Altillo.com > Exámenes > UBA - CBC > Semiología

Semiología Guía de Preguntas y Respuestas sobre el Libro de Peirce "El Éxtasis de los Signos" Cátedra: Marafioti Prof.: Mauro Lococo Sede Bulnes 2do Cuat. 2010 Altillo.com

Guía de lectura para el 1º parcial: “El éxtasis de los signos”  Peirce                                                                    Semiología/CBC/Sede Bulnes/2010

 

Capítulo 2 / Etapas, categorías, conocimiento

 

01 - Defina la perspectiva filosófica del nominalismo. Exponga sus ideas principales.

 

Nominalismo: La doctrina que asegura que nada es general salvo los nombres, como “hombre”, “caballo”, que no representan nada en su generalidad acerca de las cosas reales, son meras convenciones para hablar de algunas cosas inmediatas, o como mucho, necesidades del pensamiento humano. (Aristóteles)

 

02 - ¿En qué corriente filosófica se inscribe la obra de Peirce? Justifique.

 

La larga tensión entre nominalismo y realismo en la propia vida intelectual de Peirce es la prueba de la importancia general que le asignaba. En síntesis, si alguna cuestión puede ser expresada por Peirce como el asunto más importante de su tiempo, esa cuestión es decidir entre estas 2 doctrinas. Para él, el éxito de esta “batalla” no estaba limitado a la técnica filosófica pues la cuestión del realismo y del nominalismo tiene sus raíces en las técnicas de la lógica pero sus ramificaciones alcanzan a nuestra vida. La cuestión acerca de si el género humano tiene alguna existencia salvo como individuos remite a la consideración de si hay algo más digno, rico e importante que la felicidad individual, las aspiraciones individuales y la vida individual. Pero si los hombres realmente tienen algo en común, entonces la comunidad debe ser considerada como un fin en sí misma y, si ello es así, corresponde preguntarse acerca del valor relativo de estos 2 factores: el individuo y la comunidad. El progreso de Peirce hacia el realismo comenzó temprano y fue gradual. En 1871 reconoce que el realismo está orientado temporalmente hacia el futuro mientras que el nominalismo está orientado hacia el pasado.

 

03 - Distinga entre Primeridad, Segundidad y Terceridad. ¿Por qué estas tres categorías son Terceridades?

 

Aspiraba a formular una teoría abarcadora de la historia y del universo. Sostenía que la metafísica estaba en condiciones de dar cuenta de todo el universo del ser, físico y psíquico. Para proceder de modo científico y lógico se debe partir de una condición inicial en la que todo el universo es un no existente y, por lo tanto, un estadio de nada radical y absoluta. Ya que el tiempo es en sí mismo algo organizado, que tiene su propia ley o regularidad; de modo que el tiempo es una parte del universo cuyo origen debe ser tomado en cuenta. Dentro del sistema simbólico que es la inteligencia se trata de concebir la condición inicial antes de que el universo existiera, antes del inicio (antes del tiempo), antes del ser, antes de las cosas existentes, antes de los símbolos, antes del pensamiento, antes de la lógica, antes de los hechos. En cualquier punto del indefinido pasado remoto o futuro se podría ya estar ubicado en un tiempo y allí uno se encontraría con una relación triádica irreductible que está formada según estas cuatro series:

 

-          Primeridad, segundidad, terceridad

-          Posibilidad, hecho, ley

-          Cualidad, reacción, símbolo (representación)

-          Sentimiento, esfuerzo, hábito

 

Comienza con nada y explica cómo algo proviene de la nada. La nada de la cual algo debe haber provenido en el infinito estado remoto inicial es un “puro cero”, una absoluta indeterminación. Esto es, no es la nada de la negación.

 

04 - Explique la relación conceptual entre Primeridad y la cualidad.

 

La lógica evolutiva se desarrolla siguiendo un movimiento que supone la posibilidad de existencia de algo. Ese algo, como primero, es sólo posibilidad de ser y de allí se sigue la primera forma del ser que surge a partir del reconocimiento de una cualidad. De donde se infiere que el vínculo entre cualidad y posibilidad es irrevocable. Si las cualidades surgen del estadio preliminar del ser por su propia Primeridad inherente, el primero y más fundamental elemento que se debe asumir es la Libertad, el Azar o la Espontaneidad, en virtud del cual la vaga nada-en-particularidad que precedió al caos adoptó miles de cualidades definidas. El primer elemento activo en el mundo fue el azar o la libertad que dio origen a las cualidades. Cada cualidad es todo lo que es, por sí mismo, sin referencia a otro. Algunas cualidades pueden mezclarse (pero sin perder sus identidades individuales) y se convierten en unidad, en un elemento.

 

05 - Explique la relación conceptual entre Segundidad y la reacción.

 

Ahora volvamos a la historia de la creación, antes del comienzo del tiempo. Como se ha dicho: 1) las cualidades, por su propia Primeridad inherente (libertad, azar), se despliegan a partir de la “nada” de su “potencialidad ilimitada”, y 2) en este estadio preliminar de ser existe lo que se podría referir como conciencia potencial, un sentimiento independiente de cualquier acción, reacción o reflexión, una unidad metafísica. Aun así, este caos primitivo no tuvo un aspecto físico ni regular. No podía ser ni una segundidad ni una terceridad. Sólo se manifestaba, en un inicio, como un conjunto de cualidades que los objetos poseían. Eran, en ese momento, pura potencialidad. Pero en la medida en que esos objetos eran reconocidos como tales, se imponían como existentes aislados, como manifestaciones singulares, como individualidades, esto es, como segundidades. Entonces se podían reconocer reacciones que vinculaban a las cosas entre sí. Pero las cualidades no se esparcen aisladas sino en reacción unas con otras, y así dan lugar a un tipo de existencia, de reacción, que es la segundidad. Se impone pues la unidad y de allí la regularidad. Para Peirce, “la existencia real consiste en regularidades”. Por lo tanto el caos original donde no había regularidad era un estado de mera indeterminación, en el cual nada existió o sucedió realmente. Reconociendo la influencia hegeliana, dice que “la posibilidad desarrolla la actualidad”.

 

06 - Explique la relación conceptual entre Terceridad y hábito.

 

El azar o la espontaneidad dieron lugar a la tendencia al hábito, la fuerza generalizadora que posibilitó la creación de todo lo que es. El absoluto individual no tiene regularidad y, por supuesto, no se puede realizar en sentido o pensamiento. Desde el momento en que algo posee regularidad (y por lo tanto duración), hay relaciones diádicas de fuerza y relaciones triádicas de generalización y continuidad. El azar (libertad y espontaneidad desatadas) y la continuidad (generalidad) son inherentes a la potencialidad general, original. El azar trabaja hacia la diversidad, la continuidad hacia la uniformidad. El azar tiene el carácter del sentimiento; la continuidad, de establecer hábitos. El azar despliega cualidades y reacciones, la continuidad despliega leyes de acción; es, en resumen, la ley general de la acción. Todas las leyes son resultados de la evolución. Peirce demostró que la tendencia al hábito puede considerarse como el aspecto principal del universo tal como lo conocemos – los caracteres de tiempo, espacio, fuerza, gravitación, electricidad, etc. – y los fenómenos del sentimiento, crecimiento y creciente complejidad que aparecen en el universo y del que una filosofía mecánica no puede dar cuenta. El tiempo, dado que consiste en una regularidad, es producto de la evolución. El ser de las cosas se manifiesta a partir de cualidades, rasgos que identifican a las cosas, primeridades. El concepto de ser aparece con la formación de una proposición. Una proposición tiene siempre, además de un término para expresar sustancia, otro para expresar la cualidad de ésta; y la función del concepto de ser no es sino conectar la cualidad a la sustancia. La cualidad, entendida en su sentido más amplio, es, por tanto, el primer concepto con que nos encontramos en el paso del ser a la sustancia.

 

SER

Cualidad (referencia a un fundamento)

Relación (referencia a un correlato)

Representación (referencia a un interpretante)

SUSTANCIA                                                                                                                             Los 3 conceptos intermedios se denominan accidentes.

 

07 -Diferencie entre conciencia y mente. ¿Cómo se clasifican dentro de las categorías propuestas por Peirce?

     ¿Por qué la primera es "interna" y la segunda, "externa"?

