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2� Cuat. de 2014  |  Resumen: Cultura e Identidad de Cuch�  |  Sede: Ciudad Universitaria  |  Profesor: Josefina Ghiglino  |  C�tedra: Sabarots

 

El t�rmino �identidad� se asocia a menudo con el concepto de cultura. Dicho t�rmino con uso cada vez m�s frecuente.

Esta �moda� de las identidades es extra�a al desarrollo de la investigaci�n cient�fica y lo que se entiende por �identidad�. Esta moda identitaria es la prolongaci�n del fen�meno de exaltaci�n de la diferencia que surgi� en los a�os 70 y que fue el resultado de movimientos ideol�gicos diversos, incluso opuestos. Apolog�a de la sociedad multicultural o �cada uno en su casa para seguir siendo el mismo�.

La cultura puede no tener conciencia identitaria, en tanto que las estrategias identitarias pueden manipular e inclusive modificar una cultura. La cultura se origina en procesos inconscientes. La identidad remite a una norma de pertenencia, consciente porque est� basada en oposiciones simb�licas.

El concepto de identidad cultural surgi� en los a�os 50 en EE.UU. Equipos de investigaci�n en psicolog�a social intentaban encontrar una herramienta adecuada para dar cuenta de los problemas de integraci�n de los inmigrantes. Enfoque que conceb�a la identidad cultural como determinante de la conducta de los individuos y como m�s o menos inmutable, ser� superada por concepciones m�s din�micas, que no hacen de la identidad algo dado, independiente del contexto relacional. La identidad cultural es uno de los componentes de la identidad social.

La identidad es una herramienta que permite pensar la articulaci�n de lo psicol�gico y de lo social en el individuo. Expresa el resultado de las diversas interacciones entre el individuo y su entorno social, lejano y cercano. La identidad social de un individuo se caracteriza por el conjunto de sus pertenencias en el sistema social: pertenencia a una clase sexual, a una clase etaria, a una clase social, a una naci�n, etc. Permite que el individuo se ubique en el sistema social y que �l mismo sea ubicado socialmente.

Todo grupo est� dotado de una identidad que corresponde a su definici�n social, que permite situarlo en el conjunto social. La identidad social es al mismo tiempo inclusi�n y exclusi�n: identidad al grupo (son miembros del grupo los que son id�nticos en una determinada relaci�n) y lo distingue de los otros grupos (cuyos miembros son diferentes de los primeros en la misma relaci�n). Una modalidad de categorizaci�n de la distinci�n nosotros/ellos, basada en la diferencia cultural.

LAS CONCEPCIONES OBJETIVAS Y SUBJETIVAS DE LA IDENTIDAD CULTURAL

Los que asemejan la cultura a una �segunda naturaleza�, que se recibe como herencia y de la que ser�a imposible escapar, conciben la identidad como algo dado que definir�a de una vez y para siempre al individuo y que lo marcar�a de manera imborrable. La identidad cultural remite al grupo original de pertenencia del individuo. El origen, sus �ra�ces� ser�a la base de toda identidad cultural, definir�a al individuo de manera certera y aut�ntica. Representaci�n casi gen�tica de la identidad que termina en la �naturalizaci�n� de la pertenencia cultural. La identidad ser�a preexistente al individuo que no puede hacer otra cosa que adherir a ella. Una esencia que no puede evolucionar y sobre la cual ni el individuo ni el grupo tienen ninguna influencia.

El individuo, por su herencia biol�gica, nace con los elementos constitutivos de la identidad �tnica y cultural, entre las cuales se encuentran las caracter�sticas fenot�picas y las cualidades psicol�gicas pertenecientes a la �mentalidad�, al �genio� propio del pueblo al que pertenece. Est� basada en un sentimiento de pertenencia de alg�n modo innato. Se piensa como una condici�n inherente del individuo y se la define de una manera estable y definitiva.

