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1° Cuat. de 2014  |  Resumen 2º Parcial: Historia Económica Mundial Contemporánea  |  Sede: Montes de Oca  |  Profesor: Marcela Lippi  |  Cátedra: Guiliani - Mazzeo

 

Imperialismo. (Marcela Lippi)
El concepto de Imperialismo o de colonialismo imperialista comenzó a emplearse hacia la década de 1890 y se utilizó para denominar la ocupación efectiva (militar) de una minoría extranjera sobre un determinado territorio con el consiguiente uso de la fuerza directa. El aparato militar, político y administrativo de las potencias estaba puesto al servicio de la dominación que adoptó la forma de robos y saqueos junto con la explotación de la mano de obra nativa.
Existían colonias formales, sobre las cuales las potencias ocupaban militarmente y controlaban mediante la fuerza, y las colonias informales, donde las potencias dominaban el territorio económicamente.
La “era del imperio” que abarcó desde 1870 hasta 1914, si bien se trató de una etapa de paz, antecedió a una guerra mundial.
La fuerza explosiva del nacionalismo adoptó la forma imperialista para fines del siglo XIX. Se pretendía pertenecer a una unidad mayor, se deseaba hacer valer la voluntad común de la nación hacia el exterior, había que ser una potencia ultramarina, lo que les otorgaba un status político superior, por encima de aquellos pueblos que carecían de colonias. Este imperialismo nacionalista, se traduce en una corriente de pensamiento racista, donde el deber de los europeos que pertenecían a las sociedades modernas e industrializadas, debían transmitir la “civilización” y el “progreso” a los países no desarrollados. La teoría evolucionista de Darwin, se trasladó al campo social, planteando la supervivencia del más apto para justificar la conquista de otros pueblos, a lo que se llamó “Darwinismo Social”.
Otras corrientes parten de la idea de que el imperialismo viene a ser consecuencia de la estructura anárquica de las relaciones internacionales.
Para Cecil Rhodes, el imperialismo era la salida óptima del conflicto social que evitaría la guerra civil al interior de los países europeos. A esta postura, se la conoce como Imperialismo Social.
El imperialismo llega a su fin con la Crisis de 1930 y la Segunda Guerra Mundial en 1939, estos procesos alentarán los movimientos antiimperialistas y anticolonialistas preexistentes. 
Aquellas regiones que cayeron bajo el dominio europeo sufrieron varias transformaciones económicas, como la apropiación de sus recursos y la utilización de su mano de obra en condiciones de explotación. Políticamente, los lazos entre las metrópolis y sus colonias, se rompieron con el fin de la Segunda Guerra Mundial.
La descolonización se inscribió económicamente en una larga etapa de expansión del sistema capitalista de esos años, conocidos como “los años dorados”. El primer aspecto sobre el que se apoyó ese crecimiento fue la puesta en práctica de una “economía mixta”. El segundo, la multiplicación de la capacidad productiva y la división internacional del trabajo basadas en la internalización de la producción.

 

Taylorismo. (Agustín Wydler)
El interés por incrementar el potencial productivo de la industria, llevó en 1880 al ingeniero norteamericano Frederick Taylor, a efectuar un detallado estudio de las funciones fabriles, con el objetivo de eliminar todos los movimientos inútiles y mal concebidos, y establecer, mediante la cronometración de cada tarea específica, el tiempo necesario para realizarla. Así se creó la gestión o management científico, cuyos fundamentos eran:
1- fragmentación del trabajo de cada obrero en tareas lo más específicas y simples posible, cronometradas y diseñadas por la dirección de la empresa. 
2- Todo el proceso productivo pasa a estar planificado y controlado desde la gerencia o management. 
3- La implementación de sistemas de pagos de salarios diferentes según los resultados, concebidos como incentivos a la producción.
El Taylorismo permite incrementar la intensidad del trabajo, reducir los costos de producción, y aumentar los beneficios. La descomposición y simplificación de cada tarea, hacía que el obrero sea fácilmente reemplazable y, por lo tanto, menos costoso.

El Taylorismo constituye una ciencia de la administración del trabajo ajeno bajo condiciones capitalistas. Busca la mejor manera de controlar la fuerza de trabajo que es comprada y vendida.
El foco de ataque de Taylor yacía en la holganza sistemática de los obreros. Su objetivo principal era lograr el máximo rendimiento de una jornada laboral, debía derribar los obstáculos que lo impiden. Por un lado, existe una “holganza natural”, se trata de la tendencia del hombre a realizar el menor esfuerzo posible. Existe otro tipo de holganza y es aquella que adquieren los hombres por el solo hecho de trabajar en conjunto.
Para Taylor, el control sobre el proceso de trabajo debe pasar a manos de la gerencia a través del control del dictado de cada paso del proceso, incluyendo su modo de ejecución.
La aplicación de la administración científica a cualquier tipo de trabajo se asienta en tres principios: 1) reunión y desarrollo del conocimiento de los procesos de trabajo. 2) concentración de este conocimiento para el dominio exclusivo de la gerencia. 3) utilización de ese conocimiento para controlar cada paso del proceso de trabajo y su modo de ejecución.

El Imperialismo buscó resolver la crisis de 1873 mediante la búsqueda de nuevos mercados, a través de la expansión colonial, la utilización de mano de obra nativa, la búsqueda de rentabilidad.
El Taylorismo buscó resolver la crisis, a través de la Organización Científica del Trabajo con la eliminación de los tiempos muertos, la reducción de costos, el obrero reemplazable y barato mediante la descomposición de sus tareas.

 

Fordismo. (Agustín Wydler)
Ford profundiza las lógicas de Taylor e incorpora la cadena de montaje. En los inicios de la cadena, se encuentra el transportador de cinta, donde todas las piezas de un producto, pasan frente a los obreros que montan una pieza cada uno, y al final de la serie, el montaje está terminado. El problema que se presenta, es que los obreros manejan la cadencia del trabajo.
Se conserva el principio de montaje por añadidura de piezas sucesivas, pero se añade un detalle técnico: al estar la pieza central fijada al transportador, la cadencia del trabajo es establecida mecánicamente por la velocidad dada a la cadena. Con Taylor, los tiempos de producción eran asignados a cada tarea, con Ford, éstos son impuestos por la gerencia.
Habilita el paso de la “máquina universal” (donde se realizan varias operaciones y requieren operarios especializados) a la “máquina especializada” (donde se realiza una sola operación y no requiere de obreros especializados).
El transportador, no sólo elimina los tiempos muertos, sino que también los convierte en tiempo de trabajo productivo. La línea de montaje, lleva hasta sus límites la parcelación del trabajo. Para Ford, es necesario suprimir la necesidad de la destreza en la utilización de la mano de obra.
El Fordismo establece nuevas “normas de productividad”, como la generalización de la producción en serie de productosestandarizados (el bien producido, es un bien estandarizado, igual a los demás). La cadena de montaje, no sólo incrementa el rendimiento del trabajo, sino que también aumenta la velocidad del ciclo del capital productivo.
Ford logró reducir la “holganza de los materiales”, así como Taylor redujo la “holganza de los hombres”.
Incrementa la ganancia, por medio de la reducción del costo de producción y el valor de las mercancías se reduce.
Comienza la era de la producción en serie de mercancías estandarizadas, cuyo valor en términos de trabajo ha sido rebajado.

 

Paz Armada.
Fines del siglo XIX, principios del siglo XX.
La paz armada viene de la mano con el Imperialismo.
Los países van formando un sistema de alianzas. Se caracteriza por una gran expansión económica. La crisis de 1873-1896. Se produjeron cambios en el escenario político. La “Belle Epoque” (esplendor económico y de estilo de vida.)

Aliados”= Austria-Hungría, Alemania, Italia, Turquía y Bulgaria.
Triple Entente”= Rusia, Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos, Rumania y Japón.

 

Primera Guerra Mundial (1914-1918).
Se desata con el asesinato del heredero del trono Austro-Húngaro en Sarajevo. Detrás de ese detonante, está el Expansionismo, el Imperialismo y la Paz Armada.
Cuando se da el asesinato, Austria-Hungría quiere entrar en territorio Bosnio a investigar. Rusia le da un ultimátum; si Austria-Hungría avanza, Rusia llevará sus tropas a la frontera, y si ellos avanzan, se dará una guerra. Así se declaran la guerra, que también atrae a otros países, Rusia trae a Francia, ésta a Gran Bretaña, y ésta a Estados Unidos.
Estados Unidos no participa directamente en la guerra los primeros años, se mantiene neutral, abasteciendo a Francia y Gran Bretaña con armamentos y alimentos. Mantienen esa posición hasta que en 1917 estalla la Revolución Rusa, donde Rusia abandona la guerra. Firma la paz incondicional con Alemania, donde le cede territorios como Lituania, Estonia, Letonia. Cuando Rusia se va de la guerra, Alemania se reafirma y va contra Francia.
El fin de la guerra, se da con la rendición de Austria-Hungría y Alemania.