 

La hipótesis de Peirce es que “el azar origina una evolución cosmológica donde todas las regularidades de la naturaleza y de la mente son producto del crecimiento”. Vista una cosa desde afuera, consideradas sus relaciones de acción y reacción, para la mente que la observa aparece como una materia externa. Pero vista esa misma cosa desde el efecto que produce en la conciencia del observador no puede más que desencadenar un sentimiento, una sensación, un efecto muy primitivo y original que sólo puede reconocerse desde la primeridad. Estas 2 perspectivas se combinan cuando recordamos que las leyes mecánicas no son más que hábitos adquiridos, como todas las regularidades de la mente, incluida la tendencia a habituarse a sí misma; y que esta acción de habituarse es nada más que generalización, y la generación es expansión de sentimientos. Teóricamente, la ley de la continuidad, la continua expansión del sentimiento que nace del azar, puede producir ideas generales, asociaciones “mentales” si se quiere. La terceridad que se ha referido como la tendencia a “habituarse” y la “continuidad” también podrían denominarse “mente”, “inteligencia” o “razón”. Una razón tiene su ser en la capacidad de poner en relación una cosa con otra; su esencia es vincular. Genera una relación triádica que es la que le permite tener poder. La razón es la capacidad de adquirir hábitos, de permitir las generalizaciones, de reconocer las continuidades, aquello que se denomina “terceridad”.

 

Mente   ----------  externa  -------------- terceridad

Conciencia -------  interna  ------------- primeridad

 

El desarrollo de la razón consiste en encarnarse, en manifestarse. Por ello Peirce describe la mente como externa y la conciencia como interna. La ley de la continua expansión de sentimiento (o generalización) producirá una asociación mental. Dado que las leyes mecánicas y las regularidades de la mente no son más que hábitos adquiridos y que el habituarse no es nada más que generalización y las generalizaciones no son más que expansiones del sentimiento, se podría esperar que una idea general tenga la misma “vida unificada de sentimiento” que una persona. Dicho de otro modo y más exactamente, una persona resulta ser una idea general. La teoría de la evolución de Peirce supone que una ley originaria primera sea reconocida como ley de la mente y vista desde los resultados especiales que provoca. Ambos, mente y materia, son “meros” resultados de una ley original, la tendencia a adquirir hábitos. Y por ello los sentimientos de cualidad son la primeridad sin la cual no podría haber regularidad (segundidad) y continuidad (terceridad). En la teoría de Peirce, los fenómenos mentales evolucionan según la tendencia universal de todas las cosas hacia la generalización; las ideas son generalizaciones de sentimientos. Si se entendió la naturaleza de las ideas (que son sentimientos de conciencia cuando son vistos desde dentro y son signos cuando se los ve desde el exterior) y cómo las ideas se conectan entre sí, se habrá comprendido cabalmente el universo y el pensamiento lógico. Por esto la teoría general de los signos es una teoría de todas las cosas que hay en el universo.

 

Primeridad  ------------  interior --------------- sentimientos desde la conciencia

Terceridad ------------- exterior --------------- signos – mente

 

Así como el sentimiento inmediato es la conciencia de primeridad, un sentido de polaridad o reacción es la conciencia de segundidad. Además de los sentimientos, tenemos sensaciones de reacción.

 

08 - ¿Cómo define Peirce la noción de hábito?

 

Los hábitos, dice Peirce, consisten en la permanencia de alguna relación. Éste es el proceso hipotético que cuenta para los 3 tipos de fenómenos, 3 modos de ser que Peirce encuentra en el universo: la Primeridad, la segundidad y la terceridad. La tendencia a habituarse es una de las leyes fundamentales de la evolución, “es la única ley fundamental de la mente, se deriva de que la evolución física trabaja hacia fines en el mismo sentido que la acción mental trabaja hacia el logro de fines”. Las cosas se identifican, comienzan a reconocerse, se les asignan regularidades. Formas de aparición que son reiteradas. Tienen un ser y poseen una sustancia.

 

09 - ¿Cómo define Peirce la noción de sentimiento?

 

La conciencia sentimiento es no sólo algo que está dentro de nosotros sino que también nosotros estamos dentro de ella. Nosotros no la tenemos; ella nos tiene, o es nosotros. La conciencia en sí misma es nada más que sentimiento; la mente es la continuidad de la conciencia. El sentimiento, que Peirce iguala con la conciencia, es el “elemento inmediato de la experiencia, generalizado al máximo” y no los sentimientos como objetos de pensamiento. Pero “el sentimiento es solo el aspecto interno de las cosas, mientras que la mente por el contrario es esencialmente un fenómeno externo”. La mente y la conciencia son distintas y al mismo tiempo interdependientes. En la conciencia hay: primero, sentimiento, la conciencia que puede incluirse en un instante de tiempo, conciencia pasiva de calidad, sin reconocimiento o análisis; segundo, conciencia de una interrupción dentro del campo de la conciencia, sentido de resistencia, de un hecho externo, u otra cosa; tercero, conciencia sintética, captura del tiempo, sentido de aprendizaje, pensamiento. La experiencia de la primeridad, la única primeridad de la que podemos ser conscientes, es siempre tercera-primeridad: ideas, pensamientos, signos de primeridad.

 

10 - Defina el conocimiento, según la semiótica de Peirce.

 

El conocimiento está conformado por 3 elementos del conocimiento: los pensamientos, la habitual conexión entre los pensamientos y los procesos de establecimiento de una conexión habitual entre los pensamientos. Esto es lo que identifica al ser humano pero es también lo que singulariza a los signos y por eso el hombre resulta un signo. Es que la palabra o el signo que usa el hombre es el hombre mismo. Pues, del mismo modo que todo pensamiento es un signo, tomado en forma conjunta con el hecho de que la vida es una serie de pensamientos, prueba que el hombre es un signo, así el hecho de que todo pensamiento es un signo exterior prueba que este hombre es un signo exterior. En otras palabras, el hombre y el signo exterior son idénticos. La realidad depende de la decisión definitiva de la comunidad, así el pensamiento es lo que es sólo en virtud de referirse a un pensamiento futuro, que es pensado en su valor como idéntico con el mismo, si bien más desarrollado.

 

Capítulo 3 / La semiótica y la clasificación científica

 

01 - ¿Con qué criterios clasifica Peirce a las ciencias?

 

Ciencias formales y ciencias empíricas. Las ciencias formales deben comprenderse de diferente modo respecto de las ciencias especiales o empíricas, como las llama Peirce; éstas no buscan descubrir lo que debe ser sino lo que es en el mundo actual. La física como ciencia empírica puede descubrir lo que es realmente cierto acerca del movimiento, pero la semiótica (o la lógica) como ciencia formal debería determinar, en parte, las condiciones para que algo sea considerado verdadero. La ciencia formal, a veces también llamada “ciencia normativa” (que comprende la semiótica, la ética y la estética), investiga las leyes universales y necesarias de las relaciones de los fenómenos respecto de los fines; esto es, a la Verdad, la Justicia y la Belleza. En sus últimos años Peirce se interesó en una clasificación sistemática de las ciencias. Su sistema refleja un sentido muy amplio y clásico de  “ciencia” no restringido a las modernas ciencias empíricas, y constituye un intento por sistematizar el conocimiento. De este modo pudo rotular como “ciencia” no sólo a las ciencias de laboratorio como la química sino también a las ciencias humanas, la etnología y a disciplinas como la historia y la crítica artística y literaria. El siguiente esquema sugiere 2 ramas principales de la ciencia así entendida: teórica y práctica. Estas son luego divididas corresponde a los propósitos del conocimiento; así, las ciencias teóricas apuntan al descubrimiento del conocimiento mientras que el objetivo de las ciencias prácticas es la aplicación del conocimiento. Las ciencias prácticas pueden también llamarse aplicadas ya que se incluye en ellas desde la medicina y la ingeniería hasta la navegación. El sentido práctico aquí es más el corriente que el tradicional o incluso el aristotélico, que comprende estudios como los referidos a la ética, la política, la retórica y la poética. Peirce trata a estas últimas disciplinas como ciencias teóricas, según se verá más adelante.

 

02 - Defina Fenomenología.

 

La fenomenología intenta mostrar las cualidades esenciales de los fenómenos abstraídos de sus manifestaciones particulares, de modo que no importa cómo se manifiesten esto fenómenos; lo que importa es que conlleven esas cualidades en el presente. La fenomenología estudia las clases de elementos universales presentes en el phaenomenon (todo lo que está presente a la mente en cualquier momento y de cualquier forma). La faneroscopía es el estudio que, apoyándose en la observación directa de los phanerones y generalizando sus observaciones, distingue entre varias grandes clases de phanerones; describe las características de cada uno de ellos; muestra que, aunque estén tan inextricablemente mezclados que ninguna de ellos es separable, sin embargo, resulta claro que sus caracteres son completamente diferentes; después prueba de modo indiscutible que una cierta lista muy corta abarca la totalidad de esas categorías más amplias de phanerones; y finalmente procede a la tarea laboriosa y difícil de enumerar las principales subdivisiones de esas categorías.

