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Resumen para el Segundo Parcial  |  Psicología Evolutiva Niñez (Cátedra: Pizzo - 2016)  |  Psicología  |  UBA

Desarrollo físico y psicomotor después de los 2 años

En estas edades el aspecto más relevante tiene que ver con la extensión y afinamiento del control sobre el cuerpo y sus movimientos. Es una etapa de gran importancia para el desarrollo psicomotor, donde ocurren notables transformaciones tanto en el ámbito práxico (de la acción) como en el simbólico (de la representación).

El control del cuerpo y de la actividad psicomotriz

Bases y características generales del progreso psicomotor en el caso de la corteza prefrontral (a diferencia de la zona visual, ya que esta queda estabilizada en la primera infancia) que tan crucial importancia tiene para aspectos básicos y críticos para los humanos como: la planificación y control de las conductas complejas, y el gobierno de la maquinaria cognitiva (Ej: la atención, un dominio completo de atención no tendrá lugar hasta años después)

La mielinización de las neuronas motoras seguirá ocurriendo hasta los 4-5 años. El proceso de mielinización es de gran importancia para asegurar la eficacia en la transmisión y circulación de información en el interior del cerebro, los avances que se den en su maduración se traducirán en mejoras en el control motor y en la eficacia del funcionamiento cognitivo.

Los progresos psicomotrices se rigen por las leyes céfalo-caudal y próximo distal. El control se va a ir perfeccionando y extendiendo a las partes más alejadas del eje corporal, afectando tanto a la motricidad fina (pequeños músculos de la mano) como a la motricidad gruesa (grandes músculos del cuerpo)

Dentro de los más importantes cambios que ocurren durante este año en el desarrollo psicomotor, se relacionan con el progreso en 2 frentes contradictorios entre sí: la independencia y la coordinación motriz.

La independencia es la capacidad de controlar por separado cada segmento motor (ej: hacer un movimiento relativamente complejo con una mano sin que mueva la otra, o sin sacar al mismo tiempo la lengua o hacer muecas).Este proceso no se logra del todo en niños/as hasta los 7-8 años.

La coordinación supone un proceso aparentemente opuesto. Patrones motores originalmente independientes, se encadenan y se asocian formando movimientos compuestos mucho más complejos que los originales. Pero lo que más se destaca es que la secuencia se automatiza, permitiendo su ejecución sin que el sujeto tenga que estar gastando en ello recursos atencionales (ej: subir o bajar escaleras sujetando un vaso de agua) (un claro ejemplo se encuentra en la ESCRITURA cuando después de los 6 años ya es capaz de escribir poniendo atención en LO que escribe y no en cómo lo escribe)

Algunos de los cambios más importantes en estas edades afectan a lo que se denomina “psicomotricidad invisible” se trata de aspectos que no se observan fácilmente a primera vista, pero que afectan a aspectos cruciales del desarrollo psicomotor. Se refiere al control del tono, del equilibrio, al control respiratorio y a la estructuración del espacio y tiempo.

A través de sus experiencias con los objetos con los que se relacionan niños/as van aprendiendo a ajustar su tono muscular a las exigencias de cada situación (se utiliza más fuerza para levantar una caja llena de juguetes, que un solo juguete), este ajuste es importante pues garantiza una mayor adecuación de la acción a su objetivo, pero sobretodo tiene una vertiente de representación y control voluntario del propio cuerpo.

El control de la tonicidad muscular es importante, porque además, se relaciona con el mantenimiento de la atención, y por otro lado, con el mundo de las emociones y la personalidad.

Aprender a controlar la tonicidad muscular facilita el aprendizaje del control de la atención.                       En lo que refiere a la conexión emociones-tono, se trata de una relación a través de la cual, las lesiones emocionales se traducen en tensiones musculares.

EQUILIBRIO: Es condición de nuestro movimiento y nuestras acciones. Nuestra autonomía funcional y nuestra independencia motora, dependen del mantenimiento de un equilibrio, que está bajo el control de mecanismos neurológicos, aunque no implica imposibilidad de ese control consciente si habitualmente no somos conscientes de que ese control existe, es porque lo adquirimos sin dificultades.

