Altillo.com > Exámenes > UBA - Psicología > Grupos

Grupos

Monografia Cátedra: Romero

2° Cuat. de 2007

Altillo.com

INTRODUCCIÓN

El objetivo de esta monografía es la aplicación y articulación de las diversas teorías que dan cuenta del acontecer grupal que se presentan sistematizadas y organizadas en el “Modelo de Objeto Formal Abstracto” (MOFA) propuesto por la cátedra a la técnica grupal vivenciada llamada “Coche de Servicio”.

Para lograr dicho objetivo hemos tomado la lectura de varios autores, entre los cuales se destacan como los más relevantes: Freud, Thelen, Bion, Anzieu, Pichon Riviere, Romero, Benne y Sheats. Por otro lado, contamos con el recurso material de la grabación de la técnica grupal a analizar. De la misma hemos extraído una serie de viñetas que nos parecen significativas a la luz de las conceptualizaciones de dichos autores.

En primera instancia presentaremos las viñetas extraídas de la técnica grupal junto con una serie de hipótesis. A continuación desarrollaremos las mismas en base al material teórico estudiado en la cursada en donde podrán corroborarse, refutarse o reformularse. Por último presentaremos las conclusiones que nos permitirán dar cuenta de lo manifiesto y lo latente, jugado en la dinámica y la estructura de dicha experiencia.

DESARROLLO

1) En este grupo se comprueba que se presenta el criterio interaccional pues existe un conjunto de individuos representado por el capataz y por los trabajadores de esta área que están regulados por normas establecidas por la empresa Telefónica, que han sido convocados a una reunión en la oficina del capataz y a una hora determinada con el fin de ver a quien se le adjudica el nuevo auto de la empresa. Éste último constituye el objetivo de la reunión.

Podríamos decir que en la empresa se cumple el criterio intersubjetivo que define un grupo puesto que en primer lugar los individuos se reconocen como partícipes de la empresa al mismo tiempo que la empresa los hace partícipes de esta decisión. En segundo lugar podemos reconocer que los clientes visualizan a este grupo como pertenecientes a la empresa, lo que da cuenta de la altero definición.

Pero a su vez queremos destacar que desde la perspectiva de la teoría de Pichon Riviere un grupo es un “conjunto restringido de personas que ligadas por constantes de tiempo y espacio y articuladas por su mutua representación interna se proponen, en forma explícita o implícita, una tarea que constituye su finalidad, interactuando a través de complejos mecanismos de asunción y adjudicación de roles”. Verificamos que en la técnica grupal los participantes no lograron una mutua representación interna, por lo tanto, no se conformo un grupo desde la concepción pichoniana.

Creemos que en esta experiencia no se generó la representación grupo y, por lo tanto, no hubo constitución de un grupo desde el punto de vista intrasubjetivo puesto que ninguno de los integrantes resignó su narcisismo individual en aras de la configuración de un narcisismo grupal, quedando como un mero agregado de individuos. Además consideramos que no se paso de las necesidades individuales a las necesidades comunes.

2) Si bien cada persona podía comunicarse con las que se encontraban a su derecha o izquierda y el nivel de comunicación era activo, desorganizado, errático en un primer momento y sobre todo desprovisto de líder: lo que todo indicaría que se trataría de un modelo de red llamado “círculo”; lo que llama la atención es la figura central que tiene la posibilidad de emitir como de recibir mensajes con los demás miembros, que en este caso no es el líder sino la “autoridad”: que es una relación entre personas que participan mutuamente como miembros de una empresa organizada. En este caso la organización define el ámbito de la acción en el que se deben adoptar decisiones, afrontar responsabilidades y obtener cooperación. Esta autoridad está definida por la autoridad de otros.

La rueda es menos activa, tiene un líder definido (en este caso la “autoridad”), su organización es estable y de mayor eficiencia en los primeros momentos.

Por el alto grado de participación de los miembros del grupo podemos hablar de que hay una preponderancia de la comunicación en “círculo”.

3) El comienzo es caótico y agresivo; López interviene haciendo propuestas, que tiene que ver con una de las cuatro funciones básicas que debe cumplir un coordinador: mantener la suficiente sensibilidad sobre lo que está ocurriendo a fin de organizar las actividades de los participantes, de forma tal que facilite un autoaprendizaje de mejores comportamientos y conductas.