Dice Peirce: “Entiendo por phaneron el total colectivo de todo lo que está presente a la mente en cualquier forma o sentido, sin tener en cuenta si corresponde o no a alguna cosa real”. La fenomenología formula una suerte de “análisis químico” del mundo entero, de “lo que aparece”, para identificar en ese campo ilimitado aquellos elementos simples, indescomponibles, ubicuos, cuya presencia se detectará, supuesta la primacía anteriormente explicitada de la fenomenología como ciencia, en cualquier aspecto pensable de lo real.

 

03 - ¿Por qué la matemática es "la más ejemplar y pura de todas las ciencias formales"?

 

Peirce considera a las matemáticas como la ciencia más ejemplar y pura de todas las ciencias formales ya que tiene que ver con las conclusiones necesarias per se, sin tomar en cuenta el estado fáctico de lo que estudia. Muestra, por ejemplo, los rasgos imprescindibles para que algo sea considerado un rectángulo y luego describe lo que puede inferirse o desarrollarse a partir de esos rasgos. La matemática es el estudio de la forma y de sus construcciones; es la forma de la forma. Peirce enfatiza que es una investigación acerca de hipotéticos más que de actualidades. La matemática comprende la extracción de inferencias deductivas a partir de la observación de sus propias construcciones. Trata de lo que es lógicamente posible pero hipotéticamente abstracto. La matemática es la única que puede desarrollarse sin necesidad de la filosofía. La matemática estudia lo que es, o no lógicamente posible, sin preocuparse de su existencia actual, y brinda a las otras clases principios formales más abstractos y generales, de manera que nada que tenga forma (y todo tiene forma) caería, en este sentido, en sus redes.

 

04 - ¿Qué parentescos posee la semiótica con ella?

 

Todas las otras ciencias formales, incluyendo la semiótica, la fenomenología, la ética, la estética y la metafísica, están ubicadas por debajo de la filosofía y son consideradas ciencias formales derivadas porque no estudian las formas de sus propias construcciones sino la forma de cosas ya construidas. Se las debería designar como ciencias formales “reconstructivas” más que “constructivas”, como es el caso de la matemática. La semiótica no se preocupa por saber si un signo se manifiesta a través de un sonido, un pensamiento, un sentimiento, un dibujo o una acción, sino por las condiciones formales que se presentan en un signo. La semiótica es dependiente de los principios generales que se encuentran en una clase superior, las matemáticas, específicamente en la lógica matemática. Dentro de su propia clase es dependiente de los principios generales delineados por la fenomenología y dentro de su propio suborden lo es respecto de las ciencias normativas de la ética, que a su vez depende de la estética. Por una parte, todas las otras ciencias, específica o generalmente, son dependientes de ella. Por la otra, sus descubrimientos contribuirán a la precisión de los principios y los descubrimientos de las ciencias superiores.

 

05 - ¿Por qué la semiótica es una disciplina transversal (aplicable en cualquier campo científico)?

      ¿En qué medida es dependiente de la filosofía? ¿Qué lugar ocupa en el sistema de las ciencias?

 

La semiótica puede ejercer influencias en otras ciencias de modo directo o indirecto. Lo que es verdadero y necesario acerca de los signos será útil para cualquier ciencia que emplee signos para sus fines particulares y, por supuesto, cada ciencia que utilice signos como medio de investigación de su tema en particular. Existe la verdad en cada una de las ciencias como tales. La semiótica puede ofrecer una guía y un marco para cada una de estas cuestiones generales. Pero también puede ofrecer una ayuda más específica a disciplinas particulares cuyos temas se refieren al estudio de ciertos tipos de signos. La cuestión es que los hallazgos semióticos en un nivel formal deberían tener una aplicación en los estudios de los tipos específicos de signos y, de manera inversa, los hallazgos de estas ciencias específicas ayudarían a brindar más ajuste y precisión a la semiótica formal.  Pero, en un sentido general, los resultados de la semiótica son aplicables a cualquier ciencia, y por esta razón es la “ciencia coenoscópica de las ciencias”.

 

La filosofía trata de descubrir no lo que es hipotéticamente necesario sino lo que es realmente necesario con relación a los tipos de fenómenos que estudia, pero “se limita a la verdad tanto como puede inferirse a partir de la experiencia común”. La filosofía también posee sus órdenes: es la ciencia formal de lo que aparece (fenomenología), es el estudio de lo que debe ser (aquello que denomina “ciencias normativas”) y es la ciencia formal de lo que es y de lo que es real (metafísica). A su vez la ciencia normativa comprende 3 subórdenes, que se ajustan a la clásica tricotomía de verdad, bien y belleza, y que son la semiótica (o lógica), la ética y la estética.

 

La semiótica, según esta perspectiva, es una parte dependiente de la filosofía. En principio trata cuestiones vinculadas a la verdad, lo que la hace ser una ciencia normativa. Este aspecto apunta no a qué es la verdad sino a las condiciones por las cuales algo puede considerarse verdadero. Es al mismo tiempo una ciencia evaluativa, normativa (porque estables los criterios de algo) y formal (porque trata de discernir las condiciones necesarias para la norma). Establece normas evaluativas sobre la base de reglas que forman categorías. Como todo pensamiento y conocimiento sólo se puede dar en términos de signos, la pregunta acerca de la verdad se centra en las condiciones formales de los signos, su carácter, su empleo y su transmisión y desarrollo. La semiótica es una ciencia eje dado que su papel en el sistema de las ciencias es brindar principios rectores para cualquier investigación que estudie tipos particulares de signos o que se refiera a los signos por sus principios. Al mismo tiempo emplea los resultados de las ciencias subordinadas para refinar sus propios estudios. La semiótica recibe los principios rectores de la matemática y la fenomenología y sus guías normativas de la ética y la estética.

 

06 - Describa el trivium que constituye el campo de fenómenos que estudia la semiótica.

       Establezca las características principales de cada subdivisión. ¿Cómo se relacionan estas áreas entre sí?

 

La semiótica es una ciencia normativa que tiene un orden dentro de la filosofía. Como ciencia normativa, remite a los valores primarios: la Verdad, el Bien y la Belleza. Pero también se vincula con la Verdad de 3 maneras que definen las ramas de la disciplina: el estudio de la gramática de los signos, la lógica y la retórica. Esta clasificación evoca el trívium de los estudios clásicos y medievales. La gramática comprende el estudio de las características formales del signo y sus modos de expresión. La lógica se refiere a las maneras en que los signos pueden usarse para discernir la verdad. La retórica es la investigación de la manera en que los signos son usados para comunicar y expresar juicios dentro de una comunidad. Comprende 3 ramas: 1) el estudio de las condiciones necesarias que cuentan para que un signo sea tal (gramática semiótica); 2) el establecimiento de los criterios para considerar que algo es verdadero por medio de inferencias de y a través de los signos (lógica crítica), y 3) la determinación de las condiciones para la comunicación y el desarrollo de los signos (retórica universal).

La semiótica es una ciencia normativa, se refiere a los signos y a su valor de verdad. Esto significa que tiene que ver no sólo con la descripción y la caracterización de los signos sino también con su empleo apropiado en la investigación y los medios a través de los cuales deberían emplearse para persuadir y alcanzar consenso.

 

 

 

07 - Distinga entre generalización, restricción e inferencia. Defínalas y ejemplifique.

 

La generalización es el proceso por el cual se extiende la referencia de una propiedad prescindente mientras se atenúa su sentido o significado (por ejemplo, el azúcar también es dulce aunque no es la misma dulzura que la de la miel). La restricción, por su parte, es el proceso por el que se desarrolla el peculiar sentido de la dulzura en el contexto de un particular tipo de fenómeno (por ejemplo, la miel posee una suave y delicada dulzura); se incrementa el sentido pero restringiendo su referencia. El otro aspecto de cualquier ciencia es la inferencia. Las observaciones producen proposiciones singulares del tipo S es P (por ejemplo, la miel es dulce) mientras que la inferencia comprende una conclusión del tipo S es P extraída de otras proposiciones (por ejemplo, ya que la miel es dulce y las cosas dulces deben saborearse, entonces la miel debe saborearse). La investigación comprende, además de la observación, “la producción de nuevas creencias extraídas de las anteriores según leyes lógicas. Este proceso es el proceso lógico pero por una extensión del significado de una palabra familiar lo llamo inferencia”. La observación introduce nuevas ideas o “hechos” mientras que la inferencia combina estas ideas con otras para llegar a nuevas proposiciones. La inferencia tiene 3 formas básicas: la abducción, la deducción y la inducción. La abducción es el proceso de razonamiento por el cual se formula una hipótesis o proposición general que busca dar cuenta de una observación anómala o sorprendente. Resuelve la anomalía por medio de la conclusión preliminar: “La abducción se da allí donde se encuentra alguna circunstancia curiosa que podría explicarse por una suposición que se trataba de un caso de una regla general y por lo tanto se puede adoptar esa suposición”. Por la inducción “se concluye que hechos, similares a los hechos observados, son verdaderos en casos no examinados”. La deducción es una forma de razonamiento tal que “los hechos presentados en las premisas podrían no ser bajo ninguna circunstancia imaginable verdaderos sin la inclusión de la verdad de la conclusión”. Estos 3 tipos de razonamiento están presentes en todas las ciencias, pero según el tipo de clase se manifestarán de manera diferente.

