluyentes como
"esclarecedor/esclarecido" o "intervención/intervenido", que generan una
asimetría de poder poco propicia para el trabajo conjunto. Se trata de valorizar
al otro como un sujeto poseedor de saberes que interesa conocer.
• Modelo de Trabajo Participativo: Chardon aboga por un modelo participativo,
defi nido como "la posibilidad real de incidir en las decisiones que afectan la
vida cotidiana". Un trabajo es participativo cuando se tienen en cuenta las
opiniones y sentimientos de los distintos actores que conforman la institución.
Esta concepción está guiada por valores como el respeto mutuo, la aceptación de
las diferencias y el derecho a la disidencia.
• El Psicólogo como Facilitador desde la Prevención: Inspirándose en los modelos
de consulta de Gerald Caplan, Chardon sugiere un psicólogo que trabaje desde la
prevención, con un rol de facilitador. Esto implica:
◦ Un trabajo indirecto, donde la consulta se inicia a pedido del consultante
(por ejemplo, un docente).
◦ Una colaboración entre pares con saberes complementarios.
◦ Un énfasis en la prevención primaria, para anticiparse a los hechos antes de
que sucedan.
◦ Ayudar a los docentes a refl exionar sobre los puntos ciegos de sus propias
prácticas y sobre sus "escenas temidas".
3. La "Deconstrucción de lo Obvio" como Herramienta Metodológica
Una de las herramientas centrales que Chardon propone para construir esta
práctica crítica es la "deconstrucción de lo obvio".
• Desnaturalizar las Prácticas: Se trata de desarmar lo que se ha naturalizado.
Aquello que tiene un origen social e histórico (como las categorías de "fracaso"
o "normalidad") a menudo aparece como si fuera algo del orden de la naturaleza o
la biología. La naturalización torna invisibles los hechos, ocultando los lazos
que los legitiman.
• Poner el Foco en lo que no Llama la Atención: Deconstruir implica un triple
movimiento: 1) prestar atención a aquello que no llama la atención; 2) refl
exionar sobre esas categorías y sus implicancias; y 3) separar las capas ocultas
tras lo obvio. El objetivo es recuperar la mirada global y comprender las
interrelaciones en la escuela.
• Cuestionar la Demanda: Esto permite, por ejemplo, analizar críticamente la
demanda que se le hace al psicólogo: quién demanda, para qué, desde qué lugar, y
también desde qué lugar no se demanda. ¿Por qué los alumnos rara vez consultan
al psicólogo de la escuela? ¿Por qué los docentes no recurren a él cuando tienen
difi cultades interpersonales? El signifi cado de estas ausencias es tan
importante como el de las presencias.
4. El Lugar de la Ética en las Intervenciones
Finalmente, Chardon subraya que toda intervención está atravesada por una
dimensión ética ineludible. Utiliza el ejemplo de una "manteada" (una golpiza
grupal) a un alumno para ilustrarlo.
• Más Allá de la Culpabilización: Frente a un hecho de violencia, la demanda
institucional suele ser encontrar al culpable. Chardon cuestiona esta lógica,
preguntando si individualizar al culpable libera a la comunidad de analizar las
consecuencias del hecho.
• Construir un Espacio de Refl exión Grupal: Propone trabajar con todo el grupo,
no solo con los agresores, a partir de preguntas que interpelen la ética
colectiva, como: "¿A quién cuido cuando callo?". Esto desplaza el foco del
castigo individual a la refl exión sobre la responsabilidad compartida y las
implicancias de estos actos para la vida en la escuela y en la comunidad.
En conclusión, el texto de Chardon es un llamado a la transformación profunda
del rol del psicólogo en la escuela. Insta a abandonar las prácticas históricas
que, bajo una apariencia de cientifi cidad, sirvieron para legitimar la
exclusión. En su lugar, propone construir críticamente un nuevo espacio de
intervención basado en el respeto, la participación y la horizontalidad. La
tarea del psicólogo no es aplicar recetas ni diagnosticar patologías, sino
actuar como un facilitador que, mediante la deconstrucción de lo obvio y un
fuerte compromiso ético, ayude a toda la comunidad educativa a refl exionar
sobre sus prácticas, a anticipar problemas y a construir conjuntamente
soluciones más creativas y justas.
Resumen
La institución educativa es sólo la parte visible de un entramado complejo
atravesado por determinantes históricos, sociales, políticos, económicos, de
vida cotidiana, etc.
La inserción del psicólogo en la institución educativa permite plantear refl
exiones acerca de la complejidad de los fenómenos que allí se producen y las
múltiples posibilidades acerca del cómo de las prácticas y de los supuestos
teóricos que en forma ineludible se expresan en dichas prácticas.
Entrar en una escuela (como psi) supone una serie de conocimientos, pero también
una serie de actitudes que se enmarcan en una conceptualización teórica que es
necesario explicar.
Entrar en una escuela implica, como señala Woods (1987) un proceso de
"negociaciones de acceso" que están atravesados por diferentes ejes. Uno de los
más importantes es una actitud respetuosa del/de los miembros de equipo de
investigación/ psicólogo /alumnos hacia los miembros de la comunidad educativa.
Esto supone un modo de posicionarse respecto de la población con la que se
trabaja.
Una actitud respetuosa signifi ca priorizar su aspecto participativo, de
cooperación horizontal y de refl exión crítica.
Recorrido histórico:
1- En nuestro país, la formación y la profesión del psicólogo han estado
profundamente ligadas a la clínica y a una modalidad que privilegió la
intervención individual y/o grupal en ámbitos particulares: el consultorio y el
hospital.
2- Los excesos y los defectos debían tratarse fuera de la escuela para poder
seguir en ella. En no pocos casos las escuelas se las ingeniaban para expulsar.
Las categorías de normal y patológico se constituyeron en sutiles dispositivos
de expulsión que prontamente fueron naturalizados
3- Guillain (1990) señala cómo la Psicología se convirtió en el instrumento que
legitimó la exclusión de los diferentes de un sistema educativo obligatorio, que
hacía de la homogeneidad su credo, mediante la medida individual de las
capacidades "naturalmente" diferentes.
4- La conjunción entre la aparición de la escuela obligatoria y la aplicación
del modelo positivista de comprensión produce dos categorías nosológicas que son
propias de las instituciones educativas: "niño con problemas de aprendizaje" y
"niño con problemas de conducta"… A los diferentes se los estudia, diagnostica y
en general separa de la institución, no sin antes culpabilizarlos por la
situación. En ningún momento se estudian sus producciones y la relación con su
origen social, así como tampoco se pondera para qué niños fue pensada la
escuela.
5- En los comienzos de la década de los sesenta, se desarrollan los trabajos
pioneros de Gerald Caplan sobre la prevención, que revolucionan la concepción de
la Salud Pública, de la atención individual y más tarde también las prácticas
psicológicas en salud y educación… Conoley and Conoley (1982), adaptaron el
Modelo de Consulta de Caplan (1970), para las tareas que los psicólogos
realizaban en las escuelas. Dichos autores señalan que el concepto de consulta
desde esta nueva concepción de la prevención implica la noción de trabajo
indirecto… Este modelo, al que por cierto se le pueden hacer innumerables
críticas, pone el acento en un psicólogo cuya tarea se ve como la de un
facilitador que ayuda al reconocimiento de puntos de vista no tenidos en cuenta.
A pesar de ello pone énfasis todavía en el trabajo con cada sujeto más que con
los grupos y/o colectivos.
Pensar al psicólogo en la escuela desde la prevención, es construir un espacio y
un lugar diferente al de la lógica hegemónica. En la tensión entre las teorías
de la reproducción y las de las resistencias creemos en la posibilidad de que se
crean intersticios, polos de oposición y trabajo en común, solidario, que pueden
ser aprovechados para trabajar en esta línea.
Plantea también una relación de horizontalidad con el docente que consulta,
tomándolo como un profesional con saberes propios a partir de su formación y
experiencia, que hay que valorizar, para que se incluyan en la refl exión.
Maddonni, P. (2014) El estigma del fracaso escolar: nuevos formatos para la
inclusión y la democratización de la educación. Prólogo, Introducción y Cap. 2.
Buenos Aires, Paidós.
El libro de Maddonni aborda el fenómeno del "fracaso escolar", particularmente
en la escuela secundaria, desde una perspectiva crítica y situacional. Su
trabajo se aleja de las explicaciones centradas en los défi cits individuales de
los alumnos para enfocarse en cómo las historias de los jóvenes, marcadas por el
estigma del fracaso, interactúan con las condiciones institucionales y las
prácticas escolares. La autora propone buscar nuevos formatos y políticas de
inclusión que permitan reconstruir la experiencia escolar y democratizar la
educación.
Prologo "Sobre merecer la posibilidad" por Ricardo Baquero
Agamben, cinismo del mundo adulto que reprocha a los jóvenes su supuesta
incapacidad para sostener proyectos o protagonizar experiencias, cuando, en
verdad, han sido las mismas generaciones de adultos quienes probablemente
destruyeron las condiciones de posibilidad de tales experiencias.
Es importante recuperar la voz de los estudiantes. Cuestión crucial no solo por
la evidente necesidad de su palabra para reconstruir los sentidos propios, sino
también porque poco puede esperarse de la construcción de una experiencia
posible si no hay lugar legitimado para la palabra de los jóvenes.
Se postula la escuela como lugar de recepción, apertura y posibilidad para los
jóvenes, incluida la posibilidad de legitimar su palabra. Se habla,
precisamente, de la escuela pública secundaria habitada
por jóvenes de sectores populares que portan historias de “fracaso”.
La singularidad en la posibilidad de construir experiencias está dada por las
vivencias personales, por la particularidad de la experiencia escolar que se
propone.
Creación de posibilidad, de potencia, contra las persistentes fuerzas de
estigmatización y las predicciones psicosociológicas del “no podrán aprender”.
Formatos alternativos que se resistan a ser leídos o signifi cados como
experiencias compensatorias o especiales.
Introducción
Cambios sociales ponen en duda la legitimidad de la educación pública y las
causas que conducen al “fracaso escolar”. Debate sobre el sentido de la
experiencia escolar, en una época de simultáneas prácticas identitarias,
movilidades y discontinuidades familiares, laborales y comunicacionales.
Tomar una posición crítica respecto al fracaso escolar, implica comprender la
lógica a través de la que los sujetos ubican dentro y fuera del contexto escolar
los condicionantes que los llevaron a repetir o dejar la escuela, entendiendo
que estos pueden trascender a los mencionados por los propios individuos.
Hoy operan ciertos discursos que tradicionalmente han explicado el fracaso
escolar legitimando la exclusión de los sectores populares o su permanencia
dentro de las escuelas al costo de padecer reiteradas repeticiones. Por eso,
interesa conocer cómo los propios jóvenes narran las situaciones de
intermitencia, rutinización, abandono y regreso educativo, a fi n de distinguir
sus signifi caciones, para pensar la escuela hoy.
Se deben comprender los contextos múltiples que constituyen el mundo social de
los sujetos y las redes de experiencias que atraviesan.
El problema de desconexión, perdida de interés y discontinuidad se debe
centralmente al modo en que se despliega lo escolar y no a los sujetos.
• Objetivo Central: Dar Voz a los Jóvenes: La motivación del libro es la
convicción y el compromiso de conocer la palabra de los "chicos y chicas" que, a
menudo de forma desinteresada, cuentan sus historias de vida escolar. Interesa
mostrar cómo estos jóvenes narran sus situaciones de "intermitencia,
rutinización, abandono, y el regreso educativo", para encontrar en sus signifi
caciones claves para pensar la escuela de hoy.
• Desafi ar los Discursos Culpabilizadores: La intención es "contraponer los
relatos derivados de las experiencias en una escuela que se presenta como
diferente" a las narrativas que circulan sobre el derrumbe de la escuela
pública. Se busca visualizar si las políticas educativas de inclusión promueven
procesos de transformación, no solo para aumentar el ingreso de adolescentes,
sino para ofrecerles la posibilidad de una formación relevante y reposicionar su
lugar en la participación institucional.
• Un Enfoque Socio-antropológico y Subjetivo: La investigación converge desde la
perspectiva de los estudios socioculturales y la etnografía de tradición
antropológica. Se busca hacer jugar la experiencia
como un "acto singular y cotidiano" y, a la vez, como una "categoría teórica
constitutiva de la subjetividad". Se parte del análisis de las historias y
trayectorias escolares de los estudiantes, distinguiéndolas de la política
educativa y del proyecto escolar que viabilizó su regreso a la escuela.
• Nuevos Formatos y Reingreso: El recorrido busca desentrañar y describir cómo
intervienen los "nuevos formatos escolares y académicos" en la mirada y
aceptación de estudiantes portadores del "estigma de fracaso". Se plantea la
necesidad de refl exionar y generar un cambio en el mundo escolar para trazar
una institucionalidad que amplíe los márgenes de acción y participación de todos
los sujetos educativos. El libro, por tanto, es un deseo que contribuye a
revisar el vínculo que los estudiantes mantienen con la escolaridad, en
particular aquellos con una relación más distante y contradictoria.
Capítulo 2: "Nuevos formatos escolares: nuevas trayectorias"
Este capítulo analiza la crisis de la escuela secundaria, la emergencia de
trayectorias escolares no lineales y la creación de "escuelas de reingreso" como
una política de inclusión.
• La Crisis de la Escuela Secundaria y la Obligatoriedad: Maddonni parte de la
crisis del modelo escolar tradicional, ideado para los sectores más acomodados,
que al masifi carse se convirtió en un "espacio de imposibilidad y exclusión
para muchos". La obligatoriedad de la escuela secundaria en Argentina, si bien
permitió la llegada de los primeros de sus familias a este nivel, "agudizó las
desigualdades con relación a las formas y condiciones para permanecer y
apropiarse del proyecto escolar".
• Trayectorias Teóricas vs. Trayectorias Reales: Se introduce el concepto de
trayectoria escolar. Flavia Terigi (2008b) señala que el sistema educativo está
diseñado en función de itinerarios lineales previstos en los tiempos marcados.
Sin embargo, al analizar las trayectorias reales de los sujetos, se pueden
advertir itinerarios no coincidentes con las teóricas. Gran parte de los
adolescentes transitan su escolarización de modos heterogéneos, variables y
contingentes, en lo que se denomina "trayectorias discontinuas".
◦ Los "avatares" de estas trayectorias (ausencias, repeticiones) se acrecientan
en los primeros años, y las difi cultades se profundizan en los últimos años de
la escuela primaria.
◦ El aumento de la complejidad para sostener la escolaridad evidencia que el
obstáculo no está en el plano del acceso, sino en el de los lazos entre los
estudiantes y la institución.
• Las Escuelas de Reingreso como Política Inclusiva:
◦ Origen y Propósito: Como respuesta a esta problemática, surgen las escuelas de
reingreso, una política que busca atender a una población estudiantil afectada
por procesos de fragmentación social. Se enmarcan en el principio del derecho a
la educación y apuestan por un cambio más profundo que la simple incorporación
de medidas compensatorias. Su objetivo es atreverse a "tocar y modifi car la
estructura académica y curricular de la escuela secundaria tradicional".
◦ El Debate sobre los Nuevos Formatos: La pregunta recurrente es cómo lograr una
transformación
sin que la novedad se agote en una propuesta anquilosada. Se busca evitar que la
diversifi cación atente contra la calidad formativa y agudice las "insuperables
diferencias entre las instituciones y las poblaciones".
◦ Caso: "Deserción Cero" en CABA: Un ejemplo concreto es el programa "Deserción
Cero" de la Ciudad de Buenos Aires (2002), una iniciativa para adolescentes y
jóvenes que habían abandonado sus estudios. Implementó un proyecto de promotores
de educación y un sistema de ayuda social para acompañar a los estudiantes en su
regreso.
