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Introd. al Pens. Científico

Resumen de los Capítulos 1, 2 y 3 2º Cuat. de 2010

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Capitulo 1: Consideraciones sobre el lenguaje

 

1.1 Lenguaje y Teorías

El conocimiento científico es el resultado de una practica que consiste básicamente en “teorizar” acerca de distintas entidades, empíricas o formales, y para ello, en todos los casos, es necesario disponer de un lenguaje.

 Uno de los puntos relevantes en la consideración de las teorías científicas y el lenguaje es el sistema de clasificación de las ciencias que adoptemos. Aristóteles distingue:

 

Ciencias teoréticas: Física, matemática, biología.

Ciencias prácticas: Ética, derecho, política.

Ciencias productivas: Ingeniería, medicina.

 

Entre esas ciencias hay una jerarquía donde las primeras implican mayor grado de necesidad y de certeza en sus enunciados.

 

El positivismo sobre la base de la dualidad razón-experiencia distingue:

 

Ciencias deductivas o racionales: Matemática, lógica.

Ciencias inductivas o empíricas: Física, química, biología.

 

Clasificación aceptada actualmente:

 

Ciencias formales: Su enunciado es analítico cuya verdad o falsedad queda determinada por la relación interna de sus enunciados.

Ciencias fácticas: Su enunciado es sintético cuya verdad o falsedad queda determinada por la ocurrencia o no de cierto estado de cosas de la realidad. Sus entes son reales y requieren de contrastación empírica.

 

Los modos de validación son las distintas estrategias para poner a prueba los enuncias, “demostrar” es deductivo; “verificar” es inductivo; “corroboración” a la epistemología de Popper.

 

1.2 Lenguaje y realidad

Platón sostiene que el conocimiento no puede referirse a lo que se ofrece a los sentidos o cosas sensibles pues tal conocimiento conduciría al relativismo; por ello es preciso suponer que el conocimiento estricto o absoluto necesita referirse a entidades absolutas que no cambian, a las que llamará Ideas. Según Platón, términos universales como los nombres comunes, los adjetivos o los sustantivos abstractos no se refieren directamente a las cosas individuales que se ofrecen a los sentidos sino a entidades universales como la Belleza, el Bien, el Hombre. Estas entidades son lo que tradicionalmente se denominan esencias de las cosas que están separadas de las cosas individuales, las cuales participan o imitan dichas Formas.

 

Argumento desde las ciencias: Existencia de objetos no sensible e inmutables

a)      Las cosas sensibles están en continuo cambio

b)      La ciencia no puede hacerse de lo que está en continuo cambio

c)      Luego la ciencia no se puede referir a las cosas sensibles sino a entidades que no cambian. ( Ideas o Formas)

 

Platón consideró que el conocimiento absoluto sólo se puede alcanzar si existen entidades absolutas (las Ideas). Esta tesis fue denominada disputa de los universales.

Teoría nominalista: tesis rival. Afirma que las especies, los géneros y los universales no son realidades anteriores a las cosas sino simples nombres con los que se identifican objetos. Posición de Guillermo de Ockham:

 Con Ockham el problema de los universales logra una nueva y revolucionaria solución. Aplicando el principio de no contradicción, afirma que es absurdo sostener que al concepto universal corresponde, en la realidad, algo universales pues si esto sucediese no se podría entender cómo una misma naturaleza universal o común puede estar toda ella presente en individuos singulares y distintos. Para Ockham las palabras tienen la propiedad de estar en lugar de algo. Teniendo en cuenta que para Ockham el significado se identifica con la extensión de un nombre, es decir, con los individuos, en el caso de los universales, el término supone no un individuo sino un signo mental.

 

Saussure: Subraya el carácter arbitrario de la relación del nombre con la cosa nombrada. Recurre a la noción de signo lingüístico y reconoce la presencia de dos elementos: uno material (significante) y otro inteligible (significado). La relación entre estos dos componentes es convencional, es decir, funciona a partir de la aceptación o del acuerdo acerca de esta identificación. Para que haya comunicación entre los usuarios de un lenguaje, es necesario que compartan esta convención. No quiere decir que no puedan modificarse las convenciones, pero, en tales casos, es necesario hacer explícitos los cambios.

 

1.3 Uso y mención del lenguaje

 

Uso del lenguaje: Cuando nombramos entidades extralingüísticas.

 Ej.: “El caballo es blanco”

Mención del lenguaje: Cuando el enunciado se refiere a objetos lingüísticos o propiedades predicables del propio lenguaje.

 Ej.: “’Mesa’ tiene 4 letras”

 

Teoría de las suposiciones

Suposición formal: Se refiere a una entidad.

            Ej.: Dios es omnipotente

Suposición material: Se refiere al nombre de una entidad.

            Ej.: “Dios” es monosílabo

 

En la actualidad, la distinción entre uso y mención está basada en la teoría de la jerarquía de lenguajes: Consiste en distinguir entre un lenguaje (lenguaje de objeto) y el lenguaje de este lenguaje (metalenguaje).

“los cuerpos son pesados” es verdadero.

 

Es verdadero, es el metalenguaje. El lenguaje objeto es “los cuerpos…” y es inferior al metalenguaje. La serie de metalenguajes es infinita.

 

1.4 La Semiótica: teoría general de los signos.

 

Es signo todo aquello que tiene la capacidad de reemplazar o sustituir algo. Peirce distinguió 3 tipos:

 

1.      El indicio o signo natural que es el que mantiene una relación causal entre el representante y lo representado. Ej.: La fiebre es signo de enfermedad y la caída de las hojas es signo de que llegó el otoño.

2.      El ícono es un signo que presenta una relación de semejanza o parecido de algún tipo con lo representado. Una foto, una estatua, un mapa y muchos carteles son íconos.

3.      El símbolo es aquel signo donde la conexión entre el signo y lo representado es arbitrario y convencional. Este signo afecta a los signos lingüísticos y a los lenguajes científicos. Ej.: Los números, las palabras.

 

Lenguaje: Conjunto reglado de símbolos que se utilizan para la comunicación.

 

Proceso para que funcione como signo:

a)      El vehículo sígnico, la señal.  (S)

b)      El significado del signo  (D)

c)      El intérprete (I)

 

Ej.: Un perro (I) responde al sonido del silbato (S) que designa la caza de ardillas (D).

 

Algunos fenómenos funcionan como signo de otros en la medida en que un intérprete es capaz de adjudicarles un significado. El intérprete puede adjudicar la ocurrencia del fenómeno sígnico a una causa natural o no intencional y en ese caso se encuentre frente a un signo natural o puede pensar que ese signo fue creado intencionalmente para transmitir un mensaje, en cuyo caso es un símbolo.

 Un grito, un gesto, un ruido pueden presentar alguna oscuridad para el interprete, ya que puede ser considerado como un acto intencional o como un signo natural. En cambio, una palabra, un numero, una formula lógica o matemática, claramente son símbolos, en la medida en que pertenecen a un lenguaje creado intencionalmente para trasmitir significados usando códigos convencionales.

 

La semiótica puede ser considerada como un metalenguaje y los metalenguajes tienen tres dimensiones:

 

ü      Sintaxis: Relaciones entre los signos, las reglas que los ordenan. Dentro de un sistema axiomático, para que una expresión se admita debe cumplir con las reglas básicas de formación de enunciados. Ej.: “Lo Pedro volando” es una oración incorrecta por las reglas sintácticas.

ü      Semántica: Relación entre el signo y su significado. Los términos tienen:

Designación: Características definitorias que constituyen el criterio de uso del nombre.

Extensión: La clase compuesta por todos aquellos individuos a los que puede aplicarse dicho termino.

Denotación: Conjunto de los ejemplares de la clase, localizables en espacio y tiempo.

 

            El termino “ángel” tiene significado porque tiene designación y extensión pero ello no prueba

            Que tenga denotación. La existencia de Ángeles en la realidad requiere otro tipo de pruebas que                    exceden el campo del lenguaje.

             Cuando la clase no es vacía, la extensión coincide con la denotación.