 

 

08 - ¿Por qué la semiótica es una ciencia coneoscópica?

 

La filosofía emplea un tipo peculiar de observación, común a los grandes filósofos, que simplemente toman la experiencia habitual y, mediante procesos similares a los de la matemática, como la abstracción y la generalización, extraen sus cualidades esenciales, relativas al tópico de la observación. Como parte de la filosofía, la semiótica es una ciencia coneoscópica, esto significa que se refiere a la experiencia cotidiana de los signos como datos de base y emplea operaciones como la abstracción, la generalización y los tipos generales de inferencias comunes a cualquier investigación, y trata de delimitar su búsqueda al carácter de los signos y de los criterios acerca de su empleo.

 

Capítulo 4 / Gramática Semiótica

 

01 - Defina el concepto de signo. Establezca las condiciones que deben cumplirse para que un signo sea reconocido como tal.

 

Un signo o representamen es algo que está para alguien, por algo, en algún aspecto o disposición”. Tiene la característica de decir lo menos posible para poder construir sobre ella lo más posible. Las condiciones del signo son 4:

 

1-       Un signo debe entrar en relación con un objeto o representar a ese objeto. Ésta es la condición representativa del signo. Todos los signos tienen una dirección hacia uno o varios objetos en la medida en que están “por algo”. En definitiva, se trata de una relación de comparación y su naturaleza es la de las posibilidades lógicas. De los 3, el primero correlato es aquel que se considera de naturaleza más simple, y constituye una mera posibilidad.

2-       El signo representa ese objeto en alguna manera o capacidad (ground), está “en alguna relación”. Cada signo debe tener algún sentido o profundidad para contar como tal. Ésta es la condición presentativa. Es una relación de funcionamiento y su naturaleza es la de los hechos reales. El segundo correlato se considera de complejidad intermedia, de modo que si dos cualquiera de los otros son de la misma naturaleza – sean ambos meras posibilidades, existencias reales o leyes -, entonces comporta una existencia real.

3-       El signo determina, potencial o realmente, a un interpretante, entendido como un signo que despliega el signo original. Ésta es la condición interpretativa. El signo tiene que tener la capacidad de crear otro equivalente o más desarrollado en algún intérprete que articule el sentido original y la referencia. Para ser un signo debe representar algo “para alguien” que resulta ser el usuario del signo. Es una relación de pensamiento y su naturaleza es la de las leyes. El tercer correlato es, de los 3, el considerado como de naturaleza más compleja; es una mera posibilidad a menos que los otros lo sean.

4-       La relación entre signo, objeto e interpretante debe ser triádica. Esto es, pensada como una relación inevitable por la cual cada componente adquiere sentido.

 

Cada una de estas condiciones formales del signo está mediada a partir de las otras: la habilidad del signo de representar requiere, además, de su poder de ser interpretado como un signo del objeto en algún aspecto. La habilidad del signo de ser interpretado sólo puede operar si es interpretado como representante del objeto como tal. Así el ground, la representación y la interpretación son triádicamente interdependientes. En sus términos más generales, un signo debe representar algo en algún aspecto, para algún intérprete, para que pueda ser tomado como signo. Ésta es la condición triádica. Algo es signo, principalmente, porque se correlaciona con un objeto y produce un interpretante en un proceso en el cual los 3 elementos están irreductiblemente vinculados. Sólo cuando adquiere estas características formales es convencional. La gramática semiótica estudia las formas en las que un objeto puede ser signo.

 

02 - Explique el carácter presentativo del signo. ¿Qué relación presenta con su objeto?

 

El signo siempre presenta a su objeto como ese objeto en alguna forma o aspecto y también sirve para presentar el objeto desde el punto de vista de un aspecto y parcialmente. Por ejemplo, el signo (en este caso una proposición) “Esta estufa es negra” presenta la estufa en términos de una cualidad, la negrura. Presentando el objeto como negro, el signo selecciona cierta forma, característica o cualidad del objeto.

 

03 - Defina Ground. ¿Por qué este concepto es fundamental para comprender la relación entre un signo y su objeto?

 

Sin embargo, estas cualidades o características del objeto en el signo son mostradas en una forma abstracta, en un sentido formal cuasiplatónico. El ground del signo es una cualidad abstracta o una forma de un signo. Peirce lo expresa de un modo más preciso: cuando prescinde de su objeto, el ground es una pura forma o idea. En algún sentido metafísico, agrega Peirce: el carácter es el ground del ser, cualquier cosa que sea, es para ser de alguna forma. El carácter es entonces siempre un ground y como ground es siempre un carácter: los 2 términos son coextensivos. La referencia a un ground, por ejemplo la posesión de un carácter, no es una concepción dada por las impresiones sensibles sino que es el resultado de una generalización. El ground sirve como base sobre la cual el signo representa a su objeto, o como escribe Peirce: “El ground es la razón que determina (al signo) para representar a ese objeto para un sujeto”. La función inmediata de referencia a un ground es unir lo relacionado y lo correlacionado, por tanto su introducción se justifica porque sin una referencia a un correlato resulta ininteligible. Ninguna relación puede tener lugar sin una cualidad o referencia a un ground. En el signo la presentación del objeto sirve como base para su representación. Al caracterizar al objeto, el signo posibilita que se conecte a él y al mismo tiempo muestra un cierto sentido o connotación en relación con ese objeto.

 

04 - Explique el carácter representativo del signo. ¿Qué relación implica con su objeto?

 

Para que algo sea un signo debe “representar”, como se suele decir, a otra cosa, llamada su objeto, aunque la condición de que el signo debe ser distinto de su objeto es, tal vez, arbitraria. En algunos casos hay una superposición entre el signo y su objeto. La segunda característica formal de un signo es que representa a un objeto. Peirce tiene una comprensión muy amplia de lo que puede ser un objeto; puede ser una única cosa existente o una colección de cosas creídas anteriormente que han existido o que se espera que existan, o una colección de tales cosas, o una cualidad conocida, o una relación o un hecho, un objeto único puede ser una colección o un conjunto de partes, o puede tener diferentes modos de ser, como un acto permitido cuyo ser no previene su negación de ser igualmente permitido, o algo de una naturaleza general deseada, requerida o invariablemente hallada bajo ciertas circunstancias generales.

 

05 - Distinga entre percepto y juicio perceptivo.

 

Peirce desarrolla la naturaleza del signo representamen cuando describe el “percepto”: Todo lo que aparece frente a nosotros, todo lo que percibimos, es producto del proceso mental, pero no somos conscientes de ello. Nuestra experiencia es que algo, una silla, digamos, aparece. Se interpone ante nosotros. No hace profesión de ningún tipo, no tiene intención alguna, no está en lugar de ninguna cosa. Simplemente está. Está enérgicamente en lo que no podemos negar que ocurre. Tal es lo que llamo un “percepto”. De manera que el percepto es una presencia en la conciencia pero que no supone un acto de conocimiento. Sólo el juicio perceptivo es un acto de conocimiento porque le confiere al conocimiento la generalidad que permite asignar un objeto o, un sentido al representamen. El percepto es directo y el juicio perceptivo es interpretativo. El percepto es la presentación perceptual. Posee 2 aspectos: como primeridad es un fenómeno y por lo tanto muestra una cualidad. Como segundidad es una interacción del sujeto con un objeto real, externo o un suceso. El juicio perceptivo es la representación del percepto. Posee un aspecto vinculado a la terceridad porque se manifiesta como un signo complejo que es índice más predicado. Se refiere a un objeto real, externo o a un suceso.

 

06 - Explique el carácter interpretativo del signo. ¿Qué clase de relación tiene con los otros elementos que componen un signo?

 

Cada signo para ser tal debe ser interpretado. El interpretante puede entenderse en un sentido general como la traducción de un signo, su resultado significativo. “Un signo no es un signo a menos que pueda traducirse en otro signo en el que es más plenamente desarrollado”. El interpretante está determinado por el signo mediante algún traductor o una acción interpretativa del signo. La traducción es, al mismo tiempo, un producto, el resultado de un proceso que tiene algún efecto sobre el traductor.