• Características de los Nuevos Formatos:
◦ Flexibilidad Pedagógica: Estos formatos suponen revisar el plan de estudio
(por ejemplo, cuatrimestral), el régimen de aprobación (por asignatura, sin
repetir el año), y la organización institucional. Se busca un itinerario
formativo a la medida de cada estudiante.
◦ Apoyo Escolar y Actividades Opcionales: Se registran dos tipos de
acompañamiento: apoyo escolar para las difi cultades en contenidos específi cos,
y un sistema de seguimiento para acompañar y apuntalar al alumno en sus hábitos
de estudio. Además, se incluyen actividades opcionales como talleres de artes,
periodismo, música, etc., que no constituyen un requisito para la acreditación.
◦ El Rol de Directivos y Docentes: El diseño del plan académico fue una política
pública que buscaba un cambio en los formatos tradicionales, pero su "espíritu
democratizador" no podía llevarse adelante al margen de la participación de los
profesores y equipos de conducción. Se dispusieron condiciones para recuperar el
trabajo intelectual de los docentes, a fi n de que pudieran elaborar su propia
reglamentación sobre la enseñanza y la evaluación. Los docentes se ubican en una
posición de coconstructores de una propuesta pedagógica.
◦La Construcción de la Autoridad: En todo momento se apela a que los adultos
tienen frente a los adolescentes la construcción de su subjetividad y, en
particular, la construcción de una autoridad que faculte la autonomía y el
aprendizaje. Esta autoridad, asumida por un adulto, entraña ofrecer cuidado,
posibilidad de elección y participación, pero también acciones de limitación o
sanción legítimas.
En síntesis, el trabajo de Maddonni se adentra en la compleja realidad del
fracaso escolar, no para buscar culpables en los alumnos, sino para analizar las
dinámicas institucionales y proponer alternativas. A través de la escucha de las
voces de los jóvenes y del análisis de nuevos formatos como las escuelas de
reingreso, busca caminos para una educación que sea genuinamente inclusiva y
democrática, capaz de reparar el estigma y reconstruir la posibilidad de una
experiencia educativa valiosa para todos.
Terigi, F. (2009) El fracaso escolar desde la dimensión psicoeducativa: Hacia
una re-conceptualización situacional.
La incorporación masiva de los niños a la escuela se realizó en un marco
institucional específi co, al que conocemos genéricamente como «escuela
moderna», y que reúne ciertos rasgos, entre ellos la simultaneidad, la
presencialidad, un cronosistema que fi ja regímenes de tiempo escolar, la
descontextualización de las experiencias de aprendizaje, la heteronomía de
quienes se incorporan en
calidad de alumnos, etc. Rasgos contingentes que no hay que naturalizar.
Creada la escuela moderna, se advirtió tempranamente la presencia de niños que
no aprendían según lo esperado. El fracaso escolar es un fenómeno contemporáneo
de la escolarización masiva y, si analizamos el dispositivo escolar como sistema
de actividad, según la perspectiva de Engeström, posiblemente sea funcional a
algunas de las fi nalidades de la escolarización.
Cada nuevo esfuerzo por ampliar la escolarización ha producido nuevos
contingentes de niños, adolescentes y jóvenes:
● Que no ingresan a la escuela
● Que ingresando no permanecen
● Que permaneciendo no aprenden en los ritmos y de las formas en que lo espera
la escuela.
Que aprendiendo en los ritmos y de las formas en que lo espera la escuela
acceden a contenidos de baja relevancia, por lo que ven comprometida su
trayectoria escolar posterior debido a los condicionamientos que ello produce
sobre sus aprendizajes ulteriores.
El fenómeno usualmente denominado fracaso escolar se refi ere generalmente a la
segunda y la tercera de estas situaciones. Sobre ello hay cierto acuerdo
referencial: cuando se habla de fracaso escolar, se habla de desgranamiento, de
repitencia, de bajo rendimiento, de difi cultades de aprendizaje, de sobreedad.
Se habla también de logros diferenciales según género, según sector social,
según etnia, etcétera.
Nos interesa considerar qué ha aportado a aquella interpretación de fracaso
escolar y qué puede aportar a las lecturas contemporáneas el conocimiento
psicoeducativo.
Propondremos una conceptualización del fracaso escolar que coloque el problema
en una relación: la que se da entre los sujetos y las condiciones en que tiene
lugar su escolarización.
¿Por qué poner atención en el conocimiento psicoeducativo? Porque la psicología
educacional ha operado como ciencia estratégica en la fase de
institucionalización del dispositivo escolar moderno. institucionales. También
porque, a partir de los años sesenta, la didáctica buscó en la psicología bases
para la fundamentación científi ca de la enseñanza, y el aplicacionismo
caracterizó las relaciones entre psicología y educación (Coll, 1990).Además, en
la actualidad es nuevamente la psicología, junto con la psiquiatría, la
disciplina requerida para explicar las difi cultades de aprendizaje de los niños
y adolescentes que no se ajustan a las expectativas escolares (Zelmanovich,
2006).
Supuso mucho debate aceptar que muchas formas de fracaso escolar, la mayoría,
responden a las condiciones de escolarización. Frente a la masividad del fracaso
la interpretación podría haber volcado la sospecha sobre la escuela. Rasgos
esenciales de la organización pedagógica de la institución, como la
simultaneidad, la presencialidad, la descontextualización, podrían haber sido
puestas bajo observación. Sin embargo, la sospecha se volcó sobre los sujetos.
Interpretación temprana del fracaso escolar: Método patológico individual
- Contribuciones de la psicología individual con perspectiva escisionista.
- Uso de pruebas de inteligencia.
- Incorporación de profesionales psi a la escuela, cuyas intervenciones se
centraban en un abordaje de tipo clínico-individual, con escasa relación con los
maestros que desarrollan las practicas de enseñanza donde se visualizan las difi
cultades de aprendizaje, y un foco casi excluyente en el sujeto en difi cultad.
- Utilización de procedimientos psicológicos para legitimar decisiones
escolares. Forma de relación entre prácticas educativas y prácticas psicológicas
en la que las segundas vienen a dar respuesta a vacíos en la educación como
campo disciplinar frente a problemas surgidos de las propias prácticas
educativas.
Importa recuperar las perspectivas interaccionistas, sistémicas, situacionales,
contextualistas, para producir una crítica teórica –y, con ello, política– al
modelo patológico individual del fracaso escolar.
El enfoque contextualista pondera la especifi cidad del aprendizaje escolar; afi
rma que el sujeto es incorporado a sistemas de actividad específi cos que tienen
efectos productivos sobre sus formas de actuación, sobre sus aprendizajes y su
desarrollo, e insiste en el carácter situado que deben asumir las
investigaciones sobre el aprendizaje escolar.
Dentro de la perspectiva situacional, Baquero ha formulado una crítica teórica
al modelo patológico individual del fracaso escolar y, en su caso, apoyándose en
la tradición vigotskiana, identifi có lo que denominó «falacia de abstracción de
la situación» (Baquero, 2000), la cual no consiste en desconocer las
particularidades de los sujetos, de su situación personal o familiar, sino en
abstraer las particularidades de la situación educativa en tanto escolar. Debido
a esta falacia, el fracaso escolar termina caracterizado como resultado de un
problema que porta el sujeto a título individual, y el fracaso masivo acaba
siendo una suma de fracasos individuales, un efecto agregado de los «défi cits»,
«retardos madurativos», «retrasos intelectuales», «difi cultades de
aprendizaje», etc., que portan individualmente los alumnos… En el plano
cognoscitivo, la escolaridad no se limita a potenciar o habilitar formas de
desarrollo previstas en el curso espontáneo del desarrollo de los sujetos, dado
que la escolaridad introduce cursos específi cos en el desarrollo cognoscitivo;
al respecto, es ilustrativo el ejemplo de la atención. Esta producción escolar
del desarrollo ontogenético no es en sí misma un problema; el problema se
plantea cuando, incurriendo en la falacia de abstracción de la situación de la
que nos habla Baquero, se convierte una diferencia producida por la
escolarización, en una defi ciencia de quienes no han sido escolarizados hasta
entonces.
Distinción entre el plano disciplinar y el plano de las prácticas instituidas,
es importante observar que una cuestión puede estar dirimida de modos diferentes
en cada uno de estos planos… mientras que en el plano disciplinar las
perspectivas contemporáneas de la psicología educacional muestran una clara
tendencia a alejarse progresivamente del individualismo metodológico (que fue
funcional al modelo patológico individual) y enfatizan el giro contextualista,
esto no signifi ca que en el terreno de las prácticas, tanto psicológicas como
educativas, las relaciones estén igualmente redefi nidas. En particular, en el
campo de las prácticas educativas el modelo patológico individual sigue vigente
como la interpretación usual de vastos sectores profesionales frente a las difi
cultades escolares.
Analizaremos las relaciones entre el llamado «riesgo educativo», considerado por
las investigaciones como la antesala del fracaso escolar, y las condiciones de
la escolarización… Bajo la expresión
«poblaciones en riesgo educativo» suelen englobarse situaciones muy diversas que
necesitan ser diferenciadas (sobreedad, madres adolescentes, chicos en situación
de calle, etc.). La distinción que interesa aquí se refi ere al modo en que
tales condiciones sociales afectarían su escolarización.
Pensar el «riesgo educativo» no en términos de propiedades subjetivas
-individuales o colectivas, de sujetos determinados o de grupos identifi cados
por algún rasgo o condición de vida- sino de atributos de la situación
pedagógica tal y como está organizada en nuestro sistema escolar… Difi cultades
para forzar el cronosistema que sostienen los determinantes duros del
dispositivo escolar, en los arreglos institucionales y en las formulaciones
didácticas… Proponemos pensar el riesgo educativo en que se encuentran los
niños, adolescentes y jóvenes en riesgo, no en términos de propiedades
subjetivas, sino como resultado de interacciones con atributos de la situación
pedagógica tal y como está organizada en nuestro sistema escolar. Bajo estas
conceptualizaciones, las caracterizaciones de poblaciones en riesgo son siempre
transitorias, pues en la medida en que mejora nuestra capacidad de enseñar, lo
que
«genera riesgo» deja de producirlo; y son operacionales en tanto son relativas a
condiciones de escolarización que deberíamos reformular o por lo menos
tensionar.
Si tomamos en serio esta argumentación debemos propiciar el desetiquetamiento de
grupos enteros de niños y adolescentes como «poblaciones en riesgo»; acentuar
las miradas críticas sobre los sistemas de diagnóstico, derivación y
recuperación de niños considerados en difi cultad; y visibilizar los procesos de
etiquetamiento y segregación que tienen lugar en el sistema escolar frente a la
diversidad de saberes y desempeños… Se trata de evitar que el conocimiento
psicoeducativo funcione como coartada para convertir en problemas de los alumnos
lo que en verdad son límites en la capacidad de los dispositivos de
escolarización para dar respuesta a la diversidad de condiciones en que se
produce la crianza y la escolarización misma de los sujetos.
UNIDAD 2 - SEMANA 4
● CASTORINA, J. (2012). Piaget. Perspectivas y limitaciones de una tradición de
investigación. En J. Castorina y M. Carretero. (comps.). Desarrollo cognitivo y
educación. Los inicios del conocimiento. Paidós.
● FERREIRO, E. (1999) Vigencia de Jean Piaget. Siglo XXI. (cap. 7 y cap.3)
● BENDERSKY, B., (2004), “Perspectiva psicogenética: revisión de algunos
conceptos básicos”. En N. Elichiry (comp.). Aprendizajes escolares. Desarrollos
en Psicología Educacional. Manantial.
● CASTORINA, J., FERNANDEZ, S. y LENZI, A., (1984). “La Psicología Genética y
los procesos de
● aprendizaje”. En Castorina et al. Psicología Genética. Miño Dávila
Castorina, A.; Fernández, S. y Lenzi, A. (1984) “La ¨Psicología Genética y los
procesos de aprendizaje”
Los educadores y psicopedagogos contemporáneos buscan en la teoría psicogenética
piagetiana una caracterización de cómo constituye su conocimiento el sujeto que
aprende, aspecto fundamental para poder abordar cualquier tarea psicopedagógica.
Y esta lectura se realiza por lo general con la intención
de lograr una reformulación de ciertos métodos pedagógicos o diagnosticar y
encarar el tratamiento de algunos trastornos de aprendizaje con mayor
comprensión de las etapas del desarrollo intelectual.
Sin embargo, consideramos que la teoría psicogenética puede contribuir aún más a
la orientación de la actividad psicopedagógica, especialmente en relación con la
teoría del aprendizaje que supone. Es necesario señalar que toda metodología de
la enseñanza, incluso toda evaluación de un trastorno de aprendizaje supone,
explícita o implícitamente, una teoría del aprendizaje. De acuerdo con el modo
en que se comprenda el problema general de la adquisición de conocimientos, se
organizan los procedimientos particulares de la enseñanza. De acuerdo con el
modo en que evaluemos un trastorno de aprendizaje, se encarará su tratamiento.
Por lo tanto, es importante que educadores y psicopedagogos precisen cuál es la
teoría del aprendizaje que sustentan, para actuar en consecuencia.
En nuestra opinión no existe, en el momento actual, la posibilidad de una
instrumentación directa de la teoría psicogenética a la práctica pedagógica.
Ahora bien, cabría preguntarse a qué razones obedecen estas difi cultades.
Señalaremos tres
1. la psicología genética no ha sido una teoría constituida con el objetivo de
ser empleada en la tarea pedagógica, sino que ha sido elaborada con un propósito
declaradamente epistemológico
2. la práctica pedagógica ha planteado problemas para los que la psicología
genética no tiene todavía respuestas
3. la complejidad del hecho educativo exige varios niveles de análisis y su
subsecuente articulación. Es evidente que en el acto pedagógico están
comprometidos aspectos institucionales y libidinales—además de los mecanismos
cognoscitivos—, por lo que resulta ilegítima su reducción a una sola
perspectiva.
A pesar de las difi cultades apuntadas, consideramos que la teoría psicogenética
provee en sus líneas directrices la primera fundamentación científi ca de la
escuela nueva. Pero es necesario avanzar más para poder delinear una posible
instrumentación pedagógica de la teoría.
Aproximación histórica
Primera etapa: La cuestión del aprendizaje fue planteada en Ginebra en los años
cincuenta. Hacia los años 1957- 1958 se realizaron los primeros trabajos que
tuvieron una consecuencia directa sobre la teoría del aprendizaje y que
respondían a un interés epistemológico explícito. Se trataba de cuestionar al
empirismo…
No hay una lectura directa de la experiencia, ésta es una primera condición para
formular una teoría del aprendizaje.
Sin embargo, existe una larga tradición en las investigaciones clásicas de
aprendizaje que conjuga una psicología conductista y una inspiración
epistemológica empirista. Para los conductistas, el aprendizaje es un proceso
que se dirige desde "afuera", a partir de la constatación de los hechos por el
sujeto y de su refuerzo externo…
El esquema clásico de aprendizaje estímulo-respuesta quedará superado. Los
estímulos no se
consideran más como hechos físicos, aunque lo sean realmente, fuera de la
interpretación del sujeto. Desde el punto de vista psicológico, los estímulos
son hechos signifi cativos y "sólo se vuelven signifi cativos cuando hay una
estructura que permite su asimilación. Una estructura que puede integrar ese
estímulo, pero al mismo tiempo da una respuesta”
Sin esquemas de acción, sin una actividad organizadora de la realidad, los
hechos no son signifi cativos para el sujeto. Esta es otra condición
constitutiva de los aprendizajes. En palabras de Piaget: "En el principio no
está el estímulo sino la estructura”.