CCONTROL RESPIRATORIO: Se trata de una importante función corporal sujeta a un control automático por parte del sistema nervioso, lo que no implica que la respiración no pueda ser sometida a un control voluntario.

ESTRUCTURACIÓN DEL ESPACIO: Se relaciona con la conciencia  de las coordenadas en las que nuestro cuerpo se mueve y en las que transcurre nuestra acción.

Los niños/as tienen que ir representando su cuerpo en el contexto del escenario espacial en que transcurre su vida, siendo capaces de organizar su acción en función de parámetros (como cerca-lejos, dentro-fuera, etc.)

ESTRUCTURACIÓN DEL TIEMPO: El niño sitúa su acción y sus rutinas en unos ciclos, de sueño-vigila, de antes-después, mañana-tarde-noche, ayer-hoy-mañana, etc.; y lo mismo hace antes de la representación simbólica de esas nociones. Las nociones temporales son más difíciles de dominar que las espaciales, el desarrollo de los conceptos temporales en más tardía (ya que implican conexiones mentales, no son evidentes perceptiblemente como las espaciales).

 

La psicomotricidad visible son logros psicomotores que se observan en la actividad motriz, es decir, implican las acciones mismas y su correcta realización.

En la adquisición de las destrezas motrices, de 2 a 6 años, pueden observarse avances que se van dando tanto en la adquisición de destrezas motrices globales que afectan a la motricidad gruesa y el control postural, como en la adquisición de destrezas segmentarias, que afectan a la motricidad fina y el control óculo-manual. Puede observarse también la tendencia a una progresiva independencia y diferenciación de los movimientos, así como a un control y una coordinación cada vez más afinados (Ej: el paso de montar un triciclo a montar en bicicleta).

 

Establecimiento de la dominación lateral derecha-izquierda

 

Aunque el cuerpo humano es morfológicamente simétrico, desde el punto de vista funcional es asimétrico.

Esto refiere a las preferencias laterales, que pueden ser homogéneas (es diestro de brazo, pierna y ojo o zurdo de brazo, pierna y ojo) o cruzado (Ej: zurdo de ojo y diestro de brazo y pierna). Cuando se da la lateralidad cruzada lo más frecuente es que brazo y pierna estén homogéneamente lateralizados y que el ojo este cruzado respecto a ellos. Las persona ambidiestras con semejante capacidad funcional en ambos hemicuerpos, son muy excepcionales.

En la mayor parte de las personas, el hemisferio dominante es el izquierdo y el control del cerebro sobre el movimiento es contralateral, razón por la cual ser diestro es lo más habitual.

En general, la lateralización se produce entre los 3 y 6 años. Si espontáneamente no se ha producido una definición, conviene lateralizar al niño a un lado en torno a los 5 años, antes que comience el aprendizaje de la escritura (es preferible lateralizar hacia la derecha).

 

El esquema corporal: sus componentes y su construcción

 (Conjunto de representaciones simbólicas)

El concepto de esquema corporal refiere a la representación que tenemos de nuestro cuerpo, de los diferentes segmentos corporales, de sus posibilidades de movimiento y acción, así como de sus diversas limitaciones.

Esta compleja representación se va construyendo lentamente como consecuencia de las experiencias que realizamos con el cuerpo y de las vivencias que de él tenemos; gracias a esta representación somos capaces de ajustar en cada momento nuestra acción motriz a nuestros propósitos.

Sin una representación articulada de nuestro cuerpo y de sus relaciones con el entorno, la realización de nuestra actividad motora se vería continuamente entorpecida y estaríamos constantemente envueltos en ensayos y errores motrices.

Una representación corporal y de relaciones cuerpo-medio afinada y compleja se logra a través de un largo proceso de ensayos y errores, de ajuste progresivo de la acción del cuerpo a los estímulos del medio y a los propósitos de la acción.

Los elementos con que se construye el esquema corporal son de distinta naturaleza: perceptivos, motores, cognitivos.

El proceso de construcción del esquema corporal culminará de los 7 a los 12 años, con la potenciación de las representaciones en relación al espacio y al tiempo.


 

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