 

En el caso de las ciencias formales la referencia extralingüística carece de importancia, por lo tanto, sus signos no tienen denotación mientras que en el caso de las ciencias fácticas revisten gran importancia las distintas interpretaciones semánticas de los signos y la ubicación de las entidades a las que se refieren en el plano de la realidad. Son término sin denotación los que nombran:

1)      Entes formales (Triangulo, raíz cuadrada, numero primo)

2)      Entes de ficción (Centauros, hadas, personajes de novelas)

3)      Entidades abstractas (La justicia, la bondad, la libertad)

4)      Cualidades o atributos (grande, joven, amarillo)

Entre designación y extensión hay una relación inversa: “animal” es género de “tigre” y “manzana” es especie de “fruta”. El género tiene mayor extensión (número de ejemplares) que la especie, pero menor designación (notas definitorias) ya que la especie necesita toda la designación del género más sus propias notas específicas. La especia comprende menos ejemplares que el genero al representa una subclase de éste. La especie tiene mayor designación que el género y menor extensión.

 

La dimensión pragmática se ocupa del uso que se haga del signo, es decir, intenta determinar la función que cumple el lenguaje para el hablante. Funciones del lenguaje:

ü      Función referencial, declarativa o informativa: Transmitir información, es la que usamos cuando afirmamos o negamos algo.

ü      Lenguaje expresivo: Expresa estados de ánimo, emociones, opiniones o juicios de valor. No tiene sentido predicar la verdad o falsedad.

ü      Función directiva: Comunican órdenes, mandatos, pedidos, ruegos.

 

En el caso de los lenguajes científicos, debe ser posible determinar la verdad y la falsedad de sus enunciados. Esta tarea es necesaria para decidir bajo que condiciones la teoría resulta verdadera o falsa. En tal sentido, el conocimiento científico se identifica con el conocimiento acerca del valor de verdad de ciertas proposiciones. Para decidir en que casos el enunciado “engrana” con el concepto de verdad, anteriormente debemos tener algún criterio para deslindar la verdad o falsedad.

 

Concepción semántica de la  verdad: X es verdadera si, y solo si P.

Para definir una teoría de la verdad es necesario rechazar la idea de lenguajes semánticamente cerrados para reconocer dos lenguajes: un lenguaje objeto del que se habla y un metalenguaje donde X representa el nombre de la oración usada en P.

 

1.5 Nombrar y clasificar. Vaguedad y ambigüedad.

 

Hay vaguedad cuando no podemos decidir con exactitud cuales son los límites para la inclusión de individuos en una clase. (Términos como mucho, joven, rebelde).

La ambigüedad se presenta cuando una misma palabra tiene mas de una designación (la palabra masa tiene distinto significado según hablemos de física o de arte culinario).

Los lenguajes científicos intentan limitar en lo posible los casos de aplicaciones múltiples o vagas. Para ello, se proponen criterio para clasificar:

1)      Es necesario preservar siempre el mismo criterio. Si clasificamos a los animales en “invertebrados” y “vertebrados”, es incorrecto introducir el concepto de “ovíparos”, que pertenecen al criterio que permite distinguir por el modo de reproducción.

2)      La clasificación debe ser completa. Si clasificamos a los animales por el modo de reproducción, deben figurar todos los modos conocidos.

3)      Las partes deben excluirse mutuamente. Si clasificamos en “vertebrados” e “invertebrados”, no podemos incluir como tercera clase la de los mamíferos, ya que esta incluida en la de los vertebrados.

 

1.6 La definición

 

Los discursos científicos se diferencian del lenguaje común en que sus usos lingüísticos buscan superar las limitaciones de la vaguedad y la ambigüedad, y para ello, recurren a definiciones precisas. Definir es, ante todo, limitar el significado de un término.

Reglas de la definición:

1)      No debe ser circular. No se debe definir una palabra usando la misma palabra u otra palabra de la misma familia.

2)      No debe ser demasiado amplia ni demasiado estrecha.

3)      No debe ser metafórica. No debe estar formulada con términos ambiguos o excesivamente vagos.

4)      No debe ser negativa cuando puede ser afirmativa.

5)      No debe recurrirse a sinónimos

 

Surgen dificultades para interpretar los signos de un lenguaje si no se cuenta previamente, con un plexo de capacidades o destrezas acerca de prácticas y reglas sociales ligadas al uso de ese lenguaje. No es posible usar un lenguaje sin dominar una forma de vida.

 Distinto es el caso de los lenguajes científicos, donde el significado de los términos y la posibilidad de definirlos se propone dentro de un lenguaje propio, técnico o formal, donde los signos tienen definiciones precisas.

 

Capítulo 2: Argumentación: El escenario formal

 

2.1 Las leyes lógicas

 

Las leyes lógicas son reglas del lenguaje. Si se supone que el lenguaje es un conjunto de convenciones, de símbolos por medio de los cuales hablamos acerca de lo real, se concluye que las leyes lógicas son asimismo reglas que regulan el uso de esas convenciones.

 En la concepción actual de la lógica, estas leyes se admiten como las leyes más generales de la lógica. En la lógica simbólica no se admite el criterio de evidencia. No hay proposiciones verdaderas porque su verdad “se hace patente al pensamiento” o se manifiestan de por si. En cambio hay proposiciones que se admiten como punto de partida en un sistema. A estas proposiciones se las llama “axiomas” y las proposiciones que se deducen, dentro de un sistema de reglas, se llaman “teoremas”. Al ser admitidas como punto de partida, no se discute la cuestión de su verdad.

 

Ley de identidad: “Toda proposición es equivalente a si misma”. “Si P, entonces P”  P     Q  “Si llueve entonces llueve”.

Ley de no contradicción: Si una formula es verdadera, su negación es falsa y viceversa. “-(P.-P), no es posible que llueva y no llueva”.

Ley de tercero excluido: Dadas dos proposiciones, si una es la negación de la otra, entonces una de ambas debe ser verdadera y la otra falsa. “Llueve o no llueve” (P v –P)

 

Una ley lógica es una formula que, interpretada, da como resultado una proposición verdadera.

 

2.2 Tautologías, contradicciones, contingencias

 

Las tautologías son formas proposicionales que corresponden a proposiciones lógicamente verdaderas, es decir, verdaderas por su estructura lógica. Todas las leyes lógicas son tautologías. Ej.: “P v – P” es siempre verdadera, ya que no dice nada acerca de la realidad. Todas las leyes lógicas son tautologías.

 

Las contradicciones son formas proposicionales que corresponden a proposiciones lógicamente falsas, es decir, falsas por su forma lógica, ya que violan o niegan alguna de las leyes lógicas. Ej. “P . – P”.

 

Las contingencias son formas proposicionales que corresponden a proposiciones lógicamente indeterminadas, es decir, proposiciones que pueden ser verdaderas o falsas con relación a algún referente empírico. Ej. “P     Q”, “Si como helado, entonces engordo”, es una proposición que puede ser verdadera o falsa sin que el análisis de su estructura nos permita decidirlo, la verdad se decide por métodos extralingüísticos y su valor de verdad puede cambiar.

 

2.3 Los razonamientos. Verdad y validez

 

El razonamiento es una unidad de argumentación. Así como las proposiciones son verdaderas o falsas, de los razonamientos podemos predicar que son correctos, validos, o incorrectos, inválidos. Un argumento es correcto o valido si efectivamente las premisas apoyan la conclusión y es incorrecto o invalido si no la apoyan. Las premisas y conclusión de un argumento pueden ser verdaderos o falsos pero el argumento mismo no.

 Los razonamientos inválidos admiten cualquier relación entre verdad y falsedad de las premisas y conclusión. Da lo mismo que las premisas y conclusión sean verdaderas o falsas, ya que la conclusión no se sigue de las premisas.

 En lo razonamientos validos no puede darse cualquier combinación de verdad o falsedad de premisas y conclusión. Algunos razonamientos validos pueden tener premisas y conclusión verdaderas y otros premisas verdaderas y conclusión falsa. Ej.:

                        Si es una araña, tiene más de ocho patas

                        Si tiene más de ocho patas, tiene alas

                        Si es una araña, tiene alas.

 

Los razonamientos validos no garantizan la verdad de sus proposiciones, así como la verdad de las conclusiones no prueban la validez del razonamiento.

