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Historia Social Contemporánea Resumen de Niveau: La crisis de 1929 y la gran depresión Cátedra: Rofe 2° Cuat. de 2010 Altillo.com

Texto Niveau – La crisis de 1929 y la gran depresión

 

El crac de la bolsa de Nueva York en octubre de 1929

La crisis de 1929 pone fin a uno de los booms especulativos más extraordinarios que haya conocido la Bolsa de Nueva York. El alza de la Bolsa no se halla en relación con el aumento de los beneficios; es el resultado de una especulación general y desenfrenada, no solo por parte de las empresas, sino también de una gran parte de la población. No son los dividendos los que atraen a los compradores de las acciones, sino las perspectivas de un aumento de capital.

Fue en marzo de 1928 cuando se entró en el boom puramente especulativo.

El 12 de junio de ese mismo año se produce un primer retroceso en la Bolsa, pero el alza vuelve a continuar a partir del mes de julio.

A pesar de la brutalidad, el desastre de la Bolsa de Nueva York llegó por etapas, ya que desde principios de octubre de 1929 se manifestaron signos precursores de la baja. Es el jueves 24 de octubre cuando estalla el pánico. Los precios se hunden. Intervienen los bancos para parar la caída y consiguen restablecer momentáneamente la confianza.

El lunes 28 de octubre comienza el desastre son que sea posible frenar la caída de las cotizaciones, pero el martes 29 fue el día más desastroso. Se ofrecen a la venta 33 millones de títulos y las cotizaciones sufren una nueva caída, tan grande como la de la víspera.

 

La depresión mundial 1929-1932

La depresión en EEUU

La depresión que sigue al crac de 1929 es extraordinariamente profunda y va a durar hasta 1932, extendiéndose al mundo entero.

Entre 1929 y el fondo de la depresión: la producción industrial se reduce casi a la mitad, la producción de bienes de equipo disminuye en un 75%. A nivel mundial produce una caída de un 55%.

La estructura fragmentaria del sistema bancario americano es una de las primeras causas de las quiebras en cadena. 5.096 bancos hacen suspensión de pagos en este periodo. El hundimiento de los precios agrícolas y las dificultades de los agricultores que no pueden devolver los préstamos llevan a la bancarrota a un gran número de pequeños bancos.

Hasta la víspera de la segunda guerra mundial y a pesar de la recuperación de 1933 a 1937, EEUU no alcanzará el pleno empleo ni el nivel de producción logrado en 1929.

 

Los aspectos internacionales de la depresión

La extensión de la depresión: la depresión se extendió al mundo entero a través de los intercambios internacionales y a causa del peso de la economía americana en el mundo.

Los países deudores y, en especial, los países más pobres sufren las consecuencias de la caída a la vez de los precios mundiales de las materias primas y de los productos agrícola, que constituyen la parte más importante de sus exportaciones. Esto acaba por conducir a las devaluaciones en serie, a partir de 1929, en Hungría, Argentina, Paraguay y Brasil. En 1930, en Australia, Nueva Zelanda, Venezuela y Bolivia.

La retirada de capitales americanos explica en parte la profundidad de la depresión en Alemania. La política alemana de deflación sistemática no hizo sino acentuar la tendencia a la depresión. Alemania permaneció fiel al patrón oro y no modificó su tipo de cambio, mientras que la libra, por el contrario, fue devaluada en septiembre de 1931. Cada país intentó exportar su paro fomentando sus exportaciones y frenando las importaciones. No es pues de extrañar que fracasen totalmente las tentativas de cooperación internacional.

 

La extensión del proteccionismo: una de las primeras medidas adoptadas por EEUU fue la de aumentar los aranceles so pretexto de proteger la agricultura americana. Esta medida se amplió rápidamente a los productos industriales. A esta política respondieron inmediatamente un gran número de países aumentando, a modo de represalia, los derechos aduaneros.

Numerosos países aplican restricciones cuantitativas a las importaciones y la eficacia de este procedimiento es todavía mayor que el aumento de los derechos aduaneros. Frente a la sobreproducción agrícola y al hundimiento de los precios la mayoría de los países protegen su agricultura pro todos los medios y procuran limitar las necesidades de importación de productos alimenticios.

Con el fin de evitar los peligros más inmediatos de estas políticas, un cierto número de países llegan a acuerdos regionales preferentes y necesariamente discriminatorios frente a terceros países.