Estados Unidos – Crisis ’30 y New Deal. (Elena Sirica)
Luego de un período de enorme esplendor, en Octubre de 1929, se desmoronó la Bolsa de Valores de Wall Street en Estados Unidos. Ésta llevó a la quiebra de numerosas empresas; la inversión se retrajo drásticamente, al igual que la producción y el empleo, a la vez que quebraron miles de bancos. Los efectos de la crisis de 1929 se extendieron, además, por casi todos los países del mundo, por lo que fue acompañada por una brusca reducción de los intercambios internacionales.

Estados Unidos en la década del ’20 – Antes de la crisis

Por un lado, esta época fue una época de aparente paz social, de la instauración del voto femenino, de bienestar económico. Sin embargo, se veía una gran diferenciación social y cambios que incrementaban nuevas tensiones. En esos años, se expandió el Ku Klux Klan, se limitó la inmigración, creció la hostilidad a los grupos tildados de “rojos” y se promulgó la “Ley Seca”, con la consecuente expansión del mercado negro y las mafias.
Desde fines del siglo XIX, Estados Unidos vivió una época de expansión y de intenso desarrollo económico a través de las empresas monopólicas.  El gran crecimiento de estas compañías estuvo acompañado de la Gestión Científica de Taylor, que dio lugar a un notable aumento de la productividad y de los beneficios empresarios.
La prosperidad estadounidense giraba en torno a la producción en serie de automóviles y la producción y el consumo masivo de energía eléctrica. Estos sectores dieron lugar a gran cantidad de industrias auxiliares y de producción de accesorios, que dinamizaron la fabricación de acero y la industria del caucho. La enorme demanda de artículos duraderos, alentó la realización de inversiones con el objetivo de mejorar los procesos productivos. La innovación de más trascendencia en el período fue la introducción de la cadena de montaje, que posibilitó la eliminación de tiempos muertos e implicó una mayor simplificación de las tareas de los obreros y la estandarización de la producción. La empresa que se destacó por esta innovación fue la automovilística de Ford. Él introdujo otra importante novedad, el Fordismo, consistente en remunerar a los obreros con un salario mayor al pagado por las empresas competidoras. Con esta medida aspiraba a reclutar una mano de obra más disciplinada, asegurar la paz social dentro de la empresa, y además, aumentar el poder de compra de los trabajadores para incrementar la demanda de sus productos.
El gobierno federal tuvo una escasa participación directa en la prosperidad de aquellos años. Sus gastos fueron bajos, su intervención se vio en el aumento de los aranceles aduaneros, en el otorgamiento de créditos baratos, etc.

Sectores que se beneficiaron en estos años:

Nivel Primario: materias primas y alimentos.
Agricultura y Ganadería: crecen mucho durante la guerra, ya que abastecían a Francia y Gran Bretaña. Además, Pesca y Minería.
Nivel Secundario: productos manufacturados.
Industrias: se produce un crecimiento, que se apoya en el Fordismo. Bienes de consumo durables y mercado masivo.
Construcción: privada (viviendas, edificios, oficinas públicas), pública (realizada por el Estado: infraestructura, como represas, escuelas, carreteras y puentes).
Nivel Terciario:
Servicios y Comercio: se produce un crecimiento, mediante la publicidad y la telefonía.
Bancos y Bolsa: se produce una expansión.

 

En la carrera no todos eran ganadores: las dificultades.
Hubo sectores que quedaron al margen de la expansión general, como la industria textil y las minas de carbón. También fue grave la situación del sector agrícola en la década del ’20, cuando se amplió la brecha de intercambio con los productos industriales, y disminuyó el valor de la tierra. Frente a la caída de los precios, el agricultor producía más. Pero en tanto esto se produjo en todo el sector, el resultado fue una oferta sobreabundante, que generó una mayor caída de los precios.

Rumbo a la crisis
Había una aguda crisis agraria, un aumento de la concentración de la propiedad de la tierra, un crecimiento del proletariado industrial y del tamaño de las fábricas, la presencia de nuevos sectores medios por la ampliación de los servicios y una notable concentración económica y afianzamiento de los trusts.
Hubo un impresionante crecimiento de la productividad. Sin embargo, el crecimiento económico se desaceleró  a partir de 1925, en un proceso que se acentuó en los años siguientes y estalló en Octubre de 1929, con la crisis de la Bolsa de Valores de Wall Street.
En 1928, ya se presentaban signos de la crisis. Las minas de carbón, la industria algodonera y la agricultura, estaban paradas. La subida de los valores de los créditos, detuvo drásticamente las inversiones municipales y estatales en infraestructura. Cayó el nivel de inversión, producción y empleo.
Hacia 1932, la producción industrial había descendido en un 50%, la inversión no alcanzaba y el sistema bancario se había derrumbado. La desocupación aumentó drásticamente. El sector más afectado, fue el agro. Las reservas, tanto cerealeras como algodoneras fueron vendidas a cualquier precio. La producción citrícola, hortícola y la láctea también cayeron. La industria pesada también recibió un duro golpe, por la insuficiencia de demanda. La caída industrial afectó el nivel de empleo, que a su vez repercutió negativamente en el grado de demanda, de producción y de inversión. Hubo una quiebra masiva de bancos entre 1930 y 1931.

 

El origen de la crisis mundial: Estados Unidos.
Los factores de la crisis:
- Se había logrado una extraordinaria productividad, sobre todo en las empresas consolidadas, gracias a su mayor disponibilidad de recursos y las consecuentes innovaciones técnicas y organizativas realizadas.
- Las fusiones y la progresiva concentración económica, corporizada en consorcios, trust, grandes bancos y complejos industriales, habían limitado la competencia.
- El sistema impositivo favorecía las industrias. Sin embargo, algunos sectores que reclamaron ayuda, como el agro, no recibieron apoyo.
- Los sindicatos eran débiles, por lo que los beneficios se canalizaban entre los accionistas. La desigual distribución de la renta, contrajo el mercado de consumo duradero.
- La creciente productividad contribuyó a la saturación del mercado.
- La facilidad de acceso al crédito, permitió la canalización de recursos hacia la Bolsa y posibilitó un vertiginoso ascenso de las cotizaciones.
La causa de la crisis también alude como causante el sub-consumo generado por el desplazamiento del mercado de una porción significativa de la fuerza de trabajo, a partir de la introducción de innovaciones técnicas y nuevos métodos de organización laboral.

 

Nuevas visiones a partir de la crisis.
La crisis desatada en 1929, conllevó a una reformulación de la función del Estado. Hacía falta que el gobierno asumiera un papel regulador.
El período comprendido entre la asunción de Roosevelt y el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, marcó la época en que se desarrolló el New Deal.

El primer New Deal
Roosevelt al asumir en 1933, prometió que iba a actuar con respecto a la crisis. Sus objetivos eran: afrontar la desocupación, reactivar la economía y evitar el peligro del conflicto social. Para ello, adoptó una serie de medidas, que permiten dividir al New Deal en dos etapas: de 1933 a 1935, y de 1935 a 1939 (comienzo de la Segunda Guerra Mundial).
Las políticas del New Deal, partieron de una serie de premisas:
- la concentración económica y los trusts eran una realidad irreversible, a las que no había que temer, pero sí controlar sus efectos nocivos. El gobierno debía regular su actividad, no disolverlos.
- la depresión se debía al caos de la libre empresa, que llevaba a producir en exceso y al sub-consumo. Por ello, debía reducirse la producción y aumentar el consumo.
- para lograr esto, el Estado debía intervenir, regulando el mercado y los efectos de la crisis. Debía reactivar la economía.

