Altillo.com > Exámenes > UBA - CBC > Filosofía


Resumen de Hegel: Filosofía de la Historia  |  Filosofía (Merlo - 2010)  |  CBC  |  UBA

FILOSOFÍA DE LA HISTORIA. HEGEL.

I. LAS MANERAS DE TRATAR A LA HISTORIA Y PRINCIPIO GENERAL DE SU CONSIDERACIÓN FILOSÓFICA.

Hay tres formas posibles de tratar la historia universal filosófica:

a) La simple historia.

En ella los historiadores (como Herodoto y Tucídides) trasladaron al reino de la mental representación aquello que había sucedido en el exterior. La manifestación externa viene trasplantada al concepto interior. Las leyendas, romances y demás narraciones transmitidas por tradición no se incluyen, ya que son formas algo confusas y no constituyen lo histórico de los pueblos.

Los autores de la simple historia transforman las acciones, acontecimientos y situaciones de su tiempo en un producto conceptual. Describe aquello en que más o menos participó. Se dan cortos espacios de tiempo, individuales conformaciones de hombres y acaecimientos. No incluye reflexiones, vive en el espíritu del asunto y no se halla más allá del mismo. Los discursos de, por ejemplo Tucídides no fueron pronunciados tal como fueron presentados.

Además los discursos de unos pueblos a otros o las naciones y príncipes son partes de la historia. Lo que hace decir el historiador no es una conciencia enajenada, sino la de los que hablan según una propia formación.

Los historiadores en la Antigüedad fueron capitanes y hombres d3e Estado eminentes; en la Edad Media tuvieron un gran papel político. En la Edad Moderna, la cultura es muy interpretativa y transforma en seguida todos los acontecimientos en informaciones para el entendimiento. Son más esclarecedoras, tienen riqueza de contenido y la iondicacion precisa de medios y motivos (ej, memorias francesas)

b) La historia reflexionada

Es la historia que está más alla del presente, no en relacion al tiempo sino con el espiritu. Se distinguen como especies:

1) La historia general. Lo principal es la elaboroacion del elemento histórico que es abordado por el historiador mediante su propio espiritu. Son importantes los principios del autor.

Los franceses e ingleses: saben cómo se escribe la historia, pues tienen una cultura universal y nacional más alta. Los alemanes, en lugar de escribir historia, buscan como escribirla. Se tiene como objetivo describir la totalidad de la historia de un pais.

Se interpreta una historia que se proponga abarcar largos periodos o toda la historia universal. Debe renunciar la exposición de detalles y sintetizar, no solo en el sentido de que se descarten sucesos y hechos, sino en el modo de expresar una idea.

2) La historia pragmática. Los sucesos son dispares, pero por lo general es uno. Esto elimina el pasado y hace actual el acontecimiento. Las reflexiones pragmaticas en tanto son abstractas son tambien lo actual y vivifican los relatos del pasado para el tiempo presente.

Se puede mencionar al modo en que las reflexiones incluyen lo moral. Sin embargo los pueblos y los gobiernos jamas aprendieron algo de la historia y actuaron según las lecciones de ella.

Es unicamente la profunda, libre y amplia intuición de las situaciones y el hondo sentido de la Idea lo que puede conferir verdad e interes a las reflexiones. Una especie de historia reflexiva desplaza la otra; los materiales estan a disposición de todo escritor y cada cual puede tenerse por capaz de ordenarlos y trabajarlos e imponer su propio espiritu en ellos como si fuera el de la epoca. E

En la mayoría de los casos no ofrecen más que material. Los alemanes acuerdan con esto, pero los franceses se configuran en una actualidad y refieren el pasado a la situación actual.

3) La historia critica. Representa la forma en que, en aquella epoca, se hace la historia en Alemania. Es una historia de la historia, un juicio sobre las narraciones historicas y un examen de su verdad y autenticidad. Lo importante no reside en los hechos, sino en la agudeza del escritor que depura las narraciones.

Los franceses hicieron muchos aportes básicos y sensatos, pero no como un procedimiento historico. Escribieron sus juicios en forma de tratados criticos.

