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Resumen de Parkinson  |  Psicología General (Cátedra: Colombo - 2015)  |  Psicología  |  UBA

Las emociones son sociales – Brian Parkinson

Supuesto general de la Psicología, compartido con el sentido común: Una emoción es una reacción esencialmente interna y personal. Las emociones están ubicadas dentro del cuerpo o dentro de la mente. La experiencia emocional es privada.
Dos consecuencias básicas de este supuesto para la investigación:
1- Las emociones se pueden analizar mejor desde una perspectiva psicológica, o desde una perspectiva cognitiva.
2- La comunicación de la emoción es vista como un derivado que depende de la emoción individual previa.

La psicología social – Brian Parkinson
La emoción es una respuesta a factores interpersonales, institucionales y culturales.
La emoción es una forma de comunicación.
La emoción es parte de un proceso social dinámico.
Adopta un enfoque socio-psicológico. La hipótesis de que las emociones son sociales no niega la intervención de procesos cognitivos y fisiológicos.

Factores interpersonales:
Los demás son una de las causas más comunes de las emociones. “Una gran cantidad de emociones humanas son producto de los resultados reales, anticipados, imaginados o recordados de las relaciones sociales”. Una condición necesaria y suficiente para la emoción es que la situación de la vida actual de la persona sea evaluada como que la misma tiene un efecto significativo en los asuntos personales. Un hecho tiene que ser importante para la persona que lo experimenta para que cause una emoción. Los hechos a menudo adquieren importancia para una persona durante interacciones sociales y en el desarrollo de relaciones personales. La ira, los celos, el amor, el odio, la vergüenza, la envidia son todas emociones que dependen de la evaluación del estado de la relación actual del sujeto con respecto a otras personas.

Factores Culturales:
Aunque muchos de los objetos y de las causas de la emoción estén ubicados en el ámbito interpersonal, su importancia emocional particular esta también definida por sistemas de valores culturales más amplios. Las emociones dependen de eventos que tienen un impacto en el progreso de los proyectos personales, dichos objetivos son comunes a los miembros de la especie (sexo, comida, refugio) Sin embargo, la mayor parte de lo que hace que las personas experimenten emociones depende e objetivos que aporta la cultura, como la riqueza, la reputación, la libertad y la autoestima. Las personas de diferentes culturas son socializadas para asignar valores relativos diferentes a tales factores.
Las emociones relaciones como la ira podrían ser más comunes en individuos de cultura occidental. Algunos modos culturales de evaluación y prácticas de interacción social son aparentemente tan idiosincráticos que resultan en emociones que no tienen equivalente directo en términos anglo-americanos. (Como “amae” en Japón)
Las distintas sociedades poseen diferentes normas acerca de lo que es apropiado con relación a las emociones. Para los esquimales Utku, por ejemplo la demostración de ira se considera infantil, mientras que para los estadounidenses ciertos tipos de enojo son necesarios e incluso son admirados en circunstancias específicas.

Factores institucionales:
Existen por lo menos tres modos en que los procesos institucionales y sociales podrían alimentar directamente al proceso de determinación de la emoción:
1-Las personas a menudo están explícitamente entrenadas para evaluar situaciones emocionalmente relevantes en modos que son institucionalmente adecuados. Hochschild (1983) encontró que las azafatas de Estados Unidos eran entrenadas por los empleadores para que vieran a la cabina del avión como el living de su casa y a los pasajeros como sus invitados mediante técnicas análogas a las del método de actuación de Stanislavski (1965) Los modos en que las organizaciones definen la realidad emocional podrían directamente dar forma a las respuestas emocionales a dicha realidad.
2- Las ideas sobre cómo la emoción debería expresarse no existen en un mundo platónico separado de la vida diaria. Las reglas orales o escritas, implícitas o explícitas producen efecto en la emoción. Las reglas institucionales y culturales acerca de la conducta adecuada guían el comportamiento de las personas y limitan o facilitan ciertas formas de emoción.
3- Las ideas sobre la emoción permean la trama misma de las instituciones y la sociedad. La organización física del mundo cultural coloca límites concretos en lo que es correcto o no en el ámbito de las emociones.
Un ejemplo: el modo en que las personas con autoridad colocan barreras sociales y estructurales frente al contacto no controlado con sus subordinados.
Las emociones sólo pueden comunicarse directamente a quien está presente y, de ese modo, la posición física de los funcionarios controla los intercambios afectivos de un modo bastante tangible.

Las emociones sociales como causas de las emociones: Se considera a la emoción como parte de un proceso social dinámico.
Se entiende a las emociones de los demás como un subgrupo de causas posibles de la emoción, las emociones median las transacciones entre personas.
La investigación en la transmisión de la emoción interpersonal a menudo se basa en el presupuesto de que las interacciones emocionales involucran intercambios complejos y demorados de procesos cognitivos – interpretativos individuales. En la vida diaria, la coordinación de la emoción y de las señales emocionales puede ser menos cognitiva y sin etapas tan bien definidas.
Las emociones podrían formar parte del proceso interpersonal continuo y provocar emociones similares o contrarias en los demás.