 

El PRIMER NEW DEAL, tuvo 5 ejes:
- Reforma Financiera: incluyó la caída del patrón oro, la regulación estatal sobre el sistema bancario, el establecimiento de garantías para los depósitos, controles de la Bolsa y emisión de acciones, y fortalecimiento de la Reserva Federal.
- Reajuste Agrícola: se propuso concluir con la sobreproducción y disminución de precios, imponiendo límites a la producción y pagando las tierras sin sembrar, otorgando subsidios y definiendo precios.
- Recuperación Industrial: partiendo de la necesidad de eliminar la competencia antieconómica, se establecieron pisos para salarios y precios por industria.
- Planificación Regional: la idea era realizar obras públicas, represas que proveyeran energía barata a la zona, recuperaran tierra afectada por las inundaciones, incentivaran el establecimiento de industrias y zonas agrícolas, y generaran fuentes de trabajo regional.
- Ayuda Federal: había que paliar la miseria y la pobreza hasta que se reactivara la economía, mediante ayuda a los desempleados con subsidios, proyectos de construcción de infraestructura y proyectos de reforestación e irrigación, y un programa de refinanciación de las hipotecas.

 

EL SEGUNDO NEW DEAL, tuvo 3 ejes:
- Acta de Wagner: garantizó el derecho a la agremiación, la estabilidad de los delegados sindicales, paritarias y la regulación de prácticas laborales discriminatorias. También se estableció tribunales laborales.
- Ley de Seguridad Social: estableció un sistema de pensiones, seguro laboral de desempleo y un programa de ayuda federal a la ancianidad, la minoridad y los discapacitados.
- Ayuda Federal: se dio trabajo a millones de personas, para construir edificios, aeropuertos, caminos, etc. También generó una gran actividad cultural, empleó a escritores, artistas, etc., y otorgó becas para estudios secundarios y universitarios.

El New Deal, logró restaurar la confianza en las instituciones, canalizar el conflicto social dentro de ellas, y cambiar el rol del Estado, fortaleciéndolo. Recién en la década de 1970, cuando se manifestaron el enorme crecimiento del déficit fiscal y la disminución de la tasa de ganancia empresaria y del crecimiento económico, ese modelo llegó a su fin.

Europa en el período de entre guerras: 1918-1939 (Carola Davicino)
Los años comprendidos entre el fin de la Primera Guerra Mundial (1918) y el comienzo de la Segunda (1939), fueron para Europa años tumultuosos, de incertidumbre, de desconcierto e inestabilidad. Buscaban recuperar el viejo esplendor de las décadas previas a 1914, la Belle Epoque. 
De la guerra, Europa salió fuertemente deteriorada, en terreno económico, político y social. Gran Bretaña perdió el rol de potencia hegemónica y el sistema económico internacional basado en el librecambismo, en el patrón oro, el multilateralismo y en la división internacional del trabajo, entró definitivamente en crisis en la década del ’30.
Tras la guerra Estados Unidos fue quien ocupó el lugar de potencia hegemónica, se consolidó como principal productor de bienes industriales y bienes primarios, y principal acreedora mundial.
La Gran Depresión, supuso un quiebre en la creencia en la capacidad de fuerzas “invisibles” del mercado, para resolver los desequilibrios, y con la sobreproducción, cayó la ley que sostenía que toda oferta encuentra su propia demanda (Ley de Say).

 

Consecuencias de la Primera Guerra Mundial
La Primera Guerra Mundial, dejó un saldo desolador en pérdidas humanas y en destrucción de recursos productivos.
Los tratados que surgieron de la Conferencia de Paz de París y fueron delineados por los líderes políticos de las principales potencias vencedoras (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia e Italia), buscaron evitar futuros conflictos armados, impusieron severas sanciones a Alemania y sus aliados, y realizaron importantes cambios territoriales, con la intención de debilitar la posición alemana y llenar los vacíos de poder que dejaron la caída del imperio ruso, austro-húngaro y ruso. Se constituyeron nueve Estados nuevos: Polonia, Estonia, Lituania, Letonia, Finlandia, Checoslovaquia, Yugoslavia, Austria y Hungría (que se dividieron).
La creación de estos 9 Estados anticomunistas procuraba aislar a Rusia y ahuyentar los efectos expansivos de la Revolución de Octubre.
El Tratado de Versalles, tenía como objetivo hacer pagar a Alemania su culpabilidad por el inicio de la guerra. Debió asumir una serie de condiciones muy duras que incluyeron el resarcimiento económico a los vencedores por los daños causados en el conflicto, la pérdida de territorio y de todas sus colonias, la entrega de activos, y la desmilitarización. Las sanciones impuestas provocaron una fuerte reacción de rechazo entre los alemanes, que estaba lejos de aceptar su responsabilidad en la guerra, y más aun de asumir los costos de la misma. Esto generó un gran resentimiento en el pueblo alemán, y luego, en 1933, llegó al poder Adolf Hitler, un líder del movimiento xenófobo y nacionalista de extrema derecha.
El último objetivo pendiente de los tratados de paz, era el de evitar futuros enfrentamientos armados en el mundo. Este objetivo quedó plasmado en la creación de un organismo supranacional, la Sociedad de Naciones, que fuera capaz de resolver por vías pacíficas las desavenencias entre los Estados.

Europa entre 1919 y 1924. Los problemas de la reconstrucción de la economía europea
Problemas en Europa oriental y central:
- reestructuración territorial.
- baja productividad en las actividades agropecuarias.
- atraso tecnológico en el área industrial.
- pobreza en muchas zonas.

En el resto de Europa, el fin de la guerra trajo aparejada una expansión económica entre 1919 y 1921, impulsada por la liberación de la demanda, la implementación de políticas expansivas y el gasto destinado a la reconstrucción. Estas políticas se financiaron a través de la emisión monetaria. La prioridad política pasó a ser la restauración del sistema económico de preguerra basado en los principios del liberalismo económico, el libre comercio y el patrón oro.
El caso de Alemania fue particular, por la importancia de los efectos de la política aplicada a ese país por las principales potencias vencedoras. El acuerdo firmado en Versalles, impuso severas sanciones a Alemania. Pero, a pesar de ellas y de la destrucción que sufrió en la guerra, Alemania seguía ostentando una capacidad productiva que se manifestará en los años siguientes, provocando una nueva guerra mundial.
La suma que Alemania debía pagar era de 132 millones de marcos oro. Rechazaron aceptar ese monto; la necesidad de dinero para emprender la reconstrucción y saldar la deuda interna de la guerra, desencadenó en un fuerte déficit presupuestario. Este déficit, junto al deterioro de la balanza de pagos, condujo a una inflación creciente en la economía.
La crisis inflacionaria se desató en 1923. A la negativa de Francia de revisar el calendario de pago previsto  para las reparaciones, la imposibilidad de conseguir financiación externa y el asesinato del ministro de Asuntos Exteriores, se sumó la ocupación de Francia y Bélgica de la cuenca minera del Ruhr. Esta ocupación, significó la pérdida de recursos clave para la economía alemana y un nuevo aumento del déficit presupuestario.
La emisión desmedida de marcos por parte del gobierno alemán para financiar su política, terminó por desatar la hiperinflación.
La estabilización de la economía llegó de la mano del Plan Dawes, donde se renegociaron las condiciones de pago de Alemania, y Estados Unidos aportó capitales para la recuperación y estabilización del sistema financiero alemán.

Ciclo de crecimiento y estabilidad en Europa entre 1925 y 1929
Hacia 1925, las principales economías europeas lograron estabilizar sus monedas, y con la excepción de Gran Bretaña que tuvo más dificultades, atravesaron un período de crecimiento y expansión, hasta la caída general, luego de que la crisis económica se desatara en Estados Unidos en 1929.
El boom en Francia se produjo de la mano de la subvaloración del franco que alentó el desarrollo de la industria automotriz, las petroquímicas y la industria de la construcción.
En Alemania se produjo un crecimiento económico importante, en el que se destacaron una creciente concentración industrial y la incorporación de procesos de racionalización técnica.
Italia registró un crecimiento de su PIB en la línea de Alemania y Francia, bajo el liderazgo de Mussolini.
Por el contrario, Gran Bretaña no experimentó un ciclo expansivo; su economía estuvo afectada por falta de competitividad de muchas de sus industrias y por una política gubernamental pendiente del equilibrio en las cuentas fiscales. El restablecimiento del patrón oro en 1925, consiguió una libra sobrevaluada, que tuvo consecuencias negativas en la balanza de pagos y el comercio internacional, dada la pérdida de hegemonía británica en manos de Estados Unidos.