 

07 - Defina y distinga los distintos tipos de objeto que propone Peirce. Ejemplifique.

 

El objeto de un signo puede ser aproximadamente todo, y lo que hace que algo sea un objeto de un signo es el hecho de que está representando como tal por el signo. Con relación al signo Peirce diferencia 2 tipos de objetos: el objeto dinámico (exterior a la semiosis) y el objeto inmediato (interior a la semiosis). El objeto inmediato es el objeto visto desde el contexto del signo – su contenido representativo – mientras que el objeto dinámico puede ser considerado como el dinamismo, la máquina que conduce el proceso semiótico; es lo que provoca al signo. El objeto dinámico del signo es una mano invisible que guía el proceso semiótico a la determinación final que concierne a cualquier información o significación que se refiere al objeto aun cuando eso signifique la interpretación equivocada. El objeto dinámico es el objeto de una realidad que posee una existencia independiente del proceso semiótico. Peirce llega a decir que es la realidad extralingüística a la que el signo se refiere; el objeto dinámico es “la realidad que de alguna manera contribuye a determinar al signo para su representación. Pero, sin embargo, se debe tener en cuenta que para que el signo diga algo de sí mismo es preciso que haya pasado por procesos semióticos anteriores a partir de los cuales el intérprete posee un cierto conocimiento del objeto y por lo tanto es concebido también como signo.

 

La división de los objetos permite ver el signo desde 2 puntos de vista: el objeto desde la perspectiva de su representación en el signo y el objeto entendido como determinante del signo, el así llamado “proceso de determinación”. Se caracteriza la representación del signo como la conexión a un objeto, su relación, su intencionalidad. La conexión se establece no sólo por medios físicos o causales sino también por similaridad y convención. El signo no es la copia de su objeto sino que representa al objeto como un embajador que representa a su país en una nación extranjera.  Por lo tanto, el objeto “determina” al signo en cierto sentido, pero sin poner su marca en él.

 

La determinación, por su parte, es un proceso de restricción iniciado por el objeto dinámico a partir de algún signo. A veces Peirce habla como si la determinación fuera un simple proceso lineal en el cual el objeto dinámico determina al objeto inmediato, que a su vez determina al signo que entonces determina al interpretante. La determinación del signo debería diferenciarse de la producción del signo. La producción del signo es el resultado causal de la interacción entre un objeto dinámico y el signo a partir de cierta acción interpretativa del signo. El objeto dinámico ofrecerá el mismo modo de coerción a pesar de los diferentes signos producidos por la interacción con el medio. La percepción que la abeja tiene de una flor diferirá de la del hombre debido a la diferencia en la amplitud de la capacidad perceptiva, pero la coerción que brinda el objeto dinámico para cada uno será la misma. La diferencia en la amplitud de luz emanada por la flor determinará el contraste visto en el objeto inmediato del signo por parte de la abeja y del hombre. En un caso se tratará de un signo para succionar y en otro caso se tratará de algo que evoca la belleza, el perfume o el color de otras flores.

 

La determinación brinda la forma (la base del ground), el anzuelo, sobre el cual el signo hace descansar la representación del objeto dinámico: eso que se comunica desde el objeto a través del signo a un interpretante es una forma. El objeto dinámico es un fundamento determinante del signo y este fundamento brinda la posibilidad de producción para la representación. Como sugiere el 4º principio formal (el principio triádico), el signo sólo representa a su objeto si hay un interpretante que correlaciona a ambos, y si esto se puede hacer a partir de que hay un fundamento sobre el cual realizar esta correlación.

 

08 - Defina y distinga los distintos tipos de interpretante propuestos por Peirce. Ejemplifique.

 

La división más comprensiva de los interpretantes es la de inmediato, dinámico y final.

 

El interpretante inmediato será el “efecto total no analizado” que el signo designado intencionalmente produce o puede naturalmente producir, “el posible efecto inmediato pertinente es no analizable”. Consiste en el interpretante tal como es “representado o significado en el signo”. Puede también comprenderse como el proceso que posibilita a la acción de interpretar un signo como interpretable. Como un producto, debería incluir algún tipo de primeridad, incluida la cualidad que comprende un sentimiento, vagas impresiones, cualidades, la idea de un esfuerzo o la idea de un tipo general. Su vecino es el interpretante emocional que por alguna acción interpretativa capaz de analizar la emoción o el sentimiento está precisamente en el inicio del sentimiento producido del signo: “El primer efecto propiamente significativo de un signo es el sentimiento que produce”.

 

El interpretante dinámico es el efecto directo o actual producido por un signo en una acción interpretativa; “es cualquier interpretación que cualquier mente realmente realiza de un signo”. Su producto pertenece a la categoría de la segundidad, como las acciones, los hechos o las ideas producidas singularmente. El vecino del interpretante dinámico es el energético, que consiste en el efecto de ejecución que cualquier signo posee sobre una acción interpretativa. Implica un esfuerzo para actuar por parte del sujeto, sea corporalmente, sea mentalmente. Así un signo puede provocar un pensamiento o causar que alguien se levante de la silla.

 

El interpretante final es el efecto de cualquier regla o ley que un signo tiene sobre la acción interpretativa. Sus productos serán terceros, como las leyes, los hábitos, las disposiciones y las regularidades. El vecino del interpretante final es el interpretante lógico. Puede comprenderse como el significado del signo, su contenido conceptual, entendido como el “deber ser” del signo, esto es, la expresión del resultado generalizable del signo. El interpretante final o último es el hábito de interpretación o el hábito de acción que la interpretación del signo provoca. También puede comprenderse como el medio por el cual un signo se conecta o interrelaciona en un sistema de signos, esto es, se traduce en otro sistema de signos. Un sistema es un conjunto de objetos que comprenden a todos lo que están en un grupo y mantienen relaciones entre sí. El estado de información que el signo (en su relación con otros signos) brinda. El interpretante final determina ciertos hábitos de conducta para la acción interpretativa del signo incorporada al sistema de signos, la forma en la que los signos se transforman en experiencias vividas por tales acciones.

 

Los aspectos están interrelacionados: la confirmación cambia si las inferencias se expanden o complican al sistema, mientras que la información del sistema provoca cambios significantes; la conducta de las acciones interpretativas brinda al sistema una cierta dirección basada en los modelos de inferencia que operan en el sistema. El interpretante final es el componente más importante del signo: es una traducción del signo que provee información por medio de reglas de inferencia que tienen un cierto efecto en la acción de interpretación del signo.

 

09 - Distinga entre íconos, índices y símbolos. Ejemplifique.

 

Iconos: aquellas representaciones cuya relación con sus objetos es una mera coincidencia en alguna cualidad.

Índices: aquellas representaciones cuya relación con sus objetos consiste en una correspondencia real.

Símbolos: aquellas representaciones cuya relación con sus objetos es una cualidad imputada, y que no son otra cosa que signos generales.

 

10 - Distinga entre rhema, dicente y argumento. Ejemplifique.

 

Los símbolos son luego divididos de la siguiente manera:

 

1-       Rhema: Símbolos que sólo determinan directamente sus fundamentos o cualidades imputadas y que, por tanto, no son más que sumas de señales o términos.

2-       Dicente: Símbolos que también determinan independientemente sus objetos por medio de otro término o términos y que, por consiguiente, expresan su validez objetiva, y son susceptibles de verdad o falsedad; son las proposiciones.

3-       Argumento: Símbolos que también determinan independientemente sus interpretantes y, por lo tanto, las mentes a las que apelan estableciendo una proposición o proposiciones que esas mentes han de admitir. Son los argumentos.

 

Además de su carácter presentativo y representativo, el signo posee un poder interpretativo. Dirige o determina a sus interpretantes respecto de cierta orientación en la interpretación de su objeto. Si un signo es un rhema tendrá una tendencia a orientar al interpretante sobre las características interpretativas del signo más que otra propiedad existencial o legal que pudiera tener. El ejemplo típico de Peirce de un rhema es un término (como “ser humano”), o el predicado de una proposición. Existen diferentes tipos de términos según Peirce, que incluyen los nombres propios, los pronombres demostrativos, personales y relativos, los sustantivos abstractos y los comunes. A causa de la indefinición del rhema, puede ser verdadero o falso puesto que no implica una aserción acerca de algo o provee información; sólo brinda las características generales como tales. Se podría decir que para un rhema su interpretación estará dirigida al sentido y la connotación del signo más que su referencia, su denotación. En un rhema hay una indefinición de extensión, y su objeto es excesivamente vago. Se podría decir que el rhema es un signo cuya extensión está buscando comprensión.