En la versión clásica del aprendizaje, la relación entre estímulo y respuesta es
de asociación, mientras que en psicología genética es de asimilación. Esta
actividad del sujeto es la que subyace al vínculo entre estímulo y respuesta… En
esta concepción ya no hay un proceso lineal y dirigido de estímulo a respuesta,
"sino un proceso circular de asimilación inicial del estímulo al esquema de
respuesta y de acomodación de las respuestas al estímulo así califi cado."… el
aprendizaje no parece ser una secuencia de registros pasivos del objeto en el
sujeto, sino que da lugar a una verdadera construcción.
Segunda etapa: si hay una lógica de los aprendizajes, ¿esa lógica se podría, a
su vez, aprender por ejercitación y refuerzo externo?
Experimentación sobre la adquisición de la noción de conservación del peso en
niños no conservadores: se administró un pretest para indagar cuáles eran los
niños que no conservaban el peso para someterlos luego a varias sesiones de
aprendizaje de esta conservación, tres semanas después, se tomó un post-test
relacionado con la transitividad del peso… Los resultados fueron los siguientes:
en primer lugar, parecía que los niños habían aprendido la conservación del
peso. Es decir, después de los reiterados ensayos, terminaban por sostener que
efectivamente, las bolitas, a pesar de las transformaciones, pesaban lo mismo.
En segundo lugar, lo que los niños no pudieron lograr fue la transitividad… En
el caso de esta experiencia lo que los niños aprendieron fue el contenido físico
de la noción. Lo que no aprendieron fue el sistema que da cuenta de la
conservación, la estructura operatoria. Esto se puede afi rmar porque los niños
que adquirieron esta pseudo-conservación no poseían simultáneamente la
transitividad, lo que sí sucede durante la adquisición espontánea. Y esto último
en virtud de ser la transitividad una propiedad del sistema de operaciones.
"Parecería entonces que un aprendizaje basado en refuerzos externos o en
comprobaciones empíricas corresponde sólo al contenido de los conceptos y no a
las estructuras."
He aquí la conclusión principal a que podemos arribar: el grado relativo de
"aprendizaje estructural" depende de que los sistemas estén soportados por otros
más elementales. En otras palabras, para utilizarlos resultados de la
experiencia hace falta comprenderlos o asimilarlos a estructuras preexistentes.
En consecuencia, las estructuras aprendidas resultan no sólo del aprendizaje
estricto, sino de los mecanismos inherentes al desarrollo, es decir, del modo de
funcionamiento por equilibración de los sistemas de conocimiento. Una vez más,
el aprendizaje estructural está subordinado a los mecanismos del desarrollo
espontáneo.
Tercera etapa: Ya no se buscan argumentos más o menos generales en favor de la
tesis constructivista. Se trata, más bien, de esclarecer los mecanismos
explicativos del pasaje de un estadio estructural al siguiente… El cambio de
enfoque del problema implicó u cambio en la metodología de abordaje. Los
problemas van a ser considerados estrictamente bajo el modelo del desarrollo
espontáneo… Se intenta presentar a los niños situaciones que susciten
desequilibrios, que los lleven a confl ictos sobre la hipótesis teórica de que
la construcción espontánea de las estructuras descansa en la superación de confl
ictos, en la reequilibración de los desequilibrios del funcionamiento
intelectual…
Podemos decir entonces que los niños forman sus estructuras resolviendo
situaciones de confl icto cognoscitivo.
Confl ictos que pueden producirse entre esquemas de acción y observables, los
que no pueden ser asimilados inmediatamente, o bien confl ictos entre esquemas…
Sobre esta base teórica se organizan situaciones de aprendizaje totalmente
diferentes a las clásicas: se van a plantear problemas en los que tarde o
temprano los niños se van a enfrentar con confl ictos entre los esquemas
involucrados. Con la toma de conciencia del confl icto, los sujetos llegarán a
establecer nuevas coordinaciones, capaces de resolverlo.
Las estrategias de resolución de problemas y sus repercusiones sobre el
aprendizaje: Como hemos tratado de mostrar, uno de los objetivos de los trabajos
sobre aprendizaje era el estudio del aspecto funcional de los conocimientos, los
procesos dinámicos que los producen. A partir de los resultados obtenidos se
abre una nueva línea de investigación, orientada no tanto al análisis
estructural de las posibilidades generales de un sujeto, en uno u otro nivel de
desarrollo, sino a la manera en que se actualizan estas posibilidades frente a
la resolución de un problema específi co… el interés se desplaza hacia los
procesos de invención y descubrimiento del sujeto que busca resolver problemas
bien diferenciados… ¿cómo surge en un sujeto particular la invención de un
conjunto de procedimientos individuales, originales, en relación con un problema
específi co?
No es sufi ciente el conjunto de los posibles dado por el nivel estructural, ya
que entre ellos el niño deberá actualizar algunos en función del objetivo
propuesto. En el curso de los procedimientos dirigidos al logro del objetivo
utilizará algunas alternativas, luego las abandonará por otras, sin que cada
secuencia de acciones sea conocida por él en el comienzo de la tarea. Él va
eligiendo cada secuencia de acciones, sustituyendo las adoptadas anteriormente
hasta descubrir la solución… La hipótesis básica es que los procedimientos
utilizados no constituyen una simple aplicación de las estructuras cognoscitivas
a los datos del problema. Ante la tarea planteada, el niño traza un plan de
acción que es modifi cado y precisado hasta alcanzar el éxito. Cada vez que el
niño elige un plan de acción sobre el material, tiene alguna idea acerca del
objetivo que persigue y acerca de los medios para conseguirlo. Pero una vez
puesto en marcha, hará correcciones en función de los éxitos o fracasos de la
acción efectiva. Esta modifi cación está vinculada tanto a las secuencias de
acciones como a las ideas o teorías que los dirigen.
Parecería entonces que los aspectos de invención y descubrimiento surgen en el
interjuego de las secuencias de acción (llamadas también estrategias de
resolución) y las teorías implícitas que se construyen para comprender la
regularidad de ciertas respuestas del material… Las investigaciones actuales,
por lo tanto, se dedican al análisis del interjuego señalado y a la observación
del rol de los contraejemplos, así como al pasaje de la atención de los sujetos
de los fi nes a los medios.
Volvamos al interrogante central del artículo:
¿Una teoría del aprendizaje debe tomar en cuenta solamente los aspectos
estructurales del conocimiento?
Creemos que no. Las investigaciones recientes, del tipo de la reseñada aquí,
aunque en sí mismas no fueron efectuadas como una continuación de los trabajos
anteriores sobre aprendizaje, aportan algunos datos de interés para elucidar la
cuestión.
Las consecuencias eventuales de estos estudios referidos a la invención y el
descubrimiento de un sujeto particularizado sobre la concepción del aprendizaje
podrían ser tres:
- nos acercan a un sujeto psicológico, que se pone de relieve a través de las
secuencias de acción, originales y personales, que se ejercen para resolver una
tarea concreta. No se trata ya del sujeto epistémico sino de un niño particular
- marcan la relevancia de cierto tipo de "errores" como indicadores de la
construcción de conocimientos.
Es el camino que debe recorrer el niño para resolver el problema, ya que
funcionan como generalizaciones abusivas que simplifi can los datos. Es en el
intento sistemático de aplicación de estas teorías erróneas, en interjuego con
los datos del problema, que el sujeto llegará a relativizarlas y podrá resolver
la tarea
● posibilidad de acceder a las teorías que el niño sustenta está dada mucho más
por la secuencia efectiva de sus acciones sobre el material que por sus
informaciones verbales. Esta perspectiva supone que no se exijan verbalizaciones
-de las que el sujeto no puede dar cuenta la mayoría de las veces- para certifi
car que se encuentra en posesión de un saber.
Conclusiones:
Desde el punto de vista de la reconstrucción histórica, podemos sintetizar las
relaciones entre psicología genética y aprendizaje teniendo en cuenta que los
estudios sobre este campo han dependido de las transformaciones de la teoría
psicogenética.
En el período en que era dominante la descripción de la secuencia de estructuras
y la discusión epistemológica con el empirismo, las cuestiones giraron alrededor
de la relación entre las estructuras de la acción y la lectura de la
experiencia... Sobre la pedagogía, el aporte fundamental fue la caracterización
de la acción transformadora como núcleo del conocimiento del sujeto que aprende.
La formulación de una teoría sobre cómo los esquemas de acción estructuran la
experiencia, permitió fundamentar la metodología de la escuela activa.
Cuando la teoría se propone dar cuenta del mecanismo formador del conocimiento,
los aspectos funcionales (equilibrio, desequilibrio, contradicción,
re-equilibrio, toma de conciencia, etc.) inciden sobre la formulación de las
experiencias de aprendizaje en situación de confl icto… Respecto al impacto
sobre la pedagogía, al precisar teórica y experimentalmente la calidad de la
actividad que hace el sujeto para reconstruir el saber, se supera la limitación
fundamental de esa corriente pedagógica: la ausencia de una teoría psicológica
que justifi que la actividad como propuesta didáctica. Y. también, las
consecuencias derivadas de aquella limitación: la actividad por la actividad
misma y la actividad entendida como pura manipulación.
Finalmente, las investigaciones sobre estrategias cognoscitivas -situadas dentro
de los estudios microgenéticos permiten captar los aspectos procedurales del
conocimiento que no son reductibles a las estructuras. Sin embargo, lejos de
contraponerse, los aspectos procedurales y los estructurales en cierto sentido
se podrían complementar. Puede afi rmarse que estos estudios están llamados a
infl uir sobre la teoría del aprendizaje, ya que enfatizan los aspectos
individuales (pues los procedimientos son originales de cada individuo) y la
creatividad (dado que se centran en el descubrimiento y la invención de
posibilidades de resolución) … Para la pedagogía, las innovaciones que provienen
de este período se refi eren al interjuego de los aspectos funcionales del
conocimiento de un sujeto y a la modalidad diferente que emplea el
experimentador para suscitar el aprendizaje.
Esta calidad de intervención podría tomarse como modelo de intervención
pedagógica: partir de los conocimientos que el sujeto posee; replantear la
secuencia clásica de presentación de problemas (de lo simple a lo complejo)
buscando generar confl ictos; tener como objetivo maximizar el desarrollo y no
la búsqueda del resultado, es decir, centrarse en el proceso del conocimiento;
aceptar las soluciones erróneas como válidas en tanto indicadoras de un avance
en la constitución cognoscitiva.
En suma, pareciera que la conclusión pedagógica acorde con la teoría
psicogenética— hasta donde ésta ha llegado—debiera ser la "maximización" del
desarrollo y no su aceleración.
Ferreiro, E. (1999) Vigencia de Jean Piaget. Cap. 7 “Psicogénesis y Educación”
El texto de Ferreiro es una defensa apasionada y, al mismo tiempo, una
advertencia contundente sobre cómo se ha interpretado (y malinterpretado) la
teoría de Piaget en el campo educativo. Su argumento central es que la
aplicación de la psicología genética a la educación ha estado plagada de
simplifi caciones y malas comprensiones que, en lugar de revolucionar las
prácticas pedagógicas, han servido para justifi car y mantener el statu quo del
sistema educativo. Para desarrollar esta idea, el texto se estructura en dos
partes principales: primero, una enumeración de los puntos clave de la teoría
que son indispensables para cualquier refl exión pedagógica, y segundo, una
crítica a las cuatro "grandes tentaciones" aplicacionistas que han conducido al
fracaso.
1. Puntos Clave de la Teoría Piagetiana (Que la Educación debe Comprender)
Antes de criticar las malas aplicaciones, Ferreiro establece los pilares de la
teoría para mostrar lo que se pierde en las versiones de "divulgación".
• El Propósito Epistemológico de Piaget: Ferreiro comienza por desmitifi car la
fi gura de Piaget, señalando que es un autor "fuera de serie", a menudo mal
comprendido porque escapa a las clasifi caciones tradicionales. Su interés
primordial no era la psicología infantil en sí misma, sino que esta era una
herramienta para responder a una pregunta epistemológica fundamental: ¿cómo se
pasa
de un estado de menor conocimiento a otro de mayor conocimiento?. Su objetivo
era rescatar la epistemología de la fi losofía especulativa y convertirla en una
ciencia con control experimental. Esta génesis es clave: la teoría no fue creada
como una pedagogía, y el propio Piaget distinguía claramente entre los hechos
que el psicólogo muestra y la tarea del pedagogo de ver cómo utilizarlos.
• Continuidad Funcional y Discontinuidad Estructural: El desarrollo cognitivo se
defi ne por una paradoja fundamental: hay una continuidad en los mecanismos (las
funciones) pero una discontinuidad en las formas de organización (las
estructuras).
◦ Los instrumentos de adquisición, llamados "invariantes funcionales", son
siempre los mismos a cualquier edad: la asimilación (incorporar objetos a los
esquemas previos del sujeto) y la acomodación (modifi car dichos esquemas en
función del objeto).
◦ Esta doble dinámica genera los grandes estadios del desarrollo, que son
reestructuraciones totales y relativamente estables del conocimiento, marcando
las discontinuidades.
• El Conocimiento como un Proceso Interactivo y Constructivo: Ferreiro enfatiza
que el conocimiento es un proceso de construcción activa.
◦ El sujeto no registra pasivamente la información, sino que la asimila a sus
esquemas, lo que signifi ca que siempre hay una parte que provee el objeto y
otra que provee el sujeto.
◦ Todo conocimiento se origina en la acción, entendida en un sentido amplio que
incluye desde la acción material hasta las interacciones sociales y las
operaciones internalizadas. La acción transforma tanto al objeto (conceptual, no
solo físicamente) como al sujeto (modifi cando sus esquemas).
◦ El motor del progreso cognitivo son los confl ictos o perturbaciones, es
decir, lo no-asimilable que presenta retos. Estos desequilibrios obligan al
sistema a reestructurarse para alcanzar un equilibrio superior, en un proceso de
construcción activa.
• Los Estadios NO son un Catálogo de Nociones: Ferreiro insiste en que los
grandes cambios en el desarrollo no se relacionan con un simple incremento de
información, sino con la posibilidad de operar con esa información. Un estadio
es un modo de organización global, una estructura de conjunto, y no una lista de
nociones que se adquieren cronológicamente. Reducir la teoría a un catálogo es
la base de las malas comprensiones pedagógicas.
2. Las "Cuatro Grandes Tentaciones" de la Aplicación Pedagógica
Con estos fundamentos en mente, Ferreiro describe y critica cuatro formas
erróneas, pero muy extendidas, en que se ha intentado "aplicar" la teoría de
Piaget a la educación.
1. Enseñar las "nociones piagetianas" como si fueran contenidos escolares.
◦ Esta fue, históricamente, la primera tentación, surgida en el contexto
norteamericano de los años 60 que buscaba "acelerar" el desarrollo.
◦ Consiste en tomar las tareas experimentales de Piaget (como las pruebas de
conservación) e
incluirlas en el currículum, enseñando a los niños a dar las respuestas
correctas. Por ejemplo, se enseña al niño a repetir la justifi cación "hay igual
porque no agregamos ni sacamos nada".
◦ Ferreiro denuncia que esto es el resultado de una mala comprensión profunda:
se confunde el resultado de la operación con la operación misma. Es una
interpretación conductista que acepta los descubrimientos de Piaget pero niega
la actividad estructurante del sujeto. Además, se confunde una excelente
situación experimental con una buena actividad didáctica.
2. Esperar a que aparezcan las operaciones por simple maduración.
◦ Esta postura, consciente de que las operaciones no se pueden "enseñar"
directamente, cae en el extremo opuesto: una actitud pasiva. Se confunde la edad
promedio de aparición de un estadio con una "madurez para el aprendizaje" y se
espera a que el niño "esté listo".