Francia, EEUU e Inglaterra, en el acuerdo tripartito de septiembre de 1936, deciden prestarse mutuamente ayuda para salvaguardar la libertad de los cambios y equilibrio internacional. Estos países afirman que apoyarían la reducción progresiva de todas las medidas restrictivas con el fin de llegar a su supresión. Poco a poco, algunos países irán disminuyendo sus derechos arancelarios, pero esto fracasa por la recesión de 1938 y la segunda guerra mundial.

 

Las causas de la crisis y de la depresión

Claramente no se esperaba, en los meses e incluso en el año siguiente a la crisis, una depresión profunda y duradera.

 

Las causas del crac de 1929

En una primera aproximación se puede decir que la amplitud del alza de las cotizaciones constituye la causa inmediata del hundimiento posterior. Un boom de los valores mobiliarios no puede durar indefinidamente.

Ciertos autores estiman que la especulación de los años 1927-1929 fue el resultado de una inflación monetaria provocada por la política de dinero barato y por la facilidad de los créditos del sistema de la reserva federal.

Frente a la afluencia de otro europeo a EEUU, a raíz de las dificultades británicas de 1925, los gobiernos inglés, francés y alemán piden al gobierno americano y a la Federal Reserve la reducción del tipo de descuento con el fin de desalentar esta afluencia de capitales extranjeros. La Federal Reserve baja su tipo de descuento y compra un volumen considerable de títulos del Estado con el fin de hacer bajar el tipo de interés (el alza de las cotizaciones provocada por el aumento de la demanda hace bajar la tasa de rendimiento de los valores de renta fija). Estas compras, por su valor, aumentan la cantidad de dinero disponible por los vendedores. Esta facilidad de crédito puede considerarse como un factor inflacionista que dispara la especulación de la Bolsa de Nueva York que llega hasta el jueves negro.

Pero no basta con ofrecer crédito en abundancia y barato para que existan automáticamente demandantes. Tienen que estar presentes otros elementos fundamentales, ya se trate de la inversión o de compras de valores mobiliarios. Las demás causas del movimiento especulativo se deben a factores estructurales y a factores psicológicos.

La estructura bancaria: el tipo de interés dependía de la especulación en bolsa y por esta razón en un periodo de boom podía elevarse hasta el 12 y 15% sin frenar la demanda. El alza de las cotizaciones y el alza de los tipos de interés podían relacionarse en un mecanismo acumulativo y explosivo.

La estructura de los negocios: el desarrollo de los investment truscts y de las holdings companies ha sido una causa profunda de insensata especulación. Estas sociedades tenían paquetes de acciones y de obligaciones y tenían interés en hacer subir las cotizaciones. Por otra parte, se efectuaron a gran escala manejos poco honrados y fraudes de todo tipo.

Factores psicosociológicos: teniendo acceso a las fuentes de crédito, alentado por la escenificación interesada de los grandes capitalistas, víctima sin saberlo de las mayores estafas, el gran público marchó.

Las estructuras financieras y bancarias, los grandes intereses capitalistas, la psicología de las masas fueron otras tantas causas acumulativas de inflación y de especulación anormal al alza.

 

Las causas de la depresión

Es la primera vez, desde la revolución industrial, que se pone en duda la capacidad del sistema capitalista para volver a conseguir el equilibrio.

En 1930, la ciencia económica se hallaba lejos de ofrecer a los responsables políticos los instrumentos de conocimiento, de previsión y de medida que ofrece en la actualidad. Esta insuficiencia pudo retrasar la adopción de medidas adecuadas y, lo que es más grave, pudo apoyar unas políticas económicas más susceptibles de ahondar la depresión que de frenarla. El primer factor de depresión es, entonces, la inadecuación del pensamiento y de la política económica a la realidad de la crisis. Pero esta es sólo una causa menor. Los factores psicológicos jugaron a favor de la depresión, la evolución de las estructuras mundiales favoreció la extensión internacional de la crisis, y el fracaso de la cooperación internacional y las políticas proteccionistas, al frenar los intercambios, añadieron su peso a la depresión.

Los errores de la ortodoxia liberal: los economistas liberales explican la profundidad de la crisis por las medidas de intervención gubernamental adoptadas con el fin de lanzar la actividad económica y de socorrer a los parados. Queriendo poner fin a la depresión no se hace sino prolongarla, porque se introducen rigideces en los mecanismos del mercado.

A partir de 1929, se decide reducir los impuestos y se pide a las empresas que no reduzcan los salarios y que mantengan sus gastos de inversión. Los consejeros económicos y los dos partidos (demócratas y republicanos) políticos se levantan contra tales decisiones. A pesar de la depresión, los economistas liberales continúan teniendo miedo a la inflación, y su influencia es considerable en el mundo de los negocios para el que el Estado está siempre equivocado. Las estructuras mentales de las clases dirigentes no quieren reconocer el cambio. El retraso de la ciencia económica y el conservadurismo basado en la fe liberal pudieron, desde el comienzo de la depresión, impedir la adopción de la política económica que hubiese sido deseable.

Los factores coyunturales: eran particularmente desfavorables ya que el crac bolsista era la causa primera de ahondamiento de la depresión. Las quiebras bancarias conducen a otras quiebras y comprometen a la vez la capacidad de crédito y la confianza de los depositantes. Se favorece el atesoramiento de oro y billetes y se paralizan los mecanismos de inversión. La baja de precios, y en particular el hundimiento de precios agrícolas reduce el poder de compra de los productores y vendedores mientras que los compradores prefieren estar a la expectativa. Un proceso acumulativo de reducción de la actividad de ve apoyado por las reacciones psicológicas de los consumidores y de los inversores potenciales. Todo esto produce la reducción del gasto nacional.

Los factores estructurales: el efecto de dominio y de dimensión de la economía americana se vio ampliado por el cese de las exportaciones de capitales que alimentaban las corrientes de los cambios. No fue solamente Alemania la que se vio duramente afectada, sino también todos los países de América Centra y América del Sur que habían sido inundados de capitales americanos. Privados de estos medios de financiación, estos países dejaron de comprar las mercancías americanas.

Las medidas proteccionistas aceleraron la caída del comercio exterior. El hundimiento del sistema monetario tampoco fue favorable al comercio exterior.

El periodo de entreguerras fue un periodo de transición entre el fin del capitalismo del siglo XIX y el capitalismo moderno nacido de la segunda guerra mundial. Las complementariedades del siglo XIX desaparecen al mismo tiempo que aumentan las rigideces de los mecanismos del mercado. Estas rigideces están ligadas a las transformaciones estructurales de los mercados.

 

Las políticas económicas nacionales y la depresión

El New Deal en EEUU

Se propone reactivar el consumo y la inversión, y poner fin a ciertos abusos que han estado en la base del origen de la crisis.

El New Deal no es una forma de socialismo ni un intento de planificación. Tiene como finalidad primera salvar el sistema capitalista.

Pone en acción, por primera vez en EEUU, un conjunto de importantes medidas de intervención gubernamental en el terreno de la economía.

El primer objetivo es la reflacion. Hay que lanzar los precios al alza, devolver la confianza a los inversores, distribuir poder de compra a los consumidores.

En el campo del dinero y el crédito se aplicaron las siguientes medidas: se prohíbe el atesoramiento y las exportaciones de oro; el presidente puede pedir a los bancos de la Reserva Federal el aumento de los créditos hasta los 3.000 millones de dólares y el aumento de la emisión de billetes, sin contrapartida en oro, por la misma cantidad, el presidente puede devaluar el dólar hasta el 50% de su valor oro, puede autorizar la acuñación de monedas de plata en cantidades limitadas; se crea un seguro sobre los depósitos bancarios

En el terreno agrícola se crea el Federal Relief Board para compara comprar y almacenar los productos agrícolas con el fin de reducir su oferta en el mercado. Roosevelt a esto le añade una política de limitación de cosechas.

En el terreno industrial la National Industrial Recovery Act introduce una serie de medidas casi revolucionarias. La NIRA tiene como finalidad reactivar la economía evitando la sobreproducción y obligando a las empresas a aceptar ciertas reglas del juego propias de un régimen competitivo. El gobierno quiere conseguir un aumento de los salarios, una reducción de horas de trabajo y un alza de precios. La NIRA vuelve la espalda a los principios de las leyes antitrust que tenían como objeto salvaguardar la competencia más libre y más viva. Pero como hubo críticas respecto de la anticonstitucionalidad de la NIRA, el gobierno decidió volver a una política antitrust. A partir de 1938, Roosevelt endereza su política sobre los precios de monopolio que se consideran como una de las causas de la recesión de ese año.

Otra gran realización industrial del New Deal es el plan  hidroeléctrico del valle de Tennessee. Se crea un consejo encargado de administrar y hacer funcionar las fábricas nacionales del valle.

Respecto de la influencia del New Deal, se puede decir que fue poca la magnitud de los resultados obtenidos entre 1933 y 1939, ya que, a pesar de la recuperación, el paro no sería totalmente eliminado y la inversión permanecería extraordinariamente débil para disminuir todavía en casi la mitad entre 1937 y 1938. El New Deal no pudo reactivar la inversión privada, e incluso cabe pensar que pudo desalentarla. La inversión pública podía difícilmente compensar la caída de la inversión privada. Pero es cierto que el conjunto de medidas adoptadas contribuía a aumentar la demanda global o a frenar su caída.

En el terreno social, la acción del New Deal fue beneficiosa por ser humanitaria. La ayuda de los parados, defendiendo el poder de compra, no puede sino contribuir al mantenimiento de la actividad económica.

 

La política económica del Reino Unido

Si EEUU ve crecer su influencia mundial, el RU sigue una evolución inversa y pierde terreno, sobre todo, en los intercambios internacionales.

El gobierno desarrolla el sistema de los Trading States, que permite a las empresas alquilar al Estado terrenos y edificios destinados a convertirse en fábricas.

Por lo que se refiere a la acción coyuntural, el principal instrumento es una política monetaria que mantiene bajos los tipos de interés con el fin de facilitar la inversión. Es sobre todo la construcción inmobiliaria la que constituye el factor más importante de la recuperación económica inglesa, pero resulta difícil apreciar cuál pudo haber sido la influencia de la política de crédito.

A nivel internacional, el gobierno británico intentará alentar los intercambios entre los países de la Commonwealth mediante la preferencia imperial y los acuerdos de préstamos condicionados.

La devaluación de la libra no es una medida comparable a la devaluación del dólar con el fin de aumentar los precios interiores y favorecer las exportaciones.

 

La política económica de Alemania

Tras la devaluación de la libra de efectos beneficiosos para el comercio británico, Alemania permanece entre los países del bloque-oro que se han mantenido fieles a los tipos de cambio estables. Frente a la baja de los precios mundiales no le queda otra que la baja de los precios interiores, es decir, la deflación. En un periodo de depresión una política de este tipo es peligrosa ya que aumenta el riesgo de acentuar la tendencia a mantenerse a la expectativa de los consumidores e inversores y siembra el descontento entre las masas populares.

En el plano internacional, los precios británicos tienen un 20% de ventaja sobre los precios alemanes. Para absorber el desequilibrio exterior el gobierno alemán exige licencias de importación, controla las salidas de capitales y firma acuerdos bilaterales. Gracias a estos acuerdos, Alemania puede exportar a naciones vecinas más débiles, antes de invadirlas.

El gobierno nazi, a partir de 1933, aplica una política de reflación y de lucha contra el paro. La ayuda del Estado a las empresas bajo formas de subvenciones es considerable, y a partir de 1935, el esfuerzo de rearme y la movilización de la economía nacional con vistas a la guerra completan los efectos de la política de reactivación.

Las consecuencias sociales de esta deflación crearon las condiciones favorables al advenimiento del nacismo.

 

La política económica de Francia

Francia fue alcanzada de una manera relativamente débil por la crisis de 1929. No es hasta la devaluación de la libra cuando los precios franceses resultan demasiado altos. Fiel al patrón oro y a los tipos de cambio fijos, Francia elige la deflación y va a peder rápidamente las ventajas adquiridas en el momento de la devaluación de 1926. La ampliación del paro acompaña la baja de los precios; los beneficios disminuyen; el descontento el general. Los agricultores son los principales afectados por la baja de precios.

Las quiebras de las sociedades crediticias  se multiplican y los ahorradores pierden sus depósitos. Los crecientes riesgos de devaluación aceleran la huida de capitales, las exportaciones de capitales y las salidas de oro.

En 1936, Léon Blum reúne a los obreros y patronales, debido a la huelgas y a la ocupación de fábricas, y hacen acuerdos: aumento de salarios, se reduce la jornada laboral de 48 a 40 horas y se implementan 15 días de vacaciones pagadas al año, delegados asistirán a los patronos en contrataciones y despidos, las condiciones de trabajo serán obligatoriamente establecidas por convenios colectivos.

Pero estas medidas harán llegar a una disminución de la producción, y al aumento de los costos de producción, que se trasladará a los precios. Esta alza de precios acentúa la urgencia del problema del comercio exterior. Por ley en octubre del 36, el franco se desvincula del oro y se precisa que su nueva definición no será inferior a los 43mg ni superior a 49. Al ser mantenida la libertad de los cambios, la ley crea un Fondo de Estabilización de los Cambios, para compensar los movimientos espontáneos de las ofertas y de las demandas y mantener el curso del franco entre sus límites legales.

La experiencia Blum es destacable por haber conseguido restablecer el pleno empleo aunque sin aumentar sensiblemente la producción.