 

Un dicente (dicisigno) conecta el sentido con el referente, esto es, conecta los rhemas en una organización interpretativa más alta, y así su interpretación permite que alcance cierta característica como verdadera respecto de cierto objeto, esto es, determina al interpretante respecto de la información que posee en el signo: “Defino un dicente como un signo representado en su interpretante significado como si fuera una relación real con su objeto”. El paradigma del dicente para Peirce es la proposición que hace precisamente esto a través de la conexión entre un predicado con un sujeto. La proposición “Pedro es un ser humano”, por ejemplo, dice del objeto que es un ser humano, así la interpretación es directa respecto de la correlación entre sentido y referencia. Cada proposición para Peirce comprende un sujeto y un predicado y ésta es la base por medio de la cual una proposición puede contener información.

 

Un argumento es un signo cuya interpretación está dirigida a una conexión sistemática, inferencial y legal con otros signos. Así como la proposición o dicisigno incorpora rhemas o términos en un interpretante mayor, así los argumentos incorporan dicisignos o proposiciones en un interpretante mayor. El ejemplo típico es el argumento: “Todos los seres humanos son mamíferos. Todos los mamíferos son vertebrados. Entonces todos los seres humanos son vertebrados”. En el argumento, las proposiciones que sirven como premisas no solo contienen su información particular propia sino que llevan a otra porción de información no contenida en la premisa pero que es expresada por la proposición de la conclusión. Por un lado, el interpretante del argumento es la conclusión comprendida como el producto del argumento. Por otro, entendido como proceso, el interpretante es la regla de inferencia, o principio rector, del argumento. Por analogía, así como la proposición da diferentes tipos de información según los tipos, así el argumento tendrá diferentes efectos sobre los intérpretes y diferentes tipos de reglas de inferencia según los tipos de argumentos.

 

Para Peirce existen 3 tipos básicos de argumentos: abductivos, deductivos e inductivos. Los argumentos deductivos son formas explicativas de inferencia, en el sentido en que explicitan lo que es implícito entre las conexiones sistemáticas de los signos. Simplemente muestra lo que ya está allí pero que no se ha advertido. Deducción y abducción son tipos ampliados de inferencia, en cuanto expanden la cantidad de información en el sistema de signos. La abducción es la última forma de análisis de esta forma de razonamiento. Concierne a la introducción o al descubrimiento de nuevas proposiciones posibles o hipótesis, basadas en la anomalía o en los sucesos sorprendentes generados por una información recibida el sistema de signos. Finalmente, la inducción lleva a conclusiones sobre la base de la observación de resultados en ciertos casos.

 

11 - Establezca los cinco principios que regulan las 10 clases de signos propuestas por Peirce.

 

Cada clase de signo debe satisfacer por lo menos 3 de las condiciones formales de un signo: que represente a un objeto, que represente a ese objeto en algún aspecto y que cree un interpretante que lo establezca como una representación de ese objeto, pero cada clase de signo cumplirá estas condiciones de diferente modo. Esta clasificación se ordena según algunos principios rectores:

 

Primero, dado que un signo para ser tal debe retener una relación triádica entre signo, objeto e interpretante, esto es, su carácter presentativo, representativo e interpretativo, entonces cada signo en la clasificación exhibirá una de las divisiones dentro de las 3 tricotomías. Esta es la regla de composición.

 

Segundo, la clasificación de los signos está determinada por ciertos principios rectores derivados de la fenomenología y del estudio de las categorías. El más general es que un posible o un “primero” (cualidades, sentimientos, etc.) no determina nada salvo un primero y un necesario o “tercero” (hábitos, convenciones, leyes, etc.) sólo puede determinar a un necesario. Esta es la regla de cualificación. Se puede establecer de la siguiente manera: el aspecto presentativo de un signo sólo se puede combinar con sus aspectos representativos que son iguales o menores que los tipos fenomenológicos presentativos; el aspecto representativo del signo sólo se puede combinar con los aspectos interpretativos que son iguales o menores que los tipos fenomenológicos representativos. De esta regla se siguen los siguientes corolarios:

 

1-       Los cualisignos siempre representan a sus objetos icónicamente

2-       Los cualisignos siempre serán interpretados rhemáticamente

3-       Los íconos siempre serán interpretados rhemáticamente

4-       Los argumentos sólo pueden representar a sus objetos simbólicamente

 

Tercero, aunque cada signo requiere un elemento de cada una de las 3 tricotomías, algún componente predominará sobre los otros. Esta puede llamarse la regla dominante.

 

Cuarto, existe lo que se puede llamar la regla del instante. Esta es la conclusión que sostiene que todos los signos para contarse como tales deben ser instantáneos y, por lo tanto, expresarse en un sinsigno. El hecho de que algo ocupe espacio y tiempo puede no ser tan significante como el hecho de que tenga una cierta cualidad que sirve de base para su capacidad de representación; sin embargo, cualquier cosa que deba significar debe encarnarse en algo y aparecer en un instante.

 

Quinto, la regla de la inclusión. Dentro del mismo aspecto del signo, la división con el estatuto fenomenológico superior comprende las divisiones con los inferiores. Así siempre un sinsigno comprende a un cualisigno; un legisigno comprende a un sinsigno (y de modo indirecto a un cualisigno). Los índices comprenden a los íconos; los símbolos comprenden a los índices (e indirectamente a los íconos). Los dicisignos comprenden a los rhemas; los argumentos comprenden a los dicisignos (e indirectamente a los rhemas). En otras palabras, la regla de la inclusión sostiene que no existe algo así como un símbolo puro, por ejemplo, dado que siempre incluirá a un índice y a un ícono. Puede darse el caso de que el signo incluido sirva de vehículo por el cual el signo principal transmite información o se refiere a su objeto. El hecho de que un símbolo incluya un índice le permite referir y el hecho que incluya a un ícono le permite significar.

 

12 - Enumere, defina y ejemplifique las diez clases de signos propuestas por Peirce.

 

Las 10 clases de signos pueden articularse de la siguiente manera:

 

1-       Cualisigno icónico rhemático: esta clase de signo es cualquier signo que actúa a través de las cualidades que un signo posee. Lo que predomina en esta clase de signo es su carácter presentativo más que cualquier otro aspecto, pero su carácter presentativo en términos de sus cualidades más que cualquier otro. Su capacidad representativa es más bien vaga e indeterminada. Signos que representan a sus objetos de maneras abstractas. En tanto un rhema agrega cierta información (la información profunda del signo), pero brinda información que es más descriptiva que fáctica. Signos que informan por descripciones.

2-       Sinsigno icónico rhemático: para todos los propósitos prácticos, es simplemente un ícono instantáneo. Cualquier ícono que, a causa de su singularidad o individualidad, tiene el poder de representar a su objeto como similar al signo. El énfasis está en los rasgos de similaridad. Comprenden los cualisignos, dado que cualquier signo posee alguna cualidad. Es la singularidad más que ninguna otra cosa lo que contribuye a ese poder.

3-       Sinsigno indicial rhemático: es el índice que actúa primariamente para indicar un objeto sin comunicar mucho acerca de su sentido o profundidad. En su forma más pura es cualquier signo singular que, a causa de su ubicación temporal y espacial única, es interpretado como señalando o llamando la atención hacia su objeto. Ej.: un grito. A causa de que el grito espontáneo es de una naturaleza indeterminada se lo interpreta rhemáticamente, en términos de sus cualidades esenciales; lo que representa, por lo tanto, es también algo vago.

4-       Sinsigno indicial dicente: es un índice que no sólo señala su objeto sino que también es capaz de presentar algún sentido o profundidad acerca del objeto al que refiere. Es cualquier signo capaz de brindar información acerca de su objeto por ser realmente afectado por ese objeto. Ej.: una veleta, en la medida en que es empujada en cierta dirección por el viento. Es un signo designativo. El énfasis aquí está en su aspecto interpretativo, en el hecho de que el signo promueve el sentido de un suceso y una revelación informacional acerca del signo y de su objeto. El objeto está más determinado y su interpretación es más fáctica por esa razón.

5-       Legisigno icónico rhemático: es el signo que representa la semejanza en una forma predominantemente convencional. Un diagrama o un gráfico, por ejemplo, representan a su objeto mostrando una similaridad entre las relaciones que existen en el gráfico y las relaciones que existen en su objeto.

6-       Legisigno indicial rhemático: es cualquier signo convencional que opera primariamente como un índice. Los pronombres demostrativos son casos paradigmáticos. Se los interpreta simplemente como indicando o señalando al objeto al que se refiere mientras que transmiten un mínimo de sentido o profundidad concerniente a ese objeto.