Esta alta critica debio autorizar la entrada de todas las posibles y antihistóricas invenciones de la imaginación.

4) La historia por conceptos. Es la que se ofrece como algo tan solo parcial. Es abstractiva, constituye un paso hacia la historia universal filosofica porque toma aspectos generales. Tales ramas guardan una relacion con el todo de una historia de un pueblo y solo es cuestion de si se destaca la coherencia del todo o interesan más bien las circunstancias externas.

Los aspectos son veridicos, representan un orden exterior y la misma alma interna que conduce los acontecimientos y hechos. Es la Idea el conductor de los pueblos y del mundo; y el espiritu, su voluntad racional y necesaria, es quien dirige y ha dirigido los sucesos mundiales.

c) La historia filosofica.

La filosofia de la historia es la consideración pensante de la misma: el pensar no podemos omitirlo. Es por el que nos diferenciamos del animal, y en la sensación, en el conocimiento y la comprensión, en los instintos y en la voluntad. En la historia el pensamiento queda subordinado a lo dado y a lo existente, mientras que a la filosofia le son atribuidos pensamientos propios qye la especulación crea de sí misma, sin mirar a lo que existe. Mientras la historia tiene que ensartar unicamente lo que es y ha sido, los sucesos y acciones, y es más verdadera cuando más se acerca a lo dado, la filosofia parece contradecir este hecho.

Exposición de la tesis central de la filosofia hegeliana de la historia.

El unico pensamiento que la filosofia aporta es el de la Razon: que la Razón domina el mundo tambien en la historia universal ha ocurrido todo según la Razon.

La Razon es tanto la substancia como el ilimitado poder, para si misma es tanto la infinita materia de toda la vida natural y espiritual como la infinita forma, la actuación de ese contenido suyo. La substancia es la Razon, aquello por lo cual y en lo cual toda realidad tiene su ser y existir. Es el infinito poder y el infinito contenido, toda esencialidad y verdad, para la cual constituyen la materia dada.

La Razon consume de sí y es ella misma el material que manipula. Es para si su propia condicion.

La filosofia es el deseo de cognicion racional, de comprensión y no simplemente almacenar conocimientos.

En la historia hay Razon, y la creencia de que el mundo de la inteligencia y del querer autoconsciente no queda abandonado sino que se manifiesta en la luz de la Idea que se sabe de sí misma. Sobre la historia universal, en ella ocurre todo segun la Razon, que ella ha sido el curso racional y necesario del espiritu del mundo, del espiritu cuya naturaleza es siempre una y la misma.

Dos ideas afines a la tesis hegeliana.

El griego Anaxágoras ha dicho antes que nadie el entendimiento absoluto, o la Razon gobierna el mundo.

La revelacion de la idea de que la razon gobierna el mundo tiene que ver con otra tesis: el mundo no esta abandonado al acaso ni a las casuales causas externas, sino que una providencia rige el mundo.

La oposición de la fe en la providencia y de nuestro principio tienen una base real como la reclamacion de Sócrates en el postulado de Anaxágoras (quien decía no encontrar la explicación de la naturaleza según la razon) Aquella fe es indeterminada.

Explicar la historia es tanto como desencubrir las pasiones de los hombres, su genio, sus fuerzas operantes y a esa seguridad de la providencia suele llamarsela plan.

En la historia universal, nos ocupamos de individuos que forman pueblos y de totalidades que constituyen Estados; por lo mismo, no podemos detenernos en su fe en la providencia.

La historia constituye una justificación de la providencia divina

Una cuestion que tiene mucha importancia es la posibilidad de conocer a Dios, o bien, el prejuicio de que es imposible conocer a Dios. El Espiritu es quien introduce en la verdad que él conoce todas las cosas, penetrando incluso en las profundidades de la Divinidad.

La razon gobierna y ha gobernado el mundo, tiene una conexión con la cuestión de la posibilidad del conocimiento de Dios: para no sustraernos a la sospecha de que la filosofia acaso teme o ha detener el recordar las verdades religiosas y evita el encuentro con las mismas porque respecto de ellas no tiene la conciencia tranquila.