Reciprocidad y contagio emocional.
La persona automáticamente alcanza ritmos sincronizado en las conversaciones con los otros. a. La sincronización se establece entre los sujetos de modo automático y la información emocional podría leerse directamente a partir de la información perceptual dinámica disponible.
En ciertas situaciones sociales, los comportamientos expresivos son imitados automáticamente, y las respuestas copiadas podrían directamente contribuir a la autopercepción de la emoción a través de la retroalimentación facial y corporal. Habría una tendencia natural para captar el humor de la persona con la que se interactúa.
Los comportamientos no verbales podrían directamente conducir a sus correspondientes conductas no verbales y, de ese modo, a emociones. Existen asimismo efectos indirectos de la comunicación emocional del otro en las propias reacciones emocionales en una situación interpersonal. El modo en que una persona cree que los demás se sienten sobre una situación o con respecto a esa misma persona tiene consecuencias emocionales obvias para ésta.
Las emociones pueden transmitirse directamente de una persona a otra. La experiencia de una persona podría ser la de una experiencia emocional que aparece espontáneamente en lugar de ser el resultado de la evaluación razonada acerca de la conducta de otra persona.

Efectos de las emociones de otra persona en la interpretación de la situación emocional:
Las emociones ajenas no sólo representan productores de emociones de modo directo o indirecto, sino que también contribuyen a la interpretación de la situación compartida que a su vez podría influir en las reacciones emocionales para dicha situación. Por ejemplo, las situaciones desconocidas evocan necesidades evaluativas sobre el propio estado emocional y la comparación social con los demás al compartir el mismo destino contribuye a clarificar la naturaleza de los sentimientos en cuestión.
La emoción de la otra persona produce una evaluación del objeto emocional que ambos enfrentan y que proporciona una guía útil acerca de cómo uno debería evaluarlo.

Efectos sociales de la emoción
la expresión de un estado emocional en una persona a menudo lleva a la experiencia o la expresión de una emoción similar o diferente en otra persona. Las emociones tienen efectos interpersonales como así también causas, por ejemplo podrían influir las emociones de los demás.
Las reacciones emocionales de las personas a nuestro alrededor son difíciles de ignorar y, a menudo, parecen demandar algún tipo de respuesta interpersonal. Las reacciones emocionales implican que el objeto de la emoción es de importancia personal y si algo es importante para otra persona entonces existe la probabilidad que también sea importante para uno.
Sin embargo, no siempre hay coincidencia en las evaluaciones emocionales con los demás. Por ejemplo, alguien puede enojarse por el enojo de otra persona, o por la depresión, el miedo, la vergüenza, la felicidad, el amor o el odio en otra persona. Más aún, es posible responder al amor con odio o incluso al odio con amor.
Las emociones tienen significados sociales particulares que contienen actitudes evaluativas hacia objetos intencionales y dichas actitudes evaluativas podrían aceptarse o rechazarse por las otras personas involucradas.
La expresión de la emoción por parte de una persona con quien uno está en contacto podría darle importancia al objeto, incluso si antes no la tenía.

Funciones interpersonales de la emoción
Si las emociones enuncian reclamos acerca de la definición de objetos o hechos en la situación social compartida, entonces tal vez uno de los propósitos que tiene la expresión de la emoción es realizar dichos reclamos o lograr los efectos interpersonales indirectos que produce el realizar dichos reclamos.
Sin embargo, es posible que las funciones de las emociones cuando se utilizan intencionalmente correspondan, en algunos sentidos, a la dinámica interpersonal de pasiones aparentemente más espontaneas

Funciones interpersonales de la expresión emocional.
Varios estudios muestran que la conducta expresiva en las situaciones emocionales a menudo se adapta a los demás en lugar de ser un reflejo espontaneo de la experiencia interna.
El rostro parece cumplir la función de mostrar una evaluación emocional a aquellos que están presentes.
La presencia de otros puede facilitar o inhibir el efecto de una expresión emocional dependiendo del tipo de estímulo emocional y de la naturaleza de la relación entre las personas expuestas al estímulo. Las personas no solamente son público pasivo para la emoción sino que además comunican y esto, a su vez, puede producir respuestas emocionales. No es necesario que los demás estén físicamente presentes para que sirvan como público implícito para las manifestaciones expresivas. Simplemente al imaginar a alguien como receptor potencial del mensaje evaluativo aumenta la intensidad de la reacción facial.
Las expresiones faciales dependen más de funciones comunicativas que expresivas y además que la función expresiva depende de las condiciones sociales implícitas

Funciones culturales de la emoción
las emociones constituyen roles sociales transitorios suministrados por la cultura para lidiar con situaciones en las que las normas para la acción se encuentran en conflicto.
No todas las emociones tienen lugar en respuesta a los conflictos de normas que son exclusivamente originadas en la cultura. Aunque las expectativas de las personas sobre la conducta adecuada dependen hasta cierto punto de las presuposiciones sociales e institucionales, también se negocian y renegocian los derechos y las obligaciones en las relaciones cotidianas y pueden aparecer dilemas de un modo similar a partir de estas reglas y estos papeles más locales.
Aunque haya ocasiones en las que los roles emocionales que provee la cultura son actuados deliberadamente, éstos no agotan la amplia gama de posibilidades emocionales. Las emociones muchas veces surgen de intereses interacciónales más locales y son formadas a partir de negociaciones mutuas como así también de intenciones originadas individualmente. De este modo, la emoción sirve a propósitos comunicativos amplios más que a funciones culturales reducidas.

