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Derecho Resumen para el 1º Parcial Cátedra: Salas Prof.: Monica Clot Sede: Avellaneda 1° Cuat. de 2008 Altillo.com

Bertrand de Jouvenel


El Mito de la Solución


En el caso de los problemas políticos , existe una contradicción de términos que excluye una solución. Lo que caracteriza a un problema político es que sus términos no admiten una solución. Un problema político no puede ser resuelto: solamente puede ser susceptible de una arreglo. Se entiende por arreglo cualquier decisión a la que se llega por cualquier medio sobre la cuestión que se halla suscitado. Mientras que la solución satisface todos los términos de un problema, no ocurre lo mismo con el arreglo, porque no hay posibilidad de satisfacer todas las demandas en su totalidad. Existen 3 procedimientos para llegar a un arreglo:


Las partes que formulan el problema y formulan las demandas pueden recortar las demandas, por cansancio, mediación o por ambos, transformando las demandas incompatibles en compatibles. El problema político pasará a ser un problema que admite una solución. Pero sólo en contadas ocasiones pasa esto.
El arreglo compromisario: deja el problema en el “aire”: en cualquier momentos puede volver a plantearse. Se “mitigan” las demandas pero temporalmente y es probable que después de la negociación surjan demandas más exigentes o que loe efectos causados por el compromiso no se desvanezcan sino que se mantengan y tengan consecuencias favorables.
Aplicación de un principio o dictado de una autoridad: pueden estar unidos, cuando el dictado de una autoridad se basa en un principio. La aplicación del principio deber ser aplicado por una autoridad.


Toda decisión que no esté dictada a través de la aplicación de unos principios, debemos de considerarla arbitraria. Cualquiera que sea el principio que se invoque para un arreglo, no puede por menos de haber cierta arbitrariedad en su aplicación, ya que todos los que invoquen el problema tiene que aceptar el principio adoptado.

El mito de la solución entorpece a la comprensión de POLÍTICA: una solución no crea enemigos ni exige defensores, cosa que no sucede en el supuesto de un arreglo, cuya permanencia no puede darse por supuesto y cuyas probabilidades de supervivencia dependen de las fuerzas vivas que trabajen en apoyo del mismo. Un acuerdo específico puede contribuir al fortalecimiento o al debilitamiento del orden público en cuyo seno tiene lugar.






Robert Dowse - John Hughes

Fundamentos Conceptuales de la Sociología Política
El Problema del Orden




El orden social es el proceso por el que las interacciones son relativamente estables en el tiempo y que la forma que adoptan puede resultar a veces relativamente previsible. El problema del orden no debe considerarse como de interés inclusivo de los teóricos de tendencia más conservadora. El énfasis tradicional sobre el tema del orden tiene un contenido fuertemente empírico ya que es cierto que la mayoría de las sociedades despliegan con más frecuencia orden que caos. La preocupación por el orden ha sido una cuestión central en la historia del pensamiento social puesto que si la sociedad ha de vivir sin que pese sobre ella un sentimiento de amenaza o de probabilidades de muerte, hay que pensar en el Orden.

El hecho de que la constitución humana sea frágil y fácil de destruir hace que, para cualquier tipo de orden social, sean necesarias normas o leyes que prohíban la violencia, a no ser en circunstancias especiales. El orden no es algo que el especialista en ciencias sociales pueda considerar como dado, como el producto de la estructura biológica o genética del hombre, o un problema para el biólogo o bioquímico y no para el sociólogo. Se trata de algo problemático de que todas las sociedades experimentan alguna vez síntomas de rupturas del Orden.


La coerción como solución al problema del Orden.


La teoría de la coerción supone una concepción del hombre. Los teóricos de la coerción fundamentan sus ideas en una concepción del hombre como un individuo más bien egoísta, de mente estrecha y ansioso de poder. La naturaleza humana no cambia al vivir en sociedad. El comportamiento puede cambiar, ya que el hombre puede ser razonablemente prudente y planear con un cierto grado de confianza, pero su personalidad o sus impulsos son anteriores a la sociedad y permanecen inalterables en ella. En versiones posteriores, los impulsos son productos sociales, es decir, moldeados por la sociedad. Para Freud, los niños nacen con fuertes impulsos agresivos y sexuales cuya expresión ilimitada, pondría en peligro las estabilidad de la sociedad. En el ELLO feudiano se agazapan monstruos antisociales. Estos monstruos son controlados, aunque a veces de modo precario, por el SUPERYO, socialmente condicionado, que es el representante de los valores y las presiones de la sociedad en que madura la persona. Y si el SUPERYO no consigue controlar el individuo en su voluntad por satisfacer sus deseos mas profundos – por ejemplo el deseo del incesto – entonces la ley recaerá sobre él. La sociedad, en este sentido, es un mecanismo de coerción que, constituido a costa de la felicidad personal, conduce a un modelos de frustración – agresión que a su vez necesita de control. La ciencia social de influencia freudiana tiende a subrayar el desplazamiento de los desajustes de la personalidad sobre los sistemas sociales y políticos, haciendo hincapié entre “ las distintas configuraciones político – económicas y los diferentes tipos de personalidad. Esta concepción puede concebirse de dos maneras: Freud consideraba que los diferentes de personalidad determinaban los tipos político – económicos, mientras que una gran cantidad de estudios modernos sobre la socialización tienden a destacar el carácter determinante del entorno sobre los rasgos de la personalidad.

En paralelo a estas teorías, existe una psicología que sostiene que la fuerza es necesaria, o que al menos se aplica como correctivo a la naturaleza antisocial del hombre. Pero no es necesario que las teorías de la coerción o del conflicto social se apoyen en proposiciones psicológicas sobre la naturaleza humana (es más importante como punto de estudio la estructura social que los diferentes tipos de personalidad: el ejemplo más conocido es el de Karl Marx. Para Marx la relación entre conciencia y sociedad no es, como ocurre en Engels, un proceso unidireccional (de la sociedad a la conciencia) sino una relación de interpenetración de carácter más dialéctico: “la doctrina materialista, según la cual el hombre es producto de las circunstancias y la educación produce hombres distintos, olvida que es el hombre quien cambia circunstancias y que el propio educador ha de ser educado. Por ello, esta doctrina llega a dividir a la sociedad en dos partes, una de las cuales es superior a la otra. Antes de poder cambiar una situación, habrían introducirse cambios estructurales en la sociedad y esta tarea es la que Marx confía al proletariado. Oprimido y dependiente de su propio trabajo expropiado, el proletario llega a constituirse una fuerza conciente de sí misma como parte de una clase “clase para sí misma”. Para Marx el sistema capitalista genera conflicto, un conflicto que puede ser más o menos abierto, pero que el aparato legal en su conjunto y la ideología oficial controlan en interés de una clase, la burguesía.”

Cualquiera que fuere la fuente de conflicto en las teorías de la fuerza, bien sea producto de una configuración psicológica original del hombre o de una conciencia societalmente generada, el conflicto ha de ser contenido, y las teorías de las fuerzas la conciben, en última instancia, como origen del orden social. Según este modo de ver, el orden existe en la sociedad en gran medida como el resultado del empleo o de la amenaza de emplear el poder para asegurar la conformidad y obediencia de los otros. El hombre hace lo que se espera de él , porque si no se somete puede verse amenazado por un castigo físico una privación o una sanción.

La teoría de la fuerza supone una suerte de teoría de elite: el poder está distribuido de una forma desigual. Esta teoría se puede apreciar con mayor claridad en Hobbes, quien afirma que mientras los hombres sean iguales en términos de fuerzas y astucia será imposible toda sociedad. Toda sociedad comienza cuando los hombres establecen el Leviatán, que monopoliza el poder. Se trata de una versión más sencilla de la teoría de la elite. Hace referencia a la teoría de elite de un solo individuo (monarquia). Para Hobbes la cuestión quedaba solucionada haciendo referencia a la alternativa al monopolio, a saber, la anarquía: la sociedad vuelve a la barbarie, a la “guerra de todos contra todos”.

La interacción entre gobernantes y gobernados implica un debilitamiento de la teoría pura de la fuerza, al hacer referencia a un cierto grado de compromiso entre las dos partes o al señalar que la posición de la elite depende de una negociación. Esto es demostrable si consideramos el caso de un monopolio del poder. Desde esta perspectiva más compleja, el poder sigue estando monopolizado por unos pocos gobernantes que necesitan llegar a un acuerdo sobre las recompensas derivadas de su ejercicio (ej. sociedades dominadas por el ejercito o la marina o combinación del ejército y la marina) que de no llegar a un acuerdo, acabarán por producirse conflictos entre compañeros sobre la distribución de beneficios. Cuando aceptamos la idea de un monopolizador del poder, resulta evidente que no puede gobernar solo, que necesita el apoyo o tolerancia de las fuerzas armadas. Este era el punto de vista de Mosca cuando en la década de 1880 escribía que “el hombre situado al frente del Estado no podrá gobernar sin el poyo de una clase numerosa que haga respetar y cumplir sus órdenes, y aceptando que pueda hacer sentir el peso de su poder sobre un individuo o muchos individuos de la clase dirigente, no hay duda de que no puede estar a mal con la clase en su conjunto o prescindir de ella”. De aquí se desprende que la teoría pura de la fuerza con un solo monopolizador del poder es una imposibilidad práctica: por lo menos debe limitar su poder con algun tipo de coalición. Las coaliciones de elites dependen de las expectativas de las no-elites, consideración que supone un debilitamiento considerable de la teoría pura de fuerza en beneficio de teorías basadas en el interés o en cierto grado de consenso.