El capataz las acepta y las redefine nuevamente, lo que se logra es un clima más ordenado para expresar cada uno su posición, el perfil para recibir el auto y de acuerdo al puntaje poder definir. Los participantes lo aceptan y se acomoda por momentos la situación.

En este caso López opera sobre los problemas vinculados a la fase de comunicación, dónde el coordinador debe propiciar un enfoque que asegure el esclarecimiento de las metas, mantenga un movimiento de acción del grupo y facilite la resolución de los problemas de comunicación estimulando la participación de todos.

4) El capataz es una “autoridad” porque es impuesto por un exo-grupo, por momentos parecen coexistir una autoridad institucionalmente definida junto al liderazgo grupal; y hablamos de líder democrático porque favorece las discusiones del grupo y orienta sus decisiones; y trata de obtener un consenso grupal en la realización de la tarea “ en este caso, decidir quién se quedará con el auto ”. Pero como en un liderazgo democrático las relaciones entre los miembros son solidarias, de carácter más personal y amistosas, los mismos se encuentran más orientados con relación a los objetivos, necesidades e intereses del grupo; además existe mayor estabilidad, satisfacción, responsabilidad, compromiso, gratificación y calidad en la tarea. Esto no es precisamente lo que se observo en la dinámica grupal.

Se confunde con la posición de “líder” esta autoridad porque las personas aceptan ser dirigidas por éste, porque perciben a la conducta de éste como el medio más adecuado para la consecución de los objetivos grupales, pero no es éste el caso, porque el liderazgo emerge de la interacción del grupo. El grupo intenta ponerlo en el lugar de líder, pero el capataz no lo acepta.

 

5) El conflicto nace desde el mismo momento en que lo que hay que decidir: adjudicar el auto (que corresponde a la tarea a realizar), implica la renuncia de la mayoría de los participantes en pro de un sólo favorecido. Desde el mismo comienzo, entonces, se presenta el conflicto como muestra de contradicciones u oposiciones, podemos decir que en este grupo se perpetúa y estereotipa la contradicción entre las necesidades y búsqueda de satisfacción individuales de cada sujeto en contra de las necesidades puestas en común y unificadas de todo el grupo, lo que se habría constituido en una primera transformación superadora, muestra de esto es, en primer lugar, el hecho que cada miembro del grupo se enfrentó a todos y cada uno del resto de los participantes buscando defectos, descalificando, produciéndose peleas ácidas entre algunos integrantes mientras los otros asisten con cierta impavidez y hasta una actitud de “bueno, que se maten entre ellos, así yo gano puntos”, y mostrándose en una posición más elevada o más necesitada con respecto al resto, lo que remite a la rivalidad fraterna que compite por el amor de las figuras parentales (identificadas con la Empresa que está representada por el Capataz; la Empresa da cuenta de grupo superpuesto de arrastre conceptualizado por Thellen). Dadas estas condiciones la tensión sube y con ello las ansiedades se hacen presentes de un modo exagerado, lo que se representa como un cúmulo de gritos, un no escucharse, hablar todos al mismo tiempo, no intentar siquiera un intento de comprender la posición del otro, denigrándolo, convirtiéndose en enemigos y rivales, en un todos contra todos. En prácticamente toda la experiencia, el grupo completo es el enemigo (el objeto malo), y el objeto bueno es cada uno de ellos, en la desesperación (casi al final) intentan encontrar la clave de la solución afuera de ellos y con furia reclaman que la empresa sea la que decida, transformándose en un grupo de supuesto básico de dependencia, en ese momento existe un principio de acuerdo en el grupo, todos creen que en realidad quien debe decidir es el capataz, y se transforma en dependencia dual (el objeto bueno es el grupo y el objeto malo es el capataz), porque enfrentan al capataz y a la empresa para que decida por ellos puesto que es su obligación. Cuando actúa este supuesto básico se baja la tensión, y empiezan a verse unos con otros, se apoyan mutuamente alejándose del propósito de la tarea en contra del capataz quien no se hace cargo de ser líder de supuesto básico (objeto bueno) y les devuelve la tarea al grupo. A partir de este momento se cambia a un supuesto básico de ataque, ya que se han confabulado contra el capataz generándose una cohesión a ultranza..

Por otro lado, se verifica un comportamiento dilemático en vez de una problematización, se colocan en un polo en el cual cada uno eliminan a todo el resto en un todo indiferenciado donde no se visualizan los logros, necesidades, requisitos, promesas, jerarquías, antigüedad de los otro, en definitiva no pueden alcanzar una síntesis porque no escuchan tesis ni antítesis.

Por último debemos hacer notar que frente al conflicto hay una repetición interminable de los mismo argumentos, de los mismos reclamos, de las mismas autoalabanzas cayendo en una esterotipia bastante marcada lo que nos habla de un grupo que no pudo utilizar el conflicto como motor superador dinamizante sino que el conflicto sacó a relucir los obstáculos a través del despliegue de las ansiedades, de la esterotipia, de traer los grupos de arrastre (rivalidad entre hermanos), y por último del grupo de supuesto básico de dependencia para lograr una cohesión a ultranza antes de caer dispersos.

Cuando se intentan caminos de pensar en la empresa, o cuando el capataz u otro integrante del grupo trata de encauzar los esfuerzos a la tarea, los participantes empiezan con la intención marcada pero muy pronto vuelven a la dinámica anterior, la única forma en que se puede cumplir la tarea es a través de ponerlo a cada uno fuera de competencia, y luego obligarlos a cada uno a que decidan a través de una pregunta directa por si o no con una solución medio digerida (hace pensar en la previa digestión de Bion (reverie de la madre) y aún así se logra un acuerdo a regañadientes sobre todo con la promesa y esperanza que el próximo año podrán tener el auto, puesto que se lo otorgaron a alguien que se va de la empresa entonces el auto queda disponible otra vez.

6) Cabe señalar que si examinamos el grupo bajo la teoría de la conformación de masa de Freud, podemos decir que en este conglomerado de personas no se logró introyectar líder alguno en el ideal del yo de ellos, puesto que no emergió con claridad líder, y por ende no se logra establecer una identificación recíproca entre los participantes con la consecuente imposibilidad de lograr el narcisismo grupal.

7) a) Tomando como eje de referencia el marco de análisis establecido por Benne y Sheats, que diferencian de manera operacional los roles que desempeñan los individuos en un grupo, de acuerdo a las funciones que en él asumen, se pueden observar: roles funcionales y roles disfuncionales.

En la técnica grupal que estamos analizando se pueden observar un predominio de roles disfuncionales, aquellos en los cuales se busca un objetivo individual y, por lo tanto, no están orientados al crecimiento ni al mantenimiento del grupo y su aparición es frecuente indicador de conflictos. En esta técnica se observan posturas individualistas, las mismas llevan a que cada uno quiera satisfacer sus propias necesidades.

Entre los roles disfuncionales se pudo observar:

· Rol de Obstructor: Desempeñado por Santos, el cual expresaba permanentemente desacuerdos sin razón, con postura individualista.

· Rol de Buscador de Reconocimiento: Uno de los integrantes que busca reconocimiento es Mesa quien se define así mismo como eficiente y a su vez que cuida mucho el auto y que nunca tuvo un choque. También vemos desempeñar este rol en Santos y en Martínez.

· Rol de Buscador de Ayuda: Este rol es desempeñado por Martínez quien apela al recurso de ser ya una persona mayor para poder dar de si mismo una imagen de un anciano que necesita la ayuda de los demás.

· Rol de Agresor: Desempeñado varias veces por Ramos hacia López manifestándole su enojo por el choque recibido por parte de este último expresando resentimiento e inconformidad.

Entre los roles funcionales se observan en la experiencia:

· Rol de elaborador: López surge por momentos como coordinador emergente organizando los criterios de cada uno de los trabajadores para poder decidir sobre el destino del automóvil nuevo.

· Rol de Seguidor: Corresponde a Suárez quien no habla hasta que el capataz lo insta a hacerlo. Sigue en silencio la dinámica grupal.

· Rol de Transigente: Lo verificamos en Ramos cuando al preguntarle si aceptaría renunciar al auto nuevo, quedándose con el auto de Martínez, éste acepta inmediatamente.

· Rol de Guarda Agujas: Desempeñado por el capataz facilitando que todos participen, que desea escuchar la opinión de cada uno. De esta manera se mantienen abiertos los canales de comunicación.

· Rol de Contribuyente: Se verifica en el capataz cuando da un giro al problema pidiendo que cada uno diga a quien se le adjudica el auto de no ser posible que lo reciban ellos mismos. Se produce un cambio en la dinámica grupal.

· Rol de Inquiridor de Opinión: Este rol lo observamos repetida veces en el capataz cuando pide a cada uno que de las razones por las cuales se hace merecedor del auto nuevo en razón de distintos aspectos.

· Rol de Opinante: Visualizamos este rol en varios momentos puesto que todos quieren dar su opinión del tema debatido. El ejemplo que más se destaca es cuando Santos le dice a Martínez, que está por jubilarse, “vos para que queres el auto si vas a jubilarte”. Otro ejemplo es cuando Mesa, refiriéndose a Martínez, expresa su opinión de disconformidad frente al pedido de este último del auto nuevo aludiendo que faltan sólo un año para que se jubile.

· Rol de Dinamizador: Observamos que al aproximarse el final de la reunión y al no haber llegado a una solución, surge este rol en López preguntando a cada integrante si estaban de acuerdo con la decisión final.

· Rol de Secretario: Este rol lo observamos que lo cumplió el capataz quien es el que anota cada una de las opiniones que van expresando los trabajadores de la empresa, es quien en el momento del voto contabiliza los mismos.

· Rol de Conciliador: En general, en esta experiencia no predominó este rol pero lo podemos rescatar en la intervención de una de los trabajadores que trata de conciliar entre una necesidad individual de uno de los integrantes, proponiendo que se le repare la puerta del auto del mismo, y una necesidad grupal de tener que arribar a una solución.

b) Desde la perspectiva de Pichon Riviere podemos encontrar los siguientes roles y sus contraroles correspondientes:

Chivo emisario: Podríamos dar cuenta de la presencia de este rol en dos de los empleados, ya que ambos son juzgados por los otros participantes como caprichosos y de mala voluntad. Esto sucede porque en ellos se puede observar claramente el egoísmo y la negación del relegamiento de su narcisismo individual por el grupal, pero en realidad, esto esta presente en todos los miembros, la diferencia es que el Sr. Martínez y el Sr. Santos son puestos en éste rol, porque expresan claramente y reiteradamente sus pensamientos egoístas de querer quedarse con el auto nuevo. Aquí el chivador principal es el Sr. Mesa quien los critica.

Portavoz: Ubicamos en este rol al Sr. Santos, ya que es él el primero en plantearle al capataz que elija al empleado merecedor del auto, creyéndose el único merecedor de éste; y así deja relucir su afán de llevarse el vehículo, expresa de ésta manera y reiteradas veces su deseo egoísta de quedarse con el coche.

Saboteador: Aquí ubicamos al Sr. López y a Mesa, ya que son ellos los que encabezan la resistencia al cambio cuando le exigen al capataz que elija al futuro dueño del auto. Se resisten al cambio porque no proponen una solución para el progreso del grupo y contrarían la voluntad del capataz quien les propone que sean ellos quienes resuelvan el problema y elijan al nuevo poseedor del auto. Además la propuesta final de López de darle el auto al jubilado no tiene que ver con una verdadera solución, ya que resalta varias veces que el auto volvería el año entrante a la empresa. Aquí los cómplices son el resto del grupo que esta de acuerdo con la opinión de ellos y los apoyan.

Líder: No se observa un líder de tarea, aunque el Sr. López o el capataz por momentos tienden a la resolución del conflicto, no hay liderados; por el contrario este grupo busca claramente un líder de resistencia y por eso posibilitan la emergencia de saboteadores a quienes se adhieren.

8) La hipótesis formulada plantea que en el grupo se observa una mentalidad de Supuesto Básico de dependencia. Sin embargo si nos enfocamos en el tema con mayor detenimiento, podemos observar que éste no se concreta. Dado que, cuando el grupo deseoso de tener un líder de resistencia al cambio - el cual los provea de todo lo necesario para solucionar su problema (entregar el coche nuevo a algún integrante)-, se dirige hacia el capataz con el fin de proponerle el liderazgo; éste se rehúsa a aceptarlo, y por el contrario, los invita a que sean ellos mismos quienes resuelvan su problema. El capataz apunta a que el grupo pueda regularse por si mismo y de ésta manera llegar a un acuerdo unánime para otorgarle el coche nuevo a alguien. Sin embargo, ellos no tienden a eso, si no que por el contrario, se encuentran en estado de regresión. Esto puede observarse claramente, ya que cada uno esta empecinado en quedarse con el auto nuevo y no piensan una posible solución que difiera con sus intereses personales. Además no se observa cooperación entre ellos, y a cada intento de progreso y cambio, no se le lleva el apunte, ya que esto tiene que ver con llevar adelante la tarea.