El desarrollo del espiritu pensante, habiendose originado en esa base en base de la revelacion de la substancia divina, debe progresar hasta llegar finalmente a captar aquello que se ha ofrecido al espiritu que siente y advierte. Se reconoce entonces la producción de la Razon cradora, que es la historia universal. La Razon es la sabiduría divina.

Nuestro conocimiento se encamina a hacerse con la idea de que lo proyectado por la eterna sabiduría ha hecho aparicion tanto como en el terreno de la naturaleza, en el terreno del espiritu real y activo en el mundo.

Percibido lo malo en el mundo, espiritu pensante deberia ser reconciliado con el mal. En ninguna parte se da de tal conocimiento reconciliador, una exigencia mayor que en la historia universal. Esta reconciliación solo puede ser alcanzada mediante el conocimiento de lo afirmativo y mediante la conciencia, por un lado, de lo que de verdad es el fin ultimo del mundo, y por otro de qye este fin último se ha realizado en él, impidiendose con ello la manifestación del mal.

II. DETERMINACION PROXIMA DEL PRINCIPIO DE LA HISTORIA UNIVERSAL.

La Razon es tomada en relacion al mundo con la cuestrion de lo que sea el fin ultimo del mundo. La historia universal tiene lugar en el terreno espiritual. El mundo engloba en sí la naturaleza fisica y psiquica; la naturaleza fisica interviene tambien en la historia universal. Pero el espiritu y el transcurso de su despliegue es lo substancial. La naturaleza la veremos silo en su relacion al espiritu, el cual se halla en la historia universal.

a) Los elementos abstractos de la naturaleza del espiritu.

El espiritu o idea es autoconciencia y es libertad; la historia constituye su despliegue. La naturaleza del espíritu puede conocerse mediante lo que se le contrapone absolutamente. Asi como la substancia de la materia es la gravedad, la libertad es las substancia o el ser del espíritu. Todas las propiedades del espíritu subsisten gracias a la libertad, son medios para la libertad. La libertad es lo unico verdadero del espíritu.

La materia impulsa hacia un centro de gravedad: es esencialmente compuesta, sus partes se excluyen entre sí, busca su unidad y con esto intenta anularse a sí misma, busca su contrario; si no lo alcanzara, no seguiria siendo materia, sino que se anularia. En cambio, el Espíritu tiene en sí el centro, no tiene la unidad fuera de sí, sino que la ha encontrado; él está en sí mismo y consigo mismo, es autoconciente. En la conciencia hay que distinguir que yo sé de lo que yo sé. Ambas cosas coinciden, pues el espíritu se sabe a sí mismo, es el juzgar de su propia naturaleza y es, a la vez la actividad de llegar a sí y de producirse a sí mismo.

La historia universal es la explicitacion del espíritu.

La libertad como fin último del mundo y de la historia .

Los orientales solo han sabido que uno es libre, mientras que el mundo grecorromano ha sabido la libertad de unos cuantos, y nosotros, por nuestra parte, sabemos que todos los hombres son libres en sí, que lo es el hombre en cuanto hombre. La historia universal es el progreso de la conciencia de la libertad.

La conciencia que el espíritu tiene de su libertad (libertad general) es la determinación del mundo espiritual (el cual es el mundo substancial al cual el mundo fisico queda subordinado) y como fin ultimo del mundo. Es la libertad en sí misma la que alberga en sí la infinita necesidad de alcanzar la conciencia y la realidad: la libertad es el fin que ella realiza y el unico fin del espíritu. Este fin último es aquello a lo que se tiende en la historia universal.

b) Los medios de la realización de la Idea.

Desconcierto ante el espectáculo de contingentes calamidades que nos ofrece la historia.

Si la libertad es el concepto interno, los medios son algo exterior. El hombre al haber actuado respondiendo a sus pasiones, intereses, caracteres y disposiciones, contruyo a la historia como una mesa de sacrificios en la que han sido víctimas la infelicidad de los pueblos, la sabiduría de los Estados y la virtud de los individuos.