La crisis económica internacional (1929-1933) y las respuestas generadas. El camino hacia la Segunda Guerra Mundial
El crac de la Bolsa de Nueva York en Octubre de 1929, fue el punto de arranque de una profunda depresión económica que asoló a Estados Unidos y que rápidamente se extendió al mundo capitalista. Esta rápida expansión de la crisis, se debió fundamentalmente, al rol de potencia hegemónica y principal acreedora del mundo que ocupaba Estados Unidos.
La Gran Depresión, implicó el fin del liberalismo económico y la crisis del liberalismo político, con el ascenso de regímenes autoritarios y antidemocráticos en Alemania y España, y la consolidación del fascismo en Italia.
Una de las consecuencias más graves de la crisis fue el desempleo, que rondaba en la mayoría de los países entre el 20 y 30%.
Los distintos Estados Nacionales desarrollaron una política cada vez más interventora en la economía y en la mayoría de los países se instauraron mecanismos proteccionistas, políticas sustitutivas de importaciones y el abandono del patrón oro.
Teniendo en cuenta a Keynes, el Estado debía aplicar políticas monetarias y fiscales anticíclicas y mediar en la relación trabajo-capital, para lograr mantener un equilibrio de pleno empleo. En momentos de recesión, el Estado debía aumentar sus gastos para invertir en seguridad social, en el sector industrial y en obra pública. Debía implementar políticas fiscales, como los impuestos progresivos a la renta y a las ganancias, así como políticas monetarias, que regularan el crédito y a la inversión. El Estado debía tener un rol central en la planificación y la regulación del sistema económico.
Los gobiernos de distintos países llevaron adelante políticas keynesianas.
Por ejemplo, Estados Unidos, con la presidencia de Roosevelt en 1932, quién fue uno de los pioneros en utilizar este tipo de políticas para hacer frente a la crisis. Entre sus políticas más destacadas: 
- programa de obras públicas. (Planificación Regional)
- regulación de precios y salarios en el ámbito industrial. (Recuperación Industrial)
- reforma y regulación del sistema financiero. (Reforma financiera)
- control de precios y de producción en el sector agrícola. (Reajuste Agrícola)
- políticas de seguridad social, como el establecimiento de seguros de desempleos y un sistema de pensiones. (Ayuda Federal)

 

Alemania, luego de la crisis del ’30, se recuperó rápidamente. En 1933 llega al gobierno Adolf Hitler, con claras aspiraciones de expansión territorial y una política racial de explotación y exterminio, basada en la creencia de la inferioridad de ciertos pueblos.
Una de las principales preocupaciones del gobierno nazi fue la de disminuir la tasa de desempleo y expandir el consumo. Las obras públicas fueron clave. El gobierno buscó atacar al desempleo mediante la sanción del servicio militar obligatorio y la creación del Servicio Nacional del Trabajo, con el objetivo de emplear desocupados para que trabajaran en la agricultura, en la construcción de carreteras, en la restauración de monumentos y los establecimientos militares.
El Estado adquirió un rol central, planificando, interviniendo y regulando la actividad económica.

 

Gran Bretaña optó por abandonar el patrón oro en 1931 e imponer medidas proteccionistas para hacer frente a los desequilibrios económicos tanto internos como externos. La devaluación de la libra y la política de abaratar el dinero fue exitosa en cuanto, incentivó el consumo interno, el aumento de la producción de automóviles, la industria eléctrica, las industrias químicas y sobre todo en el área de la construcción de viviendas. El Estado abandonó el librecambio y el multilateralismo. Aplicaron aranceles para proteger determinados productos y otras medidas proteccionistas.

 

Francia tuvo más dificultades para recuperarse de la depresión económica; esto se debió  a la obstinación por mantener el patrón oro y la ortodoxia liberal. La falta de resultados de esta política y la persistencia del estancamiento de la economía francesa, permitieron en 1936 la victoria de la izquierda, que impulsó un programa de reactivación, teniendo como modelo el New Deal, que incluía el abandono del patrón oro, la devaluación del franco, la inversión en obras públicas, aumentos salariales y reducción de horas de trabajo, que impulsaron la reactivación.

 

En Italia, bajo el régimen fascista, se estableció por ley el Estado Corporativo, en el cual las demandas y los intereses de los distintos sectores de la sociedad, se canalizaban a través de las corporaciones, con el Estado como árbitro. Su moneda, la lira, no se devaluó, pero utilizaron medidas proteccionistas, como aranceles cuotas y subsidios para evitar la deflación interna. Se organizó la financiación y la planificación de la producción industrial.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el poder del Estado aumentó aún más en todos los países. Después del final de la guerra, las principales potencias de occidente estuvieron bajo un sistema económico ampliamente regulado, que se conoció como Estado de Bienestar Keynesiano.

 

Unión Soviética. (Miguel Mazzeo)

Rusia antes de la Revolución
En la primera década del siglo XX, Rusia era gobernada por una monarquía teocrática, cuya cabeza era el Zar. Su poder era ilimitado y no existían mecanismos de control de su autoridad.
La servidumbre fue abolida hacia 1861. Una reforma del Zar Alejandro II, entregó a los campesinos las tierras que usufructuaban y garantizó el pago de indemnizaciones a los nobles. Con la reforma, las tierras pasaron a ser propiedad de la tradicional comunidad rural, el mir. El crecimiento demográfico obligó a subdividir los lotes y sus rendimientos resultaron insuficientes para el mantenimiento de las familias.
Hacia 1906, el ministro Stolipyn impulsó una serie de medidas tendientes a liberar a los campesinos de la dependencia del mir y a crear una clase de campesinos medios. No tuvo mucho éxito. Los kulaks (campesinos ricos), compraron a bajo precio las tierras de los campesinos más pobres (mujiks). Antes de la Primera Guerra Mundial, el 85% de la población rusa se dedicaba  a las tareas rurales, había una marcada desigualdad que caracterizaba al agro ruso, así como enfrentamientos del campesinado pobre con los nobles y los kulaks.
Era una sociedad fragmentada, desigual, jerarquizada. Su estructura era feudal, donde la actividad más importante era la agrícola. 
En Moscú y San Petersburgo surgió y se desarrolló una clase obrera. Hacia 1875 surgieron las primeras movilizaciones obreras. Hacia fines del siglo XIX, comenzaron huelgas, que además de plantear reivindicaciones económicas, cuestionaban el régimen zarista. Hacia fines de 1904, aumentó la conflictividad y se produjo una oleada de huelgas a favor de la jornada de ocho horas y por el establecimiento de una Asamblea Constituyente. En enero de 1905, se desató en Rusia un proceso revolucionario que se inició a partir del “domingo sangriento”, cuando fuerzas represivas dispararon sobre una manifestación obrera pacífica, donde murieron 200 obreros. Allí surgieron los SOVIETS; surgieron espontáneamente entre los obreros, como órganos de coordinación de la lucha gremial. Nacieron bajo la forma de “comisiones obreras” por fábricas, encargadas de dirigir la huelga y representar a los huelguistas en las negociaciones con la patronal. Estos comités/soviets, evolucionarían hasta convertirse en órganos políticos de dirección revolucionaria; fueron creados con el fin de coordinar las luchas por las demandas económicas que inicialmente planteaba la clase obrera.

 

El eslabón más débil
En 1883, se creó la primera organización marxista de Rusia: Emancipación del Trabajo. El grupo tradujo las principales obras de Marx y Engels al ruso, y logró hacerlas circular por el país en forma clandestina. En 1881, la sociedad populista secreta, Voluntad del Pueblo, logró matar al Zar Alejandro II. Los populistas, sostenían que la principal fuerza revolucionaria era el campesinado dirigido por los intelectuales.
Hacia 1895, Lenin unificó a todos los grupos obreros marxistas de San Petersburgo en la Unión de Lucha por la Emancipación de Clase Obrera, que planteó una lucha reivindicativa y una lucha política contra el régimen zarista.
En 1898, las organizaciones marxistas, constituyeron el Partido Obrero Social Demócrata de Rusia. A diferencia de los populistas, los socialdemócratas sostenían que el proletariado industrial, y no el campesinado, contaba con capacidad revolucionaria.
En 1903, un sector, el de los “mencheviques”, sostenía la necesidad de organizar un partido de masas, tomando como modelo al Partido Obrero Social Demócrata Alemán. Entendían al socialismo como el resultado de un extenso período de desarrollo económico y social; sostenían la necesidad de apostar al régimen representativo y parlamentario para impulsar leyes obreras.
El otro sector, los “bolcheviques”, liderado por Lenin, consideraban más adecuada una organización reducida y bien estructurada, integrada por “revolucionarios profesionales”.
Para los bolcheviques, la burguesía rusa era débil e incapaz de realizar las tareas democráticas y capitalistas; sólo la clase obrera, aliada al campesinado, estaba en condiciones de derrocar al régimen zarista e impulsar medidas democrático-burguesas, condición necesaria para llegar al Socialismo.
Lenin consideraba que la revolución no necesariamente debía producirse en los países capitalistas más avanzados. Afirmaba que la revolución era posible en un país atrasado y que la cadena se podían romper por “el eslabón más débil” del sistema capitalista mundial.
En 1912, se consumó la división entre bolcheviques y mencheviques. Se eligió un Comité Central bolchevique, que decidió expulsar a los mencheviques.