Enfoque culturalista- el acento se pone en la herencia cultural, vinculada con la socializaci�n del individuo en el seno de un grupo cultural. El resultado es casi el mismo, el individuo llega a interiorizar los modelos culturales que se le imponen, de manera que no podr� hacer otra cosa que identificarse con su grupo de origen. La identidad se define como preexistente al individuo. Se intentar� establecer la lista de atributos culturales que deben servir de apoyo a la identidad colectiva. Determinar las invariables culturales que permiten definir la esencia del grupo. �identidad esencial�.

Otras teor�as calificadas �primordialistas� consideran que la identidad etnocultural es primordial porque la pertenencia al grupo �tnico es la primera y la m�s importante de todas las pertenencias sociales en las que se crean los v�nculos m�s determinantes basados en una genealog�a com�n. Se comparten las emociones y las solidaridades m�s profundas y m�s estructurantes. La identidad cultural es una propiedad esencial inherente al grupo porque es transmitida en y por el grupo, sin referencia a los otros grupos.

Diferentes teor�as una misma concepci�n objetivista de la identidad cultural. Definir y describir la identidad a partir de criterios determinantes, considerados �objetivos� como el origen com�n (herencia), la legua , la cultura, la religi�n, la psicolog�a colectiva (�personalidad de base�), el v�nculo con un territorio, etc.

Definiciones de la identidad criticadas por los que defienden una concepci�n subjetivista del fen�meno identitario. Seg�n ellos, no puede reducirse a su dimensi�n atributiva: no es una identidad recibida de una vez y para siempre, un fen�meno est�tico, fijo que remite a una colectividad invariable y casi inmutable.

La identidad es un sentimiento de pertenencia o una identificaci�n con una colectividad m�s o menos imaginaria, representaciones que los individuos se hacen de la realidad social y de sus divisiones. Llevado al extremo concluye en una reducci�n de la identidad a una cuesti�n de elecci�n individual arbitraria, cada uno es libre de realizar sus propias identificaciones. Tal identidad puede ser una elaboraci�n puramente fantasiosa de algunos ide�logos que , persiguiendo fines manipulan a masas cr�dulas. Si bien el enfoque subjetivista da cuenta del car�cter variable de la identidad, acent�a el aspecto ef�mero (que dura poco) de la identidad, cuando las identidades son relativamente estables.

LA CONCEPCI�N RELACIONAL Y SITUACIONAL

El contexto relacional, el �nico que puede explicar por qu� en tal momento tal identidad se afirm� o se reprimi� en tal momento.

La construcci�n de la identidad se hace en el interior de los marcos sociales que determinan la posici�n de los agentes y por lo tanto orientan sus representaciones y sus elecciones. No es una ilusi�n, est� dotada de una aptitud social, produce efectos reales.

La identidad: construcci�n que se elabora en una relaci�n que opone un grupo a los otros con los cuales entra en contacto. Es una manifestaci�n relacional que permite superar la alternativa objetivista/subjetivista, callej�n sin salida.

La identidad es un modo de categorizaci�n utilizado por los grupos para organizar sus intercambios.Para definir la identidad de un grupo, lo que importa es encontrar entre los rasgos culturales los que son empleados por los miembros del grupo para afirmar y mantener una distinci�n cultural. La diferencia identitaria no es la consecuencia directa de la diferencia cultural. Una identidad diferenciada s�lo puede ser resultado de las interacciones entre los grupos y de los procedimientos de la diferenciaci�n que instauran en sus relaciones.

Los miembros de un grupo son los actores que le atribuyen una significaci�n a la pertenencia etnocultural en funci�n de la situaci�n relacional en la que se encuentran. La identidad: algo que se construye y se reconstruye constantemente en los intercambios sociales.

No hay identidad en s�, ni siquiera para s�. La identidad es siempre una relaci�n con el otro. Identidad y alteridad tienen parte en com�n y relaci�n dial�ctica. La identificaci�n se produce junto con la diferenciaci�n. La identidad es relativa, puede evolucionar si la relaci�n cambia.

La identificaci�n funciona como asignaci�n de identidad. La identidad es siempre un compromiso, una negociaci�n entre una �autoidentificaci�n� definida por s� misma y una �heteroidentidad� o �exoidentidad� definida por los otros.

De acuerdo con la situaci�n relacional, la relaci�n de fuerza entre los grupos de contacto (puede ser de fuerzas simb�licas) la autoidentidad tendr� m�s o menos legitimidad que la heteroidentidad.

La heteroidentidad en una situaci�n de dominaci�n caracterizada se traduce en la estigmatizaci�n de los grupos minoritarios, �identidad negativa�. Definidos por los grupos mayoritarios como diferentes en relaci�n con la referencia que estos constituyen.

Grupos minoritarios desarrollan fen�menos comunes en los grupos dominados, de desprecio de s� mismos, vinculados con la aceptaci�n y la interiorizaci�n de la imagen de s� construida por los dem�s. La identidad negativa es una identidad vergonzosa y reprimida, muchas veces hay intento por eliminar los signos exteriores de la diferencia negativa.

Un cambio en la situaci�n de relaciones inter�tnicas puede modificar profundamente la imagen negativa de un grupo.

La identidad es lo que se pone en juego en las luchas sociales. Los grupos no tienen el mismo �poder de identificaci�n, depende de la posici�n que se ocupa en el sistema de relaciones que vincula a los grupos entre s�. No todos los grupos tienen la misma autoridad para nombrar y para nombrarse. S�lo los que disponen de una autoridad leg�tima, conferida por el poder, pueden imponer sus propias definiciones de ellos mismos y de los otros. El conjunto de las definiciones funciona como un sistema de clasificaci�n que fija las posiciones de cada grupo. La autoridad leg�tima tiene el poder simb�lico de hacer reconocer como fundadas sus categor�as de representaci�n de la realidad social y sus propios principios de divisi�n del mundo social.

El poder para clasificar lleva a la etnizaci�n de los grupos subalternos (considerados inferiores). Estos son identificados a partir de caracter�sticas culturales externas que son consideradas inherentes, casi inmutables; argumento para su marginaci�n, inclusi�n en una minor�a: son demasiado diferentes para estar totalmente asociados a la conducta de la sociedad. La asignaci�n de diferencias significa menos el reconocimiento de caracter�sticas culturales que la afirmaci�n de la �nica identidad leg�tima.

 

IDENTIDAD, UN ASUNTO DE ESTADO

Con la construcci�n de los Estados-naciones modernos, la identidad un asunto de Estado, �ste su gerente, para la cual se instauran reglamentos y controles. Ser r�gido en materia de identidad. El Estado tiende a la monoidentificaci�n, no reconoce m�s que una identidad cultural para definir la identidad nacional, aunque admite cierto pluralismo cultural en la naci�n, define una identidad de referencia, la �nica verdaderamente leg�tima . Esuna ideolog�a de exclusi�n de las diferencias culturales. Su l�gica extrema es la de la �purificaci�n �tnica�.

En las sociedades modernas el Estado registra de manera cada vez m�s minuciosa la identidad de los ciudadanos.

Los individuos y los grupos son cada vez menos libres de definir ellos mismos su propia identidad. Algunos Estados pluri�tnicos imponen a sus habitantes la menci�n de una identidad etnocultural o confesional en el documento de identidad, en tanto que algunos no se reconocen en esa identificaci�n.

La identidad colectiva se declina en singular. Cuando se trata de los otros, permite cualquier tipo de generalizaci�n abusiva. Se reduce un conjunto colectivo a una personalidad cultural �nica, con frecuencia se presenta de manera despreciativa : �el �rabe es de tal manera��, �los africanos son de tal otra�.

En las sociedades tradicionales, las identidades etnoculturales eran �sociedades de identidad flexible�. Fen�menos de fusi�n y de divisi�n �tnicas no implican necesariamente conflictos agudos.

La acci�n del Estado implica reacci�n por parte de los grupos minoritarios, cuya identidad denegada o desvalorizada. Crecimientos de las reivindicaciones identitarias. Es la consecuencia de la centralizaci�n y de la burocratizaci�n de poder. La exaltaci�n de la identidad nacional implica una tentativa de destrucci�n simb�lica contra la inculcaci�n de identidad.