7-       Legisigno indicial dicente: es cualquier signo convencional que no sólo actúa como un índice sino que simultáneamente nos brinda alguna información acerca del objeto a través del correlato que ese signo convencional tiene con lo que es indicado por el signo. Por ejemplo, el grito en la calle de un vendedor (“Garrapiñadas!!!”) no sólo indica sino que también nos dice el contenido de lo que es indicado. Son interpretados como revelando algo fáctico, y de este modo es dicente.

8-       Legisigno simbólico rhemático: es cualquier signo convencional que se correlaciona con su objeto primariamente a través de medios convencionales, habituales o legales, y actúa primariamente transmitiendo un sentido general y profundo acerca del objeto que representa. El paradigma es el sustantivo común. La palabra “perro” es antes que nada un legisigno, que significa y representa las formas generales de los perros (un perro tiene 4 patas, ladra, etc), y entonces es interpretado rhemáticamente. Transmite la profundidad del objeto sin establecer realmente que la profundidad está en algún perro o clase de perros.

9-       Legisigno simbólico dicente: es un signo convencional que establece una correlación con su objeto y de este modo brinda alguna información acerca de él. Como tal, es usualmente interpretado como transmitiendo algo fáctico, y en consecuencia tiene una característica dicente. El ejemplo paradigmático es la proposición (“este es un perro grande”), que en su esencia establece una correlación entre el sujeto (el objeto nombrado) y el predicado, el objeto con relación a su profundidad.

10-    Legisigno simbólico argumentativo: es cualquier signo convencional que revela una legalidad o características habituales de su objeto. El caso paradigmático es el de la inferencia de un argumento, que muestra la conexión entre un conjunto de proposiciones (las premisas) y otras (la conclusión).

 

 

relación con si mismo

 

 

relación con el objeto dinámico

 

relación con el interpretante lógico final

1

CUALISIGNO

Sentimiento

 

1

ICONO

Reemplazo en relación de semejanza

1

RHEMA

Solo es. Esta más allá de lo V o F

2

SINSIGNO

Hecho

 

2

INDICE

Conexión material o contigüidad

2

DICENTE

Puedo establecer V o F

3

LEGISIGNO

Pensamiento

 

3

SIMBOLO

Relaciones convencionales

3

ARGUMENTO

Validez o invalidez

 

Relaciones

1 – 1 – 1   cualisigno icónico rhemático

2 – 1 – 1   sinsigno icónico

2 – 2 – 1   sinsigno indicial rhemático

2 – 2 – 2   sinsigno indicial dicente

3 – 1 – 1   legisigno icónico

3 – 2 – 1   legisigno indicial rhemático

3 – 2 – 2   legisigno indicial dicente

3 – 3 – 1   símbolo rhemático

3 – 3 – 2   símbolo dicente

3 – 3 – 3   argumento

 

Capítulo 5 / Lógica crítica

01 - Establezca la relación entre la verdad, signo y objeto.

 

La lógica crítica permite discernir “las condiciones formales acerca de la verdad de los símbolos. Se refiere a los legisignos, símbolos, dicisignos y argumentos. Son los signos que expresan información. Se relacionan con la verdad y la exactitud que pueden transmitir determinando sus interpretantes finales. La primera condición formal para la verdad es que el símbolo se corresponda con su objeto. En primer lugar, la verdad pertenece exclusivamente a cierta clase de signos, en particular a la proposición, o sea, al dicisigno. Cada proposición está formada por un sujeto y un predicado. “El sujeto es un signo; el predicado es un signo y la proposición es un signo que indica que el predicado es un signo y la proposición es un signo que indica que el predicado es un signo de aquello de lo cual el sujeto es también un signo”. De modo que la verdad concierne a la correspondencia entre la proposición y su objeto. El pensamiento es de naturaleza sígnica y una proposición es un producto y un proceso del pensamiento. La verdad no es sólo la correspondencia de la proposición con su objeto sino la correspondencia de un objeto representado en el dispositivo inferencial final y válido de esa proposición original. Remite, pues, a las consecuencias inferenciales de una proposición o a los argumentos vinculados a esa proposición.


02 - Defina el concepto de verdad según la concepción pragmática.

 

Peirce define “verdad” en el sentido de la máxima pragmática: La verdad no es ni más ni menos que aquel carácter de una proposición que consiste en que la creencia en esa proposición nos conduciría, con la suficiente experiencia y reflexión, a un comportamiento tal que tendría que satisfacer los deseos que entonces tuviésemos. Decir que la verdad significa algo más que esto es decir que no tiene significado en absoluto. Por lo tanto, la condición formal de la verdad – el asunto central de la lógica crítica – lleva a la cuestión del método correcto de pensamiento, y a la pregunta sobre la inferencia y el argumento válido: podemos decir que el propósito de los signos – que es el propósito del pensamiento – es alcanzar la expresión de la verdad. La ley bajo la cual un signo debe ser verdadero es la ley de la inferencia; y los signos de una inteligencia científica debe, sobre cualquier otra condición, ser tales como para permitirles inferir. Por lo tanto la relación ilativa es la relación semiótica primera y suprema.


03 - Distinga entre dos tipos de inferencia. ¿A qué clase de razonamientos corresponde cada una?

 

La inferencia puede expandir y desarrollar signos a partir de incorporar nuevas informaciones acerca de los signos ya sistematizados o puede incrementar la conexión entre esos signos sistematizados. Existen 2 tipos básicos de inferencias: sintética o ampliativa y analítica o explicativa. La ampliativa alude a un proceso de descubrimiento que aumenta la cantidad de información en el sistema de signos, y la explicativa comprende inferencias que muestran la conexión entre la información ya descubierta. Las inferencias ampliativas (sintéticas) incluyen la inducción y la abducción, mientras que la deducción es la forma analítica primaria de inferencia. Los otros tipos de inferencia, incluyendo la analogía, constituyen combinaciones o atenuaciones de estos tipos básicos.


04 - Defina las relaciones lógicas de inclusión, implicación y su función en el silogismo hipotético (Bárbara)?

 

En su lógica de las relaciones Peirce demuestra que la relación de inclusión es la fundamental. La inclusión es una relación lógica de la parte respecto del todo. Las relaciones primitivas, como las de igualdad, pueden ser definidas en términos de inclusión, de modo que a y b son idénticos si todo lo que puede decirse de a se puede decir de b: “Toda igualdad es inclusión pero lo contrario no es verdadero; entonces la inclusión es un concepto más amplio que la igualdad”. Algo similar se puede decir de la relación de implicación. La implicancia a ----- q significa que cada r que incluya p es un r que incluye a q. Esta implicación es la esencia de cualquier inferencia: decir que una inferencia es correcta es decir que si las premisas son verdaderas la conclusión es también verdadera.

 

Cada argumento supone una inferencia; cada inferencia en su forma general comprende una implicación – si p, entonces q – y cada implicación es dependiente de una inclusión, que es fundamental en la lógica de las relaciones. De estas relaciones se pueden derivar 3 clases básicas de inferencia: deducción, inducción y abducción. Peirce señala que la principal característica de la relación de inclusión es su carácter transitivo, “lo que está incluido en algo incluido en un todo está el mismo incluido en esa cosa; o que si A es B y B es C, entonces A es C”. Este es el silogismo clásico conocido como Bárbara, o silogismo hipotético, como se lo nombra corrientemente. Todos los otros silogismos deductivos pueden derivarse de Bárbara. Incluso  más, los silogismos pertenecientes a la inducción y a la abducción pueden derivarse de la deducción.


05 - Enumere y defina las partes de un argumento.

 

La inclusión es la relación fundamental de cualquier inferencia, y la inferencia es la cualidad esencial de cualquier argumento. Cada argumento puede ser analizado en sus partes. Ellas son el principio rector, las premisas, el vínculo, la inclusión y la conclusión. Una premisa es una proposición que contribuye a la determinación de una conclusión. No es simplemente una proposición sino que debe ser comprendida implícitamente como relacionada con otra premisa para que se infiera una conclusión. La conclusión es también una proposición, pero es la determinación de las premisas, su resultado. La conclusión de un argumento es su interpretante, comprendido como el producto del proceso del signo. El vínculo es simplemente la operación que consiste en tomar diferentes premisas juntas y ponerlas en relación. La inclusión es la idea de la transferencia de los hechos de las premisas a la conclusión. Pero el aspecto más amplio e importante del argumento es el principio rector. Peirce define el principio rector esencialmente como un hábito de pensamiento que controla y valida la inferencia de la premisa hacia la conclusión. En otras palabras, el principio rector es la esencia o la expresión de la inferencia. Desde esta perspectiva puede ser comprendido como el argumento del interpretante final. Así, determinando la validez de un argumento, se determina la verdad del principio rector. Entonces, si se puede garantizar la validez del principio rector, se tiene que, dadas las premisas verdaderas, la conclusión tendrá la garantía de ser necesariamente o probablemente verdadera, depende del tipo de argumento. El término “principio rector”, sin embargo, tiene alguna ambigüedad. En un sentido significa una regla de inferencia que guía una clase de argumentos; así, por ejemplo, lo que Peirce denomina la relación transitiva, la forma silogística clásica de Bárbara, es el principio rector de todo silogismo deductivo. Pero en otro sentido un principio rector significa el principio que guía una forma completa de razonamiento, de modo que debería haber un principio rector para la deducción, otro para la inducción y otro para la abducción.