Relación entre la teoría de elite y la coerción


El modelo coercitivo considera que la fuerza es el factor primario de cohesión en la sociedad; la teoría de la elite hace hincapié en la posesión de la fuerza por una minoría. Para la teoría de la elite, las relaciones exclusivas de dominio de fuerza resultan inadecuadas para explicar el orden. Los teóricos de la elite centran su atención en tres aspectos del control:

La cohesión de la elite
La falta relativa de organización en la no-elite.
Las interrelaciones entre estos dos factores.


Para los teóricos de la elite, la fuerza es una condición necesaria del orden social, pero no es su condición suficiente. El aspecto que mas nos interesa de estas teorías es que si bien parece que apuntan a formar parte de la teoría de la fuerza, terminan apuntando hacia otras soluciones del problema del orden. Las relaciones en el interior de las elites no están basadas en la fuerza si no más bien el interés mutuo, aunque sea solo el interés común de resistir al grupo más numeroso de la no-elite. La teoría de la elite subraya también el carácter del cuerpo de la elite, como el resultado de modelos educacionales determinados, o principios ideológicos comunes, estilos de vida, orígenes étnicos, religiosos, sociales, etc. Además todos los teóricos dela elite coinciden en el apoyo de sectores claves de la sociedad como las empresas, el parlamento y el poder ejecutivo, las fuerzas armadas, las organizaciones religiosas, etc.

De esta manera queda explícito en a teoría de la elite que la relación entre los gobernados y gobernantes es de manipulación y que, por tanto, no depende de la fuerza bruta sino de la comprensión de la psicología de masas, que en general suponen que estas son sensibles a las ideologías, a los símbolos y a los sentimientos. Las elites que se dan cuenta, quizás de manera intuitiva sobre la profunda necesidad de las masas de ser gobernadas “no a base de la pura fuerza física o intelectual sino de u principio moral”, reaccionan proporcionando ideologías y símbolos con los que las masas puedan identificarse. Estos símbolos e ideologías sirven para crear lazos emocionales entre la masa y la elite, y para legitimar la posición de la elite: en otras palabras, para transformar la fuerza en autoridad, cambio que es indicativo de nuevas bases de obediencia, y por tanto de orden social. La teoría de la elite parte de la base que la fuerza es insuficiente para mantener la obediencia durante un periodo largo de tiempo, y que la prudencia de la elite y el calculo es un nuevo factor necesario para la cohesión social..


Insuficiencia de la teoría de la coacción


Tal vez la mayor insuficiencia de la teoría de la coacción es que adopta una perspectiva demasiado simplista frente al problema de la obediencia. No ofrece solución al largo plazo al problema del orden: el ejercicio de poder puede engendrar por si mismo conflictos. La mayor limitación es que no explica la naturaleza ordenada de las llamadas sociedades sin estado o acéfalas. En tales sociedades no existe centralización de la autoridad, y sin embargo dichas sociedades tienen cohesión, que puede considerarse como un resultado de “ un equilibrio del lealtades locales opuestas y de lazos de parentesco y rituales divergentes” (cierta religión o mitología en común).

Si pasamos a los “aciertos”, su primera virtud radica en que no elude el hecho cierto de la existencia de los conflictos en la sociedad, la teoría de la fuerza dirige nuestra atención hacia un factor muy descuidado en política, el factor tiempo.

Existe una distinción analítica entre Estado y la sociedad, mientras lo que define al Estado es el monopolio legítimo de la fuerza, a la larga no puede hacer uso de este monopolio teórico de su soberanía, a menos que consiga la lealtad y el apoyo de los miembros de la sociedad por medios distintos a la fuerza.


El orden social: teoría del interés.


Desde esta perspectiva , el problema del orden consiste en conciliar los intereses individuales o de grupo para llegar, al menos, a un mínimo de armonía entre los hombres. En la teoría de la coacción no era posible la conciliación sin la fuerza, pero en las que nos ocupamos ahora, el interés es el mecanismo de la conciliación y por ende, la del orden social. Estas teorías afirman que los hombres hacen lo que desean hacer, y que el orden social es el resultado de este hecho. Las teorías del interés parecen situarse entre las teorías de la fuerza y las teorías sociológicas modernas que hacen hincapié en un consenso basado en una socialización en pautas de un comportamiento públicamente aceptable. Pueden apreciarse dos variantes de las teorías del interés, que insisten en una conceptualización individualista del hombre, por la que su actuación corresponden a motivaciones u objetivos privados. Para las teorías del interés el artificio consiste en hacer de estos asuntos privados medios de cohesión social.


Teoría del interés: la variante prudencial.


EL punto central en esta variante de la teoría del interés es el concepto de igualdad en la gratificación, es decir, que todos los que participan en una sociedad se benefician de esta participación en términos básicamente equivalentes por esfuerzos básicamente iguales. Una insuficiencia de esta variante reside en el hecho en que no explica los hechos empíricamente comprobables de la estratificación social y la consiguiente desigualdad de recompensas. Estas teorías solo podrán explicar la desigualdad en los beneficios añadiendo nuevas proposiciones, según las cuales, por ejemplo, algunos trabajos o tareas requieren mayor habilidad, preparación, experiencia que deben premiarse para que se realicen. Esta variante prudencial de la teoría del interés, considera a la sociedad según la dualidad Estado-Sociedad, en la que la política sería en el mejor de los casos un mal necesario, según la tradición anarquista. Tanto en la concepción anarquista como en la no anarquista del interés, la fuerza es innecesaria, salo como método de deshacerse de las instituciones de control político, responsables del desequilibrio entre el Estado y la Sociedad.


Teoría del interés: la variante de la competencia.


El elemento principal de esta teoría es la consideración del orden como consecuencia involuntaria de la interacción humana, mientras en la variante prudencial el orden es considerado como resultado de una voluntad humana de cooperación. La teoría del interés hace especial hincapié en la cooperación, mientras que la segunda versión tiende especialmente subrayar el orden como resultado de la competencia. En esta versión de la teoría del interés, los hombres han de competir por recursos limitados, siendo los competidores desiguales por razón del nacimiento, edad, riqueza y capacidad, con el resultado de que los recursos están distribuidos desigualmente en la sociedad. La versión de Smith de la teoría del interés puede explicar, a base de criterios económicos, la cohesión económica y la existencia del gobierno, que protege los resultados de la competencia. El principio del orden en economía se hace extensivo al conjunto social, en el sentido de que la fuerza motriz de la economía y de la sociedad en esta versión competitiva de la teoría del interés constituye un principio básico de la sociología moderna. En esta teoría del interés, el orden es un producto de las interacciones societales, y el gobierno es un elemento coactivo que interviene solo en casos menores, cuando la armonía sea afectada o para proteger a la sociedad de una intervención extranjera. La solidaridad surge de factores societales y no de la coacción ejercida por na autoridad política centralizada.

De esta situación pueden derivarse tres consecuencias: 1) en un acorde con los principios de Smith, la máxima estrategia sería definir el restablecimiento de la libre competencia individual, retirando el monopolio de la minoría o sus privilegios legislativos., 2)radica en un análisis del sistema político en términos de competencia o alianzas de grupo. 3) y esta consecuencia ha sido señalada por Marx, quien indicaba que el resultado lógico de la competencia era la formación de una sociedad básicamente dicotómica, sin interés común en el mantenimiento del ordene establecido. Para Marx, el resultado de esta competencia no era la armonía de intereses, sino mas bien un proceso de crisis recientes y en ultimo termino, la revolución.


Evaluación de las teorías del interés.


Según Parsons, el punto débil de la teoría del interés es que presta insuficiente atención a la configuración del comportamiento por la aceptación de las normas sociales por parte de los actores. La cultura aparece como un conglomerado de signos, creencias y valores morales que modelan la manifestación socialmente permisible reimpulsos y necesidades de los actores: la interiorización a través de las recompensas y castigos sociales, en su mayor parte durante la niñez, constituye una fuente importante de control social en toda sociedad. La cultura interiorizada canaliza y dirige los impulsos primitivos hacia formas de acción socialmente aceptadas, o por lo menos toleradas. Así pues, desde el punto de vista de la teoría de la acción de Parsons, las anteriores teorías del interior fallan a no conceder l atención debida a las normas sociales. Bajo un punto de vista empírico las teorías del interés sufren de otra insuficiencia importante ya que de hecho, en la mayoría de las sociedades las condiciones bajo las que compiten los actores están distribuidas diferencialmente en el sentido de que algunos empiezan gozando considerables ventajas derivadas de la poción social o del poder político.

La teoría del interés racional es inaplicable por la sencilla razón de que los individuos no compiten en absoluto en igualdad de condiciones y por lo tanto no puede producirse la distribución optima de beneficios que esta teoría postula. En términos generales, el medio familiar y el sistema educacional establecen limites a las pautas de aspiraciones de la clase obrera de forma que, como clase, no tienen motivaciones para competir o aspirar a ocupar puestos altos y si aspiran a hacerlo no pueden competir.


El orden social: teoria del consenso de valores.


Esta teoría y sus valores tratan de explicar el orden social a partir de la noción de aceptación general de los valores comunes y consideran sin sentido toda referencia al individuo, a no se cuando se habla de el como producto societal: “si un sistema definido de valores, compartidos hasta cierto grado con otros miembros de la comunidad, el individuo concreto es impensable”. Debido a que comparten ciertos valores comunes, los hombres participan también de un sentimiento de identidad común y de un sentido de aquello por lo que merece la pena esforzarse. Por ello y como afirma Levy: “ para que una sociedad pueda gozar de estabilidad es preciso que sus miembros lleguen a un cierto grado de acuerdo general sobre las orientaciones de valor básicas”. Otro componente de esta teoría es que debe existir un acuerdo entre los medios a través de los cuales los hombres pueden alcanzar lo valioso: este es un elemento normativo de la sociedad: la mayoría de las veces, y para la mayor parte de las interacciones, la ente considera como dados los valores y las normas y no los ponen en cuestión porque se les ha enseñado a considerarlos como naturales. Las normas son mas especificas que los valores. Los valores y normas de una sociedad caracterizan su cultura y estructura, constituyendo el ingrediente necesario del orden y la cohesión sociales. Haciendo hincapié en la influencia societal obre el individuo, al tener la sociedad ciertas características o propiedades emergentes de las que carece el individuo, la teoría funcionalista ha hecho de esa proposición un punto de partida, pretendiendo dar una respuesta a la cuestión del orden desde una perspectiva societal y no individual.

La escuela funcionalista contemporánea, con la que Parsosn está relacionado, parte de la pregunta ¿ cuales son los requisitos previos de una sociedad? ¿Qué debe ocurrir para que cualquier sociedad pueda seguir existiendo?. Puesto de que se parte de la idea que cualquier sociedad es una entidad moral compuesta por creencias, normas y valores mutuamente aceptados y mas o menos integrados en la mente de la gente, la fuente primaria del orden social debe buscarse en la mente de la gente.. Debe solucionarse el problema del orden ligado al de la escasez, es decir, debe evitarse la guerra del todos contra todos.

Partiendo de la base de que esto pueda conseguirse, el imperativo final es mantener el nivel de satisfacción de la gente a un nivel tal que les permita participar del sistema. En la teoría del interés individual, el artificio del orden social se realizaba a través de la concepción de las consecuencias no previstas de las acciones individuales, pero en la teoría del consenso de valores el orden social esta implícito en la noción misma de los valores y las normas que son socializados en los jóvenes. Así pues la fuerza y la coacción constituyen una categoría analítica residual en la teoría del consenso de valores; esto no significa que los que defienden esta teoría se olviden de ellos, sino que no los consideran el centro de su análisis del orden.


Insuficiencias en la teoria del consenso de valores.


Lo que resulta difícil explicar es cómo apareció en una sociedad concreta un sistema particular de valores y normas y en sociedades diferentes: pensemos en los niveles diferenciales de tolerancia del homicidio, la infinita variedad de comportamientos sexuales socialmente aceptables, etc. Debe especificarse, como hace Parson, un consenso de valores validos para oda una sociedad, y elevarlo a un alto grado de generalización. Otro problema que se plantea en relación a la teoría del consenso de valores es que carece de una perspectiva de las personas o los grupos que influyen en el sistema de valores. Los valores de una sociedad, suponiendo su existencia común, no se limitan a estar ahí, no son un simple hecho, aunque puede ser que una vez que estén implantados en las mentes de la gente sean como piedras y bosques. Otro problema de esta teoría es la enorme dificultad de contemplar un consenso de valores, dado que se supone que esta dentro de la mente de la gente, a partir de la observación de su comportamiento. Pero los valores no son equivalentes a la conducta, puesto que los primeros son un estado mental y la segunda una acción de uno u otro tipo. Por consiguiente, suponiendo que en una sociedad hemos encontrado una serie de valores diferentes, que esos valores estén distribuidos de manera fortuita o no, podríamos desembocar en una situación de conflicto explicitada en una de estas formas. En primer lugar, si los valores están distribuidos al azar los individuos luchan por realizar sus valores, lo que nos conduce a la teoría del interés competitivo. Esto es claramente incompatible con la teoría del consenso de valores y podría conducir a un conflicto de naturaleza destructiva. En segundo lugar, suponiendo algo empíricamente mas probable, a saber que los valores particulares tiende a estar asociados con grupos particulares, desembocamos una vez mas en un conflicto potencial, al querer cada grupo realizar sus objetivos de valor.

El acuerdo relativo a ciertas normas representa el concepto de cohesión social mas importante, tanto desde el punto de vista de la teoría de Hobbes (el contrato, origen de la sociedad civil) para la teoría que explica la cohesión social por el interés, ya que este punto de vista depende de manera esencial de la proposición de que los hombres son muy diferentes en cuanto a capacidades, valores, inteligencia, perseverancia, interés, etc. Si todos los hombres fueran iguales, no se ganaría nada. La diversidad puede ser fuente de cohesión en una sociedad con respecto a los bienes privados, con respecto a los bienes públicos, la ausencia de diversidad de deseos puede ser fuente de cohesión social. Así pues, cuanto mayor es la diversidad de una sociedad respecto a los bienes privados y cuanto mayor es su homogeneidad con respecto a los bienes públicos, tanto mayor será su cohesión.

Cuando partimos de la base que la gente acepta las normas, nos queda todavía el problema del porque obedecen los individuos las reglas. Según la teoría de la coacción, la obediencia es consecuencia de un temor al castigo por la no conformidad, mientras que la teoría del interés mantiene que la obediencia es producto de la satisfacción del interés personal. La teoría del consenso de valores dice que la obediencia es producto de una aceptación socializada del orden social vigente. La teoría del consenso de valores explica con bastante claridad por que en la mayoría de los casos la ente obedece las reglas sin hacer preguntas, pero es insuficiente para explicar cómo se mantiene el orden cuando algunas personas pierden o no han adquirido el habito de obedecer. La teoría del interés puede explicar por que actúa entre si la gente señalando que se trata de satisfacer impulsos de uno u otro tipo, pero no puede explicar de forma suficiente el orden que aparece en la interacción, lo que si puede hacer la teoría del consensos de valores al proporcionar un contexto social y un contenido de impulsos sin forma del individuo. Es así como estas dos teorías, juntas o separadas, dejan abierta la posibilidad de conflicto, por lo que es necesario recurrir a algunos elementos de la teoría de coacción.

Raymond Aron

Democracia y Totalitarismo


De la Política.


Habla de tres equívocos fundamentales que uno se enfrenta cuando habla de política.

1) Con la palabra política se traducen dos vocablos ingleses, cada uno de los cuales tiene una significación muy precisa. Política significa lo que los anglosajones llaman policy. Se entiende por policy una concepción, u programa de acción o la acción misma de un individuo, grupo o gobierno. La palabra política designa el programa, el plan de acción o la acción misma de un individuo o de un grupo respecto a un problema o a la totalidad de los problemas de una colectividad.

Un segundo significado de política , politics, en inglés se aplica al campo en que rivalizan o se oponen diversas políticas. La política es el ámbito n donde competen individuos o grupos, cada cual con su policy, es decir con sus fines, intereses y filosofía. La colectividad política se define por l integración de programas de acción en parte contradictoria y en parte compatibles.


2) Designamos con el mismo vocablo la realidad y la conciencia que dela misma teneos: con el termino política indicamos el conflicto entre partidos y el conocimiento de ello. Lo político designa a la vez un ámbito y su captación y en ambos casos el origen del equivoco es el mismo. La conciencia de la realidad es parte de la realidad misma. Todo régimen político, se supones, es conocido por los individuos que lo integran. La integración de la conciencia en política plantea el problema de la relación existente entre el juicio fáctico y el juicio de valor, lo cual no ocurre cuando se trata de realidades naturales.


Se debe a que denominamos también política a un sector particular del conjunto social cuando lo mismo hacemos con este ultimo, considerado desde cierto punto de vista. La sociología política estudia determinadas instituciones como los partidos, el parlamento y la administración. Estas instituciones tal vez formen un sistema, pero un sistema parcial en todo caso comparado con una familia, la religión o el trabajo. Este conjunto social se trata de un sector cuyas repercusiones sobre el conjuntos social son inmediatamente perceptibles. La forma en que se ejerce la autoridad y la elección de los gobernantes son la esencia de la política.


Política es ante todo la traducción del término griego politeia y lo que los griegos denominaban el régimen de la ciudad, es decir, el tipo de organización del mundo. Si la política es el régimen de la colectividad o su forma de organización, fácilmente comprenderemos el equivoco del sentido limitativo y del sentido globalizador de la palabra. El sentido limitativo se aplica al sistema particular que determina los gobernantes y la forma de la autoridad. El segundo equivoco se deriva del ya comentado. Toda sociedad posee un régimen y no puede evitar tomar conciencia de si misma sin descubrir la diversidad de regímenes y el problema que esta plantea.

El equivoco entre los programas de acción y el ámbito resulta así por ultimo comprensible. La política, en el sentido de programa de acción, tiene múltiples facetas: política de los que detentan la autoridad y la ejercen de cierta manera, política de los individuos o grupos que cuentan con objetivos propios y quieren emplear determinados métodos.


¿En qué sentido hay que entender la primacía de la política?


Todas las sociedades modernas son democráticas, es decir, conducen a la eliminación progresiva de la distinción de condiciones o de estatus personal, pero tales sociedades se prestan a revestir una modalidad despótica o tiránica: las sociedades industriales modernas, se diferencian ante todo por la organización de los poderes públicos, arrastrando estas diversos rasgos del sistema económico y de las relaciones entre los grupos. En el siglo ñeque vivimos todo ocurre como si, en el genero denominado sociedad industrial fuese la política la que determinase las diferentes especies. Todo el estilo de vida en común se ve modificado por las diferencias de la política considerada como sistema parcial.
El segundo sentido en que el autor considera la primacía de la política es un sentido humano. En relación al hombre, lo político es mas importante que lo económico porque lo primero afecta al sentido mismo dela existencia. Las relaciones de los seres humanos entre si son l fenómeno fundamental e toda colectividad. Ahora bien, la organización de la autoridad absorbe directamente la forma de vida que cualquier otro aspecto de sociedad. La política en su sentido limitativo, es decir en el sector particular en el que son elegidos y actúan los gobernantes, no determina todas las reacciones de los hombres entre si, en el seno de la colectividad, pues no faltan relaciones terminadas por la organización de la autoridad en el sector particular denominado político. La forma del ejercicio de la autoridad y de designación de jefes contribuye en mayor grado que cualquier otra institución a librar o moldear el estilo de las relaciones entre los individuos. En la medida que el estilo de tales relaciones es la definición misma de la existencia humana, la política se encontrará mucho mas próxima de lo que debe merecer ante todo el interés del filosofo o del sociólogo que cualquier otro sector de la colectividad.
Robert. A Dahl

Análisis Politico Actual


El análisis político nos sirve para poder comprender el mundo en que vivimos, realizar opciones mas inteligentes entre las alternativas que nos enfrentamos y ejercer influencia en los cambios inherentes a todos los sistemas políticos.


Cuatro Orientaciones.

Orientación empírica


La mayor evidencia del análisis empírico se presenta en las ciencias naturales, pero también está presente en todas las ciencias sociales y del comportamiento. La validez de las proposiciones empíricas depende de cómo el hombre percibe e interpreta al mundo, por lo tanto estas pueden quedar alteradas o ser refutadas a la luz de nuevas observaciones, percepciones, experimentos o interpretaciones.


Orientación normativa.


El análisis normativo es característico de la religión y la filosofía y resulta evidente en materias como la ética y la filosofía política. Al igual que la empírica, la normativa es una parte ineludible de nuestros actos y creencias. Cuando una orientación es normativa estimula la búsqueda más sistemática del conocimiento y se trata de buscar respuestas a preguntas como las siguientes: ¿qué queremos decir con bueno y mejor? ¿hay un único criterio óptimo para juzgar lo bueno, como la felicidad, la libertad, la igualdad o la justicia?, etc.


Orientación política.


El análisis de política realiza la búsqueda de cursos de acción o actos que puedan cerrar una parte de la brecha que hay entre un estado actual de cosas y uno posible, futuro, que sería mejor. Vemos que algo es insatisfactorio, deseamos llegar a un estado de cosas más conveniente y buscamos una solución: una política que nos lleve de donde estamos a donde queremos estar.


Orientación semántica.


El análisis semántico trata de aclarar el significado, especialmente de conceptos claves. La aclaración del significado es un elemento importante del análisis político, porque muchos de los conceptos clave que en él se utilizan no tienen una definición comúnmente aceptada. Por ejemplo, la libertad, la democracia, la revolución, coerción, son términos ambiguos.




Cómo se vinculan las cuatro orientaciones.


El análisis de la política comprende el análisis de lo que es y de lo que debe ser. Es una combinación especifica que se aplica a circunstancias concretas, tanto de análisis empírico como de supuestos normativos. Se juzgaría que una política es mala si se basara en una comprensión falsa del mundo, de modo que no condujera a los resultados propuestos o si provocase lo que consideramos una consecuencia mala aun cuando fuese la consecuencia propuesta.




Almond y Powell

Política Comparada: una concepción evolutiva


El Sistema Político


Según Almond el sistema político no solo comprende las instituciones de gobierno, como las legislaturas, tribunales de justicia y organismos administrativos, sino todas las estructuras en sus aspectos políticos: relaciones de parentesco y agrupaciones de casta, asesinatos, revueltas o manifestaciones y las organizaciones formales como partidos políticos, grupos de interés y medios masivos de comunicación. Es decir, no solo expresa que el sistema político se ocupa únicamente de la fuerza, la violencia o la compulsión, sino que la coacción es su cualidad distintiva. También menciona el carácter de “interdependencia” de sus partes constitutivas, al igual que Welsh. Asimismo, menciona la noción de límite: un sistema comienza en algún punto y termina en otro. Estos límites son fluctuantes ante ciertos acontecimientos: guerras, elecciones, etc. Almond incluye en el sistema analítico de los sistemas políticos los términos de “Estructura y Cultura”. Por estructura entiende las actividades observables que componen el sistema político y que existe una regularidad común a todas ellas. Una de las unidades básicas del sistema político es el “rol político”, los cuales se relacionan mutuamente formando estructuras. Todo sistema político se ve obligado continuamente a reclutar individuos para sus roles políticos para hacer funcional sus estructuras. En cuanto a cultura, Almond dice que para estudiar un sistema político es necesario conocer sus tendencias subyacentes como su comportamiento real, eso lo denomina cultura política que incluye también la dimensión psicológica del sistema político. Esta consiste en las creencias, valores y capacidades que son comunes al total de la población, así como también, a las tendencias especiales, modelos y patrones que solo pueden encontrarse en sectores particulares de esta última. Así, los grupos regionales o étnicos o las clases sociales que componen la población de un sistema político la llama subculturas. Es decir, Almond recalca que cuanto mas aprendamos acerca de la estructura y la cultura de un sistema político podremos caracterizar con más eficacia sus propiedades y predecir y explicar su comportamiento. A esto, introduce dos conceptos fundamentales: la socialización política, el proceso mediante el cual se inculca a los niños determinadas actitudes políticas y valores y en segundo término, la secularización, que nos permite dar cuenta del aspecto de desarrollo de la cultura política y es el proceso mediante el cual los hombres acrecientan la capacidad racional, analítica y empírica de su acción política, es el proceso mediante el cual las orientaciones y actitudes tradicionales ceden ante procesos de decisión mas dinámicos que exigen recoger y evaluar información, establecer cursos de acción alternativos, seleccionar un curso elegido producirá o no las consecuencias que se busquen.

En otro plano, Almond establece “productos” y “resultados” que determinan cambios en el medio externo y que a su vez afectan al sistema político (realimentación): imputs o ingresos provenientes del medio exterior del sistema político y outputs o producción de resultados hacia el medio exterior. Aquí Almond cita a Easton cuando distingue dos tipos de insumos: las demandas y las ayudas. Las demandas pueden ser: de bienes y servicios, de regulación de la conducta, de participación en el sistema político, de comunicación e información en el orden político. Otros tipos de insumo son las ayudas, que pueden ser: ayudas materiales, obediencia a las leyes y a las normas, ayudas mediante participación política. Los insumos pueden provenir de tres fuentes: sociedad interna, las elites políticas y la estructura internacional. En cuanto a los productos, habla de cuatro clases que pueden o no responder a las demandas, y ello depende del tipo de sistema político que se trate: los productos son: extracciones, por ejemplo, tributos, tasas, etc., regulaciones de la conducta, prestación o distribución de bienes o servicios, oportunidades, honores, etc., y productos simbólicos que incluyen afirmación de valores, exhibición de símbolos políticos, declaraciones políticas, etc.

Almond desarrolla también los aspectos funcionales de los sistemas políticos. Al comparar el funcionamiento de las estructuras y el papel regulador de la cultura política, sobre las bases de las funciones comunes que desempeñan en todos los sistemas, podemos analizar sistemas que son muy diferentes entre si. Así, refiere que algunos sistemas políticos son principalmente regulativos y extractivos, como los sistemas totalitarios. Asimismo podemos hablar de su carácter regulador, en la medida que algunos sistemas políticos extraen y distribuyen los recursos de sus poblaciones hacia otros sectores de la población. En un segundo nivel, Almond refiere a los procesos de transformación o conversión que actúa dentro del sistema y mediante el cual el sistema transforma los insumos en productos. También hace mención a la comparación de sistemas políticos, en donde debemos comparar capacidades, funciones de conversión y funciones de mantenimiento del sistema y adaptación y las interrelaciones entre estos niveles de funciones. Cuando habla de desarrollo de los sistemas políticos, los vincula con el ámbito internacional, la sociedad interna o las elites políticas existentes en el sistema político. El análisis del desarrollo político lo realiza considerando cinco factores importantes: el primero habla de la estabilidad de un sistema que depende en gran medida de la naturaleza de los problemas que deba enfrentar. El segundo factor reside en los recursos que el sistema puede obtener en las diversas circunstancias, el tercero las transformaciones sufridas por otros sistemas sociales que puede afectar el desarrollo político, el cuarto factor es el patrón de funcionamiento el sistema y el quinto factor es la respuesta de las elites políticas a los desafíos del sistema.








Easton, David

Ciencia Política


En enciclopedia Internacional de las Ciencias Sociales


Cuando los criterios modernos se han impuesto sobre el pensamiento de los filósofos sociales del pasado, es posible identificar sus preocupaciones intelectuales como parte de lo que hoy día hemos dado en llamar ciencia política. A mediados del siglo XX, la disciplina amenazaba con venirse abajo, debido al enorme esfuerzo que suponía establecer un orden lógico y coherente en un bamboleante montón de conocimientos sobre los más variados asuntos.


Su objeto


Dos clases de criterios muy diferentes han surgido en el último siglo para diferenciar la vida política de los demás aspectos de la sociedad, y por tanto, para aislar el objeto de la ciencia política. Ha sido definida como el estudio de las instituciones gubernamentales (o políticas) o como el estudio del Estado o como el estudio del poder o del proceso de adopción de las decisiones.


Criterios Institucionales


Instituciones Gubernamentales: Se encuentran dentro del criterio institucional.
Hasta la fecha, la forma mas frecuente de describir el objeto de la ciencia política ha consistido en considérala como el estudio de las instituciones políticas o gubernamentales. Su contenido dependerá en cada momento del consenso manifiesto pero impreciso de cada generación de politólogos.


El Estado: También se encuentra dentro del criterio institucional.
De todas las formalizaciones conceptuales del objeto de la ciencia política, la del Estado es la que ha tenido una historia mas larga.
Se suele citar a Maquiavelo como uno de los primeros que emplearon el término, pero es dudoso que su hallazgo le pertenezca.
La laga tradición del Estado como concepto político básico constituye más bien una prueba de la influencia de los intereses políticos prácticos sobre los puntos de vista del investigador que del valor del concepto para la comprensión de la vida política.
En realidad su poco valor para la teoría se ha puesto muy manifiesto desde la segundo guerra mundial y ahí su uso profesional fue reducido (Easton).
A fines del análisis e investigación, los estudiosos han despojado al término de la mayor parte de lo contenido, ha quedado reducido simplemente a un armazón conceptual, vacío de significado y de valores, que sirve para identificar a los actores de la escena internacional.


Poder: Aparece dentro del criterio funcional.
Su característica principal era acotar el estudio de la política al Estado, concebido éste como un cuerpo de normas constitucionales formales. De este modo, la ciencia política se convirtió en un árido formalismo jurídico que se apartaba por completo de la realidad social y a veces parecía perder el contacto con la propia realidad jurídica.
A lo sumo una teoría general del poder social sería útil para proyectar la luz sobre las propiedades de las relaciones de poder en un marco político.


Adopción de decisiones: Hacia mediados de siglo xx apareció una variante importante y popular del tema del poder en cuanto objeto de la ciencia política. Según esta concepción, el poder adquiere significado porque conduce al control de los procesos a través de los cuales se adoptan y ejecutan las decisiones publicas.
Se ha llegado así a la interpretación directa de la vida política con una serie de relaciones a través de las cuales se formulan y ejecutan las decisiones o los programas políticos.
El componente del poder queda en segundo plano, como un simple factor condicionante de las decisiones.
La adopción de decisiones ha demostrado ser una de las ideas primordiales de los decenios posteriores de la segunda guerra mundial, y pocas formalizaciones conceptuales de la ciencia política pueden permitirse el lujo de ignorarla por completo. Las decisiones al igual que el poder son también características de las demás esfera de la vida social.
Easton describe al sistema político como el comportamiento o serie de interacciones a través de las cuales se hacen y se cumplen en nombre de una sociedad los repartos investidos de autoridad (o decisiones vinculantes). Lo define como las interacciones tomadas colectivamente, las cuales constituyen el comportamiento al cual se refiere el término “sistema político”. En toda sociedad vamos a encontrar tipos de interacciones cuyo objetivo principal consiste en influir y modelar el procedimiento a través del cual los repartos de valores hechos por la autoridad (decisiones y acciones) se llevan a cabo en nombre de la sociedad. Son estas interacciones, tomadas colectivamente, la que constituyen el comportamiento al cual se refiere el término “sistema político”, es el estudio de esas interacciones el que proporciona el objeto de la ciencia política. Easton examina cada uno de los términos que componen la frase “repartos de valores investidos de autoridad en nombre de la sociedad” sin queremos comprender todas sus inferencias. Entonces, argumenta que la política gira en torno a los “repartos”, a través del cual se distribuye cosas valiosas ente los miembros de una sociedad, el cual puede presentarse en tres formas:1) cuando una decisión o acción impide a un miembro conservar un valor que ya poseía, 2) cuando le impide obtener uno que quería poseer, 3) cuando le permite acceder a un valor que, de otro modo, podría haber obtenido. En general, el reparto adjudica beneficios o impone privaciones en formas diferentes de lo que hubiera sido de no existir las actividades del reparto. Un reparto de valores puede ser formal. En los sistemas políticos modernizados, los repartos asumen la forma de leyes, sentencias y ordenanzas administrativas. También estos repartos pueden no ser formales, tal es el caso de una acto administrativos que modificara sustancialmente una ley en el proceso de aplicación o en las sociedad primitivas. El control sobre los repartos puede estar difundido a través de toda la sociedad, como en una democracia directa, o puede estar en manos de unos pocos, como en el caso de una autocracia. Estos repartos pueden beneficiar a los miembros de una sociedad o a unos pocos poderosos. Pero los repartos están tan todas las esferas de la vida, La propiedad característica de un reparto en un sistema político consiste en que, por regla general, es muy probable que a las decisiones y acciones se les reconozca autoridad. Si no es así, el sistema puede que esté a punto de derrumbarse y esto no quiere decir que sea aceptado legítimamente. Puede llegarse a esta conclusión solo en el caso de que consideremos equivalentes autoridad y legitimidad, identidad posible, pero no necesaria. También hace una distinción entre sistemas políticos organizacionales y el sistema político societario. Y es que en otros tipos de organizaciones también se llevan a cabo repartos investidos de autoridad. Sostiene que los sistemas políticos son subsistemas del sistema internacional, del mismo modo que los Estados federados o provincias pueden ser subsistemas de los llamados sistemas políticos nacionales, es decir, una interacción entre sistemas políticos en un plano superior a la generalidad.

Stephenson, D G

American Government



Gobierno y Política Pública.


La política pública es en conjunto aquello que los gobiernos hacen. Todo lo que un gobierno hace tiene efectos de largo plazo en la población. El grado en que un gobierno debe supervisar y regular la vida económica y social de una nación es una materia continua de debate. La política publica puede ser definida de diferentes maneras, pero mas simplemente como “todo aquello que los gobiernos deciden hacer o no hacer”. Financiar investigaciones sobre el cáncer, extender cheques de seguridad social a millones de ciudadanos, recortar o aumentar los impuestos, incrementar los gastos de defensa, etc. Todo debate político gira en tono al curso de acción que un gobierno adoptará (o no adoptará) en determinada área. Por consiguiente, distintos grupos abogarán y presionarán por conseguir políticas públicas que favorezcan sus propios intereses, sin contemplar los efectos que tales políticas tendrán en otros sectores.

La política pública resulta un reflejo de los conflictos sobre las demandas. La heterogeneidad de las demandas y sus consecuencias constituyen la raíz del conflicto político. Las elecciones, los debates sobre leyes y procedimientos, etc, son especialmente importantes en virtud que se vinculan directamente con el curso de la política pública. El conflicto está dado en la disputa de grupos, entre los que ganarán y los que perderán en su lucha por configurar las acciones de gobierno a sus propios interés.

En el proceso de elaboración de políticas públicas existe una gran gama de modelos. Entre ello se encuentra el modelo sistémico, según el cual las políticas constituyen productos de la relación entre el sistema político y su ambiente social, cultural y económico. Desde el ambiente el sistema político recibe “imputs” en forma de demandas o apoyos a las cuales es sistema político responde con “outputs”, es decir, con decisiones oficiales o autoritarias. Tales decisiones afectarán al ambiente y motivarán nuevos “inputs” al sistema.




Enfoques sobre la elaboración de políticas (policymaking).



1 -Modelos del proceso de elaboración de políticas.


Modelo sistémico

Cada política es un producto de las relaciones entre las instituciones gubernamentales y su ambiente social, económico, político y cultural.

Modelo burocrático
Debido a su contenido y a su experiencia, las juegan un papel crucial en la elaboración de las políticas.


Modelo marxista

Las decisiones sobre políticas públicas reflejan los intereses de la clase dominante a expensas de los trabajadores.

Modelo capitalista de libre mercado
Las leyes naturales de la oferta y la demanda predominan en el mercado y el gobierno juega sólo un papel limitado en la conformación de esas leyes.



2- ¿Quién hace las políticas públicas?


Elitismo


Las decisiones sobre políticas públicas son hechas por grupos de individuos relativamente pequeños que actúan en su propio interés más que en la de los demás ciudadanos.


Pluralismo


Las decisiones sobre políticas públicas son el resultado de las luchas entre grupos rivales, con los diversos intereses de las masas, reflejados y representados en el proceso de elaboración de políticas públicas.


3- Enfoques sobre la forma en que se hacen las Políticas Públicas.


Enfoque racional comprensivo


Las decisiones deberían identificar problemas, los valores que desean conseguir, considerar las políticas alternativas que permitirían alcanzar esos valores, evaluar los costos y beneficios de cada alternativa, seleccionar e implementar la estrategia política y que permita obtener los valores buscados con los beneficios y los menores costos.



Incrementalismo.


Los críticos de este enfoque sostienen que las ataduras a las viejas políticas reducen la posibilidad de aproximaciones a nuevas políticas y que la sensibilidad al político y el énfasis en el acuerdo pueden implicar la alusión de intereses no tienen poder político.

Otros modelos ven el proceso de elaboración de políticas desde diferentes perspectivas. El modelo burocrático pone de manifiesto el papel crucial de las burocracias y la experiencia que pueden proveer en la elaboración de políticas.


Otros modelos ven al proceso de elaboración de políticas desde diferentes perspectivas. El modelo burocrático pone de manifiesto el papel crucial de las burocracias y la experiencia que pueden proveer la elaboración de políticas. Algunos modelos utilizan un armazón ideológico con un enfoque económico para explicar como las políticas son o deben ser hechas. El marxismo sostiene que las decisiones sobre políticas públicas en los regímenes no marxistas reflejan los intereses de la clase económica dominante a expensas de los obreros. El modelo capitalista de libre mercado aprecia un papel limitado del gobierno, ya que las leyes naturales de la oferta y la demanda prevalecen en el mercado.

Dos de las más útiles interpretaciones acerca de quien hace las políticas públicas la proveen el elitismo y el incrementalismo.

El elitismo sostiene que las decisiones sobre políticas públicas son hechas por grupos de individuos relativamente pequeños en su propio interés: ciertos elementos de la “mass media”, los grandes empresarios y los militares han sido reflejados como comprendidos en las élites.

El pluralismo considera que las decisiones sobre políticas públicas son el resultado de las luchas entre grupos contrapuestos más que de una élite. Las políticas, según esta concepción, no son determinadas por una única conjunción de valores, como sostiene el elitismo, sino por un conjunto de valores en conflicto que surgen de distintos grupos.

Un segundo tema está dado por como las decisiones son tomadas. Dos perspectivas enfrentadas son el enfoque racional – comprensivo y el incrementalista.

El modelo racional – comprensivo implica una secuencia de pasos para las decisiones “racionales”. Los decisores identifican problemas, hacen un ranking de los valores que persiguen, consideran varias políticas alternativas que procuren la obtención de esos valores, analizan los costos y los beneficios de cada alternativa y eligen e implementan la estrategia que permita alcanzar los fines buscados con los más bajos costos y los más altos beneficios. Este modelo fue criticado por imponer demandas poco realistas en los decisores. Los críticos del mdoelo argumentan que la información en el mundo real es limitada e imprecisa y que la colisión de intereses torna posible cualquier ranking de valores.

El incrementalismo es un modelo alternativo que toma en cuenta esas críticas. Sostiene que las decisiones actuales son apenas marginalmente diferentes de las decisiones pasadas. Las decisiones no comienzan con las manos limpias, pero suelen apuntar a cambios marginales en las políticas existentes. Para el incrementalismo, la capacidad de lograr un acuerdo entre grupos contrapuestos define una buena política pública.

Hay que tener en cuenta que la utilidad de un modelo radica en que ayuda a mejorar nuestro entendimiento de la realidad. Ningún modelo puede describir completamente un sistema político complejo.





Etapas en el proceso de las políticas.


En el mundo real de la política y del conflicto, la elaboración de una política pública casi siempre aparenta estar rodeada de un caos. Los grupos demandan o se oponene, los medios masivos de comunicación informan o ignoran un hecho, etc. La elaboración de políticas públicas no es como una obra en la que todos los actores siguen un libreto predeterminado.

El análisis de las políticas públicas tratan de desagregar el proceso de elaboración de políticas en etapas definidas, para odenar votar de sentido a lo que aparece como caótico en un principio. Puede hablarse de cindo etapas en la elaboración de políticas.


Un problema o “issue” debe de algún modo ingresar en la agenda del gobernante.
Se discuten propuestas para resolver el problema.
Los funcionarios del gobierno adoptan una política luego de elegir una estrategia específica para la acción entre las propuestas debatidas.
Los burócratas implementan o traducen en acciones la propuesta adoptada.
La política es evaluada para determinar si tuvo o no éxito en la resolución del problema originalmente definido.


La agenda de políticas de gobierno está compuesta por la lista de “issues” que conformó los funcionarios elegido. Los gobiernos debe elegir las materias que recibirán su particular atención en determinados momentos. Entre los factores que contribuyen el ingreso de determinado “isuue” en la agenda de gobierno se encuentran los cambios tecnológicos, las demandas de grupos políticamente activados, la evolución de los valores sociales, la amenaza de las crisis o de guerra, las condiciones económicas cambiantes y la voluntad política de un líder fuerte. A veces, los medios de comunicación pueden llegar a crear “issues” centrando su atención en determinados asuntos.

Los issues de las agendas políticas son siempre cambiantes. Diferentes conjuntos de “issues” han dominado la discusión sobre políticas en distintos momentos. Los severos problemas económicos de la gran Depresión de la década del 30 movió a los funcionarios gubernamentales a invertir gran parte de sus esfuerzos en programas vinculados con el alto desempleo, el cierre de fábricas y la quiebra de bancos. Durante los años 60, la pobreza, el hambre y la desesperación en los ghettos urbanos fueron el blanco del mayor número de políticas, antes de la guerra de Vietnam. En la década el 70, uno de los “issues” qu más ha tenido en cuenta estuvo dado por el medio ambiente, sin embargo, el petróleo árabe de esa década puso un sorpresivo fin a la energía barata. En los años 80, el uso del dinero como resorte público se convirtió en un “issue” que prácticamente afectó a todos los demás en la agenda política. Los “issues” que comprenderán las agendas de los gobernantes en el siglo XXI no pueden ser precedidos. La agenda es comparable a un calidoscopio: el paso de las décadas resulta en una constante transformación de los diseños de “issues”.


Formulación de políticas.


Una vez que el “issue” pasa a formar parte de la agenda de gobierno, el debate público se centra en propuestas específicas acerca de qué debe hacer el gobierno y de qué manera. Decir que el gobierno debe “hacer algo” sobre el déficit presupuestario, los desechos tóxicos, etc, es solo un comienzo. El hallazgo de resultados requiere una estrategia de políticas específica, un curso de acción particular diseñado para paliar el problema originalmente definido. Los interrogantes sobre qué debe hacer el gobierno, a quién beneficia y a quién soporta los costos de esa acción hacen el debate sobre políticas. Grupos con ideologías diferentes proponen distintas soluciones a los problemas. Los diferentes sectores esperan del gobierno distintas políticas y cualquier cosa que el gobierno haga tendrá para cada uno de ellos consecuencias diferenciadas. Las demandas de los grupos de intereses, los deberes en el Congreso, los requerimientos de las burocracias, entre los partidos políticos y sus candidatos, los discursos presidenciales, las noticias de los medios de comunicación, todo, apuntan a la pregunta sobre qué debe hacer el gobierno en cada área.


Adopción de políticas.


La adopción formal se produce a través de diversos caminos. Una ley aprobada por ambas cámaras del Congreso y debidamente ratificada por el presidente de la Nación constituye un ejemplo. Si las dos cámaras aprueban la iniciativa y si el Presidente concuerda con la necesidad de la medida, la ley resultante representa la adopción formal de una estrategia para la acción. Sin embargo, la adopción de una política no implica el cierre del debate. Quienes resultaron perdedores (dentro y fuera del gobierno) por la adopción de determinada política pueden dirigirse a otras áreas del sistema político y buscar la revisión o la modificación de la decisión política.


Implementación de políticas.


El debate sobre políticas es en realidad, un debate sobre ideas. Las burocracias desempeñan un papel central en esta etapa del proceso de elaboración de políticas y son en última instancia responsables de traducir las ideas en acción. Dadas las diferencias sobre las políticas, no toda política puede ser implementada de la misma manera. Distintas burocracias poseen muy diferentes problemas en el proceso de implementación de políticas.


Evaluación de políticas.


La etapa analítica final en la evolución de las políticas es la evaluación. Determinar si una estrategia adoptada e implementada resolvió el problema originalmente definido o contribuyó en atenuarlo, es el objetivo de la evaluación. Sin embargo, la evaluación definitiva de una determinada estrategia es más una declaración que un hecho real, en la práctica.

Los resultados desfavorables casi siempre pueden ser justificadas a través de la citación de instrumentos adecuados de investigación, insuficiente tiempo para evaluar la política inexacta interpretación de sus hallazgos. Los resultados de la evaluación suelen acrecentar el debate sobre las políticas más que a concluirlo.
Aunque la mayoría de las políticas no son evaluadas formalmente, son a menudo apreciadas informalmente durante el proceso de implementación.


Tipos de política pública.


Tal vez, el esquema más común de categorías está dado por la política exterior, que incluye las decisiones sobre relaciones con otras naciones, y la política doméstica, que abarca las decisiones relativas a los asuntos que afectan a los ciudadanos del país. Los grupos de intereses suelen estar mucho menos interesados en la política exterior que en las políticas domésticas, las que los afectan en forma más inmediata y directa. Las políticas domésticas puede ser subdivididas en áreas funcionales, tales como educación, salud, transporte, energía y medio ambiente.


Categorías de políticas del gobierno nacional.


El gobierno nacional, con el paso del tiempo, ha ido tomando nuevas funciones y responsabilidades para dar adecuada respuesta a crisis, cambios tecnológicos, demandas de la ciudadanía y presiones políticas. Seis categorías sustantivas pueden ser útiles a los efectos de ordenar el alcance de las políticas del gobierno nacional.


William E. Welsh (Cap. I)

¿Qué es la Política?



La política es omnipresente en las circunstancias humanas. La actividad política nos rodea completamente. La política influencia en la vida de todos, independientemente si uno participa en política o no. Esta característica de la política condujo a Aristóteles a caracterizar al hombre como un zoon politikon, como un ser político. El hombre no puede ser de otra manera.


La política es un resultado necesario de la proximidad del hombre al hombre, y de la escasez de los recursos disponibles para satisfacer las necesidades y deseos de los seres humanos.


Donde los hombres perciban la necesidad de organizarse con el propósito de lograr las gratificaciones materiales o físicas, el proceso político comienza a jugar. A la política, Aristóteles la caracterizó como la ciencia maestra, dijo “ la política legisla tanto en lo que tenemos que hacer como en lo que tenemos que reprimir hacer”.

Tres enfoques para definir la Política


I Enfoque.


Para algunos la política consiste en aquellos comportamientos humanos centrados en las instituciones y prácticas de gobierno.
El proceso a través del cual las comunidades humanas enfrentan sus problemas, con los obstáculos que ellos perciben entre sus condiciones presentes y las metas que deseen lograr.
La política consiste en aquellas interacciones humanas que involucran el uso o amenaza de uso del poder o la autoridad.
Un proceso por el cual los recursos escasos (humanos, materiales, espirituales) son asignados dentro de una unidad social (ej. la ciudad, estado, nación) con el propósito de proveer a las necesidades y deseos humanos.


II Enfoque.


Un segundo enfoque plantea la idea de listar cuestiones que deberían ser preguntadas y respondidas al comprender la política, por ejemplo ¿cómo persisten las organizaciones humanas a través de condiciones de tensión y cambio? ¿cómo los hombres o grupos logran y mantienen el poder? etc.

Este segundo enfoque no ofrece una definición específica de política. Este enfoque sugiere que la política puede estar entendida por la reflexión sobre algunas preguntas fundamentales.

III Enfoque


Identificar las principales categorías de actividades o comportamiento que constituyen la política, por ejemplo: algunos ven el conflicto como la esencia de la política. El conflicto es una característica necesarios de la sociedad. Los seres humanos proceden de variados antecedentes culturales, tienen complejos y diferentes conjuntos de preferencias. Los recursos materiales, humanos y físicos poseídos por las sociedades son limitados e insuficientes para satisfacer los deseos de todo el mundo, todo el tiempo y como resultado hay competencias por acceso al control sobre los recursos de la sociedad. Estas competencias se manifiestan en conflicto entre los hombres, los grupos y las organizaciones como los partidos políticos.


El poder y la influencia son términos usados para describir relaciones y actividades que son parte de la política. Se ha definido al PODER de maneras muy diferentes. Pero se ha estado de acuerdo que el Poder Político es más pensado como una relación entre la gene que como atributo de una persona o cosa. Cuando se focaliza sobre el conflicto político y sobre las relaciones de poder e influencia estamos invocando otra actividad que es una categoría central de la política: el liderazgo, que consiste en la habilidad para movilizar los recursos humanos en la persecución de metas específicas. Al igual que el poder y la influencia, es una relación entre la gente. Una de las principales actividades de los líderes es la toma de decisiones que involucra la selección por personas en posición de poder e influencia: cuando un jefe de estado determina comprender o retirar las fuerzas militares de una nación o vetar un proyecto de ley, él se ocupa en adoptar una decisión.


Por consiguiente: el conflicto, el poder, la influencia, el liderazgo, la adopción de decisiones son todas actividades relacionadas y son la materia central de la POLÍTICA.

La Política y el Sistema Político


La política está en todos lados. Los recursos son asignados, la influencia y el liderazgo son ejercidos, las decisiones son tomadas en las escuelas, las organizaciones, las iglesias, estructuras de gobierno. La política se da en algún lugar y no simplemente en cualquier lugar. Este algún lugar de actividad política lo llamaremos sistema político. Los sistemas no existen de una forma concreta en e mundo real, existen en nuestras mentes y en nuestras discusiones acerca de política. Además la existencia de un sistema depende solamente de la presencia de un cierto tipo de pautas persistentes de relaciones humanas, mientras que las unidades políticas del mundo real tiene otros requisitos como la territorialidad, soberanía, autonomía o autoridad. Los límites del sistema político generalmente no tienen fijadas dimensiones territoriales, ya que los sistemas políticos están definidos en términos de relaciones pautadas entre la gente. Definimos a un sistema político como a cualquier pauta persistente de relaciones humanas que involucra , en una extensión significativa, poder, gobierno o autoridad.

Características de los Sistemas


Tienen ciertas características identificatorias:


El sistema involucra una interacción regularizada entre sus unidades o miembros. Estas interacciones son multilaterales.
La interacción de las unidades o miembros de un sistema se extiende a un punto de interdependencia. Por interdependencia entendemos que las acciones de un miembro influirán a los otros miembros o que el cambio de una unidad tendrán efecto sobre las otras unidades.
Un sistema tiene tendencia hacia el automantenimiento: desarrolla instituciones y prácticas que intentan preservar la existencia e identidad del sistema porque la existencia del sistema es funcional a sus miembros. En el caso de los sistemas sociales, hay algo acerca de las pautas de relaciones dentro del sistema que los miembros valoran u por esa razón buscan mantenerlo.


Los agregados residenciales (hombres que viven en un área dada), agrupamientos sociales (club de baile, de juego) o los agregados estadísticos, sociales u ocupacionales (empleados de una oficina o personas de ascendencia irlandesa) carecen de la mayoría de todos los requisitos característicos de un sistema político, es más, podrían ser asociados en lo que se denomina sistema político social.



Sistemas Políticos y Gobierno.


Un sistema político está relacionado al gobierno, pero no son idénticos. Los sistemas políticos sociales comprenden no sólo a los gobiernos sino a numerosas pautas de relaciones que influyen al gobierno y colectivamente constituyen el proceso político más amplio.

La estructura formal de gobierno en sí misma está influida por factores externos, por varios grupos de la sociedad, la mayor parte de los cuales representan intereses organizados de grupos de ciudadanos.


Sistemas Políticos y Sistemas Sociales.


Un sistema político es un subsistema de un sistema social más amplio y está influido por numerosas características esencialmente no políticas de ese sistema social influyente pueden ser culturales, económicas, geográficas, demográficas, sociales o de naturaleza psicológica. La política está condicionada por la cultura política; esta consiste en los valores básicos, creencias y actitudes de la gente hacia las instituciones y las prácticas de la política. La disponibilidad de los recursos económicos, tanto como la salud de la economía, puede tener que ver con el éxito que un gobierno pueda conseguir en sus metas diplomáticas, militares, sociales o de desarrollo. Las características demográficas de un sistema también pueden tener considerables influencias sobre la política. La distribución urbano-rural de la población, puede ser de importancia considerable. Las características sociales y psico-sociales de un sistema también pueden tener un importante impacto sobre política. Los conjuntos de costumbres y normas sociales que se desarrollan en largos períodos de tiempo puede incluir algunas nociones sobre como los funcionarios públicos deberían comportarse.

El grado de soborno de los servidores públicos que sería aceptado varía considerablemente entre diferentes sociedades. Algunos cientistas sociales creen que la probabilidad de una lucha civil, violencia y quizás revolución, se incrementa cuando la población comparte una sensación psicológica de privación acoplada con una mejoramiento material bastante suficiente como para fomentar “expectativas crecientes” que no pueden ser satisfechas por el gobierno.

Se sugiere que la política es la dimensión integradora de la sociedad, el subsistema a través del cual las otras dimensiones de la actividad humana son entrelazadas, es decir: las relaciones entre política, economía, geografía, las costumbres y todos las otras dimensiones de la sociedad humana que son recíprocas.


William E. Welsh (Cap. II)


El Estudio Sistemático de la Política: La Ciencia Política


Todas las ciencias sociales-antropología, economía, sicología, sociología, etc- están interesadas en el estudio del comportamiento de los seres humanos en las unidades sociales, con e estudio de las pautas de interacción humana.

Lo que distingue a la ciencia política es:

su énfasis relativo sobre las relaciones que tienen que ver con el poder.
el contenido sustantivo y la estructura de sus explicaciones.
Primero, mientras la sicología o la economía por ejemplo, ocasionalmente tratan el poder y las relaciones de autoridad, el interés de los sociólogos en este aspecto es mucho menos conciente o pronunciado que el de los cientistas políticos. Esta es una diferencia de grado, no de clase. Segundo, quizás lo mas importante, los cientista políticos están casi siempre interesados en explicar las causas del comportamiento político y de las relaciones políticas, mientras otros cientistas usan el comportamiento político en un esfuerzo de explicar las causas de los eventos no políticos (ej. económico-sociales). Para los politólogos, la política es lo que debe ser explicado: es lo que podríamos llamar la “variable dependiente” esto es el fenómeno visto como “dependiente” de otros factores. Para los economistas y sociólogos, por el contrario, la política es la “variable independiente”, esto es, el factor del cual los fenómenos sociales y económicos son “dependientes” o del que ellos resulta.

La ciencia política comparte algunas importantes características con otras ciencias sociales. La tendencia en los últimos años ha sido hacia una creciente similitud y superposición, especialmente en el uso de métodos científicos y teorías, pero también en los intereses sustantivos. Al mismo tiempo la ciencia política tiene su característica distintiva, basada tanto en el énfasis relativo en las relaciones de poder y autoridad, y en su inclinación de tratar las conductas políticas como las variables dependiente a ser explicadas, tanto con variables independientes a ser usadas en la explicación de otros fenómenos (no-políticos).

Hemos dicho que las ciencias sociales comparten un foco sobre las conductas de los seres humanos en las unidades sociales. Hay otro hilo conductor a través de las ciencias sociales, uno que se deriva de su común deseo de desarrollarse como campos de estudios científicos. Este hilo común tiene que ver con procedimientos, no con algún tema en particular. Las ciencias sociales buscan ser científicas y ser ciencia es inherente a los métodos, no a la sustancia.

Esto es, las características distintivas que separan a las ciencias de la no ciencia tienen que ver con el cómo las cosas son estudiadas, no con lo qué está siendo estudiado. Así ls ciencias sociales comparten en un sentido amplio, un foco sustantivo común sobre las pautas de interacción humana, y este objeto común sirve para distinguir las ciencias sociales de las naturales y las técnicas. Ellas también comparten un elemento metodológico común: un compromiso con los procedimientos científicos liga las ciencias sociales no solo entre si, sino también, al menos en forma general, con las ciencias naturales y técnicas.



Seymour M. Lipset


Conflictos sociales, legitimidad y democracia



La estabilidad de cualquier democracia no solo se desprende del desarrollo económico, sino también de la efectividad y legitimidad de sus sistema político. La efectividad significa el funcionamiento real, la medida en la cual el sistema cumple las funciones básicas de gobierno, tal como las ven la mayoría de la población y algunos de sus grupos de intereses más, numerosos, como el sector de las grandes finanzas o las fuerzas armadas. La legitimidad se refiere a la capacidad del sistema en generar y mantener la creencia de que las instituciones políticas vigentes son las más apropiadas para la sociedad. La legitimidad de los sistemas políticos demográficos contemporáneos depende de gran parte de la manera en que se han resuelto los problemas claves que han dividido históricamente a la sociedad.

Mientras que la efectividad es primordialmente instrumental, la legitimidad es valorativa. Los grupos consideran legitimo o ilegitimo a un sistema político según el modo en que los valores de este coinciden con los propios. La legitimidad, en y por sí misma, puede estar asociada a muchas formas de organización política, incluidas las opresivas. Las sociedades feudales, antes del advenimiento del industrialismo, gozaban de la lealtad básica de la mayoría de sus miembros. Las crisis de legitimidad son fundamentalmente un fenómeno histórico reciente, consecuencia de la aparición de profundas brechas entre grupos que pueden , gracias a la comunicación de masas, organizarse en torno a valores diferentes de los que previamente se consideran los únicos aceptables.