La idea y las pasiones humanas como los dos principios opuestos de la realidad historica.

Por un lado, los fines se dan en nuestros pensamientos, sólo en nuestra intencion interna, pero no en la realidad, ya que aun no ha hecho el tránsito desde su interioridad a la existencia. Por otro lado, para la realidad, el segundo momento es el de la actuación y realización y cuyo principio es la voluntad, la actividad en general del hombre.

La actividad que los pone por obra y les da existencia son las necesidades del hombre, sus impulsos, sus inclinaciones y pasiones. El hallarse satisfecho en la propia actividad y trabajo es un derecho absoluto de todo sujeto. Entre tales necesidades se encuentran no solo las apetencias personales y la voluntad, sino tambien la necesidad de una propia concepción de las cosas.

A una pasion la llamamos como un interes, la personalidad humana ha de posponer a un objetivo todos sus restantes intereses y fines y se empeña en un objetivo con toda su voluntad. Nada grande se ha hecho en el mundo sin pasion.

En nuestro objeto concurren dos momentos: la Idea, y las pasiones humanas. El concreto y la unificación de ambos es la libertad moral en el Estado. Pasion es el aspecto subjetivo de la energía, de la voluntad y de la actividad en el que el contenido o el fin permanecen todavía indeterminados; y lo mismo ocurre con la propia persuasión, con el propio modo de ver y con la propia conciencia. Siempre depende de ambos el que goza de una verdadera naturaleza. Y si alguno de ellos la tiene, le ocurre, entonces entra en la existencia y es real.

El Estado como síntesis de los principios anteriores.

Un Estado está en sí bien provisto de recursos y es poderoso cuando conjuga con sus fines generales el interés privado de sus súbditos, y lo uno encuentra en lo otro su satisfacción y realización. Pero en el Estado se requieren muchas instituciones y hallazgos, organización, luchas del entendimiento y luchas contra el interés privado y las pasiones, hasta que se realice la unificación.

Pero la historia universal no da comienzo con algun fin conciente, sino que lo aporta la tendencia del hombre a la convivencia.

La historia universal empieza con su fin general de que el concepto de espíritu quede satisfecho sólo en sí, como naturaleza; este fin es su interno y más íntimo impulso conciente. Las necesidades, el impulso, la pasion, el interes particular, la opinión y la representación subjetiva existen por sí mismos.

La antítesis entre la Idea y la autoconciencia particular (o voluntad finita)

En filosofía se enseña que la Idea progresa hasta volverse objeto infinito (Idea en su manera general libre). La general Idea es por una parte como la plenitud substancial y, por otro, lo abstracto. Esta reflexión en sí es la autoconciencia particular, es lo otro frente a la Idea en general y con esto se afinca en una absoluta finitud.

El comprender la conexión a esta antítesis constituye la tarea de la metafisica.

La historia universal no es el asiento de la felicidad. Los periodos son de concordia, de carencia de antitesis. La actividad es el punto medio que hace pasar lo general e interior a la objetividad.

Las pasiones se satisfacen a sí mismas y llevan a cabo sus objetivos conforme a su determinación natural, y erigen así el edificio de la sociedad humana en el que, en pro del orden y el derecho, hay establecido el poder en contra de sí mismas.

En la acción inmediata puede darse algo más de lo que se da en la voluntad y en la conciencia del agente con la substancia de la acción y, con esto, la acción misma, se vuelve contra aquel que la lleve a cabo.

Esta unión de los dos extremos (la realización de la Idea hasta convertirse en inmediata realidad y el encumbramiento de la particularidad hasta la verdad general) se lleva a cabo bajo el presupuesto de la diferencia y la indiferencia.

Cuando queremos obrar, debemos no solo querer el bien, sino también saber si esto o aquello son el bien. Para conocer lo que es bueno o malo, justo o injusto, en los casos habituales de la vida privada hay que atenerse a las leyes y costumbres de un país.

