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Teoría del Estado Resumen de Guthrie: Historia de la Filosofía Griega Cátedra: Ortiz - Gabriel 2º Cuat. de 2010 Altillo.com

Historia de la filosofía griega. La antítesis nomos-physis en moral y política
Guthrie

Los dos términos nomos y physis, son palabras clave del pensamiento griego. En el entorno intelectual del siglo V, llegaron a ser comúnmente considerados como opuestos y mutuamente excluyentes: lo que existía “por nomos”, no lo era “por physis”, y viceversa.
El significado de physis, puede traducirse por “naturaleza”, cuando aparece juntamente con nomos, el término “realidad” puede marcar el contraste con mayor claridad. Para los pertenecientes a la época clásica, nomos era algo en lo que se cree, algo que se practica o que se da por bueno; primitivamente, algo que es repartido, distribuido o dispensado. Presupone un sujeto activo, una mente de la que el nomos emane. Naturalmente, los diferentes pueblos tenían diferentes nomos; pero, en tanto que la religión se mantenía como una fuerza efectiva, la mente legisladora podía ser la de dios, y era posible que existieran nomoi aplicables a toda la humanidad. Cuando la creencia en los dioses se erosiona, esa aplicabilidad universal del nomos dejar de existir. Entonces la expresión “leyes no escritas” adquiere un nuevo significado, y menos unívoco, apropiado al realismo político de la época.
Una nueva generación ha separado nomos y physis, como lo que es artificial de lo que es natural, a veces como lo que es falso de lo que es verdadero. Entre los sofistas, historiadores y oradores del momento, la antítesis era más invocada en las esferas morales y políticas. Sus acepciones más importantes son:
1. Usos o costumbres basados en creencias tradicionales o convencionales sobre lo que es recto, justo, bueno o verdadero.
2. Leyes formalmente formuladas y aprobadas, que codifican el “recto uso” y lo elevan a norma obligatoria y respaldada por la autoridad del estado.
Para los griegos, la ley, por mucho que estuviera formulada por escrito y reforzada por la autoridad, seguía dependiendo de los usos y de las costumbres. En la sociedad primitiva, la diferencia, si la había, entre ambas, era muy pequeña, porque la costumbre misma tenía fuerza vinculante. La codificación sólo se hace necesaria por un estadio de civilización bastante avanzado.
El debate de la religión se orientó hacia la cuestión de si los dioses existían por physis –en la realidad- o solamente por nomos; el de la organización política, sobre si lo estados surgieron por ordenación divina, por necesidad natural o por nomos; el del cosmopolitismo, en torno a si las divisiones dentro de la especie humana eran naturales o solamente un asunto de nomos; el de la igualdad, acerca de si el dominio de un hombre sobre otro (esclavitud) o de una nación sobre otra (imperio) era natural e inevitable, o solamente por nomos.
Las dudas acerca del orden y la estabilidad del mundo físico en su conjunto, y el destronamiento de la divinidad a favor del azar y la necesidad natural como causas, fueron suscitada por los defensores de la relatividad de las concepciones éticas y llegaron a constituir la base de su argumento.
La ley y las normas morales reforzadas por la opinión pública, no son dadas por dios como se creía antes. Son algo impuesto por el hombre a sus iguales, o en el mejor de los casos, creadas por un acuerdo para ponerle límites a la libertad de cada individuo.
El lugar concedido a la ley y a la tradición, al menos en Grecia, no estaba en absoluto determinado por la inicial constatación de que fuesen artificiales o convencionales, y que los que conviniesen en ello pudiesen, no obstante, extraer conclusiones prácticas diferentes. Se pueden distinguir tres posturas principales: prevalencia del nomos frente a la physis: prevalencia de la physis frente al nomos; y una actitud de realismo práctica o pragmático que declara que el más poderosos siempre se aprovechará del más débil, y dará el nombre de ley y justicia a todo lo que establezca o dictamine a favor de sus propios intereses, manteniéndole el nombre todo el tiempo que retenga el poder.