Una crisis de legitimidad es una crisis de cambio. Por lo tanto, sus raíces deben buscarse en el carácter del cambio en la sociedad moderna. Durante una transición hacia una nueva estructura social la crisis de legitimidad se producen: 1) si el estatus de las principales instituciones conservadoras se ve amenazado durante el período de cambios estructurales. 2) si los grupos principales de la sociedad no tienen acceso al sistema político en el periodo de transición o ,por lo menos, en cuanto desarrollan demandas políticas. Una vez establecida una nueva estructura social, si el nuevo sistema es incapaz de responder a las expectativas de los grupos principales durante un lapso o suficientemente largo como para desarrollar la legitimidad sobre nuevas bases, puede surgir otra crisis.

El segundo tipo general de pérdida de legitimidad se relaciona con la manera en que diferentes sociedades afrontan la crisis de la entrada en la política: la decisión de cuándo tendrán acceso al proceso político nuevos grupos sociales. En el siglo XIX, estos nuevos grupos fueron primordialmente los trabajadores industriales, en el XX, las élites coloniales y los pueblos campesinos. Siempre que entran en actividad política nuevos grupos, el fácil

acceso a las instituciones políticas legitimas tiende a ganar, para el sistema, la lealtad de nuevos grupos, y estos a su vez, pueden permitir que los viejos estratos dominantes mantengan su status.

Los sistemas políticos que niegan a los nuevos estratos el acceso al poder, salvo por una revolución, impiden también el desarrollo de la legitimidad, al introducir en la arena política unas esperanzas milenaristas. Los grupos que tienen que forzar su ingreso en el cuerpo político son propensos a exagerar las posibilidades que ofrece la participación política. Por consiguiente, los regímenes democráticos nacidos con tales tensiones no solo afrontan la dificultad des er considerados ilegítimos por los grupos leales al ancien régime, sino que también pueden ser rechazados por aquellos cuyas esperanzas milenarias no han sido satisfechas por el cambio.

En general, aun cuando el sistema político sea razonablemente efectivo, si en cualquier momento el status de los principales grupos conservadores se ve amenazado, o sin en momentos cruciales se niega el acceso a la política a los grupos emergentes, la legitimidad del sistema seguirá estando en cuestión.

El conocimiento del grado relativo de legitimidad de las instituciones políticas de una nación es de vital importancia para cualquier intento de analizar la estabilidad de estas instituciones cuando enfrentan una crisis de efectividad. La relación entre los diversos grados de legitimidad y efectividad en un sistema político especifico puede ser representada en forma de una tabla de cuatro entradas, con países caracterizados por las diversas combinaciones posibles:


(cuadro de pag.86)


Las sociedades que corresponden al cuadro A, están en posición elevada en cuanto a legitimidad como en efectividad, tienen sistemas políticos estables, como los EEUU, Suecia y Gran Bretaña. Los regímenes ineficaces e ilegítimos, que entran en el cuadro D, son por definición inestables y se derrumban, a menos que prevalezcan dictaduras que los mantengan por la fuerza, como es hoy el caso de los gobiernos de Hungría y Alemania Oriental. Las experiencias políticas de diversos países a principios de la década del 30 muestran los efectos de otras combinaciones. A fines del decenio de 1920 ni la republica de Alemania ni la austriaca eran consideradas legitimas por grandes y poderosos sectores de sus poblaciones. Corresponden al Cuadro C. Las de D sucumben.

Esto demuestra que un sistema altamente efectivo pero ilegitimo, tal como una colonia bien gobernada, es mas inestable que los regímenes de efectividad relativamente baja y alta legitimidad. La estabilidad social de, una nación con Tailandia, pese a sus periódicos golpes de Estado, ofrece un marcado contraste con las ex colonias vecinas.

La estructura social y económica que Latinoamérica heredó de la Península Ibérica le impidió seguir el ejemplo de las antiguas colonias inglesas, y sus repúblicas nunca desarrollaron ni los símbolos ni el aura de la legitimidad.


Legitimidad y Conflicto.


La amenaza constante de que los conflictos de grupos, que son la savia de la democracia, se agudicen hasta el punto de amenazar con desintegrar la sociedad, es inherente a todos los sistemas democráticos. El carácter y contenido de las principales fisuras que afectan la estabilidad política de una sociedad vienen en gran parte determinados por factores históricos que han afectado la forma como los principales problemas que dividen la sociedad se han resuelto o han quedado sin resolver a trabes del tiempo.

En la época actual, tres problemas principales han surgido en las naciones occidentales: primero, el lugar de la Iglesia y/o varias religiones dentro de la nación; segundo, la admisión de los estratos más bajos, especialmente los trabajadores, en la plena ciudadanía política y económica, a través del sufragio universal y el derecho de las negociaciones colectivas; tercero, la lucha continua por la distribución de la renta nacional.




GUILLERMO O’DONNELL/DELFINA LINK

DEPENDENCIA Y AUTONOMIA

Dominación poder e influencia

D (D domina o tiene poder sobre S) (S es dependiente o subordinado De D)



S ejerce poder o influencia sobre D pero en menor proporción

Dominación de D sobre S:

La capacidad de D y el efecto de esta capacidad sobre S de restringir las alternativas d acción o decisión que de otra manera y en principio hubiera estado a disposición de S

La capacidad de D sobre S se funda en la capacidad del primero para imponer al segundo severas sanciones (positivas o negativas).

Relaciones de poder:

Todas las vinculaciones asimétricas que se hallan respaldadas por la capacidad de imposición de severas sanciones positivas o negativas.

Relaciones de influencia:

El subordinado restringe voluntariamente sus alternativas porque cree que es lo que debe hacerse. (La sanción es la incomodidad o la angustia que produciría el no haber procedido como se debe).

RECURSOS:

D e dominante de S porque controla ciertos recursos:

A*control de medios de violencia física (recursos de poder)

B*control de medios económicos (recursos de poder)

C*control de información o conocimientos (recursos de poder)

D* control de las decisiones de otros actores que a su vez pueden ejercer control o influencia sobre S. (recurso de poder/influencia o ambos)

E*control ideológico (recurso de influencia)



El dominante puede utilizar un recurso como palanca de los restantes.

El recurso de influencia es el más “barato” y “eficiente” para el dominante:

El dependiente hace “lo que corresponde” porque es lo que “se debe hacer”; el dominante no necesita una vigilancia continua, puede contar con un regular ajuste del dependiente a sus pretensiones, y no tiene que “invertir” ni poner al descubierto el fundamento final de su dominación, o sea el control de los recursos de poder



Ámbitos:

El poder o influencia que D puede ejercer sobre S recae sobre diversos ámbitos:

A*objeto de amenazas o sanciones de violencia física

B*objeto de amenazas o sanciones de privación económica

C* objeto de amenazas o sanciones de privación de información o conocimiento

D* objeto de ejercicio de poder(o de poder o influencia) o amenazas por parte de terceros actores inducidos por D.

E*receptor de normas ideológicas que indican que “debe” actuar conforme a su subordinación respecto de D.

ESTENSION: Efectos de la dominación

Extensión:

A* ejercicio de violencia física por parte de S (el dependiente) contra otros actores que D quiere de esta manera sancionar

B*prestaciones económicas de S en beneficio del dominante o de un tercero al que este quiere favorecer.

C*transmisión de información o conocimientos de S en beneficios del dominante o d e un tercero al que quiere d e esta manera favorecer o perjudicar.

D*utilización por parte de S de la dominación relativa que puede hallarse en condiciones d ejercer sobre otros dependientes, en función de los intereses de D.

E*finalmente, el caso más frecuente, más importante y más útil para el dominante: que el dependiente no haga nada. No cuestionar la dominación, no innovar, aceptar el status quo no actuar por temor a las sanciones, etc.

Los recursos de violencia física, son siempre los más ineficientes, los más caros para el dominante.

Por una parte, son los que mas desnudan ante el propio dependiente la relación de sujeción en la que se halla sometido y, por otras son los que se halla sometido y por otras son los que mejor se pueden aglutinar a los dependientes a lo que pasa a ser una tarea de liberación fundamental. Además comienza a repercutir en el seno del propio dominante, donde puede entonces ser discutido no solo el “costo” de esa dominación sino la legitimidad del sistema de decisiones que la llevo a ella.

El caso de máxima dominación seria aquel en el que D tiene marcada asimetría respecto de S en todos los recursos de pode e influencia, puede afectar todos los ámbitos de de S y puede obtener la gama completa de efectos ya mencionada.

Dimension: en que dimensiones del dependiente se concreta la dominación

Intensidad: cual es el grado de asimetría en cada una de las dimensiones entre uno y otro actor.

La extensión de su dominación puede ser alta y su intensidad baja.

El control ideológico sirve también para que el dominante legitime su dominación.

El dominante posee una gran capacidad para intercambiar los recursos de dominación que puede poner en juego para obtener el acatamiento del dependiente.

Tanto el ejercicio d e la dominación como el intento de la liberación implican costos. Los costos son función de lo que podríamos llamar capital potencial y el capital real del poder con que cada actor cuenta en una relación d e dominación-dependencia.

El capital real de dominación es el punto en el cual acuerdo con el calculo del actor, se intersectan la curva de los beneficios a obtener por la utilización d e los recursos de dominación con la curva de los costos que es mismo ejercicio traería aparejado.

Los costos d e la dominación no son solo función de los que el dependiente puede imponer a su dominante, también lo son de los que pueden imponer a este último otros actores/dependientes o dominantes que se hallan en su contexto histórico de interacción.