 La determinación de corrección o incorrección de los razonamientos es atribución de la lógica, que para ello cuenta con reglas específicas; no así determinar la verdad o falsedad de los enunciados (premisas o conclusión), que requiere una corroboración empírica que esta fuera del campo de la lógica.

 

2.4 Razonamientos deductivos

 

Si los razonamientos son deductivos:

1.      Todo lo que se dice en la conclusión esta contenido en las premisas.

2.      La verdad de las premisas garantiza la verdad de la conclusión.

3.      Si las premisas son verdaderas la conclusión no puede ser falsa.

4.      Su validez puede decidirse definitivamente por métodos puramente lógicos.

5.      La validez depende de la forma lógica del razonamiento y no de su contenido.

 

2.5 Reglas lógicas

 

Las reglas lógicas son formas de razonamiento cuyas variables, al ser sustituidas por constantes, dan por resultado un razonamiento valido. El conocimiento de estas reglas básicas nos permite verificar rápidamente muchos razonamientos sin necesidad de recurrir a otros métodos de cálculo lógico.

 

Modus Ponens (MP): Dado un antecedente y un consecuente, si se afirma el antecedente, entonces se afirma el consecuente.

Modus Tollens (MT): Dado un antecedente y un consecuente, si se niega el consecuente, entonces se niega el antecedente.

Silogismo Hipotético (SH): Si se afirma A entonces B y B entonces C, se afirma A entonces C.

 

Si se afirma la verdad del antecedente, entonces implica la verdad de consecuente. La verdad del consecuente, en cambio, no implica la verdad del antecedente.

 En todo razonamiento deductivo, la conclusión no dice nada que no haya estado implícito en las premisas. Lo que hace el argumento, justamente, es hacer esto explicito. Podemos decir que estos argumento son explicativos o explicitativos, pero no ampliativos. Las reglas lógicas no nos proporcionan conocimiento factico, información acerca del mundo, lo que no implica que el conocimiento que aportan sea bana o poco interesante para la ciencia. Por el contrario, es de la mayor importancia en la medida en que permiten “demostrar” (probar conclusivamente la verdad) enunciados en las ciencias formales y apoyan la contrastación de hipótesis en el caso de las ciencias fácticas.

 

2.6 ¿Es formal la inducción? El intento de Carnap

 

Razonamientos inductivos: Todos los argumentos en los que se transita desde un enunciado (o conjunción de ellos) a otro, de modo tal que el primer enunciado (o la conjunción de enunciados) no implica al segundo. Ej.:

                        Todos los A hasta ahora observados son B.

                        Por lo tanto, todos los A son B.

Inducción por enumeración simple: (A1 es B, A2 es B,…. An es B)

A partir del reconocimiento empírico de la presencia de una determinada propiedad en una muestra de individuos, se traslada ese reconocimiento a la totalidad de la población. La evaluación de la solidez del razonamiento inductivo debe realizarse de acuerdo con normas inductivas.

 En un razonamiento inductivo las premisas solo respaldan a la conclusión, prestan un apoyo parcial, proporcionan alguna evidencia a favor de la conclusión. Lo que caracteriza a la inducción es que las predicciones nunca se garantizan totalmente, sino que poseen un grado más o menos alto de confirmación, entendida como probabilidad.

 

Esquema de Carnap para formalizar la inducción

 

X1 es A

X2 es A

….

Xn es A

--------------

Todos los X son A

El esquema expuesto es el mismo para buenas y malas inducciones, por lo que es imposible evaluar su aceptabilidad si no es acudiendo a constataciones empíricas, ya que los puntos suspensivos no revelan si las instancias confirmatorias constituyen un apoyo aceptable, es decir si la base evidencial expuesta por las premisas comprende un numero suficiente de casos (signifique lo que signifique “suficiente”). En este caso, los puntos suspensivos indican que la inducción no es completa (es decir, que no es deducción).

La concepción del argumentar inductivo era defendida a partir del concepto de grado de confirmación, a través de tres alternativas:

ü      Una perspectiva subjetiva del grado de confirmación como incremento de la probabilidad.

ü      Una probabilidad comparativa (“e confirma mas que é”)

ü      Una interpretación del grado de confirmación a la luz de la concepción estadística de la probabilidad.

Estas no conformaban a Carnap. En lugar de conclusión hablara de hipótesis y en vez de premisas se referirá a los enunciados que exponen la base evidencial que la apoya: Dadas ciertas observaciones e (base evidencial) y una hipótesis h, debería ser posible determina, por procedimientos mecánicos, la probabilidad lógica o grado de confirmación de h sobre la base de e.

 La función de la lógica inductiva no consistiría en inferir generalizaciones, sino que su tarea comienza cuando ya se dispone de una hipótesis explicativa de fenómenos dados, de modo que la lógica inductiva solo debe indicar en que medida (grado de confirmación) la hipótesis es apoyada por los datos empíricos disponibles. Esto significa que las hipótesis no pueden considerarse probadamente verdaderas, pero pueden considerarse parcialmente probadas, o confirmadas por la base evidencial hasta un cierto grado.

 

Mientras que la lógica deductiva puede considerarse como la teoría basada en la consecuencia lógica o deductibilidad, la lógica inductiva es la teoría basada en el grado de confirmación.

 

La relación de confirmación inductiva es una relación lógica, “confirmar inductivamente” es semejante a “implicar deductivamente”. Que ambas sean relaciones lógicas significa simplemente que no son empíricas. Esto permitiría que se pudiera establecer mecánicamente el grado de confirmación de una hipótesis general sin depender de procedimientos empíricos (a diferencia de la estimación de probabilidad estadística, que depende de relevamientos muéstrales).

 

Probabilidad estadística (empírica): Son enunciados empíricos expresados en el lenguaje de la ciencia (como las hipótesis estadísticas en economía). Los enunciados acerca de probabilidades estadísticas no pueden ser demostrados mediante la lógica, sino que se basan en investigaciones empíricas.

 Una hipótesis probabilísticas que sostenga que: “El 80% de los fumadores de mas de tres paquetes diarios se enferman de alguna enfermedad pulmonar grave” es el resultado de una investigación empírica basada en muestras representativas de la población bajo estudio. Es decir, la probabilidad estadística se da dentro de la ciencia, mientras que la probabilidad lógica se da en un nivel externo de la ciencia.

 Para que sea posible determinar numéricamente el grado de confirmación es necesario que el lenguaje en el que están formulados e y h permita exponer adecuadamente la evidencia disponible, de modo que el lógico inductivo este en condiciones de establecer el coeficiente numérico por medio del mero análisis lógico (semántico) de los enunciados en relación.

 

Criticas: Popper se opone a cualquier intento de justificación probabilística del apoyo evidencial de hipótesis científicas, considerando que cuando el grado de apoyo de una proposición por otras no es total (lo que solo proporciona la deducción), no se puede medir el apoyo parcial con una función probabilista.

 

Carnap sostiene que el concepto de probabilidad lógica efectivamente satisface ciertos axiomas, entre otros, el principio de multiplicación. Advierte Popper que una consecuencia elemental de este principio es que cuanto mas afirma un enunciado, menos probable es. Esto puede expresarse diciendo que la probabilidad lógica de un enunciado x a partir de una evidencia dada y decrece cuando se incrementa el contenido informativo de x. Considera Popper que esto es suficiente para probar que la alta probabilidad no puede ser uno de los propósitos de la ciencia, porque el científico esta centralmente interesado en teorías con un alto contenido.

 Si un alto grado de confirmación es uno de los propósitos de la ciencia, entonces el grado de confirmación no puede identificarse con la probabilidad. Esto es:

a)      Si es un propósito científico el alto contenido, entonces no es un propósito científico la alta probabilidad.

b)      Si perseguimos un alto grado de confirmación (o corroboración), necesitamos un alto contenido y, por ende, una baja probabilidad.

El problema de la inducción es que quien formula un razonamiento de esta índole, esta “cautivo” por la información hasta ahora disponible (es decir por las premisas expuestas).

 Un argumento inductivo evaluado como sólido no pasa a ser automáticamente malo porque la experiencia aporte desdichados contraejemplos que hagan falsa la conclusión.

Falacia de estadística insuficiente: Algunas inferencias inductivas con premisas que exponen un número de casos relativamente reducido (siempre que su conclusión no sea una generalización sino el “próximo caso particular”), pueden ser aceptables, en la medida en el peso de la aceptabilidad no repose solo en el número de casos sino en la calidad de los mismos.