◦ La crítica de Ferreiro es doble: por un lado, se ignora que las edades son
relativas y que lo importante es el orden de sucesión, no la cronología; por
otro, se olvida que el progreso cognitivo no es un proceso madurativo tranquilo,
sino el resultado de múltiples confl ictos, desequilibrios y reestructuraciones.
Ignorar los procesos estructurantes conduce a una visión deformada del
desarrollo.
3. Utilizar la cronología de los estadios para defi nir el currículum.
◦ Esta tentación consiste en usar los descubrimientos sobre la edad promedio de
adquisición de una noción para decidir cuándo enseñarla. Por ejemplo, si la
conservación de la longitud aparece a cierta edad, se decide enseñar a medir en
ese momento.
◦ El error aquí es que se disocia el contenido del modo de acceso a dicho
contenido. Ferreiro cita la famosa frase de Piaget: "Todo aquello que se enseña
al niño, se impide que lo invente", no porque el niño deba reinventar la
historia de la ciencia, sino porque no hay apropiación de un conocimiento sin
comprender su modo de construcción, es decir, sin reconstruirlo activamente.
4. Tomar la teoría de Piaget como si fuera una pedagogía o un recetario.
◦ Esta es la tentación de aplicar directamente los hallazgos sin la mediación de
una investigación propiamente pedagógica. Ferreiro es tajante al respecto: la
teoría de Piaget no es una pedagogía y nunca pretendió serlo.
◦ Además, un sistema educativo responde a racionalidades que exceden lo
psicológico. Ferreiro da el ejemplo de los festejos patrios: aunque un niño de 6
años no pueda comprender la temporalidad histórica, nadie pediría anular dichos
festejos, porque responden a una lógica social y cultural que también es
constitutiva de la escuela.
Conclusión: Cambiar Apenas lo Necesario para que Nada Cambie
Ferreiro concluye que estas cuatro tentaciones se reducen a una sola: la ilusión
de que el sistema educativo puede permanecer igual, con solo algunos ajustes
"científi camente" fundamentados. Se apela a la autoridad de Piaget para dar un
barniz de cientifi cidad a viejas nociones como la "madurez", para validar
programas o para medir a los alumnos, pero sin cuestionar la estructura profunda
del
sistema.
Lo que Piaget propone, en cambio, es una revolución conceptual, tan difícil como
cualquier revolución, que redefi ne la noción misma de aprendizaje. Podemos
aceptarla o rechazarla, pero no minimizarla ni caricaturizarla. La vigencia de
su teoría, por tanto, no está en proveer recetas, sino en ofrecer un marco
conceptual revolucionario que obliga a repensar desde sus cimientos qué signifi
ca conocer y, por ende, qué signifi ca educar.
Resumen
Es normal que esta teoría suscite tanto interés entre los educadores, porque
Piaget se ocupa de la parte nuclear medular de los procesos de aprendizaje: los
procesos de adquisición de conocimientos.
Se trata de un autor que escapa a las clasifi caciones corrientes; no es un
autor más: es un
autor “fuera de serie”.
Veamos por qué:
[a] Es psicólogo, pero no le interesa la psicología en sí, sino como manera de
lograr una visión transformadora de la Epistemología. [b] Es biólogo, pero no le
interesa la biología en sí, sino como el intermediario necesario para comprender
la continuidad entre la adaptación biológica y la adaptación cognitiva. [c] Es
un psicólogo especializado en psicología infantil y, sin embargo, no le interesa
el niño en sí; estudia al niño para comprender el pensamiento adulto, pero no
cualquier pensamiento adulto, sino la versión más rigurosa de este pensamiento,
la que subyace a la práctica histórica de la ciencia. [d] Es, básica y
primordialmente, un epistemólogo. Pero la epistemología que él propone difi ere
tan radicalmente de las epistemologías corrientes, que los epistemólogos lo
rechazan, acusándolo de hacer psicologismo.
No respeta la manera consagrada de “hacer epistemología”: quiere rescatar la
epistemología del dominio de la fi losofía especulativa, y hacer de ella una
ciencia. No respeta la manera habitual de “hacer psicología” de los psicólogos
de su tiempo: crea nuevos métodos para responder a nuevas preguntas;
precisamente aquellas preguntas que le servirán para fundamentar una
epistemología.
Si la teoría de Piaget es, en general, mal comprendida, es en educación donde la
mala comprensión resulta más dramática, en virtud de sus consecuencias.
La aplicación de Piaget a la educación pasa, generalmente, por ciertas versiones
de “divulgación” de la teoría que reducen la psicogénesis a una secuencia
cronológica, y la noción de “estadio” a un catálogo de nociones… El investigador
en psicología genética trata de identifi car una secuencia evolutiva, pero no se
queda allí, sino que intenta incesantemente reconstituir los lazos de fi liación
entre los niveles que identifi ca. Y trata de hacerlo renunciando a la tentación
fácil de invocar una causalidad ad-hoc.
La naturaleza asimiladora —y no simplemente “registradora”— del conocimiento
entraña las siguientes consecuencias: el desarrollo cognitivo es un proceso
interactivo y constructivo. Al caracterizarlo como proceso interactivo, se lo
opone a los procesos madurativos y a los puramente exógenos.
Como los esquemas de asimilación se originan en la acción, la acción aparece
como el origen de todo conocimiento. El término acción no refi ere únicamente a
“acción material” (abierta o manifi esta). De la misma manera, el término
“objeto” no refi ere únicamente a objeto material. Según el tipo de objeto con
el que interactúe y según el nivel de desarrollo del sujeto, el término acción
puede remitir a interacciones sociales o a acciones internalizadas, tanto como a
acciones materiales individuales. Pero lo que importa señalar es que la acción
involucra una transformación del objeto y del sujeto.
Las modifi caciones en los esquemas cognitivos no son, pues, el resultado de una
“tendencia al cambio” o de una maduración endógena, sino el resultado de la
interacción con el mundo. Es lo no-asimilable (perturbaciones) lo que presenta
retos cognitivos.
El progreso cognitivo es, pues, constructivo en el sentido fuerte del término:
hay re- organizaciones parciales que obligan, en ciertos momentos, a
re-estructuraciones totales (una reorganización completa de los esquemas
cognitivos). Esas nuevas estructuras son relativamente estables, dentro de
ciertos dominios y por cierto tiempo, hasta que nuevas crisis cognitivas
obliguen a una nueva reestructuración… Uno de los grandes descubrimientos
piagetianos fue el poner de: manifi esto que el crecimiento intelectual no
consiste en una adición de conocimientos sino en grandes periodos de re-
estructuración y, en muchos casos, re-estructuración de la mismas informaciones
anteriores, que cambian de naturaleza al entrar en un nuevo sistema de
relaciones… Los grandes cambios en el desarrollo no se relacionan, entonces, con
incrementos de información, sino con las posibilidades de procesar, de operar
con la información.
Nada, en esta perspectiva, permite pues caracterizar a los estadios como un
catálogo de nociones. Pero es precisamente a partir de cierta noción simplista
de los estadios que aparecieron los primeros intentos de aplicación pedagógica
de la teoría de Piaget.
Cuatro grandes tentaciones de aplicacionismo (parodiando el título de un
artículo de F. Smith [1973], diría:
“Cuatro maneras fáciles de hacer imposible la aplicación de la teoría de Piaget
a la educación”:
1. Pretender enseñar las nociones de conservación como si fueran otros tantos
contenidos escolares ligado al propósito de aceleración del desarrollo lo que se
enseña son las respuestas que sirven de indicadores de la existencia de la
noción, confundiendo así el resultado de la operación con la operación misma.
2. En otros casos, conscientes de que las operaciones como tales no pueden ser
enseñadas, concluyen que sólo cabe esperar hasta que aparezcan. Y, como Piaget
señala la edad de 6-7 años como el comienzo del estadio llamado de las
“operaciones concretas”, el acceso a este nivel correspondería entonces a la mal
defi nida noción de “madurez para el aprendizaje”. Si bien se reconoce la
realidad de la actividad estructurante del sujeto, se ignora, por un lado, la
relatividad de las edades de acceso a los distintos estadios y, por otro, las
difi cultades inherentes a la propia reestructuración.
3. Consultar los libros de Piaget para saber en qué año escolar hay que poner
tal o cual contenido. No solamente aquí se confunden, una vez más, la
originalidad de los estadios con la banalidad de las edades promedio, sino que
se disocia el contenido del modo de acceso a dicho contenido.
4. Piaget gustaba repetir: “Todo aquello que se enseña al niño, se impide que lo
invente”. No hay manera de apropiarse de un conocimiento sin comprender su modo
de construcción, es decir, sin re-construirlo.
Tomar la teoría de Piaget como si fuera una pedagogía, peor aún, como si fuera
un conjunto de recetas inmediatamente aplicables. Cita a Piaget “pienso que el
rol del psicólogo es, antes que nada, mostrar los hechos que el pedagogo puede
utilizar, y no ponerse en su lugar para darle consejos. Corresponde al pedagogo
ver cómo puede utilizar lo que el psicólogo le ofrece”.
No solamente la teoría de Piaget no es una pedagogía (y nunca pretendió sedo)
sino que, personalmente, considero un abuso de lenguaje el hablar de “educación
piagetiana”: Piaget no intentó crear ningún sistema educativo; un sistema
educativo es un producto social y, como tal, responde a una serie de
racionalidades y de solicitaciones que sobrepasan en mucho el dominio de lo
psicológico.
Bendersky, B. (2004) “Perspectiva psicogenética: revisiones de algunos conceptos
básicos"
Piaget se dedicó al estudio del conocimiento, planteándose una pregunta
susceptible de verifi cación experimental. A diferencias de posturas fi losófi
cas como el empirismo y el racionalismo, su propósito no es defi nirlo sino
explicar los mecanismos de su construcción: ¿Cómo se pasa de un estado de menor
conocimiento a uno de mayor conocimiento?
Para abordar su objeto de estudio construye una epistemología científi ca y
utiliza cuatro métodos complementarios: el análisis directo (estado del
conocimiento y condiciones en juego), el análisis formalizante (estructura del
conocimiento), el método histórico- crítico (historia de la ciencia), y el
método psicogenético (caracterización de los distintos niveles de conocimiento
en el sujeto y de los mecanismos en juego). Por este último, recurre a la
psicología que le permite la verifi cación experimental.
La psicología genética surge como sustento empírico, pero cobra importancia en
el marco de las investigaciones y se transforma en una disciplina con objeto de
estudio propio: la construcción del conocimiento en el sujeto, y con un método
propio de indagación: el método clínico crítico. Este método le permite a Piaget
indagar procesos, en lugar de la respuesta. -cómo el sujeto justicia y
sostiene/o no su respuesta.
Teoría genética por al importancia que le daba a la génesis del conocimiento.
En su pregunta original se evidencia la idea de proceso y de complejización
creciente. Desde el comienzo, Piaget afi rmó que el conocimiento no es un estado
(como creían en las corrientes fi losófi cas mencionadas); se construye en un
largo y complejo proceso, a partir de diversos mecanismos descritos y explicados
por la teoría.
La construcción del conocimiento
Para la teoría psicogenética, el conocimiento se construye en un proceso de
interacción. Sujeto y objeto se construyen mutuamente a partir de la interacción
dialéctica que surge entre ambos. No hay
sujeto sin objeto ni viceversa. El autor plantea que el conocimiento no es
innato, el sujeto nace con ciertas posibilidades que van a desarrollarse o no
según distinto factores. El sujeto l nace con ciertas condiciones,
fundamentalmente biológicas, que le permitirán desarrollar o no ciertos
conocimientos en función de las experiencias que atraviese. La acción como
constitutiva del conocimiento.
Se habla de sujeto epistémico, que conoce, y de objeto de conocimiento.
Los esquemas de acción son los marcos a partir de los cuales el sujeto conoce y
signifi ca el objeto. Estos esquemas de acción van coordinando entre sí y
diferenciándose, para permitirle un conocimiento más objetivo del objeto.
Simultáneamente, los esquemas van cobrando complejidad a partir de las
exigencias del objeto. Así, los primeros esquemas refl ejos se transforman en
esquemas de acción prácticos o materiales, después en esquemas de acción
interiorizados y, por último, en esquemas de acción interiorizados y
reversibles.
Conocer un objeto implica incorporarlo a esquemas de acción, lo cual equivale a
plantear que todo conocimiento supone una asimilación, una otorgación de signifi
cado al objeto. La asimilación es siempre deformante, “deforma” el objeto en
función de las posibilidades que otorgan los esquemas e implica la modifi cación
del Objeto en función de los esquemas de acción disponibles (ej. un objeto x se
vuelve chupable para un bebé dado que el esquema de acción que permite conocerlo
el de succión). Luego, se da la acomodación, proceso complementario de la
asimilación que supone la modifi cación de los esquemas de acción del sujeto en
función de los requerimientos del objeto. Cuando el sujeto asimila un objeto y
lo modifi ca según sus posibilidades, es decir, según los esquemas de acción que
se pongan en juego, simultáneamente modifi ca sus esquemas para poder incorporar
el objeto. Son procesos complementarios que permiten la continuidad funcional
entre el nivel biológico y el psicológico (puede haber predominio de uno sobre
otro). El interjuego entre asimilación y acomodación da como resultado la
adaptación (Piaget defi ne la inteligencia como adaptación al medio), postulado
indisociable del de organización, proceso que permite una coherencia interna y
cierta sistematización.
Adaptación y organización son las llamadas invariantes funcionales, inseparables
ya que no varían a lo largo del desarrollo cognitivo, se mantienen constantes.
Los esquemas de acción no son aislados, se coordinan y diferencian según reglas
de composición interna. Esta aclaración nos remite al concepto de estructura. La
estructura es una totalidad organizada de esquemas que respetan ciertas leyes.
“En una palabra, una estructura comprende, de este modo, los tres caracteres de
totalidad, transformaciones y autorregulación”. Las estructuras, a medida que se
complejizan, no desaparecen, pero tampoco se mantienen como tales. Se conservan
integrándose a las siguientes, superándose… La autorregulación permite entonces
la conservación de la estructura, lo cual no impide que la estructura en
cuestión pueda transformarse en subestructura de una estructura mayor y
enriquecerla.
En síntesis, una estructura es una organización particular de esquemas que
caracteriza a un momento del desarrollo cognitivo. Estos momentos forman parte
de la génesis, del proceso de construcción de conocimiento.
Piaget defi ne este concepto como el sistema de transformaciones que permite el
pasaje de un estado
de conocimiento a otro más estable. Para Piaget, hablar de génesis es hablar de
desarrollo. El proceso de construcción del conocimiento no puede explicarse sin
el proceso de equilibración, último responsable de esa construcción, ya que, sin
desequilibrio, el sistema no se vería obligado a modifi carse.
Encontrándose una estructura en un momentáneo estado de equilibrio, se presenta
una perturbación, es decir, un objeto o situación que no puede ser fácilmente
asimilable por los esquemas del sujeto, y provoca un desequilibrio. El sistema
intentará, mediante mecanismos de regulación, compensar, lo que le permitiría
restableciendo el equilibrio perdido para lograr así lo que se denomina una
equilibración simple, o bien reequilibrando la estructura logrando un equilibrio
más complejo, es decir, una equilibración mayorante. Para Piaget, tarde o
temprano, toda equilibración será mayorante, de otro modo se detendría, el
proceso de construcción del conocimiento. Perturbaciones como motor de la
construcción de conocimiento.