Un Estado “asiático, bárbaro, medieval y vergonzosamente atrasado”
La estructura económico-social de la Rusia prerrevolucionaria fue calificada como “feudal” o “asiática”. El mismo Lenin había afirmado que Rusia era un Estado “asiático, bárbaro, medieval y atrasado”.
Sin embargo, la producción industrial y minera en Rusia había crecido entre 1860 y 1913. El proceso de industrialización, se caracterizó por no depender de la demanda del consumo interno. Por otra parte, no existía en el país producción de maquinaria industrial, todas las máquinas debían importarse.
A comienzos del siglo XX, convivían en Rusia tres formaciones económico-sociales:
- la burocracia de tipo “asiático” y zarista que incluía la Iglesia estatal ortodoxa, y el conjunto del campesinado.
- los ex terratenientes feudales en extinción a partir de la abolición de la servidumbre y los ex siervos en lucha por la tierra.
- la burguesía industrial capitalista y los trabajadores asalariados de las grandes ciudades.
La vía no capitalista se inició en un país atrasado. El desarrollo de las fuerzas productivas, aún no había alcanzado los niveles adecuados para la aplicación inmediata del socialismo. No existía un mercado nacional unificado y algunas regiones se hallaban incomunicadas.
La tarea preminente, asumida por los bolcheviques, fue la de “modernizar” Rusia. La industrialización pensada por Lenin, Trotski y Stalin, aparecía como único instrumento para la creación de las bases necesarias para el Socialismo.

La Primera Guerra Mundial y la Revolución de Octubre
En 1914 Rusia entró en la Primera Guerra Mundial aliada a Francia y Gran Bretaña, y enemiga de las potencias centrales (Alemania, Imperio Austro-Húngaro, Italia). Su industria de armamentos estaba escasamente desarrollada y sus comunicaciones eran pésimas. Los bolcheviques lanzaron la consigna que proponía la “transformación de la guerra imperialista en guerra civil” y otra que convocaba a “derrotar al propio gobierno en la guerra imperialista”.
En Febrero de 1917, se produjeron importantes huelgas y los trabajadores se movilizaron, pero los soldados se negaron a reprimir. El Zar abdicó y fue reemplazado por un gobierno provisional surgido de la Duma. Junto con éste gobierno, resurgieron los SOVIETS, de 1905, que ganaban poder a medida que se desgastaba el gobierno provisional.
En Agosto, los soviets iniciaron un proceso de “bolchevización” que se extendió de Septiembre a Octubre. Finalmente, los bolcheviques impulsaron la insurrección en Petrogrado y el 25 de Octubre tomaron por asalto el Palacio de Invierno y asumieron todo el poder. El II° Congreso de los Soviets de Rusia, designó un nuevo gobierno: “el Consejo de Comisarios del Pueblo”. Proclamaron el inicio de una revolución socialista. Lenin fue designado para presidirlo. Al poco tiempo se creó el Ejército Rojo, con base obrera y campesina. Al frente del mismo se colocó a Trotski.

Comunismo de Guerra (1917-1921)
El gobierno bolchevique impulsó la entrega de tierras a los campesinos. Se iniciaron negociaciones por la paz con Alemania y el control obrero de la producción. Ese control se realizó a través de organismos electivos (los comités fabriles y los consejos de decanos). Además se nacionalizaron los ferrocarriles, los bancos y los carteles.
En Diciembre de 1917 se creó el Consejo Superior de la Economía Nacional, destinado a controlar y regular las actividades económicas. Este organismo podía articular las distintas ramas de la industria y el comercio, regular la producción, y la distribución de los bienes, y también confiscar y requisar. 
En Marzo de 1918, el Partido Bolchevique comenzó a llamarse el Partido Comunista. En 1922, se constituyó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, y se aprobó un régimen federal que se reflejó en la división de dos cámaras, Soviet de la Unión y Soviet de las Nacionalidades, del Comité Ejecutivo Central.
A mediados de 1918, se produjo el estallido de la guerra civil, donde el Ejército Blanco lanzó una ofensiva contra los bolcheviques.
Comenzaba el COMUNISMO DE GUERRA. Esto obligó al gobierno a nacionalizar toda la industria y a centralizar y orientar todos los recursos al esfuerzo bélico y a la defensa de la revolución.
Al principio, las empresas se administraban en forma colegiada, pero a mediados de 1918, el gobierno bolchevique impulsó la dirección única. Aunque se afirmaba que ésta no excluía la administración de los trabajadores, su participación se fue restringiendo cada vez más, y fue creciendo el poder de los funcionarios.
Los bolcheviques confiscaron a los campesinos el excedente de granos; se prohibió el comercio interior; la guerra y el bloqueo hicieron imposibles las transacciones internacionales. Se tendió a naturalizar la economía; los sueldos se pagaban en especies.
El Consejo Superior, en 1918, comenzó a preparar un plan de desarrollo de las distintas ramas industriales. La Comisión Estatal para la Electrificación de Rusia, creada en 1920, fue la primera institución planificadora a nivel nacional y con propósitos a largo plazo. Un año después se organizó la Comisión de Planificación o GOSPLAN, que fue la institución más característica de la economía soviética durante setenta años.
Durante el COMUNISMO DE GUERRA, el gobierno revolucionario estaba obligado a gastar sus recursos. La producción tenía como objetivo la transformación de las materias primas, y el capital disponible de bienes de consumo, y medios para la defensa, alimentos, armas.
Las victorias del Ejército Rojo, las revueltas campesinas y la sublevación de los marineros, más las dificultades en el agro y en la industria, marcaron un agotamiento definitivo del  Comunismo de Guerra y el inicio de otra etapa. Lenin reconoció que el sistema del Comunismo de Guerra, chocaba contra los intereses de los campesinos y tampoco beneficiaba a los trabajadores.
La industrialización de la Unión Soviética presentaba una serie de dificultades: carencia de obreros especializados, falta de capital físico, y una desproporción entre la tasa de crecimiento industrial y la tasa de crecimiento de la producción agrícola, lo que generaría una caída de los salarios reales.

 

Nueva Política Económica (NEP - 1921-1928)
El X° Congreso del Partido Comunista, en 1921 impulsó una Nueva Política Económica. Se buscó asegurar las condiciones políticas para que los cambios económicos no restituyeran el poder de las viejas clases dominantes. Se consagró la unidad del partido y se condenó a todos los grupos opositores. 
La NEP debía crear las condiciones para satisfacer mínimamente al campesinado y reconstruir la industria de preguerra y la industria de transformación. Se produjo una importante liberalización de la economía, y se retornó a las relaciones mercantiles.
El Estado mantuvo el control de la Banca, el Comercio Exterior, y la Gran Industria. Se impulsó la descentralización en la Pequeña Industria, la Agricultura y el Comercio Interior. Algunas de las industrias nacionalizadas fueron arrendadas a empresarios privados. Las empresas estatales comenzaron a funcionar de acuerdo al principio de la autogestión financiera y comercial. La legalización del Comercio Privado, generó un importante desarrollo de las cooperativas de consumo.
Para Lenin, cierta libertad de circulación de las mercancías, estimularía el interés económico de los sectores rurales, elevaría el rendimiento de la agricultura e incrementaría la productividad del trabajo. El objetivo consistía en crear una potente industria estatal, base del socialismo, y en organizar un comercio estatal y cooperativo para pasar a la ofensiva y destruir los restos del capitalismo. La Revolución de Octubre había logrado una victoria política sobre el capitalismo, ahora se quería reunir las fuerzas suficientes para derrotarlo económicamente. Lenin entendía las medidas de la NEP como una lucha contra el capitalismo.
Entre 1924 y 1925, la producción agrícola se acercó a los niveles anteriores a la guerra. Se consolidó el grupo dirigente y el Partido Comunista se convirtió en partido único. La muerte de Lenin en 1924, desató una lucha al interior del Partido Comunista de la Unión Soviética, que enfrentó a Trotski y a Stalin. Trotski, sostenía que el socialismo no podía triunfar en un país atrasado y aislado, e impulsaba la extensión de la revolución en otros países. Stalin, era partidario de la inmediata construcción del socialismo en la Unión Soviética, sin esperar el triunfo de una revolución en otros estados de Europa.
En la economía soviética en tiempos de la NEP, convivían, un sector socialista, integrado por buena parte de la industria, la banca y el comercio exterior, y por otro lado, un sector muy amplio, integrado por campesinos y pequeños comerciantes.