El papel de las grandes figuras de la historia

Otra cosa sucede ya en las importancias circunstancias históricas. Aquí es precisamente donde se originan las grandes colisiones entre las leyes, deberes y derechos reconocidos y existentes, y entre posibilidades que se oponen a este sistema y lo vulneran. Estas posibilidades pasan a ser históricas constituyendo la existencia de un pueblo o Estado. Los hombres históricos, los individuos de la historia universal son aquellos en cuyos fines mora este elemento.

Los grandes hombres en la historia son estos cuyos fines particulares encierran lo substancial que es la voluntad del Espíritu del mundo. Debe llamárselos héroes porque sacan sus fines y su vocación no simplemente del transcurso de las cosas, sino de un manantial cuyo contenido es recóndito y no ha brotado hasta una existencia actual.

Estos individuos no tenian en estos fines suyos la conciencia de la Idea en general, sino que eran hombres prácticos y políticos. Las figuras de la historia universal y los heroes se reconocen en que son intuitivos, sus actos y sus palabras son lo mejor de su época.

Siendo ellos los que mejor han comprendido, más bien son los otros quienes tuvieron que aprender de ellos. El espíritu en progresión es el alma íntima de todos los individuos y esta inconsciente interioridad suya es la que los grandes hombres les elevan hasta el plano de la conciencia. Los otros siguen a estos guias de espíritus porque perciben el irresistible poder de su propio Espíritu interior, que les enfrenta. El hombre libre no es envidioso, sino que gustoso admite lo que es grande y excelso, y se complace en que ello exista.

A estos hombres de la historia se los considera según esos momentos generales que constituyen el interes de los individuos y con el sus pasiones. Son hombres que han querido y realizado algo grande. Si fuera por las pasiones o ambicion, no habrían sido hombres morales.

Lo que el hombre hay de absoluto

Lo particular se empeña en la lucha y lo que queda destruido. La Idea general se mantiene en la retaguardia. La astucia de la razon es el hecho de que ella haga actuar a las pasiones en un terreno donde sale perdiendo y sufre descalabros. Lo particular es casi siempre demasiado pequeño frente a lo universal. La Idea paga el tributo de la existencia de la caducidad no por sí misma, sino mediante las pasiones de los sujetos.

En los individuos hay algo eterno y divino en sí mismo. Esto es la moralidad objetiva y la religiosidad. Los hombres son fines autonomos tambien por el contenido mismo del fin. El hombre es un fin en sí mismo únicamente gracias a lo divino que hay en él gracias a la Razón y, en cuanto ésta es activa y se autodetermina, existe la libertad. Es precisamente aquí donde la religiosidad, la moralidad objetiva tienen su asiento y su fuente y es por eso que en sí se hallan por encima de la externa necesidad y contingencia, cuando éstas quedan encomendadas a la libertad de los individuos se hacen ellos culpables de una pérdida de lo moral y religioso.

El hombre puede ser culpable y no sólo en lo malo, sino tambien en lo bueno

Lo que hace a los hombres moralmente descontentos (insatisfacción) es que no hallan sus tiempos actuales propicios para fines que consideran lo equitativo y lo bueno. La razon, la justicia y la libertad piden satisfacerse.

La historia en nuestros días muestra la lucha recíproca de pensamientos justificadores y la lucha de las pasiones mismas y de los intereses subjetivos.

Bajo las limitaciones de la realidad contingente palpita la Idea.

Por ideal se entiende tambien el ideal de la razón, del bien y de lo verdadero. Es más facil de ver la falta de individuos, de Estados y de gobierno universal que el darse cuenta de su verdadera existencia.

La idea hacia la cual la filosofia debe llevar es la idea de que el mundo real es tal como debe ser y de que el verdadero bien y la razon divina universal son tambien el poder de consumarse a sí mismos. El bien y la razon son Dios. Dios rige el mundo y el contenido de su gobierno y el cumplimiento de su plan constituyen la historia universal. La filosofia no aspira a otra cosa que a comprenderlo.

Ante la luz pura de esta Idea divina se desvanece lo aparente. La filosofia pretende hacerse cargo del contenido y de la realidad de la Idea divina, asi como justificar la realida. Pues la razon es la preceptora de la obra divina.