Cuando Piaget afi rma que sujeto y objeto se construyen en interacción, no
considera al objeto solo, aislado del mundo. Contrariamente a esto, plantea la
existencia de un objeto contextuado, un objeto que se le presenta al sujeto en
un contexto que le confi ere una signifi cación particular.
Cuatro son los factores del desarrollo mental que Piaget plantea: maduración
biológica; experiencia física y lógico-matemática sobre los objetos; transmisión
social; y equilibración. Todos estos factores contribuyen a la construcción
cognitiva, son complementarios entre sí… Cabe destacar también que los aspectos
cognitivos son indisociables de los aspectos sociales y afectivos.
El desarrollo cognitivo es un proceso temporal, planteado por Piaget como una
serie de etapas que se suceden unas a otras en un orden de sucesión invariante y
de complejidad creciente. Se trata de cuatro estadios, cada uno defi nido por
una organización particular: el estadio sensoriomotor caracterizado por la
acción práctica; el preoperatorio en el que se comienza con la representación,
la acción se interioriza y surge el pensamiento; el estadio operatorio concreto
en el que las acciones interiorizadas se vuelve reversibles y se transforman en
operaciones; y el operatorio formal en el que se complejiza la capacidad de
reversibilidad y se combinan diversas operaciones permitiendo el conocimiento
hipotético-deductivo.
Relación con el aprendizaje
Es necesario explicitar que el proceso de desarrollo, en el marco de esta
teoría, es independiente del aprendizaje; incluso puede plantearse que “los
procesos de desarrollo son condición previa para la realización de un
aprendizaje, pero no son alterados por él”.
La investigación psicológica no debería transferirse directamente a la práctica.
Los problemas que plantea la educación no pueden responderse mediante una
perspectiva psicológica ni desde una sola disciplina aislada.
Piaget (1969)1 señaló que:
La pedagogía experimental sólo se ocupa del desarrollo y los resultados de
procesos propiamente pedagógicos, lo que no signifi ca que la psicología no
constituya una referencia necesaria, pero sí que
los problemas planteados son otros y conciernen menos a los caracteres generales
y espontáneos del niño y de su inteligencia que a su modifi cación por el
proceso en cuestión. [...] De aquí resulta que los progresos de la pedagogía
experimental, en tanto ciencia independiente por su objeto, están ligados, como
en todas las ciencias, a investigaciones interdisciplinarias.
Pese a las advertencias y como si se tratara de una pedagogía, se intentó
aplicar conceptos de la teoría piagetiana directamente al aula, desvirtuando
tanto a la teoría como a la especifi cidad, del campo educativo. Situarse más
allá del aplicacionismo signifi ca no sólo reconocer que éste ha desvirtuado a
la psicología genética al despojarla de su inspiración epistemológica, signifi
ca también sostener que es precisamente a causa de esta inspiración que la
psicología genética es tan importante para la didáctica, porque las
preocupaciones didácticas están muy cerca de las preocupaciones epistemológicas
(Lerner, D. en Castorina, J.A., 2001)2.
Puede aceptarse la importancia de la teoría psicogenética para la educación.
sostener en el ámbito educativo que el conocimiento es un proceso gradual de
construcción o aceptar la existencia de errores “constructivos”,así como
reconocer la importancia de un confl icto cognitivo en el avance del
conocimiento, resulta pertinente en este marco.
SEMANA 5- UNIDAD 2:
· Vigotsky, L., : "El desarrollo de los procesos psicológicos superiores"
· VYGOTSKI, L. (1996). “El problema de la edad y la dinámica del desarrollo” PP
256-273
· Rogoff, B., : "Aprendices del pensamiento. El desarrollo cognitivo en el
contexto social"
Vigotsky, L.: "El desarrollo de los procesos psicológicos superiores”
Cap. 4 Internalización de las funciones psicológicas superiores
El análisis de los procesos que subyacen a la creación de signos (señalización)
señala que se trata de una situación en la que se ha formado una conexión
temporal condicionada (refl ejo condicionado – Pávlov). No obstante, si deseamos
comprender los mecanismos esenciales de lo que está sucediendo, nos vemos
obligados a tomar en consideración, no sólo el condicionamiento sino también al
sujeto… Este rasgo distingue las formas superiores de conducta de las
inferiores.
La creación y utilización de signos como método auxiliar para resolver un
problema psicológico determinado (recordar, comparar algo, relatar cosas,
elegir, etc.) es un proceso análogo a la creación y utilización de instrumentos
en lo que al aspecto psicológico se refi ere… El signo actúa como un instrumento
de actividad psicológica.
Apoyándose en el signifi cado fi gurativo del término, muchos psicólogos han
utilizado la palabra «herramienta» para referirse a la función indirecta de un
objeto, como medio para realizar una actividad.
Lo que nosotros pretendemos es comprender el papel conductual del signo en toda
su unicidad. Este objetivo ha motivado nuestros estudios empíricos sobre el modo
en que están unidos el uso del signo y
la herramienta, que en el desarrollo cultural del niño están separados… la
analogía básica entre signo y herramienta descansa en la función mediadora que
caracteriza a ambas. Por ello, pueden ser incluidas, desde la perspectiva
psicológica, bajo una misma categoría… en ninguna circunstancia, pueden
considerarse isomórfi cos respecto de las funciones que realizan, así como
tampoco son susceptibles de agotar totalmente el concepto de actividad inmediata
dado que la actividad cognoscitiva no está limitada al uso de las herramientas o
de los signos.
Una diferencia esencial entre signo y herramienta, y la base para la divergencia
real de ambas líneas, son los distintos modos en que orientan la actividad
humana. La función de la herramienta no es otra que la de servir de conductor de
la infl uencia humana en el objeto de la actividad; se halla externamente
orientada y debe acarrear cambios en los objetos. Es un medio a través del cual
la actividad humana externa aspira a dominar y triunfar sobre la naturaleza. Por
otro lado, el signo no cambia absolutamente nada en el objeto de una operación
psicológica. Así pues, se trata de un medio de actividad interna que aspira a
dominarse a sí mismo; el signo, por consiguiente, está internamente orientado.
Sobre el vínculo psicológico real que hay entre signo y herramienta, puede
hablarse de su desarrollo a nivel de la ontogénesis y fi logénesis. El dominio
de la naturaleza y el de la conducta están sumamente relacionados, puesto que la
alteración de la naturaleza por parte del hombre altera, a su vez, la propia
naturaleza del hombre.
Así como la primera utilización de las herramientas rechaza la noción de que el
desarrollo representa el simple despliegue del sistema de actividad
orgánicamente predeterminado del niño, la primera utilización de los signos
demuestra que no puede haber un único sistema de actividad interno orgánicamente
predeterminado para cada función psicológica. El uso de medios artifi ciales, la
transición a la actividad mediata cambia fundamentalmente todas las funciones
psicológicas, al tiempo que el uso de herramientas ensancha de modo ilimitado la
serie de actividades dentro de las que operan las nuevas funciones psicológicas.
En este contexto, podemos emplear el término de función psicológica superior, o
conducta superior, al referimos a la combinación de herramienta y signo en la
actividad psicológica.
Hasta ahora se han descrito varias fases de las operaciones que requieren el uso
de signos. En la fase inicial, resulta de suma importancia para el esfuerzo del
niño la confi anza en los signos externos. Sin embargo, a lo largo del
desarrollo de estas operaciones se producen cambios radicales: la operación
entera de actividad mediata (por ejemplo, el acto de memorizar) empieza a
asentarse como un proceso duramente interno… En los niveles superiores parece
haber abandonado toda confi anza en los signos. No obstante, esta apariencia no
es más que ilusoria. El desarrollo, como suele ocurrir, avanza, no en círculo,
sino en espiral, atravesando siempre el mismo punto en cada revolución, mientras
avanza hacia un estadio superior.
Llamamos internalización a la reconstrucción interna de una operación externa…
Ejemplo: cuando el niño es capaz de relacionar su fallido movimiento de agarrar
con la situación objetiva con un todo, comienza a interpretar dicho movimiento
como acto de señalar… se produce un cambio en esta función del movimiento: de un
movimiento orientado hacia un objeto se convierte en un movimiento dirigido a
otra persona, en un medio de establecer relaciones… el movimiento de asir se
transforma en el acto de señalar… el movimiento mismo queda físicamente simplifi
cado, y lo que de él resulta es la forma de señalar que denominamos gesto. Se
convierte en un verdadero gesto sólo después de manifestar objetivamente todas
las funciones de señalar para otros y de ser comprendido por los demás como tal.
Su signifi cado y funciones se crean, al principio, por una situación objetiva y
luego por la gente que rodea al niño.
Tal como se deduce de la descripción del acto de señalar, realizada más arriba,
el proceso de internalización consiste en una serie de transformaciones:
A. Una operación que inicialmente representa una actividad externa se
reconstruye y comienza a suceder internamente.
B. Un proceso interpersonal queda transformado en otro intrapersonal. En el
desarrollo cultural del niño, toda función aparece dos veces: primero, a nivel
social, y más tarde, a nivel individual; primero entre personas
(interpsicológica), y después, en el interior del propio niño
(intrapsicológica). Todas las funciones superiores se originan como relaciones
entre seres humanos.
C. La transformación de un proceso interpersonal en un proceso intrapersonal es
el resultado de una prolongada serie de sucesos evolutivos. El proceso, aun
siendo transformado, continúa existiendo y cambia como una forma externa de
actividad durante cierto tiempo antes de internalizarse defi nitivamente. Para
muchas funciones, el estadio de signos externos dura indefi nidamente, es decir,
es su estadio fi nal de desarrollo. En cambio, otras funciones se desarrollan
mucho más y se convierten gradualmente en funciones internas. No obstante, sólo
adquieren el carácter de procesos internos como resultado fi nal de un
desarrollo prolongado. Su internalización está vinculada a cambios en las leyes
que rigen su actividad y se incorporan en un nuevo sistema con sus propias
leyes.
La internalización de las formas culturales de conducta implica la
reconstrucción de la actividad psicológica en base a las operaciones con signos.
Los procesos psicológicos, tal como aparecen en los animales, dejan de existir;
se incorporan a este sistema de conducta y se desarrollan y reconstruyen
culturalmente para formar una nueva entidad psicológica. El uso de signos
externos se reconstruye también radicalmente. Los cambios evolutivos en las
operaciones con signos son semejantes a aquellos que se producen en el lenguaje.
Los aspectos del lenguaje externo o comunicativo, así como los del lenguaje
egocéntrico, se «internalizan» para convertirse en la base del lenguaje interno.
La internalización de las actividades socialmente arraigadas e históricamente
desarrolladas es el rasgo distintivo de la psicología humana, la base del salto
cualitativo de la psicología animal a la humana.
Cap. 6 Interacción entre aprendizaje y desarrollo
Los problemas con los que nos encontramos en el análisis psicológico de la
enseñanza no pueden resolverse de modo correcto, ni siquiera formularse, sin
situar la relación de aprendizaje y desarrollo en niños de edad escolar.
Todas las concepciones corrientes de la relación entre desarrollo y aprendizaje
en los niños pueden
reducirse esencialmente a tres posiciones teóricas importantes.
La primera de ellas se centra en la suposición de que los procesos del
desarrollo del niño son independientes del aprendizaje (ej. Piaget). Los
clásicos de la literatura psicológica, como son las obras de Binet y otros,
presuponen que el desarrollo es siempre un requisito previo para el aprendizaje
y que si las funciones mentales (operaciones intelectuales) de un niño no han
madurado lo sufi cientemente como para poder aprender un tema determinado, toda
instrucción resultará inútil… Puesto que esta aproximación se basa en la premisa
de que el aprendizaje va siempre a remolque del desarrollo, y que el desarrollo
avanza más rápido que el aprendizaje, se excluye la noción de que el aprendizaje
pueda desempeñar un papel en el curso del desarrollo o maduración de aquellas
funciones activadas a lo largo del aprendizaje. El desarrollo o maduración se
considera como una condición previa del aprendizaje, pero nunca como un
resultado de este. Para resumir esta posición: el aprendizaje constituye una
superestructura por encima del desarrollo, dejando a este último esencialmente
inalterado… Los teóricos que sostienen el primer punto de vista aseguran que los
ciclos evolutivos preceden a los ciclos de aprendizaje; que la maduración
precede al aprendizaje y que la instrucción debe ir a remolque del crecimiento
mental.
La segunda posición teórica más importante es que el aprendizaje es desarrollo.
Esta identidad es la esencia de un grupo de teorías de muy diverso origen… Una
de ellas se basa en el concepto del refl ejo: el desarrollo se considera como el
dominio de los refl ejos condicionados; esto es, el proceso de aprendizaje está
completa e inseparablemente unido al proceso de desarrollo. Dicha noción fue
elaborada por James, quien redujo el proceso de aprendizaje a la formación de
hábitos, identifi cándolo con el desarrollo… Al igual que Piaget, concibe el
desarrollo como la elaboración y sustitución de las respuestas innatas. El
desarrollo se reduce básicamente a la acumulación de todas las respuestas
posibles. Cualquier respuesta adquirida se considera o bien un sustituto o una
forma más compleja de la respuesta innata… Por su parte, los teóricos del
segundo grupo postulan que ambos procesos se dan simultáneamente; el aprendizaje
y el desarrollo coinciden en todos los puntos, del mismo modo que dos fi guras
geométricas idénticas coinciden cuando se superponen.
La tercera posición teórica respecto a la relación entre aprendizaje y
desarrollo trata de anular los extremos de las anteriores afi rmaciones
combinándolos entre sí. Un ejemplo claro de dicha aproximación es la teoría de
Koffka, según la cual el desarrollo se basa en dos procesos inherentemente
distintos pero relacionados entre sí, que se infl uyen mutuamente. Por un lado,
está la maduración que depende directamente del desarrollo del sistema nervioso;
por el otro, el aprendizaje que, a su vez, es también un proceso evolutivo… es
nueva la idea de que los dos procesos que constituyen el desarrollo sean
mutuamente dependientes e interactivos… Resulta sumamente claro que para Koffka
el proceso de maduración prepara y posibilita un proceso específi co de
aprendizaje.
El proceso de aprendizaje estimula y hace avanzar al proceso de maduración. El
punto nuevo, y más importante, de la última teoría es el extenso papel que ésta
atribuye al aprendizaje en el desarrollo del niño. El énfasis puesto sobre este
punto nos remite directamente a un viejo problema pedagógico, el de la
disciplina formal y el problema de la transferencia.
Según Thorndike, los teóricos de la psicología y la educación están convencidos
de que la adquisición de una respuesta determinada mejora cualquier capacidad en
la misma medida. Los profesores pensaban y actuaban apoyándose en la teoría que
postula que la mente es un conjunto de capacidades—de observación, atención,
memoria, pensamiento, etc.— y que cualquier mejora en una capacidad concreta
desemboca en una mejora general de todas las posibilidades. De acuerdo con esta
teoría, si el alumno aumenta su atención por la gramática latina, incrementará
su capacidad de concentrar la atención en cualquier tarea… capacidades básicas
se modifi can sustancialmente estudiando aspectos determinados y conservan
dichas modifi caciones cuando se dirigen hacia otras áreas… Se supone que la
capacidad mental funciona independientemente del material con el que opera, y
qué el desarrollo de una habilidad acarrea el desarrollo de otras.
Thorndike se opuso a este punto de vista. A través de una serie de estudios
demostró que determinadas formas de actividad como el deletrear, dependen del
dominio de determinadas habilidades necesarias para la realización de una tarea
específi ca… Esta investigación muestra que la mente no es una red compleja de
aptitudes generales como la observación, la atención, la memoria, el
razonamiento, etc., sino un conjunto de capacidades específi cas independientes,
en cierta medida, las unas de las otras y cuyos desarrollos son también
autónomos. El aprendizaje es más que la adquisición de la capacidad de pensar;
es la adquisición de numerosas aptitudes específi cas para pensar en una serie
de cosas distintas.