Falacia de estadística sesgada: Debe incluir en su muestra un número suficientemente variado de casos.

 

2.7 Analogía: Un enunciado es análogo porque es confuso.

 

A y B tienen las propiedades P, Q y R

A tiene, además, la propiedad S

Luego, es probable que b tenga también la propiedad S

 

La inferencia analógica parte de una similitud conocida de dos o mas elementos en algunos aspectos o propiedades, para concluir que también deberían compartir la similitud en otro. La conclusión, en el mejor de los casos, podría establecerse como probable, ya que sobre la última propiedad solo se posee información de que la tiene el primer individuo. Por ende, las premisas no implican a la conclusión, que es ampliativa.

Criterio de evaluación para argumentos analógicos:

El numero de individuos o entidades entre los que se afirma la analogía: La conclusión no pretende generalizar, sino establecer una conclusión ampliativa para un solo individuo. El mismo Copi proporciona como ejemplos casos de dos (o poco más de dos) elementos.

El numero de aspectos o propiedades en consideración: Si la cantidad de propiedades comunes es grande, parecería que la probabilidad de la conclusión crece.

Las propiedades comunes consignadas deben tener una clara relación con la conclusión: Una sola analogía atinente es más importante que un plexo de analogías irrelevantes respecto de la propiedad establecida como común en la conclusión. Este criterio es excluyentemente empírico.

 

El razonamiento por analogía, como la inducción, es un razonamiento no deductivo. La inferencia analógica parte de la similaridad de dos o mas entidades en algunos aspectos para concluir la similaridad de esas entidades en otra propiedad. Como en todo razonamiento no deductivo, la analogía no aporta pruebas concluyentes. Como la inducción, constituye un razonamiento del que se puede afirmar que las premisas proporcionan a la conclusión un apoyo evidencial parcial. Apoyo parcial que puede entenderse asimismo en términos de mayor o menor probabilidad.

 

Capitulo 3: Argumentación: El escenario informal

 

3.1                       lógica informal y falacias materiales

 

Falacia informal:

ü      Es un argumento no pertinente (razonamiento incorrecto)

ü      Psicológicamente persuasivo. La fuerza persuasiva es una condición de eficacia que permite explicar por que tantas personas “tragan el anzuelo” de argumento nítidamente falaces.

ü      Construido intencionalmente para engañar

 

Clasificación de las falacias materiales:

 

Falacias de inatinencia: La conclusión no se sigue de las premisas. No depende de la falsedad de las premisas, sino de la deficiente transición a la conclusión. Es frecuente que estas falacias  partan de premisas verdaderas (aunque no atinentes), lo que contribuye a conferirles cierto impacto psicológico que es la fuente de su poder persuasivo.

 

ü      Argumentum Ad verecundiam (Argumento de autoridad)

Consiste en considerar como premisa justificatoria una apelación a la autoridad de alguien que sostenga la conclusión que se desea imponer. No todos los argumentos de autoridad son falacias. La mera caracterización inicial de la falacia no es criterio suficiente para identificar argumentos de autoridad falaces. No seria falaz un argumento en el que se justifica la conclusión mediante el respaldo de un experto, siempre que el tema del argumento caiga dentro del área profesional o técnica en la que es experto. La falacia ocurre cuando se apela a la autoridad de un experto para sustentar un argumento cuyo tema esta fuera del ámbito de su especialidad. Walton reconoce que muchos argumentos ad verecundiam pueden considerarse pertinentes. Admite que gran parte de las cosas que aceptamos, las aceptamos sobre la base de la autoridad. Casi todo lo que creemos se basa en opiniones de expertos: no exigimos pruebas al medico para aceptar su diagnostico, su condición de experto lo justifica.

ü      Falacia ad populum

Consiste en reforzar el valor de una afirmación al sostener que “todos los dicen”.

ü      Argumentum ad ignorantiam

Consiste en dar por verdadera una proposición solo por el hecho de que no ha sido probada su falsedad. Trata a la premisa en análisis como una hipótesis científica problemática, hasta que se encuentren pruebas que la sustenten o la refuten. Es falaz afirma que algo es cierto solo porque no se encontraron evidencias en su contra. Es más aceptable afirmar que ago no existe si no hay pruebas que demuestren que existe.

ü      Argumentum ad hominem (Argumento contra la persona)

Consiste en enfrentar a un actor social que formula un razonamiento o proporciona información, no refutando su discurso sino agraviándolo personalmente. Ej. X es un mentiroso. Por lo tanto, lo que acaba de afirmar es falso. El ejemplo es falaz porque el carácter de mentiroso del emisor del mensaje no constituye prueba de todo lo que afirma es falso.

Se trata de un argumento contra el hombre, pero parece haber buenas razones para considerarlo aceptable como razonamiento inductivo por enumeración simple, con una prudente estimación probabilista en su conclusión. Ej. Todo lo que X ha declarado hasta el momento ha resultado falso. Por lo tanto, es probable que su última declaración pública también lo sea.

ü      Post hoc ergo Procter hoc (Después del hecho, por lo tanto, debido al hecho)

El argumento consiste en inferir que un acontecimiento es la causa de otro sobre la base de que el primero ocurrió antes que el segundo. Complejidad:

1.      La dificultad de reconocimiento de si los hechos están ligados casualmente (connected: uno es causa del otro) o conjoined (aparecen juntos).

2.      Interpretación adecuada del concepto  de causa presente en cada argumento

Causa como condición necesaria: Ante la falta de la condición necesaria el acontecimiento no puede ocurrir.

Causa como condición suficiente: Ante la presencia de la condición suficiente el acontecimiento va a ocurrir.

Ej.: La presencia de oxigeno es una condición necesaria para que haya combustión, pues en ausencia de oxigeno no puede haber combustión alguna. Pero no es condición suficiente, dado que puede haber oxigeno sin que se produzca la combustión.

 

La causacion múltiple puede responder a la falta de una descripción precisa del fenómeno. Ej.: Atribuir la muerte concreta de una persona a varias causas se diluye con la autopsia, que prueba cual fue la causa única y hace desaparecer la aparente pluralidad.

Se demuestra la falacia del razonamiento probando que el efecto se habría producido aun sin la presencia de la presunta causa, o probando que el efecto se produjo por una causa distinta de la propuesta.

ü      Falacia de efecto conjunto: “Conversión de la conjunción en la relación causal”

Dos acontecimientos que aparecen juntos (conjoined) son evaluados como ligados casualmente (connected: uno es causa del otro) mientras que en realidad ambos son efectos de una causa común.

ü      Argumentum ad baculum: Falacia del garrote

Consiste en intentar forzar una conclusión inatinente utilizando como base de sustentación una amenaza. Sin embargo, no toda amenaza es un argumento de este tipo.

ü      Argumentum ad misericordiam

Consiste en apelar a la piedad para lograr que se acepte una determinada conclusión. No toda apelación a la piedad puede considerarse como un argumento falaz. Es necesario evaluar con detenimiento que conclusión se intenta justificar, o que curso de acción se supone que debemos tomar. Ej.: Si se desea imponer la conclusión de que un acusado del que nos informa el jurado que ha tenido una infancia horrible es, por ello, inocente, la falacia queda crudamente expuesta, pero ¿Debemos considerar ilegitimo que el defensor evalúe su triste vida como un atenuante que, al menos, permitía reducir su condena?

ü      Ignoratio elenchi (Conclusión irrelevante)

Se comete cuando un argumento que pretende establecer una conclusión determinada es utilizado para probar una conclusión diferente. Ej.: Si un legislador desea argumentar a favor de un proyecto especifico de legislación sobre la vivienda, y lo hace alegando que todo el mundo debe tener viviendas decentes, comete claramente la falacia expuesta, ya que no esta en discusión la legitimidad de la afirmación que sostiene que todo el mundo debe tener viviendas decentes, sino la pertinencia de las medidas particulares que el proyecto implica, así como sus ventajas comparativas respectos de otras alternativas legales.

 

Falacias de Ambigüedad

 

«     Falacia de equivoco ( la falacia del cuarto termino)

Puede evaluarse como una variante de la falacia de equivoco la instrumentación falaz de los términos relativos, esto es, palabras que tienen distinto significado según el contexto. Ej.: “Un tiranosaurio Rex era un animal. Por lo tanto, un Tiranosaurio Rex pequeño era un animal pequeño”, pequeño es un termino relativo.

 

«     Falacia de composición

La falacia tiene lugar cuando a partir de las propiedades de elementos o individuos se infiere que tales propiedades son asimismo de las totalidades a las que pertenecen. Es posible reconocer argumentos de esta forma que son correctos: “Todas las partes de esta silla son rojas; por lo tanto, esta silla es roja”. En otros ejemplos, en cambio, la incorrección es clara: “Todas las partes de esta maquina son livianas; por lo tanto, esta maquina es liviana”.

 Copi considera necesario diferenciar los argumentos que transfieren la propiedad de las partes al todo, de los argumentos que extienden la propiedad de los individuos o elementos a la colección. Una de las variantes de este ultimo tipo lo constituyen los argumentos que convierten una propiedad distributiva en colectiva. Ej.: De la premisa que afirma “Todos los ciudadanos del pueblo pagan sus deudas” no se deriva “El pueblo paga sus deudas”. De todos modos, la distinción no ayuda sobre los problemas generales de la falacia de composición: establecer en cada caso en que consiste la ambigüedad y diferencias en cada caso los argumentos de composición validos de los falaces.

 

«     Falacia de división

Comete una falacia de división quien extrae una conclusión transfiriendo de manera irrelevante una propiedad excluyentemente “colectiva” a su interpretación “distributiva”. Ej.: “La sociedad esta en condiciones de soportar una grave crisis económica; por lo tanto, cada uno de los ciudadanos esta en condiciones de soportar una grave crisis económica. Asimismo, comete una falacia de división quien extrae aun conclusión transfiriendo de manera irrelevante una propiedad expuesta por un termino relativo de la colección al individuo o del todo a las partes. Ej.: Esta maquina es pesada; por lo tanto, todas las partes de esta maquina son pesadas.

 

Identificar un argumento como ad hominem, post hoc…, de composición, etc., en modo alguno es suficiente para decretarlo falaz. Ninguna de las clasificaciones habituales permite mucho mas que una caracterización general, habitualmente completada con criterios evaluativos supletorios que varían en cada proferimiento de cada argumento sospechoso.

 

3.2                       Toulmin, sobre los usos argumentativos

 

El objetivo de Toulmin es criticar el supuesto, asumido por la mayoría de los filósofos anglosajones, de que todo argumento significativo puede expresarse en términos formales. Cuestiona a la lógica formal como criterio central de análisis y evaluación de argumentos. Toulmin niega que la lógica formal pueda ser aplicada a la evaluación critica de argumentos reales.

 Un argumento sólido es el que resiste las criticas. Las reglas lógicas, aplicadas a los argumentos, pueden medir la eficacia y el logro del objetivo propuestos.

 

Génesis de la construcción de un argumento:

 

Juan Carlos S. es un ciudadano argentino.

 

Imaginemos que alguien pone en duda esta afirmación. Es claro que quien emite esta afirmación debería estar en condiciones de justificarla. La primera forma de justificación debería ser exponer hechos para apoyarla, deberíamos sostener que existe información documentada por lo cual es posible sostener que:

 

Juan Carlos S. nació en Salta, que es una provincia argentina

 

Contamos ya con dos elementos centrales de la estructura argumentativa:

1.      La afirmación o conclusión que tratamos de justificar (C). C es aquello que demandamos sea tenido en cuenta, y se supone estamos dispuestos a fundamentar.

2.      Los elementos probatorios que proporcionamos como base de la afirmación efectuada, es decir de los datos (D).

Lo que se debe proporcionar, entonces, no son nuevos datos, sino proposiciones de diferente tipo: reglas, enunciados generales, etc., que evidencien como a partir de los datos se transita a la conclusión de manera apropiada y legitima, esto es, proposiciones que funcionen como puentes de legitimizacion entre datos y conclusión.

 

Si una persona nació en una provincia argentina, entonces esa persona es ciudadana argentina.

 

3.      Las proposiciones hipotéticas que autorizan la transición de datos a la conclusión, es decir la garantía (G).

 

Toulmin se preocupa por señalar que es imprescindible diferenciar datos y garantías. En primer lugar, la conclusión apela directamente a los datos, mientras que la garantía es explicativa, ya que su objetivo es solo registrar explícitamente la legitimidad de la transición. En segunda instancia, las garantías son generales, certificando la validez de todos los argumentos del mismo tipo, mientras que los datos son justificaciones especificas de cada argumento en particular.

 En argumentos mas complejos, pueden aparecer otros factores que será necesario integrar en la estructura. Si no es suficiente el esquema tripartito expuesto, resulta imprescindible añadir alguna referencia explicita al grao de “fuerza” que los datos confieren a la conclusión.

4.      Modalizador (M) apoya a la afirmación central

5.      Condiciones de excepción o refutación que establecen en que caso la garantía deja de justificar a la conclusión (E)

 

 Se podría decir que la propuesta de Toulmin es un silogismo en el cual la premisa menor son los datos y la premisa mayor la garantía.

 Ante esto Toulmin considera que el esquema de la lógica formal tiende a generar una apariencia de uniformidad entre argumentos procedentes de campos diversos, etiquetando, ademas, con el rotulo común de premisa a los diversos elementos que apoyan a la conclusión. Alega que su “lógica practica” permite hacer transparente la diferencia central entre una “premisa singular” y una “premisa universal”, diferencia que no tendría que ver solo con la cantidad, sino con la función sustancialmente distinta que cumplen en el argumento. Una premisa singular transmite información a partir de la cual se extrae la conclusión; una premisa universal, en cambio, no expone información, sino que ofrece una garantía o justificación de acuerdo con la cual se puede pasar legítimamente del dato a la conclusión.

 

Las formulas canónicas son susceptibles de formularse en las dos variantes significativas expuestas. Ej.:

 

            Pedro S. es argentino.

            Ningún argentino es pai umbanda;

            Luego, con certeza, Pedro S. no es pai umbanda

El argumento puede interpretarse de dos maneras distintas:

Ej. 1ª)   Pedro S. es argentino

            La proporsion conocida de argentinos que son pai umbanda es cero,

            Luego, con certeza, Pedro S. no es pai umbanda

     2ª)    Pedro S. es argentino

            Con total certeza un argentino no es pai umbanda

            Luego, con certeza, Pedro S. no es pai umbanda

Toulmin considera que solo la estructura “D, G, luego C” (Ej. 1a) es susceptible de ser analizada en orden a su validez formal, porque los componentes de la conclusión son manifiestamente los mismos que los de las premisas. Esto es, en términos de la índole de la inferencia, no habría ampliación en la conclusión, que solo seria explicativa. En cambio, si se interpretara la premisa universal como respaldo (estructura “D, R, luego C, Ej. 2ª) no seria posible aplicar el criterio de validez formal al argumento.

 

Toulmin contrasta dos tipos de argumentos:

 

«     Argumentos analíticos (teóricos): La conclusión no agrega nada al material contenido en las premisas; los actores sociales que utilizan argumentos analíticos intentan fundamentar sus conclusiones en principios universales e inmutables. Son los razonamientos deductivos de la lógica formal. Independientes del contexto

«     Argumentos Sustanciales (prácticos): Proporciona datos o evidencia empírica para apoyar la conclusión del argumento. Los actores sociales que utilizan argumentos sustanciales fundamentas sus conclusiones en el contexto de una situación particular, antes que en principios universales y abstractos. Son los argumentos prácticos de la vida social. Dependiente del contexto.

 

Toulmin afirma que los argumentos teóricos no son útiles para la vida cotidiana. Para comprender la distinción entre estos dos tipos de argumentos es necesario comprender el concepto Toulmiano de campos argumentativos . Este concepto sostiene que los argumentos prácticos, a pesar de que se ajustan al esquema básico, varían en algunos aspectos al ser utilizados en campos diferentes. Estos aspectos que varían son denominados “campo-dependientes”. En cambio, los argumentos teóricos de la lógica formal son independientes tanto del contexto como del campo en que son utilizados. Por eso muchas veces no se aplican a la vida diaria.

 De todas formas Toulmin no propone que desaparezcan los argumentos analíticos sino que juzga que su rango de aplicabilidad es muy estrecho.

 

3.3                       Perelman y la nueva retorica

 

Perelman impone la nueva retorica: solo se considera racional lo que esta conforme a los procedimientos de prueba de la lógica formal. Los razonamientos ajenos al campo formal escapan a la lógica, y por ende, también a la razón. Si la razón es incompetente en los ámbitos en los que la deducción lógica no puede proporcionarnos una solución pertinente, solo nos restaría abandonarnos a las fuerzas irracionales.

 La “nueva retorica” retomaría aquella tradición olvidada que estudiaba a los procesos argumentativos y sus recursos como el arte de persuadir y convencer. Perelman subraya que toda argumentación se desarrolla en función de un auditorio.

 El punto de vista de Perelman intenta subrayar el hecho de que toda argumentación se desarrolla en función de un auditorio. La retorica antigua podría identificarse primordialmente con el “arte oratorio”, ya que su propósito central consistía en analizar el arte de hablar en publico. Para los nuevos estudios retóricos su preocupación apunta, en mayor medida, a comprender el mecanismo del pensamiento argumentativo. Esto no implica desestimar el análisis del auditorio, ya que Perelman entiende por tal a los destinatarios del mensaje argumentativo, sea este oral o escrito. La importancia del auditorio puede apreciarse con facilidad si se toma en consideración que cuando cambia un auditorio la argumentación debe cambiar también, para cumplir adecuadamente con su propósito central: influir con eficacia en los receptores del mensaje.

 

Diferencia entre demostración y argumentación:

En la demostración lógica o matemática, para probar una proposición basta con explicitar los procedimientos que permiten que tal proposición sea la ultima de una serie deductiva cuyos primeros elementos los proposiciona quien ha construido el sistema axiomático en cuyo interior se efectúa la demostración. Pero como esos elementos son de validez general en el contexto de la lógica o la matemática, la universalidad del enfoque formal permitirá que la persona del demostrador pueda abstraerse del proceso inferencial.

Cuando se trata de argumentar, (de influir por medio del discurso) no es posible ignorar completamente las condiciones psíquicas y sociales, sin las cuales la argumentación no tendría objeto ni efecto. Hay un contacto intelectual entre el argumento y el auditorio.

 

Auditorio: El conjunto de aquellos en quienes el orador quiere influir con su argumentación. Tal conjunto puede ser heterogéneo, reuniendo en el mismo grupo a personas distintas en carácter, relaciones o funciones. Esto obliga al orador a utilizar una argumentación múltiple para seducir a los distintos miembros y sub-grupos que lo integran. Es responsabilidad exclusiva del orador adaptarse al auditorio especifico en cada proceso argumentativo.

 

Distinción entre persuadir y convencer

Para aquel que se preocupa por el resultado, persuadir es mas importante que convencer. En cambio, para quien esta interesado en el carácter racional de la adhesión, convencer es mas importante que persuadir. Se persuade a la imaginación o al sentimiento, pero se convence a la razón. Persuasiva es la argumentación que solo pretende servir para un auditorio particular, y convincente es la que obtiene o persigue obtener la adhesión de “todo ente de razón”.

 

“Solo la argumentación, entendida en los términos de Perelman, lucha por lograr la adhesión del oyente. Las demostraciones lógicas o matemáticas, en cambio, triunfarían por si solas”.

 

Acuerdos entre el orador y el oratorio:

 

«     Acuerdos generales: La importancia de la conformidad del auditorio es tal que Perelman considera que la elección y presentación de las premisas es el resultado de un acuerdo con el auditorio. Es objeto de acuerdo, por ejemplo, que se considerara como hechos objetivos y que como sistemas complejos.

También serán objeto de acuerdo las presunciones que funcionan como punto de partida de la argumentación.

Un cuarto tipo de objeto de asentamiento: los valores. Funcionan como “objetos de acuerdo” que permiten una comunión entre formas particulares de actuar para distintos grupos. Los razonamientos formales están purificados de dimensiones valorativas. En cambio, en los campos jurídicos, políticos y filosóficos, los valores están permanentemente presentes en el desarrollo de la argumentación.

 

«     Acuerdos específicos de disciplinas particulares: Tales acuerdos disciplinares constituyen un corpus que se desprende de convenios, tanto como de la adhesión a textos fundamentales, y caracterizan a ciertos auditorios. Un ejemplo oportuno es la adhesión a una jerga técnica propia, que se diferencia al máximo del lenguaje ordinario.

 

«     Acuerdos propios de cada discusión:  Una de las tácticas frecuentes de esta modalidad consiste en el uso dialéctico de la preguntas y respuestas. El acuerdo preliminar puede también versar no sobre el temario del debate sino sobre la forma de desarrollar la discusión.

 

El método de abordaje que propone Perelman consiste en comenzar por analizar la estructura de los argumentos aislados, aun corriendo el riesgo de que, al considerar al argumento especifico fuera del contexto e independientemente de la situación, se pierda riqueza de análisis y se fomente la ambigüedad. Con el fin de agrupar analíticamente a los esquemas argumentativos, identifica dos tipos de procedimientos:

 

[     Esquemas de enlace: Aquellos esquemas que vinculan elementos distintos y permiten establecer entre ellos una relación de solidaridad.

 

o       Argumentos cuasi lógicos; Se presentan como comparables a razonamientos formales. Perelman establece que esta presentación es ilusoria. El razonamiento formal resulta de un proceso de simplificación que solo es posible en determinadas condiciones, es decir, en el interior de sistemas aislados y acotados. Los argumentos cuasi lógicos no son formales, pero tratan, a través de un proceso de reducción, de aparecer como tales. Hay 3 tipos de procesos de reducción que consisten en apelar a algunas estructuras lógicas:

 

v      La contradicción  pone de manifiesto la incoherencia de un conjunto de proposiciones. Quien se enfrente con un argumento cuasi lógico que hace uso de un recurso que parece apelar a la contradicción, deberá esforzarse por mostrar que las tesis que el argumento propone conducen a algún tipo de incompatibilidad, patología “que se parece” a una contradicción. El ataque a una argumentación cuasi lógica de este tipo consistirá, justamente en poner en evidencia que no se trata estrictamente de una contradicción sino de una forma de incompatibilidad resultante de una reducción que permite la inadecuada asimilación del argumento a un sistema formal escrito

v     La identidad o reciprocidad pretende aplicar el mismo tratamiento a dos situaciones que “son pareja”. El carácter cuasi lógico esta asociado a la noción de analogía y simetría. Ej.: “Si para Uds. no es deshonroso venderlo, tampoco es para nosotros comprarlo”.

v     La transitividad: “extensión” de la famosa propiedad formal al ámbito de los argumentos cuasi lógicos (Los amigos de mis amigos son mis amigos).

 

o       Argumentos basados en la estructura de lo real: Se apoyan en dimensiones empíricas para sustentar determinadas afirmaciones. Entre ellos se encuentran los “enlaces de sucesión”:

ü      Nexo causal (causa – efecto): Debe permitir argumentaciones de tres tipos:

1.       Las que tienden a vincular con un nexo causal dos acontecimientos sucesivos.

2.      Las que, dado un acontecimiento, tratan de descubrir una causa que haya podido generarlo.

3.      Las que, dado un acontecimiento, intenta poner en evidencia el efecto que de el resulta.

ü      Nexo Teológico (medios-fines): Es una variante del nexo causal. La diferencia reside en la “valoración” del efecto. Si se desea minimizar un efecto se lo debe presentar como consecuencia; si se desea aumentar su importancia, debe presentar como un fin. Este tipo de argumentos tendría el propósito de “integrar” en los fines de una organización muchas de sus consecuencias indeseables. Por ejemplo, si una guerra acarrea consecuencias que superan las previsiones, se argumentara posteriormente que el país se levanto en armas con el fin de defender su propia existencia.

o       Argumentos basados en enlaces que fundamentan la estructura de lo real: Consiste en argumentar a partir del caso particular. A su vez, tal variante admite tres modalidades posibles: la argumentación por el ejemplo, la argumentación por la ilustración y la argumentación por el modelo. La primera (el ejemplo) permitirá una generalización, la segunda (la ilustración), sustentara una regularidad ya establecida, mientras que la tercera (el modelo), incitara a la imitación. Si la argumentación por el ejemplo se encarga de fundamentar una regla o un enunciado general, la argumentación por la ilustración tiene como función reforzar la adhesión a una regla ya admitida, proporcionando casos particulares que ilustran o esclarecen el enunciado general. La argumentación por el modelo tiene como propósito no tanto justificar o ilustrar una regla general, sino incitar a la imitación de un comportamiento particular.

 

[     Esquemas de disociación

En primer lugar, establece Perelman una diferencia entre dos procedimientos:

 

o       Técnica de ruptura de enlace: Consiste en afirmar que están indebidamente asociados elementos que deberían permanecer separados e independientes.

o       Técnica de disociación: presupondría la unidad primitiva de elementos confundidos en una misma noción, por lo que requiere una revisión profunda de los datos conceptuales de base.

La diferencia entre estos dos procedimientos puede no ser transparente al analizar argumentos específicos, y sugiere que la identificación puede variar según el punto de vista. Ej.: “Ni el derecho ni el arte de gobernar implican necesariamente un conocimiento cierto de otras materias, y, menos aun, de la verdadera religión. Pues, si fuera así, ¿Cómo podría ser que los señores de la tierra difieran tanto entre si en las cuestiones religiosas?. Para Locke, lo temporal esta, desde un principio, separado de lo espiritual, por lo que se opone al enlace estableció. Para su adversarios, lo temporal implica lo espiritual, por lo que evaluaran todo esfuerzo por separarlos como una disociación de elementos unidos por un vinculo natural.

 

Habiendo completado el estudio analítico de los argumentos “aislados”, recuerda una vez mas Perelman que, en rigor, tales argumentos están vinculados por varias modalidades de interacción constante: interacción entre diversos argumentos expuestos, interacción entre tales argumentos y la situación argumentativa en cuyo marco se presentan, interacción entre los argumentos y la conclusión general a la que arriba el proceso argumentativo.

 

Es precisamente en el contexto de los argumentos en interacción que Perelman comienza a discutir lo que resulta de mayor interés: Los criterios de pertinencia de los argumentos, a través del concepto de fuerza argumentativa. Este concepto tiene dos acepciones:

 

§         Intensidad de adhesión del oyente al argumento (es decir, el resultado del poder persuasivo o la fuerza de convicción)

§         Relevancia objetiva de los argumentos en el contexto del debate.

Pero tanto la intensidad de la adhesión como la relevancia argumentativa pueden entrar en colisión con la posible resistencia del oyente, o con una contra-argumentación que se le enfrenta. Por ello, y en tercer lugar, la fuerza de los argumentos depende, en gran medida, de su firme resistencia a las posibles objeciones.

 

¿La fuerza argumentativa es un rasgo descriptivo o normativo? La mayoría de las veces el criterio de validez argumentativa resulta de aplicar técnicas que son eficaces en otro campo. Estas serian la racionalidad formal de la lógica y la matemática. Sin embargo los argumentos no están en condiciones de pasar la prueba de la racionalidad formal. Por lo tanto, Perelman define que la fuerza argumentativa debe asumir la doble dimensión descriptiva y normativa, que en la practica se califica de “fuerte” y “débil”. En conclusión, la fuerza argumentativa se aprecia gracias a las “regla de justicias”: lo que ha sido convincente en cierta situación será convincente en una situación análoga. Por eso, para dotar de fuerza a la argumentación se requiere un conocimiento profundo del campo disciplinar. Presupone una previa iniciación en un campo de estudio sistematizado.

 

Diferencia entre razonamiento teóricos y razonamiento practico:

 

§         Razonamiento teórico: Consiste en realizar una inferencia que extrae una conclusión a partir de premisas.

§         Razonamiento practico: Es aquel que justifica una decisión. Afirma que es licito hablar de razonamiento practico solo cuando la decisión depende de aquel que la toma, de modo que tal decisión no se desprende automáticamente de premisas en función de reglas de inferencia indiscutibles, con independencia de la intervencion de una voluntad humana. Ej.: La sentencia de un tribunal que expone la decisión.

 

Criticas: El concepto “argumento” es poco preciso. Perelman se basa en la distinción aristotélica de lógica como “ciencia de la demostración” y retorica como “ciencia de los probable. Por eso no considera la palabra “argumento” como sinónimo de “razonamiento”. Niega toda intención persuasiva a un razonamiento deductivo.

 

3.4.: Van Eemerent – Gootendorst: La argumentación desde el punto de vista pragma-dialéctico

Consiste en no abstraer a los argumentos de ninguna de sus dimensiones.  
“La argumentación es una actividad verbal, social y racional que apunta a convencer a un crítico razonable de la aceptabilidad de un punto de vista adelantando una constelación de una o más proposiciones para justificar este punto de vista”.

Argumentación 
- Percibida como un medio para resolver diferencias de opinión 
- Se refiere tanto al proceso argumentativo como a sus resultados 
- Se tiene en cuenta el contexto, la situación y otros aspectos pragmáticos.

Proceso global de argumentación: 
1- Exposición del punto de vista de un actor social (protagonista) (a veces puede omitirse). 
2- Diferencia de opinión con otro actor (antagonista) 
3- Discusión argumentativa 
4- Resolución

1- a) Hay marcadores de puntos de vista. Su utilización puede generar consecuencias diferentes.  
b) Supone adoptar una proposición. Preposición puede ser una descripción de hechos o una predicción (admisible para la lógica formal) o un consejo (no admisible para la lógica formal, ya que no es ni V ni F).

2- El autor indica que una diferencia de opinión se da cuando dos partes no están de acuerdo totalmente con un punto de vista (implica desacuerdo o simple duda). La forma elemental de diferencia de opinión es: 
X: Es necesario que A sea B 
Y: No sé, nunca reflexioné sobre el tema.  
Esta forma es no mixta porque solo una parte está comprometida en la defensa del punto de vista. Esto es el disparador de la justificación argumentativa.

3 – Es una discusión crítica, con el propósito de resolver una diferencia de opinión. Etapas: 
a) Confrontación 
b) Apertura. Se asignan los roles 
c) Argumentación. El protagonista defiende su punto de vista  
d) Conclusión 
Este es un modelo ideal. Cumple una función heurística.

Indicadores de argumentación: por lo tanto, dado que, en consecuencia, etc. Indican relación de derivación. Si no están presentes, la situación indica la presencia del argumento.

Argumentos complejos

El enfoque pragma dialéctico permite el análisis de argumentos más complejos. Hay tres tipos: 
1- Argumentación múltiple. 
Consiste en defensas alternativas del mismo punto de vista presentadas una después de otra. Las dos defensas no son interdependientes, cada una es autónoma.  
2- Argumentación coordinada. 
Los argumentos se combinan y se complementan para formar una defensa pertinente. Implica que cada instancia por separado es débil.  
3- Argumentación subordinada 
Se suceden distintos argumentos para apoyar al argumento inicial. Cadena de razonamientos en la que cada etapa requiere una subargumentación para completar por una justificación plena.

Criterios de pertinencia para la evaluación de argumentos según la concepción pragmadialéctica:

1) Consistencia 
a) Consistencia lógica en los enunciados componentes (ej. No contradicción) 
b) Consistencia pragmática: “Te llevo en el auto. No sé manejar”. Son expresiones que no se contradicen pero que guardan entre sí una incompatibilidad.  
c) Consistencia global del argumento, entendida como grado de contribución a la justificación adecuada del punto de vista (aceptabilidad).

2) Validez formal del argumento

3) Uso correcto de las categorías principales de esquemas argumentativos

Falacias materiales

Las falacias son violaciones particulares de una regla; esta regla no es de inferencia lógico deductiva, la regla que se viola es de consenso comunicacional (recordar que las reglas están concebidas para resolver diferencias de opinión).

Regla 1: Las partes no deben impedirse unas a otras el presentar puntos de vista o ponerlos en duda.

            Ambos “contendientes” deben otorgarse mutuamente una absoluta libertad para proponer y criticar puntos de vista.