06 - Explique por qué un razonamiento deductivo es "un argumento que muestra una conexión necesaria entre las premisas y la                                 conclusión”.  

 

La deducción lógica es un argumento que muestra una conexión necesaria entre las premisas y la conclusión, de manera que si las premisas fueran verdaderas, la conclusión también debería serlo. La deducción lógica es una forma de razonamiento necesario. El razonamiento necesario comprende el estudio de los diagramas en un sentido amplio. Los diagramas son íconos porque la relación entre los elementos del diagrama es isomórfica respecto de su objeto.

 
07 - Describa los componentes de un razonamiento diagramático. Ejemplifique.

 

Por razonamiento diagramático quiero significar un razonamiento que construye un diagrama según un precepto expresado en términos generales, desarrolla experimentos sobre este diagrama, señala sus resultados, se asegura que experimentos similares desarrollados en cualquier diagrama construido de acuerdo con los mismos preceptos deberían provocar los mismos resultados y se expresarían en términos generales. Este procedimiento comprende:

 

1-       El enunciado de la hipótesis en términos generales

2-       La construcción de un diagrama que es un ícono de esa hipótesis

3-       La observación del diagrama

4-       La determinación que la relación observada debería encontrarse en cada representación icónica de la hipótesis

5-       El enunciado de los resultados en términos generales


08 - Defina y ejemplifique los tipos de razonamientos deductivos.

 

El razonamiento necesario, comprendido como razonamiento diagramático, tiene 2 especies: la deducción corolaria y el razonamiento teoremático. Una deducción corolaria es aquella que representa las condiciones de la conclusión en el diagrama y de la observación de este diagrama, lleva a la verdad de la conclusión. Esto quiere decir que la conclusión está presente inmediatamente en el diagrama. Asimismo, el razonamiento teoremático es aquel que, habiendo representado las condiciones de la conclusión en un diagrama, desarrolla un experimento ingenioso sobre el diagrama y, a través de la observación del diagrama modificado, accede a la verdad de la conclusión. En este caso, las condiciones de la conclusión están representadas en el diagrama, pero éste no está vinculado a la conclusión de un modo inmediato. La experimentación con el diagrama, sin embargo, logra articular tal resultado.

 

El procedimiento diseñado para el razonamiento necesario también ilustra claramente el proceso semiótico: el objeto (una hipótesis) es representado por un signo (el diagrama) que determina una cierta interpretación de é (su interpretante), esto es, continúa las consecuencias de su diagrama. La deducción puede verse como una inferencia que posibilita expandir o volver complejo el sistema sobre la base de la información que ya está contenida en el sistema. No descubre nueva información sino que torna explícito cuál información es implícita al sistema aunque no esté expresada directamente.


09 - Defina inducción. Distinga según su carácter. Ejemplifique.

 

Mientras que la deducción muestra el resultado de aplicar una regla a un cierto caso, la inducción lleva a una regla a partir de los resultados de una muestra de casos. La inducción sucede cuando generalizamos de un número de casos de los cuales algo es verdadero, e inferimos que lo mismo es verdadero para toda la clase. Mientras que la deducción comprende la inferencia de un resultado de un caso bajo una regla, la inducción concluye una regla de la observación de un caso cierto. Una hipótesis se puede formular como un conjunto de predicciones; consecuentemente la hipótesis recibe la verificación correspondiente en proporción a cómo esas predicciones suceden. Como Peirce explica, es la parte final del proceso de verificación de una hipótesis científica. Luego de que el investigador formuló una hipótesis por abducción y dedujo consecuencias comprobables de esa hipótesis, procede a examinar esas consecuencias. Basado en tales evidencias las combina para hacer una evaluación, para saber tanto que la hipótesis ha sido probada como que es correcta en sus medios de prueba.


10 - Explique por qué la abducción "no concierne a la determinación de la verdad de una hipótesis sino a su plausibilidad".

 

La abducción no es un proceso por el cual se puedan confirmar las hipótesis; es sólo el proceso por el cual se puede arribar a posturas posibles de hechos sorprendentes. Busca desarrollar nuevas hipótesis para examinar por descubrimiento si son posibles para que sean consideradas como sucesos para tomar en consideración a partir de datos existentes. La abducción comienza con cierta anomalía, algo que se genera cuando se observan algunos fenómenos que no encajan con los parámetros anteriores de razonamiento. La abducción no concierne a la determinación de la verdad de una hipótesis sino a su plausibilidad, basada primariamente en la habilidad de la hipótesis para explicarla. Una hipótesis es plausible si está conformada, por lo menos, por el hecho de que muestra una anomalía y plantea una hipótesis para resolverla. También hay otros factores a considerar: la hipótesis propuesta debe ser, en principio, sometida a examen. La abducción se refiere a la formación de una hipótesis; la deducción a alcanzar las consecuencias necesarias de tales hipótesis y la inducción determina si tales consecuencias realmente ocurren.


11 - Distinga entre razonamiento metafórico y analógico.

 

Para Peirce la abducción, la deducción y la inducción son las formas principales de razonamiento. Otros tipos, como la analogía, son en realidad sólo combinaciones. La analogía es la inferencia de que una pequeña colección de objetos que coinciden en varios sentidos puede, muy probablemente, coincidir en otros. El razonamiento metafórico argumenta que 2 clases diferentes de cosas son, en un sentido, la misma cosa porque comparten por lo menos algunas propiedades. En la analogía el objetivo es mostrar que ciertas cosas que comparten algunas características con otras cosas también comparten algunas características adicionales (una inducción estadística) precisamente porque se supone que pertenecen a la misma clase (una abducción estadística). En el razonamiento metafórico, por su parte, el objetivo es mostrar que 2 cosas son, en cierto sentido, del mismo tipo precisamente porque comparten algunos rasgos no evidentes a primera vista. Por esa razón puede ser visto principalmente como un proceso abductivo.


12 - Establezca la relación entre el concepto de principio rector y las diferentes formas de razonamiento.

 

Establecer la validez de una forma de razonamiento es la forma de poder asegurar o garantizar que este proceso de razonamiento es el que puede conducir a conclusiones verdaderas. Tal seguridad se alcanza cuando se puede determinar la validez del argumento o la validez del principio rector de este tipo de argumento. Para Peirce, determinar la validez de un argumento depende de la determinación de la verdad de su principio rector. Si se puede garantizar la validez del principio rector, entonces, dadas ciertas premisas verdaderas, la conclusión tendrá una garantía de ser necesaria o probablemente verdadera, según el tipo de argumento. El principio final rector de la deducción es que si un principio lógico particular es válido, entonces en ningún caso análogo se llegará a una conclusión falsa de premisas verdaderas. En otras palabras, la validez de una inferencia necesaria depende de su tendencia a generar conclusiones verdaderas en circunstancias análogas. El principio final rector de la inducción es que un método, si hay una adhesión firme, a la larga llevaría a una aproximación indefinida a la verdad o, por lo menos, debería asegurar a quien razona la aproximación más clara a la verdad como se pueda alcanzar. El principio final rector de la abducción es que la mente humana es semejante a la verdad en el sentido en que un número finito de preguntas llevarán a iluminar la hipótesis correcta. En otras palabras, dadas suficientes mentes, esfuerzo y tiempo, la comunidad de los investigadores descubrirá las hipótesis correctas. Si la verdad es un proceso de convergencia, entonces debe presuponerse que hay métodos de razonamiento que, cuando se aplican a asuntos determinados, llevan a buenos resultados. Las inferencias sintéticas de abducción e inducción sólo pueden ser válidas si algo como un proceso de investigación se da. Lo que hace finalmente válidas a la inducción y a la deducción es la conclusión de que la investigación, si se lleva a cabo por estos tipos de inferencias, finalmente logrará la verdad, puesto que la fe en la investigación como un medio de convergencia de la verdad descansa en la confianza en estos tipos de inferencias. Consecuentemente, los principios rectores articulados por la lógica crítica encuentran su fundamento último en la retórica universal que, en su sentido más comprensivo, es el estudio de las condiciones formales de la práctica de la investigación dentro de una comunidad.