Todo ello conduce a la conclusión de que, debido a que toda actividad depende
del material con el que opera, el desarrollo del conocimiento es, a su vez, el
desarrollo de un conjunto de capacidades independientes y particulares o de un
conjunto de hábitos particulares. La mejora de una función del conocimiento o de
un aspecto de su actividad puede afectar al desarrollo de otra únicamente en la
medida en que existan elementos comunes a ambas funciones o actividades.
Teóricos evolucionistas como Koffka y la escuela de la Gestalt —que sostienen la
tercera posición señalada anteriormente—se oponen al punto de vista de
Thorndike. Éstos postulan que la infl uencia del aprendizaje nunca es específi
ca. A partir de sus estudios de los principios estructurales, sostienen que el
proceso de aprendizaje no puede reducirse simplemente a la formación de
aptitudes, sino que encierra una disposición intelectual que posibilita la
transferencia de los principios generales descubiertos al resolver una tarea a
una serie de distintas tareas. Desde este punto de vista, el pequeño, al
aprender una determinada operación, adquiere la habilidad de crear estructuras
de un cierto tipo, sin reparar en los diversos materiales con los que está
trabajando y sin tener en cuenta los elementos implicados en ello.
Koffka no concibe el aprendizaje como algo limitado a un proceso de adquisición
de hábitos y destrezas. La relación que éste propone entre el aprendizaje y el
desarrollo no es la de una identidad, sino la de una relación mucho más
compleja. Según Thorndike, el aprendizaje y el desarrollo coinciden en todos los
puntos, pero para Koffka el desarrollo 'es siempre mucho más amplio que el
aprendizaje.
Zona de desarrollo próximo: Aunque rechacemos las tres posiciones teóricas
discutidas, su análisis nos lleva a una visión más exacta entre aprendizaje y
desarrollo.
Este aprendizaje infantil que empieza mucho antes de que el niño llegue a la
escuela, es el punto de
partida de este debate. Todo tipo de aprendizaje que el niño encuentra en la
escuela tiene siempre una historia previa… El aprendizaje y el desarrollo están
interrelacionados desde los primeros días de vida del niño.
El error en el que incurre Kafka consiste en que, al observar la similitud entre
el aprendizaje preescolar y el aprendizaje escolar, no logra vislumbrar la
diferencia existente entre ambos procesos, no es capaz de verlos elementos
específi camente nuevos que introduce este último en el desarrollo del pequeño.
El autor distingue que en el primer caso se da un aprendizaje sistemático y en
el segundo no, sin embargo, no todo termina en la “sistematicidad”.
Un hecho de todos conocido y empíricamente establecido es que el aprendizaje
debería equipararse, en cierto modo, al nivel evolutivo del niño… Sin embargo,
recientemente se ha dirigido la atención al hecho de que no podemos limitamos
simplemente a determinar los niveles evolutivos si queremos descubrir las
relaciones reales del proceso evolutivo con las aptitudes de aprendizaje… El
estado del desarrollo mental de un niño puede determinarse únicamente si se
lleva a cabo una clarifi cación de sus dos niveles:
- el nivel real de desarrollo y
- la zona de desarrollo próximo
El primero de ellos podría denominarse nivel evolutivo real, es decir, el nivel
de desarrollo de las funciones mentales de un niño, establecido como resultado
de ciertos ciclos evolutivos llevados a cabo. Cuando por primera vez se demostró
que la capacidad de los niños de idéntico nivel de desarrollo mental para
aprender bajo la guía de un maestro variaba en gran medida, se hizo evidente que
ambos niños no poseían la misma edad mental y que, evidentemente, el
subsiguiente curso de su aprendizaje sería distinto. Esta diferencia entre doce
y ocho, o nueve y ocho, es lo que denominamos la zona de desarrollo próximo. No
es otra cosa que la distancia entre el nivel real de desarrollo, determinado por
la capacidad de resolver independientemente un problema, y el nivel de
desarrollo potencial, determinado a través de la resolución de un problema bajo
la guía de un adulto o en colaboración con otro compañero más capaz.
Si el nivel de desarrollo real del niño defi ne funciones que ya han madurado,
es decir, los productos fi nales del desarrollo, entonces, ¿qué es lo que defi
ne la zona de desarrollo próximo, determinada por los problemas que los niños no
pueden resolver por sí solos, sino únicamente con la ayuda de alguien? Dicha
zona defi ne aquellas funciones que todavía no han madurado, pero que se hallan
en proceso de maduración, funciones que en un mañana próximo alcanzarán su
madurez y que ahora se encuentran en estado embrionario.
El nivel de desarrollo real caracteriza el desarrollo mental retrospectivamente,
mientras que la zona de desarrollo próximo caracteriza el desarrollo mental
prospectivamente.
La zona de desarrollo próximo proporciona a los psicólogos y educadores un
instrumento mediante el cual pueden comprender el curso interno del desarrollo.
Utilizando este método podemos tomar en consideración no sólo los ciclos y
procesos de maduración que ya se han completado, sino también aquellos que se
hallan en estado de formación, que están comenzando a madurar y a desarrollarse.
Así
pues, la zona de desarrollo próximo nos permite trazar el futuro inmediato del
niño, así como su estado evolutivo dinámico, señalando no sólo o que ya ha sido
completado evolutivamente, sino también aquello que está en curso de maduración.
Una total comprensión del concepto de la zona de desarrollo próximo debe
desembocar en una nueva evaluación del papel de la imitación en el aprendizaje.
Un principio inamovible de la psicología clásica es que únicamente la actividad
independiente de los niños, no su actividad imitativa, indica su nivel de
desarrollo mental… Al evaluar el desarrollo mental, sólo se toman en
consideración aquellas soluciones que el niño alcanza sin la ayuda de nadie, sin
demostraciones ni pistas. Tanto la imitación como el aprendizaje se consideran
como procesos puramente mecánicos. No obstante, los psicólogos más recientes han
demostrado que una persona puede imitar solamente aquello que está presente en
el interior de su nivel evolutivo. Así, por ejemplo, si un niño tiene difi
cultades con un problema de aritmética y el profesor lo resuelve en la pizarra,
el pequeño podrá captar la solución rápidamente. Pero si el profesor resolviera
un problema de matemática avanzada el niño nunca podría comprenderlo por mucho
que tratara de imitarlo.
Los niños pueden imitar una serie de acciones que superan con creces el límite
de sus propias capacidades. A través de la imitación, son capaces de realizar
más tareas en colectividad o bajo la guía de los adultos… Este punto exige una
alteración radical de toda la doctrina concerniente a la relación entre el
desarrollo y el aprendizaje en los niños…
En un principio se creía que, mediante el uso de los test, podía determinarse el
nivel de desarrollo mental, que la educación debía tener presente en todo
momento y cuyos límites no podía exceder. Este procedimiento orientaba el
aprendizaje hacia el desarrollo pasado, hacia los estadios evolutivos ya
completados. El error de esta noción se descubrió antes en la práctica que en la
teoría… Este tipo de enseñanza no aspira a un nuevo estadio en el proceso
evolutivo, sino que más bien va a remolque de dicho proceso. Así pues, la noción
de una zona de desarrollo próximo nos ayuda a presentar una nueva fórmula, a
saber, que el “buen aprendizaje” es sólo aquel que precede al desarrollo.
Nosotros postulamos que lo que crea la zona de desarrollo próximo es un rasgo
esencial de Aprendizaje, es decir, el aprendizaje despierta una serie de
procesos evolutivos internos capaces de operar sólo cuando el niño está en
interacción con las personas de su entorno y en cooperación con algún semejante.
Una vez se han internalizado estos procesos, se convierten en parte de los
logros evolutivos independientes del niño.
Desde este punto de vista, aprendizaje no equivale a desarrollo, no obstante, el
aprendizaje organizado se convierte en desarrollo mental y pone en marcha una
serie de procesos evolutivos que no podrían darse nunca al margen del
aprendizaje. Sí pues, el aprendizaje es un aspecto universal y necesario del
proceso de desarrollo culturalmente organizado y específi camente humano de las
funciones psicológicas.
El problema de la edad y la dinámica del desarrollo (Vygotski, 1996)
En este fragmento, Vygotski aborda cómo pensar el desarrollo infantil en
relación con la edad. Comienza diferenciando el sentido común de la edad —un
número cronológico— del concepto científi co: cada edad debe entenderse como un
sistema estructural de funciones psíquicas en un
momento dado.
Un aspecto que subraya es que el desarrollo no sigue una línea recta ni
acumulativa, sino que alterna entre períodos estables y crisis. Los períodos
estables son aquellos en los que las funciones se consolidan, mientras que las
crisis son momentos de reestructuración brusca, donde aparecen nuevas
formaciones psicológicas. Por ejemplo, la crisis de los tres años se manifi esta
en conductas de oposición, pero al mismo tiempo inaugura una forma inicial de
autonomía; la crisis de la adolescencia reorganiza profundamente la
personalidad. Estas crisis no son fallas, sino motores del desarrollo.
Otro núcleo del texto es la zona de desarrollo próximo (ZDP). Vygotski plantea
que el nivel de desarrollo real, medido por lo que el niño puede hacer solo, no
es sufi ciente para captar su estado evolutivo. El nivel potencial, que se
revela cuando trabaja con ayuda de un adulto o un par más capaz, muestra hacia
dónde puede avanzar. La ZDP es esa distancia, y allí radica el verdadero objeto
de la enseñanza. Pone ejemplos de tareas que los niños no resuelven solos, pero
sí con guía, lo cual demuestra que sus capacidades futuras están en germen.
El autor critica las pruebas psicométricas que reducen la edad mental a un
puntaje. Señala que esas mediciones no permiten ver la dinámica del desarrollo,
porque se limitan a constatar logros ya consolidados. La verdadera medida está
en el proceso de cambio y en la dirección en que se mueve el niño, más que en el
estado alcanzado.
Finalmente, resalta que la edad es una unidad compleja en la que confl uyen lo
biológico, lo social y lo cultural. No se trata de una suma de factores, sino de
una estructura en la que las funciones se relacionan de manera particular en
cada etapa. Por eso, para estudiar la edad hay que analizar cómo se organizan
esas funciones en el contexto de las condiciones sociales de vida del niño.
Baquero: La zona de desarrollo próximo y el análisis de las prácticas
educativas. Vigotsky y el aprendizaje escolar Cap. 5
Este texto de Baquero profundiza en la teoría de Lev Vygotsky, centrándose
especialmente en la Zona de Desarrollo Próximo (ZDP) y su aplicación en el
análisis de las prácticas educativas.
● La Zona de Desarrollo Próximo (ZDP): Originalmente, Vygotsky formuló la ZDP
para referirse a la distancia entre el nivel de desarrollo actual de un sujeto
(lo que puede hacer de forma autónoma) y su nivel de desarrollo potencial (lo
que puede lograr con asistencia de otros más capaces). Este concepto surgió de
una crítica a los tests de inteligencia tradicionales, ya que la evaluación de
la ZDP ofrecía mejores elementos para predecir el desarrollo intelectual al
considerar el desempeño con y sin ayuda. Para Vygotsky, el aprendizaje es un
rasgo esencial que crea la ZDP, despertando procesos evolutivos internos que
operan en interacción y cooperación con otros.
● Relación entre Aprendizaje y Desarrollo: El texto destaca que el aprendizaje
organizado se convierte en desarrollo mental, impulsando procesos que no
ocurrirían sin él. Por lo tanto, el aprendizaje es un aspecto universal y
necesario del desarrollo culturalmente organizado y específi camente humano de
las funciones psicológicas. El "buen aprendizaje" es aquel que precede al
desarrollo y lo permite.
● El Andamiaje: La ZDP se relaciona estrechamente con el concepto de andamiaje,
que se refi ere a una situación de interacción entre un sujeto experto y uno
menos experto. El objetivo es que el novato se apropie gradualmente del saber
experto, participando desde el inicio en tareas complejas con el apoyo del más
experto, quien delega progresivamente el control. Un andamiaje efectivo debe ser
ajustable, temporal (para no generar dependencia crónica) y, crucialmente,
audible y visible. Esto signifi ca que el novato debe ser consciente de la
asistencia y reconocer que sus logros son producto de una actividad
intersubjetiva.
● Críticas y Limitaciones del Andamiaje: Se señala que el andamiaje, en su forma
más difundida, podría ser limitante para explicar la creatividad y el salto
hacia "ideas nuevas". Algunos autores, como Engeström, sugieren que el concepto
de ZDP en sí mismo necesita desarrollo, ya que los trabajos iniciales se
centraron más en la adquisición e internalización de herramientas culturales que
en la creación. También se advierte la diferencia entre ayudar a una respuesta
concreta y facilitar la comprensión conceptual para futuras construcciones.
● El Juego como Creador de ZDP: Vygotsky afi rmó que el juego es un poderoso
creador de ZDP. El juego se caracteriza por permitir al niño participar en la
cultura de una manera típica y por crear una ZDP al posibilitar la realización
de deseos irrealizables. Esto se debe a que el juego implica la puesta en
ejercicio de capacidades en un plano imaginativo (planifi car, fi gurarse
situaciones) y el carácter social de las situaciones lúdicas, con sus reglas
socialmente elaboradas.
● Teoría de la Actividad (Leontiev): El texto introduce la categoría de
actividad de Leontiev como una "bisagra" entre los niveles de análisis cultural
e individual, proponiéndola como unidad básica de análisis. La actividad se defi
ne por su motivo y se distingue de las acciones (subordinadas a un fi n
consciente) y operaciones (medios para alcanzar un fi n). Los procesos de
apropiación cultural, según Leontiev, son activos, recíprocos y asimétricos: el
sujeto se apropia de productos culturales (como el lenguaje) y la cultura, a su
vez, "se apropia" del sujeto, constituyéndolo. La apropiación requiere la
participación en actividades sociales y conjuntas.
● Implicaciones para las Prácticas Educativas: La ZDP es nodal para comprender
la constitución subjetiva y la apropiación cultural. Los dispositivos de
interacción en la enseñanza son asimétricos, no solo en el conocimiento, sino
también en el poder de imponer defi niciones y regular el trabajo. Estos
dispositivos buscan la apropiación de motivaciones y valores, un trabajo
intelectual deliberado, y una toma de conciencia de las operaciones en juego. Se
critica la reducción del aprendizaje a la adquisición de habilidades
elementales, enfatizando la necesidad de analizar actividades holísticas en
lugar de "habilidades básicas". El discurso escolarizado es una forma de
comunicación donde las palabras son objeto de estudio, no solo medio, impulsando
el control voluntario y consciente de los procesos intelectuales. El progreso en
la ZDP debe evaluarse por la capacidad de participar en actividades
colaborativas cualitativamente nuevas, no solo por el desempeño autónomo.
● Refl exión Final: El autor advierte sobre el uso simplista de la ZDP y la
necesidad de diferenciar entre el componente explicativo y el prescriptivo de la
teoría. Las decisiones pedagógicas tienen una carga político-cultural que defi
ne el destino de los sujetos, y reducir su complejidad a la explicación
psicológica puede ser reduccionista y peligroso.
Rogoff, B.: Cap. 2 y 3 "El contexto cultural de la actividad cognitiva”
El texto de Rogoff es una obra central en la psicología sociocultural, que busca
superar la visión del desarrollo cognitivo como un proceso puramente individual.
Su tesis fundamental es que el desarrollo es un proceso de aprendizaje (en el
sentido de volverse un aprendiz), donde los niños se apropian activamente de las
herramientas y prácticas de su cultura a través de la participación guiada en
actividades sociales.