 La primera forma de violar la regla consiste en poner limites a lo que el interlocutor puede expresar. Y una de las tácticas para limitar al otro consiste en blindar determinados puntos de vista de modo que no puedan ser debatidos en la discusión: “Lo he convocado para informarle que he decidido realizar una reforma integral del plan de estudios. Podemos discutir algunos detalles de implementacion, pero en los aspectos principales las decisiones están tomadas.”

 La segunda forma de imponer limitaciones consiste en restringir la libertad de acción de la otra parte desechandola como un actor serio del debate. Tácticas:

1.      Presionar de manera amenazante al otro actor para inhibir su propuesta ( falacia del garrote)

2.      Chantaje emocional: falacia de apelación a la piedad.

3.      Consiste en desacreditarlo presentándolo como inmoral, indigno o cualquier otra descalificación personal destinada a convencer a la audiencia de que no vale la pena escucharlo. Normalmente esta modalidad se explica afirmando que no se ataca personalmente a la otra parte, pero se duda de que su profesión le permita ser objetiva. (Argumento ad hominem)

Regla 2: Una parte que presenta un punto de vista esta obligada a defenderlo si la otra parte le solicita hacerlo

La regla es violada cuando alguien trata de evitar lo que debería considerar su obligación: defender su posición a pedido del antagonista.

1.      Falacia de inversión de la carga de la prueba (Ud. pruebe primero que eso no es así). Es necesario poner el énfasis en que esta perspectiva es aplicable siempre que pueda asegurarse que lo que el antagonista plantea es una duda que no llega a constituir un punto de vista.

2.      Cuando ambas partes proponen un punto de vista claramente distinto (diferencia de opinión mixta), ambas deben defender el suyo. La decisión sobre el orden de la defensa tendría que basarse en algún criterio supletorio. Uno de tales criterios, llamado “principio de presunción”, considera que la carga de la prueba debe quedar del lado del que propone cambiar el satu quo. Un  segundo criterio, conocido en el derecho civil como principio de imparcialidad, sostiene que el punto de vista que es mas fácil de defender debería ser defendido primero.

3.      Falacia de evadir la carga de la prueba: Consiste en presentar al punto de vista como algo que no necesita ser probado. Apuntan con agudeza que los “marcados” de la falacia suelen ser expresiones como “es obvio que…”, “nadie en su sano juicio podría negar que…”. Consiste en dar por sentado, es decir, en intentar persuadir al otro actor de que el punto de vista ya ha sido probado.

 

Regla 3: El ataque de una parte contra un punto de vista debe referirse al punto de vista que realmente ha sido presentado por la otra parte.

            Esto significa que la regla es violada cuando el punto de vista cuestionado no es el que fuera inicialmente propuesto por el protagonista, ya sea distorsionando su posición o atribuyendole un punto de vista ficticio que puede ser atacado de manera mas efectiva. La forma mas frecuente de esta violación se llama falacia del espantapájaros. Expresiones tales como : “Claramente el señor es de la opinión de que…” o “El autor obviamente supone que…”, suelen iniciar la manufactura del espantapájaros argumentativo.

 

Regla 4: Una parte solo puede defender su punto de vista presentando una argumentación que este relacionada con ese punto de vista

            La regla proscribe la defensa de un punto de vista realizada a través de la instrumentación de argumentos irrelevantes. La primera violación de la regla 4 tiene lugar cuando la argumentación no tiene relación con el punto de vista adelantado en la etapa de la confrontación, es decir, el sujeto propone una argumentación relevante solo para un punto de vista que no es el que esta en el debate.(ignoratio elenchi).

 

Regla 5: Una parte no puede presenta algo falsamente como si fuera una premisa dejada implícita por la otra parte, ni puede negar una premisa que el mismo ha dejado implícita

1.      Uno de los trucos consiste en magnificar una premisa implícita supuestamente tacita en el argumento del oponente.

X: - Puede suceder que no le gusten mucho los perros porque tiene un gato.

Y: - De modo que Ud. piensa que todo el que tiene un gato por definición odia a los perros.

2.      La segunda variante falaz expuesta en la regla consiste en que un sujeto no se hace responsable de lo que incluyo como premisa implícita.

 

Regla 6: Ninguna parte puede presentar falsamente una premisa como si fuera un punto de partida aceptado, ni puede negar una premisa que representa un punto de partida aceptado.

            No es necesario que los contendientes crean efectivamente que las proposiciones de inicio son aceptables, solo es necesario que las acepten como tales en tanto punto de partida de la discusión, para –mas adelante- comprobar su aceptabilidad o demostrar su carácter insostenible.

1.      Mediante la formulación de una proposición polémica enmascarada como una presuposición aceptada: X es adicto a las drogas, se afirma: “No se comprende como X no intentan luchar contra su adicción”.

2.      Utilizar la pregunta compleja como introducción enmascarada de una premisa no reconocida como tal. En vez de acusar al protagonista de agresivo se afirma: “¡Vaya!¿A cuantos indefensos castigaste hoy?

 

Regla 7: Una parte no puede considerar que un punto de vista ha sido defendido concluyentemente si la defensa no se ha llevado a cabo por medio de un esquema argumentativo apropiado que se haya aplicado correctamente

            Solo si el protagonista utiliza un esquema argumentativo apropiado y lo aplica de manera pertinente, la defensa puede evaluarse como adecuada (exitosa). Esto es, si utiliza un esquema argumentativo inapropiado durante la etapa de la argumentación o lo aplica de manera incorrecta, viola la regla 7. Los autores juzgan al Argumentum ad populum como una de las modalidades argumentativas falaces que violan la regla expuesta. La falacia, que los autores llaman falacia populista, se conoce en los trabajos de lógica informal como falacia de apelación a la mayoría, y consiste en considerar que un punto de vista debería aceptarse porque muchos lo sostienen.

 Cada regla anteriormente presentada expone diferentes maneras de violar la regla que prescribe que el esquema argumentativo debe ser correcto.

 

Regla 8: En su argumentación las partes solo pueden usar argumentos que sean lógicamente validos o que sean susceptible de ser validado explicitando una o mas premisas implícitas.

            El requisito de validez lógica previene contra la instrumentación de falacias formales (es claro que hasta el momento todas las falacias que ilustraban violaciones de las reglas fueron informales). Se citan como ejemplos las falacias formales de afirmación del consecuencia y negación del antecedente.

 

Regla 9: Una defensa fallida de un punto de vista debe tener como resultado que la parte que lo presento se retracte de el y una defensa concluyente debe tener como resultado que la otra parte se retracte de sus dudas acerca del punto de vista

            La etapa de cierre debe establecer si la diferencia efectivamente se resolvió y a favor de quien.

1.      Falacia de rechazo de retractación de un punto de vista que no fue defendido exitosamente: Si el protagonista, pese a haber sido exitosa la argumentación de su oponente, persiste tercamente en su postura

2.      Falacia de rechazar la retractación de la critica del punto de vista que fue exitosamente defendido: Si el antagonista, pese a haber sido exitosa la defensa del protagonista, no se retracta.

 

Regla 10: Las partes no deben usar formulaciones que resulten insuficientemente claras o confusamente ambiguas y deben interpretar las formulación de la parte contraria tan cuidadosa y exactamente como les sea posible

            La ambigüedad o la vaguedad en términos o construcciones sintácticas en cualquier etapa de la discusión comprometen severamente la pertinencia del proceso. Anfibología es la falacia que consiste en argumentar a partir de proposiciones cuya formulación es ambigua debido a su estructura gramatical.

 

 

Aspectos positivos en la teoría de las falacias como violación de reglas:

 

1.      Utilizar un conjunto de reglas como marco de referencia, aunque solo se trate de acuerdo comunicacionales pragmáticos, proporciona al análisis y evaluación de la pertinencia argumentativa notable unidad y homogeneidad.

2.      Las reglas generalizan la noción de falacia, de modo que toda maniobra discursiva que contribuya al fracaso parcial o total de la resolución de la controversia puede entenderse legítimamente como violación de alguna de las reglas propuestas.

3.      Es interesante el reconocimiento del criterio de validez lógica como una de las reglas que deberían ser respetadas. Correctamente vincula la violación de esta regla con la administración de falacias formales, como la de afirmación del consecuente.