Las emociones como comunicaciones.
Las expresiones emocionales tienen la intención de ser actos comunicativos dirigidos a otra persona en lugar de ser simples reflejos directos de un estado mental. Las emociones en sí mismas son síndromes de acción y disponibilidad para la acción que a menudo son dirigidos intrínsecamente hacia un público determinado.
Las personas experimentan una emoción para notificar a un público que deben prestar atención a un tema de nuestro interés y comportarse de acuerdo con la posición evaluativa transmitida con respecto a dicho tema.
La teoría de la evaluación ha proporcionado una caracterización útil de los temas relacionales centrales que se asocian con diferentes emociones. Dichos temas caracterizan lo que la persona que experimenta la emoción está comunicando acerca del objeto de la emoción y qué efectos debe tener la manifestación de la emoción en su púbico específico.

 

Los objetivos sociales que motivan la emoción en el aspecto comunicativo no se formulan necesariamente dentro de la conciencia individual, sino que podrían surgir de las negociaciones interpersonales que se llevan a cabo en un nivel verbal y no verbal, o derivan de presuposiciones institucionales y culturales más generales.
Es necesario considerar al comunicador, al destinatario y al contexto sociocultural para poder comprender completamente el proceso emocional y que los modelos cognitivos o fisiológicos pueden dar cuenta parcialmente de los fenómenos.

El público internalizado
las emociones se ajustan al público al que se dirigen. Sin embargo, también es cierto que las emociones pueden tener lugar cuando las personas están solas. La forma que toma una emoción que se experimenta en privado es el ensayo interno de algo que una persona le diría a alguien en particular o a la gente en general (en un tono de voz particular y con las expresiones y gestos correspondientes). Los diferentes públicos internalizados o imaginarios también tienen un impacto en la vida emocional en situaciones en las que las personas no están solas.

Los orígenes evolutivos de las emociones.
Los niños prefieren los rostros humanos a otros tipos de estímulos (Fantz, 1965).
Existe una tendencia pre programada en los recién nacidos a imitar las expresiones faciales de aquellos con quienes interactúan (Meltzoff y Moore, 1977).
Las expresiones vocales producen respuestas constantes a una edad temprana (De Casper y Fifer, 1980; Simner, 1971).
Los bebés son capaces de detectar directamente si su conducta expresiva se encuentra coordinada en todo momento con el adulto (Murray y Trevarthen, 1985).
Existen ciertos patrones de interacción física entre el niño y el adulto que son lo suficientemente frecuente como para pensar que podrían estar preparados biológicamente.
Cuando un bebé se aleja del adulto puede ser que represente una versión temprana de una reacción de miedo primitiva, si el bebé empuja hacia el lado contrario podría ser la base de la ira, y el contacto interpersonal cercano en un diálogo interactivo podría ser la base para el amor (de Rivera, 1984).
Una gran parte de las respuestas emocionales adultas podrían derivar directa o indirectamente de la comunicación interpersonal en las etapas tempranas de la vida.
Los bebés aprenden acerca de la importancia afectiva de los objetos y de los hechos como un resultado de los procesos de referenciamiento social en el que perciben las señales no verbales del adulto para determinar si cierto espacio no explorado es seguro o no.
El desarrollo de la comprensión emocional depende del establecimiento de una posición actitudinal mutua hacia un foco de atención en común (Hobson, 1993).
Las emociones se ajustan a los objetos intencionales en el exterior además de ajustarse a los aspectos de las relaciones experimentadas intersubjetivamente (Trevarthen, 1992)
Los modos más complejos del funcionamiento emocional posterior derivan del aprendizaje interpersonal inicial
Harte y Whitesell (1989) mostraron cómo las primeras ideas infantiles acerca del orgullo y de la vergüenza dependen de que otras personas estuvieran orgullosas o avergonzadas de los niños y sólo más tarde eran capaces de aplicar los conceptos emocionales a ellos mismos.
Las experiencias más tempranas del orgullo y la vergüenza tienden a estar relacionadas con que haya un público físicamente presente y que sólo después se internalizan.

Conclusión
La emoción emerge directamente a través del medio de interacción
Los factores interpersonales son típicamente las causas principales de la emoción
Las emociones llevan a las personas a implicarse en ciertos tipos de encuentro social o a alejarse de tales contactos interpersonales.
La mayoría de las emociones poseen significado relacional en lugar de personal (de Rivera, 1984) y la expresión de dichos significados en una interacción emocional tiene funciones interpersonales específicas dependiendo de la naturaleza de la emoción.
La emoción es completamente social.
La emoción es una forma de comunicación.


 

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