La religión y la moralidad objetiva tienen la propiedad de hallarse en el alma individual de un modo verdadero, aunque no alcancen en dicha alma todo el desarrollo que proporciona la formación personal. La religiosidad y la moralidad objetiva de una vida restringida (pastor o campesino) tienen un valor infinito.

Naturaleza, fin y excelencia del Estado.

Se plantea ver cuál es el fin que ha de ser realizado a través de los medios, en qué consiste su configuración de la realidad. El material donde tiene lugar el cumplimiento del fin ultimo racional es en el conocer y en el querer humanos que, a modo de material, deviene lo racional a su existencia.

Lo esencial es la unificación de la voluntad subjetiva y de la racional: es la totalidad de lo moral, el Estado, que es la realidad en la que el individuo posee y disfruta de su libertad

La voluntad subjetiva y la pasion son lo que acciona, lo que realiza; la Idea es lo interior y el Estado es la vida existente y realmente moral. Ésta es la unidad de la voluntad general y esencial con la subjetiva, lo cual constituye la moralidad objetiva.

Las leyes morales no son arbitrarias, sino la misma racionalidad. El fin del Estado es que lo substancial impere, exista y se mantenga en las obras del hombre y en su mentalidad. El interes de la razon es que este mundo moral exista, en él se basa la equidad y el mérito de los héroes que han fundado Estados. En la historia universal solo puede hablarse de pueblos que han constituido un Estado. Éste es la realización de la libertad, el fin ultimo absoluto y subsiste en virtud de sí mismo. Todo valor y toda realidad espiritual que el hombre tiene la posee unicamente gracias al Estado. Lo verdadero es la unidad de la voluntad y lo universal y de la subjetiva; y lo universal viene, en el Estado, expresado en las leyes y en las determinaciones generales y racionales. El estado es la Idea divina.

La ley es la objetividad del espíritu y la voluntad en su verdad, y solo es libre la voluntad que obedece a la ley. Al constituir el Estado y la patria una comunidad de existencias, y al subordinarse la voluntad subjetiva de hombre a las leyes, desaparece la oposición entre libertad y necesidad.

La doctrina del Estado contrastadac on la del estado de naturaleza y la del estado patriarcal

Hay oposición radical entre nuestro principio de que el Estado es la realización de la libertad y la teoría de que el hombre es libre por naturaleza. Se admite un estado de naturaleza en general en el cual nos representamos al hombre como en posesión de sus derechos naturales en el ilimitado ejercicio y en el disfrute de su libertad.

Las dificultades con que tropezamos para el estado de naturaleza las hallamos según su concepto. La sociedad y el Estado imponen algunos cotos, pero es que se trata de la limitación de esos sentimientos embotados y de esos brutales impulsos, como asimismo de reprimir un consentido gusto por el capricho y la pasión y se crean la conciencia y la voluntad de la libertad.

La limitación es la condición de la que resulta de la liberación; y la sociedad y el Estado son el conjunto de condiciones en las cuales se realiza la libertad.

El régimen patriarcal es considerado como la relacion en la cual queda satisfecho el elemento moral y sentimental a la vez que lo juridico y la justicia misma es verdaderamente puesta por obra sólo en unión con ambos elementos y de acuerdo con su contenido.

La veneracion a la familia debe ser respetada al maximo por el Estado; es por ella que puede éste contar como miembros a unos individuos morales.

La voluntad de los individuos dentro de la autoridad del Estado.

Cuando se dice que la libertad se manifiesta en el hecho de que los particulares den su asentimiento con facilidad se comprende que aquí mencionamos únicamente su momento subjetivo. La voluntad individual como única determinación de la libertad del estado hace imposible toda constitución.

El Estado es una entidad abstracta, cuya realidad misma de orden puramente general se halla en los ciudadanos pero el Estado es real y su existencia tan sólo universal debe concretarse en la voluntad y actividad individuales.


 

Preguntas y Respuestas entre Usuarios: