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Resumen para el Primer Parcial  |  Sociedad y Estado (Cátedra: Kogan - 2018)  |  CBC  |  UBA

Estado - Andrés Malamud

1- El autor establece diferencias entre los distintos estados soberanos por su formación y su gobierno. Sobre China, puntualiza que su construcción se fue desarrollando naturalmente sin fundadores. China es un “Estado natural”. Por el contrario, Estados Unidos fue “inventado” por un grupo de hombres venerados con el título de “padres fundadores”, además de que solo la mitad de su historia transcurre como estado independiente. Estados Unidos es un “Estado auto-inventado”. Malamud afirma que Francia es el prototipo de “Estado-nación” ya que a pesar de ser un producto de la guerra  y la conquista, su capacidad homogeneizadora creó una unidad simbólica. Australia, un “Estado-heterocéfalo” tiene un gobierno parlamentario cuyas autoridades son democráticamente electas pero su jefe de Estado es la reina de Inglaterra. Suiza, un “Estado poliestatal” está conformada por 26 unidades subnacionales que gozan de cierta autonomía. Jordania, un “Estado heteroinventado” es un país de Medio Oriente diseñado por Gran Bretaña en 1922 e independiente desde 1946. Por último, Mónaco es un “microestado familiar” porque su soberanía legal dependió de una dinastía gobernante. Su primer ministro es actualmente designado por el monarca a propuesta del gobierno de Francia.

 

2- Gianfraco Poggi propone entender al Estado como la manifestación institucionalizada de una de las tres formas de poder social: el poder político.

 

3- El poder social implica que, en todas las sociedades, algunas personas aparecen más capaces que otras para perseguir sus objetivos y suelen ser capaces de movilizar, en función de sus propios designios, la energía de los demás incluso contra su voluntad. En función de los recursos que utiliza par concretarse, se divide en tres categorías:

Poder económico: posesión de ciertos bienes considerados escasos para inducir a quienes no los poseen a adoptar cierta conducta.

Poder ideológico: ideas de una cierta naturaleza, formuladas por personas que gozan de cierta autoridad y expuestas apropiadamente, pueden ejercer influencia sobre la conducta de otros individuos.

Poder político: posesión de recursos por medio de los cuales pueden ejercer violencia física.

 

4- Alrededor del S. XIV el término Estado comenzó a referirse a la posición de los gobernantes, distinguiéndolos de aquellos sobre quienes gobernaban. Maquiavelo, en su obra El Príncipe, identifica al gobernante con el territorio, el régimen político y la población que domina. Juan Bodino en 1576 acuña el concepto de soberanía para describir al soberano como un gobernante no sujeto a leyes humanas sino sólo a la ley divina. Para el autor, la soberanía no era ilimitada porque se ejercía en la esfera pública pero no en la privada. En el S. XVII Thomas Hobbes formula tres enunciados que distinguirían al Estado moderno de sus versiones previas: los súbditos le deben lealtad al Estado y no a sus gobernantes; la autoridad estatal es definida como única y absoluta; y el Estado pasa a considerarse la máxima autoridad en todos los aspectos del gobierno civil. El autor es considerado el primer teórico del absolutismo estatal. Max Webber definió explícitamente al Estado no por su función sino por su recurso específico: la coerción. No existen funciones específicas del Estado, todo lo que este hizo a lo largo de la historia, también lo hicieron otras organizaciones y que la violencia es el recurso de última instancia con el que cuenta cuando todos los demás fallaron. Los elementos fundamentales en su definición son funcionarios (o burocracia), monopolio de la violencia, legitimidad y territorio.

 

5- A partir del S XVII se desarrolla en Europa el Estado moderno o Estado-nación. Previamente las formas de gobierno habían sido el imperio, la ciudad-Estado y comunidades reducidas como principados y obispados. Las primeras organizaciones preestatales surgen en Asia y fue la transición desde formas nómades de subsistencia a prácticas sedentarias derivadas de la agricultura lo que generó las condiciones para el surgimiento del Estado. La transición socio ecónomica y su correlato institucional se produjo primero en la Mesopotamia, en América Central y finalmente se extendió por todo el planeta.

Al principio, el ejercicio del poder estatal sobre la población era despótico. La coacción en sociedades complejas requería un principio de legitimidad que no fueran los lazos de sangre: ese fue el rol de la religión. La autoridad divina permitió la consolidación del dominio estatal.

Paralelamente, creció la organización militar para custodiar el terreno y mantener el orden interno. Inicialmente en la etapa formativa los estados compiten por territorio y población formando sistemas interestatales. Por lo tanto, surgen siempre en grupos. La guerra condicionó todas las actividades de gobierno a la necesidad de extraer de la sociedad los medios necesarios para librarla.

La forma organizativa que los Estados emergentes asumieron en Europa dependió del tipo de recurso que predominaba en la región que controlaban. En áreas con pocas ciudades y predominio de la agricultura, se hizo ejercicio de la coacción directa. En áreas con muchas ciudades y predominio comercial, donde prevalecía la producción y el intercambio, las formas de dominación fueron más capital-intensivas.

 

6- En América Latina la dominación española se organizó en dos virreinatos: Nuevo México y Perú. Posteriormente se dividieron en Nueva Granada y el Río de la Plata. Durante el S XIX las guerras de independencia dieron como resultado la conformación de los 18  Estados de la actualidad. Las Provincias Unidas del Río de la Plata no consiguieron mantener al Alto Perú, Paraguay y la Banda Oriental unidos en el Estado que sucedió al Virreinato. La anarquía de la guerra fomentó la fragmentación territorial y la creación de Estados despóticamente fuertes pero infraestructuralmente débiles.

 

7- Las guerras libradas en América Latina durante el S XIX fueron de tipo incorrecto, en contextos inapropiados. Esto es así según tres criterios:

No fueron guerras de conquista sino de seguridad interna. Su objetivo era asegurar el control del poder central, no redefinir los bordes territoriales.

No fueron guerras movilizadoras que contribuyeran a crear sentimientos de ciudadanía. Las clases dominantes preferían enviar al frente de batalla a miembros de clases subalternas antes que a sus propios

No fueron guerras galvanizadoras de la identidad nacional. Entre las partes en conflicto no había diferencias culturales, lingüísticas o religiosas.

 

8- Oscar Oslak analiza la formación del Estado argentino partiendo de la definición de “estatidad” o condición de “ser Estado”, que supone la adquisición por parte de una entidad en formación de cuatro propiedades:

Capacidad de externalizar su poder, obteniendo reconocimiento como unidad soberana dentro de un sistema de relaciones interestatales

Capacidad de institucionalizar su autoridad, imponiendo una estructura de relaciones de poder

Capacidad de diferenciar su control a través de la creación de un conjunto diferenciado de instituciones públicas con reconocida legitimidad para extraer recursos de la sociedad civil

Capacidad de internalizar una identidad colectiva, mediante la emisión de símbolos que refuerzan sentimientos de pertenencia y solidaridad social y permiten el control ideológico como mecanismo de dominación

En el Río de la Plata, el aparato administrativo colonial no llegó a desarrollar un eficaz mecanismo centralizado de control territorial. Oszlak afirma que sólo en presencia de un potencial mercado nacional se allana el camino para la formación de un Estado nacional.

 

9- El autor asocia al Estado con el mercado más que con la violencia y realiza la tipología sobre las modalidades de penetración estatal, es decir, la difusión del poder central a través del territorio nacional. Esta se manifestó a través de cuatro modalidades:

Represiva: organización de una fuerza militar unificada y distribuida territorialmente con el objeto de prevenir y sofocar intentos de alteración de orden impuesto por el Estado nacional.

Cooptativa: captación de apoyos entre los sectores dominantes y gobiernos del interior, mediante la formación de alianzas y coaliciones.

Material: formas de avance del Estado nacional, a través de la localización en territorio provincial de obras, servicios y regulaciones indispensables para su progreso económico.

Ideológica: capacidad de creación y difusión de valores, conocimientos y símbolos reforzadores de sentimientos de nacionalidad, tendientes a legitimar el sistema de dominación establecido.

 

10- Se considera 1880 el año de la consolidación del Estado argentino porque se produjeron acontecimientos que garantizarían el control del gobierno central de cuatro factores fundamentales del poder estatal:

Recursos: la federalización de la ciudad de Buenos Aires implicó la nacionalización de puerto y la aduana, que aseguraron la viabilidad financiera de las autoridades federales.

Violencia: la represión de la rebelión liderada por el gobernador bonaerense Carlos Tejedor en rechazo a la elección presidencial de Julio Argentino Roca que culminó en la aprobación de una ley que prohibía las milicias provinciales, legitimó el monopolio federal de la violencia.

Territorio: la elección como presidente del militar que había comandado las expediciones de conquista de las tierras patagónicas significó la expansión del control estatal.

Legislación civil: la disputa con la Iglesia Católica por el control público de los registros civiles y la secularización de la educación permitió que el Estado se independizara de la tutela ideológica de una poderosa institución transnacional.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

11-

 

12 - El Estado contemporáneo se desarrolló en dos etapas: Estado de derecho y Estado social o de bienestar.

El Estado de derecho es la forma clásica que asumió la organización estatal a partir de las conquistas que el liberalismo fue arrancando al absolutismo a partir del siglo XVII, conquistas que comprenden libertad personal, religiosa y económica. Reflejaba la organización capitalista temprana y dio lugar a un Estado garantista, pasivo.

El Estado social se desarrolló entre fines del S XIX y mediados del XX y representa los derechos de participación en el poder político y la riqueza social producida. Expresaba al capitalismo de la revolución industrial madura y de la cuestión social y se encarnó en un Estado intervencionista, activo y protector del ciudadano.

 

13 - El Estado totalitario es la antítesis del Estado de derecho. Se desarrolló en el S XX, utilizando tecnologías de comunicación de masas para transmitir la ideología oficial y manufacturar el consenso popular. La ideología totalitaria aspira a construir un Estado que todo abarque y controle, constituye una  nueva forma de gobierno más que una versión actualizada de las tiranías tradicionales. Ejemplos: regímenes fascistas de Mussolini, nazi de Hitler y soviético de Stalin.

El Estado gendarme se contrapone al Estado de bienestar. Desarrollado en el S XIX, es una doctrina en que las responsabilidades gubernamentales se reducen a su mínima expresión. Las tareas incluyen seguridad policial, sistema judicial, prisiones y defensa militar, limitándose a proteger a los individuos de la coerción privada y el robo y defender al país de la agresión extranjera. En la práctica es difícil de encontrar.

 

14- La transición entre Estado de derecho y Estado de bienestar se inició en Alemania durante el gobierno de Otto von Bismarck, entre 1883 y 1889. Implementó los primeros programas de seguro obligatorio contra la enfermedad, la vejez y la invalidez, y leyes regulando los derechos laborales. Se fue abriendo una alternativa al liberalismo, con el objetivo de hacer frente al avance del socialismo.

 

15- La transformación del Estado implicó un importante aumento del gasto público como proporción del producto bruto nacional, el crecimiento y complejización de las estructuras administrativas encargadas de los servicios sociales, el empleo y las obras públicas. Durante las primeras tres décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, la reconstrucción y el crecimiento portentoso de las economías occidentales permitieron que la ampliación de los ingresos estatales financiase los crecientes costos fiscales. A partir de 1970, la crisis derivada de los shocks petroleros, originados en la decisión de los Estados productores de retener el producto hasta cuadruplicar su valor, provocó una aceleración inflacionaria que redujo la capacidad financiera de los Estados consumidores.

El surgimiento del Estado de bienestar es entendido como una difuminación de los límites entre Estado y sociedad. Durante 1960 la relación es percibida en términos de equilibrio y estabilidad. Después de la crisis, surgen dos nuevos enfoques.

Un grupo de autores considera que el Estado de bienestar implica la estatalización de la sociedad. Los beneficios sociales provistos por el Estado acarrean el peligros de tomar extremadamente pendiente a los individuos. Es necesario reforzar la resistencia de la sociedad civil para evitar el avasallamiento de la política.

Otro grupo considera que el proceso es la socialización del Estado. La ideología igualitaria difundida genera un exceso de demandas sociales que las instituciones públicas no consiguen procesar. La receta es por un lado reducir las demandas y por el otro fortalecer las instituciones.

Pese a la crisis, los Estados occidentales tienen actualmente un peso en la sociedad como nunca antes en la historia en lo que se refiere a producción y distribución de la riqueza. La imagen del Estado como problema fue consecuencia de su fracaso para cumplir las funciones fijadas y las expectativas generadas. Durante 1970-1980 los análisis neoutilitaristas y las políticas neoliberales alcanzaron su apogeo proponiendo la retirada del Estado y su substitución por el mercado. A fines de los 80, los problemas provocados por la implementación de programas de ajuste y la confirmación de que los mercados también desarrollan fallas, condujeron a una tercera ola de ideas acerca del Estado. La nueva visión postulaba que para fomentar el desarrollo el Estado podía ser tanto problema como solución, dependiendo de la forma que adquieira su relación con la sociedad.

 

16- Según Peter Evans, la esencia de la acción del Estado radica en el intercambio entre funcionarios y sus sustentadores. Los funcionarios requieren partidarios políticos que deben contar con incentivos suficientes para mantener su apoyo y no desviarlo a otros potenciales ocupantes del Estado. Los funcionarios tienen dos formas de generar esos incentivos:

Estado desarrollista: mediante la provisión de bienes colectivos. El estado cumple una función positiva sobre el desarrollo económico. Ejemplos: Japón, Corea, Taiwán.

Estado predatorio: mediante la entrega directa de beneficios y rentas públicas a sus partidarios, obstaculizando el desarrollo económico. Ejemplos: África (Zaire).

En los últimos años la tendencia ha sido catalogar como Estado fallido antes que Estado predatorio. La justificación es que a la larga, estas entidades ni siquiera logran garantizar los privilegios de los sectores gobernantes. Características:

Ruptura de la ley y el orden producida cuando las instituciones estatales pierden el monopolio del uso legítimo de la fuerza y se tornan incapaces de proteger a sus ciudadanos

Nula capacidad para responder a las necesidades deseos de sus ciudadanos, proveer servicios públicos básicos y asegurar las condiciones mínimas de bienestar y funcionamiento de la actividad económica normal

Internacionalmente, la ausencia de una entidad creíble que representa al Estado más allá de sus fronteras

 

17- La eficacia de un Estado, según el autor, depende de la estabilidad y capacidades de su aparato administrativo, y ello es función de la legitimidad doméstica y la profesionalización burocrática. En última instancia, la administración pública es la forma cotidiana en que el Estado organiza el orden social.

 

18- La formación de un Estado implica siempre un sistema interestatal. El actual sistema interestatal nació en 1648, cuando se acuerda la Paz de Westfalia poniendo fin a la Guerra de los Treinta Años. El conflicto que había llevado a la guerra remitía al derecho que se arrogaban los emperadores germánicos para decidir la religión que se profesaba en sus territorios. Los principios de este acuerdo son tres: la soberanía de los Estados y su derecho a la autodeterminación, la igualdad legal entre Estados y la no intervención en los asuntos internos de otro Estado. Estos son los principios que rigen actualmente el derecho internacional, por lo que el sistema interestatal suele denominarse “sistema westfaliano”.

El principio de igualdad jurídica entre Estados está hoy en vigencia. En la práctica, los Estados no son políticamente iguales. Las características de las unidades afectan al sistema. Algunas teorías de política internacional (realistas) consideran inmutable la estructura de relaciones interestatales más allá de eventuales cambios en la distribución de poder entre los Estados y otras (liberales) sostienen que el tipo de organización interna de los Estados puede alterar el patrón de relaciones internacionales. Para los realistas, la primera regla de relaciones interestatales es el equilibrio de poder para realizar alianzas para contrapesar la amenaza de Estados más poderosos. Los liberales, defienden la teoría de la paz democrática que afirma que las democracias no hacen la guerra entre sí y abren camino para relaciones interestatales basadas en la cooperación antes que en el conflicto.

 

19- La integración regional es entendida como un intento de reconstruir las erosionadas fronteras nacionales a un nivel más elevado. Es una maniobra proteccionista por parte de aquellos Estados que no pueden garantizar por sí mismos sus intereses y objetivos. Recuerda el enfoque contractualista de la génesis estatal. Hay quienes argumentan que las regiones devendrán en nuevos Estados a la manera de las federaciones actuales (unión voluntaria de unidades políticas preexistentes). Otros sostienen que los bloques regionales estarán siempre subordinados a sus Estados miembros y no los sustituirán.

Consiste en el proceso por el cual los Estados nacionales se mezclan, confunden y fusionan con sus vecinos de tal modo que pierden ciertos atributos fácticos de la soberanía y adquieren nuevas técnicas para resolver sus conflictos mutuos. Lo hacen creando instituciones comunes permanentes, capaces de tomar decisiones vinculantes para todos los miembros.

La integración económica entre dos o más países admite cuatro etapas:

Zona de libre comercio: no existen aduanas domésticas, los productos de cualquier país miembro pueden entrar a otros sin pagar aranceles.

Unión aduanera: establece arancel a ser pagado por los productos provenientes de terceros países.

Mercado común: unión aduanera a la que se agrega la libre movilidad de factores productivos a la existente movilidad de bienes y servicios. Requiere adopción de una política comercial común, coordinación de políticas macroeconómicas y armonización de las legislaciones nacionales.

Unión económica: adopción de una moneda y política monetaria únicas.

La integración económica derrama sus efectos sobre la arena política. Por eso los procesos de integración regional pueden compararse con los de unificación estatal, aunque existe una distinción crucial: los primeros son siempre voluntarios, los segundos raras veces lo han sido. En los procesos contemporáneos de integración regional el rol de los jefes de gobierno aparece opacado. La menor visibilidad de los jefes de gobierno se debe a la naturaleza voluntaria de la integración regional, que no deja lugar a la imposición de pautas y tiempos por parte de un Estado sobre los otros.

                La Unión Europea es el bloque regional más avanzado. Se consolida como unión económica y monetaria, aspirando a una unión política. Presenta una poderosa Corte de Justicia crucial para el avance de la integración, un Parlamento cuyos miembros son directamente elegidos por el pueblo europeo y una Comisión Ejecutiva con importante autonomía. Son supranacionales: no responden a los Estados miembros.

                Actualmente en América Latina existe el MERCOSUR, creado en 1988 e integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Alcanzó progresos en términos de comercio intrarregional e inversiones durante sus primeros siete años de vida.

                La integración regional es estudiada desde dos perspectivas:

Integración propiamente dicha en cuanto proceso de formación de nuevas comunidades políticas. Las dos principales teorías contemporáneas, el intergubernamentalismo liberal y la gobernancia supranacional consideran a la sociedad como punto de partida de la integración. El incremento de las transacciones trasnacionales genera un aumento de interdepencia que conduce a los protagonistas del intercambio a solicitar a las autoridades nacionales o trasnacionales que adapten regulaciones y políticas a las nuevas necesidades generadas durante el proceso. Ambos enfoques comparten un concepto de integración cuyo impulso se basa en la demanda.

Intergubernamentalismo liberal: integración regional como resultado de la decisión soberana de Estados vecinos. Los Estados promueven la cooperación internacional para satisfacer demandas de sus actores domésticos relevantes. El resultado previsto es el fortalecimiento del poder estatal. Define la interdependencia económica como condición necesaria de la integración. A medida que la liberalización comercial aumenta la magnitud del comercio exterior las demandas por una mayor integración se incremental. Las instituciones regionales son concebidas como mecanismos que facilitan la implementación de acuerdos, antes que como actores autónomos.

Gobernancia supranacional: concibe la integración regional como proceso que genera una dinámica propia. Enfatiza la importancia de los actores supranacionales, creados por la asociación regional pero que luego se tornan sus impulsores al fomentar ciertos mecanismos latentes de retroalimentación. Destaca la participación de 4 actores centrales en el avance de la integración europea: Estados nacionales, empresarios trasnacionales, Comisión Europea y la Corte de Justicia. Además, estos demandan preferentemente reglas generales antes que decisiones puntuales.

En América Latina los procesos de integración se caracterizaron por la ausencia o debilidad de intereses trasnacionales. Han sido los Estados nacionales los que han decidido tiempos y formas de las estrategias de regionalización. Es la integración basada en la oferta; constituye la regla y no la excepción entre países en vías de desarrollo.

Mecanismos a través de los cuales esas nuevas comunidades se gobiernan.

 

20-

Teorías Pluralistas

Concepciones liberales de la sociedad. Se desarrollaron en Gran Bretaña y Estados Unidos. Surgieron en Europa como reacción contra el absolutismo y en América como respuesta práctica al problema de limitar el poder del nuevo estado constitucional.

Concibe al poder como disperso en la sociedad más que concentrado en el Estado. No supone que el poder está fragmentado entre todos los individuos sino entre un conjunto de grupos más o menos autoorganizados. Organizan la sociedad y sus identidades y acciones constituyen un elemento crucial de la estructura política.

Según Robert Dahl, las políticas gubernamentales más importantes son tomadas mediante negociación, persuasión y presión en un número considerable de puntos del sistema político.

Las teorías pluralistas no constituyen utopías armonicistas ni niegan el conflicto, su foco está en el equilibrio y capacidad de balance y contrapeso entre los grupos existentes o potenciales. El Estado es un actor en principio neutral que recibe demandas de los grupos y procura arbitrar entre ellos.

Marxismo

Colin Hay afirma que la característica más paradójica de la teoría marxista sobre el Estado es que no existe. El motivo principal es la naturaleza intervencionista del pensamiento marxista, cuyo propósito no es simplemente entender al Estado sino eliminarlo. Las tres corrientes más importantes son la gramsciana, la instrumentalista y la estructuralista.

Gramsci continuó la reflexión de Lenin sobre el Estado y la revolución que concebía como un acto esencialmente destructivo y violento que acabaría con el Estado burgués reemplazándolo por mecanismos de control proletario. TAmbién concebía al estado como agente de la explotación capitalista, no entendía que este fuera un mero aparato represivo sino más bien un productor de hegemonía.

Instrumentalistas y estructuralistas protagonizaron un debate dentro del marxismo en los 70. Giró en torno a la concepción del Estado como instrumento de la clase dominante o como emergente autonomo de la estructura de clases.

Elitismo

Entre sus principales cultores se encuentran Skocpol y Mann. Si bien el Estado puede colocarse al servicio de una clase social que lo utilice en su propio provecho, más habitual es encontrarlo trabajando para sí mismo en el sentido de procurar beneficios para quienes gobiernan y no sólo para quienes dice representar o para la sociedad en su conjunto.

 

21- Desde un enfoque racionalista el estado consiste en el arreglo estructural más adecuado para responder a requerimientos funcionales. Es el medio más eficiente para alcanzar determinados fines. Desde un enfoque constructivista, tiende a generar expectativas cognitivas y normativas que refuerzan su propia legitimidad y otorga sentido al orden social, garantizando su reproducción mediante la creación e institucionalización de valores colectivos. El estado contemporáneo constituye una de las máximas expresiones de la modernidad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Estado - Nación y Globalización - Daniel García Delgado

 

El autor señala que la crisis de matriz estadocéntrica comienza a mediados de los 70 y está asociada a factores como la alta inflación, la pugna distributiva y la crisis del petróleo. El denominado Estado de bienestar, que comenzó a configurarse a partir de la crisis del 30, trazó una particular relación con la sociedad en términos del modelo de acumulación, de legitimación, de articulaciones de intereses, de acción colectiva y cultural. Este cambio o crisis lo afecta directamente. Sin embargo, García Delgado afirma que no solamente asistimos a un intento neoliberal de reformulación de Estado de bienestar: paralelamente hay una crisis del Estado-nación, con tres fenómenos simultáneos: erosión de su autonomía e independencia decisional, pérdida de la capacidad de integración social y debilitamiento en la configuración de identidades y solidaridades amplias.

 

La estructura decisional y la soberanía del Estado-nación son sometidas a presiones por ambos lados: “desde arriba”, cuestionada por instituciones supranacionales y “desde abajo”, jaqueada por los localismos. El capitalismo global promueve un nuevo proceso de “destrucción creativa”, propiciando las bases para la configuración de una polis novedosa de unidad territorial y población más amplia y de carácter supranacional: los Estados-región. Con la globalización se desestructuran tanto las representaciones basadas en el sujeto y en cierta concepción lineal y progresiva de la historia, como la capacidad del Estado para actuar sobre su propio territorio. Ahora no puede fijar tan libremente sus tasas de cambio o su política salarial o laboral, porque la competencia lo lleva a cuidar inversiones que, de lo contrario, elegirían países vecinos para instalarse.

 

En un contexto donde la inversión externa directa tiene un rol fundamental, los países compiten por atraer capitales para poder equilibrar sus cuentas. Los Estados buscan aparecer más atractivos para la inversión extranjera. Se produce un círculo vicioso que refuerza la asimetría entre los países que exportan capital y los que necesitan importarlo imperiosamente. Los capitales se hacen cada vez más exigentes, demandando todo tipo de prebendas (tasas de interés por encima de las internacionales, exenciones de impuestos, subsidios, etc). Se debilita la capacidad de control, asignación y distribución de los Estados y ello es particularmente evidente en los periféricos.

La intensificación de las interacciones regionales y globales erosiona la distinción entre asuntos internos y externos. Presupone un grado de interdependencia creciente (asimétrica) entre los distintos países. La transnacionalización de los grupos financieros y de las empresas y el papel relevante adquirido por las agencias de crédito implica una limitación importante de la autoridad estatal en favor de los mercados y una influencia gravitante de gobierno norteamericano. Estos fenómenos reducen el margen de acción del Estado y consagran el reino de la empresa-red internacional, lo que acarrea una crisis en el Estado-nación que ve su autoridad cada vez más impugnada por el mercado mundial.

                Lo decisivo para países en desarrollo es el rol que tienen los organismos internacionales en la orientación de sus programas. El endeudamiento condiciona y los organismos internacionales imponen condiciones de ajuste para posibilitar el pago de la deuda además de pautar la política económica, políticas sociales y de reforma institucional y esto cambia la estructura decisional del Estado nacional. Además, los organismos tienen una creciente influencia sobre los gobiernos fuertemente endeudados ya que estos son los que deciden sobre el grado de endeudamiento a que están autorizados. 

 

La democracia debe hacer frente a dos fuerzas que presionan sobre ella:

La concentración de la riqueza, del ingreso, de los stocks y de los flujos y el poder que de esa concentración emana.

Los embates de la globalización en el plano de las ideas (pensamiento único) y en el de las decisiones concretas por el modo en que se producen los flujos del capital y la impotencia de los Estados frente a la libertad de acción de las empresas. Se obliga al Estado a ser administrado como si fuera una firma, mientras que éstas se atribuyen un número cada vez mayor de prerrogativas que anteriormente incumbían al Estado.

Del pensamiento único surge un progresivo debilitamiento del Estado-nación y de la política. Esta limitación hace que el Estado esté siendo reemplazado por “Estados municipales”, porque su capacidad de operar tiene que ver con un conjunto de variables y restricciones mucho mayor que el que habitualmente tenía la polis de la modernidad. Esto se refleja en cambios observables en la política nacional:

los partidos como sus líderes se encuentran acotados en su capacidad de acción,

la densidad y complejidad que adquieren los problemas sociales y económicos,

los condicionamientos que imponen actores externos en un contexto de globalización además de los agentes económicos locales altamente concentrados: actúan como restricciones que limitan las alternativas a disposición de los líderes políticos.

Esto se completa con una dependencia respecto de los saberes técnicos (principalmente económicos) y de los depositarios privilegiados de los mismos, que conforman una tecnoburocracia vinculada al mundo de la política.

 

El capitalismo desregulado favorece la concentración económica y el crecimiento de las desigualdades. Debido al doble movimiento que producen la crisis fiscal y el endeudamiento, el Estado se retira de lo social y de lo productivo y apura una reconversión tecnológica que flexibiliza y margina una parte significativa de la población por no tener las capacidades para insertarse. El empleo deja de ser el integrador de la sociedad. La mundialización de la economía y la concentración del capital están rompiendo la cohesión social interna de la mayoría de los países. Se habla de una inclusión política con exclusión social, de una inevitable inserción a la economía globalizada con un costo de fragmentación social interna. La sociedad entera se ve arrastrada e incorporada a la competencia mundial, por lo que la reorganización e integración de la sociedad devienen un factor decisivo para lograr una competitividad sistémica. De esta situación surge una nueva cuestión social caracterizada por el desempleo estructural, la precarización, exclusión e inseguridad urbana creciente.

 

Una menor influencia de lo estatal en la cultura con una ampliación del mercado y de las industrias culturales produce una homogeneización de las culturas, junto con la pérdida de enraizamiento en los propios valores e identidad nacional. El autor denomina a la estandarización y uniformación de muchas pautas culturales la “cultura de los Mac Donald’s”. El debilitamiento de esas áreas de solidaridad política, ideológicas y laborales ponen en dificultad al Estado para legitimar políticas, para concitar adhesiones, por la disminución de la identificación ciudadana en el ámbito nacional.

 

La crisis del Estado-nación se vincula a un proceso universal denominado globalización, originado en cambios de orden tecnológico y económico (puntos de referencia: crisis del dólar en 1971 y crisis del petróleo en 1973). El nuevo paradigma tecnológico se conformó alrededor de la microelectrónica y el abaratamiento de la información: las nuevas formas de producción requerían más información y menos contenido de energía, materiales y mano de obra.

La globalización es el aumento de la vincularidad, la expansión y profundización de las distintas relaciones sociales, económicas y políticas, la creciente interdependencia de todas las sociedades entre sí, promovida por el aumento de los flujos económicos, financieros y comunicacionales y catapultada por la tercera revolución industrial que facilita que estos flujos puedan ser realizados en tiempo real.

En su dimensión económica, se entiende a la globalización como una nueva fase de expansión del sistema capitalista caracterizada por:

apertura de sistemas económicos nacionales

aumento del comercio internacional

expansión de los mercados financieros

reorganización espacial de la producción

búsqueda permanente de ventajas comparativas

competitividad que da prioridad a la innovación tecnológica

aparición de elevadas tasas de desempleo

descenso de niveles históricos de remuneración

formación de polos económicos regionales

                No sólo los mercados globales y las redes computacionales atacan la primacía de los Estados sino también el tráfico de armas, el narcotráfico, los flujos migratorios, los problemas de medio ambiente cuya posible solución supera las fronteras territoriales y requiere interdependencia. La globalización limita las opciones de los actores nacionales (países ricos o pobres). Esto supone una novedosa compresión tiempo-espacio y una mayor complejidad del escenario de fin de siglo. Se puede hablar de una simultaneidad de tres tendencias:

la interdependencia creciente entre todos los países (Aldea global)

la transición hacia formas productivas posfordistas

la hegemonía del capital financiero.

 

La interdependencia entre los distintos países se acrecienta a partir de la caída del muro de Berlín. El colapso del paradigma socialista modifica el mundo de la posguerra y comienza a estructurar una geopolítica distinta a la configurada por el conflicto este-oeste. Como consecuencia, emerge un capitalismo triádico y la democracia liberal se convierte en el sistema de legitimación del Estado a nivel mundial y la economía de mercado en su correlato económico. Esta interdependencia deriva de la misma complejidad de la escena internacional por el aumento exponencial de grupos de interés y organismos que se mueven a escala trasnacional.

                Un ejemplo de foco de globalización lo constituye la Organización Mundial del Comercio, que promueve la desregulación del comercio, las telecomunicaciones, la banca, los seguros y las barreras tarifarias para informática. El proceso de globalización modifica el paradigma vigente en las relaciones internacionales que confería a los Estados- nación el carácter de actores centrales y predominantes del sistema. Pasan a constituir sólo una parte de un sistema mayor que gradualmente adquiere vigencia: el sistema global. Surge un sistema “multicéntrico”, constituido por actores subnacionales y trasnacionales dotados de objetivos y medios de acción propios que adquieren creciente autonomía.

 

El pasaje de la forma de producción taylorista-fordista a la posfordista se produce como consecuencia de la revolución electrónica y de las formas de gestión, y por el hecho de que las empresas se vuelven globales con orientación a un sistema de competitividad que homogeneiza las condiciones de calidad y precios a nivel mundial.

La producción se deslocaliza y puede realizarse desde diversos países al mismo tiempo.

Las empresas se orientan hacia unidades más pequeñas y flexibles.

Se pone acento en la incorporación tecnológica, en la polifuncionalidad de los recursos humanos, en gerencias más dinámicas e innovadoras y en la localización en espacios con recursos, infraestructuras y calidad de vida.

Desde mediados de los 70 se producen tres cambios fundamentales para el fin del fordismo:

colapso de la economía de materias primas (da paso a industrias de alta tecnología)

desacoplamiento entre producción y empleo, sustitución de mano de obra por conocimientos técnicos y de capital, transición de industrias intensivas en términos de trabajo manual por otras intensivas en materias de conocimiento, lo que trajo

la priorización de políticas de intercambio,

el “comercio invisible”

y la abolición de las barreras al comercio de servicios

surgimiento de la economía de símbolos, que hace que la economía real (de bienes y servicios) haya ido cediendo lugar a los nuevos propulsores de la economía mundial y ambas economías operan cada vez en forma más independiente.

 

La doble emancipación del capital financiero ocurre porque éste se independiza tanto de la economía “real” o productora de bienes, com de territorio nacional. La economía “virtual” o simbólica a partir de la revolución electrónica que brinda posibilidades de invertir en cualquier lugar del mundo y en tiempo real, los intereses de las grandes corporaciones se “desterritorializan”. Ambas economías se independizan y la simbólica crece más que la real.

                Los grupos que más se benefician con la globalización son los vinculados a las multinacionales industriales, bancarias, mediáticas y de seguros, así como los profesionales de mayor calificación. Usan su poder internacional para obtener concesiones a nivel nacional, en términos de tributación, remuneración y localización. Así, la mundialización enriquece más a los ricos y empobrece más a los pobres.

 

Se ha generado un mercado mundial del dinero que impone restricciones estructurales a los márgenes de maniobra de las políticas monetarias y que hace difícil que se lo pueda gravar a nivel nacional por su capacidad de fuga y de actuación en tiempo real en cualquier parte del mundo. La mundialización no es sólo una función del cambio tecnológico sino del hecho de que desde comienzo de los 80 tuviera lugar sobre un telón de fondo de suba de intereses reales anormalmente elevada. La tasa de interés es una variable social: su nivel marca cómo una sociedad configura su futuro, cómo determina su crecimiento y distribuye los beneficios del mismo. Mide la dependencia del futuro, porque cuando esta tasa es nula, el futuro tiene tanta importancia como el presente, pero cuanto más alta es, más orientación se genera hacia el presente y hacia el cortoplacismo, reduciendo las capacidades de la economía productiva o real y del empleo. Por esto, el autor afirma que la herencia de este fenómeno de altas ganancias financieras y de independencia del capitalismo virtual del real es de un déficit de futuro y de una crispación de la gente en el presente que legitima las desigualdades. Además, afirma que la supremacía del capital financiero sobre el productivo no es consecuencia de la mundialización sino de que la misma se realizara sin que previamente se determinaran las reglas del juego.

 

La lógica de competitividad es una lógica de baja de salarios y desprotección laboral porque la economía globalizada, al dotar de mayor libertad de movimiento a los factores de producción, incorporó fuertemente la consideración de los costos laborales y de la presión impositiva entre los elementos más importantes para la toma de decisiones en materia de radicación de inversiones por parte de las empresas. La lucha por la competitividad adquiere el carácter cruel de empobrecer la población para que la economía siga enriqueciéndose.

 

El proceso de globalización, caracterizado por

interdependencia creciente entre países a nivel mundial

cambio en las formas productivas

predominio del sector financiero

tiene un impacto profundo en los Estados nacionales, particularmente evidente en América Latina, porque los obliga a redefinir de manera drástica y abrupta la actuación del sector público a nivel nacional / subnacional / supranacional, a procesar los nuevos conflictos que se generan en el marco de sociedades más fragmentadas y a promover otra articulación con la sociedad civil.

                La nueva conflictividad emergente tiene que ver con las características del conflicto social. En la actualidad, los conflictos ya no son concentrados ni presentan amenazas antisistémicas a la democracia ni al capitalismo. Según Habermas, si el conflicto referente al ordenamiento social fue sin duda el de capital vs trabajo en el S XIX y parte del XX, a inicios del S XXI es el que se produce entre el sistema (económico y estatal) y el mundo de la vida (sociedad civil).

La globalización promueve un sistema de dominación distinto al de la sociedad industrial, vinculado al control técnico, informático y al posicionamiento dentro de un nuevo sistema de estratificación socio-ocupacional. En cuanto a la conflictividad, se acentúa en la emergente problemática de la exclusión y en la denominada sociedad de servicios en la que se amplifica el “riesgo”, donde el avance de la racionalidad técnica instrumental genera problemas y amenazas sobre aspectos ambientales, nucleares y de coordinación.

 

En lo político, la consolidación de la democracia se produce junto a una desafección creciente de los electorados, desprestigio institucional, inclusión “precarizada” o clientelar, corrupción, así como una especie de impotencia de la clase política para arbitrar modificaciones a las orientaciones principales del mercado.

En el subsistema económico, el proceso de globalización genera un impacto regresivo en la integración social: concentración y trasnacionalización del ingreso, desempleo estructural, separando a los que “se adaptan al mercado” de los que “no se adaptan”, provocando uno de los conflictos más significativos que se desarrollan en el marco de los ajustes estructurales: la exclusión social.

En lo cultural, la globalización catapultada por los satélites, TV por cable, transportes, turismo internacional, si bien promueve una cultura abierta y pluralista, también alienta un nuevo individualismo posmoderno, generando crisis de valores comunitarios, sentido e identidad y fomentando la búsqueda de su reconstitución en nuevos contextos. Estas características junto con la falta de oportunidades y el avance de valores consumistas, promueve condiciones para el surgimiento de sociedades anómicas y de creciente inseguridad.

 

El nuevo individualismo posmoderno que nombra el autor hace referencia a la individualización intensiva que sufren los individuos dentro de la misma sociedad. Hay un quiebre en el sentido de comunidad: como él mismo dice, se generan crisis en los valores comunitarios, en el sentido y en la identidad.

Como proceso, la globalización se trata de una serie de tendencias y nuevas realidades promovidas por el cambio de las condiciones materiales de una nueva fase capitalista, como lo fuera anteriormente el capitalismo comercial o el derivado de la revolución industrial. Como ideología, forma parte de una interpretación de la misma que busca asimilarse a modernización e identificar sus requerimientos con las orientaciones y valores del “capitalismo salvaje”. La globalización se constituye en una ideología que justifica el “único camino” que busca una suerte de autonomización del capitalismo y del mercado respecto de todo constreñimiento social o político. Se produce cuando los sujetos y actores principalmente beneficiados que la impulsan la asocian con la interpretación que racionaliza sus propios intereses como universales y válidos para todos los sectores.

 

Según el autor, hablar de la crisis del Estado-nación como consecuencia de la globalización no significa adherir a la tesis del “fin del Estado-nación” sino de dar cuenta de un cambio de su lugar e importancia, de ver cuáles son las nuevas tareas y rasgos que adopta y de indagar cómo se produce y procesa ese impacto en nuestro país a fin de siglo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

García Delgado - Estado & Sociedad: Capítulo 5. De la movilización de masas a los nuevos movimientos sociales

 

Defina el concepto de acción colectiva

La acción colectiva es la orientación a involucrarse en acciones de organización y protesta, donde se constituyen áreas de solidaridad e identificación dentro de un conflicto específico.

 

Explique la relación entre Estado Social y Movilización de Masas

La movilización vinculada al Estado Social estuvo ligada a la industrialización y a las migraciones internas de sectores rurales hacia los centros fabriles del litoral. Esto promovió una integración de la clase trabajadora al sistema político. El desarrollo económico permitía escapar a esos migrantes hacia las ciudades industriales conformando nuevas masas en disponibilidad. En este proceso las demandas comenzaban a orientarse por patrones de clase y nacional-populares. También se trata de un proceso de organización de masas que apuntaba desde el Estado a resolver de forma particular la conflictividad derivada de la contradicción capital-trabajo.

La industrialización sustitutiva y la activación del sector popular quedó sujeta a dos interpretaciones: a) Pretorianismo: se la vio como uno de los rasgos propios de una sociedad pretoriana que ponía en peligro la estabilidad por falta de institucionalización de la mediación política (sociedad donde las fuerzas sociales se enfrentan sin mediación política alguna)

b) Movimiento de liberación: se la percibió como la incorporación de sectores populares al sistema mediante un movimiento de liberación que buscaba romper los obstáculos puestos hacia la democratización por las clases dominantes

Ambas interpretaciones son una cultura política orientada al cambio y nutrida de ideologías globalizantes expresadas a través de organizaciones de masas y no del todo demasiado comprendida por los estudios extranjeros y la experiencia internacional. El movimiento obrero aparecía como el sujeto que hegemonizaba la relación Estado-sociedad, desarrollando luchas por la inclusión y la autonomía nacional.

 

Describa qué diferencias señala Touraine entre la Acción Colectiva que se manifiesta en América Latina respecto al modelo europeo

Touraine señala como característica diferencial de la acción colectiva de América Latina el haber combinado tres dimensiones: objetivos de clase, anticolonialistas y de integración nacional. A diferencia del vínculo basado en líneas de clase que integraron el movimiento obrero al sistema político en Europa, aquí predominaron formas que articularon estos 3 niveles en alianzas policlasistas (modelo nacional-popular).

Una característica del modelo populista es que el papel del Estado era foco central de la acción colectiva y donde había una fuerte imbricación entre sistema partidario y organización social.

 

Explique cuándo y por qué se produce el quiebre del modelo de acción colectiva

A mediados de los 70, luego de las fuertes contradicciones que se despiertan en el gobierno peronista (inflación, conflictividad gubernamental, violencia política) sobreviene el golpe. La dictadura militar aprovecha esta conflictividad del sistema político para comenzar a promover una relación distinta entre Estado y sectores populares, buscando debilitar el poder que estos últimos tenían.

Explique cada una de las tres etapas en que se modifica el modelo de Acción Colectiva: Terrorismo de Estado y privatización; partidización y desencanto; consolidación y delegación

El quiebre del modelo de movilización de masas altamente agregado y su desplazamiento por otro constituido por elementos sociales es el cambio fundamental de los últimos 15 años en términos de acción colectiva. La modificación fue producto de una combinación de diversos factores y se produce en 3 etapas:

TERRORISMO DE ESTADO Y PRIVATIZACIÓN. El autoritarismo comienza a modificar el modelo de acción colectiva a partir de la represión, desmantelamiento de la estructura de representación gremial, partidaria, estudiantil y el disciplinamiento generalizado de la vida cotidiana. El combate a la guerrilla internalizó el temor a la participación. El aumento del rol coercitivo estatal se produjo en un proceso que apuntó a quebrar la base productiva donde esta conjunción de intereses populares y mercadointernistas se constituía.
Las contradicciones internas del Proceso de reorganización nacional, la fragmentación interna, su fracaso económico, son factores a tener en cuenta a la hora de explicar su debacle.
La nueva ola de movilización a mediados de los 80 (resurgimiento de la sociedad civil) se articula a una opinión pública internacional más perceptiva sobre la situación argentina. Los efectos de la dictadura sobre la futura participación serán profundos: por la eliminación de una extensa capa de militancia, el síndrome de terror asociado a la política y por la despolitización y deshistorización producidas en las nuevas generaciones.

PARTIDIZACIÓN Y DESENCANTO. Segundo momento de cambio, restauración del régimen democrático y ascenso al gobierno del partido radical (83-89). Había comenzado a desarrollarse una movilización con el surgimiento del movimiento de defensa de los derechos humanos: se constituía en defensa de valores y modalidades universales protegidos por el Estado (derecho a la vida, revalorizando el Estado garantista) una movilización plural y fuertemente expresiva.
Primeros años de transición: intensa movilización política, más relacionada con el régimen político democrático que con cuestiones ideológicas como en el modelo anterior. Cambio de etapa, también por la importancia que adquieren los aspectos culturales y políticos. Traslado del activismo a los partidos. El gobierno implementa diversos programas sociales con participación. El surgimiento de la UCR está vinculado al entusiasmo por la idea democrática y participativa que se despierta luego de largos años de dictadura.
Más allá de esta preocupación por lo institucional, la gobernabilidad y la conformación de un sistema de partidos, este gobierno terminó fortaleciendo la pauta representativa por sobre la participativa. Doble mensaje: descartaba la movilización reivindicativa como corporativa y proclive a la desestabilización y haciendo utilización estratégica de ella ante el peligro de regresión autoritaria o de la inminente “vuelta al pasado”. El sindicalismo ya es visto como política corporativa en la sociedad, comienza a perderse esa soldadura de los intereses de la clase trabajadora como asociados a los intereses nacionales. El posterior incumplimiento gubernamental de las promesas electorales, la declinación del nivel de vida de amplios contingentes y la utilización estratégica de esta movilización terminaron generando desencanto.
Se agrega un fenómeno novedoso producido a fines de los 80: los estallidos sociales. La brusca dislocación de situación de pobres estructurales producida por la hiperinflación provocó estas movilizaciones de carácter anómico. A los saqueos se agregaron barricadas en barrios que despertaron una psicosis colectiva, por lo cual las clases medias consideran a los pobres como enemigos e invasores y, por primera vez, se toma conciencia de la situación de pobreza de millones de personas.

CONSOLIDACIÓN Y DELEGACIÓN. Llegada del peronismo al poder, el golpe de gracia para el modelo de acción colectiva. El menemismo deviene un agente disgregador final de un movimientismo que parecía venir a restaurar. El nuevo gobierno pronto va a mostrar que no buscaba aumentar la participación popular como lograr la confiabilidad del establishment. De allí que promoviese una fuerte concentración del poder en la figura presidencial e intentase legitimar el cambio orientado por los sectores dominantes como el único posible.
Quiebre de la vinculación de la clase obrera con el peronismo. El ala política del oficialismo se fortalece en medida que se debilitan sus vínculos con el sindicalismo: concreción de un pacto implícito por el cual los sectores mayoritarios debían reducir sus expectativas redistributivas como condición de la ansiada estabilidad.
La ineficacia y doble discurso del primer gobierno + el brusco viraje ideológico gubernamental del segundo, terminará favoreciendo las tendencias a la delegación. También esta tendencia es favorecida por los fracasos de los modelos socialistas del Este y la complejización del cuadro mundial, y por la falta de alternativas frente a la aparición del neoliberalismo como modelo hegemónico.

 

Explique los cambios en las lógicas de acción colectiva. Ejemplifique.

La movilización que dio origen al Estado nacional-popular ya no será garantía de detención de políticas económicas desfavorables o la inductora de un modelo de desarrollo determinado. Los momentos claves de esta modificación serán la movilización por el levantamiento carapintada de Semana Santa, las huelgas generales realizadas por la CGT de Ubaldini y las derrotas de las huelgas contra las privatizaciones de Entel y Aerolíneas en el inicio del plan de privatizaciones de gobierno peronista. La movilización ya no describe un amplio arco de solidaridades sobre la política global: representa la protesta exclusiva de aquellos directamente afectados.

A fines de los 80 la movilización de los derechos humanos declina al ver frustradas sus aspiraciones a que se hiciera justicia ante las violaciones ocurridas durante la dictadura.

En los 90, la presión directa de las masas carece tanto de capacidad de bloqueo productivo como de interpelación ética. La huelga general ya no aparece como el hecho central del día y donde la reivindicación de los derechos humanos se debilita frente a la creciente preocupación por el presente y la supervivencia.

El Plan de Convertibilidad termina por transformarse en un nuevo punto de inflexión. Los beneficios derivados de la estabilidad económica implican una suerte de aceptación del ajuste, a partir de lo cual se produce un vuelco de expectativas.

La nueva situación recrea un contexto sumamente hostil para la acción colectiva basada en una comunidad de intereses amplios como las de tipo clasista o corporativo. Los ajustes generan una diferenciación creciente de intereses y un nuevo tipo de dualidad, separación entre sectores organizados y no organizados, reducción de la clase obrera y ampliación de la informalidad. Se trata de la contradicción incluidos-excluidos. Un conflicto que más que expresarse como acción colectiva ofensiva contra el sistema, pasa a constituirse en la búsqueda de inclusión en éste. No permite constituir áreas de solidaridad automáticas entre todos los afectados y que se compone de una serie de grupos relativamente pequeños y de categorías rápidamente cambiantes.
Lo singular del nuevo proceso de modernización es que excluye a los ya integrados.

La desocupación masiva y prolongada hace que el sistema de status y roles se vuelva altamente inestable.

Es la ruptura de las solidaridades que caracterizaron la anterior sociedad, trastoca el sistema de estratificación (desde clases a familia) y desocializa y aísla al individuo, recluyéndolo en sus grupos más próximos.

Deja de existir una comprensión homogénea sobre las medidas gubernamentales para pasar a una recepción dispar de políticas que se convalidan con referencia a la estabilización.

La gente, más que guiarse por las grandes definiciones político-ideológicas, empieza a hacerlo por el comportamiento de variables que hacen a la estabilidad y aspectos micro y locales. Esto determina lógicas diferentes de acción colectiva: la del informal vinculada a la supervivencia y la del formal asociada a la calidad de vida. El estar fuera de la protección del mundo del trabajo asalariado explica la escasa vinculación de los informales con las movilizaciones contra el ajuste. La condición de excluido supone una carencia de los medios necesarios para la constitución de la ciudadanía y la participación organizada en el escenario político.

 

Explique el significado de la siguiente frase: “La nueva modernización constituye lazos más débiles entre sociedad civil y Estado, favoreciendo una cultura más pragmática e individualista”

En la sociedad civil predominan frente al conflicto tendencias a la resolución individual y económica del mismo. Se produce mayor descreimiento en la organización como alternativa. La disminución de la participación en organizaciones políticas y gremiales es un fenómeno multicausal: es fruto también de la configuración de una sociedad más compleja, donde la gente tiene mayores problemas con menor tiempo disponible para resolverlos. El cambio es el paso de una racionalidad más signada por el autointerés. La declinación por el compromiso colectivo es explicada por una creciente valoración de tiempo personal y la conciencia de los costos de participar sin plata y por convicciones. Es el fin de la cultura del compromiso. Se trata de una acción colectiva que cuando se produce se orienta menos por lo político gremial y más por lo socio-cultural.

 

Describa qué significa el pasaje del compromiso a la lógica del francotirador

La acción colectiva transita sobre diversos ejes donde ya no existe un único y principal aglutinador y explicativo de la realidad y donde comienza a influir crecientemente la racionalidad del cálculo costo-beneficio y la lógica del francotirador. La visión del Estado Social daba importancia al todo sobre las partes, esta nueva lógica muestra una orientación mayor a la preocupación del propio interés, a disminuir apuestas en acciones colectivas y reducir la energía disponible en la participación.

La pertenencia a los sindicatos en el período anterior era más un signo de identidad particular que el resultado de un cálculo de esperados beneficios económicos. La movilización era una obligación moral, no una inversión. En esta nueva lógica el conjunto de las preferencias que guían la acción está dominado por el mapa de preferencias egoístas antes que las solidarias o de compromiso hacia el grupo. Reemplaza la forma de movilización política de grandes actores colectivos por otra no vinculada a un conflicto central y más fragmentada. La gente mediante organizaciones sociales canaliza expectativas concretas: surgen nuevos movimientos sociales como formas de protesta y movilizaciones no partidarias ni sindicales. Acciones que parten de un conflicto específico, no pretenden tomar el poder, son monotemáticas y muestran bajo nivel de desarrollo institucional.

El pasaje de un modelo de acción colectiva vinculado a organizaciones de masas a otro de mayores componentes de acción individual y de pequeños grupos y movimientos sociales es múltiple. Para Garretón este cambio se simbolizaría como el pasaje del modelo revolucionario al modelo político de acción colectiva y del paso de una política de corte mesiánico, ideológico y heroico (totalizante) a una política que acepta el carácter incierto, ambivalente, debatible y limitado de esta dimensión de la acción social. La declinante participación política significa un sistema menos sobrecargado, con menores presiones desde abajo y más gobernable. En términos democráticos, se trata de un cuerpo político más desmotivado y apático, con un preocupante distanciamiento entre representantes y representados.

 

Señale de qué manera surgen los nuevos movimientos sociales y cuál fue su significación

La deconstrucción del Estado social, los procesos de recorte del gasto, la privatización, apertura, reforma impositiva, ajuste fiscal, no requieren de una movilización liberal-conservadora que apoye el achicamiento del Estado, sino de comunicación y medidas económicas que desarticulen anteriores áreas de solidaridad, fomenten la delegación y se presenten como inevitables.

El conflicto capital-trabajo no tiene la misma centralidad que tenía durante el período de la guerra fría. Surge la conflictividad del postindustrialismo más compleja y múltiple. Surge un modelo de acción colectiva junto al quiebre de las utopías sociales y la desaparición del rol del Estado como garante del desarrollo. Se relaciona con la pérdida de certezas, una situación más insegura del mercado de trabajo, el aumento del autointerés y determinaciones de demandas más puntuales. Es la quiebra de lealtades vinculadas al crecimiento económico industrial-estatal y el surgimiento de otras más horizontales. Otras comienzan a ser importantes para la construcción de identidades y de acción colectiva: el género, la edad, lugar de residencia, empresa, profesión, región. Lo que viene a perder fuerza es cualquier principio simple de separación o división del mundo social.

 

Analice por qué se produce el pasaje de una movilización de masas a otra fragmentada por temas puntuales

El pasaje de una movilización de masas a otra fragmentada por temas puntuales y sociales muestra la inexistencia de un conflicto permanente y central. Los nuevos conflictos son limitados a un objetivo inmediato y generados sobre un modo adaptado a su finalidad. Supone mayor distanciamiento entre movimientos sociales, partidos y Estado.

Hay un cambio también en las formas de lucha. En el anterior modelo, estas se vinculaban a la huelga, la movilización, organización de base fabril y agitación y en algunos casos la violencia. En el nuevo se produce una vinculación entre el petitorio, los medios de comunicación y la justicia. Los nuevos movimientos sociales parecen multiplicarse como medida de protesta acotada.

En el nuevo modelo no predomina una movilización espectacular sino que la tendencia es atender pequeños proyectos que aparecen relacionados con necesidades concretas. Hay un desprestigio creciente de los partidos y un rechazo a su intervención en la vida de los movimientos. Los partidos son percibidos como introduciendo lógicas de manipulación y apropiación de las reivindicaciones, constituyendo una amenaza para las organizaciones populares. La desconfianza deriva del temor de perder lo obtenido.

Cada vez es más compleja la vinculación entre movimientos sociales y partidos políticos. Esa vinculación muestra una utilización estratégica de ambos lados: partidos que refuerzan su capacidad de oposición y movimientos que colocan su demanda en la agenda.

 

Explique las características de:

movimientos sociales de supervivencia: se estructuran en relación con necesidades básicas insatisfechas como vivienda, trabajo, salud, educación. No parten de una perspectiva de cambio global y tampoco aspiran a tomar el poder sino a ejercer una presión justa en el momento oportuno. Se sitúan entre los pobres estructurales y se vinculan a la sociedad civil desde principios de autoorganización, autonomía, etc. Sobresalen movimientos nucleados alrededor del problema de la tierra urbana (asentamientos villeros, casas tomadas, etc), los vinculados en torno del trabajo (economías populares), los movimientos de salud que constituyen redes para la formación de agentes sanitarios, las organizaciones nucleadas alrededor de la comunicación (radios comunitarias) y las organizaciones de mujeres de iniciativa local que luchan por reivindicaciones específicas.
En el interior de estas organizaciones de base se admite una mayor subjetividad y horizontalidad en las relaciones. Se produce un neocomunitarismo y se busca integrar más la subjetividad en los integrantes. Una búsqueda de unidad entre individuo y comunidad. Responden a la experiencia de comunidades integradas por individuos autónomos, por una racionalidad que constituye identidades como las trincheras defensivas de la sociabilidad comunitaria frente a los avances y las intrusiones del mercado expansivo. Esta concepción aparece como una práctica alternativa frente a las políticas de libre mercado y como búsqueda de inclusión al nuevo sistema.
Las ideologías neo comunitarias afirman un sustrato de identidades emocionalmente compartidas, rechazan la formación de jerarquías rígidas, elaboran proyectos de contestación frente al mercado y al Estado. La pérdida de certezas, del sentido único, la disolución de estructuras jerárquicas que antes cohesionaba a los grupos muestra la deconstrucción de las interpretaciones heredadas.
Hay una reformulación del pensamiento utópico que predominaba en el anterior período, vinculado con el cambio global y revolucionario. Se revalorizan los logros comunitarios, los pequeños logros, lo festivo y del hoy. También hay mayor diferenciación de las temáticas y se construye desde lo pequeño, buscándose conformar una nueva sociedad que depende de estas luchas cotidianas.

movimientos de protesta contra el ajuste: movimientos como los de lucha de docentes, jubilados, empleados públicos que trascienden la base asociativa del carácter gremial. Gozan de un amplio apoyo solidario latente mientras se relacionan con bienes vinculados a futuro o áreas cruciales del bienestar puestas en peligro como la seguridad social y la salud.
Provienen de la situación de los denominados nuevos pobres que a diferencia de los pobres estructurales, son grupos medios en declinación, incluidos en el sistema formal y que tienen capacidad para inscribir sus reclamos en los medios de comunicación. Son las víctimas de ajuste del Plan de Convertibilidad y los que sufren más duramente el problema de la crisis de representación y privación relativa: no son contenidos por el modelo ni material ni simbólicamente como tampoco por el sistema de partidos tradicionales.

movimientos de calidad de vida: propios de un proceso de ampliación de las reivindicaciones y del cambio de valores en la cultura cívica. Movimientos de la fase posindustrial o posmoderna. A veces surgen como reacciones puntuales sobre algún impacto ambiental o urbanístico. Se diferencia del período anterior donde se cuestiona la calidad de los consumos, reivindicaciones ambientales, de seguridad, de higiene y salud pública, de diferenciación sexual y de defensa del consumidor.
Son formas de participación no convencional sobre nuevos valores con un significativo componente de protesta colectiva y de vocación de influencia sobre las decisiones públicas. Se constituyen sobre los ejes de la búsqueda de identidad, autonomía y valorización de las diferencias. Tienen que ver con aspectos no directamente materiales (derechos humanos, ecología, seguridad, feminismo, etc) y son típicos exponentes de la nueva etapa de participación posindustrial.

nuevos movimientos religiosos: a partir del auge de las sectas entra la pluralización en el plano religioso y ello incide en la acción colectiva. Son movimientos que operan sobre un montaje de una religiosidad más individual y expresiva, con influencia de los mass media, menos adscriptiva y vinculada a la libre elección. Muestran la necesidad de contención de pequeños grupos, de identidad, pertenencia y reconstitución de certezas.
No aparecen sólo en las sectas sino también dentro de la Iglesia Católica dada la importancia que adquieren los movimientos carismáticos o una religiosidad más ligada a lo individual-expresivo y curativo.

 

Sintetice la nueva trama asociativa que surge en ese contexto

Aparecen con los movimientos sociales que también ayudan a conformar, las organizaciones no gubernamentales (ONGs), como una nueva mediación entre el individuo y el Estado. Se las puede considerar nuevos actores sociales. Son organizaciones fundadas en la cooperación internacional para la promoción de los sectores populares bajo el principio de la autoayuda.

Proporcionan apoyo a las organizaciones de base desde una perspectiva no asistencial y procuran activar la movilización de los sectores populares tanto en sectores seculares como religiosos. Promueven estilos de desarrollo y resolución de necesidades básicas a partir de las propias capacidades. Conquistan un espacio propio acentuando la tendencia a dejar de girar alrededor del poder central del Estado como problema principal. Dan a las clases populares y medias instancias aglutinadoras distintas de las de los partidos.

Son constructoras de una matriz de interacción diferente de la de partidos y sindicatos, un medio de coordinación horizontal más que de organización y delegación hacia arriba pero sin quedar subordinadas a una instancia superior. Están vinculadas a redes más que a estructuras de incorporación altamente institucionalizadas. Las redes son instancias asociativas especializadas, incluso profesionalizadas, que dan lugar a una modalidad cultural donde se combinan la individualidad autónoma y una base comunitaria relativamente más “abstracta”, cuya manifestación límite son las redes electrónicas que conversan a través del “bulletin board”.

Transfieren capacidad de gestión, la que permite entender su aporte en la conformación de un nuevo sentido común y una distinta articulación de estas organizaciones con el Estado. Hay interés creciente por incorporar racionalidad instrumental, adquirir manejo técnico y habilidades específicas.

Frente a un mundo fragmentado, la articulación se convierte en palabra de orden para lograr una acción colectiva coordinada. La búsqueda de articulación entre organizaciones populares no siempre resulta demasiado clara ni posible, ya que estos movimientos muestran dificultades para trascender el espacio barrial. Las soluciones desde la sociedad civil generan interrogantes sobre la relación entre “microsoluciones” para macroproblemas, o sobre la eficacia de acciones de objetivos limitados en contextos estructurales muy desfavorables. Las ong’s tienen también dificultades para lograr esta articulación al presentar acciones sólo vinculadas con la fuente de financiación externa.

En lo discursivo muestran el reemplazo del concepto pueblo por el de “sociedad civil”, que juega un creciente e importante rol. Si la idea de pueblo hacía referencia a una voluntad unificada y orgánica para participar en decisiones centrales y búsqueda de una transformación global, la de sociedad civil apunta al reconocimiento de una diferenciada pluralidad de intereses, la búsqueda de autolimitados cambios y una organizada y autónoma de la sociedad civil. La fuerza que tiene este concepto parece sugerir una visión de todo social percibido en distintos niveles: el Estado, el mercado y la sociedad civil. Una perspectiva que no presupone ya la fusión sino de interacciones y reconocimientos plurales así como de búsqueda de mayor control del Estado.
Surgen nuevas demandas configuradas como de autonomía. Es sobre todo del Estado y de la política. Dentro de un discurso que parece antipolítico, hay una reivindicación de otras formas de hacer política.

 

Haga una reseña sobre lo que describe el autor de manera comparativa entre el período de movilización de masas y los nuevos movimientos sociales

El cambio estructural muestra una trama social distinta. La desarticulación de la trama societal propia del industrialismo sustitutivo y la reconstitución de una nueva. El anterior modelo promovía organizaciones que casi llegaban a la fusión con el Estado, de pocas pero fuertes y con gran poder de modificación o veto en políticas nacionales. El nuevo modelo produce una trama más plural, compuesta por pequeñas organizaciones con capacidad para influir en las decisiones públicas macro o puntuales.

Cambia la constitución del lazo social. Ahora se prioriza el individuo, la autonomía y la diversidad. No sólo son organizaciones más abiertas y horizontales, sino que tienen una tendencia mayor a contener la subjetividad de sus miembros. Es la reconstitución de una nueva trama societaria, de una sociedad que al mismo tiempo que se destroza, se reconstituye de una manera distinta.

Se produce el pasaje de las políticas universales del Estado de Bienestar hacia políticas focalizadas, asistenciales. Frente al retroceso de la calidad y cantidad de productos sociales dados por el Estado, las organizaciones y movimientos sociales empiezan a hacer cosas que antes hacía el Estado. Mayor iniciativa social, poco se espera del lado oficial porque ha reducido su aspecto dominante (el asistencialismo).

Los sectores populares se relacionan con el Estado por cuestiones específicas. Deja de existir la simbiosis Estado-movimiento popular. No se trata de acompañar un proyecto votado sino de intercambios pragmáticos. El pasaje de una racionalidad de una identificación-lealtad por la de racionalidad-intercambio es revelador de este cambio.

El ajuste estructural elimina mediaciones neocorporativas generando un corte drástico entre Estado y sociedad. Si bien el Estado no puede actuar en el campo social con la anterior fuerza integradora, la problemática social tampoco puede ser resuelta sólo en el ámbito privado.

Los movimientos sociales solos consiguen poco y el Estado, con los recursos existentes, tampoco puede hacer mucho. El asistencialismo sin vínculo con la producción y la generación de oportunidades de empleo genuino termina asistiendo antes a burocracias intermediarias que a quienes necesitan la ayuda.

Organizaciones populares se insertan en lo barrial desarrollando formas más horizontales y plurales en el intento de influir sobre las decisiones.

Los nexos institucionales son los municipios. Pasaje de una situación donde el Estado nacional monopolizaba la acción social hacia su municipalización donde programas y recursos son transferidos a municipios, ong’s e instituciones de la Iglesia. Las organizaciones de base se ligan también con lo trasnacional.

Reformulación de los modos de gestión del Estado. Quedan enfrentados ante el dilema de acentuar el clientelismo (suministro de alimentos a cambio de apoyo político) o de asumir un mayor pluralismo en la intervención pública (mayor número de emprendimientos mixtos y de corresponsabilidad con organizaciones y movimientos sociales).

Pasaje de la sociedad de masas a la sociedad de redes. No significa necesariamente mayor fuerza de la democracia ya que, junto con la multiplicidad y fragmentación se produce un fuerte cambio de relaciones de poder. Puede sintetizarse en que existe una mayor distancia entre poder efectivo y estos sectores populares y una suerte de resignación o aceptación del nuevo status.

 

Explique los desafíos que debieron enfrentar los nuevos movimientos sociales

El nuevo modelo de acción colectiva, basado en una multiplicidad de pequeñas organizaciones con demandas puntuales, presupone agregación, yuxtaposición de formas y oportunidades de participación que tienen que ver con el proceso de modernización como diferenciación y especialización funcional. Presupone mayor complejidad de la sociedad.

En estos nuevos movimientos sociales se valora una racionalidad menos ligada a la conquista del Estado, del poder y una búsqueda de mayor autonomía, democracia y pluralismos internos pero, a la vez, debilidad a la hora de modificar políticas globales. Campo popular fragmentado: mayor eficacia de las reivindicaciones puntuales en la medida en que se las separa de agregaciones más amplias. A mayor especificidad de las demandas, mayor posibilidad de éxito, también vinculado a una corta pero efectiva duración de las organizaciones.

Se diluye el anterior sentido de poder popular, porque cada vez se espera menos del Estado y de la política. Los movimientos no cuestionan el proyecto global del Estado y no son portadores de una legitimidad alternativa a la democracia liberal.

Esta perspectiva replantea la cuestión del sujeto, su reformulación y la del campo popular porque trabaja en términos del paradigma anterior y recorre un camino similar a la forma de plantear los problemas, pero cuando la sociedad ya no es la misma (falta homogeneidad de intereses y valores, pérdida de unidad política y sociocultural) se corre el riesgo de quedar a la espera del surgimiento de ese sujeto o del inminente colapso del modelo. La exclusión no necesariamente genera organización y voluntad política, sino más bien individualismo, anomia y violencia social.

Esta visión sobre los “nuevos movimientos sociales” busca superar el ingenuo optimismo de quienes quisieron ver en ellos un  nuevo sujeto histórico llamado a sustituir la fragmentada y desilusionada clase obrera en la vanguardia de la transformación global de la sociedad.

Esta expectativa sobre la reconstitución del sujeto se contradice también con el rechazo de estas organizaciones a ser representadas como forma de preservar sus identidades. Sus miembros valoran el sistema democrático, pero la política es visualizada como corrupta, ajena y un asunto de intercambios más que de lealtades.

Las tendencias actuales acentúan la diferenciación y muestran distintas lógicas entre partidos y movimientos sociales. Se consolida un modelo de acción colectiva donde movimientos y partidos funcionen con lógicas diferentes. De estos movimientos y de las nuevas formas de hacer política se espera

capacidad de contestación de políticas públicas, de generar presión sobre intervenciones abruptas del Estado o del mercado.

redefinir fuerzas que de lo contrario no tendrían ningún control ni restricción.

transformar relaciones clientelistas del Estado y descomponer formas de esta mediación de control partidario y cacicazgo punteril.

Si bien los movimientos no son un nuevo sujeto histórico, muestran un sistema político más complejo y nuevos espacios y luchas. Los DESAFÍOS que enfrentan los movimientos sociales son varios y tienen que ver con mejorar su capacidad de articulación interna y superar planteos exclusivamente basistas:

El desafío de legalización o sobre todo de lograr canales de participación efectivos con el Estado, que no supongan sólo la utilización de la protesta y el recurso a los medios de comunicación como única forma de hacer sentir sus demandas. De llevar a cambo demandas de reconocimiento por el Estado en diversos planos, de establecer una corresponsabilidad en la elaboración e implementación de políticas públicas.

El desafío de la eficacia: aumentar capacidad de presión y utiliza recursos existentes.

El desafío de la comunicación: lograr una mayor utilización de los media para que sus problemáticas puedan efectivamente figurar en la agenda.

 

José Natanson - Cultura, juventud y política en los años del kirchnerismo

Explique por qué para el autor la juventud es el saldo de un momento histórico preciso

La definición más clásica de juventud alude a la idea de “moratoria social”: el período que se inicia con la capacidad de reproducción y termina cuando los jóvenes asumen ciertas responsabilidades vinculadas al trabajo y la formación de un nuevo núcleo familiar. Se debería reconocer que la juventud, como sujeto social, es el saldo de un momento histórico preciso: de los “años dorados” de la posguerra, esas tres décadas de prosperidad que llevaron a una ampliación de las clases medias, una democratización del consumo y una masificación de las universidades.

 

Caracterice el período de posguerra y del estado de bienestar en relación a la juventud y su independencia económica. Ejemplifique

En el marco de un proceso acelerado de cambio económico y social, la extensión de los sistemas de pensiones alivió a muchos jóvenes del peso de sostener a sus mayores. El pleno empleo facilitó la salida del hogar familiar. La ampliación de los sistemas de bienestar (salud, educación, derechos laborales) ayudó a estirar los años de estudio y convirtió a las universidades en un fenómeno de masas. Inventos revolucionarios en campos de la medicina (ej. la píldora anticonceptiva), el entretenimiento (televisión) y la tecnología (era del conocimiento) fortalecieron la autonomía económica de los jóvenes y crearon una nueva subjetividad juvenil.

Casi todas las cosas que hoy identificamos instintivamente con la idea de juventud surgen después de la Segunda Guerra Mundial, cuando el capitalismo convierte a una juventud autónoma y con recursos en un nuevo sujeto de consumo, con el rock como su expresión más masiva.

El punto más alto de esta irrupción juvenil fue la seguidilla de rebeliones que estallaron hacia el año 1968. En el breve lapso de un par de años, jóvenes de diferentes países sorprendieron al mundo con una potencia de cambio hasta entonces desconocida. La juventud se convertía, además, en un actor político.

 

Describa los puntos de inflexión que se inicia con la crisis petrolera de 1973 y cómo incide en los sectores juveniles el cambio de paradigma económico

La crisis del petróleo de 1973 marcó el inicio del declive del modelo de bienestar de la posguerra, el mismo que había propiciado el surgimiento de la juventud. El cambio de paradigma económico hacia una ortodoxia cada vez más fuerte creó un contexto muy diferente al de los años 60 y primeros 70. En 1989, la caída de Muro de Berlín canceló el socialismo como horizonte orientador de la política y terminó de crear el nuevo clima de época. La juventud, en tanto movimiento social, desapareció de la escena política y se confinó cada vez más a los mundos despolitizados del deporte, el espectáculo y la delincuencia. En los años 80 y 90, la intensidad política de los jóvenes se fue apagando.

Actualmente, estamos ante el resurgimiento de la juventud como protagonista de los procesos políticos contemporáneos, con el desarrollo de prácticas e imaginarios propios, diferentes tanto de aquellos desplegados por las juventudes de los años 60 y 70 del siglo XX como de los de las generaciones adultas que participan en la vida pública.

 

Sintetice las principales causas de la repolitización juvenil y cuáles son los indicadores más elocuentes de esta transformación

Estamos ante una juventud más educada que nunca. La tasa de alfabetismo aumentó, a escala mundial, del 76% en 1999 al 83% en 2008. Los jóvenes de hoy tienen acceso al conocimiento, la información, la cultura y los diferentes modos de vida como nunca antes en la historia, posibilitado por el avance de las nuevas tecnologías. La brecha digital entre pobres y ricos se ha revelado menos profunda de lo que se pensaba y parece centrada, más que en el acceso, en el tipo de uso. Las nuevas tecnologías brindan la posibilidad de acceder a información de manera más rápida y barata.

 

Relacione ampliación de capacidades con las oportunidades reales que tienen los jóvenes. Ejemplifique

El Informe de Desarrollo Humano sobre Juventud en el Mercosur identifica como la “brecha fundamental” la distancia entre, por un lado, los conocimientos y habilidades de los jóvenes (sus posibilidades) y por el otro, la realidad del mundo laboral actual, marcado por el achicamiento, la precarización y el desempleo (oportunidades reales).

La contracara de la ampliación de capacidades son las oportunidades reales que tienen los jóvenes. Como consecuencia de una serie de procesos de alcance planetario (globalización, financiarización de la economía, movimiento acelerado de los flujos de capital, rol principalísimo del conocimiento y la incorporación de nuevas tecnologías) el trabajo ha perdido centralidad, al menos si se compara con el modo en que se organizaba en la sociedad industrial (puestos permanentes y estables, con sindicato y cobertura social). Uno de los principales problemas es el desempleo estructural. Hay que añadir un subempleo creciente, incluso en economías superdesarrolladas, junto con una extendida precarización, que dificulta el acceso de todos los trabajadores a los beneficios de la seguridad social, el seguro contra accidentes de trabajo y la indemnización por despido. Estas tendencias golpean sobre todo a los jóvenes.

Ejemplo: los jóvenes “indignados” en España.

 

Explique cuáles serían las consecuencias del subempleo, trabajo precario y tareas de baja calificación en las que deben insertarse los jóvenes en el mercado de trabajo

La precariedad, las tareas de baja calificación y la desprotección son los rasgos fundamentales que caracterizan la inserción laboral de los jóvenes en todo el mundo. Pero al mismo tiempo se trata de jóvenes más educados, con un acceso a la información y la cultura mucho más amplio y una conciencia del mundo mucho más extendida. Esta brecha explica por qué se generan desencanto, frustración y bronca en buena parte de los jóvenes del mundo, que últimamente han comenzado a convertir ese estado en una incipiente politización.

 

Describa por qué la crisis de 2001 puso en evidencia el quiebre del imaginario del progreso social que caracterizó históricamente a la Argentina

La verdadera explosión de participación juvenil se produjo en diciembre de 2001, en simultáneo con el desplome de la convertibilidad y la conmoción política de los cinco presidentes. Un creciente número de jóvenes comen

zó a salir de sus “mundos privados” para acercarse a la política. Muchas trayectorias vitales de jóvenes pertenecientes a los sectores medios o populares coincidían con la evolución más general de la situación económica, social y política de la Argentina. Se declaraban conmovidos por sucesos que habían afectado su vida cotidiana: la pérdida del trabajo del padre o la madre o ellos mismos; la sensación de estafa derivada de la confiscación de “los ahorros de toda la vida”; la necesidad de salir al barrio y tomar contacto con las organizaciones sociales o comunitarias capaces de interceder ante el Estado para conseguir comida o gestionar un plan social.

Casi todos coincidían en situar el año 2001 como un quiebre en sus biografías, como la irrupción de un suceso inesperado que de algún modo puso en entredicho su relación con el mundo de lo público, las instituciones y la política. Adquiere relevancia la noción de generación, definida a partir del proceso de socialización en un mismo entorno histórico (en este caso marcado por los traumas de la crisis). Cada generación constituye una especie de hermandad ante los estímulos de una época; en cierto modo, vive en un mundo totalmente diferente al de las demás.

No parece casual que el momento más dramático del ciclo de movilizaciones sociales posterior al estallido de diciembre haya tenido como protagonista a dos jóvenes: los militantes Maximiliano Kosteki y Darío Santillán.

La crisis de 2001 puso en evidencia el quiebre del imaginario del proceso social que históricamente caracterizó a la Argentina. Los hijos de inmigrantes podían integrarse a las corrientes de la modernidad y el progreso, en definitiva, estaban destinados a vivir mejor que ellos. Los jóvenes de hoy, hijos de la crisis de 2001, constituyen la primera generación que corre el riesgo de vivir peor que sus padres.

 

Explique cuándo y porqué comienza el impulso repolitizador. Establezca algunos indicadores elocuentes de este proceso

El impulso repolitizador registra un tiempo largo, cuyo origen puede situarse en los focos de protesta por las políticas de ajuste y privatización del menemismo y un primer pico de participación durante la crisis del 2011. Luego el movimiento juvenil adquirió otras formas y también la construcción de una nueva hegemonía política, que implicó una nueva pax peronista. En esta etapa la mayoría se encolumnó detrás del kirchnerismo.

El encuentro entre los sectores juveniles activados en política y el kirchnerismo comenzó apenas Néstor Kirchner asumió el poder, en mayo de 2003, cuando los primeros núcleos militantes se acercaron al gobierno. La confluencia inicial se produjo de manera silenciosa en un período en que el kirchnerismo aún vacilaba entre diferentes opciones de afirmación política (entre la construcción de una mayoría dentro del peronismo que heredara lo mejor del duhaldismo y la posibilidad de apoyarse en un sector extrapejotista por medio de alianzas como la transversalidad o la Concertación Plural). El kirchnerismo exploró diferentes alternativas, entre las cuales la juventud fue sólo una de ellas.

El verdadero salto en masividad y presencia pública de los jóvenes dentro del dispositivo oficialista ocurrió en ese lapso de 2 años y 3 meses que comenzó con una derrota (el voto “no positivo” del vicepresidente Cobos en 2008) y concluyó con una tragedia (la muerte de Néstor Kirchner el 27 de octubre de 2010). La etapa empieza mientras el kirchnerismo se sitúa por primera vez a la defensiva como minoría intensa que despliega una estrategia de resistencia cuyos ecos se sentirían por años. El gobierno ordenó la reestatización de las AFJP, sancionó la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, impulsó la Ley de Matrimonio Igualitario y organizó los festejos del Bicentenario. Fueron los meses dorados del kirchnerismo, terminando de consolidarse el liderazgo de Cristina Fernández. Nacieron los dos dispositivos ideológicos más expresivos del ciclo: el colectivo de intelectuales Carta Abierta y el programa de la TV Pública 678, con su estratégica decisión de llevar la política militante al prime time de la televisión de aire.

En simultáneo, la militancia juvenil kirchnerista confluyó en una sola organización, La Cámpora, nacida formalmente en 2006 cuya ampliación se sitúa claramente en esa etapa y cuya gran aparición pública se produce en el acto del Luna Park el 14 de septiembre de 2010, en el que se presenta el “Nestornauta” como símbolo de la agrupación.

 

Elabore un cuadro que sintetice las características de las nuevas militancias políticas, estableciendo las diferencias con las militancias del pasado

Crisis del militante total”. En la anterior ola de politización juvenil, la militancia asumía un formato totalizante. En los años 60-70, aunque se tratara de un “momento juvenil” de cada trayectoria vital, la militancia se presentaba como una ocupación de tiempo completo, muchas veces exclusiva y casi siempre excluyente. En los casos más extremos, era un estilo de vida a partir del cual se ordenaban el resto de las variables. En los relatos de la mirada setentista aparecen casos en los que cuestiones de neta índole personal eran discutidas y tratadas en el marco de las organizaciones políticas o político-guerrillera,s con una deriva particularmente cruel en aquellos grupos que establecían reglas rígidas respecto a la vida íntima de sus miembros. En algunos casos incluían castigos a comportamientos considerados intolerables, como la homosexualidad. La izquierda de los años 60-70 era una izquierda de la igualdad y no de la diferencia, concebida desde la teoría alrededor de la tesis que la desigualdad socioeconómica era la única desigualdad realmente importante. Hubo que esperar hasta una oleada de gobiernos progresistas en América Latina para que el igualitarismo social se compaginara con los reclamos pluralistas y multiculturales.

En esa época, y en un contexto en el que la utopía revolucionaria funcionaba como principio estructurante de la política, la militancia solía adoptar un tono grave, severo, sacrifical.

En la actualidad, desprovista de este ideal totalizante, la militancia no funciona como proyecto de vida sino como un tema más, que se suma a las exigencias cotidianas de trabajo, la vida familiar, los círculos de amigos e incluso los hobbies y el disfrute del ocio y el tiempo libre. El resultado es una amplia gama de intensidades de militancia que varían de persona  a persona.

Esta “militancia de geometría variable” va desde el militante virtual hasta aquel que asiste a los actos públicos o el que participa de actividades territoriales, tareas vinculadas al trabajo social o en la unidad básica. El extremo es el profesional de la política, que dispone de un cargo en el partido, el sindicato o el Estado.

Lejos de los compromisos totalizantes del pasado, lo que se recoge de los testimonios de los jóvenes militantes de la actualidad es una serie de trayectorias vitales en las que los niveles de implicación política cambian a lo largo del tiempo, en función de diferentes cuestiones. Se produce una suerte de inversión entre la relación vida pública/privada típica de la militancia de los años 60-70.

 

Explique cómo se construye hoy la identidad juvenil

La identidad juvenil se construye hoy a partir de grupos de pertenencia diversos, que pueden girar en torno a ciertos hábitos, hobbies, preferencias deportivas, orientaciones religiosas y, de forma muy notoria, consumos culturales. La política no excluye una dimensión lúdica y estructural, es una más entre otras identidades posibles, lo que ha llevado a algunos autores a hablar del paso de la idea de militancia a la de participación.

 

Describa la relación entre militancia y nuevas tecnologías y cuál es el cambio más significativo que se percibe en la relación juventud-adultos

El fondo sobre el que se recorta la nueva militancia es la omnipresencia de las tecnologías de la información y la comunicación. En términos generales, las nuevas tecnologías facilitan el intercambio de información y bienes culturales y, en un flujo acelerado, crean nuevas formas de interacción social, alteran nuestra forma de ver el mundo y de entender la realidad. Contribuyen a desarrollar nuevas habilidades, el mundo de los hipertextos supone la apertura de varios rumbos diferentes y alternativos a la secuencialidad serial, lo que implica una dilución de las jerarquías de lectura clásicas y la posibilidad de direcciones múltiples. Se construyen así discursos más horizontales a partir de diversos retazos. El ciberespacio crea una sensación de proximidad espacio-temporal, como si las clásicas categorías se achicaran y abre la posibilidad de realizar varias actividades a la vez. La distinción offline/online se diluye. Los “nativos digitales” son una generación nacida y criada en el ciberespacio, donde se mueve como si estuviera en su casa, en oposición a los adultos, migrantes a la digitalidad que tuvieron que aprender a utilizar las nuevas herramientas. Ha generado un fenómeno inédito: los jóvenes saben cosas que sus padres, a menudo tecnofóbicos, directamente ignoran.

Esto modificó de manera radical la forma en que los jóvenes se relacionan con los adultos, lo que, a su vez, incide en los modos de la politización juvenil. La juventud de los años 60 y 70 era una juventud que se afianzaba contra los mayores. La idea de juventud asumía un carácter de verdadera lucha entre generaciones. Hoy, en un contexto menos represivo que el del pasado, la militancia juvenil, aunque pueda asumir reivindicaciones generacionales, no necesariamente se presenta contra las generaciones mayores. En la vida cotidiana, los jóvenes alcanzan con los adultos un “nuevo pacto familiar”, un equilibrio entre sus demandas de autonomía y el respeto por las reglas del hogar impuestas por los padres, a cambio del cumplimiento de ciertos requisitos por lo general educativos.

 

Explique la relación entre nuevas tecnologías y militancias virtuales

Las nuevas tecnologías contribuyen a cambiar la percepción del mundo, crear nuevas subjetividades y modificar la relación entre generaciones. También inciden en la apertura de nuevos espacios de visibilidad y, en ocasiones extremas, resultan claves para romper cercos de desinformación. De este modo, impactan en la política.

Las redes sociales funcionan cada vez más como un escenario de discusión, debate y confrontación que se superpone con otros, más clásicos, como las calles y los medios de comunicación. En el caso argentino, la explosión bloguera que acompañó el proceso de reconstrucción del kirchnerismo. El clima de tensión política que marcó el resurgimiento kirchnerista pos-125 generó esta explosión de militantes virtuales. Los blogs demostraron una vitalidad ausente en los medios de comunicación tradicionales y una capacidad de reacción mucho más ágil que les permitía tomar posición rápidamente y llegar con opinión antes que la televisión, la radio y los diarios. La breve primavera bloguera de 2008 demostró cómo las nuevas tecnologías generan espacios virtuales que habilitan posibilidades de creación impensadas.

La segunda experiencia es la de Twitter. Hoy, una parte del debate que antes se reflejaba en los blogs se ha encauzado en Twitter, aunque con sus propias reglas: en principio, la brevedad de los 140 caracteres y la inmediatez obligatoria, que formatean la discusión hacia argumentos simples, contundentes e ingeniosos. Se ha convertido en un espacio nuevo de discusión política, elaboración de climas y creación de opinión pública.

 

 

Explique las características esenciales de la militancia macrista, de sus dirigentes y de sus propuestas políticas y la relación con diferentes ONG

La repolitización juvenil se verifica también en otros partidos como la izquierda tradicional, que ha experimentado un crecimiento electoral importante y ha adquirido una visibilidad pública inédita, y en el PRO (Propuesta Republicana). El punto de partida de la militancia macrista es el mismo que el del kirchnerismo: el profundo sacudón producido por la crisis de 2001. Diversos sectores de las clases medias y medias altas urbanas adquirieron una renovada sensibilidad respecto de la política, el país y los asuntos públicos.

Creado alrededor de la figura de Mauricio Macri, el PRO es una fuerza en la que confluyen los restos supervivientes de los partidos de derecha de los años 80-90 como la UceDé (Unión del Centro Democrático de Alsogaray) o Acción por la República (de Domingo Cavallo), los tradicionales partidos federales (Federal y el Demócrata) junto con sectores del peronismo y el radicalismo.

Lo que constituye su marca de fábrica es la capacidad de incorporar a dirigentes, técnicos y militantes sin contacto previo con la política, provenientes del mundo empresarial y del equívoco campo de la “sociedad civil”. Muchos de ellos participaron en diversas experiencias de voluntariado social, ya sea en ONGs del tipo Un Techo para mi País o en instituciones religiosas. Esta vía de acceso a la política es diferente a la recorrida por la militancia kirchnerista, que proviene de orígenes más diversos. Probablemente se explique por la mayor diversidad de la militancia kirchnerista en comparación con una homogeneidad de clase más marcada del macrismo, incluida su rama juvenil.

Si el origen de ambas militancias se sitúa en el mismo momento histórico, la militancia macrista asume algunas características que la diferencian nítidamente de las propias de los partidos tradicionales. Se destaca una dimensión moralizante que sintoniza con las experiencias de voluntariado y emprendedorismo social, que enfatiza valores como la entrega y la generosidad para “donar” tiempo y esfuerzo a pesar de las dificultades que impone la política cotidiana. Est “autoconstrucción moral” resume el núcleo sacrificial implícito de la militancia estilo PRO: la idea de que el militante es alguien que podría estar triunfando en su mundo privado, profesional, deportivo o empresarial y que, en cambio, se involucra en los asuntos públicos por el bien del país.

Por eso, quizá más que en otros partidos, la militancia es vista en el PRO como una dimensión más de la vida, que se suma a las obligaciones laborales y familiares sintonizada con la búsqueda espiritual, el ocio y el juego.

Sin una tradición política a la que recurrir ni marchia que cantar, sin boinas blancas ni héroes que recordar, los dirigentes del PRO recurren a lo que tienen más a mano, al universo cultural de su memoria emotiva. Forman un partido que no apela a una tradición precedente y no se sienten obligados a mencionar a Perón o a Yrigoyen, por supuesto, pero tampoco a Sarmiento, a Alberdi o a quien sea. Un partido que no le debe nada a nadie.

 

Elabore un cuadro que sintetice la relación entre juventud y cultura política en la actualidad

La juventud se convirtió en protagonista central de la política en el S XXI en la Argentina y el mundo. La politización juvenil y el hecho de que buena parte de ella se produzca en clave kirchnerista harán que el kirchnerismo sobreviva como cultura política más allá del resultado de las elecciones, del poder institucional que conserve una vez que su líder se retire del gobierno y más allá de la influencia que logre mantener dentro del peronismo.

La cultura política es el modo en que una sociedad organiza sus intereses y valores, tramita sus conflictos y se da a sí misma un orden que refleja su idiosincrasia y que es el saldo, siempre provisorio, de su historia. Fue rescatada por los estudios pioneros de Almond y elevada a una categoría científica que permite medir, analizar y comparar diferentes países y períodos históricos.

Las principales orientaciones políticas del kirchnerismo definen un núcleo básico de ideas compartido por un porcentaje mayoritario de la población. La cultura política no es diáfana y unívoca: es un suelo denso sobre el que se mueven los actores, las fuerzas productivas, las organizaciones sociales, las corporaciones, los lobbies. La cultura política de la transición a la democracia, simbolizada en el alfonsinismo, sigue de algún modo presente, expresada en el rechazo contundente a cualquier forma de violencia política, en la idea de tolerancia de la diversidad y sobre todo en el consenso acerca de que la democracia es el único camino para resolver las diferencias políticas.

Las culturas políticas se superponen unas a otras: el núcleo de orientaciones y valores expresado por el kirchnerismo perdurará. La juventud podrá desempeñar un papel fundamental, los jóvenes que nacieron en los 60-70 y hoy oscilan entre los 30 y 40 años retienen de la dictadura recuerdos borrosos y fragmentados, conservan una imagen lejana del alfonsinismo y guardan la experiencia vívida de haber atravesado su juventud durante los años 90. Ya habían pasado los años más críticos de la adolescencia cuando Kirchner llegó al poder. El impacto más fuerte que produjo esa enorme novedad política que fue el kirchnerismo se verifica en los jóvenes nacidos en los 80 y 90, una generación que vivió su infancia durante el menemismo, a la que la crisis del 2001 sorprendió en un momento especialmente sensible.

La cultura política sedimentada durante el ciclo kirchnerista, aunque extendida a buena parte de la sociedad, dejará en ellos una marca especial. Los jóvenes son los vectores de la cultura política del kirchnerismo, que es la expresión argentina del ciclo histórico que, con diferencias y matices, se instaló en América Latina a partir del fin del ciclo neoliberal. Produjo una serie de transformaciones económicas, sociales y políticas profundas cuyos efectos se sentirán por años. Porque es menos evidente, porque resulta difícil de medir y porque en definitiva se trata de una antimateria invisible y opinable, las transformaciones en la cultura política producidas durante la era kirchnerista han sido menos estudiadas.

 

Establezca las diferencias fundamentales entre la militancia kirchnerista y la macrista

 

 

MILITANCIA KIRCHNERISTA

MILITANCIA MACRISTA

Punto de partida

Crisis del 2001

Sectores sociales involucrados

Clases medias y populares

Clases medias y medias altas urbanas

Causas de militancia

Crisis del 2001 como irrupción de un suceso inesperado que puso en entredicho su relación con el mundo de lo público, las instituciones y la política. Afectó su vida cotidiana con la pérdida de trabajo y de los ahorros de toda la vida, la necesidad de salir al barrio y tomar contacto con organizaciones para conseguir comida o gestionar un plan social. 

Como dimensión moralizante  y experiencia de voluntariado y emprendedorismo social, enfatizando en valores como la entrega y la generosidad para “donar” tiempo y esfuerzo. Hay un núcleo sacrifical implícito, la idea de que el militante se involucra en los asuntos públicos por el bien del país a pesar de que podría estar triunfando en su mundo privado.

Partido político

Frente para la Victoria

Propuesta Republicana

Organización juvenil

La Cámpora

Juventud PRO

Figuras políticas influyentes

Néstor Kirchner, Cristina Fernández, Juan Domingo Perón y María Eva Duarte 

No apelan a una tradición política precedente


 

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