El esfuerzo de los grupos minoritarios consiste en volver a apropiarse de los medios para definir por s� mismos su identidad. Se trata de transformar la heteroidentidad (con frecuencia es una identidad negativa) en identidad positiva. En un primer momento, la revuelta contra la estigmatizaci�n se traducir� en el cambio total de estigma, en un segundo momento, el esfuerzo consistir� e imponer una definici�n lo m�s aut�noma posible de la identidad.

El sentimiento de una injusticia sufrida colectivamente implica en los miembros de un grupo v�ctima de una discriminaci�n un sentimiento fuerte de pertenencia a la colectividad. Riesgo de pasar de una identidad negada o desacreditada a una identidad exclusiva ( grupo dominante). Encierro en una identidad etnocultural que borra todas las otras identidades sociales de un individuo en la medida en que termina en la negociaci�n de su individualidad.

�..la realizaci�n de una diferenciaci�n colectiva por medio de una identidad hiperinvestida (encubierta) e hiperactualizada puede llevar a un encubrimiento de la diferenciaci�n individual.��� es la falta de semejanza de un hombre en relaci�n con todos los dem�s , lo que lo vuelve humano: parecido a los otros por su alto grado de diferenciaci�n. Esto es lo que le permite atribuirse �una identidad humana�, identidad personal.

IDENTIDAD MUTIDIMENSIONAL

Heterogeneidad de todo grupo social. Ning�n grupo, ning�n individuo est� encerrado a priori (antes) en una identidad unidireccional. Lo caracter�stico de la identidad es su car�cter oscilante que se presta a diversas interpretaciones o manipulaciones. Por este hecho, es dif�cil definir la identidad.

Considerar a la identidad como monol�tica (de una sola pieza) impide comprender los fen�menos de identidad mixta, frecuentes en toda sociedad. �doble identidad� de los j�venes provenientes de la inmigraci�n. En �stos no hay dos identidades enfrentadas y entre las cuales se sienten desgarrados; esto explicar�a su malestar identitario y su inestabilidad psicol�gica y/o social.

En realidad el individuo que forma parte de varia culturas fabrica, a partir de estas diferencias materiales, su identidad personal �nica llevando a cabo una s�ntesis original. El resultado: una identidad fusionada y no doble, una adici�n de dos identificaciones en una sola persona. Esta �fabricaci�n� en funci�n de un marco de relaci�n espec�fico en una situaci�n particular.

La concepci�n negativa de la �doble identidad� permite descalificar socialmente a ciertos grupos. Inversamente, algunos quieren rehabilitar a estos grupos y elaboran un discurso que hace la apolog�a (en defensa) de la �doble identidad� como si representara un enriquecimiento de la identidad.

Encuentros de los pueblos, migraciones internacionales, multiplicaron estos fen�menos de identidad fusionada.

Cada individuo integra, de manera sint�tica, la pluralidad de las referencias identificatorias que est�n vinculadas con su historia. La identidad cultural remite a grupos culturales de referencia cuyos l�mites no coinciden.

Cada individuo es consciente de tener una identidad de geometr�a variable, seg�n las dimensiones del grupo en el que encuentra referencia en tal o cual situaci�n relacional.

La identidad funciona embutidas unas dentro de las otras. Si bien la identidad es multidimensional, no pierde su unidad. Esta identidad no plantea problemas y es admitida sin demasiadas reservas.

La identidad es dif�cil de delimitar y de definir por su car�cter multidimensional y din�mico, lo que le confiere su complejidad pero tambi�n e otorga su flexibilidad. La identidad tiene variaciones, se presta a reformulaciones, incluso a manipulaciones.

�estrategia identitaria�- la identidad es un medio para alcanzar un fin. No, es por tanto, absoluta, sino relativa.