Cuando el capataz no asume el liderazgo de dependencia, el grupo pasa de este cuasi - supuesto básico a una forma dual, ya que se le critica por no aceptar este rol y entonces lo negativo se centraría en el capataz y lo positivo en el grupo, (cuando momentos antes se esperaba que la solución viniera de él). Rápidamente el grupo pasa de esta forma dual, a una mentalidad de supuesto básico de ataque-fuga, cuando todos agreden al capataz por no tomar el liderazgo de dependencia. Aquí se distinguen líderes de ataque, personificados por López y mesa que son líderes de la resistencia al cambio y contribuyen así a mantener el grupo en un estado de regresión y no de tarea. El resto del grupo esta de acuerdo con este ataque y por eso mantenemos que habría una mentalidad de grupo.

Por todo esto planteamos la posible existencia de ansiedades esquizo-paranoides, que se dan a conocer cuando los empleados se atacan unos a otros, y se defienden pero sin proponer un cambio, una solución al problema. También circularían ansiedades depresivas ya que se niega la posibilidad de desechar lo viejo lo que poseen, no quieren tirar el auto mas viejo.

Postulamos entonces que la actividad mental predominante en el grupo sería la de supuesto básico, y lo sostenemos teniendo en cuenta el estado de regresión del grupo que se expresa en su conducta defensiva y de ataque. Además este grupo se aleja mucho de la mentalidad de tarea por la falta de cooperación y solidaridad, propio de aquellos grupos que apuntan al cambio y que enfrentan los problemas para trocar su situación y progresar.

9) Anzieu afirma que siempre que entramos a los grupos, lo vivimos como una amenaza primaria para el yo. Frente a esta sensación, el sujeto puede defender su yo de dos maneras diferentes, pero ambas tienen como común denominador defender al yo de esa angustia tan primitiva -la más primitiva de todas las ansiedades- que es la de fragmentación. Estas dos formas son:

1. Retrotraerse

2. Tratar de defender su yo, imponiéndose al grupo.

Estas dos formas de defensa, están representadas por diferentes integrantes, a lo largo de toda la experiencia grupal.

La primera forma, está representada principalmente por el Sr. Suárez, que se retrotrae, en medida de que habla muy poco a lo largo de toda la técnica (es el que menos habla).

Cabe destacar que a lo último esta angustia de fragmentación se vuelve tan intensa e insoportable para los integrantes de la empresa que lo único que importaba ya es que alguien decidiera quien se quedaba con el auto -sin importar quien se lo quedara, ni quien tomase la decisión-.

Es destacable decir que en este momento -lo cuál continúa a lo largo de toda la técnica- hay una fantasía de fragmentación corporal, que es lo opuesto a la metáfora organicista cuyo lema es: el grupo como cuerpo; y los miembros como órganos. Esto nunca se logra en este grupo, es decir que no se da la ilusión grupal. Para empezar la pre condición no se da, en medida que no encontramos una hipercatexis del grupo a expensa del mundo exterior y sin esta pre condición, no pueden darse las otras tres condiciones necesarias para que se genere la ilusión grupal.

El grupo, en este momento se une por resonancia fantasmatica, es decir que una fantasía individual, hace eco, en las fantasías de los demás integrantes, a partir de la identificación con un mismo deseo inconsciente reprimido. Citaremos las mas significativas:

*Niños-heces, despedazándose en el vientre materno. Podemos inferir que esta fantasía se encuentra presente en medida de que los integrantes de este grupo se descalifican los unos a otros todo el tiempo. Dado a que como base de estas descalificaciones encontramos el propósito de cada integrante de mostrarse como el más querido de la empresa y eficaz para la misma. Denotamos que esto estaría en relación con el complejo paterno, en la que los niños-hermanos (integrantes de la empresa) compiten entre si, a fin de lograr el amor maternal (empresa), exterminando así a los rivales (los demás integrantes).

La otra fantasía que produce eco y también es significativa en el grupo, ya que se da en el momento que se pseudo-soluciona el conflicto (puesto que es una solución a ultranza) es la que nada se pierde, todo lo que se va vuelve, en medida de que se le da el auto a Martínez con la condición de que cuando se jubile regrese el auto a la empresa. En esta situación no hay resignación narcisista, ya que el auto no se va del todo, vuelve en un año y a lo mejor les toca. Por eso se lo dan al jubilado, en medida que al ser el único que se jubila en un año, es el único que puede hacer ese ofrecimiento.

El Sr. Martínez, apela inconscientemente al narcisismo individual -en medida que nunca se trucó por uno grupal- y así logra su objetivo, ya que de hecho es el que se queda con el auto.

Por último, dentro del grupo como fomentación de imágenes, podemos hacer referencia a cómo el sujeto se presenta (como dice ser) y cómo los demás le dicen que es por medio de diferentes enunciados identificatorios. Los demás participantes actúan como miles de espejos replicados hasta el infinito, que le devuelven otra imagen diferente a la que le pertenece.

10) Para ver la forma en que el grupo aborda la doble tarea y para ver si los participantes de la técnica grupal lograron la Mutua Representación Interna (M. R. I.), utilizaremos el “Esquema Conceptual Referencial y Operativo” para el análisis de la situación grupal.

Según Pichón Riviere, toda tarea implica una doble faz, en la misma se trabaja la temática (tarea explícita) y la dinámica (tarea implícita) y su acontecer tiende a ir de lo manifiesto a lo latente . La tarea explícita del grupo de la experiencia es la elección conjunta del destino de un nuevo automóvil para alguno de los trabajadores presentes. O sea, que se les plantea el objetivo de tener que ser ellos quines elijan quien es el merecedor del nuevo cero kilómetro.

Para tratar de resolver dicha tarea (explícita), se van planteando distintas tácticas en la situación grupal para poder resolver la misma. Pero no sólo tendrán dificultades en resolver la tarea explícita sino que en la medida que avance el tiempo se irán planteando distintos obstáculos que tendrán que resolver para poder llegar a una decisión. Vemos por momentos que el grupo avanza hacia una solución, pero minutos después uno de los integrantes expresa que no está de acuerdo con la votación que dejó dos posibilidades para la elección final, por lo que se produce un retroceso. Luego se vuelven a reformular los criterios propuestos por cada participante y se vuelve a la doble posibilidad para la elección final, por lo que se produce un avance.

La tarea implícita que se le plantea al grupo es el problema de tener que resolver las ansiedades básicas que se le presentan al mismo por estar en una situación grupal. El elevamiento de las ansiedades básicas de los individuos y su no resolución tuvo como consecuencia el obstaculizamiento de la tarea y una solución a ultranza de la misma. El no poder resolver el obstáculo que las ansiedades básicas plantean situacionalmente y el no poder resolver las contradicciones universales que se presentaron en el grupo, dieron como resultado una “pseudo decisión”. Decimos pseudo decisión porque la misma se presenta como una decisión a ultranza y no a una verdadera resolución del problema.

Desde un primer momento observamos que cada uno de los participantes se hallan centrados sólo en la satisfacción de sus necesidades individuales, aunque esta última consiste en ser el poseedor del auto nuevo de la empresa y es común en cada uno. Se visualiza la contracción universal de necesidad - satisfacción individual. Cada uno de los trabajadores tiene la necesidad de tener el auto nuevo que tratan de justificarse por cualquier razón porque son merecedores del mismo, más allá de que otro sujeto esté en comprobadas razones de necesitar el auto nuevo por lo averiado que esta el que posee. Un ejemplo claro es cuando Martínez dice que el es el merecedor del auto nuevo, cuando en realidad posee un auto de sólo un año de antigüedad y en buenas condiciones. No le interesa ni por un momento el reclamo que produce casi al mismo tiempo Ramos que necesita el auto porque el suyo esta chocado y en pésimas condiciones. No se logra un pasaje a las necesidades comunes, aunque al final se tiene en cuenta el reclamo de Ramos y por más que deciden darle el cero kilómetro a Martínez proponen arreglarle la puerta y atrás averías que presenta el automóvil de Ramos.

