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Semiología 1° Parcial Cátedra: Arnoux Sede Puan 2° Cuat de 2007 Altillo.com

1) Defina el termino valor en cuanto a su aspecto conceptual, y cite un ejemplo.

2) Defina sujeto de la enunciación y diferéncielo del hablante empiríco.
Explique por qué Filinich dice que el sujero es "causa y efecto del enunciado".

3) Explique en base a la frase "cerrá la puerta" las implicancias teóricas de considerarla como un sintagma o como un discurso.
(Esto estaba en el teórico de Mariana Di Stefano, con la frase exacta "cerrá la puerta" como ejemplo de unos conceptos de Benveniste)

Parte práctica

A) Defina alocutario y destinatario indirecto. Cite 5 ejemplos, transcríbalos y explíquelos en base a las teorías de Verón acerca de la multifuncionalidad y multidestinación del discurso político.

B) Defina brevemente modalidad. Cite 2 ejemplos y explique sus efectos de sentido, en cuanto al ethos construido en el discurso (Maingueneau)


General Jorge R. Videla, "Hay que tomar consciencia de la gravedad de la hora".

Soldados del Ejército Argentino:
Desde esta bendita tierra tucumana, testigo imperecedero de nuestra gesta emancipadora y perenne eco del grito de independencia, me dirijo a vosotros, en vísperas de la conmemoración del nacimiento de nuestro redentor, para haceros llegar mi más fervoroso mensaje de felicidad y el íntimo anhelo de que la paz reine nuevamente en nuestros espíritus.
Mientras la cristiandad festeja en familia la llegada del niño Dios, el Ejército Argentino en operaciones, aquí, en el corazón del monte tucumano como en todo el ámbito del país, lucha armas en mano para lograr la felicidad y esa paz que mi mensaje clama.
Lucha nuestro ejército, el ejército de la Nación, contra delicuentes apátridas que pretenden mediante del vil asesinato quebrar el Estado y la paz social, tan cara a los sentimientos profundamente cristianos de nuestro pueblo. Y lucha como lo hizo ayer en el Batallón de Arsenales 601, con fuerza, con fe, con coraje propio de nuestra estirpe, con la seguridad de que ese nuevo triunfo se extenderá a lo largo y lo ancho de la República, allí donda la delincuencia subversiva pretenda hacer pie.
Frente a esta situación, es imprescindible que el pueblo argentino y sus fuerzas armadas tomen consciencia de la gravedad de las horas que vive la patria. Tenga presente el Ejército y compréndalo así la nación, que la delincuencia subversiva, si bien se nutre de una falsa ideología, actúa favorecida por el amparo que le brinda una pasividad cómplice. Por ello, en estas singulares circunstancias, los integrantes de la fuerza celebramos también el nacimiento de Cristo, pero lo hacemos lejos de nuestros hogares, con el arma al brazo, los músculos tensos y la mirada atenta, en procura del objetivo que la nación nos impusiera. Ante esta dura realidad que aceptamos con patriótico espíritu de servicio, miramos consternados a nuestro alrededor y observamos con pena, pero con la sana rabia del verdadero soldado, las incongruentes dificultades en las que se debate el país sin avizorarse solución.
Frente a estas tinieblas la hora del despertar del pueblo argentino ha llegado. La paz no solo se ruega, la felicidad no solo se espera, sino que también se ganan.
El Ejército Argentino, con el justo derecho que le concede al cuota de sangre generosamente derramada por sus hijos héroes y mártires, reclama con angustia pero también con firmeza la inmediata toma de consciencia para
definir posiciones. La inmoralidad y la corrupción deben ser adecudamente sancionadas. La especulación política, económica e ideológica deben dejar de ser medios utilizados por grupos de aventureros para lograr sus fines. El
orden y la seguridad de los argentinos deben vencer al desorden y la inseguridad. Así, solo ásí, la República toda recobrará su fe y el espíritu nacional que hasta no hace mucho la había caracterizado.
Civilidad y fuerzas armadas debemos, por fin, unir los corazones y los brazos potentes, alzando nuestra súplica al Señor, para que a través de su Hijo, pero también a través de nuestros esfuerzos mancomunados, logremos
prontamente hacer realidad el sueño de una nación pujante, apoyada en los principios cristianos de verdad, amor, justicia y libertad.
Así, no cejaremos hasta el triunfo final y absoluto que será a despecho de injustificadas impaciencias o intolerables resignaciones, el triunfo del país.
Integrantes del Ejército argentino, militares y civiles:
En esta celebración ruego a Dios Nuestro Señor para que su gracia divina: bendiga a los hombres del aire, mar y tierra, de las fuerzas de seguridad y policiales quienes, desde el extremo norte de la República hasta las mismas
entrañas de los hielos antárticos, custodian celosos la soberanía nacional:
proteja a los argentinos de buena voluntad que luchan por la paz, la prosperidad y la felicidad de nuestro pueblo;
permita gozar de la celestial contemplación de Dios a los héroes muertos por la patria y colme de cristiana resignación a sus sufrientes familias; ilumine a aquellos que, modificando rumbos, deban adoptar las decisiones que solucionen los problemas del país, y no ruego por el castigo eterno de aquellos que han abandonado el recto camino, pero sí lo hago para que la ley de los hombres caiga con todo rigor sobre ellos.
Así sea.
(Tucumán, 25 de diciembre de 1975)