Estrategia indica tambi�n que el individuo, como actor social, no carece de cierto margen de maniobra. En funci�n de su apreciaci�n de la situaci�n, utiliza de manera estrat�gica sus recursos identitarios. En la medida en que la identidad es un lugar en el que ponen en juego luchas sociales de �clasificaci�n�, cuyo objetivo es la reproducci�n o la inversi�n de las relaciones de dominaci�n, la identidad se construye a trav�s de las estrategias de los actores sociales. No hay que pensar que estos son libres para definir su identidad seg�n sus intereses materiales y simb�licos del momento. Las estrategias deben considerar la situaci�n social: la relaci�n de fuerza entre los grupos, las maniobras de los otros, etc.

La identidad es siempre el resultado de la identificaci�n que los otros nos imponen y que cada uno afirma. Tipo extremo de estrategia de identificaci�n: ocultar la identidad para escapar de la discriminaci�n, del exilio o de una masacre.

Emblema (representaci�n simb�lica) o estigma, la identidad puede ser instrumentada en las relaciones entre los grupos sociales. La identidad no existe en s�, independientemente de las estrategias de afirmaci�n identitaria de los actores sociales (producto y soporte de las luchas sociales y pol�ticas).

El car�cter estrat�gico de la identidad no implica una perfecta conciencia e los fines perseguidos por parte de los individuos, tiene ventaja de que permite dar cuenta de los fen�menos de despertar identitario, marcados por un cierto esencialismo. En Am�rica del Sur como en Am�rica del Norte , el �despertar ind�gena� no puede considerarse la resurrecci�n pura y simple de una identidad que se habr�a eclipsado y que habr�a permanecido invariable.

En realidad, se trata de una reinvenci�n estrat�gica de una identidad colectiva en un contexto completamente nuevo, el ascenso de los movimientos de reivindicaci�n de las minor�as �tnicas en los Estados-naciones contempor�neos.

El concepto de estrategia puede explicar los desplazamientos de la identidad. Muestra la relatividad de los fen�menos de identificaci�n. La identidad se construye, se desconstruye y se reconstruye seg�n las situaciones.

Est� en un continuo movimiento; cada cambio social la lleva a reformularse de una manera diferente.

LAS �FRONTERAS� DE LA IDENTIDAD

 

Toda identificaci�n es al mismo tiempo diferenciaci�n. En el proceso de identificaci�n lo primero es esa voluntad de marcar el l�mite entre �ellos� y �nosotros� y de establecer y mantener lo que se denomina �frontera� y es el resultado de un compromiso entre la identidad que el grupo pretende darse y la que los otros quieren asignarle. Se trata de una frontera social, simb�lica.

Lo que separa a dos grupos etnoculturales no es la diferencia cultural. Una colectividad puede funcionar perfectamente admitiendo dentro de s� cierta pluralidad cultural. Lo que crea la separaci�n, la �frontera� , es la voluntad de diferenciarse y la utilizaci�n de ciertos rasgos culturales como marcadores de identidad espec�fica.

Confusi�n entre �cultura� e �identidad�. Participar de tal cultura particular no implica autom�ticamente tener tal identidad particular. La identidad etnocultural utiliza la cultura, pero raramente toda la cultura. Una misma cultura puede instrumentarse de manera diferente , hasta opuesta, en diversas estrategias de identificaci�n.

La etnicidad (producto del proceso de identificaci�n) es la organizaci�n social de la diferencia cultural. Para explicar la etnicidad, lo que importa es estudiar los mecanismos de interacci�n que, usando la cultura de manera estrat�gica y selectiva, mantienen o cuestionan las �fronteras� colectivas.

Las relaciones continuas en el largo plazo entre dos grupos �tnicos no logran borrar progresivamente, de manera obligatoria, las diferencias culturales.

La �fronteras� no son inmutables, son una demarcaci�n social que pueden ser constantemente renovadas en los intercambios. Todo cambio en la situaci�n social, econ�mica o pol�tica puede producir desplazamientos de las mismas.

No existe identidad cultural en s�, definible de una vez y para siempre.