Otra de las contradicciones propuestas por Pichón Riviere en una situación grupal es “Proyecto - Resistencia al cambio”. Al ponerse de manifiesto en el grupo que la entrada de un automóvil nuevo determina la eliminación de unos de los coches, se produce un estruendoso “NO” por parte de uno de los participantes ante la propuesta de la eliminación del mismo como chatarra. Se produce una resistencia al cambio, producto de la elevación de las ansiedades básicas que provoca “temor a la pérdida de lo conocido”, característica de la ansiedad depresiva. Resistencia que presenta el grupo a tener que cambiar aquello conocido, aún viendo que a través del cambio se produciría un enriquecimiento al grupo. El grupo de trabajadores no logró resolver el obstáculo planteado por esta contradicción, lo que influyo en la decisión final que se tomó.

En el ejemplo del párrafo anterior también podemos advertir la contradicción “Lo Nuevo - Lo Viejo”. Para poder acceder a lo nuevo uno lo hace desde lo viejo, es “poder dejar situaciones conocidas viejas, para tomar situaciones nuevas, desconocidas”. El grupo de la técnica muestra que no es capaz de dejar el auto viejo, la chatarra de la empresa, aún viendo que el mismo quedaría sobrando por la incorporación de una nueva flota. Otro ejemplo en donde se refleja esta contradicción es cuando uno de los participantes dice que es el trabajador más nuevo de la empresa y los demás lo empiezan a abuchear. Se muestra que el grupo no es capaz de aceptar lo nuevo, pues es vivido con “fantasías de locura, de descontrol o de imposibilidad de reestructuración”. Si tomamos para el análisis la solución a ultranza que lograron consensuar los integrantes, de darle el auto nuevo al trabajador con más años en la empresa y que se encuentra próximo a jubilarse, vemos que el grupo está muy aferrado a lo antiguo pues la solución misma muestra que quien se lo llevó es quien tiene más años en la empresa aunque esta misma persona, Martínez, posee el auto que está en mejores condiciones y que tiene sólo un año de antigüedad.

También hace su aparición la contradicción “Sujeto - Grupo” que es “el viejo problema de narcisismo”. Al principio de la experiencia cada uno está centrado en uno mismo. Sólo dicen “yo esto, yo aquello,”. No son capaces de resignar su narcisismo individual en aras de conformar un narcisismo grupal. Dónde más claramente se ve esta contradicción es en el final donde llegan a una decisión a ultranza porque en realidad si bien resolvieron darle el auto nuevo a Martínez, acordaron al mismo tiempo que cuando esta persona se jubilara el auto volvería de nuevo a la empresa. No pudieron resignar que el auto sea de otro y a través de esta solución se aseguraron de no tener que resignar nada.

En tanto al análisis de la mutua representación interna como organizador grupal, vemos que en el grupo de trabajadores no se logro la misma. Los integrantes quedaron a mitad de camino, por así decir. Para que la mutua representación interna tenga lugar hace falta tiempo, tiempo para conocer al otro como distinto del otro de mi mundo interno y tiempo para que el otro me conozca como otro distinto del de su mundo interno. Esto implica ir construyendo una representación del otro e incorporarlo como tal en un interjuego dialéctico. Vemos que en los participantes de la técnica no se produjo una representación de cada uno de esos otros. Por lo tanto, concluimos que no lograron la mutua representación interna.

CONCLUSIÓN

Podemos decir que este conjunto de individuos si bien constituyen un “grupo de hecho” como situación “real”, no alcanza a constituirse un grupo en tanto no logra construirse una representación interna del grupo y de los otros en cada uno de los participantes. Por ende, la resolución del conflicto fue un “como si” en una cohesión grupal a ultranza.

Si consideramos que los participantes de la técnica entraron en un mismo estado de regresión, no lograron salir del mismo para abordar la tarea quedándose permanentemente en un estado de mentalidad grupal o pretarea.

Por otra parte, destacamos que si bien es cierto que a través de la transferencia hubo asignación de roles, no se produjo la asunción de los mismos impidiendo que se produjera la mutua representación interna en cada individuo.

Otro punto sobresaliente en el grupo es que en el mismo los integrantes no pudieron lograr un narcisismo grupal porque no resignaron su narcisismo individual.