Capítulo 2: "Comprender la relación entre el mundo social y el individuo"
En este capítulo, Rogoff establece el marco teórico de su propuesta, criticando
las visiones que separan al individuo de su contexto y abogando por una unidad
de análisis que integre ambos elementos de forma inseparable.
1. Crítica a la Separación entre Individuo y Contexto
Rogoff argumenta que la psicología del desarrollo ha estado dominada por un
enfoque que trata al individuo y al contexto sociocultural como "fuerzas"
independientes que interactúan. Esta visión, heredada del debate "naturaleza vs.
crianza" (nature vs. nurture), considera que es posible estudiar los componentes
por separado y luego "sumarlos" para entender el todo.
Ella rechaza esta separación y propone una perspectiva donde el individuo y el
mundo social están "mutuamente entrelazados" hasta tal punto que no pueden ser
defi nidos con independencia el uno del otro.
• La unidad de análisis es el evento o la actividad: En lugar de centrarse en el
individuo o en el entorno como unidades separadas, el foco debe estar en la
actividad o el evento. Los procesos mentales (recordar, planifi car, etc.) no
son habilidades abstractas, sino que ocurren con el fi n de lograr metas dentro
de actividades concretas y no pueden analizarse independientemente de dichas
metas y acciones.
• Reciprocidad y constitución mutua: Los niños y su entorno se construyen
mutuamente. Los individuos participan activamente en las prácticas culturales y,
al hacerlo, no solo se desarrollan, sino que también contribuyen a la
transformación de esas prácticas para las futuras generaciones.
2. Las Teorías de Piaget y Vygotsky como Referentes
Rogoff analiza las teorías de Piaget y Vygotsky como dos enfoques que, a pesar
de sus diferencias, reconocen la interdependencia entre el niño y su entorno,
aunque con énfasis distintos.
• Piaget: Aunque a menudo se lo interpreta como un teórico centrado en el
individuo, Rogoff destaca que Piaget consideró la vida social como una condición
necesaria para el desarrollo de la lógica. Sostuvo que "lo fundamental no es el
individuo ni un conjunto de individuos, sino la relación entre ellos". Sin
embargo, su foco principal fue la actividad del niño como individuo que
interactúa con objetos para dar sentido al mundo. La infl uencia social en su
teoría es importante, pero no un principio fundacional como en Vygotsky.
• Vygotsky: Su teoría, en cambio, se construye sobre la premisa de que el
desarrollo individual no puede comprenderse sin referencia al mundo social en el
que el niño está inmerso. Para Vygotsky, el contexto sociocultural provee las
herramientas (como el lenguaje) y organiza las situaciones (la Zona de
Desarrollo Próximo) que son esenciales para el desarrollo de las funciones
mentales superiores.
3. El Individuo, el Mundo Social y la Cultura como Focos de Análisis
Rogoff propone analizar el desarrollo a través de tres "planos" o "focos" que no
son separables, sino que representan diferentes niveles de un mismo proceso
integrado:
1. Plano Individual (Aprendizaje): Se centra en cómo los individuos cambian a
través de su participación en la actividad sociocultural.
2. Plano Interpersonal (Participación Guiada): Analiza cómo las personas se
comunican y coordinan sus esfuerzos en actividades conjuntas.
3. Plano Comunitario (Apropiación): Examina cómo las prácticas y tradiciones
culturales evolucionan a través de la participación de las personas.
Este enfoque multidimensional le permite superar la dicotomía entre lo
individual y lo social.
Capítulo 3: "El contexto cultural de la actividad cognitiva"
En este capítulo, Rogoff profundiza en cómo la cultura moldea el desarrollo
cognitivo a través de las instituciones, las tecnologías y los valores que
orientan la resolución de problemas.
1. Instituciones, Tecnologías y Valores Culturales
La cultura no es solo un "contexto" que infl uye en el individuo, sino que
provee las herramientas y organiza las actividades que constituyen el
desarrollo.
• Instituciones Culturales: Todas las sociedades organizan la vida de los niños
a través de instituciones como la escuela, la familia, los sistemas económicos o
religiosos. Estas instituciones defi nen qué problemas se consideran
importantes, qué métodos son válidos para resolverlos y qué roles deben
desempeñar los individuos.
• Tecnologías de la Mente: Cada cultura provee "tecnologías" o herramientas
intelectuales para la resolución de problemas. Estas incluyen:
◦ Sistemas lingüísticos y de escritura.
◦ Sistemas matemáticos.
◦ Instrumentos mnemotécnicos para ayudar a la memoria. Rogoff destaca que estas
tecnologías no son neutrales; su uso requiere y fomenta destrezas específi cas.
Por ejemplo, la lectoescritura promueve el análisis de las proposiciones fuera
de su contexto social inmediato, una habilidad que no es igualmente valorada en
todas las culturas.
• Valores y Metas Culturales: Los valores culturales defi nen qué se considera
un "desarrollo adecuado" o una "solución inteligente". Rogoff critica la
tendencia a asumir que la perspectiva occidental (académica, escolarizada) es el
único punto fi nal universal del desarrollo. Por ejemplo:
◦ Mientras que en las escuelas se valora la clasifi cación taxonómica (agrupar
objetos por categorías abstractas), en otras culturas puede ser más
"inteligente" usar clasifi caciones funcionales (agrupar objetos que se usan
juntos).
◦ La velocidad para resolver un problema es un valor en algunas culturas,
mientras que en otras se valora más la responsabilidad social o la cooperación.
2. El Caso de la Escolarización y la Alfabetización
Rogoff utiliza la escolarización y la alfabetización como ejemplos
paradigmáticos de cómo las prácticas culturales específi cas producen efectos
cognitivos particulares, en lugar de generar habilidades "generales".
• Crítica a la idea de "habilidades generales": La investigación transcultural
ha demostrado que los efectos cognitivos de la escolarización no son generales,
sino que están estrechamente ligados a las prácticas específi cas que se
realizan en la escuela.
• Habilidades específi cas:
◦ Memoria: Las personas escolarizadas son mejores en tareas de memoria que
requieren recordar listas de elementos inconexos, una práctica común en la
escuela, pero no necesariamente en otros contextos. Sin embargo, cuando se trata
de recordar información organizada contextualmente (como en una narrativa o una
escena), las diferencias entre grupos escolarizados y no escolarizados
disminuyen o desaparecen.
◦ Resolución de silogismos: Los individuos no escolarizados a menudo se niegan a
resolver problemas lógicos (silogismos) basándose únicamente en las premisas
dadas, insistiendo en que solo pueden juzgar sobre lo que han visto o conocen
por experiencia directa. Esto no indica una falta de lógica, sino una adherencia
a reglas diferentes sobre qué constituye una evidencia válida. La escuela, en
cambio, entrena a los sujetos en el "juego" de examinar el valor de verdad de
las palabras por sí mismas.
◦ Alfabetización: Los efectos de la alfabetización también dependen de cómo se
usa. La investigación de Scribner y Cole (1981) con el pueblo Vai de Liberia
mostró que diferentes tipos de alfabetización (en Vai, en árabe coránico, en
inglés escolar) se asociaban con habilidades cognitivas muy específi cas y no
con un cambio cognitivo generalizado.
En conclusión, el trabajo de Rogoff presentado en estos capítulos ofrece un
marco teórico poderoso para entender el desarrollo cognitivo. Al situar la
actividad como la unidad de análisis central, logra superar la falsa dicotomía
entre el individuo y la sociedad. Demuestra que el pensamiento y el aprendizaje
no son procesos abstractos, sino que están intrínsecamente ligados a las
instituciones, tecnologías y valores de una cultura particular. La mente, por
tanto, no se desarrolla en un vacío, sino a través de la participación activa y
guiada en el rico y estructurado mundo de las prácticas socioculturales.
Resumen
Es esencial considerar las actividades cognitivas de los individuos en el
contexto cultural en el que está inmerso su pensamiento. La herencia humana es
importante por el patrimonio de valores y destrezas que cada individuo hereda de
sus antepasados este capítulo se centra en la herencia cultural de las
instituciones, la tecnología y las tradiciones construidas por generaciones
anteriores.
Las prácticas culturales inciden en la forma en que se plantean los problemas
que han de resolverse, aportando tecnologías e instrumentos para su solución y
canalizando el esfuerzo para resolverlos por caminos que se valoran en función
de los patrones específi cos de cada lugar… se habla de “canalización
sociocultural del pensamiento individual”.
Esta investigación ha puesto de manifi esto la importancia que, en situaciones
individuales de resolución de problemas, tienen los valores, las tecnologías e
instrumentos, los valores en función de los cuales los problemas se valoran como
importantes y los sofi sticados medios de solución.
Entre las actividades sociales que contribuyen a la organización de las
actividades individuales están las instituciones económicas, religiosas,
políticas, sanitarias y educativas, y los medios de comunicación.
El sistema cultural no solo incluye instituciones sólidas y burocráticas como
las mencionadas, sino también, sistemas informales de prácticas en las que
participan las personas. Berger y Luckmann (1966) consideran que las formas
rutinarias de interacción entre la gente llegan a institucionalizarse como
reglas esperadas y aceptadas, aspectos que los humanos llegan a considerar como
algo externo a su propio funcionamiento. En el mismo sentido, Shotter (1978)
describe “la estructura de los intercambios humanos posee fundamentos bien defi
nidos que han de ser descubiertos en las instituciones que estableceos entre
nosotros… las instituciones nos implican en la actividad de otros de tal manera
que lo que hemos hecho juntos en el pasado, nos obliga a avanzar en una
determinada dirección en el futuro… los miembros de una institución pueden no
haber sido sus creadores; pueden ser… generación que han heredado la
institución…”.
La institución que ha sido objeto de mayor atención en cuanto canalizadora del
desarrollo cognitivo ha sido la escolarización formal… si bien todas las
sociedades apuntan a lo mismo, los medios que se utilizan para que los
individuos lleguen a integrarse en la cultura, y el de instrucción, varían desde
la participación próxima en contextos prácticos, hasta el aprendizaje formal.
Las destrezas cognitivas varían en función de la experiencia que tienen las
personas de la institución escolar… la escolarización fomenta habilidades
perceptivas; habilidad para recordar voluntariamente unidades de información
inconexa; la utilización espontanea de estrategias para organizar los elementos
independientes que han de recordar; la clasifi cación en categorías; la
capacidad para cambiar y justifi car más fácilmente los criterios de clasifi
cación. La escolarización no parece estar relacionada con las reglas de
aprendizaje o el pensamiento lógico, siempre y cuando el individuo haya
comprendido el problema tal como pretende el experimentador/docente. Los
individuos no escolarizados tienden a clasifi car según la funcionalidad de los
elementos, muestran cierta preferencia por obtener conclusiones sobre la base de
la experiencia y no solo a partir de la información contenida en el problema.
El autor concluye que no hay un efecto generalizado de la escolarización sobre
el logro cognitivo, más bien, existen relaciones especifi cas entre lo que
habitualmente se hace en la escuela y determinadas actividades cognitivas.
Instrumentos y tecnologías para la resolución individual de problemas: cada
generación de individuos hereda productos de la historia cultural. Las
tecnologías que han recibido más atención como instrumentos heredados para
manejar la información son los sistemas lingüísticos que organizan las
categorías de la realidad, las actividades que permiten recoger la información y
transformarla mediante la escritura, los sistemas matemáticos, y los
instrumentos nemotécnicos que ayudan a mantener la información en la memoria.
Las peculiaridades de cada tecnología son inseparables de los procesos
cognitivos de quienes usan los sistemas. Utilizar diferentes tecnologías exige
diferentes destrezas suscita aproximaciones específi cas que, sin embargo,
pueden ser exportadas a otros problemas (para abordar problemas nuevos se lo
relaciona con otros ya conocidos). Las actividades cognitivas y las tecnologías
son específi cas en su rango de aplicabilidad, pueden ser usadas fuera de su
contexto, aunque las destrezas que generan se relacionan más estrechamente con
la actividad que con habilidades de carácter general.
Los cambios históricos en el uso de la tecnología cultural subrayan la relación
entre las prácticas cognitivas individuales y las instituciones específi cas,
las tecnologías y las metas de la sociedad. Todo esto nos conduce a considerar
el próximo aspecto de la cultura que se relaciona con la actividad cognitiva
individual: los valores culturales que defi ne qué metas son importantes y qué
medios son válidos para alcanzarlas.
Los presupuestos acerca de qué forma de resolver el problema es más adecuada y
la relativa complejidad de las distintas soluciones se entretejen con las
practicas institucionales y las tecnologías de una sociedad. La elección de una
determinada tecnología refl eja un consenso social desde el que se favorece un
enfoque y no otro, de acuerdo con sistemas culturales de valores y metas.
Las instituciones sociales determinan cual es la forma de actuación más
competente, del mismo modo que el uso de tecnologías especifi cas orienta la
elección de los medios más adecuados para resolver un problema (por ej. El valor
atribuido a la clasifi cación taxonómica frente a la funcional, ligado a la
importancia que contextos como el escolar le dan a la organización, clasifi
cación y aprendizaje de conceptos a partir de defi niciones generales más que a
partir de ejemplares concretos).
Las destrezas motrices de los niños también se relacionan con los valores que
cada cultura atribuye a las diferentes destrezas (por ej. sentarse de x forma,
aprender a caminar evitan el gateo, etc.). En este sentido, las situaciones de
aprendizaje se organizan de manera explícita en relación con las habilidades que
se valoran, y los niños muestran un desarrollo precoz en ellas, aunque no ocurre
lo mismo con otras habilidades menos valoradas.
Las relaciones sociales en tareas cognitivas: las destrezas cognitivas están
intrínsecamente unidas a los aspectos sociales de las situaciones de resolución
de problemas. Estos aspectos sociales pueden llevar consigo los sistemas de
valores de diferentes grupos de personas, dando como resultado diferentes
maneras de abordar el problema.
El grado en que unas personas dependen de otras cuando resuelven problemas
cognitivos o cotidianos, varia en relación con tradiciones sociales y sistemas
de valores. Los valores que se atribuyen a las relaciones sociales pueden
también infl uir en las respuestas que dan los sujetos a cuestiones cognitivas
que les exigirían trascender el lugar que ocupan en la sociedad (ej. participar
activamente en una sociedad que favorece el rendimiento y la competencia
individual vs evitar llamar la atención).
SEMANA 6- UNIDAD 2
Cole & Engeström (1993), Enfoque histórico-cultural de la cognición distribuida
En este capítulo, Cole y Engeström presentan el enfoque histórico-cultural como
una alternativa robusta a los modelos tradicionales de la cognición,
especialmente frente a la creciente discusión sobre la idea de “cognición
distribuida”. El punto de partida es una crítica a la noción de cognición
entendida como un proceso puramente individual, interno y separado del contexto
social y cultural. Para los autores, esta visión reduce la complejidad de la
actividad humana, ya que la mente siempre se desarrolla en relación con
herramientas, signos y sistemas sociales que median el pensamiento.
La propuesta histórico-cultural hunde sus raíces en los trabajos de Vygotski y
sus colaboradores, quienes plantearon que las funciones psíquicas superiores se
forman a partir de la interacción social y la mediación cultural. Cole y
Engeström retoman esta base, pero la amplían al señalar que no basta con afi
rmar que la mente es “socialmente mediada”; es necesario analizar de qué manera
los sistemas culturales, las prácticas compartidas y las herramientas materiales
organizan la actividad cognitiva. Por eso enfatizan la idea de que la unidad de
análisis no es el individuo aislado, sino la actividad mediada.