Del “gran debate” al “gran viraje”
Había una necesidad de industrializar el país. La Unión Soviética tenía dificultades para importar bienes de capital. Así, planteaba con urgencia el problema del financiamiento de la acumulación de capital, la estrategia de crecimiento industrial y el papel del sector agrícola.
Ante estos problemas, surgieron dos posturas: Bujarin proponía extender la NEP y alentar las diversas formas a los campesinos medios y ricos. Para él, la acumulación socialista no podía ser opuesta a la Ley del Valor, que establece que el elemento determinante del valor de las mercancías, es el trabajo socialmente necesario, y que las empresas deben adaptar sus formas de producción a este patrón, que funciona como regulador de precios. Por otro lado, Eugen consideraba la NEP como un momento transitorio y sostenía que la consolidación de la economía mercantil en el agro y en otros sectores, terminaría regenerando el capitalismo y plantearía contradicciones con el sector “socialista” de la economía. Consideraba que los niveles de eficiencia productiva de cada rama, no debían ser fijados a través de la libre concurrencia, sino mediante un plan. Esta propuesta planteaba un enfrentamiento directo con los kulaks. Para él, había que realizar la “acumulación socialista primitiva”, a partir de un intercambio desigual entre la industria y la agricultura, fijando los precios de acuerdo a las necesidades del proceso de acumulación, y sin respetar la Ley del Valor.

 

La colectivización del agro
El XV° Congreso del PCUS en 1927, propuso seguir desarrollando la ofensiva contra los kulaks y tomar una serie de medidas que restringieran el desarrollo del capitalismo en el campo. Se confeccionó el primer Plan Quinquenal, y se decidió impulsar la colectivización “gradual” del agro, es decir, un proceso de transferencia de tierras de la propiedad privada a la estatal o colectiva.
En 1928, hubo una gran escasez de cereales; mientras Bujarin proponía elevar los precios para alentar a los productores, Stalin confiscó el grano acumulado por campesinos medios y ricos. Stalin señalará la necesidad de industrializar la Unión Soviética con la ayuda de la “acumulación interna”. Una vez consolidada su posición política en el marco del PCUS, decidió colectivizar a la mayoría del campesinado por la fuerza y en forma acelerada. Bujarin fue destituido. La NEP había concluido; el modelo Stalinista de industrialización rápida y crecimiento extensivo y desequilibrado, comenzaba a consolidarse. 
En 1929, el “gran viraje” se consuma: Stalin establece el principio de la liquidación de los kulaks como clase social, y acelera el ritmo de colectivización; el objetivo era llegar a 1933, con un 100% del campo ruso colectivizado. La colectivización del agro fue violenta. Obligaron a los campesinos a integrarse, “por las buenas o por las malas”, en explotaciones colectivas o koljoses, que constituían cooperativas con medios de producción estatales. Los kulaks fueron expropiados. Sobre las tierras de propiedad estatal se crearon los sovjoses, en los que trabajaban equipos obreros agrícolas asalariados del Estado y dirigidos por personal estatal.
La colectivización inicialmente, produjo un alza de las exportaciones, pero ésta fue resultado de las requisas. La colectivización contribuyó decisivamente a la disminución de la productividad de la agricultura rusa. Se liquidó el stock ganadero y la Unión Soviética pasó a depender de las importaciones de trigo.

 

La economía de planificación
El “plan central” fue el instrumento utilizado en la Unión Soviética para determinar la direccionalidad de la actividad económica estableciendo objetivos y medios para lograrlos, por un período determinado. Uno de los principios de la gestión en una economía de planificación es de la dirección única y el de la centralización de las decisiones.
La utilización planificada de una parte de la renta nacional para desarrollar las esferas productivas y no productivas, y para genera reservas materiales y financieras se denominó “acumulación socialista”. Se realizaba en forma de inversiones en la economía nacional.
Existieron diversos tipos de planes. Los de largo plazo eran estratégicos y estaban relacionados con sectores de infraestructura o transportes. Los planes quinquenales eran una guía de los planes anuales; éstos consistían en una división técnica de los quinquenales.
Según Arturo Guillén, un plan central se caracterizaba por:
- la tasa de crecimiento proyectada del producto nacional y de sus principales sectores, ramas y actividades.
- la distribución del producto entre consumo e inversión.
- la estructura de la inversión, es decir, su distribución entre las distintas ramas económicas.
- la distribución del consumo entre consumo individual y consumo social.
- los precios de los principales medios de producción y bienes de consumo. 
- la proporcionalidad de la economía tanto en términos materiales como financieros.
- la definición de los principales mecanismos reguladores que utilizarán los organismos centrales para asegurar que los organismos de otros niveles, cumplan las metas planteadas por el plan.

La planificación de la economía de la Unión Soviética presentaba una estructura piramidal: en lo más alto de la pirámide estaba el POLITBURÓ, el órgano principal del partido que fijaba los objetivos y tomaba las grandes decisiones. Luego seguía un CONSEJO DE MINISTROS, que se encargaba de otras decisiones centralizadas. En tercer lugar, el GOSPLAN, que contaba con TRES DEPARTAMENTOS, asignación, producción y construcción. En cuarto lugar, los MINISTERIOS, que administraban los planes de cada sector de la economía. Por último, las EMPRESAS, encargadas de ejecutar el plan y garantizar la producción.

 

Hubo 10 planes quinquenales, que se extendieron desde 1929 hasta 1980.
1° 1929-1933.         6° 1956-1960. 
2° 1933-1937.         7° 1961-1965.
3° 1938-1942.         8° 1966-1970.
4° 1945-1950.         9° 1971-1975.
5° 1951-1955         10° 1976-1980.

 

Irracionalidad y “disfuncionalidades”
El modelo de planificación soviético fue objeto de diversas críticas:
- algunos autores sostuvieron que el sistema no permitía la circulación de la información entre los distintos sectores, y que su procesamiento era imposible.
- la extensión del aparato burocrático: este aparato absorbía una porción importante del excedente económico. La burocracia utilizaba, administraba y controlaba la propiedad nacionalizada y socializada.
- la preminencia de la burocracia: la industrialización fue impulsada por la máquina estatal, existía un vínculo muy estrecho entre la burocracia y la industria, y el crecimiento de la industria llevó a un crecimiento de la burocracia.
- las empresas eran el último eslabón de la cadena; los trabajadores no tenían ningún tipo de control sobre los medios de producción, lo que generaba el “extrañamiento” entre productor y producto. (Alienación)
- se suponía que la acumulación socialista debía elevar el nivel técnico de la producción e incrementar el equipamiento técnico del trabajo; debía asegurarse el crecimiento constante de la productividad del trabajo, a la vez que se garantizaba el pleno empleo y el incremento de los ingresos reales de los trabajadores.

El crecimiento económico provocaba notables desequilibrios entre las ramas. El sector agrario fue utilizado como fuente de captación de recursos: materias primas, mano de obra y recursos financieros a través de los impuestos y políticas de precios. En el sector industrial, se producían notorios desajustes entre los artículos fabricados por unas empresas y los que necesitaban otras o los ciudadanos consumidores. En fin, había desequilibrios entre la producción industrial y la agrícola, entre las ramas livianas y pesadas.
Buena parte de las deficiencias de la economía soviética era el resultado de la excesiva centralización, de la división entre la producción y la demanda. El sistema se caracterizaba por una economía cerrada, que ejercía presión a través del ahorro forzoso y de la planificación de los insumos y la producción, el control de los medios de producción por parte del Estado, que además controlaba la distribución de la renta entre la acumulación y el consumo, la prioridad otorgada a la industria sobre la agricultura, a los bienes de producción sobre los bienes de consumo.
La planificación “desde arriba”, la planificación “burocrática”, lleva indefectiblemente al desorden y al despilfarro, es decir, no planifica. Los planes desarrollaban las ramas que aseguraban el fortalecimiento del régimen y que aumentaban el poder de la burocracia. La planificación soviética podría haber resultado eficaz si se la organizaba de abajo hacia arriba.
El régimen estalinista, destruyó los centros autónomos de participación social e impulsó un proceso deliberado de destrucción de capital social.
En lugar de socialismo, en la URSS se edificó un sistema de control autoritario, orientado a garantizar la extracción de la plusvalía.

 

La “perestroika”
Hacia 1980, el sector agrícola-ganadero redujo aún más sus niveles de crecimiento, al igual que el transporte, las comunicaciones y el comercio minorista. La educación y la salud entraron en un proceso de deterioro. Problemas estructurales como la ineficiencia productiva, el atraso en la agricultura y la escasez de bienes de consumo se habían profundizado.
En 1981, los dirigentes soviéticos habían tomado conciencia de los problemas que afectaban al país, como la necesidad de elevar la productividad del trabajo, desarrollar determinadas ramas de la economía, superar la dispersión de las inversiones, utilizar racionalmente los recursos, asegurar la calidad de los artículos metálicos, aplicar procesos tecnológicos modernos, satisfacer la demanda de máquinas y equipos para la mecanización de todas las ramas de la economía, disminuir los costos de producción, etc. Los medios propuestos para alcanzar estos fines, eran elevar el nivel de la fundamentación científica de los planes, para mejorar la labor planificadora, fortalecer el cálculo económico, etc.
Hacia 1985, el PCUS nombra a Mijail Gorbachov como nuevo secretario del partido. 
Se iniciaba la PERESTROIKA (REFORMA) y se proclamaba a la GLASNOST (TRANSPARENCIA) como su base y punto de partida. Gorbachov centrará sus críticas en las deficientes políticas de inversiones, en el atraso tecnológico de las ramas industriales más importantes y en el marco de la gestión estatal de la economía.
En Moscú en 1987, las organizaciones de autogestión sintetizaron los principales puntos de la reforma: desde el punto de vista político, se tendía a la democratización del sistema electoral. Desde el punto de vista económico, se buscaba reorientar los órganos de planificación y gestión del Estado, pasando de los métodos administrativos a los económicos.
A pesar de la liberalización de ciertas actividades económicas, de la descentralización del monopolio estatal del comercio exterior y de la constitución de empresas mixtas con capital extranjero, no se avanzaba. Había evidentes contradicciones en los planteos reformistas: por un lado,  se apostaba a la extensión de las relaciones mercantiles para garantizar una eficaz distribución de los recursos y una mayor autonomía de las empresas; por el otro, no se tocaban los tradicionales mecanismos de precios, finanzas y comercio mayorista.
El deterioro de la producción y de las condiciones de vida fue en aumento. El desabastecimiento, el desempleo, el auge del mercado negro, el déficit fiscal, la inflación, limitaron las posibilidades políticas y económicas de la perestroika. Gorbachov intentó “radicalizar la perestroika”, impulsando la desnacionalización parcial de las empresas estatales, creando un mercado normalizado, y desmonopolizando la economía, para favorecer la competencia, y desmantelando parte de la vieja estructura democrática.
La perestroika, al intentar imponer la “disciplina”, tuvo éxito a la hora de destruir los viejos mecanismos, pero no logró reemplazarlos por otros nuevos.
La situación a mediados de 1990, era caótica y las fuerzas descentralizadoras comenzaron a hacerse sentir. La autoridad de la Unión Soviética se desintegraba, el poder del partido único fue reemplazado por un vacío de poder. La iniciativa pasó a manos de las repúblicas. De ahí, la disolución de la Unión Soviética y la caída del “socialismo real”. El 22 de Agosto de 1991, se “decretó” el fin del comunismo y el retorno a la vía capitalista.

 

Economía mixta. (Ezequiel Sirlin)

Segunda Guerra Mundial.
Alemania, Italia y Japón.
Inglaterra, Francia, Estados Unidos y la Unión Soviética.

Alemania e Italia no salieron favorecidas de la Primera Guerra; esto alentó el sentimiento nacionalista, que llevó a los gobiernos de estos países a gobernar totalitariamente y proclamarse anticomunistas. En 1933, asume Hitler; comienza a expandirse por Europa, por los territorios de Bélgica, Holanda, Rusia, Polonia y Francia. La ocupación europea, especialmente la de Polonia, hace que se desate la guerra.
Hubo 3 etapas de la guerra:
1939-1941: el avance nazi sobre Europa. Austria se incorpora a Alemania.
1941-1943: Estados Unidos interviene directamente en la guerra, debido al ataque a Pearl Harbor por parte de Japón (1941).
1943-1945: Italia se rinde primero. Luego Alemania y finalmente Japón, que queda luchando sólo con Estados Unidos. Éste último, lanza las bombas nucleares Hiroshima y Nagasaki.

Los términos “economía mixta” o “Estado de Bienestar Keynesiano”, resultan más eficaces para designar a los sistemas económicos que emergieron en los centros del capitalismo a partir de 1945. El primero, alude a la coexistencia de dos instancias de regulación económica: el Estado y el Mercado como esferas complementarias que intervendrían en la dinamización de la oferta y la demanda, asegurando el crecimiento y el pleno empleo. El segundo, refiere tanto a los programas sociales de redistribución por fuera del circuito productivo (Estado de Bienestar), como a los planes de intervención económica anticíclica (Estado Keynesiano).

Hubo acuerdos de posguerra:
Estados Unidos lanzó un plan de ayuda: Plan Marshall, que ayudó a Gran Bretaña, Francia, Alemania y Japón. DEMOCRACIA LIBERAL CAPITALISTA. OTAN.
La Unión Soviética lanzó otro plan de ayuda: Plan Molotov, que ayudó al Este de Europa. SOCIALISMO. COMECON Y PACTO DE VARSOVIA.

En la segunda posguerra (1945-1960), hubo un crecimiento económico. Las economías de los países involucrados se recuperan. El Estado de Bienestar Keynesiano, va a durar hasta 1973, con la Crisis del Petróleo.
1950-1960 se llamaron los “años plateados”.

 

El advenimiento de la economía mixta
A diferencia de la Primera Guerra Mundial, la Segunda llevó un replanteamiento. Basta comparar las cláusulas del Tratado de Versalles que impuso a Alemania en 1919, con la ayuda económica prevista por el Plan Marshall en 1947, para lograr una rápida recuperación económica, que evitara mucho más que el resurgimiento del fascismo: el fenomenal avance del socialismo.
La guerra tenía sus orígenes en el desastre social que había generado la crisis económica, así como su consecuencia más notoria, que era la expansión del socialismo en Europa del Este y en China.
Era el comienzo de la Guerra Fría, ligada al auge de la economía mixta, como con el colapso del sistema soviético en 1992.
En 1947, había quedado constituida la formación del bloque occidental-capitalista por un lado, y el socialista del Este por el otro, comandados respectivamente por Estados Unidos y la Unión Soviética. Durante cuatro décadas, la competencia habría de desarrollarse, no sólo en  el terreno militar, sino también en el económico, político e ideológico. El objetivo principal de los gobiernos capitalistas, era impedir el avance del comunismo, para lo cual se creó la Organización  del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y estrategias preventivas que evitaran el crecimiento de los partidos comunistas en el interior de sus países.

Para Keynes, las economías capitalistas tendían al súper ahorro que, al no transformarse en inversión, generaba el desempleo de los más pobres. Para evitarlo, era necesario que el Estado interviniera con instrumentos flexibles que actuaran sobre la demanda, el ahorro y la inversión de un modo distinto en cada momento del ciclo económico. Los instrumentos más salientes de la propuesta keynesiana eran:
- Déficit presupuestario: el objetivo era que el Estado aumentara sus gastos, para lograr la reactivación de la economía. Los gastos podían ser canalizados en el desarrollo del Estado de Bienestar, en el subsidio a industrias generadoras de empleo, o en la construcción de infraestructuras y viviendas populares.
- Impuestos progresivos: destinados a financiar al Estado de Bienestar Keynesiano. Afecta a los que más ganan (impuesto a las ganancias.)
- Establecimiento de organismos de planificación: tendientes a socializar la inversión privada, a incrementar los controles del Estado. Implica una mayor intervención del Estado en la economía.
- Reconocimiento del rol sindical: para remediar la contracción de la demanda, era necesario propiciar sindicatos fuertes que pudieran negociar para evitar el sub-consumo, y lograr la continuidad de la inversión y el empleo.
- Manipulación de la tasa de interés: se procuraba su baja cuando se requería acentuar la inversión. Era un instrumento eficaz para combatir el super-ahorro.

 

Del Estado de Bienestar a la Globalización Neoliberal (Sebastián Rodríguez)
Hacia fines de la década del setenta y comienzos de los ochenta, hubo una mutación de las formas de desarrollo y acumulación capitalista. Cuestiones como la desregulación  por parte del Estado, y su retiro de buena parte de la vida económica, fundamentalmente en lo que concierne al bienestar de la población. El siglo XXI era el marco ideal para que se proclame la consolidación de la globalización.
Cambios que se producen antes y después del gobierno de Ronald Reagan.
Estados de Bienestar: 2° posguerra
Estados Neoliberales: 1970-1980
La crisis del Estado de bienestar fue una redefinición de la manifestación que adopta un Estado esencialmente capitalista.
El objetivo de Reagan fue retirar al Estado de su accionar redistributivo, sobre la base de la “gran represión”; es decir, la contraofensiva del capital para retrotraer los avances y conquistas obreras, marcando el fin de una etapa.

 

El modelo de posguerra
Luego de 1945, Estados Unidos se mostraba en la posición de verdadero vencedor a escala mundial. De manera que pasó a ocupar el trono que alguna vez perteneció al Reino Unido.
La consolidación del bloque comunista en el Este, planteó al gobierno de Truman la necesidad de generar una barrera de contención para detener el posible avance soviético. 
Terminada la guerra, EE.UU. debía dar la reconversión de la industria bélica. El fin de la guerra podía presentarse como el freno al consumo de bienes bélicos. Así, se planteó el problema de la reconversión de la industria y su posible colapso en caso de que la guerra terminara. Esto lleva a EE.UU. a mantener la “carrera armamentista”, que garantizó la continuidad del patrón de crecimiento que había probado ser eficaz a comienzos de los ’40. Por ello, en 1950 desatará la guerra con Corea, y en 1960 con Vietnam y el conflicto con Cuba.
La “guerra perpetua” funcionaba como excusa para que siguiera en actividad el aparato productivo en lo referido al material bélico y pudiera consolidarse lo que se ha llamado como “sistema de la gran empresa”. 
El nuevo patrón de acumulación, incluía como precondición la subordinación de la mano de obra al capital, por lo que buscó profundizar el proceso productivo de corte fordista, pero intentando superar las contradicciones que éste generaba en la organización de los trabajadores en sindicatos y gremios. La segmentación del trabajo como forma de producción y mecanismo de desarticulación de la solidaridad clasista, fue el sustente del nuevo modelo del proceso de trabajo.
El objetivo de la segmentación era desmantelar las bases de la organización obrera, mediante el control de los mercados internos de trabajo y la mejora del diseño y gestión de los sistemas y normas laborales. Las estrategias políticas fueron dos: por un lado, dividir la clase entre trabajadores sindicalizados y no sindicalizados. Por otro lado, consistió en incentivar otros criterios de segmentación, ya fuere por género o por raza; se confinó a los negros en puestos mal remunerados y con escasa movilidad, y tanto las minorías como las mujeres quedaron fuera de los beneficios de los acuerdos entre sindicatos y empresas.
Como consecuencia, no quedó lugar para huelgas ni para negociaciones.

 

Contradicciones y erosión del modelo
La erosión del modelo de Bienestar, se extiende hasta 1980. Se debió a:
- el aumento del precio del petróleo.
- en los ’70, la capacidad exportadora estadounidense comenzó a encontrar dos rivales; la recuperación económica de Europa y Japón luego de la guerra, ponía en duda la posición de Estados Unidos como primer exportador de manufacturas del mundo.
Puntos de conflicto:
- las contradicciones de una economía recalentada, y con el poder de negociación creciente de la clase obrera en un contexto de pleno empleo.
- el poder del capital disminuyó al caer los niveles de desempleo, lo que conllevó la caída de los niveles de productividad.
- el atraso relativo de la industria de bienes de consumo masivo con respecto a la rama de armamento e industria militar.

 

Primera contraofensiva del capital
A mediados de los ’60, ya se veía una crisis. La propuesta mayoritaria desde la doctrina económica era poner “paños de agua fría” para el crecimiento. Lyndon Johnson y luego Richard Nixon, no acudieron en defensa de este reclamo. Así, el capital emprendió una cruzada en defensa de su tasa de ganancia, que se llamó la “gran represión”.
Esta contraofensiva se basó en dos ejes:
- primero, que las empresas comenzaran a implementar medidas para recomponer la productividad, como aumentos de los ritmos de la producción, vigilancia y control del trabajo, pero sobretodo, poniendo punto final al acuerdo con los sindicatos. Extranjerizar las inversiones productivas hacia países con menor grado de desarrollo industrial. Buscar la mano de obra barata, aumentando la tasa de ganancia.
- segundo, el aumento de la influencia de los grupos concentrados del poder económico sobre el Estado.

Para mediados de los ’70, se avizoraban los frutos de esta presión, ya que las políticas de restricción de la oferta monetaria,  sumadas a una sobrevaluación del dólar, enfriaron el ritmo económico. Sin embargo, esta “guerra de trincheras” entre trabajadores y empresas, no tuvo una resolución.
El paño de agua fría derivó en una recesión. Por un lado, el aumento de los precios, alentado por una disminución de los bienes disponibles, es decir, una caída de la oferta; y por otro lado, por el alto poder adquisitivo de los salarios; éstos siguieron manteniéndose en valores elevados por el desempleo.

 

El modelo de los ’80: Reagan y las redefiniciones de la acumulación capitalista
Dada la continuidad de la crisis, la presidencia de Reagan intentó llevar adelante una política de salvataje, basada sobre todo en incentivar la industria y promover su modernización. El objetivo era recuperar los niveles de productividad del trabajo. Para esto, se buscaría, por un lado, la modernización a través de la implementación de la “revolución científico-técnica”, y por el otro, se intentaría introducir fuertes variaciones en la política macroeconómica restringiendo la oferta monetaria, a través de la suba de las tasas de interés para controlar la inflación.
Además de apelar a la subordinación del trabajo y a los incentivos fiscales, se procuró asegurar el impulso a la industria. Se acentuó el “militarismo keynesiano” de modo de asegurar la demanda desde el Estado, por lo cual los gastos en defensa y en armamento crecieron durante todo el gobierno de Reagan.

 

Manifestaciones del Estado capitalista
El Estado de Bienestar había implicado un aumento de la intervención estatal en la regulación de los mecanismos mercantiles, que por sí mismos no resultaban efectivos. En cuanto a las políticas del gasto, el Estado de Bienestar significó un incremento cuantitativo, pero también cualitativo, dado que se generaron nuevas instituciones sociales, de seguros de desempleo, asistencia, educación, pensiones, etc. Se trató de una redistribución de la renta.
Durante toda la experiencia de la posguerra, el Estado adopta la forma de bienestar y actúa como agente mediador del conflicto de clases, entre clase dominante y la clase obrera.
Nueva forma del Estado: el Estado de Bienestar se vio drásticamente limitado, a través de la reducción o eliminación de subsidios escolares, seguros de desempleo, seguros, servicios sociales, préstamos a minorías, seguros médicos, etc. Sin embargo, Reagan no desmanteló el Estado ni disminuyó el grado de intervención. Aun cuando Reagan retiró al Estado en lo que concierne a gastos sociales, se mantuvo en la práctica de la lógica keynesiana en contraposición con la retórica anti estatista. Reagan reformuló las relaciones entre “gasto estatal” y “gasto social”.

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 A partir de la crisis del petróleo en 1973, hubo cambios que marcaron una nueva forma de los estados capitalistas: el  Estado Neoliberal. En éste, se diferencian el gasto público/estatal (destinado a la guerra) y el gasto social (destinados a educación, salud, etc.)
Por otra parte, se adopta un nuevo patrón de acumulación:
de 1950-1960, el patrón de acumulación era la producción.
de 1980 en adelante, se adopta el patrón de acumulación en las finanzas, en el sector financiero, que será el núcleo dinámico de la economía.

 

Globalización: es un proceso dinámico de creciente libertad e integración mundial de los mercados de trabajo, bienes, servicios, tecnología, mercancías y capitales. Hay 3 grandes bloques: Estados Unidos, Europa y Japón.

 

Estado de Bienestar (1950-1960                   Estado Neoliberal (1980 en adelante)
Forma de organización Fordista                    Forma de organización Post-Fordista
Modelo Inclusivo                                           Modelo Excluyente
Pleno Empleo                                                 Desempleo
Capital Nacional                                            Capital Trasnacional
Keynesianismo                                               Monetarismo
Regulación                                                     Desregulación
Redistribución                                                Sin redistribución
Crecimiento Económico                                 Estabilidad Económica
Derecho del Trabajo                                      Derecho Civil
Educación                                                       Privatización
Seguridad Social                                             Flexibilización Laboral        
Viviendas                                                        Estado “gendarme”
Servicios Sociales                                           Reducción de salarios
Sindicalización                                                Desindicalización, Reducción del Gasto Público, Achicamiento de la economía