En este marco, la noción de actividad es central. El ser humano actúa siempre
orientado a un objeto o meta, y en esa acción utiliza instrumentos y signos que
han sido producidos históricamente. Estas herramientas, lejos de ser neutrales,
moldean y reorganizan los procesos cognitivos: el uso de un calendario, de un
esquema de trabajo o de un lenguaje técnico transforma el modo en que la
memoria, la atención o el razonamiento se despliegan. De allí surge la
importancia de pensar la cognición no como un proceso mental interno, sino como
un sistema distribuido que involucra personas, artefactos y contextos.
El capítulo también recupera la noción de mediación como principio explicativo.
Cada vez que una persona actúa, lo hace con la ayuda de mediadores (materiales o
simbólicos), que son producto de una historia cultural. Esto implica que el
análisis de la cognición debe ser necesariamente histórico, porque los
instrumentos y las prácticas que organizan el pensamiento no son universales ni
atemporales, sino que pertenecen a tradiciones culturales específi cas. Así, el
enfoque histórico-cultural se diferencia de visiones más contemporáneas de la
cognición distribuida (como las de Hutchins) en que resalta no solo la dimensión
funcional de la distribución de tareas, sino también su génesis histórica y
cultural.
Engeström, en particular, aporta al desarrollo del modelo al introducir el
concepto de sistemas de actividad. Un sistema de actividad es una confi guración
compleja donde se articulan sujeto, objeto, herramientas, reglas, división de
trabajo y comunidad. Analizar un sistema de actividad permite ver cómo las
tensiones y contradicciones internas impulsan el cambio y la transformación de
la práctica. En este sentido, la actividad no es estática, sino dinámica, confl
ictiva y en permanente evolución. El aprendizaje y el desarrollo ocurren cuando
esas contradicciones se hacen visibles y generan la necesidad de reorganizar las
formas de trabajo y de cognición.
El texto transmite también una dimensión crítica hacia los enfoques
individualistas de la psicología cognitiva. Cole y Engeström sostienen que
concebir la mente como un mecanismo interno que procesa información desconectado
de su entorno es una abstracción que no permite comprender cómo realmente actúan
las personas en situaciones concretas. Al contrario, estudiar la cognición exige
atender a la práctica social situada, a las herramientas que median la acción y
a los procesos históricos que han confi gurado esas herramientas.
En la parte fi nal, los autores proponen que el enfoque histórico-cultural de la
cognición distribuida no
solo enriquece el análisis científi co, sino que también tiene implicaciones
prácticas en educación, trabajo y desarrollo social. Comprender cómo se organiza
la cognición en sistemas de actividad permite intervenir en ellos para favorecer
aprendizajes colectivos, reorganizar procesos de trabajo y fomentar el
desarrollo humano en contextos concretos. La psicología, desde esta perspectiva,
no se limita a describir lo que ocurre en la mente de un individuo, sino que
investiga cómo los sistemas culturales producen nuevas formas de pensamiento y
cómo esas formas pueden transformarse.
En síntesis, el capítulo de Cole y Engeström busca transmitir que la cognición
es inseparable de la cultura, la historia y la actividad práctica. La mente no
es un órgano interno que opera solo, sino un entramado distribuido que involucra
herramientas, comunidades y sistemas de actividad históricamente confi gurados.
La tarea de la psicología histórico-cultural es, entonces, estudiar esa unidad
compleja para comprender y transformar el desarrollo humano.
Anexo de repaso general
Eje 1: La Naturaleza del Conocimiento y del Sujeto que Aprende (Piaget vs.
Vygotsky)
Este es el debate fundacional que atraviesa casi todas las fuentes. Se centra en
cómo se origina y desarrolla el conocimiento.
● La Perspectiva Constructivista de Jean Piaget:
○ Propósito Epistemológico: El punto de partida de Piaget no es pedagógico, sino
epistemológico: busca explicar científi camente "¿cómo se pasa de un estado de
menor conocimiento a un estado de mayor conocimiento?". Para ello, recurre a la
psicología como herramienta de verifi cación experimental.
○ El Sujeto y el Objeto: El conocimiento se construye en una interacción
dialéctica entre un sujeto y un objeto, donde ambos se construyen mutuamente. La
acción es constitutiva del conocimiento. Piaget se enfoca en un sujeto
epistémico, es decir, un sujeto universal que conoce.
○ Mecanismos de Construcción: El proceso se da a través de invariantes
funcionales: la asimilación (incorporación del objeto a los esquemas de acción
del sujeto) y la acomodación (modifi cación de los esquemas en función del
objeto). El interjuego de ambos produce la adaptación. El motor de este proceso
es la equilibración, un mecanismo que, a través de perturbaciones o
desequilibrios, obliga al sistema a buscar un equilibrio mayor y más estable.
○ Desarrollo y Estadios: El desarrollo es un proceso temporal que procede por
etapas o estadios, cada uno defi nido por una estructura o totalidad organizada
de esquemas. Estos estadios (sensoriomotor, preoperatorio, operatorio concreto,
operatorio formal) siguen un orden de sucesión invariante, aunque las edades de
aparición pueden variar.
○ El Rol del Mundo Social: Aunque Piaget reconoce la importancia de la
interacción social, especialmente para superar el egocentrismo y en la
constitución del juicio moral, su teoría se centra principalmente en la
interacción del sujeto individual con el objeto de conocimiento.
● La Perspectiva Socio-Histórica de Lev Vygotsky:
○ El Origen Social de los Procesos Psicológicos Superiores (PPS): Para Vygotsky,
el desarrollo individual no puede entenderse sin referencia al mundo social. Los
PPS (pensamiento, lenguaje, atención voluntaria, etc.) tienen un origen social y
se forman a través de un proceso de interiorización: toda función aparece
primero a nivel interpsicológico (entre personas) para luego aparecer a nivel
intrapsicológico (en el interior del niño).
○ Mediación Semiótica: La clave de este proceso es la mediación. Los seres
humanos no interactúan directamente con el mundo, sino a través de instrumentos
mediadores, principalmente los instrumentos semióticos (como el lenguaje), que
son herramientas culturales. El dominio de estos instrumentos permite el dominio
de sí mismo y la regulación de la propia conducta.
○ Aprendizaje y Desarrollo: A diferencia de Piaget, Vygotsky postula que el
aprendizaje no es una consecuencia del desarrollo, sino su motor. El "buen
aprendizaje" es aquel que precede al desarrollo, tirando de él. Esto ocurre en
la Zona de Desarrollo Próximo (ZDP), que es la distancia entre lo que un niño
puede hacer solo (nivel de desarrollo real) y lo que puede hacer con ayuda de un
adulto o un par más capaz (nivel de desarrollo potencial). El aprendizaje
despierta procesos internos que, una vez interiorizados, se vuelven logros
autónomos del niño.
Eje 2: La Escuela como Dispositivo Moderno: Una Mirada Crítica y
Desnaturalizadora
Varios autores coinciden en que la escuela no es un contexto "natural" de
aprendizaje, sino una construcción histórica con fi nes específi cos, lo que
tiene profundas consecuencias.
● La "Maquinaria Escolar" y sus Orígenes:
○ Función Política y de Gobierno: La escuela moderna surge a fi nes del siglo
XIX como un dispositivo para transformar a los habitantes en ciudadanos. Su
función es regular y disciplinar la mente y el cuerpo de la población infantil
para lograr que grupos heterogéneos alcancen logros homogéneos en tiempos
homogéneos. En este sentido, la Psicología Educacional nace como una "ciencia
estratégica" al servicio de este proyecto.
○ Análisis Crítico de la Escuela: Autores como Varela y Álvarez Uría y Pineau
analizan la escuela como una "máquina de educar". Pineau descompone esta máquina
en piezas clave que explican su triunfo, como su matriz eclesiástica (un espacio
cerrado para conservar el saber), la regulación artifi cial del tiempo y el
espacio, y la creación de un cuerpo de especialistas (docentes) con tecnologías
específi cas.
● La Artifi cialidad del Aprendizaje Escolar:
○ Quiebre con lo Cotidiano: Baquero y Terigi sostienen que la artifi cialidad de
la escuela no es un defecto, sino su razón de ser. La escuela busca una ruptura
deliberada con las prácticas y contextos de crianza para producir cursos
específi cos de desarrollo. Cerrar la
puerta del aula para hablar del mundo es la clave de su funcionamiento.
○ Efectos Descontextualizadores: Esta práctica produce efectos
descontextualizadores sobre la cognición. Los sujetos escolarizados aprenden a
usar instrumentos semióticos (como la escritura y las matemáticas) de forma
progresivamente descontextualizada, lo que les permite manipular contextos
remotos. Rogoff coincide en que la escolarización genera habilidades muy
específi cas, ligadas a sus prácticas, y no un cambio cognitivo general.
● El Agotamiento del Modelo: La Escuela "Destituida" de Lewkowicz:
○ Del Estado-Nación a la Fluidez: Ignacio Lewkowicz y Cristina Corea
diagnostican el agotamiento de las instituciones modernas (escuela, familia),
que se apoyaban en el Estado-nación. En la contemporaneidad, regida por la
lógica del mercado y el consumo (la "fl uidez"), estas instituciones han sido
"destituidas" de su sentido y capacidad para producir subjetividad.
○ De la Institución al "Galpón": La escuela deja de ser una institución
simbólica para convertirse en un "galpón": un mero recinto que aloja cuerpos
pero no tiene potencia para instituir subjetividad.
○ El Sujeto "Aburrido": El sujeto de esta era ya no sufre por represión, sino
por saturación de información y estímulos. Este es el "aburrido", un
sujeto-usuario que opera en la fl uidez y para el cual la pedagogía tradicional,
basada en la transmisión desde un lugar de autoridad estable, se agota.
Eje 3: El Fracaso Escolar: De la Patología Individual al Análisis Situacional
El problema del fracaso escolar es un campo de batalla donde las diferentes
perspectivas teóricas muestran sus mayores discrepancias y consecuencias
prácticas.
● El Modelo Patológico Individual:
○ La Sospecha sobre el Sujeto: Históricamente, el fracaso se explicó como un
défi cit del alumno. Terigi lo llama el modelo patológico individual. Elichiry
critica cómo las prácticas psicológicas tradicionales, basadas en la medicina
clasifi catoria, convierten problemas socioeducativos en psicopedagógicos,
centrando el diagnóstico en el niño.
○ Legitimación de la Exclusión: Chardon, citando a Guillain, muestra cómo la
psicología, con sus diagnósticos y etiquetas, se convirtió en el instrumento que
legitimó científi camente la exclusión de los "diferentes". Ferreiro añade que
categorías como "niño con problemas de aprendizaje" son nosologías propias de la
escuela que encubren las difi cultades del sistema.
● La Reconceptualización Situacional:
○ La Falacia de Abstracción de la Situación: Terigi, retomando a Baquero,
introduce este concepto clave para criticar al modelo patológico. La falacia
consiste en analizar la capacidad de aprender del sujeto abtrayendo las
particularidades de la situación
escolar. Se olvida que las prácticas escolares son contextos culturales específi
cos que producen diferencias y las visibilizan como défi cits.
○ Riesgo Educativo Situacional: Terigi propone reconceptualizar el "riesgo
educativo" no como una propiedad de los sujetos (ej. "niños con sobreedad"),
sino como el resultado de una interacción problemática entre los sujetos y las
condiciones de la escolarización (ej. niños con sobreedad en una escuela
graduada).
○ Nuevos Formatos y Trayectorias Reales: Maddonni retoma a Terigi para
distinguir entre las "trayectorias teóricas" (lineales, previstas por el
sistema) y las "trayectorias reales" de los alumnos (heterogéneas y
discontinuas). Su trabajo sobre las "escuelas de reingreso" es un ejemplo de
cómo pensar "nuevos formatos escolares" que respondan a esta realidad y combatan
el "estigma del fracaso escolar".
● El Obstáculo Epistemológico de la Escisión:
○ Castorina profundiza esta crítica desde la epistemología. Sostiene que las
prácticas reduccionistas (tanto las que buscan causas biológicas como las que se
quedan en lo puramente discursivo) derivan de un Marco Epistémico de la Escisión
(MEE), un supuesto dualista que separa mente/cuerpo, individuo/sociedad. Este
marco impide pensar la complejidad.
○ Como alternativa, propone un Marco Epistémico Relacional (MER), que piensa la
discapacidad o el problema de aprendizaje como una unidad dinámica de opuestos
(ej. una defi ciencia biológica que a la vez es una construcción social).
Eje 4: La Intervención Psicoeducativa: Entre la Aplicación, la Crítica y la
Construcción
Finalmente, los autores refl exionan sobre cómo debe ser la práctica del
profesional en el campo educativo, superando los modelos simplistas.
● Crítica al Aplicacionismo:
○ Ferreiro critica duramente la "aplicación" de Piaget, mostrando las "cuatro
grandes tentaciones" que llevan a desvirtuar la teoría: 1) enseñar las nociones
piagetianas como contenidos; 2) esperar pasivamente a que las estructuras
"maduren"; 3) usar los estadios para defi nir el currículum; y 4) tomar la
teoría como un recetario.
○ Castorina también critica el aplicacionismo en psicopedagogía, que consiste en
implementar acríticamente teorías psicológicas, lo que resulta en una "pura
aplicación sin producción de conocimiento".
○ Ferreiro propone una alternativa: en lugar de "aplicar", se trata de
"replicar" o "recrear" la teoría, usándola como un "sistema asimilador" que, al
enfrentarse a nuevos objetos (como la escritura), se pone a prueba y se modifi
ca. Lo fundamental es heredar el cambio de preguntas y el método
clínico-crítico.
● La Intervención como Construcción Crítica:
○ Chardon aboga por construir críticamente el rol del psicólogo, abandonando la
fi gura del
"científi co externo". Propone un modelo de trabajo participativo y horizontal,
basado en el respeto mutuo y la colaboración. Su herramienta clave es la
"deconstrucción de lo obvio": desarmar lo que se ha naturalizado para poder refl
exionar sobre ello.
○ Elichiry coincide en la necesidad de superar el modelo patológico y dialogar
con los docentes para refl exionar sobre sus prácticas cotidianas. Propone una
serie de prácticas discursivas que fomentan la construcción de conocimiento,
como la inclusión de la narrativa o el fomento de la interacción con pares.
● La Unidad de Análisis para la Intervención:
○ Para poder intervenir de manera situada, es necesario contar con una unidad de
análisis adecuada. Baquero y Terigi critican los enfoques diádicos
(maestro-alumno) y triádicos (maestro-alumno-saber) por ser insufi cientes para
captar los determinantes duros del dispositivo escolar.
○ En su lugar, proponen la "actividad" como unidad de análisis, retomando a
Leontiev (discípulo de Vygotsky). El modelo de actividad (que incluye sujeto,
objeto, instrumentos, reglas, comunidad y división de tareas) permite analizar
la complejidad de las prácticas escolares de manera sistémica.
○ Rogoff también utiliza la actividad o el evento como unidad de análisis
fundamental para superar la separación entre individuo y contexto.
● La Participación Guiada y el Andamiaje:
○ Estos conceptos, derivados de Vygotsky y desarrollados por sus seguidores
(como Bruner, Wood, Ross), son centrales para pensar la intervención. El
"andamıaje" es un formato de interacción donde un experto asiste a un novato,
delegando gradualmente el control de la tarea. La ayuda debe ser ajustable y
temporal.
○ Baquero y Rogoff señalan las limitaciones de esta metáfora, como su difi
cultad para aplicarse en el aula masiva o para explicar la creatividad. Rogoff
prefi ere el término "participación guiada", que es más amplio y se refi ere al
proceso por el cual los niños se convierten en aprendices de su cultura a través
de la participación en actividades conjuntas.